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DERECHOS DE LA TIERRA Y TEOLOGIA DE LA LIBERACIÓN

Dr. Leonardo Boff.

El tema que nos va a ocupar hoy es sobre los derechos humanos, sus nuevas fronteras y los
derechos de la Tierra. Yo voy a abordarlo desde la perspectiva nuestra, de la periferia del sistema.
Todo punto de vista es visto desde un punto, entonces es importante ya definir el punto desde donde
yo tengo mi vista. Es decir, desde países, el continente latinoamericano, donde históricamente y de
forma sistemática se violan derechos humanos, derechos de pueblos, de clases sociales, de
indígenas, de afro-descendientes,… Son sociedades las nuestras profundamente divididas, que
fueron construidas sobre el colonialismo, el etnocidio indígena, el esclavismo, y hoy el globalismo.
Entonces son los países tecnológicamente retardados y políticamente marginales al sistema global.
Esto tiene como consecuencia que siguen sobre nosotros consecuencias éticas, políticas, y el sentido
de la dignidad de los derechos.
Si uno mira un poco la historia de los derechos humanos se da cuenta de que siempre es la
historia de los débiles contra los fuertes, los pudientes. Los débiles no tienen nada que ofrecer sino
presentar su dignidad como límite a la voracidad y al poder del otro.
Por otra parte la lucha por los derechos humanos es también una lucha por la vida. Y la vida
es el centro de todo. A ella debe servir la economía, la política, la cultura y los avances
tecnológicos. Derecho a la vida significa concretamente derecho a los medios de la vida. Derecho a
la alimentación, a la salud, al trabajo, a la vivienda, a la educación, a la seguridad. Solamente en mi
país que somos 180 millones hay 40 millones que pasan hambre. En un país que es el más grande
exportador de granos del mundo. Entonces ahí hay una sistemática negación del derecho a la vida.
Y servir a la vida significa también empezar esa defensa desde los que menos vida tienen. A mi
juicio uno de los dos aportes más significativos de la Teología de la Liberación desde los años 60
fue plantear la cuestión de los derechos humanos desde una parcialidad, desde las grandes mayorías
a las cuales se niegan los derechos humanos. Desde ellas se puede plantear la universalidad de los
derechos porque si empezamos con la clases medias, las clases integradas y pudientes dejamos al
borde y olvidamos las grandes mayorías empobrecidas. Entonces, empezando por los últimos,
dando centralidad a ellos, se permite hacer un discurso de universalidad. Es pasando por esa
parcialidad que nos llega a la universalidad de los derechos.
Esa perspectiva nos ha abierto el gran abanico de los derechos. Conocemos las varias
generaciones de derechos. La generación de los derechos individuales, clásicos; de los derechos
sociales, de los derechos trans-individuales, de los pueblos, de las culturas; de los derechos
genéticos, de las células, de los genes, de organismos que no pueden transformarse en una
mercancía y todo un mercado de órganos; o el derecho que uno tiene sobre su realidad biológica y
física. Los derechos de la realidad virtual, el derecho que uno tiene de no ver distorsionada su
imagen hecha ridícula como se ha hecho por ejemplo, fue la discusión mundial, sobre la figura de
Mahoma, el derecho que tenemos que respetar símbolos y personas. Y finalmente el derecho de la
Tierra como el super-organismo vivo, la Tierra con Gaia.
La Declaración de los Derechos Humanos ha tenido el mérito en decir: “todo hombre tiene
derechos”, pero ha tenido el defecto de pensar: sólo los hombres tienen derechos. Por eso las
mujeres tuvieron que luchar mucho para garantizar sus derechos. Solamente en los años 30 en
Europa las mujeres han tenido el derecho de votar (ya que ayer tuvimos votos en toda España); en
Brasil solamente en el año 1984. Los indígenas tuvieron que luchar mucho para ser reconocidos
como hombres, y respetados. Igual a los afro-descendientes tuvieron siglos luchando para tener su
plena ciudadanía y reconocimiento. Y así también los ecosistemas, la Tierra, estamos luchando para
que se reconozca la dignitas terra, la dignidad de la Tierra, como hay la dignidad de los seres
humanos.
Entonces todos esos derechos que hemos hablado aquí, varias generaciones de derechos,
todas ellas están basadas en esa realidad de la vida y de la dignidad de la vida. Y cuando hablamos
de los derechos de la Tierra aquí tenemos que incorporar la visión más moderna de la Tierra. Es la
visión que se compagina con la más antigua de nuestros pueblos originarios, de los indígenas, que

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consideraron siempre la Tierra como la magma mater, la gran madre, la Pacha Mama, la Tierra
como un súper-organismo vivo de los seres humanos hijos e hijas de la Tierra. Esta visión que es
tradicional, antigua, casi mitológica, presente en todas las culturas originales, se compagina con la
punta más avanzada de la ciencia que entiende la Tierra no como está en los manuales de geografía,
como una composición de elementos líquidos: los ríos, mares y océanos, y las partes elevadas: los
continentes. Es una visión pobre de la Tierra.
En los últimos 30 ó 40 años particularmente a partir de científicos de la NASA que
construían aparatos científicos para ser acoplados a los cohetes, a las naves espaciales, para detectar
vida en el Universo, y jamás han detectado nada en el Universo, pero cada vez que esos aparatos se
volvían hacia la Tierra todos temblaba, todos las “zetas” apuntaban “ahí hay vida”, apuntaban para
la Tierra como algo vivo. Ese científico que coordinaba un equipo de más o menos 100 otros
científicos de diferentes especialidades, James Lovelock, médico y astrofísico inglés que trabajó
muchos años para la NASA, sistematizó los datos, escribió tres libros muy importantes. Uno:
“Gaia, una visión nueva de la Tierra”, el segundo “La biografía de Gaia”, la historia de la Tierra, y
el ultimo que salió hace dos meses “La venganza de Gaia”, la crisis climática como reacción a Gaia.
¿Por qué el nombre “Gaia”? Gaia es uno de los nombres de la mitología griega para la Tierra
mientras la Tierra es un organismo vivo, que produce vida, sea vida vegetal, vida animal, vida
humana. Él se ha dado cuenta que comparando los elementos físico-químicos de la Tierra con los
planetas más cercanos nuestros como Venus y Marte, se ha dado cuenta de que la Tierra tiene una
autorregulación, tiene un sistema de integración de todos sus elementos que sólo un ser vivo puede
tener. Por ejemplo: desde millones y millones de años, por las crisis que ha pasado la Tierra siempre
ha conservado el 21 % de oxígeno, si llegara a un 23,-24- 25% nadie podría encender un cigarrillo
porque se quemaría todo el oxígeno. Si cayera para 18 ó 15 nos desmayaríamos por falta de
oxígeno. El Nitrógeno que es responsable por el crecimiento de todos los seres: de los árboles, de
los animales, de nosotros, sin él todos seríamos enanos, tiene 79% siempre, millones y millones de
años. La salinización de los océanos, que regula todos los climas de la Tierra, la humedad y las
lluvias, es ya hace miles de millones de años 3,4% de salinización. Si llegara a 5% sería imposible
la vida, si llegara a 3 ó 2% también sería imposible.
Entonces la Tierra se autorregula, así han pasado todos los elementos físico-químicos para
mostrar como la Tierra es un organismo vivo. En el cual lo físico, lo químico, lo biológico, lo
antropológico, está de tal manera interdependientes, interligados, que forman sistema, que hace que
la Tierra sea benevolente a la vida. Y cuando se desregula eso entonces empiezan las catástrofes, las
sequías de una parte, las inundaciones de otra, y es lo que está ocurriendo en este momento. Cuando
el 2 de febrero de este año el Panel Intergubernamental de Cambio Climático publicó los datos,
después de 6 años de investigaciones de 2,000 científicos, en 130 países diferentes, se han dado
cuenta de que nosotros no vamos al encuentro del calentamiento de la Tierra, que ya estamos
dentro. Hasta ahora la preocupación era siempre de no “ultrapasar” los límites, de preservar, cuidar
la Tierra. Como dice la Carta de la Tierra con entendimiento, con compasión y con amor. Pero no
“ultrapasar” el límite que traspasado el límite iba a introducirse cambios fundamentales.
Efectivamente eso se ha apuntado con 90% de seguridad que estamos dentro de un cambio
climático de grandes proporciones. Y que eso es antropogénico, es decir, es producido por las
actividades de los seres humanos.
Se puede incluso establecer una fecha, a partir de 1730, cuando empezó en toda Europa el
proceso industrialista, se han empezado a emitir a la atmósfera gases de efecto invernadero que se
fueron acrecentando, acumulando más y más, hasta el punto que ahora se lanzan en la atmósfera
como 27.000 millones de toneladas de dióxido de carbono al año. Eso significa una montaña de 1.5
Km de altura con 19 Km de base. ¿Cómo la Tierra va a digerir esto? ¿incorporar esto? ¿diluir
esto?...
Entonces se dice que llegamos a un punto que la Tierra como sistema, como Gaia, ya no
alcanza a autorregularse a sí misma. Sea los niveles de las sequías e inundaciones, sea los niveles de
la sabanización de las grandes forestas humedas, sea los niveles de desertificación creciente en todo
el planeta. La Tierra ya no alcanza a autorregularse. Necesita la intervención del ser humano, y los
datos dan que la Tierra ha pasado ya un 25% su capacidad de autogeneración. Es decir, nosotros

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hemos llegado a un nivel de explotación que hemos desequilibrado el sistema autorregulador de la
Tierra.
Entonces ese hecho posiblemente a partir de ahora va a cambiar el estado de conciencia de
la humanidad porque los datos nos dicen que el clima se quedará entre 1.6 hasta 6 grados Celsius,
posiblemente regulándose, acomodándose a 2 grados Celsius. Esos 2 grados pueden significar una
gran devastación de la biodiversidad. Normalmente en el proceso evolutivo de la Tierra desaparecen
por año 300 especies que han llegado a su clímax. Después de millones-billones de años
desaparecen porque han llegado a su punto máximo de realización, de virtualidades. Dada la
agresión sistemática del proceso industrialista, hoy globalizado, están desapareciendo como 3.500
especies, de forma definitiva. Cada especie es una especie de libro. Ni siquiera fue abierto y leído.
Tal vez dentro de ese libro estaría la solución para el alzheimer, para el sida, para el parkinson…
pero están desapareciendo de una manera irresponsable dado el proyecto de nuestra civilización.
Nuestra civilización se ha propuesto en los últimos 4 siglos explotar de forma sistemática e
ilimitada todos los recursos de la Tierra: el suelo, el subsuelo, el aire,… en todas las partes. Y ahora
nos damos cuenta de que la Tierra no aguanta, está bajo un estrés muy elevado. Pueden empezar las
eras de las devastaciones.
Aquí aparece un reto, yo diría más que político, un reto ético y espiritual, de cómo los seres
humanos tienen que reinventar nuevas relaciones alternativas para garantizar el futuro de la vida y
el futuro del planeta, o para que el planeta sea benevolente para la vida humana. Como dice James
Lovelock en su último libro “La venganza de Gaia”: “es que no es imposible que si desde ahora no
empezamos a hacer grandes inversiones anualmente en el punto de 1 trillón de dólares al año a nivel
global para armonizar el clima de la Tierra 2 grados, si no empezamos en este momento, en los años
2040-2050 gran parte de la humanidad, o gran parte de la Tierra, para decirlo de una manera más
suave, puede existir sin los seres humanos. O que gran parte de los seres humanos no tendrán
condiciones de supervivencia”.
James Lovelock pasó en noviembre en Brasil para lanzar su libro “La venganza de Gaia”, un
libro que merece ser leído, sea por sus contenidos científicos, sea por sus alternativas que presenta,
sea por el alarde ecológico que despierta, que dice lo que ahora para Brasil es un avance evolutivo
que tenemos 250 días de sol al año, será nuestra desgracia a partir de los años 2030 porque gran
parte de nuestro país a raíz del sol y del calor será inhóspito, será inhabitable para gran parte de la
población brasileña. Y 1/3 del Amazonas está amenazado de ser una inmensa sabana. Sabemos
nosotros que las florestas húmedas, precisamente la zona amazónica que recubre nueve países
distintos de América Latina es el extractor-equilibrador de los climas de todo el sistema Tierra. Por
ahí se regula la humedad del sistema, el régimen de lluvias, de sequías, la fecundidad, la
biodiversidad. Si ese sistema será atacado, entonces sí entramos sistemáticamente en la tribulación
de la desolación (utilizando una expresión bíblica). Grandes consecuencias para el sistema de la
vida. Tal vez nunca en la historia de la humanidad llegamos a un punto tan crítico. A mi juicio
nosotros estamos, y ésta es una opción de fondo de mi reflexión, que nosotros estamos de cara a una
alternativa, una gran tragedia que lo peor que puede acontecer es dejar que todo siga como está
ahora, no hacer nada, entonces vamos efectivamente al encuentro de una tragedia, o si empezamos
de una manera colectiva, y gracias a Dios casi todos los Estados, las grandes multinacionales,
grandes empresas, se están reuniendo discutiendo fórmulas, inversiones, cómo cambiar el sistema
de producción para que no sea tan dañino, cómo ahorrar energía, cómo tener una relación más
benevolente con la Tierra que no sea tan devastadora de los recursos escasos, y cómo preservar más
y más todas las formas posibles de vida, porque en la vida todo está entrelazado, el uno viene del
otro, y garantiza la co-evolución, el equilibrio del sistema de la vida. Entonces está ocurriendo un
fenómeno mundial de preocupación, de cuidado con la Tierra. Entonces no estaríamos de cada a
una tragedia sino de cara a una gran crisis.
La Tierra y la humanidad ha conocido muchas crisis. La Tierra como sistema que ya tiene
como 5.000 millones de años ha pasado por 15 grandes devastaciones. En algunas de ellas el 80%
de toda la carga biótica ha desaparecido. La más grande y conocida ocurrió hace 67 millones de
años cuando los dinosaurios desaparecieron; un meteoro rasante cayó en el sur de Méjico y se creo
una nube tan grande en todo el planeta que el clima subió como 5-8 grados y ha exterminado dentro

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de una generación todos los dinosaurios, después que ellos han vivido y reinado por 133 millones
de años sobre esta tierra, y han desaparecido.
Y así otras tantas devastaciones. La otra hace más de 155 millones de años, cuando en el
sudeste de Asia un grupo de volcanes irrumpieron simultáneamente, han creado un lago de 100 Km.
de ancho por 30 de largo, y creado una nube que cubrió toda la Tierra afectando enormemente la
biodiversidad. Prácticamente 1/3 de los seres vivos desaparecieron. La Tierra necesitó de 100.000
años hasta llegar a su equilibrio porque el calor de la Tierra subió 5 grados y ahí gran parte de los
seres no han podido adaptarse y han desaparecido.
Cada vez hablamos de crisis, pero la vida ha triunfado, entonces, a mi juicio, estamos dentro
de una gran situación de crisis y es propio de la crisis acrisolar, purificar como el crisol purifica,
obligar a tomar decisiones que sean salvadoras. Entonces depende de nosotros, depende de otra
actitud de cara a la Tierra como casa común, porque no tenemos otra para habitar. Con sus
ecosistemas que garantizan la biodiversidad de la reproducción de la vida. Decía en ese libro “La
venganza de Gaia”, James Lovelock, que siempre que una especie agriete de una manera
sistemática y prolongada al sistema global la Tierra misma tiende a eliminar este ser, por ser
demasiado dañino. Dije: ¡Ojala nosotros no seamos eliminados por Gaia porque somos demasiado
agresivos!. Podemos ser el ángel bueno que protege todos los seres, y eso lo es por vocación como
está en Génesis 2: “Puestos en mi jardín del Edén para cultivar y cuidar las formas de vida”, pero
hemos mostrado también que podemos ser el Satán de la Tierra, que podemos eliminar etnias,
exterminar ecosistemas, podemos matar seres de forma sistemática.
Eso nos plantea el problema de rescatar de nuevo la vieja idea romana de la dignitas terra, de
la dignidad de la Tierra. Lo rescatamos mientras consideramos la Tierra como algo vivo. Yo diría
más, incorporar la visión que los astronautas nos han transmitido de la Tierra. Todos ellos, y hay
muchos testimonios bellos, hay todo un libro sobre eso que recoge los testimonios de astronautas
europeos, soviéticos y americanos, y lo que dicen desde sus naves espaciales o desde la Luna: la
Tierra es tan pequeña, un planeta azul-blanco bellísimo que podemos esconderlo tras nuestro
pulgar, que cabe en la palma de nuestra mano.
Pero nosotros no hemos aprendido a amar la Tierra. Amamos nuestra familia, nuestra patria,
nuestra ciudad, nuestro país,… pero ¿quién nos ha enseñado a amar la Tierra como casa común?…
Desde nuestras naves espaciales no hay diferencia entre Dios de la biosfera y Tierra, no hay
diferencia entre atmósfera y el planeta, es una única unidad. No es que aquí está la humanidad y
aquí está la Tierra, formamos una unidad: Tierra y Humanidad. Por eso que hombre viene de homo,
homo viene de humus, humus es la tierra fértil. Adán, nuestro ancestral bíblico, viene de Adamá,
Adamá significa la tierra buena, la tierra fértil. Y Adán significa el hijo, la hija de la tierra fecunda,
de la tierra fértil. Entonces nosotros somos tierra. Como decía de una manera tan intuitiva y
verdadera el gran poeta indígena y cantante argentino, Atahualpa Yupanqui, “el ser humano es la
tierra que anda, la tierra que siente, la tierra que piensa, la tierra que ama, la tierra que cuida, la
tierra que canta…”. Entonces nosotros somos tierra.
Pensándolo en términos de la evolución la Tierra está evolucionando millones, mil millones
de años, y crece cada vez más la complejidad. En un momento de gran complejidad, en una
situación de caos, buscando su orden, y rompió la vida como expresión de esa complejidad, hace
3.8 mil millones de años, y rompió la vida. La vida es un capítulo de la historia del Universo,
nosotros como vida humana somos un capítulo de la historia de la vida. Entonces hay que aceptar
que nosotros pertenecemos a esa totalidad, somos hijos e hijas del Universo, somos la propia tierra
viva y que ahora asume la responsabilidad por su futuro. Y si nos empeñamos, tenemos cuidado,
desarrollamos una ética de la responsabilidad colectiva, una ética de la compasión con la Tierra que
sufre, yo diría más, una ética de la cordialidad, que siente la Tierra. No solamente la ve desde fuera,
“la Tierra está allá yo estoy aquí”,… la Tierra está aquí, yo soy Tierra. Empieza a desarrollar ese
sentimiento de afecto, de amor a la Tierra, sintiendo el dolor de la Tierra, amándola como nuestra
casa común, como la extensión de nuestra propia realidad, de nuestro propio cuerpo. Somos Tierra.
No tenemos que tener vergüenza de nuestras raíces terrenales, de que somos Tierra de verdad.
Entonces si desarrollamos esa ética, y hay aquí en España una gran filósofa ética de
Valencia, Adela Cortina, que acaba de publicar exactamente un libro: “Ética de la razón cordial”.

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Yo mismo hace tiempo me ocupo con esto del cuidado esencial, la ética del cuidado como una ética
salvadora de la Tierra. Que tiene como presupuesto la capacidad de sentir, la capacidad de tener
corazón. A mi juicio el crimen más grande de la humanidad hoy es la falta absoluta de sensibilidad.
Nosotros no sentimos el dolor de la humanidad sufriente. Son más de 2.000 millones de personas
que pasan hambre, casi 2.000 millones que beben aguas sucias y por eso están enfermos.
Prácticamente todo está un poco descuidado: los ecosistemas, las aguas, las forestas,… No sentimos
los lejanos como prójimos y los prójimos como hermanos y hermanas.
Cuatro siglos del proyecto de la tecno-ciencia nos han hecho casi, han provocado casi en
nosotros una especie de lobotomía, no sentimos. Hay que tener corazón, y sabemos que el corazón
es sentimiento, es la dimensión más básica del ser humano. Yo pienso que es una equivocación de
todo occidente, de los griegos hasta hoy, definir el ser humano como animal racional. Primero que
no somos animales racionales, somos mamíferos racionales. Con decir mamífero significa que tiene
la crianza dentro de nosotros, que tiene sentimiento, tiene cuidado, tiene afecto. Y como los
mamíferos surgió en nosotros el cerebro límbico, el cerebro de las afecciones, de los sentimientos,
que no es el cerebro rectilíneo que no siente nada. Entonces ese sentimiento es fundamental para
nuestra cultura. Hay todo una tradición filosófica, especialmente a partir del gran filósofo
Heidegger y de la tradición psicoanalítica de Jung, de Freud, y otros que dicen: ¿cuál es la
estructura de base de los seres humanos? No es la razón, porque antes de la razón hay el mundo del
páthos no del lógos, del páthos, de la simpatía, del sentimiento, del afecto, del corazón. Encima de
la razón, ya lo decía Tomás de Aquino, existe la intuición, la inteligencia, el éxtasis.
David Goleman, ese gran científico de Harvard, con sus aparatos ha constatado cómo
reacciona el ser humano. Se ha dado cuenta de que la primera reacción del ser humano de cada
realidad no es intelectual, no es la razón, es el sentimiento. Cinco segundos después se “deslanza” el
proceso de la razón. Entonces nosotros somos fundamentalmente sentimiento. El cerebro
neocortical apareció en los últimos 7-10 millones de años, es el cerebro de los conceptos, de la
comunicación, de las palabras. Nosotros somos fundamentalmente seres de sentimiento, de
amorosidad, de cuidado, y a la vez fuente sagrada de indignación contra las injusticias del mundo y
de la Tierra.
San Agustín decía muy bien que por dos razones cambiamos: o por un gran dolor o por un
gran amor. Yo creo que debemos cambiar por un gran amor por la Tierra, por sus ecosistemas, por
la vida como sistema, por amor a todo eso o por el gran dolor que la Tierra sufre, con las llagas que
le hemos infringido, por las distorsiones que hemos impuesto a todos los ecosistemas. Entonces, por
amor y por dolor tenemos que hacer el gran cambio que va a dar otro sentido a nuestra relación con
la naturaleza. Entonces la dignidad de la Tierra significa que la Tierra tiene derecho a existir. Y la
primera cosa de ese derecho a mi juicio es tener veneración y respeto. Porque nosotros podemos
siempre preguntar, por más que haya predicación de derechos humanos, haya legislaciones, haya
todas formas de institutos como éste de Tamayo y otros que tienen cuidado por los derechos
humanos. Continuamente estamos confrontados con violaciones sistemáticas de los derechos
humanos. Yo diría más, que vivimos en una situación y un mundo que tiene como centralidad no lo
político sino lo económico. Pero lo económico se rige por la competitividad y no por la
cooperación. Un sistema que mercantiliza todo, que hace de todo mercancía: desde órganos
humanos (riñones, ojos), sexo y Santísima Trinidad… Todo se puede hacer ganancia.
Todo eso implica también una sistemática falta de respeto a la vida que tenemos y a
situaciones. Así nos preguntamos: ¿por qué ese fracaso continuo en la lucha por los derechos
humanos? Porque el sistema funciona de tal manera que vincula dentro de su funcionamiento la
violación de derecho humanos, de derechos de la vida, de derechos de pueblos, de derechos de
culturas, de derechos de lenguas, de derechos de la diversidad. Yo estoy cada vez más convencido
de que no respetaremos los derechos humanos si antes de todo no vamos a incorporar como actitud
básica el respeto y la veneración. El respeto de cada ser, porque cada ser tiene su “alteridad”,
independientemente de la lógica utilitaria nuestra. Todos los seres tiene valor por sí mismos. Y gran
parte de ellos existen en la Tierra hace millones y millones de años; son mucho más viejos que
nosotros. Cuando el 99.98% de todo el sistema de la Tierra estaba ya constituido apareció en el
escenario la historia del ser humano. Entonces la Tierra no ha tenido necesidad del ser humano para

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organizar su inmensa complejidad, para elaborar todo su variedad y biodiversidad. Nosotros fuimos
el último de los grandes seres en aparecer en la cadena de la evolución. Y si aparecemos es para ser
un eslabón dentro de esa inmensa cadena, con una singularidad que otros no tienen: solamente
nosotros podemos ser seres éticos. Significa seres responsables. Seres que se dan cuenta de las
consecuencias de sus acciones, que pueden ser buenas (pueden proteger), que pueden ser dañinas,
(pueden destruir).
Hoy más que todo somos invitados a asumir esa responsabilidad colectiva y tener como
actitud básica el respeto a cada ser porque cada ser merece existir, todo ser viviente merece vivir. Y
el respeto pone límite a nuestra voracidad, a nuestra voluntad de poder sobre el otro. Convivir con
los demás. Somos todos interdependientes, formando ese gran sistema cósmico terrenal biótico. Y
veneración es esa actitud de reconocer al otro como valor, más allá de la utilización que podemos
hacer de él o no hacer. Todos los seres revelan algo del Ser. Todos los seres tienen virtualidades que
se van revelando mientras existen con nosotros. Por eso que la ley más fundamental del Universo,
lo dice la gran parte de la comunidad científica, no es ésta de Darwin de la victoria del más fuerte
por la selección natural. La ley más fundamental del Universo es la cooperación, la solidaridad de
todos con todos, porque todos somos interdependientes. Como decían Niels Bohr y Werner
Heisenberg, los formuladores de la física cuántica: “todo tiene que ver con todo en todos los puntos,
en todos los momentos. Todo es relación. Nada existe fuera de la relación. El Universo no está
hecho de la suma de todos los seres, está hecho del conjunto de todas las redes, redes de relaciones,
redes de energía que traspasan y empapan todo el Universo”. Entonces tener veneración es aceptar
esa realidad que nos llena de sentimiento de grandeza, de admiración del espectáculo de la realidad.
Si no tenemos ese respeto más temprano o más tarde la violencia se vuelve contra nosotros.
Quien lo ha intuido muy bien y ha escrito una obra fantástica sobre eso (y ya estoy
caminando al final) fue un gran médico que vivió casi toda su vida en África que fue Albert Fraser.
Que allí en África, trabajando con leprosos, escribió dos volúmenes sobre el respeto de cara a la
vida. Toda una visión de la ética, de la actitud fundamental del ser humano, de respeto a la realidad.
Ético para él era el ilimitado respeto de cara a cada ser. Eso es ético. Todo lo que favorece la vida es
ético. Todo lo que dañe la vida es anti-ético y es malo. Entonces la veneración de cara a cada ser, la
misma actitud que vivió en términos religiosos San Francisco, que tenía respeto de cada ser,
protegía cada ser. Lo que hace que todos los seres en ese sentido sean realmente como hermanos y
hermanas de nosotros. Conocemos la filosofía de Schopenhauer en occidente, todo calcado sobre el
respeto y la compasión con cada ser. No atropellar a ningún ser sino respetarlo, sentirse en
comunión con él.
Entonces yo creo que el reto hoy es rescatar la dignidad de la vida. La Tierra como vida,
nosotros como hijos e hijas de la Tierra, como la propia Tierra que siente y piensa, como pre-
condición para hacer una travesía feliz de esa crisis. Depende de nosotros que esa crisis sea buena.
Que signifique un salto de calidad a la humanidad a otro nivel, con mucha más cooperación, con
mucho más cuidado con las cosas todas, con mucha más cordialidad, capacidad de tener corazón,
tener amorosidad con la realidad. Yo creo que es la condición actual de repensar los derechos
humanos, alargando esos derechos más allá de lo humano. Porque nosotros los humanos estamos
involucrados con toda clase de realidades. No seríamos humanos si no tuviéramos las pre-
condiciones físico-psíquicas ecológicas que sustentan la vida, nuestra vida, la vida de la Tierra.
Todo ese conjunto pertenece a esa realidad sistémica que debe ser protegida, respetada, venerada. Y
nosotros como los seres que como propósito de vida, como opción de vida, se propone respetar, se
propone vivir no con una actitud de agresión sino de cuidado, cuidar de la relación amorosa con la
realidad. Es la mano que se extiende abierta para entrelazarse, para hacer la caricia esencial. No es
la mano cerrada para dominar y destruir. Entonces esas actitudes son hoy fundamentales a mi juicio
si queremos hacer una travesía feliz de la crisis actual que ahora se nos ha hecho muy consciente. Y
como hemos atravesado tantas crisis vamos a atravesar también ésta. Yo no creo que fuimos
creados para que en ésta o en la próxima o en la otra generación seamos todos destruidos a razón de
nuestra irresponsabilidad. Yo creo que no. Yo creo que el ser humano tiene suficiente inteligencia,
sabiduría, capacidad de darse cuenta de su responsabilidad. Que somos llamados a vivir como toda
la vida, a perpetuarse y a irradiar.

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INTERVENCIÓN 1:

He leído muchos libros suyos y uno que me encantó y me hizo estar aquí hoy fue “La
leyenda del águila y la gallina”. Yo vivía en un pueblo muy pequeño de Brasil y pensé que no
quería ser gallina y quería volar. Volé hacia Europa, hice un doctorado y estoy hoy en la
Universidad Carlos III de Madrid. Pero pensando en todo lo que ha dicho estaba pensando: “¿será
que estamos así porque hemos pensado demasiado como águilas sin tener la ética, sin tener la
responsabilidad, de los políticos, de la sociedad, de todo el entorno? Porque ser águila es un poco
difícil y es peligroso también. La pregunta que tenía muchos años en mi cabeza, y he pensado
mucho, era esto: ¿no estamos pagando el precio por pensar muy alto, por querer volar mucho pero
sin escrúpulos, sin ética y sin algún barómetro regulador?

La pregunta es muy pertinente… Hoy más y más los antropólogos dicen que nosotros somos
simultáneamente sapientes y dementes, es decir, somos seres de sabiduría, de proyecto, de
inteligencia, y simultáneamente somos dementes, personas de exceso, de violencia. Yo creo que
nosotros hemos duplicado el sapien, somos sapien-sapien; yo creo que hay que decir que nosotros
hoy somos demen-demen y una vez más demen. Porque hemos creado efectivamente una máquina
de muerte que puede destruirnos a todos.
Yo hace tres días cuando he llegado a Madrid he oído una entrevista a Baradei, es ese
funcionario de la ONU que conduce el diálogo con Irán contra las armas atómicas. Dice muy bien
que vamos a impedir a Irán construir armas atómicas pero no hay que olvidar que tenemos 27.000
armas nucleares y cada una puede destruir a 4 millones de personas, lo que significa que podemos
destruir a 10.000 millones de personas. Entonces eso no es inteligente, eso es demente. Pero yo creo
que hay otro punto que hay que pensar: todos nosotros somos hijos de la modernidad, de la era de
las luces, y la era de la luces tiene dos vertientes: una tecnológica de la tecno-ciencia, que se ha
desarrollado excesivamente a mi juicio, y la otra la ético-humanistica que es la democracia, los
derechos humanos, el pacto social… pero que se ha desarrollado mucho menos. Ya en el arborecer
de la Edad Moderna Pascal hacía la distinción entre el espíritu de tacto y el espíritu de cálculo, de
dominación. Él se ha dado cuenta de que ese espíritu de geometría iba a dominar la cultura. Con las
matemáticas, con la ciencia se ha creado este mundo que tenemos lleno de aparatos.
Entonces yo creo que estamos efectivamente dentro de una crisis “civilizacional”. Si el
paradigma nuestro ya no tiene su reserva, su escala de valores, alternativas para una cultura mejor
estamos llegando a nuestro fin, en doble sentido: hemos realizado todas las virtualidades, hemos
construido todo lo que se podía construir, más todavía, y hemos llegado a la culminación, pero
puede ser el fin, en el sentido de que puede poner fin a la civilización nuestra, puede ser un proyecto
suicida, un proyecto que puede liquidar la especie humana. Entonces eso yo creo que no es la
alternativa, difícil de decidir. Por ejemplo Norberto Bobbio, ese gran filósofo italiano de la filosofía
política, la democracia, que murió hace dos años decía, y lo dejó en su testamento: “yo creía que
por la democracia participativa, por los derechos humanos, íbamos a construir una sociedad
mundial que sería buena para todos, pero me muero sin ninguna seguridad de que tengamos futuro.
Puede ser que no tengamos futuro ninguno, que el futuro será la destrucción de la especie”.
Entonces eso yo creo que hay que pensarlo y subrayar, eso que el Instituto intenta hacer, la otra
parte de la modernidad que es la parte de la ética, de la política, de los derechos, de la dignidad, de
la reflexión que estamos haciendo aquí.

INTERVENCION 2:

No sé si es cierto pero me da la impresión de que has hecho un esfuerzo muy grande para
no ser catastrofista en este análisis, incluso con estas últimas palabras del filósofo Bobbio, para no
dejarnos a nosotros un sentimiento de agujero negro hacia el que caminamos. A mí me gustaría,
puesto que estás más en contacto con todas estas realidades y con estas movidas, ¿qué signos de
esperanza hay? Los estamos buscando para muchos aspectos pero para éste, que indudablemente

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nos has destacado tanto y tan importante es para nuestra propia condición humana. ¿Qué signos
de esperanza hay, aparte de los estudios de los científicos, en los comportamientos de la sociedad y
de los países?

Por donde uno va en el mundo, incluso en España, yo estoy casi diez días por aquí visitando
grupos, uno se da cuenta de que en todos las partes hay grupos de resistencia, de alternativa. Sé el
proceso de producción, el proceso de consumo, otros valores. El Foro Social Mundial es el espacio
donde aparece la ciudadanía planetaria por la primera vez. No solamente se encuentran en Davos
los dueños del mundo sino en esos foros aparecen los que buscan otro mundo, que no estamos
pegados a ese tipo de mundo. Yo creo que ese tipo de mundo va a conocer su fin. Ese tipo de
organización, de globalización, no tiene futuro porque es bueno sólo para 1/3 de la humanidad, es
decir, 1.600 millones de personas están bien dentro de ese tipo de globalización pero ocurre que
somos 6.000 millones, los que estamos apenados al margen de esto. Entonces el sistema como tal
no tiene profecía y promesa, no alcanza a conquistar mentes y corazones para su proyecto. Incluso
en los países digamos centrales nadie sabe hacia dónde vamos, ni Su Santidad en Roma, ni Su
Santidad en Tibet (Su Santidad el Dalai Lama). Nadie sabe hacia donde vamos. Vamos al encuentro
de algo nuevo que va a nacer de todas esas experiencias alternativas. Yo me acuerdo de una palabra
de Pierre Teilhard de Chardin, que fue un gran paleontólogo y un profeta que en año 1933, estando
en el exilio en China porque para allá lo mandó el Santo Oficio como castigo (25 años estuvo
exiliado en China), que por primera vez habló dándose cuenta de los lazos de comunicación que hay
mundiales, comunicaciones comerciales, comunicaciones de radio, de todas las formas, que se va
formando una etapa nueva de la humanidad, la etapa de luz. Luz en griego significa mentes y
corazones que se van uniendo. Como ha tenido la etapa de la litosfera, de la atmósfera, de la
antroposfera, ahora sería una etapa nueva de la humanidad. De la humanidad como familia humana,
una especie que está reunida en una casa común, el planeta Tierra, y que lentamente va creando una
convergencia en la diversidad. Ahora, a mi juicio, estamos viviendo la edad de hierro de la
globalización, que es la edad solamente económico-financiera, pero que está empezando la edad
humanística, de derechos, de conciencia, de ética, de espiritualidad, con rostro más humano. Y
finalmente esa va a triunfar. La otra es importante porque crea las bases materiales para que se
pueda hacer una globalización política, cultural, espiritual. Sienta las bases materiales pero solo las
bases materiales pueden destruirnos. Entonces yo tengo esa esperanza de que esos movimientos que
están por todas partes y que es una especie de ola, ya que materia no existe, lo que existe es energía
en distintos niveles de densidad. Que esas energías que se están acumulando y que van creando una
ola hasta imponerse hegemónicamente y ahí estaremos en otro nivel de cultura, de civilización. Pero
vamos a pagar un precio seguramente. Ese tipo de mundo no es bueno para nosotros ni para las
grandes mayorías y mucho menos para la Tierra como planeta. Es demasiado violento. La voluntad
de poder y poder, como dominación. Pero yo creo que vamos a atravesar la crisis. No vamos a ser
defraudados por el proceso global de la vida.

INTERVENCION 3:

Yo quería sumarme a los agradecimientos tanto a Leonardo Boff como a la Universidad


porque nos permita oír a una persona que une el valor del compromiso personal con el
compromiso intelectual. Quería hacerle 2 preguntas: 1.- No conozco bien su vinculación o relación
con el Movimiento de los Sin Tierra, si ha evolucionado su relación con ellos. Y 2.- Saber su
opinión sobre lo que ha pasado con el propio Movimiento en sí como con su problemática con el
reparto de la tierra desde que llegó el Partido de los Trabajadores al poder. Todos vivimos con
optimismo y con esperanza la llegada de Lula, luego se ha ido perdiendo, pero quería saber su
opinión de cómo ha evolucionado esto desde que llegó .

Yo tengo una vinculación orgánica con el Movimiento de los Sin Tierra. Los acompaño a
todas partes. He conseguido, junto con otros, introducir el tema de la ecología, por ejemplo, en
ellos. Que cuando ocupan tierras inmediatamente cuiden de los puentes, de las florestas, de las

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aguas, lugares comunitarios, y también de toda esa visión que viene de la Carta de la Tierra, que es
un documento (yo participé en su elaboración) que pone el planeta en el centro, la humanidad, la
vida, principios y valores más globales para otro tipo de civilización, ellos lo utilizan, ellos
incorporan eso. Pero tiene un problema, que Lula que había prometido la reforma agraria no la hizo,
entonces el MST tiene un doble comportamiento de cara a Lula, por una parte lo apoya, dice: “Lula
es una conquista del pueblo, Lula es nosotros porque viene de nosotros y hay un legado que no
podemos perder”, pero por otra parte le hacemos oposición, lo presionamos de todas las maneras
para que haga la reforma agraria y si no lo hace, políticas agrarias por lo menos. Y efectivamente
Lula jamás ha criminalizado las ocupaciones.
Ahora hay una sistemática ocupación de tierras, una reforma agraria que se hace por el MST
mismo que son más de 7 millones de personas, que están muy bien organizadas a nivel nacional,
que no solamente quieren tierras sino que su sueño no es otro Brasil no otra Tierra, el sueño es
ambicioso queremos otro mundo, otro tipo de globalización. Por eso caminan junto con Vía
Campesina, que es la articulación mundial de los campesinos. Wachowski considera el movimiento
mundial más importante de la Tierra, que más alternativas tiene, mejores experiencias acumula y
que tiene una acumulación de reflexión muy grande, sea para hacer banco de semillas, sea para
cuidar de la biodiversidad, sea para actuar políticamente, presionar partidos, ocupar tierras. Ellos
dicen: “nosotros no invadimos, ocupamos. Y ocupo ya produciendo”. Tienen muchas dificultades,
hay represión, no de parte de la policía, Lula jamás permitió que la policía entrara y expulsara a los
ocupantes, el problema son los latifundistas. El problema también es que 2/3 de los parlamentarios
son latifundistas entonces prácticamente no pasa ningún proyecto del gobierno en el parlamento,
que es bloqueado sistemáticamente. Entonces yo escuché de Lula a veces diciendo esto: “tengo a
veces gana de dar un golpe de Estado, hacer la reforma agraria y volver a la democracia”. Es una
actitud yo creo inteligente mantener el apoyo a Lula porque es nuestro y, a la vez, hacerle
resistencia crítica, presión, para que más y más haga políticas agrícolas sociales.

INTERVENCION 4:

Quería que Vd. responda a la corriente de pensadores que considersan que su discurso
puede ser un discurso reaccionario en el sentido de que en el momento en que Brasil, India y China
comienzan a desarrollarse los países occidentales utilizan la retórica ecologista justamente para
evitar el desarrollo económico de India, China y Brasil ya que si se desarrollan como se ha
desarrollado España en los últimos 20 años España no hubiese podido desarrollarse de esa
manera ¿Qué responde Vd. a esta crítica digamos de otro sector, inclusive también de algunas
corrientes marxistas que consideran que la ecología es una forma de dominación?

Yo hago la misma crítica, incluso pública en mis escritos al gobierno de Lula, incluso el
memorandum que ha hecho con Bush de producir el etanol no solamente en Brasil sino en toda
América Central y África. Porque ellos están buscando una alternativa energética, no una
alternativa al sistema. Es decir, otro tipo de energía para mantener el número de coches, el
consumo, el tipo de sociedad que tenemos, que no tiene futuro. Yo personalmente pienso que Lula
no tiene acumulación ecológica suficiente. Yo incluso le dije varias veces a él eso y me dijo: “Boff,
yo vengo de la lucha capital/trabajo. Eso de los Verdes, la ministra de medio ambiente, que viene de
la Amazonia, cuida de esa parte” Yo digo: “no, tiene que ser un discurso transversal empezando hay
que alfabetizar todo el ministerio porque todos son analfabetos ecológicos”. Entonces yo no veo la
ecología como un discurso reaccionario, es un discurso de punta, el más alternativo que hay, desde
que la ecología plantea otro tipo de mundo, otro tipo de producción, otro tipo de consumo. Porque
si no hacemos esto vamos definitivamente al encuentro de lo peor.
A mi juicio el gobierno de Brasil está muy dividido en eso. La ministra de medio ambiente,
Marina Silva, que viene de la parte amazónica, piensa como nosotros. Hay que buscar alternativas
"civilizacionales" y culturales. Y el ministro del agro-business, del agro-negocio, de la exportación:
totalmente producir granos, deforestación de la parte amazónica, producción masiva de caña de
azúcar para etanol,… Ahora producimos ya 18.000 millones de litros de etanol al año y quiere en 5

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años producir 120.000 millones de litros para abastecer el mercado mundial. ¿Para qué? para
mantener el sistema que tenemos que produce el calentamiento global, la crisis sistémica. Entonces
ahí tenemos que tener inteligencia y no ser analfabetos ecológicos.

INTERVENCION 5:

Quiero dar las gracias al Sr. Boff por la conferencia y por la transmisión de paz que nos da,
pero yo cuando le ha contestado al compañero, los movimientos alternativos es algo esperanzador
pero yo no veo esperanza en las multinacionales ni en los estados porque ahora mismo Monsanto
creo que está haciendo unas plantaciones de transgénicos; no veo las energías alternativas menos
contaminantes sino veo que continúa eso: no reducen coches, no reducen nada, sino que continúa
todo el montaje igual. Quería que me confirmara eso de las multinacionales y los estados y si
verdaderamente están preocupados.

Vd. tiene razón y a todos nos preocupa. Uno no ve claro si buscan alternativas intra-
sistémicas menos contaminantes para continuar, quieren limar los diente del lobo pero mantienen la
voracidad del lobo. Eso no vale para nada. Ya decía Hegel, en un famoso texto de su filosofía de la
historia, donde dice que “el ser humano aprende de la historia que no aprende nada de la historia
pero que aprende todo del sufrimiento”. Yo pienso que cuando la crisis vendrá de verdad, llega a la
piel, cuando el agua llega a la nariz de las personas, llega a las multinacionales, los gobiernos, tal
vez sea demasiado tarde pero es el momento en que tiene que cambiar. O cambiamos o morimos.
Yo creo que no estamos todavía tan fuertemente dentro de la crisis para sentirlo en la piel. Se siente
por todas partes que hay climas, que en León hay en inundaciones, que en Nordeste de Brasil
sequías enormes, que en la parte del Amazonas hay sequías de ríos de 3-4 Km. de ancho que se
hacen riachuelos, algo que no había nunca antes. Uno ya ve que hay señales de que la Tierra ya no
funciona pero es poco todavía pero cuando llegue la crisis en la piel ahí sí que tenemos que saltar,
que buscar alternativas, si no no hay solución.

INTERVENCION 6:

Ha dicho el Sr. Leonardo Boff que “todo ser humano merece vivir y hay q reconocer al otro
ser como valor”. A mí me cuesta mucho reconocer como valor a muchos representantes religiosos
y políticos, ¿cómo se arregla esto?

Yo le contesto con otra frase de Hegel también: “por más criminal que uno sea no deja de
ser humano”. Entonces hay políticos que son malos, despreciables, criticables. Hay que votar en
contra, derrotarlos políticamente, pero preservando esa realidad por la que no dejan de ser humanos,
portadores de la humanidad nuestra y por eso portadores de sensibilidad, también de corazón. Hay
que rescatar la humanidad escondida y recalcada que está dentro de ellos. Por eso, todo es
rescatable pero si estamos en posiciones sociales diferentes, en posiciones de clase social diferente,
ahí nos peleamos, porque ese tipo de lugar social significa explotación, significa a veces trampa,
engaño, mentira, hay que desenmascarar. Pero preservando la dignidad de la persona humana, que
el discurso sea político, no una ofensa personal, porque si no, traspasamos el respeto y yo creo que
ese respeto hay que mantener como forma “civilizatoria”. Hay que tratar humanamente a todos los
humanos por más criminales que sean.

INTERVENCION 7:

Vd. nos ha dicho que: “cuando el agua nos llegue a la nariz entonces posiblemente
entendamos que es necesario cambiar”, sin embargo en el mundo hay gente mejor situada que
otra. Esos 1,600 millones de personas que sí viven bien en este modelo, o por lo menos viven bien
ahora, serán posiblemente los que tiene mejores oportunidades de salir de la crisis, y seremos
nosotros, los que no formamos parte de esos 1,600 millones, muchos de los cuales vivimos en el

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Sur, los que no tengamos posibilidades de superar la crisis, a pesar de no haber sido los
principales causantes. Quiero saber al respecto cómo plantear una forma más equitativa de hacer
esa transición, de no llegar a los niveles últimos y de compensar el lado del mundo que tiene menos
opciones de superar la crisis en términos reales.

Lo curioso es que ese Panel Intergubernamental del cambio del clima dice que los países
nórdicos, que ya son ricos hoy, serán mucho más ricos. Serán países oasis como Noruega y Suecia.
Tendrán muchas más cosechas de las que tienen. El continente que será más afectado será África,
prácticamente inhóspito. Entonces habrá refugios, oasis, donde pueden esconderse y refugiarse las
personas en el máximo de la crisis del calentamiento. Pero todo eso demanda, yo creo, algo que
todavía no existe, que todos están pidiendo, una especie de yo no diría un gobierno central sino una
articulación central de la Tierra que tome en cuenta el problema del agua de la humanidad, de la
salud de la humanidad, la alimentación de la humanidad. Que haya dignidad porque hoy por hoy
son solamente el 20% que consume el 80% de los bienes de la naturaleza. Y eso no tiene ninguna
ética. La crisis va a obligar a una centralidad de “gerenciamiento” de los problemas para que menos
personas se vean afectadas, más sean incluidas. Y que haya estrategias colectivas y no solamente
nacionales.

INTERVENCION 8:

A mí me preocupa otra cosa en relación a que parece ser que en el siglo XXI el derecho a la
propiedad no se va a revisar, vamos a continuar igual que los 2,000 años anteriores. Hasta ahora
en la actual mentalidad de las multinacionales tenemos una cara para hacer un poco de
revoluvión; como decía de Lula, él tiene ahí unos diputados que son latifundistas; pero es que me
preocupa que en el futuro al que vamos ahora van a ser propietarios anónimos, que son los fondos
de inversión, que en el fondo somos todos sin darnos cuenta. Entonces no sé dónde vamos a poder
hacer nuestra revolución porque sin renunciar al derecho a la propiedad privada no vamos a poder
hacer nada, no vamos a poder cuidar la Tierra. Y si ahora nuestro enemigo que ya es anónimo lo
es del todo, me preocupa mucho.

El problema todo es que ¿para que sirve toda la inversión? En el sistema el dinero produce
dinero. La gran revolución de los últimos 20 años es que la economía sustituye la política. La
economía rige las políticas, establece las metas. Es la economía en función de la economía misma,
es decir, de la acumulación. El dinero produciendo dinero, no produciendo bienes. El capital
especulativo-financiero que domina las bolsas mundiales, que se calcula más y más. Nadie sabe
exactamente el capital productivo son 13-14 trillones de dólares, el especulativo 100-120 trillones
de dólares, que están en la bolsa corriendo como capital especulativo, que no tiene otra finalidad
que producir más dinero, no producir vida ni medios de vida. Entonces esa economía será la
destrucción del sistema. Y eso quien lo dice no soy yo sino el más grande especulador del sistema:
George Soros, en su libro “La crisis del capital” que dice exactamente eso, cómo se ha
mercantilizado todo, no hay ningún espacio de gratuidad, de libertad, de humanidad. De todo se
hace negocio. Y eso será el fin de las relaciones humanas. El ser humano va a vender su ojo, su
mano, su nariz, lo que sea, porque se hace intercambiable. Entonces yo creo que ahora llegamos a
un punto en que no hay un arca de Noé que salve a algunos y deje perecer a los demás, o nos
salvamos todos o nos perdemos todos. Entonces la crisis tiene ese carácter global. Es la primera vez
que es así porque antes eran crisis regionales, del Imperio Romano, del Imperio Azteca, del Imperio
Chino. Pero ahora la humanidad como esa especie se confronta de cara a una decisión. La Carta de
la Tierra lo dice muy bien: “tenemos que decidir nuestro destino: o formar una alianza global para
cuidar unos a otros y a la Tierra, o arriesgar nuestro futuro a la devastación de la diversidad”. Yo
creo que ese es el imperativo ético. Tenemos que llegar a eso. Si no llegamos efectivamente vamos
al encuentro del camino ya recorrido por los dinosaurios.

INTERVENCIÓN 9:

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Yo quería agradecer al Sr. Boff su conferencia pero tengo que confesar que yo me siento
totalmente pesimista. ¿Qué pasa si desaparecemos? No es ninguna desgracia sobre todo cuando
hay tanta cantidad de seres humanos que viven en la mayor desesperación. Entonces, que la
especie humana desaparezca también puede ser temporal. Después de todo no es la primera vez
que hay una crisis tan fuerte. He leído últimamente mucho sobre los cátaros. Los cátaros se
dejaron morir y les daba mucho consuelo. Es quizá la única cosa que el ser humano podría pensar
ante la evidencia de lo que Vd. nos cuenta de que así no podemos seguir. El corazón, esta cosa
agradable y emocionada, sería a través de dar a los demás un consuelo, y aquí paz después gloria.

Yo cito aquí un libro muy interesante del último gran naturalista europeo que acaba de
morir; era naturalista y teólogo también protestante que se llama Théodore Monod. Dice: “y si la
desventura humana fracasará ¿qué va a pasar?”. Él se plantea exactamente eso, que no es imposible.
Hemos construido los medios, que la especie humana va a desaparecer. Por dos razones: sea que
llega a su clímax, como tantas especies desaparecen va a desaparecer la nuestra también; o sea que
creamos condiciones tales que seamos autodestructivos, que vamos a terminar. Pero él dice que eso
no es una tragedia demasiado grande porque en el proceso de la evolución hay ya animales, existe
una especie de calamares (cefalópodos) que tiene un cerebro parecido al nuestro, con una doble
memoria (nosotros tenemos una memoria solo), que es un animal que biológicamente está
preparado o se está preparando para recibir el Espíritu. Eso no significa que mañana va a ocupar las
clases de la universidad pero que no sería una tragedia absoluta...
Yo me acuerdo las clases en Munich con Karl Rahner , el más grande teólogo católico del
siglo pasado, que planteaba esa cuestión. Él decía: “ese no es el pecado más grande. El pecado más
grande ya lo hemos cometido, cuando Dios se encarnó lo asesinamos. Y terminar con el mundo y la
especie humana es un pecado menor. Pero Dios es suficientemente fuerte y poderoso de sacar de la
muerte vida y de las ruinas del mundo un mundo nuevo; no otro mundo, un mundo nuevo”.
Entonces yo creo que hay que plantearlo seriamente, no está fuera de las posibilidades
humanas. Tenemos que pensar en términos éticos cómo evitar esto y si ocurre tener la fe cristiana
de decir que la última palabra no es muerte que es resurrección. O como dice Casaldáliga: “la
alternativa cristiana es: o vida o resurrección”. Entonces estamos bien...

INTERVENCIÓN 10:

Ante la futura reunión del G8 ¿qué mensaje les mandaría Vd. a estos 8 políticos que se
creen los dueños del mundo?

El problema del G8 es como hablar en el desierto porque yo les mandaría ahí a San Juan
Bautista porque su predicación era: “si has robado tanto devuélvelo. Si han hecho tantas
injusticias, sana esas injusticias”. Porque ellos se reúnen no para discutir el hambre del mundo, el
problema de las mujeres, de los niños, del agua potable (el bien más escaso). Se reúnen para
discutir tasas, sistemas financieros, garantizar la estabilidad del dólar, del euro,..., eso les interesa
a ellos, la humanidad no cuenta, y eso es, yo creo, su pecado más grande, más estructural y había
que denunciarlo como el Dios Mamona que es “victimatorio”, que esas políticas “victiman”
millones y millones de personas cada día. Ese sistema es causa de todo eso. Son personas
alienadas de la vida, hay que hacer esa crítica y en lo más posible no reproducir nada de lo que
dicen. Ser como los salmones que nadan contra la corriente para desovar y así reproducir la vida.
Somos absolutamente en contra de ellos, no creerles nada de lo que dicen porque dicen más
mentiras que verdades y trabajan más con intereses. Y reafirmar la vida que es más fuerte que
todas sus estrategias. Yo imagino el Salmo 2 de las escrituras judaico-cristianas donde Dios mira
de arriba a abajo a los reyes estableciendo sus estrategias y sus trampas para dominar, Dios mira,
se sonríe y dice: “ellos se imaginan los potentes y señores de la historia, pero uno es el Señor”.
Entonces yo creo que hay que vivir de esta fe, que no son ellos los señores de la historia, Otro es el
Señor...

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INTERVENCIÓN 11:

Cierta parte de la doctrina capitalista actual dice que la solución que puede ser al Capital
es precisamente más capital. La tecnología puede de alguna forma mejorar las condiciones y de
alguna forma se puede lograr con esos avances acabar con el problema de la ecología a través de
esos avances tecnológicos. ¿Qué piensa Vd. sobre eso?

Resolver el capitalismo con más capitalismo es una solución equivocada porque el


problema no es el capitalismo, es que el planeta es pequeño, tiene recursos limitados. Y como decía
Marx en Libro II de “El Capital”: “la lógica del sistema del capital es destruir los dos soportes
que lo aguantan: destruir la mano de obra despidiéndola poniendo la máquina y destruir la
naturaleza”. Nuestra generación está asistiendo a esto: desempleo estructural y la devastación de
la naturaleza. La naturaleza no aguanta ese límite demasiado de explotación de todos su recursos y
la Tierra reacciona. Entonces el propio sistema ya no funciona.

INTERVENCION 12:

Una reflexión: si vamos a esperar a estar en el centro de la crisis para poner soluciones y
luego quedan los cuatro ricos y los cuatro que tiene algunas condiciones, entonces en realidad ya
no hay solución porque ahora no se están poniendo soluciones porque no nos vemos con el agua al
cuello pero cuando nos veamos con el agua al cuello ya no va a haber tiempo ni capacidad para
solucionar todo lo que se ha hecho...

Muchas gracias
Madrid, 29 de Mayo de 2007

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