Trabajos de empresa

MANEJO NUTRICIONAL
DE LA OSTEOARTROSIS
CANINA Y FELINA

Gemma Baciero
Comunicación Científica
Royal Canin Ibérica, S.A

A través de la nutrición podemos conseguir

significativos beneficios clínicos y contribuir
a mejorar la calidad de vida de los animales que
padecen osteoartrosis. Además de proporcionar
nutrientes para la estimular la reparación articular,
se puede modular la respuesta inflamatoria y
proteger del daño oxidativo.

La osteoartrosis (OA) afecta a más del 20% de

los perros mayores de un año y es la enfermedad
osteoarticular más común. Independientemente de la
edad, afecta al 25-30% de la población canina.

La obesidad o el exceso de peso es uno de los factores

de riesgo más importantes para la osteoartrosis canina.
No solamente porque el peso excesivo provoca una
mayor presión sobre las articulaciones, sino también
70 porque el tejido adiposo se considera metabolicamente
activo y pro-inflamatorio.
 Manejo nutricional de la osteoartrosis canina y felina
Otros factores de riesgo son la inestabilidad, laxitud
o displasia de la articulación, traumatismos, estrés y
tensiones excesivas, así como predisposición genética
y la edad en algunas razas.
El gato se ha considerado durante muchos años como
una especie que no se veía muy afectada por la
osteoartrosis. Sin embargo, investigaciones recientes
revelan que esto no es así, e incluso que es una
enfermedad común, particularmente en los gatos
de edad avanzada. Los estudios muestras tasas de
prevalencia de hasta un 90% en los gatos mayores de
12 años. Por tanto, no está tan asociada al peso, como
en el caso del perro, sino que está más relacionada con
la edad
Tratamiento de la osteoartrosis
El tratamiento de la OA está dirigido a aliviar el dolor
y prevenir la degeneración del cartílago articular. El
objetivo final es lograr una mejor calidad de vida en
animal que padece esta enfermedad y para ello el
tratamiento requiere distintos enfoques
Antiinflamatorios
De manera convencional se utilizan corticoides o
AINEs para reducir la inflamación y aliviar el dolor y la
rigidez. Reducir la inflamación podría ser un aspecto
particularmente importante ya que ésta contribuye al
mantenimiento del círculo vicioso de la osteoartrosis.
Sin embargo, aunque las nuevas moléculas ofrecen
mayor seguridad y permiten tratamientos más largos,
siempre hay que tener en cuenta los posibles efectos
secundarios.
Peso óptimo
Controlar el peso es un aspecto fundamental. En el
perro las afecciones articulares están frecuentemente
asociadas a la obesidad. Se ha demostrado que los
perros con un sobrepeso moderado (11-12%) presentan
una mejora clínica marcada después de adelgazar
y recuperar su peso ideal. Muchos otros estudios
demuestran el impacto positivo de la reducción de
peso o de la restricción calórica.
En los gatos, aunque no existe la misma relación
entre OA y obesidad, también es conveniente hacer un
seguimiento del peso.
Ejercicio y fisioterapia
Mantener un ejercicio físico moderado y regular puede
ser favorable, siempre que se ajuste el nivel de
actividad a la intensidad de la enfermedad, al grado de
dolor y de la inflamación y a la articulación afectada.
En general, si nos referimos a los perros con OA, el
ejercicio de bajo impacto, como andar con correa o
nadar, es beneficioso, además de ayudar a controlar
el peso.
Si nos referimos a los gatos con problemas articulares,
no es fácil conseguir que hagan ejercicio y la fisioterapia
puede ser una opción.
Nutracéuticos
Se han llevado a cabo estudios sobre los tratamientos
con nutracéuticos en casos de osteoartrosis.
Los resultados de los estudios apoyan el uso del
extracto de mejillón verde (GLM, green lipped
mussel) así como de la glucosamina y condroitina,
que aportan un “nivel de confort moderado”, a la
misma altura que lo consigue el carprofeno.
Glucosamina y condroitina
Tras ser ingeridas se concentran en el líquido sinovial
y tienen el potencial de modificar el curso de la
OA. Protegen al cartílago de la degeneración, ya sea
aumentando la síntesis de matriz o disminuyendo su
degradación (regulan, inhibiendo, la expresión genética
de las enzimas proteolíticas que degradan el cartílago y
de los mediadores inflamatorios). La glucosamina y la
condroitina son los condroprotectores más utilizados 71
y su combinación podría tener un efecto sinérgico.
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Sulfato de condroitina. Es el principal glucosami-
noglicano (GAG) del cartílago articular. Estimula la
producción de matriz proporcionando sustrato adicional
para la síntesis de proteoglicanos, y, por tanto, favorece
la regeneración del cartílago. Además inhibe la actividad
de las metaloproteasas, enzimas que provocan la degra-
dación del cartílago.
Glucosamina es un precursor de los GAGs y estimula
su síntesis, la de prostaglandinas y la de colágeno por
los condrocitos.
Además de su acción condroprotectora, se ha
demostrado que la glucosamina tiene ligeros efectos
antiinflamatorios.
La glucosamina y el sulfato de condroitina, tras ser
ingeridas se concentran en el líquido sinovial. Su función
es favorecer la regeneración y reducir la degradación
enzimática del cartílago y participan en el mantenimiento
de la capacidad de absorción de agua del cartílago,
fundamental para cumplir su función amortiguadora.
“
El extracto de mejillón verde de
Nueva Zelanda posee propiedades
analgésicas y antiinflamatorias,
fortalece el cartílago y contribuye al
mantenimiento de la movilidad y la
salud articular
72
El extracto de mejillón verde consigue un efecto beneficioso sobre
la articulación reduciendo la inflamación y el dolor, limitando la
degeneración y favoreciendo la regeneración del cartílago articular. menos inflamatorio que los anteriores.
Se han publicado estudios en los que la combinación
de ambos permite una mejoría en la movilidad y
locomoción. Por otra parte, también se ha demostrado
la eficacia de la glucosamina y la condroitina de
modo profiláctico, es decir, para ayudar a prevenir la
osteoartrosis.
Extracto de mejillón verde de Nueva Zelanda
(Perna canaliculus)
Se trata de un ingrediente excepcional, que posee
propiedades analgésicas y antiinflamatorias, que
fortalece el cartílago y que contribuye al mantenimiento
de la movilidad y la salud articular.
El extracto de mejillón verde es una fuente muy rica
en nutrientes, que incluye los glucosaminoglicanos
(GAG), como el sulfato de condroitina, vitaminas,
minerales y ácidos grasos de la serie omega 3: ácido
eicosapentaenoico (EPA), ácido docosahexaenoico
(DHA) y ácido eicosatetraenoico (ETA).
Se obtiene a partir de la carne del mejillón, mediante un
procedimiento que se lleva a cabo a baja temperatura
(< 30ºC) para preservar la calidad de sus componentes.
Hay que tener en cuenta que la fracción lipídica es
muy sensible a la oxidación, por lo que hay que tener
una precaución extrema para preservar sus cualidades
terapéuticas.
En su mecanismo de acción confluyen distintos
efectos. Los ácidos grasos omega 3 (especialmente
el ETA) poseen una actividad antiinflamatoria,
inhibiendo la actividad de la ciclo-oxigenasa (COX 1
y 2) y lipo-oxigenasa (LOX-5). Gracias a su contenido
en GAG (especialmente condroitina), el GLM presenta
propiedades condroprotectoras. Y, por último, las
vitaminas (E yC) actúan como antioxidante y los
minerales (Zinc, Cobre y Manganeso) son cofactores
de las enzimas antioxidantes.
Ácidos grasos poliinsaturados
Cuando se produce un daño celular, se induce la
liberación de ácido araquidónico (AA) y ácido
eicosapentaenoico (EPA) de las membranas celulares.
El AA es metabolizado a otras moléculas, entre
ellas prostaglandina E2 y leucotrieno B4, que son
mediadores fundamentales de la inflamación. El EPA,
sin embargo, es metabolizado a prostaglandina E3 y
leucotrieno B5, que tienen efecto antiinflamatorio o
 Manejo nutricional de la osteoartrosis canina y felina
En el tratamiento de la osteoartrosis el
tratamiento nutricional gracias al extracto de
mejillón verde, la glucosomina y la condroitina,
los ácidos grasos omega 3 EPA y DHA y los
antioxidantes, puede ayudar a mejorar la
movilidad
Mediante la modificación de la dieta es posible alterar
los lípidos de membrana, y como consecuencia,
las respuestas inflamatorias. Por eso se aconseja
suplementar con aceites de pescado, que son fuentes
ricas de EPA y DHA, para el control de la OA.
Hay que tener en cuenta que la enzima delta saturasa,
“En el perro, el exceso de peso puede ser un factor predisponente y
agravante de la osteoartrosis”
que cataliza el paso de ácido alfa linolénico a ácido
eicosapentanoico (EPA), no es muy eficiente en perros
y menos aún en el gato. Por tanto incluir en el
alimento una fuente de ácidos grasos omega 3 no
implica un aporte adecuado de las moléculas que
realmente tienen el efecto antiinflamatorio.
El EPA y el DHA inhiben la liberación de
eicosanoides proinflamatorios y favorecen la
síntesis de eicosanoides antiinflamatorios. Por
otro lado inducen la producción de sustancias
antiinflamatorias: resolvinas y protectinas. Y además
tienen otro mecanismo de acción por el que inhiben
la transcripción génica de las enzimas que degradan
el cartílago (metaloproteasas)
Antioxidantes
Los radicales libres tienen el potencial de dañar
las proteínas, las grasas y los ácidos nucleídos. Son
altamente reactivos y atacan otras moléculas dando
lugar a más radicales libres. Se cree que el efecto de
este proceso continuo interviene en la patogénesis
de la artritis, cáncer, enfermedades cardiovasculares
y otros procesos degenerativos incluyendo el propio
envejecimiento. El efecto de los radicales libres se
puede prevenir con los antioxidantes, cuya acción
resulta más beneficiosa si se utilizan en combinación,
como la vitamina C junto con vitamina E, taurina y
luteína. Incluirlos en el alimento puede ser útil para 73
reducir la lesión oxidativa acumulada.