Indicadores visuales de degradación de unidades ambientales en

Paraná
Prof. Analía Romanello –Alumnos: Marcelo Bonín, Alejandro Ronconi, Erika Solís
(Licenciatura en Geografía. Fac. de Humanidades Artes y Cs. Sociales – UADER.)
Colaboración: Prof. Beatriz Pacchiotti

Este trabajo pretende mostrar las complejas ligazones existentes entre los elementos
naturales y sociales que forman y modifican el paisaje, donde el funcionamiento de los
distintos componentes sólo tiene sentido si se relacionan unos con otros.

El paisaje es el resultado de una combinación dinámica, por lo tanto en movimiento, de

elementos físicos, biológicos y humanos actuando unos sobre los otros, y en constante
evolución.

La observación del paisaje permite comprender que su sustrato natural,

independientemente de la acción humana, es producto de las más diversas
combinaciones de fenómenos naturales, que presentan su propia diversidad y aparecen
en diferentes formas y dimensiones, presentes desde siempre en el modelado terrestre.

El mayor impacto de las actividades humanas está presente en el paisaje urbano. Es en

las ciudades donde mejor podemos observar la dinámica del paisaje, dadas las
velocidades de las transformaciones que allí ocurren.

De esta manera, las problemáticas derivadas de la relación sociedad - naturaleza se

hacen más visibles al considerar este complejo sistema de ligazones como un todo.

La ciudad de Paraná, se encuentra emplazada en la margen izquierda del río Paraná,

sobre un terreno que se caracteriza por una red hídrica de gran cantidad de cursos de
agua, afluentes del río homónimo, muchos de ellos ocultos bajo las estructuras urbanas
y el asfalto de la ciudad. Son estas condiciones, junto con un crecimiento desordenado,
las que en la actualidad agravan el proceso de degradación del suelo urbano en torno a
las cuencas de algunos de estos ríos y arroyos en una ciudad, donde las condiciones
topográficas no fueron consideradas en el desarrollo de la trama urbana.
Figura 1: Planta del Ejido urbano de Paraná y red Hidrográfica.

Fuente: Elaboración propia en base a: Aerofotografía pancromática de la Dirección de

Aerofotografía y Sensores Remotos. Fuerza Aérea Argentina. Imagen Landsat E.T.M. –
CONAE. Sistema de Coordenadas: UTM. Planta urbana en Base digital: INDEC –
Dirección de Estadística y Censo. Entre Ríos

Metodología
En base a estas consideraciones se estableció una metodología de trabajo para la
elaboración de la cartografía de indicadores visuales de erosión en la ciudad con trabajo
de campo a partir de criterios pre-establecidos sustentados en las ligazones existentes
entre el sustrato natural y las actuaciones antrópicas.

Por esto se consideraron para el trabajo de campo como áreas más susceptibles a la
erosión en la ciudad de Paraná:

• Aquéllas que se encuentran a las márgenes de los arroyos.

• Las que sufren movimientos de tierra.

Para la verificación de los resultados obtenidos en el trabajo de campo, en diferentes

barrios de la ciudad de Paraná, se complementó con el análisis de memorias descriptivas
y archivos oficiales, como fuentes complementarias de información. Como producto
final se elaboró la cartografía de indicadores visuales de erosión.
Figura 2: Indicadores visuales de erosión.

Fuente: Elaboración propia. Fuente original: Planta urbana en Base digital. INDEC –
Dirección de Estadística y Censo. Entre Ríos.

En la cartografía se observa una de las áreas que presentan condiciones de inestabilidad

de las barrancas con posibles desprendimientos y caídas de masas de tierra.
Figura 2.1: Indicadores visuales de erosión. En detalle: Toma Vieja

Asimismo los cursos de agua que atraviesan la ciudad generan desprendimientos de

materiales que, en ocasiones, dan origen a deslizamientos, problema que incide con
mayor intensidad en los barrios o áreas que se localizan en las márgenes de los arroyos
Antoñico, La Santiagueña y Colorado.

Arroyo Antoñico: Es el más importante de la ciudad, por su extensión así como por los
conflictos que se observan a sus márgenes. Nace al este de la ciudad, detrás de las vías
del ex ferrocarril, atraviesa barrios populosos como San Agustín, Belgrano, La Floresta,
entre otros, antes de desembocar en el río Paraná. En su segundo tramo se encuentra
sistematizado y se han realizado muchos trabajos para estabilizar sus barrancas, ya que
en esa zona la inestabilidad se agudiza por los asentamientos precarios de la población
en un área que carece de servicios básicos como cloacas, lo que agrava más el
problema, pues al no acceder a dichos servicios la población recurre a pozos negros,
cuyas aguas se infiltran en el terreno haciendo los suelos más vulnerables. En varias
ocasiones se han producido derrumbes en sus márgenes, afectando viviendas
particulares y obras de infraestructuras

El municipio intenta hace algún tiempo realizar obras para estabilizar las barrancas,
pero el problema de los asentamientos persiste.
Figura 2.2: Indicadores visuales de erosión. En Detalle: Bajada Grande – Arroyo Antoñico

Otro arroyo que presenta problemas similares es La Santiagueña, con una dirección
NW-SE, se encuentra entubado en buena parte de su trayecto, es superficial a partir de
calles Colón y Rioja. Ubicado en el centro-norte de la ciudad.

La presión que sufre le suelo se ve reflejado en grietas y rajaduras de paredes en

viviendas de calle Misiones, La Rioja, San Juan, Güemes y Neuquén. También recorre
un área residencial que en los últimos años ha tenido un gran crecimiento inmobiliario.
Figura 2.3: Indicadores visuales de erosión. En Detalle: Arroyo La Santiagueña

El sistema Las Vieja-Colorado no presenta un panorama muy diferente a los anteriores.

Recorre el este de la ciudad, próximo a barrios como Paraná VIX, con asentamientos
no planificados en sus márgenes. En períodos de intensas lluvias sus laderas se vuelven
inestables, y con serios peligros de desmoronamiento, acontecidos ya en muchas
ocasiones.
Figura 2.4: Indicadores visuales de erosión. En Detalle: Arroyo Colorado

Comentarios finales
Los indicadores visuales de erosión del suelo a partir de la observación de elementos
identificables en el área urbana, -si bien no proporcionan la magnitud de la degradación
del suelo, que puede presentarse de procesos erosivos leves a graves o muy graves-,
aporta una dimensión cualitativa de la problemática en relación al deterioro en las
condiciones urbanas de habitabilidad. Existe erosión y ésta es apreciable a simple vista.

La observación y la interpretación de la fisonomía de los paisajes, por un lado, nos

ayuda para comprender como la naturaleza y las sociedades se combinan para moldear
las diferentes formas que existen en la superficie de la tierra.

Por otro nos ofrece indicadores muy claros de los procesos sociales que aceleran los
procesos de la dinámica natural como aquellos ligados a la erosión, generando un
conflicto en la relación hombre-medio.

Bibliografía
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GEOPERSPECTIVAS http://geoperspectivas.blogspot.com