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Mayo de 2015
La derecha contraataca
y el Gobierno se radicaliza
No cesa la conspiracin poltica y meditica contra la
Revolucin Bolivariana, pese a la leccin de dignidad
mostrada por el pueblo y el gobierno venezolanos en
la Cumbre de las Amricas. Por el contrario, emprende
una nueva escalada mediante activacin de planes violentos en el pas e injerencia de actores polticos inter-
Nacionalista Gallego en
el Estado espaol y por
los senadores del Polo
Democrtico Ciudadano
en Colombia.
A esa campaa se han
asociado ex presidentes
latinoamericanos con probados historiales represivos y delictivos, como
Miguel ngel Caldern y
Miguel ngel Rodrguez
de Costa Rica, ambos
condenados a cinco aos
de crcel por corrupcin,
Felipe Caldern de Mxico, que acab su mandato
tras 60 mil muertos y 160
mil desplazados y est
acusado por crmenes de
lesa humanidad, Mireya Moscoso de Panam,
quien en 2004 indult a
cuatro terroristas capturados en intento de asesinar a Fidel Castro, Alfredo Cristiani de El Salvador,
ultraderechista y cmplice del asesinato
de seis sacerdotes jesuitas por el ejrcito salvadoreo bajo su mandato, lvaro Uribe, vinculado al narcotrfico y
acusado de crmenes de lesa humanidad Todos ellos flanqueados por dos
ex presidentes espaoles con historiales
en clara sintona con los de sus compinches latinoamericanos. Uno miembro
del derechista Partido Popular, Jos Aznar, valedor del golpe de Estado de abril
de 2002 y de la criminal guerra de Irak,
y actual lobbysta consejero de News
Corporation, el holding de empresas de
comunicacin del magnate Rupert Murdoch y de Endesa, la transnacional espaola del sector elctrico y gasstico. Y
el otro, miembro del socioliberal Psoe,
Felipe Gonzlez, valedor del terrorismo
de Estado en Espaa en los aos 1980,
impulsor de las polticas neoliberales
y antiobreras en sus aos como gobernante y lobbysta al servicio del magnate mexicano Carlos Slim y de transnacionales espaolas como Gas Natural,
adems de estrechamente vinculado al
grupo empresarial meditico Prisa.
Esta aceleracin de la conspiracin
contra la Revolucin Bolivariana pretender asmismo intensificar el frente
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viene de pg. 29
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