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DIABETES Y DISFUNCION ERECTIL

La Diabetes Mellitus tipo II es una de las enfermedades mas temidas por la gente a pesar
de que cuando se diagnostica a tiempo y se maneja adecuadamente no tiene mayores
complicaciones. Básicamente se trata de la incapacidad de nuestro organismo para metabolizar
adecuadamente los carbohidratos que ingerimos a pesar de contar con una adecuada producción
y secreción de insulina, y por lo general está relacionada directamente con obesidad,
sedentarismo, malos hábitos de alimentación, tabaquismo e ingesta de alcohol.

La aparición de la enfermedad lleva cierto tiempo, y el paciente no presenta nada


específico: como que se cansa más rápida y frecuentemente, un ligero mareo que se presenta
después de las comidas (sobre todo si ha comido muchos carbohidratos) y desaparece en uno o
dos minutos, aumenta la frecuencia de micciones durante la noche, etc. Con el tiempo comienzan
a presentarse los verdaderos problemas si la situación no se maneja adecuadamente.
Las manifestaciones más frecuentes y conocidas de la enfermedad (cuando no existe control) son
hipertensión, ceguera, neuropatía, problemas renales y cardíacos.

Dentro de las complicaciones de la Diabetes está una que si bien no es potencialmente


mortal, es una de las que más ansiedad genera a los pacientes, (¡y a sus parejas!). Se trata de la
Disfunción eréctil, que es la incapacidad para conseguir y/o mantener una erección lo
suficientemente firme como para permitir una relación sexual adecuada (en tiempo y calidad), que
se presenta de manera recurrente y persistente y que ocurre en toda circunstancia. Esta
incapacidad puede ser de origen psicológico o de origen orgánico, y dentro de las causas
orgánicas la Diabetes es una de las más frecuentes.

Las alteraciones vasculares y sistémicas (conocidas como Síndrome Metabólico) que


conducen a la Diabetes tipo II cuando no se corrigen a tiempo, están muy relacionadas con la
respuesta eréctil depende, en gran parte, de un buen estado de los vasos sanguíneos, y sobre
todo de la integridad de la capa interna de las arterias. Esta capa se llama endotelio y produce una
sustancia llamada oxido nítrico, que es responsable, en primera instancia, de una serie de
eventos bioquímicos que permiten la erección, y que también ayudan a mantener la presión
arterial dentro de límites adecuados.

Las primeras manifestaciones de la enfermedad guardan relación con el daño a las arterias
(endurecimiento, pérdida de la elasticidad y disminución del diámetro interno) lo que conduce a
una disminución en el aporte de sangre a todas las zonas del cuerpo, incluida el área genital;
entonces junto con las manifestaciones propias de la Diabetes, se presentan las primeras fallas
erectivas por imposibilidad de conseguir un llenado adecuado del pene.
Posteriormente, esta falla en la irrigación sanguínea produce daño en los nervios (no olvidemos
que los nervios también necesitan oxígeno) y se presentan problemas relacionados con la
sensibilidad y que son, básicamente, de dos tipos:
• Parestesias / hipoestesias (alteración y/o disminución en la sensibilidad).
• Neuropatía diabética (dolor intenso)

Paralelamente se presentan problemas en la esfera sexológica relacionados con el trastorno


sensitivo/sensorial. (baja del deseo, eyaculación rápida)

Dado que este síndrome metabólico cursa con daño del endotelio y otros trastornos
relacionados (hipertensión, dislipidemias, arterioesclerosis entre otros) y que además el paciente
diabético se siente muy ansioso y/o deprimido por las consecuencias de su condición, tenemos
entonces que la Diabetes puede atacar en varios frentes cuando se trata de capacidad eréctil:

• El daño del endotelio disminuye la producción de óxido nítrico, necesario para la erección.
• La hipertensión arterial dificulta la distensión de las arterias que llevan sangre al pene.
• La dislipidemia produce endurecimiento de las arterias.
• Los trastornos hormonales afectan la libido.
• La ansiedad y la depresión por ser diabético afectan la capacidad de disfrute del paciente, y
por tanto su respuesta.

¿Es posible evitar esta situación?


No sólo posible, sino muy fácil siguiendo ciertas pautas que incluyen:
• Aceptar que se es diabético.
• Asistir de manera regular a control con su médico.
• Acatar al pie de la letra las indicaciones médicas.
• Dieta adecuada.
• Ejercicio moderado.
• Eliminar la ingesta de alcohol y tabaco.
• No suspender ni sustituir el tratamiento médico.

Dr. Luis Moreno Esparza


Médico Sexólogo
www.medisexus.es.tl
Medisexus@gmail.com

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