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eave 6 anos El problema de Martina Maria Luisa Silva asvacores te Cristina Espinosa Pronto serd su boda y Martina quiere lucir el més hermoso traje de novia que ninguna puercoespina haya tenido jamés, Por ello, recurte a la sefiora Arafa para que le teja un delicado encaje, mas la tela no resiste el race de sus pias. Martina esta desconsolada, pero sus amigos le tienen una maravillesa sorpresa, ALEAGUARA (<2) INFANTIL “aes ii peter i ‘belie Maa Lo Sih {Gd tnroeclner Crt Expire oem st: ‘Apia Chen de Eines SA ‘BEana rts 1 Prone Siniago de Cie + Grape Satin eRaones SA. ‘Perea 2800 Me apa. + Agila Ate, Tar Allegra A. de CX ‘Aria Unrid T5 Cot ela Meo DE C0310, + Agila Aten, Tur, Afar Sd Palos ‘Ari Lanta N Al 7230, C1001 AAP, Boson Ae, Arena, ‘Ah vce 23cm Rnd Gude y Bea Solas La Ps Baia Incl: at Imes en Chili in Cle Pint ek: a e202 ‘Spina edi: de 008 Dect de clei Mae Ea Tas x dren sao {Et paron n den poi me een ate era yo nuns or snes Se ew fer derma enn oa ain he (Sos mecince ogame cece mage. de ‘ripe pr tecopn cer, st frm pe ‘pore Eri El problema de Martina Maria Luisa Siva 1 INFANTIL 0 ! jsefiora Arafia! s est? -gritaba con fuerza soespina esa mafiana femprano. s habitantes del bosque se dlieron. ¢Qué le pasaria a Martina para gritar asi? ye era tan encantadora. fora Arafia! ;Apa- favor! 16 decir a la Arafia con ronea y algo molesta. Luego, sus negras patas, se dejé caer al suelo. —iAy, sefiora Arajia! —habl6 Marti- na-, he venido a buscarla porque tengo un problema que solo usted puede solucionar, con su arte, con su talento, con su... —jBasta! —le interrumpié brusca: mente la Arafia~ digame de una vez qué quiere. La puercoespina bajé los ojos —— ruborizada y susurré: ' Necesito una bella si para mi vestido de no —Bueno, zy qué engo que ver yo con eso? -pregunté la Arana. —Habia pensado si usted podria tejer un encaje para mi vestido de novia. —iUn vestido de tela de encaje de arafia para una puercoespina? jNo! Yo no puedo. Es muy dificil, imposible = Ia Arafia agit6 tres patas. —Por favor, sefiora Arafia, usted es la mejor tejedora. Yo deseo que mi novio me encuentre muy bella. glo haria usted? Un enorme silencio cubrié el lugar pues todos escuchaban la conversaeiOn. Los pajaros no volaban y las flores estiraban sus tallos para ofr mejor —Martina 6 la Arafia~, yo ist no puedo hacer un trabajo tan grande, me demorarfa mucho. Ademis uni puercoespina no necesita casarse con un vestido de novi de encaje. bod Pescuché hasta en la copa de los "arboles mis altos. Los ojos de la puercoespina se naron de lagrimas y su sollozo se Nadie habl6, todos miraron molestos a la sefiora Arafia. Martina era muy querida en el bosque. —iYa, ya! -se compadecié la Arafia~. Me molestan las lloronas. Veré qué puedo hacer. Sa: La Arafia se puso sus anteojos y, yPez6 a trabajar al instante. {Fo corridas al derecho, adas, tome un punto e seis. Teje que ja Arafia trabajé fa el amanecer. ina preciosa tela iba iendo, brillante, delicada, ‘el nds hermoso encaje jamas visto, ‘Ghando la tela estuvo Jo suficientemente larga ‘como para la falda decidieron probarla. Martina se agaché y entre varios insectos cogieron la tela por los cuatro costados, la alzaron con lentitud y la dejaron caer sobre el cuerpo de la puercoespina. Y, entonces, sucedié: las suaves hebras de tela, al caer sobre las ptias, se cortaron; no solo en una, sino en varias partes, y el encaje empez6 a deshacerse hasta quedar destrozado. 2 ptt Martina, preocupada, no durmié juella noche. ‘Al dia siguiente, la Arafia 36 con més ahinco. Pero el Fesultado fue el mismo, la tela quedaba destruida al rozar las pti Martina. Probaron varios dias y al no ha solucién, la Arafia, cansada, abani el trabajos Ee ¥ saberlo, a puercoespina se sintié muy desilusionada. Caminé y caminé por los alrededores del bosque sin encontrar consuelo. Finalmente, agotada, se desplomé en el pasto. Alli Horé largo rato. «

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