Revista Digital UMBRAL 2000 – No. 13 – Septiembre 2003 www.reduc.

cl

“APRENDER A LEER:
UNA TAREA DE TODOS Y DE SIEMPRE”

Lic. Agustín Fernández S.

1. INTRODUCCIÓN: (las implicaciones del proceso lector)

Saber leer es más que saber leer bien. No basta con los
resultados del proceso, lo importante es dominar el proceso
lector. El dominar el camino o proceso de la comprensión es lo
fundamental, porque leer significa comprender.

Lo que diferencia a un buen lector de un no-lector es

precisamente eso, el proceso de comprensión de lo leído, no
tanto el número de palabras leídas u oralizadas sin cometer
errores. Lo importante no es sólo la comprensión lectora en sí
misma, sino el camino seguido para alcanzarla.

La mayoría de nosotros no poseemos el nivel lector adecuado,

porque los comportamientos y hábitos lectores provienen de un
aprendizaje inicial alfabético de la lectura, el cual se revela
inadecuado para las exigencias de la escuela actual o de los
estudios superiores.

Es un error pensar que porque aprendimos a leer cuando éramos

pequeños ya dominamos dicha técnica. El proceso lector es
evolutivo, es de muchos años, no se aprende una vez y para
siempre. Muchos piensan que leer es una operación unívoca y que
ante cualquier texto “ hay que hacer lo mismo para leerlo”. Ni
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siquiera se plantean, qué tipo de lectura, qué estrategia, cómo

leerlo...

Hoy algunos opinan que , ¿ para qué leer o escribir, cuando está
el teléfono, el internet, la televisión?. “El libro no ha muerto,
dice López-Rubio ( 1995), y la galaxia de Mac Luhan está cada
vez más lejos de ser una realidad. Sobre todo en el universo de
la escuela moderna. Porque sean cualesquiera los objetivos de la
enseñanza, estos comienzan por un escrito, se desarrollan a
través del escrito y conducen a nuevos escritos. Por eso,
precisamente, el alumno que no sabe leer , fracasa... Hoy, o se es
lector de verdad, o se deja de leer y rápidamente se pasa a
engrosar las filas de los analfabetos funcionales.”

Es decir, el valor del escrito actualmente no disminuye, a pesar

de los medios de comunicación. Los futurólogos se equivocaron
cuando preconizaban la desaparición del escrito ante la invasión
de los medios audiovisuales de comunicación. El escrito es
irremplazable en la vida, y más para un estudiante.

Termino esta introducción destacando una idea que es

importante: si la educación es un derecho humano de todos,
saber leer, poder servirse del escrito de manera productiva , es
igualmente un derecho inalienable de la persona y más en el siglo
XXI. No basta con que se sepa descifrar, es necesario que la
persona domine el proceso lector y haya adquirido el
comportamiento lector adecuado, que le permite ser más libre y
más persona.
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2. ¿ QUÉ ES SABER LEER?

Leer es pasar directamente de lo que está escrito a la

comprensión de ese escrito. Leer debe ser comprendido como un
acto cognitivo en el que no interviene necesariamente la
vocalización. La lectura es una actividad compleja que va más allá
del “ descifrar”; o sea, del simple traducir el escrito en forma
oral para poderlo comprender. Leer significa fabricar sentido
directamente a partir del escrito. Por eso dice Foucambert (
1990) que leer es un proceso ideovisual.

No se puede “ enseñar” a leer. Se aprende a leer, como se

aprende a hablar, a caminar... Lo que la escuela puede y debe
hacer es ayudar al alumno en su camino personal hacia la lectura,
facilitarle las situaciones que le permitan vivir la lectura y
disfrutar la lectura. ¡ Qué difícil será lograr este objetivo
cuando se fuerza al niño a “ leer” ( más bien diría a oralizar)
cuando todavía no está maduro para ello!.

Llegar a ser lector es consecuencia de un aprendizaje, no el

resultado de una enseñanza ( López-Rubio, 1990), Los saberes no
se transmiten, se construyen. No podemos enseñar a leer, pero sí
podemos y debemos ayudar al niño a aprender a leer, ayudarle en
la construcción de su propio saber. Porque aprender a leer es :

Ø un aprendizaje social: no hay que olvidar que muchos

de nuestros alumnos proceden de hogares donde no se
lee o donde la lectura es una actividad marginal.
Donde la lectura es una actividad poco apreciada y
que no es sentida como realmente necesaria. No se
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considera el saber leer como un derecho social que

forma parte del estatuto de ciudadano de una
sociedad democrática. En esos hogares no se compran
libros y por lo tanto no tienen la oportunidad, en sus
casas, de vivir y disfrutar la lectura, experimentar su
poder y su utilidad. Aquí adquiere relevancia el papel
de la escuela para generar el ambiente propicio.

Ø un aprendizaje funcional: se aprende a leer en

situaciones funcionales con textos insoslayables. Se
aprende a leer leyendo, tratando de encontrar en los
escritos la respuesta a sus preguntas, preguntando al
texto y preguntándose a si mismo. La escuela debe
provocar esas situaciones de necesidad lectora. La
necesidad precede al saber-hacer. El querer leer y el
tener que leer, preceden al saber leer y le preparan el
camino para aprender a leer. O sea, lo
verdaderamente importante es el ¿ por qué? Leer, y
no cl ¿cómo leer?. Estos es una cuestión de didáctica,
de práctica y de entrenamiento.

Ø un aprendizaje evolutivo: no tiene principio y no

tiene fin. Es paralelo al desarrollo cognitivo del
alumno: cada edad tiene su manera de leer, su manera
de ser lector. A cada edad su manera de leer, su
capacidad lectora, su entrenamiento específico. De
ahí que los entrenamientos y actividades de refuerzo
para dominar las distintas habilidades lectoras son
necesarias a lo largo de toda la enseñanza obligatoria.
El aprendizaje precoz no tiene sentido.

Ø Un aprendizaje significativo: se aprende a leer en

textos reales e íntegros, en textos complejos y
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necesarios. No se aprende a leer partiendo de letras,

sílabas, palabras o frases sin sentido,
descontextualizadas y abstractas. Se aprende a leer
en textos adecuados a las capacidades cognitivas de
los niños. Para aprender a leer se necesitan ayudas, no
textos infantilizados ( “ Mi mamá me mima”, etc...).

Leer, para Foucambert, es una compleja actividad de comunicación

ideovisual ( ideotáctil para el ciego), cuya finalidad consiste en
construir el sentido de un texto para obtener información
pertinente al proyecto que nos ha impulsado a acercarnos a él. Esta
información pertinente se obtiene a partir de una construcción del
sentido basada en la selección de indicios formales y gráficos.
La selección de los indicios se realiza en función de la mayor o
menor práctica y capacidad lectoras del que leer, en función de su
conocimiento previo y de su experiencia personal.
Se deduce, pues, que toda construcción de sentido es personal y
única: no puede haber dos lecturas iguales, ni siquiera si es la misma
persona la que las realiza de circunstancias y con fines diferentes.

Aprender a leer es una tarea de todos y de siempre, he titulado

esta ponencia, porque en los dos componentes fundamentales del
proceso lector, velocidad y comprensión, siempre podemos aprender
y mejorar.

He señalado antes que el proceso lector es un proceso evolutivo,

que responde a la maduración del individuo y a las exigencias
académicas que la escuela nos impone. Por lo tanto, con el tiempo
habrá que leer más, pero de forma comprensiva, y en menos tiempo .
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En relación a estos factores quiero señalar lo siguiente:

q La mayoría de los alumnos leen a una velocidad muy por

debajo de las posibilidades reales. Ahora bien, no siempre
hay que leer a la misma velocidad. La velocidad debe estar
en relación con factores como: la dificultad del texto, el
tipo de texto, el objetivo pretendido, etc...
q La lectura silenciosa es la verdadera lectura y siempre es

más rápida que la oral. Al comparar sus procesos se

constata que el camino recorrido es menor: ojos-
cerebro, en cambio en la lectura oral el recorrido es:
ojos-cerebro-cuerdas vocales-labios-oídos-cerebro.
En la pedagogía de la lectura esto hay que tenerlo muy en
cuenta, porque si no caemos en el error de oralizar pero no
leer; habituamos a los niños a leer sin comprender. Además
hay que procurar incrementar la velocidad de lectura de
nuestros alumnos ya que, los requerimientos son cada vez
más exigentes a medida que el niño avanza por los niveles
escolares, universitarios y profesionales.

q En relación a la comprensión lectora quiero afirmar que

no está reñida con la velocidad; ambas se pueden
armonizar, basta el entrenamiento en las estrategias
adecuadas; basta adquirir el comportamiento lector
adecuado. Un acercamiento a este tema es el de la
metacognición en la lectura.
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3. METACOGNICIÓN Y COMPRENSIÓN DE LA LECTURA

Podemos afirmar que la madurez en el proceso lector y que el

comportamiento lector ideal se alcanza en la medida que somos
capaces de controlar y dominar los procesos de autorregulación
implicados en la lectura.

Ríos (1991) define la metacomprensión como el conocimiento del

lector acerca de sus recursos cognitivos para enfrentar una
tarea de lectura y la autorregulación que ejerce sobre sus
estrategias como lector. La actividad de autorregulación en la
lectura, según este autor, comprende tres fases:
v Planificación: ( conocimientos previos, objetivos de la
lectura, plan de acción...)
v Supervisión : ( aproximación a la meta, detección de
aspectos importantes, detección de dificultades,
conocimiento de las causas de estas dificultades,
flexibilidad en el uso de las estrategias,...)
v Evaluación: ( Evaluación de los resultados logrados,
evaluación de la efectividad de las estrategias)
Una de las estrategias metacognitivas utilizada por los que
aprenden a leer es formularse preguntas. Este procedimiento es
considerado metacognitivo porque opera como una forma de
autoevaluación que ayuda al aprendiz a mantener una supervisión
progresiva de su comprensión.
Hay que leer para comprender y leer para aprender. Leer para
comprender involucra la actividad de la supervisión y la verificación
progresiva de la comprensión para tomar decisiones correctivas si
fuera necesario.
Los aspectos metacognitivos de leer para aprender abarcan : la
identificación de las ideas importantes, el análisis de las demandas
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impuestas por los materiales, el desarrollo y el mantenimiento de

estrategias apropiadas, así como el establecimiento de un horario y
de un ambiente adecuado.

En síntesis, una forma fundamenta de medir la capacidad y madurez

lectora es evaluar la habilidad para supervisar en forma progresiva
la comprensión y el aprendizaje. Los estudios e investigaciones al
respecto del control o autorregulación del proceso lector lo
relacionan con los factores siguientes, factores cuyo dominio
exigen tiempo, entrenamiento y dedicación:

1) El establecimiento de los propósitos de la lectura

2) Modificación de la tasa de lectura en función de los
propósitos.
3) Identificación de los elementos importantes del texto.
4) La estructura del texto
5) La activación del conocimiento previo
6) La evaluación del texto
7) Detección de fallas de comprensión
8) Determinación del nivel de comprensión

4. ORIENTACIONES SOBRE LA PEDAGOGÍA DE LA

LECTURA:

Aprender a leer no es aprender una técnicas. Es aprender un

comportamiento que necesita apoyarse en las técnicas
adecuadas.
La pedagogía tradicional tendía a focalizar su atención en la
enseñanza de las técnicas lectoras primarias ( letras, sílabas,
oralización). La pedagogía actual debe centrar su atención en el
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propio lector: ¿por qué y para qué leer, cómo hacer y cómo ser
lector?.
Facilitar el aprendizaje de la lectura es nuestra labor como
docentes, y esto exigirá, que los estudiantes:
ü Aprendan a identificar los rasgos de los textos, a
detectar su estructura, sus relaciones lógicas, su
consistencia y coherencia.
ü Utilicen estrategias específicas que le permitan
supervisar, de forma progresiva, sus procesos de
comprensión de tal forma que le permitan detectar las
deficiencias a fin de tomar decisiones oportunas y
adecuadas.
ü Desarrollen mecanismos de control sobre sus procesos
de comprensión y de aprendizaje.
ü Establezcan la importancia de asumir un papel activo en
la regulación de los procesos cognoscitivos puestos en
juego mientras se lee.

Para lograr esta madurez lectora en nuestros alumnos, los

docentes:
ü debemos modelar el proceso lector, preguntando al texto,
generando en voz alta hipótesis, efectuando predicciones
sobre el contenido, efectuando comentarios críticos sobre el
texto, etc.
ü Debemos estimular la participación del alumno:
enseñándoles a formular preguntas, a formular hipótesis y
predicciones, a encontrar evidencias para rechazarlas o
aceptarlas... Asignarles progresivamente responsabilidad a los
estudiantes para que detecten ellos sus fallas de comprensión
y generen sus propias acciones remediales.
ü Debemos propiciar y privilegiar la lectura silenciosa: porque
la lectura es un acto personal y subjetivo.
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ü Debemos respetar las etapas evolutivas porque para que

haya verdadera lectura debe haber madurez; porque para que
se pueda disfrutar la lectura, ésta debe ser una tarea fácil ,
motivante y agradable...Sólo así se aprenderá a ser lector, no
simplemente a leer por obligación
ü Debemos aprender nuevas técnicas para facilitar en
nuestros alumnos este comportamiento lector, dominar los
enfoques globales y llenos de sentido, a fin de ofrecer una
variedad de situaciones lectoras vivenciales y encarnadas en
los intereses y necesidades de los niños, de los jóvenes y de
los adultos.

5-CONCLUYENDO:

Si queremos alcanzar el objetivo último del sistema educativo : el

logro de estudiantes estratégicos, autónomos e independientes,
hay que conseguir que nuestros estudiantes y que todos nosotros
seamos, ante todo, buenos lectores; es decir metalectores. No
basta con leer para estudiar, no hay que seguir asociando lectura y
estudio, lectura y escuela, lectura y obligación, lectura y edad.

Ayudemos a los niños a aprender a leer actualizando nuestros

conceptos y nuestros enfoques.
Sigamos perfeccionando nuestro comportamiento lector para ser
mejores modelos para nuestros alumnos.
Porque ... “Aprender a leer es una tarea de todos y de siempre”
Nunca se “aprende a leer”, “ siempre se puede mejorar”

Y para eso estamos todos aquí. Felicidades y ¡ Adelante!