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Trabajo Final

Series Televisivas

Profesora: Millan

Integrantes
María del Rocío Camminati
Raphael Delgado
Andres Florett
Boris
Paloma Zuazo

2009-1
“Corazón de Metal” analiza los porqués de la inclinación que sienten los seguidores a este
singular estilo de vida: el metal. A raíz de una lista de respuestas obtenidas mediante una
entrevista en la que se utilizaron preguntas comprensibles, contextualizadas (es decir claras,
directas y acorde al contexto en donde se plantearon las preguntas) y semi-estructuradas, se
dedujo que el metal, al demudar en modo de organización a una especie de comunidad y
analizada como tal, es una sociedad semi-adscriptiva, en donde la acepción de un nuevo
integrante, si bien es cierto que no es limitada sólo a la identificación en cuanto al aspecto
físico ni el gusto por la música, el postulante si debe sentir pasión por el género musical y
avidez por compartir las sensaciones.

Además se incluye a la necesidad de identificación como grupo y comunidad por parte de


sus integrantes como elemento característico de los metaleros, puesto que admiten que la
apariencia lúgubre y sórdida de su estilo es necesaria para pasar a formar parte de la
comunidad, aún cuando la apariencia sea divergente del carácter del individuo. En las
entrevistas se hace referencia a sujetos que aparentan rudeza, aún cuando esta característica
es innecesaria de su verdadera personalidad; sin embargo, aunque se critiquen estos
aspectos, todos están de acuerdo en la formación de una hermandad con un grado de apoyo
mutuo e implícito entre sus integrantes gestado a partir del gusto por el género musical; es
decir, generalmente suele bastar que el género sea de agrado para pertenecer al grupo
porque se tiene la idea de que si sucede tal cosa, tiene que haber, de algún modo,
compatibilidad entre aquellas personas en cuanto a personalidad se refiere.
Siguiendo fieles, entonces, a este estilo de vida, sus espacios de socialización suelen ser
lugares ambientados de tal modo que la primera impresión nos indique sordidez y
siniestralidad. Predominan colores oscuros que ellos mismos se encargan de vestir, y los
accesorios que usan refuerzan la imagen fuerte e inquisitiva que pretenden ostentar. Según
el análisis, la comunidad no hace otra cosa sino establecer sus lugares sagrados. Al alterar
el orden y la disposición de un lugar profano de acuerdo a sus inclinaciones, lo convierten
en un lugar sagrado, en el “centro del mundo”. Para ellos, la percepción que tienen de la
realidad se ve afectada por el exterior, por la continuidad y similitud de los individuos que
están fuera de su cosmos: esto hace que construyan estos lugares divinos (los crean a través
de su presencia) como centro de encuentro con la verdadera realidad y que a su vez separa
el caos y el desorden del cosmos. No suelen confiar mucho en los tipos que no son iguales a
ellos, sobre todo cuando aquellos tipos están dentro de su ambiente: viene entonces una
especie de amenaza que podría perturbar la esfera en donde todos los individuos pueden
identificarse y apoyarse entre sí. Son conscientes de los prejuicios que acarrea el hecho de
formar parte de esta comunidad; la música pesada y la vestimenta que suelen asociarse a
ellos no dejan cabida a ambages. Sin embargo, esto parece no hacer otra cosa sino
fortalecer y estrechar más los lazos que los une como hermandad. Todos prejuzgados y, por
aquella condición, identificados y juntos. Esto podría explicar el uso de accesorios
puntiagudos, símbolos que van desde blancos esqueletos hasta el uso excesivo de colores
oscuros; el símbolo que hacen con todos los dedos de la mano cerrados, a excepción del
meñique y del índice, y que quiere decir “buena vibra” o “atrás a los malos espíritus”. Toda
esta simbología y su significado, sin embargo, se contrarresta con la expresión que suelen
mantener en el rostro y que expresa relajo, tranquilidad y paz, como para equilibrar el
impacto que produce su aspecto; de este modo, alguien que vea a un metalero desde lejos
tendrá prejuicios que le impedirán acercarse, pero alguien libre de prejuicios y que sepa que
lo que vale una persona no depende meramente de su aspecto sino más bien de su valor
como persona en sí, podrá acercarse sin recelo alguno. No obstante no existen testimonios
en nuestra entrevista que corroboren lo que se va a afirmar, es válido decir que el aspecto
intimidante que tienen es también una especie de tapiz que impide el acercamiento de
personas prejuiciosas y, por ende, de poco aprecio como amigo.

En conclusión, el metal ofrece no sólo un género musical con mucho estilo y aptitud, sino
también la oportunidad de formar parte de un grupo social con el cual muchos individuos
puedan identificarse. La diferencia entre el aspecto de sus adeptos y su suave y confiable
personalidad es quizás uno de las mayores fuentes de atracción para la juventud que
necesita sentirse identificada con algo en general.

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