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Bernardino Rivadavia, siendo ministro de Gobierno de Martn Rodrguez, produjo un hecho que
durante 150 aos fue motivo de debates y reclamaciones entre la jerarqua eclesistica y el
gobierno: expropi numerosos inmuebles de la Iglesia "no necesarios para el culto. Los
sucesivos decretos no se limitaron slo a los bienes, tambin reglamentaron distintos aspectos
de la actividad religiosa, dentro de un proyecto conocido como Reforma Eclesistica. La
iniciativa de Rivadavia conquist partidarios dentro del propio clero, pero tambin una airada
reaccin de los obispos que deriv en la ruptura de relaciones con la Santa Sede.
La actitud del episcopado de la poca no debe sorprender, si se tiene en cuenta la magnitud de
los bienes que haban sido confiscados. En el permetro de la ciudad de Buenos Aires, la
decisin de Rivadavia alcanz, entre otros, a los terrenos circundantes de las actuales Carlos
Pellegrini y Corrientes, incluyendo el sitio en donde est emplazado el obelisco; a la manzana
de la plaza Roberto Arlt, Esmeralda entre Rivadavia y. Mitre; a la manzana de la baslica de
San Francisco, Alsina y Balcarce; a la manzana de la baslica de Santo Domingo, Belgrano y
Defensa; a la manzana del Colegio Nacional Buenos Aires, Bolvar y Moreno. En la provincia de
Buenos Aires fueron expropiadas las tierras que hoy conforman los partidos de Lujan, Merlo,
Avellaneda, San Pedro, Arrecifes, Moreno, Quilmes, Magdalena y Tres de Febrero. El
constitucionalista Pedro Fras sostena, todava en 1986, que el financiamiento del culto
constitua "una compensacin por el patrimonio inmobiliario confiscado a la Iglesia por
Rivadavia en 1822" (La Nacin, 8 de octubre).
En la reunin ordinaria de la Conferencia Episcopal, realizada en noviembre de 1986, se lanz
la sugerencia de renunciar a los montos que el Estado entrega a los obispos, pero no hubo
consenso para su consideracin. La propuesta fue presentada por el obispo de Posadas,
Carmelo Giaquinta, y apoyada por otros purpurados, que la consideraron "un testimonio de
humildad y pobreza". La contribucin oficial al sostenimiento de la Iglesia Catlica se ha
mantenido, en los ltimos aos, entre el 0,04% y el 0,09% del presupuesto nacional; en 1988
representaba aproximadamente 4,2 millones de dlares.