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Cuando inicie mi vida acadmica hace muchos aos, en una ciudad pequea en la
zona de cafetera de Colombia, en medio de grandes montaas, ros y muchos
nios. Mis primeros encuentros con los libros fue en la escuela, en ella aprenda
a leer y por medio de ella conoc narraciones que fueron creando en m, mundos
mgicos que me acompaaron en varias etapas difciles de mi vida. Por las
noches soaba con monstruos y hroes, con prncipes y princesas, con pases
hermosos solo vivos en mi imaginacin. Aunque, para ser sincera no recuerdo
dentro de mis primeros aos a ningn autor de textos conocido, pues a esa
edad no me importaba mucho, era su contenido y su mundo irreal lo que me
atraa. Crec en una familia pequea; una hermana, mama y padra. Mi escuela
quedaba cerca a mi casa, todo el tiempo en la escuela jugaba con mis amigos,
aunque no era muy permitido me las arreglaba para hacerlo. Cuando llegaba a
casa le contaba a mi hermana y mi madre todas las cosas que hacamos, como
reamos, jugbamos cantbamos, mi amor desde nia actuar todo lo que leyera.
Agradezco a la literatura ser ma miga, mi consejera, mi formadora, y mi
directora desde que mi madre, parti de este mundo. En ella encontr refugio,
fuerza, nuevos horizontes, otra forma de ver las complejidades de la vida, sin
morir en la ma.
Como lo menciona Llosa, agradecindoles a algunos escritores latinoamericanos
como, Gabriel Garca Mrquez, Octavo paz, Borges, Cortzar. Entre otros. A
ellos agradezco que amrica latina se conozca en el mundo de una forma
diferente que no era solo el continente de los golpes de Estado, los caudillos
de opereta, los guerrilleros barbudos y las maracas del mambo y el chachach,
Bibliografa