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Maquetas La representacion del espacio en el proyecto arquitectonico Lorenzo Consalez Introduccion PRIMERA PARTE La maqueta de arquitectura (Lorenzo Consalez) Conceptos introductorios y escalas de representacién 1.1 Lamaqueta de arquitectura 1.2 Elpapel de la maqueta hoy... . 1.3 Maquetas de trabajo ..... 1.4 El proyecto de la maqueta 1.5 Maquetas volumétricas y maquetas enelgieas . 1.6 Laconstruccién de la maqueta ..... 1.7 Laescala de representacion .....,.. ore2as0e8 2 La eleccién de los materiales 2.1 Elsignificado expresivo de los materiales ...... W 2.2 Maquetas en madera... . es a mecca. 2.3 Maquetas en papel y cartulina .. . 2.4 Maguetas en plastico y materiales heterogéneos ... .. 19 2.5 Maguetas analogicas . .. ae at 2.6 tras maquetas de un solo material 23 3 Instrumentos y materiales 3.1. Insrumentos. 3.2 Coas. 8.3 ,Coores 3.4 Materiales 26 SEGUNDA PARTE La construccién de la maqueta (Lorenzo Consalez, Chiara Wolter) 4 Elterreno 4.1 Secciones del terreno ... 33 4.2 Terreno en pendiente .. Se 35 4.3 Terreno urbano . e 40 5 Las paredes 5.1 Volimenes simples : 44 5.2 Definicién arquitectonica poral os ... 47 5.3 Definicién detallada . . . see 51 6 Cubiertas 6.1 Cubiertas inclinadas ai, 68 62. Cubiertas planas . . . 61 63. Cubiertas curvas .... 62 6.4 Cubiertas metalicas 65 6.5. Cubiertas transparentes . 66 6.6 Pérgolas 67 7 Aberturas vidriadas 7.1 Ventanas: 70 7.2 Invernaderos y vidrieras .... . 15 8 Revestimientos .- aaa . eyes 2 9 Interiores 9.1 Escaleras rr 84 9.2 Mobilario fio de interior . 87 40 Ordenacién de espacios exteriores y pavimentos 10.1. Pavimentos exteriores . eso 402 Agua . 2 95 141 Lavegetacion y los arboles 14.1 Superficies .... rei "2 100 11.2 Elementos lineales (setos ¢ rileras a gran escala) 103 113. Elementos puntuales (érboles) ie 104 Procedencia de las ilustraciones : 109 INTRODUCCION La representacion del proyecto de arquitectura abarea un campo extremadamente amplio de conocimientos sdenicos y expresivos. Como instrumento hace posible la descripcién analitica de las caracteristicas constructivas y de las operaciones necesarias para pasar del proyecto a la realizacién. El grado de comunicacién que requiere es, por tanto, especializado y utiliza lenguajes, cbdigos y convenciones accesibles sdlo a quien posea un conocimiento profundo de la materia. De todos modos, la descripcion analitica y técnica no agota las exigencias de la representacién, puesto que la comunicacién requiere otros instrumentos que faciliten la comprensin tanto de las ideas como del contenido de manera sintética. Este segundo grado de comunicacion traspasa la esfera de los iniciados en la profesién y se abre a los usuarios, clientes y, en general, a un piiblico que tiene escasa experiencia sobre cédigos téenicos, El objetivo de este manual se centra especificamente en el campo de la representacién tridimensional a través de maquetas, un campo que tradicionalmente, se ha encargado de hacer comprensibles las relaciones espaciales, los voliimenes, los colores y, en general, las caracteristicas de un espacio ‘yde un ambiente que atin no existe 0 se encuentra lejano y, por tanto, no es accesible por la experiencia directa. El texto tiene un cardcter preferentemente diddctico, por lo que estd destinado a estudiantes de arquitectura y de diseito. Nos ha parecido particularmente stil introducir una reflexién profianda sobre la comunicacién del proyecto, sea por la exigencia prctica de responder a una demanda que nace en el interior de las universidades y de las escuelas, sea por el especial papel formativo que creemos reconocer en el ejercicio de la transmisién de las propias ideas. El manual se estructura como un texto muy detallado: restituye un saber préctico, desglosando sus componentes de tal modo que describan, paso a paso, el procedimiento necesario para obtener un resultado complejo a partir de la suma de operaciones simples. Justamente ésta es la estructura elegida en las partes descriptivas del texto. De todos modos, se hace evidente que las operaciones necesarias para obtener tuna representacién requieren también una definicién del grado de sintesis adecuado a os objetivos comunicativos prefijados. Esta operacién no es técnica sino mental. El manual debe, por ello, no silo contener Ja descripcién de como realizar una determinada parte, sino también debe transmitir el porqué de la eleccién de una posibilidad entre las muchas disponibles. Tal eleccién supone, por si misma, una operacién proyectual y, como tal, no puede ser descrita a través de una receta, Es mucho més ttil, a nuestro parecer, mostrar a través de ejemplos y amalogias el desarrollo y la variedad de las diversas elecciones. Por ello, en el texto estan presentes bien en las partes especificas 0 bien en el interior de los capitulos operativos— ejemplos y descripciones de algunas experiencias profesionales y diddcticas recientes, de las cuales se destila, de manera evidente, la relacién entre los materiales y los tratamientos elegidos para dichas representaciones, respecto a los materiales y el tipo de arquitectura que estas representaciones describen. La intencién es subrayar que la eleccién de la representacion va estrechamente unida a las elecciones proyectuales, También se ha airibuido una especial importancia al papel operativo de la representacién tridimensional. El uso de ‘magquetas y perspectivas integradas en el proceso del proyecto puede convertirse para el proyectista en un modo de verificar la validez de la solucién, sugerir matices diferentes en el estudio de los volitmenes, de los materiales o de los colores. En cierto ‘modo, se pretende insistir en que habituarse a hacer comunicable el proyecto cs de gran ayuda, no silo en la transmisién de la informacién, sino también en la elaboracién de las ideas. La importancia del uso de maqueta: en la representacién de los proyectos viene determinada por dos razones fundamentales. En primer lugar, debido a la especializacién general que ha supuesto el uso del ordenador, las técnicas tradicionales de representacién sintética parecen haber adquirido una nueva vitalidad, gracias a su capacidad para resumir de manera inmediata las caracteristicas de un proyecto complejo. Por otro lado, en las instituciones de ensehanza, la utilizacién de téenicas alternativas y de habitos compositivos asociados a éstas es poco frecuente. En cambio, se dedica extrema atencién al estudio de las técnicas de dibujo y a la elaboracién de maquetas arquitecténicas. Sin embargo consideramos de gran interés la interpretacién de las téenicas de stntesis material, habitual en las escuelas del norte de Europa, que encuentran una aplicacion vdlida incluso en la eleccién de los materiales a utilizar en las maquetas. Consecuentemente, en los capttulos relativos a la ordenacién de les espacios exteriores, a los materiales y a la vegetacién hemos descrito cémo utilizar dichas téenicas. La decision de privilegiar, en la parte operativa del texto, las técnicas tradicionales es una eleccién diddctica y, a la vez, préctica. En este sentido, este libro offece un acercamiento a la representacién tridimensional que puede ser inmediatamente operativa, favoreciendo, en consecuencia, la descripcién de metodologtas que limiten el uso de méquinas informdticas y mecdnicas y permitan una respuesta lo mds precisa posible a las elecciones de representacién mds comunes. CONCEPTOS INTRODUCTORIOS 1 4.1 La maqueta de arquitectura Anticipo de realidades futuras y objetos de preciosismo artesanal, las maquetas de ar- quitectura despiertan una fascinacién e in- terés a los que se superponen la dimensién técnico-operativa y los contenidos idicos Constituyen simulsineamente objetos de es- tudio, instrumentos de representacién y re- sultados formales auténomos de un proceso creativo que puede, en casos extremos, sin- tetizar en la propia maqueta todos los con- tenidos de la buisqueda proyectual del autor. De todas maneras, su interés principal reside en la importancia que esta forma de repre- sentacién ha alcanzado en la arquitectura, sea en relacién a los modos tradicionales de expresidn del proyecto, sea en el marco de las nuevas condiciones que el uso del cibujo ido por ordenador ha generado. Una vez superado el periodo en que la ar- quitectura dibujada y bidimensional parecia agotar la imaginerfa de la investigacién de los arquitectos, asistimos a un creciente interés por formas de representacién tridimensio- nales. Y resulta curioso cons- tatar que el renacer de este interés viene unido al desa- rrollo de las aplicaciones de dibujo asistide por ordena- Y ESCALAS DE REPRESENTACION dory de los rendering, Es ttl comprender los canales a través de los cuales los dos fenéme- nos interaccionan y cémo, en consecuencia, laactualidad de la maqueta-representacién se nutre de la progresiva especializacién y secto- rizacién que el dibujo asistido por ordenador ha introducido en el proceso de proyecto. 1.2 El papel de la maqueta hoy “La necesidad de tridimensionalidad y ma- terialidad cn los sistemas de representacién ha llevado, en los tiltimos tiempos, a revalo- rizar especialmente el papel de la elabora- cién de maquetas, entendido como antici- pacién tridimensional a escala reducida de la propuesta arquitecténica”. Esta afirmacién, contenide en un reciente ensayo escrito en ocasién del seminario offe- ido por la Universita di Reggio Calabria, Z’ immagine mediata dell’ architeteuras es corre- lativa al reconocimiento, en las més recientes corrientes de la produccién dl proyecto de ar quitectura, de dos fendmenos producto de las variadas condiciones generadas por el uso del ordenador: “El proceso de sintesis en celacién con las actitudes operativas del pro- yectista’,? es decir, el resul- tado de la progresiva espe- 1A Captruto 1 cializacién de las competencias, que conlleva. una mayor concentracién sobre actitudes puramente disciplirarias y “La formacién de técnicas mecanizadas del papel”, esto es, la posibilidad de representar un objeto por partes separadas que describa una fase muy especifica de la totalidad del proceso. Esté claro que estas rendencias que hacen factible desde el punto de vista de la realiza- cién, operaciones extremadamente comple- jas plantean el problema de la visién y el control del proyecto en su conjunto. Como consecuencia, cada vez se hace més necesario disponer de instrumentos de representacién y de sintesis (entre ellos la maqueta), que hagan inmediatamente comprensible una lectura de por si compleja. El papel de la maqueta, ade- mas, trasciende la siraple descripcién sintética del proyecto que se desea representar, en al menos dos aspectos: el primero consiste en el papel operative que la maqueta asume du- rante el desarrollo del proyecto, como banco de pruebas de diferentes soluciones proyec- tuales que sélo la verificacién tridimensional puede confirmar o poner en crisis, El segun- do reside en la expresividad que caracteriza a Ja maqueta en tanto que objeto, es decir, su autonomia formal respeto al proyecto real que representa, Desde el punto de vista del obser- vador el valor objetual y la posibilidad imagi- nativa y Itidica que oftece la reduccién de escala junto con “la posibilidad de obtener puntos de vista irreales y privilegiados”,’ son componentes insustituibles. La maqueta debe revelar capacidad de sintesis para conseguir representar la esencia del proyecto en la reduc- cin de escala y, ala ver, habilidad técnica, de modo que “los lenguajes indirectos derivados de las milltiples elecciones operativas tales como materiales, écnicas constructivas, colo- res, tratamientos de superficies, etc., estén re- gulados segtin un saber compesitivo” > 4.3 Maquetas de trabajo Las caracteristicas anteriormente descritas ¢s- tdn presentes en las maquetas de trabajo como instrumentos de proyecto. A pesar de la forma extremadamente sintética que las caracteriza deben presentar todos los contenidos expresi- vos que permitan la descripcién del proyecto. Por tanto, requieren una extrema intenciona- lidad y conocimiento de las caracteristicas fun- 1.1. H. Nific y H. Niric, Estudio de impiantacion sobre un declive. Maqueta de estudio de poliestireno expandido. Escala 1:200. 1.2, R, Cecchi y V. Lima, Concurso para la reestructurecion del Spreebogen. Maqueta de estudio de cartulina, Escala 1:1.000. 1.3. A, Palladio. La Rotonda (maqueta en madera de G, Sacchi. Escala 1:50. 1.4, Maqueta en cartuina, madera y plexiaés. Escala 1:500. damentales del proyecto: para ser vilidas pre- isan que la descr:pcidn sea capaz de aislar (y representar) solamente las caracter(sticas realmente determinantes para el sentido y reconocimiento deo representado (fig. 1.1). Es importante tener en cuenta que, con- trariamente a las maquetas de presentacién que pueden ser realizadas por encargoy, por tanto, fuera del estudio del proyectisea, las maquetas de trabajo deben ser realizadas, dado su valor instrumental, dentro de la es- tructura de proyecto (fig. 1.2). 1.4 El proyecto de la maqueta Es evidente que la superposicién de sign ficados y de contenidos medidticos de la maqueta implica la necesidad de un pensa- miento proyectual especifico al respecto y, en particular, sobre dos aspectos derermi nantes: la forma y el material. En lo referente ala forma —tema desarto- llado ampliamente en el capitulo correspon diente-, lo importante es la eleccién del tipo de maqueta que se quiere realizar, pues la reduccién de la escala de representaciéa 13 Conceptos InTRODUCTORIOS Y ESCALAS DE REPRESENTACION implica que el uso de la maqueta es muy di- ferente de la realidad que describe. Es decir, como en la practica no es posible que la ma- queta permita los recorridos que se darn en el edificio real, sino que las vistas son selec- tivas, es importante elegir una escala y unos cortes en seccién adecuados con la presencia de partes méviles 0 fijas, encaminados a generar una jerarquifa en la Jectura del pro- yecto basada en las propias caracteristicas compositivas y distributivas, De ello deriva la realizacidn de un objeto que existe, como en el caso de las maquetas en seccidn, sola- mente en el mundo de la representacién, pero que no corresponde tipolégicamente a ningtin cdificio real. Simplemente describe, selectivamente, algunas vistes y caracteristi cas del edificio (fig. 1.3). El tema de la materia se presenta bajo un doble aspecto. Primero, la eleccién del ma- terial o materiales en consonancia con el tipo de maqueta que se quiera realizar (de trabajo o de presentacién) y en funcién dela relacién que existe entre el material de la ma- queta y las elecciones proyectuales. Segundo, Capito 1 la definicién de la naturaleza material de las partes de la maqueta, La tepresentacién ofte- ce la posibilidad, especialmente en proyectos que se refieren a usos del programa, de des- cribir en términos tipolégicos las distintas partes, omitiendo las caracteristicas fisicas y geométricas de los materiales, 0 caracterizacién exacta final. De hecho, la uti: sea, su lizacién de dos cartulinas, una rugosa de material reciclado y otta lisa y de color unifor- me, no describe la naturaleza fisica de ambos materiales, sino que anticipa sdlo sus carac- teristicas reciprocas; el hecho de que el pri- mer material sea mis natural, més irregular y ms dspero que el segundo puede indicar que uno sea arena y el otro pavimento, pero no necesariamente. El grado de sintesis de este tipo de representacién permite enfrentarse a la articulacién de srogramas complejos sin anticipar especificaciones que podrian ser contradichas durante el proceso proyectual De este modo, la maqueta asume un papel operative més acentuado, en cuanto sa cla- boracién puede preceder (y por lo tanto orienta) la definicidn exacta de todas as ca- racteristicas del proyecto (fig.1.4). 1.5 Maquetas volumétricas y maquetas analégicas Sien la tradicién moderma la maqueta de ar- quitectura estaba construida bésicamente de un sélo material, monocroms y volumétrica, paralelamente al redescubrimiento general de Ja maqueta como instrumento de trabajo y comunicacién del proyecto, se asiste a una claboracién de formas y acabados. Las ma- quetas que no limitan su descripcién a las ca- racteristicas volumétricas del proyecto, son las que se utilizan normalmente en el modelismo ferroviario, y también son préctica habitual en las que encargan las agencies inmobiliarias. Deeeste modo, los colores de los edificios 0 los materiales de complemento, como terciope- los verdes para representar la hierba o drboles a escala realizados con colores y materiales di- rectamente analégicos (Iiquenes, esponjas, poliuretano), representan de forma directa la imagen arquitecténica y el ambiente. No obs- tante, los resultados se presentan de modo aparentemente menos riguroso respecto a la imagen icistica de las maquetas de un solo material donde se hace necesario un atento trabajo de sintesis para evitar (o enfatizat) el contenido kitsch que los materiales analogices ficilmente proporcionan. El resultado del uso de materiales quic ofrecen de modo analégico 60 sintético la realidad es la construccién de tuna imagen inmediatamente reconducible a Ia realidad misma j, por lo tanto, el papel co- municativo de la maqueta puede superar el umbral de la comunicacién entre iniciados (fig.1.5 a, b). Prueba y consecuencia de ello es el uso, cada ver mas frecuente, de la ‘maqueta como instrumento de presentaci6n del proyecto, la echibicién de maquetas en exposiciones para el gran ptiblico y el pro- gresivo acercamiento a los lenguajes de las maquetas comerciales, es decir, destinadas a usuarios genéricos (por ejemplo, las maquetas de las inmobiliarias) y el uso de las maque- tas arquitecténicas. 1.6 La construccién de la maqueta En el proyecto de la maqueta los problemas a afrontar se pueden resumir en varios puntos: a- Relacién entre el tipo de arquitectura que se quiere representar y las caracteristi- cas técnicoexpresivas de la maqueta. En el apartado siguiente del presente capitulo se 4.5. ay b Domus Academy. Proyecto de isefio urbano. Maqveta en piasticos y pape. Escala 1:100. CConcEPTOS INTRODUCTORIOS Y ESCALAS DE REPRESENTACION pretende describir, a través de la ilustracién de algunos ejemplos, la relacién entre las técnicas y los materiales de la maqueta con respecto a las decisiones de proyectos asi como hacer notar que a cierta arquitectura le corresponden, en la representacién. tridi- mensional, materiales espectficos; 0, incluso, que la tipologia de la maqueta, sobre todo en el caso de representaciones parciales (maque- tas de fachadas 0 secciones), puede orientar al proyectista en las decisiones técnicas. Sin embargo, al considerar la idoneidad de determinados materiales para representar luna arquitectura especifics, no debemos ignorar los contenidos expresivos especificos que tienen las maquetas en si mismas, sea pot motivos hist6ricos o, simplemente, por su valor objetual. Una construccién en ma- dera maciza, por ejemplo, independiente- mente de la arquitectura que representa, remite a un cierto caracter de objeto valioso y auna tradicién extremadamente consoli- dada desde el punto de vista histérico: la de la maqueta renacentista y sus implicaciones artisticas y técnicas. b - Unidad entre las técnicas de proyecta- cidn y de realizacién de las obras proyectadas. El nivel de las técnicas de simulacién proyec- tual debe necesariamente corresponder al de su realizacién. Valga el ejemplo de las solucio- nes técnicas mas atrevidas de la arquitectura reciente (por ejemplo, Frank O. Gehry) en las cuales la extrema libertad de las formas esté relacionada con el uso, sea proyectual o de re- presentacién de técnicas de dibujo asistido por ordenador derivadas del software utilizado en la tecnologfa aerospacial. Con todo, es dificil que la construccién de la maqueta alcance el nivel técnico de la realizacién: es préctica ha- bitual, incluso en las maquctas construidas 7 con técnicas de vanguardia (y que por tanto, quedan fuera de la descripcién operativa del presente manual) Ia coexistencia de partes realizadas con instrumentos y materiales de alto contenido técnico y partes efectuadas de modo artesanal. En la realizacién de un ob- jeto complejo como la maqueta de arquitec- turaes bastante improbable que se utlice una tinica técnica, 0 mejor dicho, que se utilice un solo nivel técnico para las diferentes partes de las que esta compuesta. c- Relacién entre maqueta y usuarios. Esta parte tiene que ver con el papel comunicati- vo de la maqueta. Es evidente que la distin- cién que hemos establecido enue técnicas de representacién de maquetas para cl “gran pti- blico” y maquetas para “iniciados” no evita la necesidad de plantearse qué tipo de maqueta se pretende realizar en fancién del uso que queremos hacer de ella. Asi, la sintesis extre- ma de una maqueta de trabajo realizada para la comunicacién entre proyectistas (en un Ambito diddctico 0 profesional), tendré una lectura menos directa que una maqueta cons- truida para ser exhibida en una exposicién igida al gran puiblico. Y al contratio, serfa antieconémico el uso de materiales y acaba- dos extremadamente sofisticados en un 4m- bito en el cual el grado de elaboracién del proyecto o simplemente el tipo de comun cacién deseado no lo requiriera 1.6. C, Zuechi: maqueta de plancha al magnesio fotograbada y cobre barnizado. Escala 1:5.000. 1.7. Proyecto de iglesia en Roma, Maqueta con materiales pldsticos, Escala 1:200. 1.8. Estudio Ga. Maqueta de pabelién realizada con materiales plésticos. Escala 1:100, 1.9. R, Piano, Estadio de Bari (maqueta en madera de G. Sacchi). Escala 1:100. 1.7 La escala de representacion Lacscala de representacién describe la relaciéa de reduccién que existe entre la maqueta de arquitectura y la realidad. La eleccién de una escala viene determinada por algunos factores: * Eluso de escalas convencionales: analégica- mente alo que ocurre en los diferentes tipes de representaciones bidimensionales, tambiéa en las maquetas es preferible utilizar relacic- nes de escala convencionales (por ejemplo, 1:50, 1:100, 1:200, etc.) de modo que la lectura y la decodificacién intuitiva de las medidas resulten més cémodas. Este hecho no excluye que, en casos muy particulares, puedan ser adoptadas escalas distintas de las canénicas. La escala del proyecto y, en consecuencia, la tipologfa de la maqueta que lo representa: sil proyecto abarca un dmbito territorial, viatio 0 urbanistico se hace necesario el uso de escalas territoriales (1:5.000, 1:2.000, 1:1.000), cuya descripcién tiene en cuenta CConcEPTOS INTRODUCTORIOS Y ESCALAS DE REPRESENTACION la estructura del terreno y la presencia de eventuales accidentes geogrificos, las trazas viarias, los voliimenes de las construcciones ys en ocasiones, las caracterfsticas materiales de los diferentes elementos (fig. 1.6). En el caso de proyectos urbanos 0 arquitect6nicos, la utilizacién de escalas arquitectonicas (1:500, 1:200, 1:100, 1:50) permite la des- cripcién més analitica de las caracteristicas dimensionales y, en el caso de escalas meno- res, incluso de algunos elementos estructu- rales 0 decorativos (fig. 1.7). Finalmente, las escalas de detalle (1:50, 1:20, 1:10, 1:5) se usan para exteriores muy detallados, ma- quetas parciales (fachadas, secciones, deta- Iles), maquetas de interiores, de ambiente 0 de mobiliario (fig. 1.8). El grado de definicidn del proyecto: el paso de una escala de representacién general a tuna mas analitica depende directamente del grado de claboracién proyectual. En la préc- tica la maqueta, al igual que otros tipos de 19 CapiruLo 1 representacién, no deberia describir aspectos sobre los que no exista atin, en los diferen- tes grados de sintesis, un conocimiento pro- yectual. Es initil, por ejemplo, construiz tuna maqueta a escala 1:100 de un edificio del cual solamente se hayan estudiado las ca- racteristicas volumétricas, ya que pueden ser descritas eficazmente a 1:200. Flobjetivo de la maqueta: dependiendo de que se trate de una maqueta de trabajo 0 de presentacién se pueden adoptar, para un mismo proyecto, escalas de representacién distintas. Una maqueta de presentacién pre- supone la presencia de un proyecto ya ela- botado de modo exhaustivo, lo que permite, tal y como se afirma en el punto prece- dente, la adopcién de una escala detallade. Por otra parte, el uso al que esté destinada la maqueta también puede influir en la elec- cidn de la escala. Si su observacién se -ealiza desde una posicién un tanto alejada [como es el caso de algunas maquetas de exposi- Gién), puede ser oportuno adoptar una es- cala mayor a la que corresponderia el grado de detalle del proyecto (fig. 1.9). La eleccién del material: normalmente la cleccién del material estd determinada por con- sideraciones de orden expresivo y no influye sobre la eleccidn de la escala de represen- tacién de la maqueta. En el caso de materi les de dificil claboracién (plexiglis grueso, piedra, cemento), clegidos para representa- 10 ciones que privilegian los aspectos matérico- expresivos respecto a los descriptivos, puede ser técnicamente necesario realizar, para un mismo proyecto, maquetas de mayor dimen- sién (y, por lo tanto, de menor escala) que si se hubieran utilizado técnicas tradicionales. Se trata, obviamente, de un campo muy li- mitado, més cercano a las modalidades cons- tructivas del objeto artistico que a las técnicas de maquetas. 1, E Ragazzo, "Modelli ccture - disegni ¢ tecniche”, Limmagine mediata dell architettura (ed. a cargo de M. Giovannini). Actas del seminario de trabajo, Universita degli Studi di Reggio Calabria, Facolta di Archirettura, Gangemi, mayo 1995, p. 19. 2. F, Ragazzo, op. cit, p. 20. F. Ragazzo, op. cit. p. 20. G. Vragnaz, "Rassegna-(Maquette)”, Electa Milin, 1987, p. 5. 5. G. Veagnaz, op. cts p-5. 2.1 El significado expresivo de los materiales En la parte operativa de este texto se ha pre- ferido presentar solamente las técnicas ma- rnuiales, que permiten la realizacién de eficaces representaciones a través del uso de instru- mentos como cortadores,fresas manuales, co- las y colores, excluyendo el uso de mécuiinas léctricas. Esta eleccién se ha adoptado por la inmediatez. que esas técnicas permiten -y que, por tanto, posibilitan la difusién opera- tiva del uso de la maqueta en cada fase dl proyecto- y por el destino eminentemente di- dactico que ha animado el proyecto edicorial. En consecuencia, presentamos solamente los materiales disponibles en liminas (papel, plisticos, chapas metilicas y de madera), y han sido excluidos los que requierer, po: sus caracteristicas mecdnicas, trabajos de tipo técnico 0 complicados, como la madera ma- ciza, los metales, las piedras y los plésticos grucsos, En estos casos es necesario el uso de sicrras y de fresas déctricas o incluso de mé- quinas con control numérico. De todos modos, hemos considerado util presentar, a titulo de ejemplo, maquetas més claboradas y realizadas con materiales dife- rentes, para ilustrar los motivos que han orientado, desde el punto de vista préctico y conceptual, la eleccién de esos materiales y técnicas concretas. Los factores son milti- ples y, obviamente, no todos relacionados LA ELECCION DE LOS MATERIALES | con la dimensién expresiva del proyecto. Es posible que consideraciones econdmicas, de tiempo o de accesibilidad alas técnicas hayan conducido a excluir cicrtas posibilidades que, tal vez, seria oportuno adoptar. En el sentido mis estrechamente disciplinar, se deben va- lorar la tipologfa del proyecto, el destino de la maqueta y sus contenidos expresivos. El papel operativo: la eleccién de un mate- rial, debe tener en cuenta sus caracteristicas téenicas en relacién a la funcidn de la maque- tat si se trata de una maqueta de trabajo 0 de presentacién, Asi, una maqueta de trabajo se realiza generalmente con cartulina 0 porex- pan, que facilitan las modificaciones y permi- ten rapidez. de ¢jecucién. En cambio en una maqueta de presentacién, que esta concebida como producto acabado, las necesidades de modificacién son poco relevantes, mientras aque la precisién, la solidezy lacalidad de cier- tos materiales permiten la reclizacién de ob- jetos cuya imagen’ y duracién son superiores. Factores culturales: es innegable que la elec- cién de los materiales esté influida por el ba- gaje cultural del proyectista. Durante afios, la maqueta culta de arquitectura ha tenido como material de realizacién exclusivo la madera maciza (es el caso de Giovanni Sacchi, ma- quetista milanés, la inmensa produccién del ‘cual ha acompafiado la realizacién de los prin- cipales proyectos de disefio y de arquitectura desde la posguerra hasta hoy).! El uso de la cn madera maciza comesponde a una tradicién cultural de origen renacentista que criticaba el excesivo naturalismo de la maqueta en favor de una sintesis capaz de abstraer las caracte- risticas volumeétricas y de evitar “las il yidos estupores del ojo”,? El reciente recescu- brimiento de la dimensién material de! pro- yecto y el uso del color, la difusién del bitsch como categoria a considerar incluso en imbi- 10s cultos, la influencia en la proyectacién ar- quitecténica de disciplinas tradicionalmente menos severas, como el diseiio y el diseiio de interiores, ha abierto nuevos campos a la ex- perimentacién formal de este especial sector de la proyectacién que se dedica especifica- mente a la maqueta, Asi, colores y materiales heterogéneos ¢ incluso “vulgares” pasan a ser adecuados para la representacién, de carécter sintético 0 analégico, que los diferentes tipos de maquetas oftecen, sin refutar @ priori el contenido vagamente “pop” que dicha apro- ximacién expresa. Relacién entre materiales de maqueta y ca- siones racteristicas del proyecto: es el punto que tiene que ver més directamente con “el significado expresivo de los materiales”, es decir con la re- lacién que existe entee las diferentes posiciones proyectuales y las elecciones de representa- cidn. En los puntos siguientes del capitulo, la representacién de las diversas posibilidades se produce de modo analitico, a través de una seleccién de maquetas que haga explicita esta relacién, En lineas generales, es posible reco- nocer en la historie de las maquetas de ar- quitectura una pertenencia de determinadas técnicas a ambitos culturales y proyectuales especificos. Asi, la adopcién de maquenas de madera maciza para el estudio y la presenta- cién de las grandes fibricas renacentistas, que corresponde al nacimiento del arquitecto pro- La ELECCION DE LOS MATERIALES yectista como figura auténoma en la culeura occidental, (cf: Rasegna cit.) describe un ca- mino atin vivo. Maquetas de madera para re- presentar arquitecturas de clara implantacién volumétrica, con una relacién con el suelo y con el territorio extremamente precisas. Es el caso de maquetas realizadas en afios recientes por Giovanni Sacchi para algunos proyectos de Pierluigi Nicolin (fig. 2.1) 0 Aldo Rossi (ig. 2.2), en los cuales las relaciones tecténi- cas y volumétricas estén’ expresadas de un modo casi escultérico en la sintesis de la ma- queta. En la arquitectura del norte de Europa, y de manera particular en los trabajos de un maestro reconocido como es Rem Koolhaas, Ia atencién por los aspectos programéticos del proyecto y por la definicién material de las partes, unido a una extrema libertad compo- sitiva, se traduce en la elaboracién de maque- tas extremadamente sofisticadas en pléstico, plexigkis, metal y otros materiales. En este caso, la representacién privilegia, ademés de los aspectos volumétricos, a definicién maté- ico-cromatica de las partes y la sintesis de los aspectos programéticos del proyecto. En la arquitecrura japonesa (citamos a ti tulo de ejemplo el caso de Tadzo Ando) la he- rencia de una tradici6n atentaa una extrema sintesis de signos, sea proyectual sea repre- sentativa, se traduce en la elaboracién de ma- quetas en papel o en madera en las cuales la ligereza y el minimalismo de los tratamientos describen de manera especular la extrema ra- refaccién ambiental de los edificios reales. Para finalizat, incluimos la maqueta reali- zada por los arquitectos milaneses Roberto Gaberti y Aimaro Isola con motivo de la pre- sentacién del proyecto de palacio de oficinas para la sociedad Snam en San Donato Mi- lanese. El edificio, que se presenta como una 13 Cariruco 2 composicién de voltimenes acristalados de sabor ligeramente expresionista, esti repre- sentado a través de una maqueta que omite la extrema complejidad técnica del edificio para escribir, a través del uso de prismas de cristal “macizo pegados, solamente la idea compositi- va original del proyecto. La relacién disciplinar entre los materiales de la maqueta y los del proyecto no agota los aspectos expresives de las diferentes clecciones. De hecho, también encierra un contenido que no tiene que ver con cuestiones directamente proyectuales, sino mas bien con el destino de Ja maqueta, a su propio disfrute en cuanto que objeto formal au:énomo en s{ mismo. En la prictica, dado que la representacién posee una marcada especificidad en si misma, ne se pue- den evitar valoraciones de orden estratégico en la eleccién del grado econémico y formal a adoptar, Es evidente que una maqueta reali- zada con materiales valiosos y técnicas refina- das ser mas adecuada en el caso de que esté destinada a la presentacién a un empresario que debe decidir sobre una financiacién i portante, que una maqueta de trabajo que sélo comunica ur cierto grado de elaboracidn, Posibilidad de control del conjunto de las {fases de proyecto: la cleccién de wna caracte- rizacién material de las diferentes partes constitutivas del proyecto (y no, como ya se ha anticipado, su realidad material) pera te el control de las fases desde al menos dos puntos de vista diferentes. Por una parte, conlleva una sintesis que puede preceder, en el Ambito de estudio, a la elaboracién defi- nitiva, por cuanto desvela las relaciones re~ ciprocas entre las partes sin comprometer las. decisiones definitivas que, por lo tanto, que- dan abiertas. Por otra parte, ante programas complejos y expuestos a continuas variacio- 14 nes, oftece la posibilidad de realizar trabajos de presentacién que mantengan el grado de abstraccién necesario para trabajar en con- diciones de “inestabilidad programdtica” Obviamente, una estrategia simple de este tipo requiere instrumentos descriptivos ar- ticulados y detallados que, en consecuencia, favorece el uso de materiales heterogéncos y muy expresivos frente a la maqueta tradi- ional que sélo podfa elaborarse a partir de tun proyecto “acabado”, para asumir su for- ma definitiva y escult6rica de la madera ma- ciza tallada con sierras mecdnicas. 2.2 Maquetas en madera Las maquetas en madera pueden ser realiza~ das segiin dos procedimientos diferentes y con distintos resultados expresivos. En el primer caso, que requiere para su elabora~ cién el uso de méquinas adecuadas, el ma- terial de base es macizo. Las maquetas en madera maciza presentan algunas caracteris- ticas especificas (fig. 2.3). A parte del gran valor objetual y el preciosismo que por mo- tivos histéricos y materiales comunican, este tipo de maquetas se relaciona con un tipo de arquirectura de gran impacto volu- métrico y tecténico. La maqueta de Giovan- ni Sacchi para un proyecto de Gino Valle (Big, 2.4) lo ilustra de manera extremadamen- te representativa. El escrito de B.A. Croset que describe el proyecto resume eficazmente las caracteristicas de tal arquitectura y offece, en consecuencia, una clave interpretativa de la leccién técnica relativa a su representacidn. Escribe el critico: “A gran escala, Valle pro- 2.3. Sottsass Asociados, concurso “The peak", Hong Kong (maqueta en madera de G. Sacchi) Escala 1:100. CapituLo 2 pone, en colaboracién con Mario Broggi y Michael Burckharde, modelar la toralidad del terreno como una obra land-art: gestos ele- mentales como levantar un muro o definir un zécalo minimo de tres escalones resulran su- ficientes para obtener una imagen bien dife- rente dela arquitectura tradicional industrial y dejar una fuerte huella en el paisaje de la arquitectura padana”.* La maqueta, cuidado- samente proyectada para exaltar sélo las ca- racteristicas volumétricas de los edificios y su relacibn con los leves desniveles, artificiales y naturales, de la llanura, sintetiza las caracte- risticas constitutivas del proyecto sin. hacer concesiones a aspectos decorativos © matéti- cos. Cabe destacar la distribucién geométrica 16 de los drboles realizados con bolitas de ma- dera pintadas que reducen le vegetacién a su forma geomética elemental Las maquetas de madera maciza, que son objetos de gran efecto, estin desaconsejadas en el caso de proyectos cuyas intenciones y fases de desarrollo no sean tan decisivas como en el cjemplo mencionado, En una entrevista a P,Polato, Donato D'Urbino afirma: “Las ma- quetas de Sacchi son demasiado bella [..] La forma [..] es tan presente, realy valiosa que se hace dificil imaginar el resultado de eventua- les modificaciones. [..]) Una maqueta de Sacchi, mds que para trabajar con ella, tiene valor para ser presentada a un consejo de ad- ministracién que debe decidir su realizacién’” « El caso de maquetas realizadas en chapas de madera o madera de balsa es parcialmen- te diferente, Su ejecucién las acerca a las técnicas que se utilizan en la ejecucién de las maquetas realizadas con hojas de papel o eartulina. Fl resultado es similar, salvando algunas diferencias de consistencia y calidad matérica. La madera mantiene, incluso en ldminas, un fuerte cardcter objetual. Las dis- tintas calidades disponibles se pueden utili- zar para distinguir las diferentes partes del proyecto o para individualizar (andloga- mente a lo que ocurre con el color) las par tes relativas al proyecto de las preexistentes (ig. 2.5). 2.3 Maquetas en papel y cartulina Las técnicas que se adoptan para realizar las ‘maquetas en papel o cartulina pueden sor uti- lizadas también con otros materiales suminis- trados en ldminas (plisticos finos, liminas de madera, etc.). En el caso de maquetas a esca- las tertitoriales y usbanisticas, las curvas de ni- vel, las calles y los voltimenes de los edificios se realizan aprovechando las caracteristicas mecs- nicas del material, es decir su suficiente tigidez en superficies reducidas. En el caso de maque- tas arquitecténicas, en cambio, es preciso ri- gidizar la maqueta ya que el papel y la cartu- La ELECGION DE Los MATERIALES. lina, sin estructuras auxiliares, resultarfan ex- cesivamente frégiles y flexibles. La maqueta se construiré por tanto, con una estructura a mo- do de caja (generalmente carsén-pluma o car- t6n, menos ficil de cortar) revestido con uno 0 més estratos que aporcardn las caracteristicas materiales y decorativas de la arquitectura. Asi pues, ¢s preciso realizar un estudio analitico para descomponer los planos de la fachada se- gtin los estratos de los que esté compuesta la estructura, Estos se realizarin uno por uno y se montarn sucesivamente sobre la estructura de base, Desde el punto de vista expresivo, el pro- cedimiento resulta particularmente eficaa para arquitecturas en las cuales el tema de la fachada y del revestimiento asumen una importancia especial. La variedad disponible de grosores de cartulinas y Kiminas de pléstico facilita la representacién de planos de fachada cuya expresividad se desprende de minimas varia- ciones de grosor del revestimiento, de detalles decorativos en forma de bajorrelieves y, en general de diferencias dificilmente interpreta- bles con materiales macizos (fig. 2.6). El procedimiento necesar‘o para construir luna maqueta revestida, atin requiriendo una extrema precisién ejecutiva, es el mas asequi- ble, pues no son necesarias méquinas para la claboracién de los materiales, Por ello, ha sido 2.4, G. Valle, M. Broggi y M. Burckhardt. Proyecto para un establecimiente Brion Vega en Agrate (maqueta en madera de G. Sacchi). Escala 1:500, 2.8. R. Ceochi y V. Lima. Proyecto de reordenacién del area de S. Vittore en Milén Maqueta en madera y chapas. Escala 1:50, 7 Captruto 2 adoptado como el método que guiaré la par- te descriptiva del texto. La versatilidad de esta técnica permite, de hecho, ademas del uso especifico en la interpretacién de arquitectu- ras que tratan el terna dela fachada, todo tipo de realizacién, desde la maqueta urbanistica al deralle de interior. Un caso particular de maquetas que, and- Jogamente a lo que se ha tratado al inicio del apartado, aprovecha las caracteristicas mec nicas y expresivas del papel, son Jas maquetas kirigami. Realizadas con simples carculinas re- cortadas y desarrolladas en tres dimensiones, estas maquetas describen las Iineas principales (planos horizontales y verticales) de la estruc- tura del edificio y de las caracteristicas del terreno, En realidad abstraen, como un esque~ leto, las geometrfas basicas de un proyecto (ig, 2.7). Las maquetas de trabajo o represen- taciones sintéticas de la idea de proyecto son especialmente indicadas para representaciones de arquitecturas construidas con planos, lamas horizontales, Iineas cartesianas prevalentes en una direccién 0, también, infraestructuras y grandes hitos en el paisaje, siempre a escala geogrifica (fig. 2.8). Este tipo de maquetas resalta el tema de la linea, de la ligereza y del dinamismo, y es eficaz, ademis de para la re- presentacién sintética de los edificios, para la descripcidn de contextos claramente marcados por infraestructuras 0 con evidente contraste entre infraestructuras y morfologfa del paisaje. Las maquetas en papel se caracterizan por una extrema flexibilidad préctica: de hecho permiten, en diferentes fases de trabajo, vatia- ciones extremadamente simples. Eso permite verificar diferentes opciones con el simple uso de cortadores. 2.6. R. Cecchi y V, Lima. Piscina municipal en Piotelo, Maqueta en papel y cartuiina. Escala 1:200, 2.7. Proyecto para el hospital de Varese. Maqueta Kirigami en papel. Escala 1:500. 2.8, C. Zucchi. Maqueta en cartén blanco. Escala 1:5.000. 2.4 Maquetas en plastico y materiales heterogéneos Se consideran “maquetas en plistico y mate- rales heterogéneos’, agrupadas bajo la cate- ‘goria de materiales de construccidn, aquellas ‘maquetas en las cuales la representacién mate- rial y la manifestacién de las diferentes artes " constitutivas del proyecto asumen un papel principal. El objetivo de la representacién ‘conlleva el uso de diferentes materiales, ge- neralmente poliestireno (policstireno ex- srusionado en placas), plexiglés y colores Destinadas a la definicién de relaciones re- ‘procas entre los materiales més que a la de- finicién de su realidad fisica, esta clase de smaquetas es adecuzda para proyectos de tipo ‘programatico, en los cuales se definen algunas sclaciones estables pero. no una materialidad eri- metro. Este saliente facilita la aplicacién de la cubierta de faldones y se convierte en una sencilla representacién del resalee del alero (fig. 5.21). 521 Las PAREDES 5.3 Definicién detallada En el.caso siguiente se tratan edificios cuya importancia en la representacién general de la maqueta y la escala adoptada, generalmente arquitectinica, requieren una definicién de los volimenes, de las superfices, de los materiales ‘y de los colores que describa completamente las caracteristicas morfoldgicas y arguitectinicas del edificio. Las paredes contarin con los Juecos para las abertuaras, dentro de los cuales se inén montando, sucesivamente, las carpintertas y los crstales, previendo el montaje de todos los detalles arquitectinicos _y revestimientos necesariosy suficientes para la representacin a la escala adoptada, Osverivos realizar las paredes externas de los edificios con todos los detalles necesarios para una descripcisn de las caracteristicas arquitecténicas y decorativas. Base planimetria a escala arquitect6nica (1:200, 1:100, 1:50), alzados, secciones y fotogratias. MATERALES carton piuma, cartuina, poliestireno. Merooo.ocia las paredes de los edificios se construiran recortando todas las aberturas y galerias que presenten, dentro de las cuales serén colocadas sucesivamente las puertas y ventanas. Balcones, aleros y todos los elementos de resaite que se montaran sucesivamente dederdn estar previstos y medidos antes de la colocacion del revestimiento, que debera cubrir de modo continuo también las paredes en cuestion. ‘AcaBano el pintado, neutro © can color, se llevara a cabo en esta fase sila secuencia del montaje lo hace necesario, si no, se aplicara al concluirse el montaje. 51 cos importantes, como pilastras, comisas pluviales, etc Galerias Las galerfas de una construccién pueden estar rehundidas respecto al plano de la fa- chada o, al revés, concebidas como balcones cerrados afiadidos al plano del edificio. Zn el primer caso, las galerias rehundidas respec~ to al plano de la jachada serdn realizadas simulténeamente a la construccién del volu- men del edificio del cual son parte integrante. Sobre las paredes de la caja del edificio se trazard el perfil de las aperturas de la galerfa ys en caso necesario, el perfil de columnas otros elementos de separacién que se apli- carén posteriormente (fig. 5.27). Sil interior de la maqueta esté construi- do con tabiquillos (por motivos de solidez 0 porque el interior es visible), las galerias se realizarén insertando las paredes del fondo en el interior del edificio. El lado externo de las paredes, a la vista, deberd tener el mismo gra- do de definicién de la fachada, y los elemen- tos descritos (puertas, ventanas, clementos decorativos) deberin tener una definicién andloga (ig. 5.28 a). Si, por el contratio, la caja de la maquera no tiene particiones inter- nas, la galeria deberd construirse como una cajita autoportante encolada en el interior de Ja maqueta (fig. 5.28 b), En cl caso de galerfas en voladizo, se construye separadamence el volumen de las mismas y se sobtepone a la caja del edificio (figs. 5.29 y 5.30). Balcones Si se representa un baloén con parapero ma- cizo, la construccién es andloga a cuanto se ha descrito en los voliimenes simples. Pero con algunos matices referentes a la descripcida de Las parepes. Alteizar Revestimiento 5.23 Revestimionto “Cart pluma Marco Carpinteria, Altice Plexigiis ee 5.25 53 Capito & detalles constructivos y decorativos. Los bal- cones irdn provistos de un coronamiento 0 alféizar, representados por una lamina de car tulina gruesa o plistico, levemente sobresa- liente respecto al espesor del antepecho. Si, por el contrario, el balcén no esté deli- mitado por una pared maciza sino por una ba- randilla, ta puede ser realizada de modos muy diversos: puede hacerse de metal, recortando a medida con las tijeras mallas metdlicas de dimensiones reducidas, 0 mediante varillas 0 perfiles de madera y plistico (fig. 5.31). La barandilla, compuesta por dichos per- files se montar4 aparte, encolando provisio- nalmente las piezas sobre una hoja de papel, que seré retirada antes del montaje (fig. 5.32). 5.288 5.28b Ventanas mirador La construccién de las ventanas mirador seré andloga a la de otras cajas adosables a la es- tructura principal de la maqueta. En muchos casos la base de a maqueta no es rectangu- lar sino poligonal. Entonces seré necesario prestar especial atencién al acabado de las aristas. Los cerramientos se montarn sobrela pie- za antes del ensamblaje de la caja. En cuanto al montaje de las partes vidriadas, deemos advertir que, en el caso de las ventanas mira- dor de base poligonal, las caras vistas de los mismos pueden ser mas de una y, por tanto, las aristas en las que se aplica la cola pueden quedar vistas. En estos casos es aconsejable utilizar colas cianhidricas répidas (Loctite y similares), y se deben evitar especialmente los pegotes de colas (fig. 5.33). Techos Los techos planos se representardn con los elementos estructurales y de acabado adecua- dos al grado de definicién deseado; planas de cubierta, zécalos en el caso de cubiertas practicables, alféizares (realizados como las descritos para los balcones) sobre los pa- rapetos (fig. 5.34). Para realizar los tejados inclinados es ne- cesario construir una estructura de planos inclinados de un material suficientemente rigido (cartén pluma) para después revestir- los con cartén ondulado (techos de teja) © laminas metilicas estriadas (cubieras de planchas metilicas). En el caso de cubiertas curvas, los planos del techo se trabajardn con materiales malea- bles (plistico 0 plexighis) 0 se realizarén directamente sobre plantilla (laminas de po- liuretano o de tela embebidas en yeso). Los aleros pueden representarse utilizan- do la acanaladure, oportunamente recor- ada, de un cartén normal de embalaje, 0 también con perfiles de plistico, madera metal en forma de canal6n, adquiribles en las tiendas de modelismo, Para la represen- tacién detallada ée techos ver el capitulo “Cubiertas’. Las PaREDES Coronamiento Hoja de revestimiento Zocalo Pavimento 55 CarituLo § Salientes pequenios Para Ia aplicacién de pequefios salientes se procede primero a la construccién de los de mayor dimensién, ya descritos en los puntos precedentes del apartado (balcones, galer‘as externas, ventanas mirador), aplicando poste- riormente los que conciernen a la representa cidn de la estructura y de los detalles de la fachada (pilastras, forjados marcados en chada) u otros salientes de cardicter decorativo, definibles como ‘salientes pequefios”. Los salientes pequefios son todos aquellos elementos funcionales 0 decorativos que quedan integrados en la construccién de los voltimenes de un edificio, A esta catego-ia pertenecen alféizares, pilastras, timpanos, cornisas, z6calos de piedra y todas las de- coraciones previsibles en una fachada, asi como los otros elementos funcionales del edificio, como aleros, canalones, etc Los salientes pequefios tienen normalmen- te dimensiones y espesores reducides, pero son determinantes para la legibilidad y el rea- lismo de la maqueta. De hecho, su presencia hace més comprensible la escala del edificio y enriquece el juego de luces y sombras de la maqueta, lo que la hace més interesante. 56 Su reducida dimensién comporta una particular precision ¢jecutiva. Paradéjica- mente, el montaje resulta extremamente simple, pues en general es suficiente encolar la pieza a la maqueta ya preparada. En el caso de pilastras y forjados marcados en fa- chada por molduras se precede cortando a medida el material (cartulina 0 plistico), gravando posibles particiones decorativas (acanaladuras) y encolando las piczas ya aca- badas sobre la caja.” Para los aleros se puede utilizar un peda- zo de cartén ondulado. Se recorta una aca- naladura y se encola en el borde del tejado. En las esquinas se procede recortando a 45 grados los encuentros de las dos acana- laduras y se encolan con un refuerzo en el lado inferior. En el caso que el alero esté realizado con varillas plésticas 0 perfiles metilicos, puede ser suficiente encolar la arista de encuentro con una cola répida (ig, 5.35). El revestimiento El revestimiento debe representar el material con el que se revestiré el edificio, su textura y;finalmente, su color. No es necesario que todas estas caracteristicas estén descritas en la maqueta, pero puede ocurrir que, aun siendo extremamente analitica no prevea, por ejemplo, informacién sobre el color. De todas maneras, es necesario que las caracte- risticas geométricas de los diversos tipos de revestimiento se describan con suficiente precisién como para permitir, incluso en ausencia de especificaciones ulkeriores, la comprensién de la naturaleza material del revestimiento (fig. 5.36). Para describir las caracteristicas geomé- tricas del revestimiento, se trasladan sobre el Las PAREDES material las juntas, si se trata de una pared de obra o sillares de piedra, o las particiones si se trata de paredes con aplacados de pie- dra o paneles. Para grabar las juntas sobre el material (plistico 0 papel) es suficiente en general una incisién con el envés del corta- dor (fig. 5.37). El acabado del revestimiento debe efec- tuarse antes de su montaje y, en general, tam- bign antes de su corte, porque de este modo se facilita la operacién de las incisiones y tam- bién resulta mds répida. Posteriormente se aplica el color 0 acabado requerido. Es il recordar al respecto que los colores en polvo (6xidos, pigmentos, pasteles) frotados sobre las liminas grabadas se depositan de modo irregular, resaltando las juntas. Hemos elegi- do algunos ejemplos de revestimiento a esca- la arquitecténica. Para la representacién de Jos revestimientos ver capitulo 8. 57 6 CuBIERTAS 62a 62b 63 64 2 58 6.1 Cubiertas inc! /Acasanos los colores de as cubiertas jadas Os.eTwo realizar una cubieta inclinada segiin las diversas geometrias y materiales Posibles. Base planta de cubierta, seeciones, alzados. MarERMLEs cartulinas rigidas, cartén pluma, pldsticos rigidos para los panos de los tejados, cartones lisos y ordulados, pldsticos y colores para los revestimientos de las cubiertas y su acabedo. MeropoLosia se deberén construir y montar los planos inclinados, verificando que los extremos de encuentro de ambos faldones tengan un corte tal que no queden fisuras en la arista de unién, Este resultado puede obtenerse mediante un corte inclinado (carton pluma o cartén rigico) 0 con un achaflanamiento sucesivo por corte (plasticos). Después se encolaré el estrato de la cubierta sobre el plano de los faldones, con cartén ondulado en el caso de revestimientos con tejas, © con laminas grabadas en el caso de léminas, paneles 0 cubiertas inclinadas a escalas mayores. pueden ser aplicados antes o después de las operaciones de montaje. Seguidamente seré posible aplicar los acabados, como aleros, canalones y cumbreras. CartruLo 6 Cubiertas de teja Si la escala adoptada es reducida (1:200) la cu- bierta de tejas pueden representarse con una cartulina o plastico con incisiones paralelas, tal como se describiré en el apartado “Revesti- mientos: ladrillos”. Las lineas pueden estar dis- tanciadas unos 2 mm o incluso menos. Dicha medida no corresponde necesariamente a la medida real a escala de las tejas. A escalas ma- yores (1:100, 1:50) se pucde usar un cartén ondulado, revestido normalmente por un solo lado. El cartén se colocarg con las acanaladu- ras paralelas a la pendiente de los faldones y, posteriormente, en el caso de que sea necesa- tio, se podré realizar una hilera de tejas a modo de cumbrera con una acanaladura de cartén ondulado recortada y vaciada por detrés (fig. 6.7). Las tejas de la cumbrera podrin realizar- se también mediante acanaladuras de pléstico © perfiles metilicos adquiribles en tiendas de ‘modelismo. Los mismos elementos podrin ser utilizados para realizar alerosy canalones. Para maquetas de definicién parcial o de trabajo los aleros pueden estar representados por un sim- ple desfase entre la medida del faldén y el pla- no del tltimo forjado (que seré ligeramente mis largo que la proyeccién del faldén) que, en este caso, sobresale a modo de alero (ig. 6.8). Tragaluces Los tragaluces tradicionales sern construidos como pequefios tejados a dos aguas. Para de- terminar la geometria de su desarrollo se pro- cede tal como se ha descrito en el punto “Cubiertas inclinadas’, Las paredes laterales que sostienen la cubierta del tragaluz deben recortarse segtin la pendiente del faldén sobre el cual vendré montado, Una vez construida la caja del tragaluz con los acabados necesarios, serd suficiente encolarla en su posicién co- rrespondiente sobre el faldén (fig. 6.9). Para construir un tejado inclinado seré ne- cesario inicialmente, definir la geometria del tcjado y dibujar su desarrollo para tener el perfil de las piezas a recortar para el monta- je. Esta operacién cs independiente del ma- terial a utilizar y su grado de acabado. Siel material de los faldones quedara visto (no revestido) es necesario prestar especial atencién a la realizacién del punto de encuen- tro entre los planos que, por motives geomé- tricos, deben estar achaflanados o perfilados de manera que no queden juntas vistas. En el caso de faldones a revestir con un estrato de cubierta, no ser necesaria la misma precisién. Para establecer las dimensiones de os fal- dones es necesario conocer la altura x de la cumbrera y la medida y de la planta (fig. 6.1 a, b). Es necesario, por tanto, proyectar la altura xcde la cumbrera sobre la planta del faldén que se quiere calcular/Se toma entonces la longitud L (se puede calcular tigonométricamente pero es mucho més prictico medir directamente del dibujo, que debers sero suficientemente pre- ciso). Conocida la dimensién L, se recorta la pieza con la base de medida lineal extraiéa de Ja planta y Ja altura correcta segtin su desarro- llo (fig. 6.2 a, b). La medida del faldén queda establecida, pero serd necesario un control “en seco” de la adecuacién y congruencia de las partes antes de proceder al encolado. Los faldones que se cncuentren en la cumbrera tendrén la misma longitud en el caso de materiales finos en los que la medi- da del espesor sea despreciable. En el caso de materiales de mayor espesor (cartén pluma, cartones rigidos) es posible sobrepone: un faldén a otro en la cumbrera, En tal caso se tendré en consideracién que un faldén es mis largo que otro en la medida equivalen- teal espesor del material. El resultado final Cusierras. serd, en cualquier caso, suficiente sélo para maquetas de trabajo 0 como base para suce- sivos revestimientos (fig. 6.3). Sicl tejado no se va a recubrir, la junta de los faldones se realizard teniendo en cuenta el espesor del material. Si se trata de un car- tn pluma se cortaré a 45 grados, de modo que se absorba la junta (fig. 6.4); si se trata de poliestireno de medida parecida o supe- rior al milimetro de espesor, el material de- berd ser achaflanado a 45 grados, con papel de lija montado sobre una base rigida. Para tejados més complejos es necesario descomponer las diversas partes que consti- tuyen el edificio para reconstruir, como he- mos descrito anteriormente, las geometrfas de desarrollo de los faldones (fig. 6.5 a, b). En dicha figura se puede obse:var que, nor- malmente, la cumbrera del cuerpo A tendré una cota mds baja que la cumbrera del cuer- po B, porque si las pendientes son iguales, a mayor longitud, mayor altura, Construidos los faldones, la fase sucesiva concierne al aca- bado o al revestimiento (manto de cubierta). 65a 59 6.3 Cubiertas curvas (Osverwo realizar una cubierta curva con los diversos materiales y geometrias. Base planta de cubiertas, secciones, alzados. MaTERIALes cartulina, laminas plasticas, laminas de plexigiés finas 0 acetato grueso, escayola con soporte de tela 0 poliuretano, Poliestireno para los moldes de la escayola, Merono.osia las cubiertas curvas pueden realizarse directamente 0 mediante moldes. En el primer caso es necesario utlizar materiales en laminas, 0 minimamente fiexibles, que permitan ser curvados. El segundo caso es particularmente util si las piezas a construir son mas de una; se Construira un molde con espuma (carton pluma) 0 plastico doblado sobre el cual se aplicaré la tela, embebida en escayola liquida. Obviamente, las piezas se repararén aparte y después se montarén. Acasabo para las cubiertas realizadas directamente, los acabados (colores, revestimientos) pueden ser aplicados después del montaje. Para as piezas realizadas con molde y escayola seré Necesario en cada caso un pulido con papel de lja y posibles tratamientos de fijacién La elecci6n de la técnica de tealizacién de las cubiertas curvas depende de algunos Factores: a) la dimensién de la cubierta a realizar; b) el material que se deba adoptar en conso- nancia con la maqueta a realizar; ©) la necesidad de repetir esta cubierta en la maqueta. 6.2 Cubiertas planas (Osvenvo realizar una cubierta plana con materiales y acabados (en el caso de terrazas y tejados de pavimento practicable). Base planta de las cubiertas, seociones, planta de pavimento de las terrazas. MATEAALES carton pluma, plésticos rigidos para la estructura de los planos de cubierta, cartulina, pléstico y colores para la pavimentacion de las terrazas, de las cubiertas practicaoles y para los acabados. Metooo.ocia recortar los planos de la cubierta, construir los soportes para la cubierta sobre las paredes perimetrales, encolar. Los estratos de revestimiento de la cubierta, sea practicable (pavimentos) © impracticable (acabados bituminosos, grava, etc.) pueden ser aplicados antes 0 después del montaje del plano de cuberta, dependiendo de las fases de montaje. ‘AcaBano aplicacién del color en el caso de que se realice después del montaie, aplicacion de zécalos para pavimentaciones de cubiertas practicables. Cusienras: Para la construccién de una cubierta plana es aconsejable colocar en el interior de la caja del edificio algunos tabiques de soporte, sobre los cuales la cubierta iré apoyada y encolada (ver apartado “Paredes”). El plano debe tener, por tanto, las dimensiones del edificio una vez descontado el espesor de los muros. Generalmente, es més cémodo aplicar también el estrato de acabado (véase el apar- tado “Ordenacién de espacios exteriores y pa- vimentos’) antes del montaje, a menos que el acabado sea un simple barnizado con spray, que se debe realizar después del montaje. Para cubrir la junta que se forma entre el plano horizontal y los muros perimetrales se puede colocar después del montaje una tira (cartulina, plistico) de acabado en el punto de unién (figs. 6.10 y 6.11). Coronamiento Zocalo Pavimento 61 Cubiertas de pequeiias dimensiones Cuando las curvas sean de dimensiones re- ducidas, debido a la escala de la maqueta 0 a que se trata de elementos pequefios (lu- cernarios, pérgolas), el método més simple es colocarlas en tensién entre elementos perimetrales (muros, vigas, etc.) de un ma- terial lo suficientemente eldstico como para asumir la curvatura deseada. Se utili- zarin laminas de cartulina 0 de plistice fino (poliestireno de 0,45 mm de espesor} (figs. 6.12 y 6.13). Cubiertas de grandes dimensiones Para cubiertas de grandes dimensiones es ne- cesaria la construccién de cimbras de soporte, sobre las cuales se encolaré la ldmina de la cu- bierta. La realizacién de las cimbras permite controlar con exacttud la geometria de las sec- ciones de la cubierte, ademas de permitirrigi- dizar la curva que, al ser de grandes dimensio- nes, podria deformarse con facilidad (fg, 6.14). En el caso de maquetas en seccién o en aquellas en las que el interior sea visible, la funcién de las cimbras puede ser asumida por algunos elementos estructurales, como por ejemplo los arcos. Obviamente, si per- manecen vistos, el acabado de los arcos debe ser lo suficientemente preciso. Si para realizar la cubierta curva se usa un cartén de un cierto espesor, puede ser nece- sario cortar longitudinalmente la supe-ficie para favorecer su curvatura, en cuyo caso podrfa presentar una superficie irregulat. En este caso, las incisiones realizadas en la cara exterior (vistas) o las costillas que se forman (si las incisiones se han realizado por la cara interior) es un tema que debe ser evaluado previamente en relzcién al tipo de cubierta que se quiere representar (fig, 6.15). 6.17b 617¢ ei7a 6.176 Capito 6 Cubiertas repetidas y modulares Para cubiertas que requieran, por su dimen- sién o por exigencias expresivas, una rigidez © un espesor notables, se puede utilizar la es- cayola con molde perdido o recuperable (en el caso de cubiertas repetidas)(fig, 6.16). Para suplir las carencias mecénicas ée la es- cayola, se aplicaréel material sobre un sopor- te de tela o de poliuretano que aumentard su resistencia, Bastaré con introducit en un r- cipiente la excayola en polvo, afiadir agiza has- ta que la pasta sea muy fluida y, entonces, su- mergir la tela o el poliuretano hasta su total embebimiento. Con anterioridad, se habs realizado un molde céncavo 0 convero (fig, 6.17 ae) en el cual se aplicard la tela embe- bida en la escayola hasta su endurecimien- to. Es preferible utilizar liminas de plistico porque el papel, en contacto con la escayola hiimeda, corre el riesgo de deformarsey, ade- mis, el molde no podria reutilizarse. La cara de la cubierta en contacto con el molde queda «acabada» (lisa) mientras que Ja cara opuesta mantendré la superficie ru- gosa de la escayola. La utilizacién de un molde céncavo 0 uno convexo depence también de qué cara (interna 0 externa) se desee presentar como acabada. El molde puede ser céncavo. En este caso sera realizado en material macizo pe-filado (cartén pluma) o bien construyendo un se- mivolumen con kiminas de pléstico sobre cimbras, tal y como se ha descrito en la fig. 6.17 ae. El molde puede ser perdido, es de- cir que quede embebido en el volumen cur- vo dela cubierta, o bien recuperable después del endurecimiento de la escayola. En el se- gundo caso seré aconsejable untar el molde con lubricante (aceite de vaselina) para faci- litar la separacién. 64 EI molde puede ser también convexo. En tal caso las cimbras serdn externas y el semi- volumen iré encolado en el interior del per- fill de las cimbras. Es especialmente util, en este caso, la recomendacién de untar el mol- de antes del montaje, porque la separacién de un molde céncavo es més dificil que la de un molde convexo. Si se quieren representar los elementos estructurales de la cubierta (costillas) se pueden insertar en el interior del molde algunas tiras que marcarén el ne- gativo de la superficie (fig. 6.17 d). Acabado. Una ver realizada la picza de la cubierta curva es posible aplicar un acabado, que puede preceder sustituir al pintado, con el fin de dejar perfectamente lisa la cara vista. Una vez retocadas con escayola o ma- silla las posibles imprecisiones, se puede aplicar una capa de pintura plastica (blanca 0 de color) que se debe pulir después de seca con papel de lija fino (fig. 6.17 ¢). La ope- racién puede repetirse tantas veces como sea necesario hasta obtener una superficie per- fectamente lisa. 6.18 6.4 Cubiertas metdlicas (Oavervo realizar una cubierta metélica seguin las diversas geometrias. Base planta de cubiertas, secciones, alzados. Marenates laminas de cobre o aluminio, cartulinas de colores. MeTopoLocia los materiales con los qua se realizaran las cubiertas metalicas son de poco espesor. Por ello seré necesario, salvo en el caso de cubiertas muy Pequefias, encolar las laminas de cubierta a modo de revestmiento de los faldonas del tejado, realizados independientemente (véase, seguin el caso, “Cubiertas inclinadas" 0 “Cubiertas curvas") ‘Acaavo para las cartulinas es posible, si $e quiere conseguir el efecto del cobre ‘oxidado (verde) utilizar 6xidos 0 pasteles desmenuzados y ‘otados sobre la cartulina. Para el metal, es posible oxidar el cobre con productos quimicos. Las cubiertas metélicas pueden representatse mediante una simple diferencia de color res- pecto a los muros perimetrales de la maque- ta, En el caso de una maqucta monocroma (blanca) bastard con utilizar una tonalidad un poco més oscura (gris) para la cubierta. Para maquetas més analiticas, la repre- sentacién tendré en cuenta el color (cartuli- na de color) o direc:amente el material (fig, 6.18) de la obra representada. En el caso de una cubierta de cobre, la representacin puede ser realizada con una lamina de cobre previamente oxidado. Para oxidar el cobre es posible utilizar dci- dos de uso doméstico (Viakal), dejando en (Custertas inmersién las lminas de cobre durante el tiempo necesario para la oxidacién. La cubierta puede, ademés, mostrar la junta de las laminas de metal, que puede ser realizada grabando las juntas de la superficie del metal o la cartulina con el envés de un cortador. Doblando el borde externo del faldén con ayuda de una escuadra se pueden reali- zar los canalones del alero. En el caso de di- mensiones reducidas sera aconsejable hacer una incisién en la cara opuesta del sentido de pliegue, asi podré realizarse de manera més simple y regular. Después podremos proceder a un mayor acabado realizando cl cerramiento de la cum- brera mediante el pliegue de una tira del ma- terial clegido y con la longitud adecuada, después de haber marcado la linea de pliegue con ayuda del cortador (fig. 6.19). Estructura en cartén pluma CCubierta de lémina de cobre grabado Piegue para el canalén 65 CariruLo 6 6.5 Cubiertas transparentes Qsvervo realizar una cubierta transparente © traslicida segin las diversas geometrias Base planta de cubiertas, secciones, alzados. Marert.es plexiglas de espesor fino y medio (1-2 mr) 0 acetatos gruesos. Merono.oeia las cubiertas transparertes pueden ser curvas 0 constituidas por planos (inclinados 0 no). En el caso de cubiertas curvas el material debe serlo suficientemente fino como para permitir la curvatura. En el caso de pianos inclinados, la arista de encuentro (cumbrera) debe estar especialmente cuidada, achafinando los dos planos de manera que coincidan exactamente. ‘Acasapos antes del montaje se grabarén, si procede, lineas en el material (para indicar la separaci6n entre cristales). Para convertir en opacas (traslicidas) las superficies, se fiotaran las dos caras de las laminas con papel de lja. Después dal montaje sera necesario un repaso ulterior. Cubiertas inclinadas transparentes Las cubiertas incliaadas transparentes se rea~ lizarén de un modo andlogo a las cubierta inclinadas opacas, es decir, calculando la geometria de desarrollo, recortando los fal- dones y colocdndolos después sobre los muros perimetrales del volumen a cubrir 0 sobre la estructura de soporte. El material preferible es el plexighis fino (1 mm), ya que permite un corte dgil y resulta ficilmente trabajable en las aristas de encuentre entre planos (fig, 6.20). 66 Cubiertas curvas transparentes Las cubiertas curvas transparentes se construi- rn con una técnica andloga a la anteriormen- te descrita, es decir, colocando en tensién las Ldminas transparentes y encolindolas. Estas lé- minas deben ser lo suficientemente flexibles como para ser curvadas sobre cimbras (que en este caso, serdin siempre visibles). El material mds adecuado es el acetato grueso, porque la rigidez del plexighis limita su uso a curvas muy leves, y el papel vegetal es absclutamente desa- consejable debido a su escasa resistencia y su sensibilidad a los cambios de humedad. Elencolado de la cubierta con las cimbras (preferiblemente de plistico-poliestireno) se Ilevaré a cabo mediante colas cianhidricas de endurecimiento instanténeo (Locktite) 0 con cloroformo aplicado con pincel (ver “Técnicas de encolado”). En el primer caso, el encelado sera inme- diato, pero es facil que la superficie transpa- rente se ensucie. Por lo contrario, utilizando cloroformo es més ficil mantener la limpieza de ¢jecucién. Dado que el tiempo de endu- recimiento del cloroformo es largo, es acon- sejable mantener la pieza a presién con algin tipo de papel o cinta adhesiva (fig. 6.21). Acabado. Los acabados de las cubiertas transparentes deberdn tener en cuenta qué aspecto debe asumir la superficie en funcién de las necesidades expresivas. Superficie transparente: sila superficie debe ser perfectamente transparente se utilizar acetato (o plexiglas, segiin las advertencias hechas anteriormente) transparente. Ser necesaria una particular atencién en el en- colado y se habré de tener siempre presente que una superficie transparente dejaré to- talmente a la vista toda la parte que se ha cubiertos por tanto, la ejecucién de estos elementos debe ser realizada con precisién andloga a la de las partes exteriores. Superficie ashicida: si se quiere representar una superficie opaca o trashicida, o si simple- mente la economia de la maqueta sugiete no representar los interiores, la superficie dela cu- bierta se tratard con papel de lija fino en una oambas caras del acetato, hasta tornarlo opa- co. En este caso, las posibles imprecisiones en el encolado resultarén menos evidentes. Particiones de la cubjerta: Si la cubierta real esté dividida por estructuras y las queremos representar, se pueden realizar incisiones sobre la superficie. tanto si es transperente como si es trashicida. Si trabajamos a escala mds analitica, que sugiera una diferencia entre el vidrio y la carpinterfa, se pueder encolar tiras de poliestireno que reproduz- can el dibujo de la cubierta, presentandc ademés la ventaja de cubrir las posibles im- precisiones de encolado entre la cubierta y la estructura inmediatamente por debaj Cusientas 621 6.6 Pérgolas Osvervo realizar una cubierta de pérgolas acristaladas U opacas y la estructura que las sostiene. Para realizar la cubierta se siguen, segtin los casos, las indicaciones de los apartados precedentes (cubiertas planas, inclinadas, curvas y transparentes). Para la estructura se siguer las indicaciones presentadas en el apartado “Paredes”, ‘AcaBanos tratéridose de estructuras simples y de dimensiones limitadas sera necesario ejecutar con precision el trabajo y determinar atentamente qué detalles seran necesarios para la comprensién de su escala como aleros, estructuras de soporte, cumbreras, etc. La construccién de las pérgolas, sean opacas, transparentes o trashticidas, seguiré las indi- o7 CaPiruLo 6 Qube de cartén o polestiveno 0.45 mm Estructura con varilas de madera o pléstico bierta de plexigés transparente wopaco con incisiones U Canalén con perfl metaioo en C Estructura de varilas de mad (ceasions 6.24 dora o de plastico mente pintacas) caciones de apartados relativos a la cons- truccién de cubiertas segtin los diversos aca- bados y materiales de fos cuales la pérgola esté constituida, La tnica advertencia im- portante a resefiar es la precisién y perfecta colocacién “a plomo” y escuadra de los ele- mentos de soporte, que en general son libres ¥; por ello, extremadamente visibles. Puede resultar titil construir los soportes a escuadra durante el encolado. En las figuras 6.22 y 6.23 se muestran dos ejemplos de pérgola Para encolar superficies muy reducidas, como en el caso de la construccién de estru turas de soporte, serd necesario el uso de colas de alta resistencia y endurecimiento, como las colas cianhidricas (Locketite) (fig. 6.24). El capitulo contempla la realizacién de los paramentos acristalados de la maqueta a escalas y grados de definicion que hacen necesario el uso de materiales que evoquen el efecto del vidrio como, por ejemplo, el plexiglas. Para maquetas md: abstractas 0 para exigencias expresivas que requieran representaciones menos definidas remitimos «a la descripcién de las ventanas en el capitulo “Paredes”, en el cual se ilustran algunos métodos menos analiticos para representar las aberturas de un volumen (fig. 7.1). ABERTURAS VIDRIADAS 7 Osietwo realizar la representaci6n en maqueta de las aberturas vidriadas segtin las diferentes escalas y modalidades expresivas, Base dibujos (plantas, secciones, alzados) a escala apropiada (1:200, 1:20) Marenates plexiglas de 1mm de espesor, l4minas de poliestireno (0.45 mmr), perfles en Lo H de madera o metel (modelismo), colores. Meropo.oeia las ventanas y demas aberturas acristaladas se realizarén con laminas de plexiglas, natural o lado con papel de lia fino hasta tornarlo opaco. Dependiendo de la escala de definicion, se podran encolar sobre las vidrieras los perfiles de cerramiento, reaizados con tiras de cartulina o plastico. En escalas mas detalladas (1:20, 1:10) la cerpinteria puede realizarse con perfiles de modelismo de madera o metal encolados. Acagaoos la coloracién en caso de ser necesaria se llevara a cabo siempre antes del montaje, ya que las reducidas dimensiones hacen excesivamente complicado el tratamiento y bamizado después del montaje. 69 Capiruto 7 ted Poigts Fachada (cara exterior, 1 70 7.1 Ventanas EI material base para la representacién ana- Iégica de las ventanas debe tener caracterls- ticas similares a las del vidrio. Generalmente se utilizardn Iminas de plexiglés de 1 mm de espesor, suficientemente resistentes y f&- ciles de cortar a medida mediante incisiones con un cortador. Para exigencias especiales es posible utilizar materiales y espesores diversos: de mayor espe- sor, como el plexiglés de 2 mm, con el incon- veniente de una cierta dificultad de corte; de menor espesor, como el acerato, que puede pre- sentar problemas para mantenerlo plano, Esta caracteristica ¢s, por el contrario, ttil en el ca- so de que se quieran realizar superficies curvas. La parte vidriada de la ventana puede de- jarse transparente o bien tratada con papel de lija fino hasta dejarla trashicida. Los di- ferentes grados de opacidad del tratamiento se obtienen trabajando sélo una o bien am- bas caras del plexiglts. Si se trata tan sélo una cara se puede, de- pendiendo del efecto deseado, dejar visa la cara tratada o bien la natural. El plexiglés natural es perfectamente transparente y, por ello, puede resultar “in- visible” sila ventana se representa por una simple superficie de plexighis. Por tanto, es aconsejable usar el plexiglas traslticido para las escalas mayores (1:200, 1:100), que en general no prevén la representacién de los vidrios. De este modo, las aberturas adquie- ren mayor materialidad. Para escalas més analiticas (1:50, 1:20, 1:10) se puede, por el contratio, utilizar el plexiglis transparente. En este caso, ¢s preci- so tener presente que también los interiores de la maqueta que queden detrés del acrista- lamiento quedan vistos y, por ello, deben te- ner una definicién como minimo parcial. Sila maqueta va a estar revestida, en la realizacién de las ventanas debe tenerse en cuenta el espesor del revestimiento en el in- tradés de la ventana. Antes del montaje de la superficie vidria- da, se pueden montar sobre la maqueta bor- des y decoraciones de gran relieve alrededor de las ventanas. Parapetos, rejas y todo lo que se encuentra por delante del plano de las ventanas se aplicari después del montaje de Estas (véase el capitulo “Paredes”). ABERTURAS VIORIADAS 7a sién Plexiglas 78 7 Capiruto 7 6b ved & 72 Para una descripcién detellada de las ope- raciones necesarias para realizar maquetas de carpinterfa se exponen las diversas tipologfas con referencia a la escala de representacién. Ventanas a escala 1:200, 1:100 A las escalas arquitecténicas (1:200, 1:100) la representacién de las aberturas puede realizar- se mediante simples rebajes y, eventualmente, insertando en la jamba un material que dife- rencie cromaticamente [a abertura del muro. perimetral. Esta técnica, que pertenece a la simple definicién volumétrica de los elemen- tos, se describe en el capitulo “Paredes”. Cuando, por el contratio, se pretenda re- presentar también el efecto material de las abercuras vidriadas, éstas se pueden realizar mediante material transparente o trashicido que recuerde el efecto del vidrio. Las léminas de plexiglas se cortardn a una medida ligera- mente superior a lade la abertura del muro (al menos 2 mm por lado) de modo que permi- tael encolado, realizado porla parte posterior (parte interna de la maqueta) (figs. 7.2y 7.3). Si las exigencias expresivas 0 Ia escala (1:100) requieren una representacién més es- pecifica de las ventanas, se pueden grabar sobre el material las ineas principales de las carpinterias. En el caso en que el plexighis se desee trashicido, sera mejor practicar las inci- siones antes de lijar el material. De este modo, las Iineas resultardn mas evidentes (fig. 7-4) Se aconseja, como ya establecfamos en la introduccién del capitulo, d uso de plexighis traslicido para las escalas de representacién arquitecténicas; de este modo su efecto final seré mayor y tendremos la posibilidad de ocultar las posibles imprecisiones de la fase de montaje, habituales cuando se trabaja con superficies de montaje reducidas. Ventanas a escala 1:100, 1:20 Cuando la escala e representacién prevea una definicién de detalle analitica es necesa- rio introducir elementos ulteriores de lectura que describan la escructura de las ventanas. Serd para ello necesario no limitar la descrip- cién a la diferencia de materiales (muro. ple- xighis) sino también representar la divisién de los cristales, es decir, la carpinteria. Para realizar las carpinterias se utili materiales en laminas (cartén, poliestireno, madera) que se cortarin en tiras finas (1-2 mm) y se encolarin reproduciendo el dibujo de las divisiones (fig. 7.5). Es aconsejable marcar la Iinea de encolado con un cortador sobre el plexiglés (como en la figura 7.4) y adherir tiras con mayor lon- gitud de la necesaric, para después recortarlas sobre su posicién con un simple corte. Estas previsiones permiten un encolado preciso a pesar de lo reducido de las medidas. Otro método consiste en recortar en ké- minas del material elegido, reservas que re- produzcan el dibujo de las carpinterias; estas reservas se encolarin después encima del plexiglis. De este modo, se obriene una su- perficie sin juntas que, a pesar del mayor tiempo de realizacién que requiere respecte al método precedente, presenta una mayor limpieza de presentacién (fig, 7.6 a-d). Para ambos métodos (tiras finas y reser- vas) ¢s posible escoger si, durante la fase de montaje, la carpinteria debe sobreponerse a muro perimetral (lig. 7.7 a) o si debe tener tan sélo el propio espesor a lo largo del pe- rimetro (fig. 7.7 b). En el primer caso, el en- colado es més sencillo, pero la abertura en el muro debe ser extremadamente precisa, pues de otra manera la Iinea de encuentro resulta irregular. En el segundo caso, la me~ ABERTURAS VIDRIADAS 77a 71b 7B CapttuLo 7 74 dida de la carpinteria esté ya determinada (no depende de posibles imprecisiones del muro externo). Si las carpinterfas tienen que tener un co- lor, es aconsejable usar materiales que vengan ya pintados, 0 al menos pintar el material (con spray) antes del montaje sobre el ple- xiglés (Fig. 7.8). Ventanas a escala 1:20, 1:5 En el caso de maquetas decalladas, la repre- sentacién no se limitaré a lacara externa de la carpinteria, sino que describird también el es- pesor y la estructura. Se utilizardn en este caso perfiles de madera o metal, normalmente adquiribles en tiendas de modelismo. Los per- files més utilizados son en H, en L o rectan- gulares. Las medidas de dichos perfiles, en el caso de escalas detalladas, deberdn ser en la medida de lo posible iguales en su escala a la realidad, Asi, si se pretende representa una carpinterfa que en realidad tiene una seccién de 60 x 60 mm, a escala 1:10 se utilizaré un perfil de 6 x 6 mm (figs. 7.9 y 7.10). 7.2 Invernaderos y vidrieras MeronoLocia las metodologias de realizacién son andlogas a las desoritas en el apariado precedente (“Vertanas”), La Unica advertencia a tener en cuenta se refiere al caso, frecuente sobre todo en arquitecturas contemporéneas, de galeras, invemaderos 0 superfcies, vidriadas de grandes dimensiones con desarrollo cunvingo. En este caso, es aconsejable usar una lémina de acetato grueso en lugar de plexiglés que, al ser rigido, presenta dificultades @ la hora de curvario. En la representacién de invernaderos y actista- lamientos se procederé con las mismas técnicas dscritas para carpinterias simples (fig, 7.11). En el caso de acristalamientos curvos se utilizar acetato grueso mantenido en posicién por los muros y cubiertas que lo delimitan. Las parti- ciones de las carpinterias pueden aplicarse antes 0 después de la colocacién de la superficie vi- driada. Es también posible utilizar plexighis, curvindolo sobre an molde después de calen- tarlo con agua hirviendo o vapor, pero el resal- tado no es siempre regular. En la figura 7.12 a, b, c presentamos, a modo de ejemplo, un in- vernadero vidriado. ABERTURAS VIDRIADAS. 7) 7.126 me La aplicacién de los estvatos de revestimiento (zbecalos, materiales de fachada, divisione:) contempla el caso de maquetas de las cuales se desee describir de un modo detallado las caracteristicas. Para conseguir la sintesis necesaria en la construccién de materiales _y texruras aptos para la representacién de revestimientos, es necesario referirse a caracteristicas como epacidad, transparencia, continuidad 0 no continuidad, accidental o preciso, naturalidad 0 artificialidad del aaspecto que se desea conseguir. De este modo, a representacién selecciona las caracteristicas cesenciales y las relaciones entre los diversos materiales en funcién de estas dicotomtas categoricas. La decision de representar los aspectos materiales, en particular en el caso de maquetas a pequefia escala o sintéticas, permite una descripcién a menudo més eicaz que las descripciones analiticas del material, que pueden resultar confiusas 0 excesivas respecto al objetivo comunicativo de la maqueta. Atin asi, es importante que el grado de sintesisy la relacién entre las representaciones de les diversos materiales se verifiquen, de manera que las jerarquéas 1y las diferentes caraciertsticas se revelen comprensibles de inmediato. Una sitil verificacién de la eficacia de la representacion se obtiene controlando que la reconocibilidad del material representado sea suficiente ain en ausencia de indicaciones crométicas. REVESTIMIENTOS 8 Osvervo realizar los revestimientos de las paredes exteriores segtin los diferentes materiales y dibujos. ” Base dibujos (plantas, secciones, alzados) a escala apropiada (1:200, 1:20), fotogratias. Marenutes cartulinas (blancs y de colores), laminas de madera y otros materiales, léminas de poliestireno (0,46 mm), colores. MeronoLosia los revestimientos (ladrillo, piedra, almohadillado, paneles) se representan generalmente por un estrato que, naturalmente o con una capa de pintura, indica el material sobre el cual se encolan los posibles relieves de la fachada Seguidamente, los estratos se encolan sobre las paredes perimetrales, atendiendo a que, en las esquinas, los relieves de una y otra pared coincidan. ‘Acasaoos el pintado se puede llevar a cabo antes 0 después del montaje. En cualquier caso, suele ser necesario re‘ocar las esquinas después del montaje. Los revestimientos constituyen un elemento esencial en la representacién de un edificio, por cuanto permiten reconocer las diferentes caracteristicas materiales del conjunto y de sus partes (fig. 8.1). La descripcién de la naturaleza de los di- ferentes revestimientos puede ser muy sim- ple, pero requiere prestar atencidn a que las 7 CarituLo 8 85a 85b diferentes partes de la maqueta tengan un grado de definicién andlogo, es decir, que no encontremos partes descritas hasta el tiltimo detalle y partes sintetizadas al extremo. El revestimiento debe representar el ma- terial del cual el edificio est’ compuesto, su textura y color. La preparacién de las lémi- nas de revestimiento se realiza antes del cor- te de las piezas, de modo que la textura (por ejemplo, las juntas entre ladrillos) sean lo mds uniforme posibles. Es importante realizar pruebas antes de la gjecucién, para verificar el cfecto que se quiere obtener con el revestimiento, y sélo después realizar las piezas necesarias. Los diferentes materiales se representaran de tal modo que describan de modo sintéti- co las caracteristicas de la superficie Ladrillos Para representar una pared de ladrillos se grabarén las hiladas horizontales con una separacién tal que haga legible las juntas ho- rizontales y las verticales. La separacién entre lineas no corresponderd necesariamente a la medida a escala, sobre todo en modelos a grandes escalas. La incisién en las Liminas, sean plast (poliestireno) o de cartulina, se practica con elenvés de un cortador una punta metili- ca (no demasiado afilada, de manera que no corte el material). Se puede usar también la punta metélica de una micromina fina (0,3 0 0,5 mm) (fig. 8.2). Para el trazado del revestimiento se gra- ban a distancias regulares las lineas horizon- tales (fig. 8.3). Para remarcar la textura que nos proporcio- nan las lineas es posible utilizar una técnica de frotado sobre el revestimiento, empleando grafito o colores en polvo como se especi- ficé detalladamente en el capitulo “Colores” (ig. 8.4). Piedra En las maquetas a gran escala, la técnica para reproducir el efecto superficial de la piedra es andloga a cuanto se ha descrito para el ladrillo, con la diferencia de que las lineas deben grabarse a mayor distancia e irregula- ridad de intervalos (figs. 8.5 a, b, 8.6). En maquetas a pequefia escala, 0 pars re- vestimientos realizados con piedras de gran- des dimensiones, puede resultar necesario grabar también algunas juntas verticales, de manera que se represente la trama del reves- timiento (fig. 8.7). Finalmente, es posible representar las pie- dras en relieve, a modo de tarjetas recortadas y encoladas sobre la superficie a revestir. También para la piedra se puede remarcar la trama del revestimiento con un tratamiento de color (figs. 8.8 y 8.9 a, b). Almohadillado Este es un caso particular del revestimiento en piedra, El tratamiento ser, por lo tanto, and- logo, aunque a escalas muy pequeiias encon- traremos algunas diferencias de tratamiento. Las tarjetas del almoadillado, en el caso de maquetas de definicién detallada, pueden per- filarse individualmente antes de su montaje. Paneles En la ejecucién de una maquera de arqui- tectura, los paneles pueden asimilarse a los demés materiales de revestimiento de for- mato constante (por ejemplo, laminas y planchas), aunque con algunas caracteristi- cas peculiares dentro de esta categoria de re- 87 89b Revesrimientos 88 79 CaPiruto & 8.10 att 80 vestimientos, fundamentalmente referidas a dimensiones, corte y materiales. Para representar este tipo de revestimien- to, ademas de otros tratamientos superficia les posibles (mediante el uso del color, por ejemplo), se marcan las juntas (horizontales y-verticales) para sefalar la colocacién de los diversos paneles. En el caso de materiales de aspecto parti- cularmente «técnico» 0 sintético (muro cor- tina, metales, plésticos) ser necesario tener en cuenta la eleccién de un material que co- munique, en lo posible, el carécter matérico de la superficie (fig. 8.10). Madera La madera como revestimiento puede ser utilizada con diversos cortes y dimensione: proporciones horizontales o verticales, pa~ neles, Jamas, etc. En funcién del tipo de revestimiento a re- presentar se marcardn las juntas horizontales o has verticales. En el caso de piezas vertica~ les se marcarén las juntas con lineas (inci siones) simples. Enel caso de piezas horizontals las juntas se marcarin (Gila escala de representacién es lo suficientemente grande para permitirlo), con una linea doble, que describird la fresadura de Ja junta, generalmente presente en la ejecu- cién del revestimiento (fig. 8.11). Para los paneles de madera vale, en gene- ral, lo descrito en el punto «Paneles». Las lamas presentan dos caracteristicas morfoldgicas que deben ser descritas sus- tancialmente: el corte mismo de las lamas y su relieve respecto al plano de la fachada. Ei el caso de maquetas a escale reducida se pue- de representar la superficie constituida por lamas con simples tiras de revestimiento, cuidando de remarcar el relieve mediante la insercién de piezas de un cierto espesor bajo el borde inferior de la tira de revestimiento (igs. 8.12 y 8.13). A escalas pequefias serd util representar también el formato de las lamas grabando las tiras 0, en casos més analiticos, montan- do las lamas una a una. Cemento Para representar a escala la textura de paredes o revestimientos de cemento es suficiente, por lo general, el empleo de un tratamiento que reproduzca las caracteristicas de la supe-ficie (porosidad y rugosidad) del material. EI resultado se puede obtener mediante cartulinas o el uso del color, utilizando m- peras en spray, hidropinturas u otros acaba- dos que garanticen suficiente “grano”. En el caso de paneles de cemento es ritil incorporar algunas informaciones suple- mentarias. Estos revestimientos, tipicos en la arquitectura de Tadao Ando y de numero- sos arquitectos de la Suiza italiana, preseatan los caracteristicos agujeros de encofrado que deberdn también ser representados. El re- sultado se puede obtener con una incisién practicada con Ja punta de una micromina con un punz6n (fig, 8.14). Revocos La caracterfstica del revestimiento de revoco viene determinada esencialmente por el color, que ha sido tratado en su capitulo especttico. Una alternativa posible seria la utilizacién de cartulinas de colores (fig. 8.15). Metales Cuando la representacién de los paneles me- tilicos tal como han sido descritos en el Revestimientos apartado «Paneles» no sea suficientemente eficaz, o para representar superficies metéli- cas que no sean lisas (rejas, brise-soleil) se pueden utilizar telas metélicas, como las co- munes mosquiteras. En tiendas de modclismo podemos en- contrar perfiles de diferentes secciones que son titiles para la construccién de las estruc- turas que sostienen los revestimientos de malla metilica. 81 La representacion de la maqueta de arquitectura esté orientada ala lectura de los volimenes, de las relaciones dimensionales y espaciales y de las relaciones con el contexto. La expresién de los materiales, desde un punto de vista decorative © cromético aunque ¢ determinante en una descripcién analitica, na cs exencial y epecifico en la realizacién de la magueta que, de hecho, se realiza en un solo material y color En cambio, en el caso de maquetas de interiores el objetivo no es la representacién de un volumen sino mds bien de un ambiente. Ast, resulta determinante {a correcta y complewa representacién de todas las caractertsticas de los materiales, os colores 1y los acabados que concurren en la definicién del cardcter de un interior. Tipologias. Las tpologias de las maguetas de interiors deben contemplar la posibilidad de que el interior del edificio sea visible, Se ra de maguetas con grandes superfices transparentes 0 bien de maquetas que representan solamente partes deledifcio dentro de las cuales se encuentra el ambiente en cuestiin, Las tipologias ‘ds frecuentes son las siguientes: - Maquetas con partes transparentes: grandes acristalamientos, galerias 0 Lucernarios permiten la visién del interior, que debe por ello ser representado con un grado de definicién andlogo al de las partes exteriores a idéntica escala, - Maquetas en seecién: maquetas de partes de edificios seccionados en un punto significative. Algunos de los casos més INTERIORES 9 frecuentes son las maquetas seccionadas por [a mitad (en el caso de edificios mas 0 menos simétricos) en las cuales la representacién permite ver tanto el exterior como el interior, 0 bien maguetas que permiten ver la seccién estructural del edificio (figs. 9.19 9.2). - Maquetas abiertas: frecuentes en maquetas de apartamentos, las maguetas abiertas representan un interior visible gracias a la ausencia de forjado 0, en el caso de viviendas unifamiliares, de cubierta (figs 9.3 y 9.4). - Maquetas de ambientes interiores: maquetas de partes significativas y seleccionadas de ambientes interiores, que pueden ser de habitaciones de apartamentos ¢ incluso sélo rincones 0 zonas con detalles singulares (fig. 9.5). Escalas de representacién. Las escalas de representacién serdn arquitecténicas y de detalle. En el caso de magquetas en seccién podran ser de hasta 1:200 (el detallado seré abstracto), aunque frecuentemente se adoptardn escalas mds analiticas (1:50, 1:20, 1:10). Elementos a describir. Algunos elementos presentes en los interiores se realizarin de modo andlogo a cuanto se ha descrito en los apartados relativos a representacién de exteriores (carpintertas, pavimentacién, revestimientos). Los elementos caracteristicos de los interiores se presentan mediante una descripcién analitica (escaleras, elementos fijos, parapetos y balaustradas). 83 CariruLo 9 84 9.1 Escaleras Oavervo realizar las escaleras (interiores 0 exteriores) de un edificio er funcién de las diversas geometrias y materiales posibles, detallando incluso las diferentes tipologias constructivas (escaleras apoyadas, escaleras en voladizo). Base planta de la escalera (en los diferentes riveles, en el caso de que varie), secciones. MATERALES cartén rigido, plistico rigido (poliestirenc), laminas o chapas de madera, laminas metalices. MeroDoLosia primero se construiran los escalones y, en el caso de escaleras libres (no apoyadas entre dos muros) los elementos de sustentacién laterales que cierran la escalera. Seguidamente se aplicaran las barandilas o fos parapetos. ‘Acaaabos los revestimientos, materiales 0 de color, se aplicarén generalmente antes del montaje de los escalones. Sila escalera ha de tener una coloracién unifarme es posible pintar con spray después del montaje yantes de su colocacion. Escaleras apoyadas entre dos muros Se clige un material en laminas, del espesor dela contrahuella (dimensiéa vertical del es- calén). Los peldafios se cortardn con el an- cho de la rampa y una longicud aproximada de dos huellas (dimensién horizontal del es- calén). Se marcard sobre la huella la medida efectiva, que en este caso serd la mitad de la medida total, y después se encolardn los pel- dafios uno sobre otto, solapindolos a la mi- tad (fig. 9.6 a, b). En el caso en el que Ia excalera se realice en cartén pluma w otro material estratifica- Iwreriones. do, serd necesario evestir los peldafios, si es posible antes del montaje (fig. 9.7). Sise quiere realizar un peldafio de hualla so- Hota bresaliente respecto a la inferior, se inserta una elie limina que separe las dos huellas, volando li- geramente respecto a la Ifnea de contrahuella. Este procedimiento aligera el efecto de lz ees a escalera y, por ello, puede adoprarse inde- pendientemente de la solucién técnica de la escalera a representar (que durante la cons- truccién de la maqueta puede no haber sido- atin estudiada), si las exigencias expresivas de la maqueta lo requieren (fig. 9.8). oS Escaleras de planta circular Para escaleras de planta circular o eliptica se procede de modo andlogo a cuanto se ha descrito en el apartado precedente (fig. 9.9). Escaleras con peldatios en voladizo Este tipo de escalera estd formado por esca- ones en ménsula, empottados en un muro de apoyo. Se realizan primero los escalones individualmente y en el material deseado (pléstico pintado, madera, metal) y seguida- mente se encolan con cola répida (colas cianhidricas) al muro de apoyo (fig. 9.10). Con el objeto de proporcionar més esta- bilidad al conjunto, se pueden realizar unas incisiones en el muro, en las cuales se em- potraran los escalones a encolar (en tal caso se pueden utilizar colas de endurecimiento mds lento, tipo Imedio). En ambos casos es determinante que durante el endurecimien- to de la cola los escalones se sostengan con elementos que los mantengan en su posi- cién, ya que el peso propio de los mismos podria inclinarlos, comprometiendo el resultado (fig. 9.11), Dichos elementos se retirarin después del endurecimiento. 85 Cariru.o 9 9.10 ott 9.12 9.18 86 ‘Separadores (que serén ] ‘extraides une vez seca la cola) La realizacién de una escalera con pelda- fios abiertos (sélo huellas) se puede asimilar al caso precedente (peldafios en voladizo). Se encolardn los escalones a uno de los perfiles laterales de la estructura de la escalera, inser- tando separadores, tal como hemos descrito, y posteriormente se encolarin los peldafios al otro perfil lateral. La presencia de los se- paradores permite ejercer la presién nece- saria para la fijacién, evitando que los pel- dafios se tuerzan o adopten una posicién errénea (figs. 9.12 y 9.13). Parapetos y barandillas Existen numerosos tipos de parapetos y ba- randillas. Se presenta aqui, a titulo de ejem- plo, el esquema de construccién de un tipo frecuente, constituido por montantes, pasa- manos y barras horizontales o verticales de di- visibn, En las escalas de representacién en las que normalmente se realizan los parapetos (1:100, 1:50, 1:20), se utilizardn tablillas de madera o pléstico y, en el caso de partes lle- nas, liminas de madera, pléstco (transparen- te u opaco) y metal (fig. 9.14). Varia clindrica 4 mm Tabla de madera Pails clindticos con punta cortada 9.2 Mobiliario fijo de interior OsveTWvo realizar elementos de decoracién interior de los ambientes, como musbles © bancos empotrados, paredes decoradas © carpinterias interiores. Base plantas, secciones y alzados de los ambientes interiores a escala adectada (1:80, 1:20). Para maquetas a escala 1:10 pueden ser necesarios algunos detalles constructivos simplificados. Fotografias © descripciones para material y colores. MATERALES cartén rigido, plastico rigido (poliestireno), éminas o chapas de madera, laminas metdlicas MeroooLoeia los elementos de deccracion interior se realzardn separadamente, sea en la parte constructiva o en la de acabado, para después montarlos en el interior del ambiente, que ya contara con los acabados nacesarios (pavimentcs, pintado de paredes) ‘Acasanos los acabados de color se realizaran, como ya hemos dicho, antes del montaje si son muy diferenciados © realizados con técnicas que requieran Una elaboracion aparte (pintura plastica, frotado con éxidos 0 pigmentos). Por el contrario, en el caso en el que la coloracién sea uniforme, o al menos en casos suficientemente simples, es posible pintar con témpera spray después del monteje, haciendo reservas con papel y tiras adhesivas de las partes que no debar ser tratadas. Mobiliario fijo y bancos En la descripeién de un interior a escala de- tallada (de 1:50 a 1:5) la presencia de dece- Inteniones. raciones fijas y elementos estructurales es de- terminante para restituir el ambiente que se pretende representar. Las decoraciones interiores contribuyen ala definicién de las caracteristicas espaciales y de detalle de un ambiente, y se prestan a una sin- tesis que puede adaptarse para realizar la ma- queta. Por el contrario, los muebles (mesas, sillas, ete.) son mas difciles de representar pues ficilmente asumen el aspecto de “casa de mu- fiecas” que puede convertir la representacién en tuna parodia. No es objeto del presente estudio la desctipcién de las modalidades constructivas de maquetas a escala de mobiliario, ya que las Uinicas representaciones eficaces pertenecen al campo de las maquetas de disefio y prototipo, que quedan fuera del campo del manual. En la construccién de una maqueta de in- teriores a escala derallada serd determinante el uso de materiales que describan eficaz- mente (generalmente de modo analégico) las caracteristicas de los disefios. Asi, para representar un mueble de ma- dera se utilizarén liminas de madera de 1 0 2mm de espesor o chapados que reproduz- can el color de la madera que se usaré (por cjemplo haya y abedul para la madera clara, nogal para la madera oscura). La coloracién de las paredes y otros ele- mentos del disefio podré realizarse directa- mente con colores y acabados andlogos a la realidad (hidropintura) 0, en el caso de aca- bados especiales, como mérmoles y pinturas estucadas al fuego, podemos conseguir bue- nos efectos frotando colores en polvo direc- tamente sobre la superficie a tratar 0 sobre un estrato de color en pintura plistica spray. Se podrén utilizar tretamientos and- logos sobre superficies de madera en las que se quiera describir un acabado particular. 87 CarituLo 9 Es til advertir que dada la escala (1:20, 1:5) extremamente detallada que se adopta generalmente en las maquetas de interiores, el estudio cromético y de acabados que se emplea en la construccién de la maqueta asume un valor directamente proyectual pa- ra alcanzar soluciones reales desde ua pun- to de vista tanto estético como técnico. A titulo de cjemplo, presentamos dos ma- quetas, una de un interior (fig. 9.15) y otra del interior de una iglesia (fig. 9.16) en los cuales la bisqueda de colores y acabados ha sido directamente realizada desde la maque- ta. Los materiales naturales y los tratamientos aplicados reproducen procesos que pueden, desde la escala artesanal de la decoracién, ser reproducidos directamente en la realidad. 88 La descripcién de las operaciones necesarias para representar un pavimento 0 una superficie de agua no precisa muchas explicaciones téenicas, ya que en la mayoria de los casos se trata simplemente de aplicar sobre una superficie un revestimiento 0 wn material diferente del resto. De todos medos, es necesario elegir con precisién las decisiones de orden estlistco, el grado de abstraccién de la representacién. Magquetas de trabajo: en maquetas esqueméticas se pueden representar los pavimentos empleando materiales de colores diversos, En este cass la informacién que se transmite atafie solamente a la diferencia entre dos partes (por ejemplo una parte existente y una de proyecto). La maqueta no contiene otras informaciones, Los colores quue caracterizan a las partes no tienen por qué ser realistas. Maguetas de presentacion: para profiondizar analiticamente la representacién es necesario analizar algunas caracteristicas que tienen que ver con la naturaleza de la materia. Un material puede ser, por ejemplo: duro - blando continuo - discontinuo geométrico ~ casval natural - artificial opaco - reverberante. Exevidente, frente a sta lista parcial, que el esfuerzo analitico debe estar dirigido a ORDENACION DE ESPACIOS 10 EXTERIORES Y PAVIMENTOS definir las caracteristicas principales del material o, en el caso de maquetas particularmente detalladas, la jerarquta de las diversas caracteristicas. De hecho, dado que la realizaciin de una magueta supone representar la realidad a una escala reducida, plantea el problema de qué se debe describir y qué no; ello requiere ademds una comprensién profunda de cudles son las caracteristicas fundamentales de las que no se puede prescindir para la descripcién de un proyecto 0 de una de sus partes, Las estrategias mediante las cuales se puede afrontar la representacién son esencialmente reducibles a tres: Analégica-descriptiva. Se pretende representar a escala la realidad. Los materiales, los colores, los acabados y el efecto global serdn lo mds realisas posibles 1y cada elemento ser descrito de modo analitico (fig. 10.1}. Sincética-material. Las diferentes partes del proyecto se representan con el mismo material y un solo colon pero con texturas diferentes. En el caso de un pavimento exterior, por ejemplo, la base serd la misma para toda el drea tratada, pero la textura serd geométrica para las baldosas y casual para los parterres de tierra (fig.10.2). Abstracta. En este caso, el cardcter de la representacién es bdsicamente 89 Cariruco 10 icénico-simbélico. Se prefiere la representacién de la idea de proyecto frente «la descripcién del objeto real. Se pueden usar las mismas téenicas descritas para maquetas analégicas 0 sintéticas, teniendo en cuenta el hecho de gue las indicaciones “generales” de correspondencia entre técnica ‘y resultado no tienen valor en este caso. Finalmente, subrayamo: que la clasificacién propuesta tiene que ver con el contenido principal de'cada representacién Es decir, una maqueta contendrd siempre algunas caracteristicas sintéticas y algunas caracteristicas analégicas, pero el predominio de unas 0 de otras determinard las diferencias de resultado expresivo (fig.10.3 maqueta de un jardin con sal y Vinavil). 10.1 Pavimentos exteriores (Osuenvo realizar pavimentos de exterores. y urbanos, expresar diferentes materiales de acabado (asfalto, pavimento, tierra, vegetacion). Base plano a una escala suficiente para Poder ver las indicaciones de pavimentos, relieve y materiales existentes, fotogrefias del lugar, MATERIALES papel, cartulinas, ptésticos (poliestireno), MeTODOLOGIA prearar los estratos de los diferentes revestimientos, para los Pavimentos, grabar el dibujo con un grado de aproximacion adecuaddo a la escala de representacion, pittar los pavimentos en el aso en que la técnica adoptada no pemmita la pintura después del montaje, encolar los estratos. Cuando 'as fases de montaje lo hagan posible, es preferible montar los Pavimentos y los revestimientos en las fases finales de la construccién de la maqueta. ‘Acapanos pintura 0 barniz en el caso de que la técnica adoptada lo prevea después del montaje. Para representar los distintos tipos de pavi- ‘mentos, sea para exteriores o para interio- res, el soporte deberd ser tratado de modo que represente adecuadamente los aspectos materiales de la superficie (liso-rugoso, continuo-discontinuo, transparente-opaco, natural-artificial), las posibles geometrfas (forma y formato de las baldosas, fugas, direccién de colocacién) y el color. En los diferentes grados de descripcién de la maqueta, las tres caracteristicas principa- les, superficie-geometria-color, pueden re- ORDENACION DE ESPACIOS EXTERIORES Y PAVIMENTOS. 107 91 Cariruo 10 presentarse completamente o, si la maqueta ¢s abstracta 0 conceptual, con un cierto gra- do de abstraccién. As{ en una maqueta puc- den ser slo evidentes las caracteristicas de superficie o de color o de dibujo (fig. 10.4). Desde un punto de vista operativo es iil destacar que las indicaciones sobre los dis- tintos tipos de pavimentos tienen ur. valer general, es decir atafien las soluciones habi- tualmente adoptadas (por tamaiio, superficie y color) en la representacién de un determi- nado acabado. Si normalmente un pavimento de baldosas tiene an dibujo més espexo que uno de losas de mérmol, la comprensién de la diferencia y de la naturaleza de los dos acabados seré més inmediata utilizando una representacién a escala que reproduzca las caracteristicas dimensionales habituales. Obviamente, estas indicaciones pueden no set vélidas cuando el proyecto contenga es- pecificaciones diferentes, ¢s decir, cuando lo que se quiera representar no sea una superfi- cie genérica de losas, sino un pavimento es pecifico, las caracterfsticas del cual pueden ser incluso muy diferentes de las habituales. Baldosas En la realidad se suelen colocar las baldosas segtin una reticula regular, como si se tratase de un tablero de ajedrez. Por ello es acon- sejable, excepto en casos particulares, adop- tar este tipo de disposicién en la mequeta. ‘Ademés, es aconsejable adoptar una medida de reticula inferior a la que se utilizaria en el caso de estar representando pavimentos de piedra (figs. 10.5 y 10.6). Se procede grabando la reticula de las bal- dosas (véase el capitulo “Revestimientos”) sobre la superficie del pavimento. Para que las direcciones marcadas sean més visibles 92 puede tratarse la superficie con color en pol- vo (pasteles, éxidos, pigmentos) y extendido con algodén, De este modo se resaltan las juntas de las baldosas, en las cuales se de- posita mayor cantidad de color. Se puede conseguir un efecto de superficie brillante rocidndola con un producto fijador acrilico en spray o barniz transparente (fig.10.7). Marmol - piedra regular Las losas suclen ser de mayor tamafio que las baldosas y de forma rectangular. Pueden co- locarse reticularmente con le junta continua (fig, 10.8) 0 con la junta discontinua (fig. 10.9). El color se obtiene mediante el uso de cartulinas de colores o de modo andlogo alo que se ha propuesto para las baldosas. ‘También se pueden utilizar liminas adhe- sivas, de uso comtin en el mercado (por ejemplo marmol also). En este caso es ne- cesatio cortar las losas una por una y re- componerlas luego, de manera casual, segiin el dibujo del pavimento, Con esta operacién ¢s posible restituir el efecto de escala que, de otro modo, aplicando la superficie de modo continuo, se perderia (fig. 10.10). Piedra En el caso de pavimentos para extetiores con losas irregulares’ se puede grabar la super- ficie, o también se pueden cortar las losas y recomponerlas luego segtin el dibujo. Tam- ign en este caso es necesario prestar especial arencidn a la dimensién de las losas, deter- minante para la comprensién de la escala de representacién (fig, 10.11). Rasilla El procedimiento es el mismo que el descri- to para las baldosas, con la advertencia de que ORDENAGION DE ESPACIOS EXTERIORES Y PAVIMENTOS debe prestar atencién a algunas caracteristicas peculiares de los pavimentos con rasilla: — frecuentemente, la colocacién del pavi- mento esta girada 45 grados respecto a la ortogonalidad de los muros del ambiente que se esté representando. — el acabado, dadas las caracteristicas mate- T tiales de la rasilla, sera més basto (u opa- co) que el de las baldosas (fig. 10.12). “08 19 Cemento Los pavimentos de cemento se pueden realizar de modo continuo (s6lo interrumpido por Ciertas juntas de dilatacién) 0 con adoquines in situ, En ambos casos se privilegiaré el aspecto homogéneo de la superficie, poniendo de ma- nifiesto el aspecto irregular del color mediante el frotado con pasteles, sanguinas u dxidos. 10.10 10.11 Parqué XEKKKKKK OY OMIM Los pavimentos de madera se epresentarin, Rossorsecoosaoess elpabadnde ie nncde Lectin eine Ko con el grabado de las juntas de las tablas segiin 62 RRR las tipologias més comunes de colocacién: Oe mresececeserertetetetees ~ parqué “corrido” realizado con tablas pa- xx 5555 tt iiee O55 50505555] SENSO ralelas a los muros perimetrales; sectatetatatetatatetatetes "i 5 . SO — parqué diagonal realizado con listones; OSC i ortogonal o diagonal con marco. RECN — parqué ortogonal o diagonal con marco. a eee RSs Larestitucién del colory del material del parqué puede obtenerse ficilmente grabando las lineas 10-1? paralclas del pavimento (antes del montaje) y déndoles un poco de color con pastel en pol- vo aplicado con algodn. El color seré el de la madera que se quicra representar (fig, 10.13). En el caso de que se quiera representar un pavimento con marco, es aconsejable cons- truir separadamente la parte interna, el mar- co y la franja externa montandolos en este orden (figs. 10.14 y 10.15). Es tiril remarcar que la representacién geo- métrica de los pavimentos (reticulas para las 93 Capiruo 10 10.15 baldosas, lineas paralelas para el parqué) es oportuna en maquetas a escala suficiente- mente reducida (1:100, 1:50, 1:20). Para escalas mayores, cuando sea necesario repre- sentar pavimentos, se privilegiarén los agpec- tos materiales y crométicos de la superficie. Arena - tierra - grava En este caso, la caracteristica importante a representar es el aspecto material de la su- perficie, dado que los materiales no tienen dibujo. Ademés del color, que varfa parz los diferentes materiales, la diferencia entre tie- ra, grava y arena viene detetminada por la granulometria (rugosidad) de la superficie. Si sobre una maqueta deben ser representados a la ver diferentes materiales de terreno, esim- portante que se respeten las caracterfsticas de cada uno. Ast, al colocar juntas una superficie dearena y una de grava, por ejemplo, debe per- cibirse la segunda més rugosa que la primera. Algunas posibilidades de representacién son las siguientes: 94 ~ Material: papel de lija, carculinas bastas, porexpan coloreado con pigmentos. = Color: color en polvo o colot Ifquido con pulverizador (por ejemplo, color pulveri- zado con cepillo de dientes) ~ Analégica: la superficie rugosa se obtiene encolando y fijando arena o gravilla fina (egtin la escala de representacién). = Abstracta: con mallas o adhesivos que re- presenten de modo abstracto el material pero que respeten las ‘caracteristicas in- trinsecas de cada superficie (por ejemplo una malla més fina para la arena y una ms ancha para la grava). Materiales sintéticos uniformes A esta categorfa pertenecen las gomas, los li- néleos y las resinas. Se pueden usar cartulinas de colores 0 acabadas segtin los métodos de coloracién descritos anteriormente, o incluso Aminas de materiales plésticos, naturales o tratados oportunamente, — Es necesario respetar en la maqueta la continuidad de superficie de los pavi- mentos, ya que incluso cuando el color del material sea abigarrado (resinas, li- néleums), la superficie se presenta sin juntas. ~ Las caracteristicas de luminosidad del ma- terial tienen una especial importancia en la representacién de materiales sintéticos. Asi, la transparencia, la opacidad o la ca- pacidad de reflexién de la luz deberan ser interpretadas correctamente. Para aumentar el brillo de un material se pueden utilizar barnices en spray transpa- rentes 0 fijadores acrilicos; para reducir su brillo, en el caso de materiales plisticos, se pueden limar con papel de lija fino, ORDENACION DE ESPACIOS EXTERIORES Y PAVIMENTOS. 10.2 Agua Oauetwo representar superficies de agua arttificiales y naturales en la maqueta. Base planos territoriales (de 1:500 a 1:5.000), plantas y secciones a escala A 10.16 a menor para embalses artificiales y piscinas. MATERIALS Cartulinas de colores, cartor fugoso, plasticos, olexiglés, colores. MeToD0LOGiA en el caso de embalses de agua natural, él nivel de reoresentacién se encuentra nommaimente por debajo del estrato inferior de la maqueta. Por o tanto es conveniente construir y montar el estrato de agua en la ‘ase inicial de realzaci6n, de este modo, las posibles imperfecciones que se presentarien ada la. geometria regular del terreno natural, uedaran cubiertas por el primer estrato de terreno. Segtin los dstintos grads de Lamina de plexiglss 10.165 A Lamina de plexilés abstraccién de la representacion adoptada, a 1 agua puede representarse mediante un Cola Sap ee cambio de tonalidad de color o de material Ss Estraio toreno (Cartulina) 0, de modo més realsta, por un estrato de plexiglés, ransparente u opaco, superpuesto a un estrato de color. ‘AcaBHD08 en el caso de que las fases de ‘montaje 0 la téonica adoptada lo requieran, seré necesario hacer reservas en los bordes antes de procader a fa coloracién del estrato de acua. 95 Cariruo 10 10.20 Lamina de plexilés Lamina de I papel pintado 10.21 96 Los métodos para representar el agua son ex- tremadamente simples desde un punto de vista técnico, pero muy diversos segiin las decisiones expresivas generales adoptadas en la maqueta. A decisiones de tipo descriptivo, material o abstracto corresponderin acabados diferen- tes, Los diversos materiales pueden, de todos mods, set utilizados para obtener diferentes resultados expresivos. Por eso, en el presente apartado, dedicado a la’ representacién del agua, se presentan los diferentes materiales, sefialando qué tratamientos corresponden a las distintas finalidades expresivas. Plexighis El parecido material entre el agua y el plexi- glis (cransparencia, no color) convierte a este tiltimo en adecuado para representar cursos de agua, rfos, estanques de agua inte- riores 0 de mar y fuentes. EI método mis directo consiste en inser- tar un estrato de plexiglés no tratado en el nivel correspondiente al agua (fig. 10.16 a, b). El plexiglés también se puede tornar opa- co, si se desea un efecto menos reflectante, pasindole sobre una o ambas caras una K&- mina de papel de lija de grano medio, hasta obtener un efecto trashicido, El papel de lija se pasard con un’ movimiento circular hasta conseguir un efecto uniforme. Debajo del plexiglis es posible colocar fon- dos diversos. El fondo puede simplemente ser la base de la maqueta. En ese caso, es preferi- ble elegir un acabado opaco del plexigls, so- bre todo si la base es de un material basto 0 de cualquier otro material no adecuado al efecto “agua’. El pegado de los dos estratos (plexiglis y mina coloreada), debe realizar- se en la parte no vista (fig. 10.17) 0 utilizan- do colas especificas para plexiglis. De otro modo, la transparencia del material dejarfa vi- sibles los puntos de pegado. Este problemz no se presenta (0 de todos modos es tole-able} en el caso del plexiglés opaco. El fondo puede ser una cartulina de color (verde, azul-celeste) u otro material en Id minas del color adecuado. También se pue- de pintar la base directamente con témperas en spray, pasteles, etc. Para obtener un aca- bado brillante, especialmente eficaz para dar la apariencia real del agua, se puede usar un estrato de plexiglés rociado con barniz transparente en spray, superpuesto a una cartulina celeste (fig. 10.18). Cartulina o color EL material en laminas coloreadas (cartulinas, plisticos) puede representar directamente el agua. En ese caso, el estrato coloreado se pegars directamente sobre la base de la ma- queta (0 sobre el nivel en el que se encuen- tra el agua) (fig, 10.19). Sise quiere representar el agua con una colo- raci6n determinada, se pueden pasar directa- mente sobrela base, la cartulina de color neutro el material poroso (laminas de porexpén, es decir poliestireno expandido), éxidos, pig- ‘mentos o pasteles para frotar. De este mo¢o, el color resulta menos uniforme y menos nitido que el de cartulinas de color, que es adecuado en el caso de maquetas con tonos delicados. Texturas En maquetas abstractas 0 con tendencias bi- dimensionales (bajotrelieves) se puede repre- sentar el agua mediante tramas que describan sus caracteristicas de movimiento 0 reflejo. Es preferible no elegir tramas de las que se encuentran en el mercado o de las normali- ORDENAGION DE ESPACIOS EXTERIORES Y PAVIMENTOS. zadas en las librerias de los programas de di- bujo por ordenador, sino que deben ser he- chas preferentemente con el auxilio de una forocopiadora. Las posibilidades son infini- tas y, obviamente, dependen del cardcrer de la maqueta. Como ejemplo se pueden citar imagenes analégicas (foros de agua con re- flejos, o efectos de deformacién obtenidos moviendo un poco el original del plano de copia durante la copia (fig, 10.20). Profundidad En el caso en que la escala 0 el tipo de ma- queta (por ejemplo maquetas en seccién) lo requieran, puede ser necesario representar no sblo el efecto de superficie y de color del agua sino también la profundidad del embalse. En ese caso se puede proceder con los mismos materiales descritos anteriormente, simple- mente realizando el embalse como caja con la superficie de plexiglis, barnizado u opaco, y coloreando el interior (fig. 10.21). Otros efectos En el caso de maquetas no convencionales, el agua puede ser representade con materia- les también no convencionales, como colas, geles, gomas, metales o, al limite, el agua misma (Bg. 10.22). 10.22 97

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