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Traduccin d EAN CALVET Luciano Papiita Lorez LOUIS LINGUISTICA Y COLONIALISMO Breve tratado de glotofagia EC Fonpo pz Cutrura EcoNGMIcA | Meruco - ARGErita« BRAst.- Crt - Covonaus - Berar {Bstan0s Untoos De AMERICA GUATEMALA ~ Pend ~ VENEZUBLA Primera edicién ei francés, 1974 ‘Primera edicin en espaol, 2005 eee Calves, LouisJean “Lingisicay colonialismo : Breve tratado de glowofagia.- 1" ed, ~ Buenos Aires: Fondo de Culnuea Boonémica, 2005. 296 pp. s 211845 em. (Colec. Lengua y Estudios Litertios) ‘Taaducido por: Luciano Padilla Lépex ISBN 950-557-654-4 2, Lingiftia. 1 Pala Léper, Luciano, erad I. Tealo cop 410 ——_ SSE A Tey ‘Titulo original: Lingutcigne or colonials Peis male de gloopheagie ISBN de a edici6n original: 2.228-89511-3, © 1974, 1979, 1988, Haitions Payot {© 2002, Editions Payor & Rivage, Past, paca la edicién de bolilo D.R. © 2005, Fonoo os Quiruna Econowica ne Aacawras, S.A, Er Salvador 5665; 1414 Buenoe Aires at worefee.comar ‘Av, Picacho Ajusco 227; 14200 Méico D.R ISBN: 950-557-6544 orocopiar libros std penade por la le. Prohibida su reproduccign rotal o parcial por cualquier medio de impresién o digial, en forma idéntica, excractada 0 modilicada, en castellano o en eualgeler (ou idioma, sin la ansosizacién express dela editorial. Tarnaso ew La AnceNTINA ~ Panvrmo a Ancien ‘Hecho ef depésico que marca la ley 11.723 Rebar aun hombre a lengusje en nombre de eve raise lengje: all comienan todos lo seine torlagaden ame ROLAND BARTHES Jc wold be a gentilonan if be eonde sete fete. ‘roverbio medieval inglés 1. LATEORIA DE LA LENGUA, Y EL COLONIALISMO: ‘Un objeto sélo existe en virtud de las descripciones que se hacen de €. ‘Bsas sucesivas descripciones siempre son productos: el hombre corttem- plael mundo inmediato y lo interpreta ideolégicamente. En ese preciso ‘momento la interpretacién yuelve a insertarse en su prictica social, que la justifica y encuentra justificacién en ella. El propdsito de este captealo es ‘mostrar odmo el descubrimiento del mundo, impulsando a las comuni- dades a pensar sus vinculos, llevé a que algunas de elas teorizaran su supetiorided sobre las demas: esos enuunciados tedricos estaban en condi- ciones de parsicipar en Ia justificacién de Ia empresa colonial. Indudablemente, se podsla llevar adelante esa-demostracién a partic de distintos ejemplos—el derecho, la religién—dondequiera que se acepte cexplicitamente la relacién entre comunidades diferentes. De hecho, éstas se preocupardn Ynicamente por la lengua, porque es forzoso acotar eb planteos pero ademis porque la préctica colonial ala que brindaron una teotizacién todavia perdura. Ast, se verd que no hay diferencia sustancial ‘entie, por ejemplo, la polftica lingtifstica de la Revolucién Francesa den- tro de su territorio y la que condujo Ja vercera Reptiblica en las colonias; ‘y también que esa politica lingiifstica sigue siendo la mismaen la Francia posterior a la Ley Deixonne y en los tertitorios “francéfonos”. La teorfa de la lengua es asunto antiguo, por més que lo habitual sea remontar el origen de Ja lingiiistica a Ferdinand de Saussure. Los historiadores de la lingilfstica citan, por ejemplo, Paniniycuya des- ctipcién del sdnscrito prefigura una visién “fonolégite=de la lengua.! * Véase, por ejemplo, R. H. Robins, A Short Histary in Linguistics, Londses, Longman, 1967, pp. 144-148 (ad. esp. Breve izeria de la lngiiog Madd, (Cétedra, 2000}3 y G. Mounin, Hisoive de la linguiigue, pp. 66 y ss. [tsad. esp.: Fiori del lingitice. Desde a rigen siglo, Made, Geeioe, 1595). 2s 26 PROBLEMAS GENERALES. Pero incluso ese referencia es ideolégica: es parricipe de una derermi- nada apreciacién de ia lingifstica contemporinea que—si se contem- ple la historia del abordaje def lenguaje com los gemelos de la escuela estructural es levada a privilegiar entre sus ancestros a aquellos pa- sibles de una promocién al srecursores. De Panini (cal como nos lo presentan)-«la fonologia, persiste una idéntica modalidad de escapar en direccién a a técnica; idéntico rechazo della filosofia, con- siderada ~con pleno derecho, en esa oportunidad~ como no cientifi- ca. Sin embargo, Ia “Blosofic’ es reveladora porlo que ella expresa ya Jcgt-presupone. Ast, se puede encontrar en un didlogo de Platén, de las primeras visiones ideolégicas de la lengua y de (esto es, afin de cuentas, de las elaciones entre las comu- nidades que hablan esas lenguas). Mi intencién aqui no es desarrollar cese,ejemplo; pero la nocién de reetitud de las palabras, acompafiada deun juicio de valor aceres de su modo de composicién, no carece de interés: postulando un més alld del lenguaje respecto del cual se po- dsfa arbierar sobre la recrirud o no rectitud de un vocablo ~palabras bien y mal formadas~, Plassn introducfa tranquilamente la idea de ‘que el griego era una lengua bien formada; eso equivalia a decir que ‘as otras lenguas, las lenguas barbaras, estaban mal formadas (por lo demés, Platén no conocia ninguna de ellas, y esa circunstancia es tanto ms significativa cuanto que para Platén no es un problema de comparacién de lenguas sino el modo de afirmar un principio, prin- cipio que'en di ya es una herencia cultural e ideolégica). El ms allé del lenguaje postulado por Platsn era metafisico: en el siglo xv1 serd teoldgico. Este perlodo ser el primero que estudiare- ‘mos, puesen él pueden hallarce a la vez dos elementos interesantes en. su conjuncién: una forma embrionaria de teorfa de la lengua y el ‘conocimiento de gran cantidad de lenguas hasta ese entonces desco- nocidae. LATEORIA DELA LENGUA YEL COLONTALISMO. 2” BL SIGLO Xvi: LA PIRAMADE ‘Else X07 Btneés cack marcado por un Hoxecimiento de obras acerca de Ja al lengusje, La intencién quetenfan en comin cra, la mayoria de las veces (si se exceputian las gramdticas que comienzan a aparece), buscar el origen de las No tanto por motivos cientificos ~pot mds que en ocasiones Giertos textos, especialmente los seferentes al he- bbreo, tienen un interés cientffico~ como por motives tealégicos. En pocas palabras, la tesis es cercaria a la siguiente: las'desdiehae del généro humano datan de la confusién de las lenguas en Babel; recuperemos la lengua original y recuperaremos el parafso. Narural- ‘mente, esta posicién teoldgica no es compartida por todos (en espe- cial, Calvino y Lureto tienen més interés en castigar a Babel y en s consecuencias que en la lengua prebabélica)s pero lidad si- gue esa vertiente. Como destaca Claude-Gilbert teorlas linglifsticas del Renacimiento parecen ser, la mayor parte del tiempo, tun intento de recuperar el Paraiso perdido por via. gramatical 0 cximolégica”,? Esa lengua originaria slo puede ser una Leng . Yaesa nocién de lengua a6bleWebe ser descacada: cruza las lenguas sagradas, las lenguas de las que se conoce una literatura antigua, Jas Jenguas ensefiadas en el Collage de France; en suma, se halla en la inverseccidn de una cierta cantidad de cénones respecto de lo respeta- bleen esa ni ‘gen menor consideracién: desde luego, se las empieza a escribir, pero no fienen cauci6n religiosa alguna; y, sin duda, la causa de que en este punto Lurero y Calvino se aparten de la generalidad reside en. que las lenguas locales, las leguas realmente habladas por el pue- blo, son tenidas en cuenta por la Reforma.* A propésito de ello, resulta significativo el programa de estudios que Garganuiia destina 2 Clade Gilbere Dubos, Muhe c Lengag ux sdl, Bosdeate, Ducros, 1970, P20. *Alrespecto, véase Tullio De Mauro, “Minima Linguistica”, en: J Mulino, ntirn. 21, Bolom, 1970. 28 ‘PROBLEMAS GENERALES i a arabe. Griego, a Panragroel:t aprender griego, latin, hebreo, caldeo, 4x latin y hebreo servirdn, para frecuentar las Sagradas Escriuuras; el éra- be, pata estudiar medicina, etoétera. Sin embargo, lamativamente las lenguas europeas conterpordineas estin ausentes, En consecvencia l inicio se ispone de dos grupos: por ana parts, Jas tres lengitas sagradas; por otra Jas lenguas vulgeres. Pero, como triunvitato no estaba de moda, se procurard refinar esta jerarquia. Poco importa au‘ el detalle de las (numerosas) discusiones: generalmente se considera lengua primordial el hebreo.’ Pero desde ese entonces se plan~ tea un problema: el estaruto de las lengiias ante el hebaeo. La Tae 7 vormand wi wide dé sexplentes en el que ada cal wate de amoserar que su lengua es Ta més cercana a ls anid Rierios, a las lenguas sagradas. ca ‘HoreAEinS, Pierfrancesco i, va. a afis- mat’ que sa lengisa (esto ¢s, el toscand) viene’ ‘por mediacion “del ecrusco EI interés de esa filiacién postulada era doble: afiemar la sfinidad con la lengua originara (y,en consecuencia, valorizar el toscano) y rechazar la nocién de lengua surgid del latin, que implicaba, al me- nos en opinién de Giambullari, un proceso de degeneracién. Por su parte, Joannes Goropius va més iejos. Invierte el esquema y pottla eae og una lengua gemdien. Sue arguments: en tos das lenguas se encuentran términos germénicos y, de por sf, el eésmino _germanos significaria “aquellos que congregan”” Un hombre press del deseo de congregar ee lama, para hablar con los ‘érminge adecuados, germano: por ello los germanos se ufanaban abierta- mente de tin origen ind{gena para la extensién de ese nombre en Gali,” 4 Rabelais, Gare, libro, eap. vi, Pasts, Gaza, 1950. 5 Véase en especial Gessnen, Duret, Peerins y Poste, cuyas obras constan en la ba TE Giamballsi, I Gell Florent, 1546, 7}. Goropius, Origine: Annwerpianae sine Clmmerionim Bectselana noven bras compleca, Araberes, 1565; y Claude-Gilbert Dubois, p. cits pps 85-86. * Citado por Claude Gilbert Dubois. TATEORIA DE LA LENGUA Y EL COLONIALISMO. 2» Los fiancetes, que en esta carrera habfan sscado ventaja a Goropius, vefan en los galos a los descendientes de Noé (jacaso en hebreo Gallin no significa “salvado de las aguas”! y, asf, presentaban su candidatura al puesto de principe heredero,? Por lo demés, esa hipévesis (j) conlleva uun viraje, una suerte de encartilamiento: lo poco de galo que se conoce no permite vincularlo al hebreo (pese a gallim), pero se cree saber, a través de una indicacién de César, que los druidas sevalian de caracte- tes griegos. jNo se diga mds! De allf en adelante, los franceses se vuelcan hacia el griego y pugnan por demostiar las profundas afinidades tntre lense frances y lengua stags Ge HOUR et Epo paso del geo al el Breid, por ejemplo, no ze toma en cuenta). Bsees eorigen. delas obras de Jean Bodin (Meshodus ad facilem historiarum cognitionens, 1566), Hensi Estienne (Traité de la conformitt du langage francais avec degree, 1569), entre otros, Se proponen distintas eorias, que tienen por finalidad demostrar la excelencia de la vesis “oéltica” y combatir la de Goropius, Los galos son en su origen civilizaciones griegas y romanas, hhan ocupado los textiotios germinicos (de donde surgen las afinidades Idxicas resefiadas por Goropins), estén en el otigen de la cusleura.!® De nada vale aqui sonref, Lo que cuenta ¢s la suboidinacién de la Se Se. pa, stintos nacionalismos: [a carrera [por él desecho a la sucesién es wha carrera lingiifstico-politica. Por si facra poco, asi bosquejado, el esquema evolutivo de las lenguas es profundamente eurocentrista. Sélo las lenguas alemana y francesa (y €1 toscano; pero Giambullati es un caso aislado) pueden pretender el primado. ¥ las otras lenguas? Se insertarén en una pirdmide cuya ‘base (que, por supuesto, abarca la mayor cantidad de lenguas) es con formada por las lenguas bérbaras: Se llama bérbaras a todas las lenguas con excepcidn del lain y el griego. Excepruamos igualmente el hebreo, porque esa mas antigua, y una suer- * Gaitaume Postel, Apolgie de le Gate, Pasi, 1552. +* Véanse, sob todo, Guillaume Pose), Histaire mémorable des expddiions depags se age facts por les Gauloys oe Frangays depuis la Franc usquesn Asi ox on Trace ten POriatale pare de PBsrope: y Claude-Gilbert Dubois, op. cin, pp 86-92. = PROBEEMAS GENERALES rede ancestro de las demas; amén de ello, es lengua sagrada inspinida por Dios" De allf surge el interés de esta carrera por la sucesién: al, ir mas © menos directamente del hebreo (0, por qué no, por Eibade dado sackets), Tengu 2° “icite); las lenguas no serfan sino menos bétbarss, Algunos son més. = como Du Bellay (Dgfense et illustration de la langue _frangaisé), pero sus argumentos son sofocados por Ja multitud, 7b qué ae debe esa hisveria? Para enipecas, en Europa los hablances de las Jenguas locales comenzaron 2 sublevaree contra el empleo ex. ‘lusivo del latin y el griego en literarara. Bsa es la orientacién del intento de la Pléade, especialmente de Du Bellay: todas las lenguas son vilidas; por lo demds, sodas tienen la misma fuente. De allf en ‘més, zpor qué privilegiar una de ellas? Pero esa relativizaci6n sobrepe- sa largamente un intento genetalizado de hegemonta. [as tvalidades politicas europeas explican en parce a Goropius, Postel, Estienne y ‘otros; Ia lucha entre Valois-Angouléme y los Habsbuurgo, Carlos V, la ‘derrota francesa en Pavia y la pex de Cambrai (1525, 1529): sin duda, todo eso estd presente en el origen de las controversias acerca del origen de las lenguas, No es casual que la oposicién “eeéries? entre (assis cfltica y tesis ger “ea isomoea con ik iS Habsburgos. "Pero también es destacable la suerte reservada a las lenguas no euro- peas, definitivamente empujadas hacia ls lenguas bérbaras, a le pare baja de la pirémide, Sin. ., se empieza a conocer Jas Jenguas, € nelusn se les deca obmag:curco, sinsciz,drabe algunas Tengiasin~ igenas de Brasil, chino, y-arms. Sin embargo, no tienen derecho a ser “2ceptadas en esa carrera por las precrogativas. Las relaciones entre len ‘guas se conciben como relaciones sociales: hay una jeranqui, con una fdinia (para unos pocos elegides) y una‘base en que se encuentra 1a masa. Esa onganizacién piramidal de las lenguas, es decir, de los pue~ blos quelas hablan, hace recordar un poco la arquitectura de la torre de ** Contad Gessnen Mithridate ceado por Claude Gilbert Dubois. = Vease Gullaumne Mounin, op. eit, pp. 124-125 LATEORIA DELALENGUA Y EL COLONIALISMO 31 Babel, pero sobre rodo la onganizacin social dela época. Clauce-Gilbere Dubois sefalausamenceal rspecto que las metéforas de Henri Esvienne a-veces se roman presradas al lenguaje de casta: El gran desorden que hay en nuestro lenguaje proced. lenguaje procede, en su mayor par- te de que lot Sefiores de Cortese dan el peivilegio de leihmar lo zn nos fianesses basardes y naturalizar los extranjeros,® ero ‘aly es0 no debe sorprendemos, el modo en que se analiza | jun t»delaslenguany ls odaones que enaian cod pookundeanere de termina por I orpanizacién socal dee cay sno ee exe y por tac q0° oponen fa comunidad del escior a ores communis cs Porlo general eno que epecaal siglo, las hori neces y universtaias 20 consideran més que a Du Bellayyy ala Pade, esto 5 ala fianja moderada de ese movimiento, Pero la militancia fancSfila deere ile de vstimonio den ulsechnuininns que slo encuentra ala que se opone. Por otra parte, ie descae que so exes os bang por ene op sici6n alas tsis de Goropius), no sélo las lenguas de ultramar seem piecan a despreciar; en Francia también existen, en el interior del pafs, i Languedocins, a quienes se empieza a impone: la lengua francesa: el Languedoc pas ai domhinacion francesa durante el Ee Began sends Back 582) glace n R 532) yao de liers-Cotserérs (1539) acaba de it a eke los actos Osa SuFIGst =o 1Ogica=? coos problemas pareoen ausentes de tidal momen Sala den gles elo dridan, pe ‘no de los brecones, no se toma en consideracién la lengua de oc. En Ia prictica, las lenguas ya estén en el poder politico o no son lenguas. En ‘se aspecto, el tftulo de tuna obra de Bourgoing* es signficativo: las le- ‘gas romances no abarcan mde que el francks, ol ialiane yal ecpafol. HL Betienne, Taint con sas ee cnfrmtet ct lngee fons eee ers, 1569. BL oa Bou, Deora eer gos Bu pling ‘italioae et hispanicae, Parts, 1583. aa " 2 PROBLEMAS GENERALES Beas discintas vertientes, eurocenttismo (y exelusién de las len- ‘guas de ultramar que se empieza a conocer), nacionalismo (sobre ) todo en oposicién a la casa de Austria) y centrafismo, la mayor par- te de las veces presentes de manera implicita, muestran que con | Hespecto ¢ este tinico perfodo es imposible sepatar la historia de la ciencia (incluso si la ciencia lingifstica esté en una fase tan embrio- naria) de Ja historia propiamence dicha, Al plantear teorfas sobre relaciones entre las lenguas, se piensa en relaciones entre las comu- nidades; y, entonces, la ideologla dominante de la época esté am- pliamente presente. {EL SIGLO vit: EL PODER REAL ‘Contralismo y nacionalismo siempre estin presences, durante dl siglo Xi, en el pensamiento gramatical, por intermedio de una cierta can- tidad de preguntas que giran, todas, en torno al uso: zqué lengua cescribiz? Dénde hallar eu modelo?, etc. Las respuestas serdn distin- 12s, pero no necesatiamente contradictorias; y aeaso uno pueda opo- ‘nes como.2 menndo s¢ hizo, Vaugelas a Malherbe. Como se sabe," Qing a coin a apr oa aga ane fos préstamos de lenguas extranjeras y de las distineas lenguas francesas como los. provincialismos. Su broma, citada por Racan, perdura en todas partes: “Cuando se le preguntabe su opinién acerca de algiin rérmino francés, usnalmente él remitia a los estibadores de Port-au-Foin, y decta que eran sus maestros en materia de lenguaje”. De ello se hizo un principio rector, con dificultades para percibir su significacién exacta, pues Ia intencién de Malherbe no es por cierto ‘legir el habla de un dererminado grupo social (los estibadores) en. -detrimento del habla de otro grupo social. Bs, en la senda abierta por ' Conocemos su decsina fandamenralmente wavs de dos vexos el Commensaine saz Deporte, publicado en 1825; y ls Mémoires pour le vie de Malherbe de Racan, 1672, alos que se pucde agrogar la amie de Pare podtque de Piere de Dern 1610, TATSORIA DB LA LENGUA YEE COLONIALISMO 2 ‘Henri Estienne, luchar contra el peregrinismo lingiifstico, asf como tres siglos mds tarde Etiemble luchard contra el “franglés”. Desde esa perspective, el estibador no simboliza una clase: simboliza Pais, con- Se provincis. x cones lo exeranjeros— “Por lo demés, sus adversaries ao yertan: no se defienden tanto en su condicin de atistécratas como en la de poetas que exigen una libertad estilistica de mayor magnitud. “Despojan la poesia de liber- tad, de dignidad, de riqueza y, para decitlo brevemente, de flos, feurto ‘y esperanza”, escribe Mademoiselle de Gournay,'*y Mathurin Régnies, asf como Théophile de Viau, refita a la escuela de Malherbe por los mismos motivos. Sin duda, Régnier le reprocha que tome su modelo en el pueblo: sCémo! Debemos, entonces, para hacer gran obra Que se defienda de la calumnia y del dempo, (Que halle algén lugar entre los buenos autores Hablar como en Saint-Jean hablan los escibadores.”” 'Y Balzac, en el retraro que traza de él, esctibe: Bse doctor en lengua vulgar acostumbraba decir que desde hacfa muchos ais trabajaba en degescanar a la corte y no podia llegar a término.” ‘Pero una simple lectura de las Seances Du Périer 0 de la Ode au Roi Louis XIMT muestra que Malherbe nada enfa de “doctor en lengua vulgar” (le habrfa causado gracia leer esos versos 2 los estibadores del mercado Saint-Jean), y que su principal intencién era ante rodo _ erento elias contra os emir eats Aa al ele reprocha que haga ‘al pueblo, mientras que esa referen- cia es complecamente reaccionaria (poujadiste}: en ella, él encuentra una prueba por el absurdo de lo justo de sus posiciones, como un 4 Mademolulle de Gournay, LOmbre, 1627. 1 M, Régples, Sai, Le Crbigue ovr, MeL. Guee de Balzac, Sertechriten, 1652. | Ey PROBLEMAS GENERALES Picardo que hoy fuera. a zeprocharle a Barches au léxico con el pretex- to de que los bravos de los mercados’ no lo. entienden. Pero Malherbe no escribe para el pueblo (que, por otra parte, no sabe leer); eseribe, como todo el mundo en esa époce, para una fnfima minor, y su afin de simplificacién no tiene otro cardcter mds que estécico! entre 41y sus adversatios se entabla una querella de estetas. Pero aquella cstética también reposa sobre una determinada idea de la lengua, que roma parte tanto del chauvinismo (jabajo los términos extranjeros!) como del centralismo (abajo los vérminos provinciales!), yen pare- ce ser pertinente eso antes que otra cosa, Tampoco cuenta con gran fandamento 12 contraposicién con Sa tal como se la practica a menudo. En un primer abordaje, ‘Batece muy modemo en su rechazo de la notma y sus constanres semisiones al uso: “Tanto da que me proponga instanrarme juez de losdiferendos de a lengua: no pretendo pasar més que por un simple restigo, que declara cuanto ha visto y ofdo”. Pero desde que acome- ‘tela tarea de definir aquello que entiende por uso, las cosas resultan mucho mds claras; hay buen y mal uso. Esa dicotomfa est préxima a recubsicla oposiien entre cont PuSBTSS “Bl mal uso se forma dela mayor cantidad de personas, que casi en todas las cosas no es el me- Jo 5 porel conrrario, el bueno no se compone de a pluralidad; sino de la clte de las voces, y en verdad se llama maestro de las lenguas a aquél”. Por supuesto, la coneraposicién con Malherbe parece tajante: este tiltimo pretende informarse en a fila dela bola de eabajs place de grive} y aquél entre los “erudivos de la lengua”. Pero, mds alld de ‘que Is auroridad lingitfstica conferida al “pueblo” por Malherbe fuera completamente retSrica ((Racan no nos muestra que haya ido a in- vestigar a la Place de Gravel), en iltimo eérmino los dos puntos de vista se completan: uno cimenta la supremacfa dela nobleza sobre el pueblo (Vaugelas); el otro, la supremacta de Parfs sobre la provincia Oath. eae a fin de cuentas, ambos contribuyen a la justifica- { Calves ileal expresién for der ball gencvo connor rong lengua Popular: véase el diccionario Robert, su halle. (N. de TZ] * " Vaugelas, “Pefci", Remarguar url ange fanae, Pal, 1647, IATBORIADELALENGUAYELCOLONIAIIMO 55 én de la sutoridad real No resulta indiferentesefalar que, impulsa- do por Richelieu, el crea la Academia Francesa entre Malherbe y ‘Waugelas. Las letras parentes del 29 de eusio di iq 4689) a coma Toe “weaaibe dela Academia (on especial el articulo 24) muestran abier- ramente que para el poder se trata de “aportara nuestra lengua seglas claras”, desde luego, para “tornatla pura, elocuente y-capaz de irarar( de artes y ciencias’,® pero también para asentatla y reforzatia como 4a lengua propia del reino. Con ello, el centralismo politico se brin-, daba un instrumento de centralizacién ling stica, y la Academia se| ew munidy dean auténtico menopolio” que da pleno testimonio| “delsenrido dela empress, De hecho, las diferencias ene Males y “Vauigelas son espejismos: en las cuestiones de fondo estén, acaso sin saberlo, de acuerdo; y la Academia habré de defender el francés tance contra el mal uso ctiticado por Vaugelas como contra las gasconadas fastigadas por Malherbe, Porel concrati, I oposici6n es més real entre la nocién de gramé- sca deféndida por Vaugelasy la desarrollada en Ja Gaimmmaize sfudrale = is Port-Royal. Antes que interrogarse acerca de lot usos ingiiisticos, Amauld y Lancelot'desean hacer una “obra de razona- siento” que trate “de varias lenguas” e indague “los motivos de mu- chas cosas que son 0 comunes a todas las lenguas o espectficas de algunas’ Es notable esa referesicia a “todas las lengnas”, tanto mde ‘cuanto que teaparece con bastante frecuencia en la obra: “Una cosa £.-] comin a todas las lenguas vulgares de Eusopa” (p. 92); “La pri- mera, en su enorme mayorfa, es la misma en sodas las lenguas” (p. 104); “es bueno sefalar algunas méximas generales que son de gran Jf Aricnlo 24 de los exaeuros y reglamentos de Ie Academia, redacrador por Richelieu, 3 Ast, Eutetitte, miembro de la Acadesiia, ext exeluido de ella en 1685 por. ‘haber publicado un Diccionario en viread de un privilegio concedido an 1674 ele Academia, que prohibia “a rodos los impresocesy libreros imprimir ealquter dicio. ‘nario nuevo de la lengua frances, sin imporearcudl pudiere ser su cealo, antes dela publicacidn dela Academia Francess"- 2A. Amnauld y C, Lanceloc, Grammaire géntnle et rasonnde, red, Pacts, Paes, 1969, p.3. 36 PROBLEMAS GENERALES uso en todas Jas lenguas” (p. 105), y otras tantas. Ahora bien, como con justicia hace notar Georges Mounin,* en los hechos, la Grammaire sélo civa algunas lenguas, ante todo el latin y el francés. Cuando, en zaras ocasiones, cita otras, es para somererlas a un molde preestablecido, Ast, cuando se propone un cuadco de las vocales (pp. 12-13), s¢ nos explica que los alfabetos latino, griego y hebzeo bastan para armar un bosquejo de los sonidos de todas las lenguas; cuando se quiere sugecir que “el orden I6gico” es el propio dal francés, se toma un ejemnplo latino, Dominus me regis, carente de sentido, pues en esa lengua el orden es libre, excézera. Por supuesto, esas aproximaciones ¢ insuficiencias podrian expli- catse por un insuficiente conocimiento de las lenguas del mundo. Pero no hay nada deeello. Al intensificarse los viajes de los navegantes, desde comienzos del siglo xvit se empieza a tener una idea bastante exacts de la configuracién del globo terréqueo. En 1605 se descubre Australi; en 1742, Nueva Zelanda; se busca un paso hacia Asia en América del Norte (Hudson en 1610; Baffin en 1616). Las costas de Africa son bien conocidas, como testimonia el mapa exacts’ de sus ‘contornos que aporca Pierre Davity;# ya hace tiempo que Marco Polo fuea China (permanecié allf de 1272 a 1292); en suma, Europa tiene 1una imagen del mundo que empieza a volverse clara,™°y, correlativa- ‘mente, conoce una cierta cantidad de lenguas del mundo. Por otra parte, se toma prestado de Conrad Gessner su tinulo Mithridates para ‘Bumerosas obras que resefian las lenguas* (Megises, por ejemplo, cita ‘cuatrocientas); aparecen obras dedicadas a lenguas espectficas (eelo- 9c, tuxeo...); en Consecuencia, el descubrimiento del mindo esacom- Maes por un déscubrimienso de las lenguas. A ello se debe la i \ sibilidad de considerar las particulares ausencias que testimonia [a ® Guillaume Mounin, 9p. eit, p. 131. 2 » Pietre Davicy, Daxeripeion de ’Afique, atts 857. * Alsespecto, véase, por ejemplo, Frédéric Mauro, LExpension européenne, 1600- 2970, Parle, run, 1964 [wade esp La expansion extopes (1000-1870), Basczlona, Labor, 1968). * Gaillaume Mounin, op ct, pp. 134195. ‘LATEORIA DELALENGUA YI, COLONIALISM 3 Grammaire de Port-Royal como ausencias wécnicas: sus redactored\ consaban con Jos medios para abrevar de una cantidad importante. de fuentes. El hecho de cratar “todas las lenguas” por intermedio de, algunas lenguas europeas ~ante todo, por invermedio del francés es una opcién ideolégica, mucho més que una marca de incompe-} sencia. ‘Lo que aquf se pone en tela de juicio es, desde luego, el postulado de base de esa obra. “Hiablares explicar uno mismo sus pensamientos .s08-signos, se lee desde la primera pagina ¥ eli eulo de la Logique de PoreRoyal precisa: Logique ou Dart de penser [Légica,o el arte de pensar). Bt vineulo postulado entre légica y ene {gusje ce pone as{ de manifiesto, y aparece en todas las péginas de'la| Grammaire! lay wna organizacién légica que se manifiesta en todat\ las Jenguas, en el nivel sineéctico, A un punto tal que la tinica manera » de coneebir el problema del aprendizaje de las lenguas extranjeras consiste, en el siglo xvii, en razonar acerea del aprendizaje de un vo-| cabulatio extranjeso: al tener la lenguas tina misma organizaciéa I6- sica, cambiar de lengua es simplemente cambiar de palabras.” Ast, todos esos abordajes coinciden y colaboran con la fincas. de la superioridad de la lengua francesa, Malherbe y Vauigelas ex ss bien en posiciones defensivas que, eobre todo en Malherbe, se ‘waducen en reacciones de rechazo, Bsos sefiores de Port-Royal, por el contratio, estén en posiciones ofensivas. Los primeros teorizan la sux Bevigidad de lengua lex I mds cercana al orden Iégco la en {gua francesa es la més noble. ¥, en los res casos, hallamos en el abor “Gaje Ge iz Tega G, por lo tanto, de las lenguas, por oposicién) un modo de encarar el problema de las relaciones entre la comunidad a Ja que pertenecen los autores y las owas comunidades de las que se tiene conocimienco. Se tate de la provincia, del extranjero inmedia- t0 0 de los_patses “exéticos’, rodas esas comunidades hablan lenguas condenadas por el pensamiento patisiense, ya sea que este ultimo se ” Viase, par ejemplo, Gérand de Coxdemey, Dicoun plrigue dele parole, 666, . 19-20 y 57-58 dels edicién de 1704, 3 ‘PROBLEMAS GENERATES sehiise a tomar de elles véeminos como préstamo, © que pretenda Juzgadlas en nombre de un criterio postulado como universal (lalégi- 2) y, de hecho, inspirado en Jas estructuras del francés, ‘LINGUA, JERGA Y DESIGUALDAD EN BL SIGLO XVII El siglo xvim establece con el que lo precede una relacién de filiaci6n y originalidad. La filiacién involucra fundamentalmente la eoria del ‘Signo, émbito en que incluso alcanza el siimmum del conservaduris- smo: el diccionario de Trévoux, al igual que la Encyclopédie, retoma palabra por palabra la definicién de signo que daba la Lagique de Port-Royal. En cambio, la originalidad se manifiesca respecto del ori- gen de las lenguas, problema caro a ese siglo que, como veremos, de ‘buena gana intenta simuarse con relaci6n a los “salvajes” que le hacen conocer los cada ves mds frecuentes viajes... El Ta formacién elas leniguas serin abordados como is de comparacion (oad- 30m fies entre pestras lenguas y las delos otros, las de los salvajes?), « partir de dos postulados que todos Jos autores admiten ea de que co con la ap Et paspts Codibsn cent Co sade por Toe as pec de Parme;” aplicé sus ideas a la lengua. Al principio era lo que lam 4 je de accién’”, es decir, “los gestos, los movimientos del rostro y Tos acentos inariculidos”s yen su comienzo, las lenguas no fueron ms que un suplemento de ese lenguaje de accién, pero tan sélo oftectan una sucesién de términos, un léxicp concreto, sin “gramitica”, 0 sea, sin ley de concatenacién. Radics w delinban eo" (Condi: sin discusién: el postulado sensualista, surgido de la tearia de Candia sobre eqs fap: soda a epde aad dl sila a His ea eo cmp a €n su origen, se complican-paco.a % BL Toctado de las tensacones data de 1754. 2 Brienne Bonnoc de Condillac, Cours dae pour linsrucsion prince de Perme, 1775, vdase Varia Linguiniea, Duros, 1970, pp. 149-211. LATEORIA.DE LA LENGUA YEL COLONTALISMO. eo propone como ejemplos drbol, fruto, lobo); luego, acciones (ver, tocar, comer, huiry,y Tas tinicas frases posibles eran del tipo fruto comer, lobo ‘ur, érbol ver. El lenguaje geseual suplia las impexfecciones de esa Jon- gua primaria.” Inmediatamente después vinicron los tén dos para designar las operaciones del intelecro: “suscantivos, adjetivos, preposiciones y un solo verbo: el verbo ser”.*! Asi, la historia de la len- gua y Ia del pensamiento por fuerza forman un todo: “Ademds hay que destacar que noe ha llevado mucho tiempo poder expresar, en proposi- ciones, todas las miras del espftitu, y que, en consecuencia, las lehguas tan sélo pudieron perfeccionarse muy Jentamente”. Por ende, se desarrol is se desarrolla una idea de progresién arménica.cn que tne sz ponies son estricramente paralelos: Jos avances de ‘forma imposible el acabamiento dela ora. Ineludiblemente, todoel ‘Gnelaauh ex pquede acemeednowts evntts &Lieupomsa: ee eapis Tatts poco pas auc To memo que Condillac. Es- ctiber “En sus comienzos, todas las lenguas eran simples. No deben su otigen mds que a hombres simples y bastos, que en un principio no conformaron mds que los pocos signos que precisaban para ex- presar sus primeras ideas”.® Roussean sosticne més o menos las mis- mas ideas; la aparicién de 1a lengua se vincula con las pasiones (no con las necesidades: allf se percibe Ia influencia de Condillac), “ni hambre ni sed, sino amor, odio, piedad, célera les arrancaron Jas primeras voces”; y Ia lengua evoluciona a la par que el pensamien- to se hace més agudo. Incluso extiende ese principid a la escritura, que se vuelve a su vez testimonio del estado de refinamiento de una % Bid, pp. 208-205. 2 bid, p. 206, Eso no se efecain sin recordar un pasafe dela Grammaire de Por Roy gu eid eet leu [anlar pao ps 3 Ibid, p. 211.» » Pierre-Louis Morenu de Maupecru, Réflesons philoophignes cur Porigine des Langues el signification des mots, X748. “ean-Jaoques Rotsseat, Heat sur Prigine de langue, Bibliothique du graphe, ‘fp. 505 tad, exp. Enayo sobre el origen de las longus, Madsid, Akal, 1980). josadecua- “ PROBLEMAS GENERALES lengua (y, por ende, de un pensamiento): “Otro.recurso para com- parar las lenguas y juzgar acerca de su antigitedad se detiva de le eseriura, en proporcida inversa a la perfeccién de ese arte. Cuanto sds basea es la escritura, més antigua es la lengua”™* (de allf en mds, qué pensar de los pueblos cuya lengua no se escribe...). También Adam Smith suma su voz a este concierto: al principio el hombre designd los elementos de su experiencia (érbol, caverna, fuente) con nombres propios (an solo éebol, excéiera), que poco 2 poco se con- vistieron en nombres comunes (y, en consecuencia, abarcan une multitud de objetos similares): la antonomasia (o la sinécdoque) cscarfa en el origen de la expansién de as enguas y dea division en heuristico, ;Cémo estudiar el origen de nuestas lenguas? ~2e pre- gunta Maupercais— La res imple: basta con tomar la ver- tiente de “las jergas de los pueblos mds salvajes’, que —cercanas al ‘agina Tngitico orginario— debsrian-eneciasnos such suchas coses ~-acerea del origen de muestras lenguas. Adam Smich sigue la misma ses Sans Lome Lagan “l poiner paso hacia la formacion de un lenguaje”, figura la escena de “dos salvajes” que-van a brindarse ‘una “jerga primitiva’.®” La “gramatica”, como ninguna otra ciencia de ese siglo, serd puesta en relacién con esa evolucién de la jerga. primitiva hacia el lenguaje evolucionado. En su prefacio al Hermes de ~-Harris. Erangois Thurot escribe al respecto: “Hemos visto nacer la iencia gramatical entre los griegos, una vez que au lengua se hubo perfeccionado por completo, y que los fildsofos hubieron comenza- do a aplicarla a las teorfas puramente especulativas y de razonamien- to: en Francia la veremos renacer en cuanto, fras adquirit nuestro idioma el més alto grado de perfeccién, hayamos renido poetas, ora- dores y, en titimo vérmino, filésofos", y “por ende, en ese momento 2 1d, p. 508. Auda Smih, “Considertcions sr Yorigine tla formation des langue’ en: Varia Linguisica, op. city p. 310. » Ibid, p. 307. LLATBORIA DE LALENGUA YEE COLONIALISMO a ‘en que nnestra lengua habja adquirido su mds grande perfeccién existié ‘para nosotros la gramética general y filoséfica’* ‘Yase percibe a través del vocabulario oémo se presenta el emocen- ‘wismo que sustenta ese abordaje de Ja historia de las lenguas: hay saloajes y cvilizados, lenguasy jergas, técmino, este dltimo, con fixer tes connotaciones de cardcter peyorativo, como ya testimoniaba en el siglo anterior este pasaje de Molitte: “Serd imprudente! Lamar jerga al lenguaje basado sobre la razén y el buen uso" 2? Pero Jo que més importa aqu{ es que esa visién histStica s¢ pro- yyecta sobre ese sigio, que esa postulacién diacrdnica se conglomera diacrénicamente: Maupertuis va a buscar los vestigios de las len- ‘guas antiguas en las lenguas convempordneas; eso implica, desde Inego, que hic et mune existen lenguas civilizadas y lenguas salvajes: “Ese estudio es importante, no sélo por la influencia que las len- _guas ¢jercen sobre nuestros conocimientos, sino incluso porque en Ja arquitecrura de las lenguas se pueden hallar vestigios de los pri- eros pasos que dio el espfrieu humano. Sobre ello, acaso las jergas de los pueblos més salvajes puedan sernos més ticles que las lenguas de las naciones mds ejercitadas en el arte de hablas”.** Por su parte, Rousseau intenta enunciar les caracteristicas generales de las “len- guas primeras” 0 “lenguas primitivas": aquéllas eitaban formadas por “voces® ¢ implicaban pocas “articulaciones” (voces = vocales; articulaciones = consonantes), tenfan muchos “acentos” (tonos) y “gran niimero de sinénimos para expresar el mismo ser en sus dis- ‘intas relaciones”.“! Ahora bien, Rousseau ilustra su planteo, inclu- so con mayor clatidad que en otros textos a nuestra disposicién, comperando esas lenguas “primirivas” con lenguas contemporineas: con el chino respecto de los tonos, con el drabe en cuanto a los sinénimos. “En ciertos aspectos se pareceria a la lengua china; en 2% Peangoie Thuzor, Tableau dee pragri de la wclence graneseaticale, 1796, ve’. Paris, Ducrot, 1976, pp. 97 y 103-104. i 3 Molin, Las mujeres sabias [Les Femme scones, Wy Vi # Varia Linguistica 0. cite p27 * JeanJacques Roussean, Esai sur Porgine des langue, op. cit p. $07, 2 PROBLEMAS GENERATES ‘otros, ala griega: en otros, a la érabé”.® En consecuencia, las cosas estan claras: hallamos aproximaciones a esas jergas originarias en ciertas lenguas (que entonces se vuelven jergas?) contemporéneas. Allf se presenta un fenémeno muy generalizado en el siglo xvur consiste, dentro de distintos dominios, en dar satisfaccién a la mo- dernidad de Europa mediante su contraposicién con el salvajismo \\ prehiseérico del reso del mundo y Ja transformacién de esa disper- / sién geogtéfica en sucesién histérica, al poner en perspectiva diacré- \, nica lo sinerénico. La teorizacién del vinculo con el ot2, con el dife- rente, pasa por su digestiéns pues ef ofre no es ni puede ser més que un estadio antiguo de nuestra propia historia, més que una forma inacabada de nuestra propia perfeccién. Jean Biou propuso la idea de «que paral siglo:xv0r la nica forma de acmitirculturas diferenes era introducirlas en el sistema de coordenadas europeo, deghttitlas: | Paraconcluig, inrentemos al menos reflexionar acerea de la opinién gene- | ssa que Occidente supo oftecer a las culturas que encontré: la asimila- én que ~nuestras almas bellaslo deploraron a menudo oper casi siem- | cere i eee oars J. \ desuesisencia separadao sles dio muerte Por su connoracién biolégi- | cision Sates umamopatgncnesecs Leche laminismo es canibal en exanto niega al otro en su diferencia para rete- ner del sélo lo que puede asimilar (sire 201). Para nosotros, por supuesto, se trata s6lo de una parte de ese festin, de gltefagia: las lenguas de los otros (pero detrés de las lenguas se sene en Ja mira las cultnras, las comunidades) no existen sino como pruebas de la supetioridad de las nuestras; no viven més que negati- vamente, fisiles de un estadio de nuestra propia evolucién respecto del cual ya dimos vuelta la pégina. Ast, nuestras lenguas, las lenguas de Europa occidental, (que muy pronto ha de ser la Europa colonial) “_ gepresentan el “despliegue acabado de la madurez racional, tétmino y culminacién de los errores y balbuceos, apogeo de una trayectotia © Bid, p. 507. TATEORIA DELA LENGUA YEE COLONIALISMO e que ella justifica trascendiéndola”.® Esa glorofagia, cuya finalidad es ‘el confort, lleva en germen el racismo y la justificacién del fenémeno colonial que ha de sucederla poco después. No resulta indiferente destacar que el agenc ‘especie: ast, lo més frecuente ¢s que los diccionarios de ese siglo glo- sen el téxmino negro con esclavo,M participando en una organizacién ideologica que ovorga entidad de natunaleza a determinados escaratos que engendré nuestra exdsune. Con la fuerza de la supetioridad que jufianismo que perderd muy pronto, y que debemos enfatizar como conclusién: cree en la posibi- lidad de pasar de un estadio histérico a otro, en la posibilidad de evolucién de la erga hacia le engua. Para dl, la desigualdad emana de un estadio diferente de avance, no de una infetioridad esencial: en el fondo, esos salvajes son nuestra marca en Ia historia, un recuerdo de nuestros propios orfgenes. Eso no modifica en nada a lo antetior, al fendmeno de glorofagia que alcanza en ese punto su fuente y que, bajo otras formas, habré de desarrollasse hasta nuestros dias; con todo, todavia estamos lejos del racismo moderno, ese que aparece en el “Bese erpon, au chee unger he doen cores Eni 3e pasard de la oposicidn entire hort mbres ala ‘Guecafetnenanbesyeckombas * Judith Schlanger, “Lenfance de Phumanieé” en: Diaginc, ain. 73, citada por Jean Bio. + Alrespecto, éaseS. Delasalle, L. Valent, “Le mot nigre dane les ditionnaires deVancien régime", en: Langue franpsse, min. 15, septiembre de 1972. tl Sin “ ‘PROBLEMAS GENERALES ‘Bx SIGLO XN DEPENSA E ILUSTRACION Dz LA EUROPA ARIA Las péginas anteriores ya eran presurosas, escritas a mano alzada, sin indagar entre la inmensa bibliografla pertinence 2 las lenguas més que pata marcar a grandes rasgoe distintas tendencias. Cual- quier estado de la cuestién consiste ya no en uns historia, incluso embrionatia, del abordaje de las lenguas, sino en un interrogante acerca del estatuto histérico de ese abordaje: cmo en Ja teorfa del _Jzagusie tela lengua ox blll miso. dings Te maseedeune TEptesentacion ideol6gica de las relaciones entre las distinras comu- ~ pidades y el germen de una préctica ulterior, uno de cuyos elemen- 1s serla esa representaci6n. Todo estriba, entonces, en seguir una pista, lo cual ya consticuye una seleccién, y seguirla répidamente, ppara liberac de obstéculos el terreno: no es nuestra intencién ser | -exhaustivos. Las faltas y los. peligros inherentes a ese abordaje senin atin nds evidentes en lo referido al siglo x Pero, 2 la vez, ese petiodo nos permite discriminar toda la ambigiedad de lo que generalmente se designa “progreso cientlfico". En efecto, no se puede negar que la proliftracin de textos de todo tipo caracrecistica de las primeras décadas del 1800 hard que la lin- gillstica dé un paso imporeante. Bl interés por el sAnscritos los estu- dios tendienies a probar el parentesco entre sénsctito y latin, griego, francés, alemén, evcétera; cl estudio de la evolucién fonética (véase, ‘por ejemplo, las leyes de Grimm): todo eso forma parte de la consti- tucién de una lingiivetica comparativa, iltimo estadio presaussureano. BL propio Saussure concuerda en el reconocimiento de los avances _efecrados en esa 6poca, cuando escribea propésito deF Bopp: “Hu- Tminar una lengua por medio de In otra, explicar las formas de una com las formas de la otra: eso era algo que hasta entonces no se habta hecho". Sin lugar dudas, la nocién de sistema, que aparece en al “© Ferdinend de Saustase, Cour delnguinigu générale (1910), Pati Papo, 1973, 1d (ea. exp. Came de linge genera Buenos Aires, Loess, 1945}. LATEORIA DE LALENGUA Y EL COLONIALISMO 6 ticulo del volumen de Bopp,“ no es-exactamente nueva. De hecho, desde el siglo xvur se encuentran intuiciones semejances. Asi, cl art culo “Eximologia” de la Eneyelopédie (sin firma, pero generalmente azribuido aTurgos) empieza « razonar en séeminos de facrofes inter- nos de evolucién, mientras que las obras del presidente Des Brosses 0 De Court de Gébelin® consideran Ja lengua como una materia so- metida a las leyes fisicas y mecinicas de la naturaleza: en todo mo- mento se cortan las raices sociales de fa lengua; pero esta ttltima em- pieza a aparecer como un conjunto, un sistema que tiene sus propias leges, No obstants, durante el siglo ax estallané Ja gramuzica general y os “gramticos” van a inclinarge hacla la hissoniaylacomparacion de uas, efeccuando de ese modo un “salto adslanse” de importancis, Indocuropeo, xérmenes de la glorocronologia, excévera. No insistire- os acerca de ese perfodo; ya se encuentran buenas descripciones en Jos manuales de historia de la lingiifstica: mas bien, nos detendremos sobre el revés de la trama. De hecho, ese aspecto técnico ampliamente positive encueasra, como siempre, su réplica en elementos que, bajo el amparo de Ia “ciencia" reposan sobre la ideologla y justamente llegan a manchar de ambigiledad la nocién de progreso técnico. Ya lo hemos vieso: tuna franje completa de la visidn antigua, de amplio predominio durante el siglo 21, y posteriormente nunca impugnada, se desmorona. Yo ropone en su Obra de 18084 una tipologia de las lenguas en la productividad relativa dela rafces: habré lenguas flecives, ‘cuyas rafces son productivas, y lenguas no fleciuas, sin ralees (en ellas, “°F Bopp, Syme de conjgaizn de la langue sarserte compart elu der laser pepe lines, poser grmanius (ard der Sans 4 Verpleiung mit jam dor grschischon, Lacintichen, pertachen rnd germaniecben ‘Sprache, 1816. © Des Brosses, Taide formation mécanique de lengue, 1765s Courrde Gebel, Histsirenapurele dela parole 1776. “ Schegel, Uber die Sprache rnd Weiseis der Indien. 4“ PROBLEMAS GENERALES todas las unidades son rafces, lo cual da el miismo resulsado). Se pasa inmediatamente a una tipologta tripartita, que distingue: ~ lenguas aislantes, cuyas unidades son invatiables; no se puede distinguic sadicaly elementos gramaticales: su modelo esl chi- nos ~ Lnguas aghusinantes, cuyas unidades se componea de un radi cal al que se afiaden afijos gramaticales segmencables y analizables (ejemplo tipo: el marco); — lenguas flesivas, cxayos afijos no son segmentables y se presentan amalgamados (modelo latino). Esa tipologia no es en s{ misma impugnable: Bloomfield la retomard en términos semejantes,” remitiéndola a dos tipos (lenguas analiscas y lenguas sinzétiea); y los diccionarios de lingiiistica modernos no la ‘cuestionan.» Sin embargo, seré trasladada al émbito hist6rico, pues- ta en perspectiva diacrénica, Iuego jerdequica, en especial en A. Schleicher, quien postula que todas las lenguas fueron aislantes, que algunas se volvieron aglutinantes y finalmente las més refinadas se volvieron flexivas. Alli existe una influencia simultdnea de Hegel y Darwin, y una prolongacién de las intuiciones del presidente Des - Brosses 0 De Court de Gébelin: Ja lengua es un organismo natural vivo, gue se desarrolla y vende a la muerte. Es la tesis del dective de las lenguas; después de la evolucién caracterizada por los tres estadios (Gislante-aglutinante-flexivo) las lenguas comenzaron a moris, eCémo explicar ese dective de las lenguas 2 lo largo de la historia? La ‘mayor parte de loe comparatistas ~especialmente Bopp y Schleicher Io atribuyen a la actimad del hombre hisvérico respecto de la lengua, una actitud de usuario: tra la lengua como un simple instrumento de co- miunicacién, enyo empleo debe haceree lo mis cémodo y ecombinioa ‘© Leonard Bloomfield. Le Langage, Pats, Payot, 1970, p, 195ferad. exp: Bl ene ‘saje, Liens, Universidad Nacional San Marcos, 1964). * Véase, por ejemplo, el Diesonnaire de linguisique, Pare, Larousse, 1973, LATBORIA DELALENGUA ¥ EE, COLONTALISMO ” posible, Las leyes fonéticas esarfan motivades precisamente por esa ten- ddencia al menor esfuerzo que sacrifica la organizacién gramatical en aras de una comunicacién a bajo casto.* 1Lo que nos interta de dicha estatificcién es ante todo su aspecto normativo-enrocentrista. Las leng flexivas son las més evolucio- se col ape mt) y= een, unto, bay que destacar todo cuanto separa a esa vision de ly que prevalecia en el siglo x07. En ese entonces, os conflict linghfeticos crtabu ligados alos choques entre nacionalismos europeos,en espe.) Gia cone choque franco-alemn. Ahora, spurts del lento desea ( Sie Eh ae oedema pen defenea de Occidente contra el testo dl planes ya no se tata de) demostrar Ja superioridad del francés sobre el aleman, 0 wiceversa, sino la supetioridad de las lenguas indoeuropeas sobre las owas, ‘Ademés, esa unidad ji se plantea como unided racial: se ir ‘a primitiy ‘raza ER ese «que deal postulan la mayor perfeccin de las lenguas indoeuropeas, la de las ciencias narurales que, con Mendel, se lanzan hacia la nocién de} ‘herencis, en su forma mds general, que tiende a prestar arencién al “oxigen” de todas las cosas (es ef ur- alemén, en este caso indudable- mente la Unprache), Bn cuanto al tema que nos. el cruce de esas’ tendencias, se inclina hacia la nocién de lefinta exe tér- smino de Ia siguiente manera: “nombre d de pucblos que hablan sénserio, perss, griego, latin, alemdn, eslavo y celta. Las Jenguas arias, rambién llamadas japéticas, indoeuropeas”. Asi, demos- traba que en la época en que redacra au diccionario ya se efectu la ssimilacién entze unidad linglifstica y unidad racial, Pero, entretanto, ‘Leone de Gobineau vades un:paso atin mds importante, plantando ¢ Onvald Ducroty Teen Todorov ca Dison engrlpldiger de ene lenge Pace, Sel. 1972, pp. 25-26 fend, esp: Dicionario enh lope de lr iencias de! lngugfe, Buenos Ase, Siglo 32, 1576, pp. 21-28), 6 PROBLEMAS GENBRALES Ja superiocidad originaria de la raza aria por sobre las otras. Algunos rataron de “blanquea:”, de exculpar a Joseph Archur de Gobineau. En especial, J. Gaulmies, quien teaxé de demostrar que nada tiene que ver ‘com aquél la utilizaci6n posterior del vérmino ario,® pues haba rezona- do ampliamente en vérminos de declive de las civilizaciones y desapari- cidn de los arios en el transcusso de la historia: en Gobineau no habrfa existido ni un minimo atisbo de racismo contemporineo, ya que los atios de que hablaba ya no existan. La argumentacién es algo expeditiva, ya lecnara directa de los texxos de Gobineau esté lejos de justificara: el ‘autor presenta en todo momento el carfexer biofisico como base del iismo* De hecho, tan sélo el desprecio que siente por sus contem- pordneos mengua su racismo, como, por ejemplo, restimonia dl siguiente pasaje: “Me rehtiso por completo aese modo deargumentar que consiste cn decii: todos los negros son ineptos; ¥ mi principal motivo para absee- inerme de ello es que me verla forzado a reconoces, como compensacién, ‘que todos los europeos son inteligentes, y yo me mantengo a cien leguas de serasjante paradoja’ * Pero ya la cleccién del uétmino ario es intexe- sante y reveladora. En su origen, el uérmino parece ser aquel por eyo incermedio se designan a ef mismas, por oposici6n a los aborigenes ne- gros que ellas dominaban, ciermas tribus indoiranias entre el sigloxvaryel ‘xantes de nuestra era. Y el Rigueda presenta a esos negros (por ende, los ‘no-arios) como a demonios: sin nariz, con tres cabezas, encévera, En la prictica, el origen del eétmino plantea problemas complejossy Emile Benveniste, quien realiza trabajo de osfebre en ese campo, tras sefalar que al vérmino rye “es una designacin que se aplican a sf :mismos los hombres libres en oposiciéna los esclavos",* llega ala con- 8 J. M, Gauleaes, Le Specie de Gobineau, Pars, Paver, 1965. tare —ademés de Gobineau, Ena sur Pindgalod det aces biomainercl andisis ‘que tealiza Coleree Guillsumin, L7dlologie racine, Peis La Haya, 1972, en especial pp. 36-57, ». ly pp. 65-66, n. 11. % Ciao por R Lalou, Hisoire de le lidrasurefrangaswe contemponting Pass, G. Gets, 1922, mile Benveniste, Vocabuleve des insituions indo-europdenne, Pais, Bd. de Minuit, 1969, «, p. 368 (tad. esp: Vocabulario dela instruciones indoeuropess, Maduid, Taurus, 1989]. Véansevambidn 2 Thieme, Der Femaling i Riguda,Leipaig, LATBORIA DELA LENGUAYEL COLONTALISMO ® lusién de que, tanto entre los indios como entre los itanios, esa nocién, sefiala “el despertar de una conciencia nacional”,® pero se niega a to- -mar posicién acerea del érimo. Con todo, de esas vacilaciones etimolé- sgicas aparecen con claridad dos semas fundamentales: el xémmaino arya parece haber denotado una superioridad social y/o una supetioridiad racial. Ahora bien, juscamente all reside ol centro de la argumencacién de Gobineau. Para d, la progresiva degeneracién émnica es la base de una superioridad doble: fa de los invasores del Norte ene os invadidos del Sur; y su correlativa, de la nobleza sobré el pueblo. Claro esté.que ba idea no es nueva, incluso se la toma directamente de Boulainvilliess: “Los ¢galos se volvieron sujetos, los franceses fueron amosyy sefiores, Desde la ‘conguista, los franceses originarios fueron los verdaderos nobles, y los {inicos en condiciones de serlo”*” Sin embargo, asociada en Gobineau alos descubrimientos de los graméticos comparatistas (quienes ~digé- ‘oslo de una ver~ mediante su teoria de estadios y degradacién de las lenguas le preparan el terreno) y al primado de la herencia que, entre Darwin y Mendel, es “el clims” de esa época, va a brindar un modelo, ideolégico aplicable a distintas situaciones. ‘End poruna parte, earstScratacontrarrevolucionatio, el hijo del guardia de las Tllerfas,revisé con gran seriedad el conflicto entre nobleza y Ter- cer Estado como una guerra entre francos salios 0 ripuarios y los sgalorromanos que aquélios vencieron. Por la ott e aficionado a los vie~ jesy las lenguas incidentalmente toma conocimiento de las exploracio- ‘nes de los lingtistas en las eximologias comunes a las lenguas de Europa {¢alvo e fins, el hiingaro y el vasco) yal grupo sinscrito-persa. Compo- nniendo ese germen arcaico de ideologia con ese descubrimiento muy positivo, A creaba ex nibido las razasasias 0 semiticas.* [OST y G, Duméall, Lidolegie ripenite des Indo-Buroptens, Beiselas, colecsiéa “Caromas’, vol. 31, 1958. 5 ale Benveniste, op cts p. 973. Cielo por Jur Pest Pays, Tories, Irtroaction noe engage teva, Pals, Herman, 1972, p22. % JeansPlerse Faye, Lengagertoelitairs. Critique de le meson narntive, Pati, ‘Heenan, 1972, p. 178 lead. ep: Lot lenguajesrtalitarios, Maid, Taurus, 1975). 30 PROBLEMAS GENERALES { Ast, lucha de clases y Incha de razas podrén alternarse (sobre la base | deesa alsernancia operaré mds tarde la ideologfa nazi); pero, de mo- mento, la teorizacién de la superioridad Hngittstice de Europa tiene su réplica en una teorizacién de su superioridad racial y, glorificaday justificada la conquisea de la Galle por los francos (que el franco se hiciera noble formaba parte del derecho del conquistados), lo seria, por contragolpe, las conquistas coloniales de Francia. Los antiguos siervos ~por esencia, inferiores~ momentineamente se transforma- xin en colonizados antes de volverse, algin tiempo més tarde, prole- ratios. De ese modo, el innegable progreso cientifico que encarnaba la hipétesis indocuropea~en s{ mismo, impregnado de ideologia racista por su teorfa marginal de estadios~ se ve englobado en una teorfa més ‘vasta, no excluyentemente racista (por més que la base dela teorfa de Gobineau disponga en los dos exremos de la excala a los atios, supe- riores, y los negros, inferiores, por ejemplo, a los semitas, que eran soslayados, se los vea ubicados hacia lo alto de la escala), sino antes bien elisina, y esas elites son en idéntica medida (y, cronolégicamente, en ese orden) raciales y sociales. Cuando al colonialismo le haga falea justificar su empresa, le bastard con tomar elementos de esa teorla de la superioridad del colonizador (del conquistador llegado del Norte) y eventualmente sumarles una pizca de humanismo (ellos son infe- flores ~dice, en suma, Jules Ferry y nuestro deber es levasles la civilizaci6n). Maurice Houis resalté el vinculo entre teorfalinglistica y peictica colonial: ‘Ast se injere Ja idea de lenguas primitivas en sus eseructuras y elements les en sus potencialidades. Los trabajos de africanistas como Delafosse ¥ ‘Weseermann aportaron una caucién salvaje la politica colonial. sa con- Juncién, que también es wa compromiso entre ciencia y politica, forma parte dela historia dela Lingiitica negroafricana. Sin ella, no se com- prendend el reporte de Davesne acerea de “La lengus francesa, lengua de

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