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El baño del bebé.

Consejos para bañar a los bebés


El baño forma parte de la higiene diaria de los bebés.

Aunque no se ensucian como un niño mayor, el baño sirve para eliminar el sudor y las células
muertas de la piel.

Además, es una actividad relajante y favorece el sueño del bebé. Por esta razón, la mayoría de
las madres baña a su hijo por la noche.

El baño también favorece el contacto corporal entre la madre o el padre y el bebé. El contacto
físico con sus padres tranquiliza a los bebés y les da seguridad. Es un buen momento para
hablarles, cantarles, hacerles algún mimo o darles un masaje después del baño.

Cómo elegir la bañera más adecuada para tu bebé


Durante los primeros meses de vida del bebé, conviene bañarle en una bañera específica para
bebés.

La bañera debe ser anatómica y de plástico antideslizante y puede colocarse encima de una
mesa o dentro de la bañera, aunque esta última opción resulta más incómoda.
En el mercado existen muchos tipos de bañeras: de plástico, plegables, bañera-cambiador,
inflables...
Las bañeras-cambiador evitan tener que trasladar al bebé a otra habitación y tener que
preparar un sitio diferente para secarle y vestirle. Suele ser cómodo que pueda colocarse sobre
una mesa o superficie elevada para no tener que agacharse.

En cualquier caso, asegúrate de que la bañera sea estable cuando el bebé se encuentre en su
interior y de que el material de fabricación no sea tóxico.

La habitación dónde bañes a tu bebé debe estar a una temperatura agradable,


aproximadamente unos 20 grados, y no debe tener corrientes de aire, focos de luz directa ni
ruidos.

Comprueba la temperatura del agua antes de bañar al


bebé
La bañera no debe llenarse más de 10 ó 15 cm y la temperatura del agua debe estar cercana a
la temperatura del cuerpo 35-37º. Si no dispones de un termómetro de baño, puedes
comprobar la temperatura introduciendo un codo en el agua. Empieza llenando la bañera con
agua fría y completála con agua caliente. Así evitarás que tu bebé se queme.

No abuses del uso de jabones sobre la piel de tu bebé


No hace falta utilizar jabón a diario sobre la piel de los bebés, pues reseca en exceso la piel.
Sólo es necesario si está muy sucia la zona del pañal. Puedes utilizar aceites vegetales para
favorecer la elasticidad de la piel.

Antes de empezar a bañar a tu bebé, asegúrate de tener a


mano todo lo necesario
El bebé no debe quedarse sólo en el baño en ningún momento. Por ello, antes de empezar es
necesario tener a mano:

• Una toalla seca y templada.


• Jabón líquido neutro para bebés.
• Una esponja vegetal.
• Crema especial para el culito.
• Aceite o crema hidratante para bebés
• Una gasa estéril y alcohol de 70 grados para la cura del cordón umbilical.
• Pañales.
• La ropa con la que se le va a vestir.
• Un cepillo de cerdas suaves.
• Colonia suave para bebés, que debe aplicarse en la ropa y con moderación
El polvo de talco puede ser tóxico para el bebé si éste lo inhala. Es preferible prescindir de su
uso.

La mejor hora para bañar al bebé. ¿Bañar al bebé por la


noche o por la mañana?
No hay una hora que sea "la mejor" para bañar a un bebé. Cada familia puede planearlo como
más le convenga.
La práctica habitual consiste en bañar al bebé por la noche, antes de darle el pecho o el
biberón, ya que se piensa que el baño en este momento del día relaja al bebé, por lo que
comerá más tranquilo y conciliará mejor el sueño. Además, muchos padres disfrutan bañando a
sus hijos y la noche es el único momento del día en el que pueden dedicarle el tiempo
necesario.

Los padres deben observar a su hijo y elegir el momento más apropiado de acuerdo con el
temperamento de su bebé. A algunos niños el baño les despeja en lugar de relajarles; otros,
si están muy hambrientos, puede que cojan una rabieta y se queden dormidos durante la toma.
También puede ocurrir que se relajen tanto que igualmente se queden dormidos mientras
comen.
Algunos padres han llegado a las siguientes conclusiones:
• Es preferible bañar al bebé cuando no está muy hambriento. Justo antes de una toma, es más
probable que se muestre irritable y llore.
• Muchos bebés hacen caca justo después de comer, así que este sería un buen momento, salvo
que... se haya quedado dormido.
• Algunas personas temen que "se le corte la digestión" si se le baña después de una comida.
Un baño breve y templado nunca supone un peligro para la digestión.
• Da igual bañar al bebé por la tarde que por la mañana. Es cuestión de gustos y necesidades
particulares.

A algunos bebés no les gusta la hora del baño


Algunos bebés se relajan en el baño, mientras que otros lloran cuando se les viste y desviste y
también dentro del agua.

Probablemente sea porque su temperamento les hace más irritables y toleren mal los cambios
(de ropa, de actividad, de postura).

Parece que se sienten inseguros sin ropa y sin apoyo.

Por lo general se van habituando al baño y, poco a poco, disfrutan más con esta actividad.

Si la hora del baño del bebé es motivo de estrés para los padres, pueden hacerlo en días
alternos (los bebés no se ensucian tanto), y limitarse a limpiarle la cara y el culito.

Algunos padres y madres han comprobado que el bebé se relaja más si se bañan con él,
sujetándole contra su cuerpo, lo que le da seguridad y le permite bañarse sin llorar.

Cómo se baña a los bebés. Cómo sujetar a los bebés en el


baño.
Se sostiene al bebé boca arriba, pasando el antebrazo por debajo de su cabeza y sujetándole
con la misma mano por debajo del brazo. De este modo, su cabeza queda apoyada en la
muñeca del adulto y la espalda en la palma de la mano. Con la mano libre se lava al bebé.

El baño se empieza por la cabeza. Primero se escurre el agua de la esponja sobre el cabello
del bebé y luego se le limpia suavemente la cara con ésta. Se añaden a la esponja unas gotas
de jabón neutro que no irrite los ojos y se le frota suavemente el cabello. Para aclararlo, se
vuelve a escurrir agua de la esponja. Después se enjabona el resto del cuerpo prestando
especial atención en la zona del ombligo, pues es conveniente no humedecer el cordón
umbilical.
En las niñas, el lavado de los genitales debe realizarse de delante hacia atrás, para no
arrastrar hacia la vulva las bacterias de la zona anal. A los niños, simplemente se les lava el
pene y los testículos con la esponja.

Al finalizar el baño, se envuelve al bebé en una toalla suave y templada, previamente estirada
sobre una superficie lisa, y se le seca mediante masajes o golpecitos suaves, pero nunca
frotando.

Es importante asegurarse de que la piel del bebé queda bien seca, sobre todo entre los
pliegues que se forman en las piernas, en los brazos y en el cuello. De lo contrario se podrían
producir irritaciones.

Las orejas se secan con una toalla. No es recomendable el uso de bastoncillos para los oídos.
Para el cabello también se usará una toalla, sin miedo a tocar las fontanelas, unas zonas
blandas y hundidas situadas en la parte superior y posterior de la cabeza del bebé protegidas
por una resistente membrana.

La piel del recién nacido tiende a escamarse, pues, tras nueve meses en contacto con el
líquido amniótico del útero materno, se enfrenta por primera vez a un ambiente seco. De ahí
que sea aconsejable aplicar una loción hidratante o aceite para bebés en las zonas más
secas después del baño.

¿Cada cuánto tiempo debemos cambiar el pañal al bebé?


¿Qué tipo de pañales utilizar: desechables o lavables?
Durante los primeros meses, el pañal debe cambiarse después de cada toma y siempre que
esté mojado, pues la piel del bebé es muy delicada y se irrita con mucha facilidad.

El cambio de pañal: los pañales desechables


Los pañales desechables son los más utilizados en la actualidad. Su éxito se debe
principalmente a la comodidad y el desahogo de tiempo que supone para los padres no tener
que lavarlos.

Son muy absorbentes y permiten que el bebé permanezca seco y sin irritaciones durante
largo tiempo. Sus tiras adhesivas hacen que sean fáciles de cambiar y permiten comprobar si el
bebé está mojado despegando y pegando las tiras adhesivas todas las veces que sea
necesario.

Los padres podrán encontrar pañales desechables especialmente adaptados al peso y la edad
del bebé y con zonas diferenciadas de mayor absorción según sea niño o niña.

¿Cómo se cambian los pañales desechables?


El cambio del pañal se realizará sobre una superficie plana, mullida e impermeable. Antes
de empezar, los padres deben asegurarse de que tienen a mano un pañal limpio, una toalla,
crema tópica para bebés y toallitas humedecidas o una palangana con agua tibia y una esponja
vegetal.
Se coloca al bebé boca arriba y se le levantan las piernas sujetándolo por los tobillos con una
mano para poder ver bien la zona que hay que limpiar. Luego se retira el pañal sucio utilizando
la parte limpia para eliminar los restos que han quedado en el culito.

A continuación, se le limpia con una toallita húmeda o una esponja, teniendo cuidado de no
arrastrar la suciedad del ano hacia la vagina en el caso de las niñas y sin retirar el prepucio en
el caso de los niños.

Antes de ponerle el pañal limpio, hay que comprobar que el cordón umbilical no se haya
humedecido por el contacto con el pañal mojado. De ser así, los padres deben cambiar la gasa
por otra nueva empapada en alcohol de 70 grados.

La ropa del bebé. ¿Cómo vestir a los bebés? Consejos


prácticos para madres y padres
A los recién nacidos por lo general no les gusta estar desnudos, pues al verse privados del
abrigo que les da la ropa se sienten desprotegidos. Los bebés prematuros son los más
exigentes. De ahí que muchos de ellos se pongan a llorar cuando se les desnuda.

No existen reglas o consejos universales con respecto a la ropa de los bebés. Depende más de
gustos personales y modas locales. Sin embargo, se pueden tomar en cuenta algunas
consideraciones prácticas.

Para que la ropa se le pueda poner y quitar con facilidad, conviene elegir prendas que se
abran totalmente por delante o por detrás. También conviene evitar aquellas prendas que
suelten pelo o tengan adornos pequeños que puedan desprenderse y llegar a la boca o la nariz
del bebé.
Es recomendable utilizar prendas de fibras naturales (algodón), que absorben la humedad y
no producen irritaciones ni alergia.
La ropa debe ser amplia y ligera para permitir libertad de movimiento. No obstante, la ropa
interior, como las camisetas y los bodies de algodón, no debe quedar demasiado holgada.

Los jerseys, las chaquetas, los leotardos, los calcetines o patucos y los peleles o pijamas
enteros, completan el equipo necesario para vestir al bebé.

Los baberos pequeños son útiles para que la baba y las regurgitaciones del bebé no empapen
la ropa. Así, el bebé permanece seco más tiempo y se evitan las irritaciones en el pliegue del
cuello.

¿Cómo vestirlo?
La cabeza del bebé no es redonda, sino ovalada. De ahí que para ponerle una prenda por
arriba, primero se introduzca el cuello de la prenda por la parte posterior de la cabeza y
después se estire, pasándola por delante de la cara del bebé.

Para quitársela, se realiza la misma operación pero a la inversa: primero se hace pasar el
cuello de la prenda por delante de la cara y después se desliza hacia la parte posterior de la
cabeza.

Para vestirlo por los brazos, el adulto introduce dos dedos a través de la manga, saca la mano
del bebé y estira la manga a lo largo del brazo, procurando que las manos del bebé estén
cerradas. De lo contrario, es fácil que alguno de sus dedos se enganche con la manga.

Para desvestirle, se tira suavemente de su brazo por dentro de la prenda hasta sacar su mano
por la sisa. Se debe seguir el mismo proceso para introducirle una prenda por las piernas si
ésta no tiene abertura con corchetes. Cuando se viste al bebé con prendas de una sola pieza,
primero se pone la parte superior de ésta y después se introducen las piernas.

Para mayor comodidad de los padres y del bebé, lo mejor es cambiarle en un vestidor o en
una cama donde el bebé pueda moverse libremente sin riesgo de caerse.

Antes de desvestirlo, los padres deben tener a mano el pañal y la muda. En ningún momento
se debe dejar solo al bebé. Para que no se enfríe innecesariamente, se debe hacer sin
interrupciones. Si la ropa esta fría, se puede calentar un poco con la ayuda de una plancha o
colocándola sobre un radiador.
Cómo lavar la ropa del bebé?
La piel del bebé es tan sensible que el contacto con una prenda en la que queden restos de
detergente puede producirle reacciones alérgicas o irritaciones. Su ropa debe lavarse con un
detergente líquido para prendas delicadas y aclararse cuidadosamente.

No es recomendable utilizar productos anticalcáreos, suavizantes ni blanqueadores.

Algunos bebés pueden tener alergia a la lana o a las prendas sintéticas. Por ello, es preferible
utilizar prendas de algodón y consultar con el pediatra ante cualquier síntoma de irritación

Guía básica sobre el sueño del bebé


Los bebés pasan la mayor parte del día (y de la noche) durmiendo. El ritmo con que pasan del
sueño a la vigilia tiene que ver con su temperamento, el tipo y ritmo de alimentación y el tipo de
estímulos ambientales.

Las principales preocupaciones de los padres con respecto del sueño de los bebés pequeños
son:

Cuál es la postura recomendada para dormir para tu bebé?


Durante los últimos 30 años se había recomendado poner a los bebés boca abajo por temor a
que algo de alimento del estómago fuese regurgitado y se introdujese en los bronquios,
causando asfixia.

Sin embargo, estudios epidemiológicos han mostrado que el síndrome de muerte súbita del
lactante ocurre con más frecuencia en bebés que estaban acostados boca abajo. Por tanto, en
la actualidad, se recomienda acostar a los bebés preferentemente de lado o boca arriba, por
lo menos durante los 6 primeros meses de vida.
Cuál es el mejor ambiente para favorecer el sueño de tu
bebé?
Durante las primeras semanas, los bebés se duermen en cualquier parte, apenas les molesta
la luz ni el ruido normal de una casa.

Para ayudar al bebé a ir aprendiendo poco a poco a diferenciar la noche del día, suele
recomendarse que por la noche, se le acueste en una habitación oscura.

En general se debe evitar:

• Que la cuna esté directamente al sol.


• Que esté en zona de corrientes de aire.
• Fumar en la misma habitación.
• Ruidos excesivos.

Cuna o nuestra cama?


Las cunas existen para los bebés desde tiempos muy antiguos, pero también hoy en día siguen
existiendo muchas culturas en que la práctica habitual es que los bebés duerman con la
madre, compartiendo su cama, incluso hasta edades relativamente "avanzadas" como los 5 ó 6
años.

Ninguna madre "normal" ha aplastado a su bebé mientras dormía con él a su lado. De forma
instintiva, la madre se adapta porque se le agudiza el oído de forma notable (antiguamente se
hablaba de "oreja de nodriza"), y forma un hueco natural para que el bebé se acurruque.

Podría darse algún caso de aplastamiento o asfixia en caso de que la madre hubiera
consumido sustancias que depriman su cerebro, tales como el alcohol, drogas, tranquilizantes
o somníferos.

Es una cuestión de elección personal: unas familias prefieren tener a los bebés en cunas y
otras prefieren ese contacto más íntimo.
Muchos padres reconocen que duermen mucho más tranquilos si tienen cerca a su bebé. Dar
el pecho en la propia cama sin tener que levantarse es ciertamente mucho más cómodo. Sólo
conviene estar seguros de que la cama sea lo suficientemente amplia para todos y que el
colchón sea firme. Para aumentar la seguridad, no se debe fumar en esa habitación.

Otra opción consiste en colocar la cuna junto a la cama con uno de los laterales bajados y los
colchones a la misma altura, de forma que si el bebé necesita mamar o ser consolado, se le
puede acercar alargando el brazo. Cuando vuelve a quedarse dormido, se le deja de nuevo en
la cuna. Existen modelos especiales de cuna adaptadas a este fin.

Durante mucho tiempo, aunque sólo en la cultura occidental, se ha mantenido la creencia de


que acostar al bebé aparte, sacándolo de la habitación de los padres a los pocos meses de
vida, hacía hijos más independientes, pero esto no es verdad. La forma de educar y ayudar a
madurar a un hijo no tiene que ver sólo con el lugar donde duerme el niño, sino con cómo es la
relación entre padres e hijo durante todo el día.

Comer a la noche?
El bebé de pocas semanas tiene que comer por la noche. Los bebés necesitan comer muy a
menudo, especialmente los primeros días, para adecuar la producción de leche de su madre a
sus propias necesidades. Es fundamental que el bebé mame a menudo los primeros días para
asegurar una buena producción de leche.

Por tanto, es probable que el bebé pida mamar varias veces durante la noche. Dar el pecho en
la cama es muy cómodo y seguro. Si el bebé no se alimenta del pecho, hay que levantarse a
preparar un biberón por la noche.

Las tomas nocturnas de pecho suelen ser muy relajadas y mucho más cortas. Si el bebé toma
biberones, seguramente tomará uno o dos por la noche. Más adelante, las tomas se espaciarán
más.
Los bebés amamantados duermen a intervalos más cortos que los alimentados con biberón,
pero se quedan dormidos con más facilidad debido a uno de los componentes de la leche
materna (el triptófano).

Las madres que dan el pecho también sienten que les resulta mucho más fácil volver a
quedarse dormidas. Las hormonas que regulan la lactancia también ayudan a relajarse.

Cuándo toda la noche?


Esto no se sabe. Algunos bebés empiezan a dormir 4-5 horas de un tirón por la noche a las
pocas semanas de vida y van aumentando la duración de ese sueño nocturno, mientras que
otros siguen despertándose para comer varias veces en la noche durante muchos meses e
incluso años. Es normal que los bebés amamantados se despierten por la noche durante más
tiempo.

No es fácil "enseñar" a un bebé a dormir de un tirón. Influyen factores variados y entre ellos,
su temperamento, así como el de sus padres. Existen partidarios de "entrenar" al bebé con
métodos de tipo conductual, pero otras familias prefieren atender al niño o bebé que llora por la
noche de una forma más amorosa.
Tarde o temprano, los niños aprenderán a dormir solos. Tarde o temprano se independizarán.
Cómo duerme tu bebé?
Las pautas de sueño de los bebés son distintas a las de los adultos. A ellos les cuesta conciliar
el sueño y nunca duermen toda la noche de un tirón, pues necesitan alimentarse a menudo.

Al igual que en los adultos, el sueño del bebé se divide en fases de sueño profundo o no REM
y fases de sueño activo o REM. Ahora bien, en el caso del bebé, estas fases se alternan con
mayor frecuencia que en los adultos.

Las fases de sueño activo o REM, en las que el bebé está más inquieto, abarcan
aproximadamente el 80% del tiempo que está dormido. Por ello se despiertan tan a menudo y
con tanta facilidad. El sueño del bebé comienza con esta fase de sueño activo, en la que se
mueve, gimotea o sonríe, sus ojos se mueven debajo de los párpados y cualquier estímulo
externo o interno le despierta.
Después de la fase REM, el bebé pasa a la fase de sueño profundo o no-REM, en la que la
respiración es regular, apenas existe movimiento y, si el bebé se despierta por algún estímulo
externo, vuelve a dormirse al poco tiempo. A medida que van pasando las semanas, el sueño
del bebé cada vez tiene fases más largas de sueño profundo.

El predominio de fases REM, unido a la necesidad del bebé de recibir alimento con regularidad,
hacen que el ritmo día-noche no se desarrolle en el bebé hasta el cuarto o quinto mes.

Cuántas horas duerme tu bebé?


Durante los primeros meses, la mayoría de los bebés duerme entre tomas, aproximadamente
unas 18 horas al día. No obstante, algunos permanecen despiertos entre algunas de las
tomas, sin que esto deba preocupar a los padres.

A medida que crecen, los bebés cada vez duermen menos, hasta que al final del primer año
sólo hacen dos siestas por día.

Estas indicaciones sobre la duración del sueño según los meses pueden servir de orientación a
los padres:

• 1-2 meses: 16-19 horas/día.


• 3-4 meses: 15-18 horas/día.
• 5-6 meses: 14-16 horas/día.
• 7-8 meses: 13-15 horas/día.
• 9-12 meses: 12-14 horas/día.
La falta de sueño hace que el bebé se muestre más irritable y puede repercutir en su
desarrollo, ya que es durante el sueño cuando su organismo segrega la hormona del
crecimiento (somatotropa o GH).

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