Mt 23,27-32.

SI HUBIRAMOS VIVIDO EN EL TIEMPO DE NUESTROS PADRES

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%.&-,e&d(!/ )e#0(!(! *(# 'e#&, *e#( *(# de-t#( ..e-(! de )e!(! de
0e#t(! y de *(d#ed0%#e1 A!2 t&0%$3- !(- !tede!/ *(# 'e#& *&#e"e-
4!t(! de.&-te de .(! )(0%#e!, *e#( *(# de-t#( e!t5- ..e-(! de )$*("#e!2& y de
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Ay de !tede!, e!"#$%&! y '&#$!e(! )$*+"#$t&!, ,e "(-!t#ye- .(! !e*."#(!
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El documento de la Pontifcia Comisin Bblica de 2001 ubica el contexto de las palabras
de este discurso polmico del Evangelio:
Jess hace frente en mltiples ocasiones a la oposicin de los escribas y fariseos, y al final responde a ella con una
vigorosa contraofensiva (23,2-7.3-3!" en la #ue la invectiva $escribas y fariseos hipcritas$ se repite seis veces.
%eguramente esta presentacin refle&a en parte la situacin de la comunidad de 'ateo. (l conte)to redaccional es el de
dos grupos #ue viv*an en estrecho contacto+ el grupo de los &udeocristianos, convencidos de pertenecer al &uda*smo
aut,ntico, y el de los &ud*os #ue no cre*an en -risto Jess y eran considerados por los cristianos como infieles a la
vocacin &ud*a por su docilidad a los dirigentes ciegos o hipcritas.
./0 1as invectivas y acusaciones lan2adas contra los escribas y fariseos son an3logas a las #ue se encuentran en los
4rofetas y corresponden al g,nero literario de la ,poca, utili2ado tanto en ambiente &ud*o (por e&emplo en 5umr3n" como
en ambiente helenista. 6dem3s tienen, como en los 4rofetas, un aspecto de llamada a la conversin. -uando son le*das
en la comunidad cristiana, ponen en guardia a los mismos cristianos contra actitudes incompatibles con el (vangelio
(23,7-2".:
Entre las actitudes incompatibles con el
Evangelio resulta evidente el
descubrimiento de escndalos !ue
involucran a dirigentes de las
comunidades cristianas" # !ue conducen
a la prdida de credibilidad $acia a!uellos
!ue $aban mostrado $asta el momento
una imagen impecable%
&o es tan evidente" en cambio" la actitud
de $onra $acia pro'etas !ue $an sido
perseguidos en el pasado por la misma
comunidad cristiana% (abra !ue recordar
!ue a las santas # santos !ue su'rieron
las insidias de la )n!uisicin" las
generaciones posteriores levantaron
altares en su $onor% * !ue a un estudioso
de la Biblia como +%,% -agrange"
silenciado por la autoridad eclesistica a
comien.os del siglo //" se le inici la
causa de beatifcacin al fnal del mismo
siglo%
-as duras palabras de este discurso del
Evangelio nos ex$ortan a una continua
conversin" a discernir mu# sinceramente
si nuestras actitudes son evanglicas # si
podemos decir con tanta 'acilidad: 01i
$ubiramos vivido en el tiempo de
nuestros padres" no nos $ubiramos
unido a ellos2 3+t 24"405%