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La Diabetes Mellitus tipo II es una de las enfermedades mas temidas por la gente a pesar
de que cuando se diagnostica a tiempo y se maneja adecuadamente no tiene mayores
complicaciones. Básicamente se trata de la incapacidad de nuestro organismo para metabolizar
adecuadamente los carbohidratos que ingerimos a pesar de contar con una adecuada producción
y secreción de insulina, y por lo general está relacionada directamente con obesidad,
sedentarismo, malos hábitos de alimentación, tabaquismo e ingesta de alcohol.
Las primeras manifestaciones de la enfermedad guardan relación con el daño a las arterias
(endurecimiento, pérdida de la elasticidad y disminución del diámetro interno) lo que conduce a
una disminución en el aporte de sangre a todas las zonas del cuerpo, incluida el área genital;
entonces junto con las manifestaciones propias de la Diabetes, se presentan las primeras fallas
erectivas por imposibilidad de conseguir un llenado adecuado del pene.
Posteriormente, esta falla en la irrigación sanguínea produce daño en los nervios (no olvidemos
que los nervios también necesitan oxígeno) y se presentan problemas relacionados con la
sensibilidad y que son, básicamente, de dos tipos:
• Parestesias / hipoestesias (alteración y/o disminución en la sensibilidad).
• Neuropatía diabética (dolor intenso)
Dado que este síndrome metabólico cursa con daño del endotelio y otros trastornos
relacionados (hipertensión, dislipidemias, arterioesclerosis entre otros) y que además el paciente
diabético se siente muy ansioso y/o deprimido por las consecuencias de su condición, tenemos
entonces que la Diabetes puede atacar en varios frentes cuando se trata de capacidad eréctil:
• El daño del endotelio disminuye la producción de óxido nítrico, necesario para la erección.
• La hipertensión arterial dificulta la distensión de las arterias que llevan sangre al pene.
• La dislipidemia produce endurecimiento de las arterias.
• Los trastornos hormonales afectan la libido.
• La ansiedad y la depresión por ser diabético afectan la capacidad de disfrute del paciente, y
por tanto su respuesta.