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A La Opinión Milenio
Attn. Doña Marcela Moreno
Enero 9 del 2010

DESASTROSA la imagen de México en el exterior, Mala imagen tenemos en el

extranjero en relación a derechos humanos, a transparencia, a la guerra del gobierno
federal contra trabajadores mineros y de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, en
cuanto a competitividad y en desarrollo –último en América Latina- y sobre seguridad
interior derivada de la guerra nefanda vs. el narcotráfico, emprendida por Calderón
desde que tomó las riendas del país de manera cuasi en subterfugio por la poca
legitimidad que el pueblo palpó y, las enormes dudas sobre el deshonesto desarrollo de
las alecciones, el falso proceder de los medios a todas luces cómplices del partido de
FCH y la negativa del mismo a recontar los votos.

La desastrosa imagen que se tiene en el exterior, de México, la tenemos los

mexicanos del gobierno y del propio presidente Felipe Calderón por sus mentiras,
incumplimientos y su palpable incapacidad, tanto para gobernar como para decir la
verdad, seleccionar subalternos y entregar antipatrióticamente los bienes nacionales y la
seguridad de México y de los mexicanos al exterior y a sus cómplices, empresarios
mexicanos, aún violando flagrantemente la constitución política de Los Estados Unidos
Mexicanos, burlando los más caros sentimientos del nuestro pueblo.

Sin embargo, y a pesar de que en el exterior y en el interior del país se perciben

circunstancias caóticas sociopolíticas y económicas, Calderón Hinojosa “instruye” a
nuestros diplomáticos para que atraigan capital extranjero a México y, tanto él, como la
C. Secretaria de Relaciones Exteriores, aleccionan a nuestros cónsules y embajadores en
las formas y las maneras de hablar bien de México, y me pregunto… ¿El colocar a sus
amigos y partidarios –Felipe Calderón- en puestos clave del Servicio Exterior, a gente
NO apta para esos menesteres –como a nuestro ex presidente municipal en España y a
Eduardo Medina Mora en Gran Bretaña, por ejemplo- abona y contribuye a que se
piense y se hable bien de México? y, ¿la impunidad alarmante existente dentro de todos
los medios policiales y judiciales y la enorme corrupción prohijada por la misma
impunidad, nos daría la imagen necesariamente aceptable para que los capitales
extranjeros viniesen a México a arraigarse?. Claro que no… pero la cuestión es hacer
discursos y crear polémica, tal, cual, sus propuestas en el decálogo de reformas que
propuso, para ganar tiempo y, que se agoten los tres años que le quedan de mísero
gobernar, de administrar lo falsario y la mentira, la deshonestidad y los dictados del
Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional para entregar, tanto las materias
primas de México, los ahorros para el retiro de los trabajadores, los sindicatos y los
energéticos a las trasnacionales y a sus cómplices mexicanos. Ese y no otro es el quid de
la retórica discursiva de Felipe Calderón y sus pérfidos consejeros.

Atenta y respetuosamente

Augusto Hugo Peña D.

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