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de
riesgo, patrones de
crianza;
imaginarios;
En los casos de violencia juvenil es claro que ha fallado la autoridad de los padres,
y hay que distinguir entre ser autoridad, tener poder y tener autoridad; el ser
autoridad se reconoce por ser el progenitor, pero esto no significa tener autoridad,
sobre todo cuando el joven ya no obedece ni respeta esa autoridad paterna. No
existe ya esa coercin o capacidad para mandar y ser obedecido, y esto genera
de por s el desborde en la conducta que lleva a la delincuencia.
Otro aspecto que hay que examinar y que permite comprender la delincuencia
juvenil es los patrones de crianza; segn Papalia (2000), un estilo de crianza
autoritario o demasiado permisivo, fomenta la conducta delictiva, ya sea por el
rechazo a la imposicin o porque no se tienen lmites y control para la conducta.
La delincuencia juvenil es muestra de las debilidades y carencias que exhiben los
patrones de crianza.
Las conductas delincuenciales pueden ser reprimidas, como forma del poder
coercitivo del Estado; pero entonces segn Foucault, y citando al psicoanlisis,
queda un deseo, que cuando ya no hay coaccin vuelve a aflorar como conducta
delictiva. Los procesos de intervencin del joven delincuente debe implicar la
participacin de las instituciones gubernamentales, la familia y la sociedad en
general, pues se trata de un problema de salud pblica, que refleja las distorsiones
de una sociedad que requiere prestar mayor atencin a sus jvenes.
BIBLIOGRAFA