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Este es un mundo extraño. Parece que hace unos quince mil millones de años no existía,
con precisión, nada en absoluto y, entonces, en menos de un nanosegundo, el universo
material irrumpió en la existencia. (FISIOSFERA).
Es más extraño aún que la materia física producida no resultó ser meramente un
desorden aleatorio y caótico, sino que se organizó en formas cada vez más intrincadas y
complejas, tan complejas que muchos millones de años después algunas de ellas
encontraron la forma de reproducirse, y así de la materia emergió la vida. (BIOSFERA).
Este proceso evolutivo, fuera lo que fuera, parece haber sido impulsado increíblemente
desde la materia hacia la vida y hacia la mente.
Pero lo que es aún mucho más extraño es que hace unos pocos cientos de años, en un
pequeño e indiferente planeta de una estrella insignificante, la evolución se hizo
consciente de sí misma. (NEUMOSFERA).
Y justo al mismo tiempo, los mismos mecanismos que habían permitido que la evolución
se hiciera consciente de sí misma estaban maquinando su propia destrucción.
I - Todo fenómeno -todas las cosas y hechos, personas, animales, minerales, plantas -
son manifestaciones de la superabundancia y plenitud del espíritu, de tal forma que éste
está intrínsecamente entretejido en cada uno y en todos ellos, y así, como decía Platón,
incluso el mundo natural es "un Dios visible y sensible";
III - El continuum del Ser, sin embargo, muestra graduaciones de complejidad porque hay
diversos emergentes que aparecen en algunos niveles y no en otros (los lobos pueden
correr, las rocas no). La Gran Cadena del Ser ha sido la filosofía oficial, mas o menos
comprendida o explícitada, de la mayor parte de la humanidad civilizada a lo largo de la
mayor parte de la historia; y además ha sido la visión del mundo de la que han
participado, en sus diversas formas, la mayor parte de las mentes especulativas sutiles y
de los grandes maestros religiosos (tanto orientales como occidentales). La visión de la
Gran Cadena del Ser contempla a la materia, al cuerpo y a la mente como una vasta red
de órdenes mútuamente entrelazadas que subsisten en el Espíritu, en la que cada
eslabón de la cadena es absolutamente necesario e intrínsecamente valioso. Por ejemplo
Plotino explicaba que cada eslabón tiene un valor intrínseco -un valor en y por sí mismo-
en virtud de ser una manifestación de la bondad del espíritu, y que ningún eslabón, sin
importar lo bajo que sea, existe solamente e incluso principalmente para ser usado como
instrumento por los demás: si cualquiera de las preciosas hebras se destruye, todo el
tejido se deshilacha. No obstante, nuestra crísis medioambiental actual es debida en
primer lugar a una visión fragmentada del mundo, una visión que separa drásticamente
cuerpo de mente, sujeto y objeto, cultura y naturaleza, pensamiento y cosas, valores y
hechos, Espíritu y materia, lo humano y lo no-humano; una visión del mundo dualista,
mecanicista, atomista que, en resumen, a menudo separa erróneamente a los seres
humanos elevándolos sobre el resto del tejido de la realidad; una visión del mundo rota,
que alinea a hombres y mujeres del intrincado tejido de interrelaciones que constituye la
naturaleza misma de la vida, la Tierra y el cosmos. ¿Cómo ha podido instalarse en la
mente y en la cultura humana esta visión?
Hay que destacar en este punto que este proceso de emergencia no se da en absoluto de
forma fragmentada, sino que hay un contiuum sin brechas. Es la mente humana la que ha
creado la visión fragmentada, especialmente el aspecto conceptual y racional de la
inteligencia humana. Esto nos lleva a ver claramente que la situación de desequilibrio
ecológico actual ha sido causado por una determinada visión de la mente humana:
aquella que percibe la realidad fragmentada en partes. Lo cual quiere decir que en su
intento de representar mentalmente la Realidad, la mente humana ha cometido un error
capital de percepción. En la base del actual desequilibrio ecológico se encuentra un error
cognitivo que ha dado lugar a una representación errónea, por incompleta, de la
Realidad. Esta representación errónea ha dado lugar a una organización cultural y social
(noosfera) escindida de su misma base biológica (biosfera) y material (fisiosfera), que
puede conducir a la destrucción de todo el tejido de la vida y, por lo tanto, de la
inteligencia y de la humanidad misma.
¿Cómo ha podido producirse este error cognitivo? Para ello tenemos que estudiar y
conocer la genesis y el funcionamiento de la mente misma (piedra capital de la noosfera).
Durante casi tres millones de años, los seres humanos se dedicaron a la caza y a la
recolección. La representación mágica de la realidad era la forma de conocimiento propia
de este estadio. En este estadio, los seres humanos no se diferenciaban a penas de los
demás animales. Vivían fundidos, para bien y para mal, con la naturaleza. La caza y la
recolección no exigían que los seres humanos produjeran nada. Se confiaba
fundamentalmente en la naturaleza para vivir. El alimento consistía en raíces, hojas y
frutas, además de insectos y animales.
Fue hace aproximadamente unos 10.000 años cuando el ser humano comenzó por
primera vez a labrar campos y a criar ganado. Esto fue un hito en la historia. Hasta
entonces, el hombre había dependido en gran medida de la naturaleza, al igual que otros
animales y era un eslabón más en la cadena alimenticia. Pero empezó a labrar la tierra,
sembrar semillas, cosechar y criar ganado. El descubrimiento de la agricultura y de la
ganadería marcó el comienzo de la cultura humana y la emergencia de la fase mítica de
la mente representativa. Originalmente el término latín cultura designaba el cultivo de la
naturaleza. En estos primeros tiempos de la agricultura, el ser humano aún se mantenía
en armonía con la naturaleza. Cultivar tenía aún un doble significado: extraer alimentos
de la tierra y al mismo tiempo nutrir y proteger la tierra. Se usaba la tierra pero también se
la nutría.
No obstante, a pesar de que esta tendencia no dejó de aumentar durante los siguientes
diez mil años, la verdadera crísis ecológica sólo ha aparecido en toda su crudeza en los
últimos cien años. En los tres millones de años de historia de la humanidad, la
explotación de la naturaleza sólo se ha producido en los últimos diez mil años. Y tan sólo
hace unos cien años que la vida misma (biosfera) está seriamente amenazada. Esta
impresionante aceleración de la fragmentación entre la noosfera y la bio y la fisioesfera
ha corrido paralela a la emergencia y desarrollo de la mente representativa. Cuanto más
se ha ido desarrollando la mente representativa, cuanto más abstracta se ha ido
volviendo la representación de la realidad, más ha ido creciendo la fragmentación entre la
representación y la realidad representada.
Que duda cabe que las aplicaciones tecnológicas desprendidas de los descubrimientos
científicos tuvieron y siguen teniendo resultados muy positivo para los seres humanos. En
sus aplicaciones médicas, el pensamiento científicos ha conseguido erradicar
enfermedades mortales y ampliar la esperanza de vida, racionalizar los medios de
producción artesanales y convertirlos en medios de producción de masas, etc. Todo esto,
sin embargo, ha tenido como consecuencia un aumento incontrolado de la población.
Hoy día, se dice, el aumento de la población mundial es una de las principales causas del
desastre ecológico. Se dice que somos muchos y que no hay suficiente para todos.
Personalmente no estoy de acuerdo con esta visión, aunque estpy de acuerdo en que los
seres humanos tenemos que aprender a autocontrolar nuestro afán reproductivo.
El último desencadenante del desastre ecológico actual no debe ser achacado a los
logros positivos de la revolución científica, industrial y tecnológica como son: mejores
condiciones de salubridad, ampliación de la esperanza de vida, avances en medicina, etc,
ni en su consecuencia lógica como es el aumento de la población mundial, sino en el
surgimiento de las sociedades de consumo masivo que ha tenido lugar en los países
ricos. En efecto, los países ricos, que apenas constituyen un cuarto de la Humanidad,
consumen más que las tres cuartas partes restante.
El engranaje infernal creado por una producción inútil y un consumo irresponsable y
desenfrenado es la máxima amenaza para el equilibrio no solamente ecológico sino
también social, cultural, político y económico y, a la larga, la mayor amenaza para la paz
internacional.
La situación que nos hemos encontrado a principio del siglo XXI es más o menos la
siguiente:
Con la ecología como ciencia, como filosofía, como movimiento social y como actitud
individual entra en escena una nueva forma de pensamiento representativo, el llamado
lógico-existencial, a través del cual percibimos no ya las relaciones entre conceptos sino
las relaciones entre relaciones o metarelaciones y al mismo tiempo reflexionamos sobre
nuestro rol en medio de este vasto entramado de interrelaciones. En otras palabras,
emerge la consciencia de la interdependencia: Todo está conectado con todo y nada
puede existir fuera o independientemente de esta red interdependiente.
Nunca hemos usado tanto como ahora la palabra interpendencia: en economía, en
cultura, en organización social, en ecología, en política. Y este será un hecho histórico.
- La ecología, como rama de la biología, estudia la interdependencia entre los seres vivos
entre sí y con su entorno.
- La ecología, como rama de la sociología, estudia la interdependencia entre los grupos
humanos (noosfera) y su ambiente, tanto físico como social.
- La fisiosfera con la biosfera, campo de las nuevas teorías científicas tales como las
llamadas "ciencias de la complejidad" y que incluyen la Teoría General de Sistemas, la
Cibernética, la Termodinámica del Desequilibrio, la Teoría de las Catástrofes, la Teoría
del Caos, etc,
Como podemos ver, al poco tiempo de surgir el desastre está surgiendo la consciencia
del desastre y la investigación de sus causas, nuevas ciencias y nuevos movimientos
sociales. Podríamos decir que la red de la interdependencia está comenzando a ser
reparada, o al menos, está comenzando a ser estudiada.
(Creo que es en este sentido como podemos entender el surgimiento del llamado eco-
chamanismo: un movimiento ecológico basado en la visión espiritual de las culturas
chamánicas).
En efecto, uno de los efectos desastrosos que ha tenido y sigue teniendo la Visión
Representativa Racional ha sido el de escindir la noosfera, no solo de la fisiosfera y de la
biosfera, sino también y sobre todo de la Neumosfera o de la Esfera del Espíritu, es decir,
de aquello que está más allá de la realidad evolutiva, más allá de la percepción sensorial
ordinaria, más allá de los símbolos, de los conceptos y de las teorías científicas. En otras
palabras, aquello que constituye el Origen mismo de la materia, de la vida y de la cultura,
el soplo vital que recorre y anima a toda forma manifiesta.
En el Budismo se le da varios nombres, siendo conscientes que los nombres son sólo
nombres. Uno de ellos es Consciencia., o bien Naturaleza Original, o Naturaleza de Buda.
El Budismo enseña que todos los seres animados e inanimados forman parte o contienen
en sí la Naturaleza de Buda.
Puesto que la Naturaleza de Buda está más allá del conocimiento empírico y del
lenguaje, no se puede decir a ciencia exacta qué es.
Aunque no se pueda decir qué es, en el Budismo se le atribuyen tres características:
- Es Infinita (está más allá del tiempo y del espacio, siendo el ámbito en el que ha surgido
el tiempo y el espacio), es decir Omniabarcante.
- Es Luz Invisible, pues gracias a su luz podemos darnos cuenta de que cada cosa es lo
que es aunque no podamos ver la luz misma.
La consciencia ecológica no será completa hasta que no se reconozca y se restablezca la
interdependencia fundamental entre Espíritu y Materia, entre Espíritu y Vida, entre
Espíritu y Cultura. Este reconocimiento no puede darse meramente a nivel mental o
filosófico. Solo puede darse mediante una experiencia espiritual trans-racional de primer
orden. Siento que la gran responsabilidad de las tradiciones espirituales del Planeta es
ayudar a que los seres humanos tengamos este tipo de experiencias espirituales de
Unidad Fundamental, para ello debemos superar las rivalidades basadas en las
diferencias, que mas que como causa de separación debemos considerarlas como causa
de riqueza, o bio-diversidad espiritual.
RESUMEN:
Desde mi punto de vista la actual crísis ecológica tiene como causa fundamental la visión
fragmentada de la realidad que ha ido progresivamente imperando en las culturas
desarrolladas occidentales desde hace 10.000 años (comienzo de la agricultura) y que ha
tenido sus principales hitos con:
- El nacimiento de la agricultura.
- La Revolución Industrial.
Esta crísis, cuya raíz se encuentra en la mente humana y no en la naturaleza, debe ser
considerada como una crísis de crecimiento evolutivo, como la irrupción de un nuevo nivel
de consciencia y de percepción de la realidad y no como una final apocaliptíco para la
especie humana y para la vida, si bien el peligro de autodestrucción no está del todo
ausente.
La emergencia de la consciencia ecológica y su rápida expansión por todo el planeta es
una muestra de que el Espíritu Humano está reaccionando. La adopción y la aceptación
general que la Visión de la Interdependecia que está teniendo lugar es una clara muestra
de que la Humanidad ha comenzado a reparar la fragmentación de la Red de la Vida,
sustituyendo la Visión Fragmentada por una Visión Holística.
- Sustitución de las fuentes contamina ntes de energía por otras menos contaminantes.