Sunteți pe pagina 1din 129
Guillermo de Ockham - Sobre el gobierno tiranico del papa Estudio preliminar, traduccion y notas de rR AB Clasicos del Pensamiento Coleccién Guillermo de Ockham fondada por Antonio Truyol ¥ Sema . an *rloy Gaeta ~ Sobre’ el gobierno tiranico del papa Estudio preliminar, traduccién y notas de PEDRO RODRIGUEZ SANTIDRIAN “SEGUNDA EDICION ” fon Titulo original: Breviloquium de principatu tyrannico super divina et humana, specialiter autem super imperium et subjectos imperio a quibus- dam vocatis summis, is pontifcious usurpato (1339-1340) « - . Disefio de cubierta: JY, Disefio grafico, S.L. L* edicién, 1992 Reimpresién, 2000 2 edicién, 2008 Reservados todos los derechos. El contenido de esta obra esta protegido por la Ley, que establece penas de prision y/o multas, ademas de las correspondien- tes indemnizaciones por dafios y perjuicios, para quienes reprodujeren, plagiaren, distribuyeren 0 co- municaren piblicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artistica‘o cientifica, o'su transforma- ci6n, interpretacién 0 ejecucién artistica fijada en cualquier tipo de soporte 0 comunicada a través de cualquier medio, sin la preceptiva autorizacién. © Estudio preliminar, traduccién y notas, PEDRO RODRIGUEZ SANTIDRIAN, 1992 © EDITORIAL TECNOS (GRUPO ANAYA, S.A.), 2008 Juan Ignacio Luca de Tena, 15 - 28027 Madrid ISBN: 978-84-309-4716-4 Depésito legal: M. 008 Printed in Spain, Impreso en Espatia por Fernandez Ciudad, S. L. ESTUDIO PRELIMINAR xv Bisuicararia Xxx SOBRE EL GOBIERNO ‘TIRANICO ° DEL PAPA PROLOGO .. 3 LIBRO PRIMERO . 5 Capitulo 1, Opinién de algunos que opinan no ser I cito.disputar sobre la potestad del papa . 5 Capitulo 2. Qué es licito y qué no feito en la disputa sobre la potestad del papa .. Capitulo 3. . El papa esté obligado a conocer distinta y explicitamente qué poder tiene o no tiene 8 Capitulo 4,, Los stibditos han de saber qué poder y cudnto tiene el papa sobre ellos 10 Capitulo 5. Al papa no le debe molestar que.los peritos; © investiguen con toda diligencia qué,y cudnto poder tiene u Capitulo 6. Respuesta al argumento aducido anteriar- mente en el capitulo 1 12 “Capitulo 7. A los tedlogos pertenece principalmente conocer qué poder tiene el papa ex iure divino . 13 ~ Capitulo 8. Si surge un problema sobre el poder del VI fNDICE papa y afirma qué le compete por derecho divino, se ha de acudir principalmente a las Sagradas Escritu- ras, no a las leyes 0 cénones Capitulo 9. Aunque en asunto de esta naturaleza ni et papa se ha de apoyar en sus decretales ni el empera- dor u otro cualquiera en sus leyes civiles, sin embar- g0, tanto el papa como el emperador u otro han de aceptar contra st mismos tanta las decretales como las leyes civiles, si en otras causas aceptan las que les son favorables Capitulo 10. No incumbe-a los teblogos saber de ma- nera principal qué poder tiéne el papa por parte de los hombres. Esto es més propio de los expertos en “derecho civil y de los que conocen las donaciones que emperadores y reyes y demds fieles han hecho liberalmente al papa Capitulo 11. No es ticito que tos santos varones con- sideren justo y santo al papa si saben que sus obras son en sf mismnas ilfcitas. Mfds bién estén obligados a Juzgarle malo LIBRO SEGUNDO: Capitulo 1. Por qué Dios permitié que ciertos ilama- dos romanos pontifices usurparan para st un poder ilegttimo y de qué ratz nacié Ia afirmacién que sos- tiene que el papa tiene tal plenitud de poder —tanto en las cosas temporales como en las espirituates— que puede hacer todo lo que no repugna a la ley na- tural ni a la ley divina Capituld 2. ' Alegaciones'a favor de ta anterior afir- ‘macién sobre la plenitud det poder papal Capitulo 3. La afirmacién antedicha es herética a cati- 3a de la-libertad evangélica Capitulo 4... Cémo se ha‘de entender que la ley evan gélica es ley de libertad: '\ Capitulo 5, . Se demuestra que el papa no tiene-de Cris-* to tal plenitud de poder, ya que el gobierno papal és un gobierno instituido para el-bien comin, no para ~ honor y provecho del papa ‘Capitulo 6: "Por muchos otros caminds se demuestra que el papa no tiene la plenitud de poder .. 15 7 18 19 21 21 4 21 ‘33 INDICE 1X Capitulo 7.. El papa no tiene tal plenitud de poder en Ios asuntos temporales porque no se debe implicar en en los negocios seculares Capitulo 8. _ El papa no tiene ta plenitud de poder en Jos asuntos temporales porque hubo algunos —y po- dria haber todavia otros— que no eran capaces de un 1 poder semejante .. Capftulo 9, El papa no tiene la plenitud de poder en Jos asuntos temporales porque Cristo, en cuanto hom- bre pasible y mortal, carecié de él Capitulo 10. ‘Se prueba de otros muchos dad anteriormente dicha. . Capitulo 11. Se demuestra la verdad repetidas veces establecida con textos de los Santos Padres Capftulo 12, Con palabras de San Bernardo, que ha- bI6 de una manera, mds expresa del poder del papa, se prueba la verdad ya dicha .. Capitulo.13.. Antes de responder a las objeciones con- tra la verdad-predicha, se declara que algunos atri- buyen al papa no sélo la mencionada plenitud de po- der, sino otra mayor .. Capitulo 14. Las, palabras de Cristo: «Lo que ata- res...» no se han de entender de modo general sin ex- cepcién alguna, ya que, las palabras generales.no siempre se han de entender de modo general Capitulo 15. A pesar de las palabras de Inocencio IH, Jas palabras de Cristo: «Lo que atares...» se han de entender con algunas excepciones. ¥ muchas expre- siones del mismo papa Inocencio, si no se pueden, no se deben por, consiguiente interpretar.contra el sentido que a primera vista parecen tener —como si se forzara el sano.sentido de una forma violenta— debiendo ser juzgadas como heréticas y.contrarias @ otras palabras del mismo papa Capitulo 16. Del poder prometido a Pedro por aque- Nas palabras de Cristo: «Lo que atares...», se han © de excepturar los juramentos legitimos de-empera- dores y reyes y de otros, que no son contrarios a las buenas costumbres y ala ley evangélica . Capitulo 17, Del mismo poder se han de exceptuar las libertades concedidas por Dios y la naturaleza a los mortales ... ver= 36 37 41 42 45 48 52, 54 56 60 64 X INDICE Capitulo 18. ‘Del poder antes mencionado se ha de ex-'' ceptuar la manera demasiado onerosa y grave de or- denar y hacer todo.aquello que:se refiere a ta funcin *+ 68 papal Capitulo'19. Cristo insinué con palabras y ejemplos que las palabras: «Lo que atares...» se han de en- + tender con algunas excepciones Capitulo 20." Se exponen diversas opiniones sobre qué poder fue concedido o prometido a Pedro por las pa- labras ya repetidas de Cristo: «Lo que atares.:.>,y otras expresadas en la misma serie - Capitulo 21.. Los cdinones en que se manda que todos deben obedecer al:papa se han-de'entender conn ex-" cepciones . Capitulo 22." No se puede probar que el papa tenga tal plenitud de poder por et hecho de-ser vicario de Cristo Capitulo 23. Aunque el papa estuviera libré de-t las leyes positivas, sin embargo, no estarfa por enci- ma de todas las léyes ni tendria una plenitud dé poder en lo temporal Capitulo 24. - No se puede demostrar que el papa'tenga tal plenitud de poder aunque en-un caso particular pueda actuar contra la equidad natural, aceptando ta palabra «equidad> del tinico modo aceptado LIBRO TERCERO Capitulo 1. En el que se'expone la opinién de que fue” ra de la'Iglesia no fue ni hay concedido ningiin poder, sino s6lo permitido Capitulo 2, Fuera‘del pueblo de Dios hnibo verdadero dominio-temporal ‘de las cosas y fue concedida ver- dadera jurisdiccién temporal y no’ solamente permi: tida Capitulo 3." La anterior verdad se prueba com textos: del Nuevo-Testamento ... Capitulo 4. La verdad que acabanos de demostrar se prueba ahora por ld autoridad de los Santos Padres y por los decretos de'los sumos'pontifices | Capiwto.5. » De qué manera la falsedad contraria per- judica a todos los mortales .. las nN 8 “7 81 83 84 87 87 90 ° 95 102 106. INDICE Capitulo 6. Los infieles —mientras dura su infideli-, dad— son capaces del dominio de las cosas tempora- es y de la jurisdiccin temporal —que son los dones 0 bienes minimos— de la misma manera que son ca-,, paces de muchos otros bienes mayores .. : * Capitulo 7. El dominio de las cosas temporales co- min a todo el género humano y el poder de apro- piarse. de las cosas temporales por parte de cierta . 1 persona 0 de ciertas personas o de un colegio espi cial, ast como el poder de jurisdiccién sobre las mis . mas, son de derecho divino Capitulo 8. “Este doble poder de que acabamos de ha--. blar se lo. ha dado Dios no sélo a los fieles, sino tam- biéna los infieles Capitulo 9. , La propiedad o dominio propiamente di cho no fue introducido originariamente por derecho. divino, sino por ordenacién humana Capitulo 10., Después.del primer dominio propio, ail- ‘gunos dominios personales fueron de derecko divino y algunos otros de derecho umano Capitulo 11.” Uria cierta jurisdiccién temporal es, de derecho divino y natural, y otra, de derecho kumano Capitulo 12.’ Cério se han de entender las palabras de San Agustin,, qiue afirma gue todas las cosas de los justos son de derecho divino Capitulo.13, Constantino tuvo verdadera y legitima potestad antes del bautismo. ¥ el imperio romano unas veces éstuvo fuera de la Iglesia y otras en ella. ¥, sin embargo, aun entonces, hubo cierta verdadera jurisdiccién temporal fuera de ella Capitulo’l4:" Los bienes temporales que se obtuvieron por derecho Aumano, tinos lo fueron por deyes deem. radores 0 reyes, otros por diversas ordenaciones hu. ‘manas Capttulo 15.” Juan XXU, al sostener y afirmar que el dominio propio fue introducido originariamente por derecho divino, reprende de forma irracional y err6- nea a uno que apelaba a‘ por herejia al sostener lo _. contrario * Capitulo 16." Es herética la alegacién por la que se prueba'qiie el imperio, pértenece al papa porque existié ni existe fuera de la Iglesia verdadero dominio ni verdadera jurisdiccién XI 109 110 114 Ws 7 118 119 123 125 126 130 XIl indice LIBRO CUARTO. Capftulo 1. Que el imperio romano no es det papa “ Capitulo 2. » -Opinién de'gie ef imperio sélo es de Dios Capftulo 3. ' Opini6n que afitma que el imperio romano procede del pueblo Capitulo-4, ‘Sucede gite alguien tiene un doble poder sobre otro,'a saber, regular ocasuaimente . Capitulo 5." De'tres maneras se puede entender que el imperio es exclusivamente dé Dios °:s Capitulo 6. EV imperio romand no viene de sdlo Dios por el modo primero y segundo, sino régularmente por el tercero Capitulo 7: Se prueba que el imperio romano no fue exclusivamente de Dios ni por el primer miado ni por el segundo Capitulo 8. - Se prueba quie el império romano procede nicamente‘de' Dios por el ter'cer modo. Se prueba también que Cristo, en cuanto hombre'pasible y mor- tal, no era rey temporal ‘Capitulo 9.' Alegaciones dé que el imper fue verdadero ni legitimo imperio Capitulo 10. El inaperio romano fue en tiempos de" Cristo'y de los apéstoles verdadero y legitimo,impe- romano no rio; Yd que se piido convertir én verdadero imperio dé ' muchas maneras Capitulo 11. Respivesta a los argumentos adiucidos en el captiulo’9, que parecen militar contia to dicho ane, teriormenté Capitulo 12. Alegaciones que demuestran que, ast comd.el imperio romano podia’haberse constituido por él sélo consentimiento y voluntad de los que se somiétiéron a los romidnos, dé la riisma manera slo pudo 0 podia romperse por la voliuntad en contvario de fo8 que tio quérian sonieterse Capitulo 13. El imperio romano nose piede destruir de.esta manera. Se Fesponde, por tanto, a las alega ciones del capttulo ariterior Capitulo 14. Se priteba que él papa no tiene por dere cho divino'mas derecho sobre.el imperio romano que sobré otros reinos 0 principado: *-133 133 140 142 * 142 144, 146 147 149 F155 156 161 164 165 . 166 INDICE XIII LIBRO QUINTO Capftulo 1! “Trata de responder a tas'alegacione’s con’, que algunos s¢-esfuerzan por probar que el imperio romano podta ser del papa Capttulo 2: Por tas palabras de la Fscritura que exal- tan la eminencia del poder y dignidad de Cristo no se puede demostrar que el imperio depende del papa o que el emperador sea vasallo del papa Capitulo 3, Acudir ala prueba de los sentidas misticos —que ni en st mismos ni en su antecedente estan ex- presos en la Escritura—~ para probar lo que se estd debatiendo, se ha de juzgar como menos id6Ne0 .u.. Capitulo 4. Respuesta a algunas objeciones contra lo dicho antes... Capftule 5. Por aquellas palabras: «Aqui hay dos es~ padas», no se puede probar que el imperio es del Papa .. - Capitulo 6. Del capitulo ness wo se puede probar que el imperio sea del papa -. Capitulo 7. No se puede probar que el imperio sea del papa por lo que teemos sobre la institucién de los reyes en el Antiguo Testamento Capitulo 8. No se puede probar que el imperio sea del papa por las obras de Cristo mientras vivié en carne mortal Capitulo 9. Por las palabras del Apéstol en ‘se puede probar que, el imperio sea del papa Capftulo 10. Por las palabras de Jeremtas: «Desde hoy mismo te doy autoridad...», no se puede probar que el imperio sea del papa - LIBRO SEXTO Capitulo 1. Por el decreto del papa Nicolas no se pue- de demostrar que el imperio sea del papa . Capitulo 2. El papa no tiene poder para deponer al ‘emperador mas que a los demds reyes, de manera que pueda parecer que el imperio sea del papa Capitulo 3. Por el privilegio de Constantino no se puede probar que el imperio sea del papa Capitulo 4. Aigunos afirman que las palabras que 169 169 170 173 176 180 183 184, 189 194 200 205 205 209 214 XIV INDICE . acabamos de citar son apécrifas y sin autoridad ale, guna .. 218 Capitulo 5. pal bir una.sana interpretacion, que no repugna de.ni giin modo con otras sentencias anteriormente expuestas 20 ESTUDIO PRELIMINAR * por Pedro Rodriguez. Santidriai 1. ‘La traduccién espafiola que ahora ofrecemos —cuyo titulo latino es Breviloquium de’ principatu’ tyrannico papae 0 Breviloquium de potestate papae, de Guillermo de Ockham— obedece a multiples ra- zones..No es:la tiltima la de poner en. manos del pii- blico culto una de las fuentes mas importantes para el pensamiento, modernio. Ockham se ha convertido en, autor imprescindible para intérpietar la ciencia, la fi- Josofia; la teologia y.la moral'modernas. y su interés desde el punto. de vista politico ha ido,creciendo a todo lo Jargo del siglo XX..." . Por desgracia, la presencia de este doctor invin- cibilis en el publico de habla hispana.es apenas di- simulada.con un par de traducciones. Ni el Ock- ham filésofo, ni-el.tedlogo, ni mucho menos el politico puede encontrarse facilmente en manos de Jos. éstudiosos. Quizé por eso hace tiempo.venia- mos madurando la idea de, presentar los escritos politicos completos del maestro oxoniense. Espe- ramos poder ofrecer algun dfa la versi6n castellana lo:més completa posible de su obra.‘\Como anticipo ofrecemos el Breviloguium, que tan bien résume XVI P. RODRIGUEZ SANTIDRIAN «no s6lo su doctrina, sino también su tono, su talante y su estilo»! Con el fin de situarlo y comprenderlo mejor, ade- jantamos estas notas introductorias. Nos fijaremos de una manera particular, como es Idgico, en el as- pecto politico de su obra. Nuestro tiempo se ha dete- nido mas especialmente en ¢l significado de Ockham como pensador politico con preferencia al tedlogo o moralista de épocas anteriores. A la hora de buscar las causas del desplome de Ja cristiandad del siglo XIN —merma del poder pontificio, crisis en 14 filoso- fia y en la teologia de las Universidades, movimien- tos de agitacién social, teoria conciliar, etc.— se ha acudido a autores que la explican o la generan. La lis- ta de estos autores es larguisima. Baste con citar a Juan de Parfs (1269-1306) Marsilio de Padua (1275- 1343), Juan de Jandiin (1285-1328), J. Wyclif (1325- 1384), Dante (1265-1321), Petrarca (1304-1374). Por no mencionar a autores y hechos.posteriores, como Juan Huss, Jerénimo de Praga, etc. we 2. Guillermo de Ockham (1295-1350) contribuye de forma principal 4 esta crisis de'la cristiandad. Y lo hace desde un doble punto'de vista: 1) con la critica a Ja filosofia, la teologfa y la moral recibidas del siglo x11; 2) con la lucha directa al régimen de cristiandad personificado en el’ papa de Roma. Toda la vida ‘de este hombre ha estado consagrada y ‘ditigida a des“ montar las bases doctrinalés'y facticas en que'se'sos- tiene el poderdel papa. 0 Esta lucha dirécta'contra el papa ‘de Roma tiene nom: bres propios para'Ockham: Juan XXIE (papa en’ AvifiGn! desde 1316 a 1334), Benedicto XI (1335-1342) y Cle- mente VI (1342-1352). En ellos centra la juicha politica. - Juan XXII, ‘desde Aviiin,-cometié el error grave de ', L. Baudry, Guillelmi de Ockham, Breviloquium de Potestate Papae, p, V. ESTUDIO PRELIMINAR XVII iniciar un enfrentamiento continuo, Aspero, inttil y ab- solutamente negativo con el emperador Luis de Bavie- ta. En Ja lucha entre los.dos candidatos a la corona im- perial Luis de Baviera y Federico de Habsburgo, Juan XXII se mantuvo en un primer momento neutral sin re- conocer ni al uno ni al otro, pero reivindicando a la vez para la Santa Sede el antiguo derecho-a designar el candidato en el caso de una eleccién dudosa. Poco des- pués se arrog6 Juan el derecho’ de gobernar —hasta que la cuestién no quedase resuelta— la parte del Im- perio que constitufa el reino de Italia y eligié como vi- cario suyo a:‘Roberto de. Anjou, conocido adversario de Luis. Al negarse éste a aceptar.la designacién, el papa le-conmins bajo amenaza de.excomunién a que. dejase el gobierno en el plazo de tres meses y a que fue- se a Avifién a rendir cuentas de su comportamiento. Luis-no s6lo no obedecié, sino que pas6 a la defensiva: acus6 al papa.de simonfa y.apelé a un concilio. Juan XXII excomulgé al emperador y declaré a sus stibditos libres del juramento de fidelidad. El emperador no hizo caso de la excomunién, bajé a Italia, hizo proclamar la deposicién de Juan, pro- movié la eleccién de-un nuevo papa —que tomé el nombre de Nicolas V— y se hizo consagrar empera- dor por él, Esta lucha continus bajo.los pontificados de Benedicto XII y:Clemente VI. Durante veinte aiios esiuvo Alemania bajo el entredicho, y el emperador y sus secuaces fueron excomulgados varias veces. _Si‘a esta situacién afiadimos otros factores de ca- rdcter interno de la misma Iglesia, como el fiscalis- mo, que Juan XXII elev6 a-la categoria de sistema; el nombramiento de muchos de los oficios diocesanos' —-que empieza a reservarse Ja curia pontificia tanto desde Aviiién como desde Roma—, que hasta enton- ces habian sido elegidos por la base o designados por el obispo; la centralizacién cada vez mas fuerte y rigida del papa‘sobre las didcesis y‘los obispos; los problemas suscitados dentro de las 6rdenes mendi- XVII. RODRIGUEZSANTIDRIAN canites, sobre todo de’ los franciscanos, en torno' a: la interpretacin y al°alcance de la -pobreza} la exen= ci6n,-etc., tendremos las claves de interpretacion para: comprender la actuaci6n' polftico-religiosa ‘de Ockham y de otros muchos como €l. * 3. Ha sido ¢ en este’ contexto: donde- la critica’ Hi es- tudio modernos de Ja persona y-obra de Ockham han’ visto la importancia de:su papel como politico. Cier- to-qué, como hemos sefialado antés, Ockhami es urio: de'los artifices de Ia crisis del papado. Cierto también: su punto de coincidencia con casi todos los pensado- res de'su tiempo en sefialar los males.de la repiblica cristiana, representados'en el poder del papa.’ Pero’ es necesario sefialar lo qué Je separa‘de ellos: ;Qué sentido tiené hablar de‘Ockham como politico y de’ st’ obra politica? ,Qué es lo que le diferencia de los’aui- tores de'su tiempo en el'fondo y en la'forma? ,Qué és lo-que aporta de nuevo al debate sobre é] poder del papa sobre la Iglesia y sobre'el Estado? ‘Seria un error suponer que Ockham fuesé uri fil6- sofo politico en el seritido de un hoinbre que refle- xiona sistemdticamente sobre la naturaleza de la so- ciedad politica, la soberania'y el'gobierno», observa’ Copleston?, Contra todo lo que cabia pensar, los hie- chos que vive hacen. aflorar'en él’ su condicién de politico. Es un pensador politico de circunstancia’ «Las obras politicas de Ockham no fueron escritas. para proporcionar una-téoria politica abstracta:Fue- ron inmediataméente ocasionadas ‘por ‘disputas ¢on-: tempordneas en que estuvo envuelta la Santa Sede."Y" Ja finalidad inmediata de Ockham fue la de oponerse’ y denunciar lo que parecia ‘una agresion papal ¥ abe solutismo injustificado» *. 3 . “ 7B Copleston, Historia de la fi a filsofta yol Garcia Botrén, Ariel, Barcelona, 1985, pp. 115 ss. * Op. cit, p. 116, trad.: de J. €. dove ESTUDIO PRELIMINAR. XIX Aunque confluyente a un, mismo fin, la obra poli- tica de, Ockham no se confunde con la de Marsilio de Padua‘, por.no, citar mas que un ejemplo de un con- tempordneo suyo. Ni en su punto de partida ni en su método son coincidentes. Marsilio, jurista y politico, parte de la consideracién de fa naturaleza de los rei- nos y de los Estados en general para la solucién del problema: las telaciones del Estado y de la Iglesia. Ockham,-por su parte, trata de reivindicaricontra el absolutismo :papal Ja libertad de-la“conciencia reli- giosa y de la investigacién-filos6fica,;La Ley. de Cris- to es para él la ley de libertad: Al papado no le perte- nece el poder absoluto (plenitudo potestatis) nien materia espiritual ni en materia politica >. JE] punto de partida de Ockham. son hechos. con- cretos, positivos, personas:con su nombre propio, si- tuaciones, particulares. que;est4. viviendo —como Ja cuestién-de, la pobreza de los franciscanos—-y que acaparan su atencién de fraile franciscano, filosofo y tedlogo.-A estos hechos aplica su reflexién, que parte de.una inducci6n basada en la realidad: es el andlisis de los hechos desde la raz6n-y desde la fe como tinica arma de tirar por tierra:principios y conductas equi- vocados,:aunque.sean de papas. Es aplicar la.«navaja barbera» a todo, lo. superfluo, inutil-y sofocante a la verdad revelada. © Esta incidencia,en los data nos permite constatar tanto la violencia de lenguaje —Ockham llama a Juan XXIL-.sceleratissimus, «el mds.criminal»— como Ja libertad con que acttia en la formulacién de los derechos y'libertades ajenas. Un papa cuya-herejia radica en usar una formula teoldgica y biblica verda- dera para acumulat poder y riqueza. Corta los cami- + Marsilio de Padua, El defensor de la paz, estudio preliminar, waduecion y notas de L, Marlinez G6mez, Tecnos, Madrid, 1989. 3IN, Abbagriano, Historia de ld filosofia, vol. 1, trad. dé J. Es- téliich, Hora, Barcelona 1981; pp. 547 ss. XX P. RODRIGUEZ SANTIDRIAN nos de vida verdaderamente humana al encadénar el espfritu ala necesidad que impone una realidad social regida por el dinero. Ya‘en el siglo xu, 108 goliardos cantaban:' «En la'tierra nuestra el dinero es el rey» (Carmina Burana)®. IN ee utah -En nombre; pues, ‘de la’raz6n, de la‘fe y de Ja’ liz bertad cristiana, Ockham: proclama una cruzada dia- léctica contra ties papas de sii tiempo. Esta comiénza cuando el .oxoniensé se’ ve obligado a dejar su'retiro de’ profesor en Oxford, ejercido desde 1310 a:1324. Fue citado a comparécer,'acusado de diversoserrores, ante-el papa Juan XXII enAvifién: Se iniciaba asi un proceso que prdcticamente no terminaria. hasta 1347, dos afios antes de la muerte dé Ockhami. Otra circunstancia muy particular le vincilard ya definiti- vamente de por vida a’este bellum generale. Desde 1327'se ve envuelto-en Ja polémica dé ‘Juan XXII con los franciscanos' —y en particular. con"Miguél de Cesefia, general’ de la orden— por cuestiones de interpretacién de la pobreza evangélica: A instancias del general, Ockham entré en la disputa’sdbre la po- breza, y, en mayo dé 1328, huyé de Avifién junto con el getieral y otros tedlogos; como Bonagracia de Bérgamo y-F. de Ascoli: En junio de €sé mismo afio el papa'excomulgé a los ‘cuatro fugitivos, que se teu= nieron con el emperador Luis de Baviera én Pisa, para acompafiarle después a Munich."" ~. “ ~ Nada nos dice que las cosas termitidran aqui. Du- rante los yeintitin afios de residencia én Alemania desde 1328.a 1349, en que muere en Munich—le encontramos siempre enfrentado con'el problema po- litico principal de su tiernpo: la‘legalidad’o ilegalidad imperial ‘de un Luis de Baviera, legalmente électo para el imperio por los electores imperiales, pero re- * Los filésofos'y sus filosoftas, «-362. : S, Barcelona, 17 ESTUDIO PRELIMINAR XXI chazado por el papa Juan XXII. En esta-lucha del imperio y de la Iglesia, Ockham se enfrentard a tres papas —Juan XXII, Benedicto XII y Clemente VI— sobre la debida relacién del poder secular al ecle- sifstico. Nace asf la obra ‘politica de Ockham. Del extenso, elenco de escritos politicos, la mayor parte fue escrita’én estas.circunstancias. Soh obras de gue- rra, tal como él lo habfa formulado al: emperador: Defende me’ gladio, ego te defendam calamo: «De- fiéndeme con la espada, que yo te deferideré con la pluma». ~ : . : - 4. La obra politica de Ockham-es la de un lucha~ dar dialéctico al que los hechos obligan 4 desenmas- carar persqnas, intencioties, situaciones'e ideas. La realidad se impone’ desde abajo y necesita ser ilumi- nada‘con los principios de Ja fe. Es una teologfa poli- tica. . E] grueso de la obra politica de Ockham, que el Jector encontraré con més detalles en Ja bibliografia, consta de los siguientes titulos: : San Agustin, De Trinitate, L. I; Pedro Lombardo, Liber Sen- tentiarum, L. 1,2: 4 Cédigo de Justiniano, L.1, 4. 8 GUILLERMO DE OCKHAM so mayor. peligro. hay de error, tanto:més obligados.es- tamos a investigarlo °. Por tanto, urge inquirir mas sobre.la;potestad del papa que sobre la de cualquier. otro que puede dafiar menos a la comunidad de los, ficles. Se ha de-investigar con toda diligencia la mis- ma verdad invocada por, toda la tierra y ala que ben- dice el cielo: La verdad que no tiene acepcidn de per- sonas y que: obra, la justicia para todos, injustos y malvados; en todo aquelio que se refiere a.las causas y:juicios, como nos dice Isafas, Asi lo. expresa Job: «Examinaba la causa del desconocido» ®;.a-fin,de que pueda encontrarse.con més seguridad. Buscando, oponiendo, disputando y solucionando las defensas de la parte contraria, se encuentra mejor la verdad 7, Es licito,:pues, disputar, componer libros y-publi- cara los.ignorantes la verdad para que se Iegue a co-, nocer-la verdad sobre ¢l poder del papa que se entro- meteen todas las causas espirituales y temporales*.__ “CAPITULO 3, El papa esta obligado a.conocer distinta . yiexplicitamente qué poder tiene o no tiene et wey ~ Hay-quienes —a causa del mismo vocablo «dispu-' tar, que consideran:calumnioso 0 que.descan pensar: que les parece— sé esfuerzan por rechazarlo-y afirman‘ que son calumniados porque es licito disputar sobre el poder del papa. Por tanto, dejando:a un lado ese ‘voca-. blo, trataré de demostrar lo que él.papa debe saber.de forma clara‘y explicita sobre cuél y cuanto es su poder; * Cdigo de Justiniano, L. VIL, 2; 2,42; 5,615 1, 6 3 Ciiga de. 252,42; 5,615 1,6. 7 Digesto, 50, 4. ® Dialogus, |, libro 7, c. 10; c. 37, en que se trata méé detenida- mente de este tema. SOBRE EL GOBIERNO TIRANICO DEL PAPA 9 y sobre quicnes se ejerce y con qué derecho, sea divino 0 humano. Cosa, en verdad, muy necesaria, util y con- yeniente no sélo al papa, sino también a Jos dems. Es del todo evidente que el tema requiere un cono- cimiento por parte del papa. Nadie debe ignorar aque- las cosas relativas a su oficio, ya que en esta falta de ericia © comportamiento se especifican las culpas. Esto resulta evidente en el médico; que no debe ig- norar’el arté de’la medicina; sucede lo mismo én el juez y en los sacerdotes. La misma raz6n natural nos ‘dicta que el género humano ha de vivir siguiendo la razon y las normas del'arte. Como presiente’el fil6- sofo infiel, nadie debe ignorar que se ha de conducir por el sentido comin humano, no de las bestias. Es, por tanto, necesario que el papa, que es juez, médico'y sacerdote, sepa muy explicitamente qué poder tiene-o no tiene sobre los demas, para qué no juzgue con un juicio usurpado contra'la’ doctrina de’ San Agustin; para que, si un ciego guia a otro ciego, no caiga en'la hoya; para que no propine la muerteen lugar de la medicina; para que,’no ignorando lo que le afecta a é1; no sea reprobado e ignorado por el Sefior. Porque —-como dice el Apéstol— el ignorante sera ignorado. ¥ la ignorancia de'todas aquéllas cosas que alguien est4 obligado a saber-es causa dé todos los errores y ha de ser evitada en el Sumo Pontffice que asumié el-oficio de ensefiar en el pueblo de Dios.” Ha de saber, pues, el papa qué poder tiene sobre los demis-y ha'de estar preparado a dar raz6n de su, poder —lo mismo que de’su fe— a todo el que se'lo pida. De esta manera no quebrantaré los derechos de Jos dems sino que los servir4, ni‘aumentaré'su honor con merma dé los derechos ‘de los demas. Que'de* fienda a los demds'frehte'a él mismo’ en’ sus dere- chos y honores y sepa, como dijimos en'el prélogo, dar a cada uno su derecho®. uu ® Ver Dialogus, I, libro 7, ¢. 10; ¢. 37. 10 GUILLERMO DE OCKHAM CAPITULO 4 Los stibditos han de saber qué poder y cuanto tiene el papa sobre ellos Es menester también que los stibditos sepan qué y cudnto poder tiene el papa sobre ellos. “Hay due informar a los sibditos —leemos en’ San Grego- rlo— para que no estén mds sometidos.de lo que conviene»..No pueden aguantar una sujecién exa- gerada a menos que sepan qué y cudnto poder tiene sobre ellos e] que les preside. Ademés se considera, como gran vicio descuidar los derechos de los demas. nod , : Le Si, pues, es un vicio natural despreciar lo que considera de posesién comin, consta que despre- ciar los derechos comunes es un vicio, porque se ha_de reputar como vicio natural. Se desprecia todo aquelio que se ignora. Es, ‘por tanto, necesa- rio que los stibditos del papa conozcan los dére- chos comunes de los, siibditos. Ahora bien; no pue- den conocerlos si no, saben qué y cuanto puede mandar vel papa sobre los mismos. Por consiguien- . eciso que i fees Breck q ° sepan qué poder tiene el-papa ‘Vuelvo a preguntar: la potestad del papa ¢ derecho divino 0 derecho humano? El derecho ike Jo tenemos en Jas Sagradas Escrituras. Los.derechos humanos, en cambio, son propios.de.las leyes y em- peradores, como consta también en las Escrituras.’ Por tanto, es necesario, también que otros, ademas de] papa —a saber, emperadores y reyes—, conozcan las eyes divinas y humanas, ¥. en consecuencia, tam- otros deben saber i pies otros de qué poder tiene a. papa sobre SOBRE EL GOBIERNO TIRANICO DELPAPA 11 CAPITULO 5 . a Al papa no le debe molestar que los peritos “"“investiguen con toda diligencia * qué y cudnto poder tiene _ El papa —si no se empefia en tiranizar a sus stib- ditos y quiere, como esta obligado, gobernar con suavidad y justicia a los mismos— no debe moles- tarse sino alegrarse de que los estudiosos se esfuer- cen en investigar la naturaleza de su poder. Si una in- vestigacion de.este tipo le ilegara a preocupar, cabria sospechar que.no esta satisfecho dentro de los fines legitimos de su propio poder. Porque, si el stibdito que rehttye el, juicio se muestra sospechoso de su justicia, de la misma manera el superior que se en- tristece 0 se ofende est4 demostrando.que no quiere caminar dentro de los limites de la-justicia' cuando sus stibditos tratan de saber qué clase de poder tiene sobre ellos. EI papa, por tanto, se ha de considerar como sos- pechoso de querer tiranizar si se irrita ante tal inves- tigacién, Recuérdese, ademas, aquello que dice el Apéstol:, «que la Caridad sé alegra con la verdad». Y aquello: «la vérdad que se criba con mas frecuencia, més brilla a la luz». ¥ la verdad se criba cuando se discute seriamente con argumentos contrarios, En consecuencia; si,el papa quiere conducirse con cari- dad entre sus stibditos, se congratularé de-la solicita investigacién acerca desu poder, Ademés, el papa no debe ofenderse de una seria investigacién de aque- lla verdad que él mismo tiene que ensefiar a otros. EL papa esté obligado a ensefiar a otros qué poder tiene sobre ellos, sobre todo el que dice tener.de parte de las Escrituras; ya que las ha de predicar a los.demés. Asi lo manda el mismo Cristo, que dijo a los Apésto- les: 7°" ' Hay todavia mas..Como nadie puede arrogarse todo el derecho ni ser juez en propia causa —segiin los derechos civiles-y canénicos-—, de la misma ma- nera nadie que tiene una-causa 0 pleito contra.al- guien puede alegar a su favor Jas leyes propias que él mismo ha promulgado, Por lo-mismo, no puede ale- gar las leyes de sus predecesores que no son de ma- yor autoridad que la suya propia. Se han de. alegar aquellas que parecen de igual autoridad a la suya. Asi pues, ni el papa ni el emperador—caso en que uno-de ellos presentara querella:de, competencia que. el papa dice tener por.derecho divino— pueden apo- yar sus alegaciones en leyes o cénones propios de cada uno. Pues entonces cada una de las partes podria crear nuevas leyes y, segiin ellas, proferir sentencia en contra del otro. Se sigue, en consécuencia,.que ni en las leyes de sus predecesores ninguno de:Jos.dos puede basarse contra’el otro, al. menos de forma prin- cipal. Se ha de recurrir a las Escrituras Sagradas que cada una de las partes piensa que ha.de aceptar tanto a su favor como en contra. nn ‘ SOBRE EL GOBIERNO TIRANICO DEL PAPA 17 CAPITULO 9 Aunque en asunto de esta naturaleza ni el papa se ha de apoyar en sus decretales ni el emperador u. otro cualquiera en sus leyes civiles, sin embargo, tanto el papa . como el emperador u otro han de aceptar contra.st mismos tanto las decretales como las leyes civiles, si. en otras causas aceptan las que les son favorables Y-aunque'la alegacién en controvérsia semejante se haya de juzgar débil —como seria el caso en que el papa adujera a su favor decretales o el emperador leyes civiles—, sin embargo, se ha de considerar como una alegacién sélida aquella que estd con mas evidencia basada en las decretales:contrarias al papa en las leyes contrarias al emperador, si cada uno de ellos quiere que valgan las que les favorecen, . Nadie que acepta algo que Je favorece puede re-, probarlo cuando le es adverso. Quien acepta un testi- goa su favor, esté obligado.a recibirlo cuando depone contra el mismo. Si, pues, el papa adujere decretales a su favor, ha de aceptarlas también cuando le son contrarias. Digase lo mismo del emperador, caso de aducir leyes a su favor... a a Es también una alegacién sdlida aquélla por la que, a.uno se le convence por sus propias razones. Es lo que quiso hacer San Gregorio al afirmar que se ha de demostrar a los judfos por sus.propios textos lo que Jos cristianos afirman ser la verdad. A fortiori se han de alegar leyes contra aquel que las.acepta y las ob- serva mientras le favorecen. ¥ también decretales contra el papa si se revolviere contra ellas. . Por esto, precisamente, en las paginas que siguen alegaré repetidas veces.los c4nones de Jos antiguos 18 GUILLERMO DE OCKHAM. Padres contra algunos Iamados posteriormente pon- tifices. ;Tanto discrepa la vida y la doctrina de los dl- timos de la doctrina de los primeros! CAPITULO 10 No incumbe a los tedlogos saber de manera principal qué poder tiene el papa por parte de'los hombres. Esto es mas propio de los expertos en derecho civil y de los que conocen » las donaciones que:emperadores ' y reyes y demas fieles han hecho : ‘liberalmente al papa - No pertenece a:los te6logos futidamentaimente sa: ber e investigar’qué-poder tiene el papa, no'de Dios s6lo, sino de los hombres, Corresponde a expertos en derecho ‘civil y a aquellos que cotiocen qué bienes, posesiones, jurisdi¢cionés, libertades y derechos les fueron''coricedidos a los romanos Ppontifices por em- peradores, reyes, principés y cudlesquiera ‘otros. Todo esto se puede saber, no por las Escrituras’ Sagradas —Pues eit éllas no sé hacé mencién alguna de tales Cosas—, sino a través de los derecho’'de los empera- dores, que nds ofrecen abundantes testimonios de los mismos, y por'medio de documentos, privilegios y cartas de emperadores, reyes, principes y Otras per- sonas'que énriquécieron a la Iglesia romana con pin- giiés donaciones.’ wees ones No obstante;-ante la duda ‘de si tal poder es contra~ tio ‘sea la’ ley divina, 'sea‘al derecho natural’ o’al mismo estado y condicién' del Sutno Pontffice,'se ha de discutir'en principio por las Sagradas Escrituras, Si, pues, el emperador i otro cualquiera diere' poss- SOBRE EL GOBIERNO TIRANICO DELPAPA 19 jones a la Iglesia romana en tales condiciones que oven fuese obispo de Roma pasara a se el propietario dejellas —de un modo. singular y fuera del caso de. necesidad—, una donacién semejante tendria que ser reprobada por las Sagradas Escrituras. Podria acceder al papado una persona que no fuese capaz de tal pro- piedad. Piénsese; por-ejemplo; en aquel qué renun- ciase por voto a tal propiedad. Y lo mismo se ha de afirmar en casos.semejantes. ! me . “CAPITULO 11 o ‘Noes licito que los santos varones © Consideren justo y. santo al. papa si aben _ que sus obras son en st mismas ilicitas. Mas bien estan obligados a'juzgarle malo . Tenemos, pues, que no sélo es licito-investigar con secta intencion sobre el poder del papa, sino que tam- bién es justo y conveniente juzgar. sus obras, si de verdad fueren malas. Es decir; considerar que son malas y reprensibles, y afirmarlo en el lugar y tiempo. oportunos ¢ indicarlo a otros. Pues aunque sus obras: puedan interpretarse bien y mal, sin embargo, esta- mos obligados.a suponer el bien, lo mismo que.con las demés personas. -Pero nunca nos esté permitido juzgar que estuvieron hechas con buena intenci6n,, como afirma Beda: «por sus frutos los conoceréis. Estas palabras se han de entender-de las obras exter- nas que no pueden -hacerse:con buena intencién, como.el estupro, la blasfemia, los hurtos, la embria- guez y cosas semejantes, de las que nos esta permiti- do juzgar.» \ Por ningtin concepto, pues, se puede excusar al papa si cometiese un hurto 0 rapifia, fornicacién o crimen digno de condenacién. Mas bien ha de ser es- 20° GUILLERMO DE OCKHAM. '- timado como‘criminal, malo ¢-impfo por todos los hombres conocedores del hecho, pues son dignos de condenaci6n eterna quienes afirman que los malos son buenos:y los buenos malos. Asi lo atestigua Isaias, que dice: «Ay de vosotros, que llaméis mal al bien y‘bien al mal.» A él-alude San Jer6nimo cuando dice: «Si‘alguien juzga santo a quien no lo es yloune alos santos de Dios, est4-violando a Cristo, ciryos miembros somos.» Y un poco mas adelante: «Segin el apéstol, todos los creyentes formamos el cuerpo de Cristo. Por tanto, quien yerra en el cuerpo de Cristo y se atreve a afirmar qué un miembro suyo es santo, no siéndolo, o que no es, siéndolo, ya puedes imaginarte de qué crimen es reo,» «Ay de los que Ilaman dulce a lo,amargo —dice Isaias— y amargo.a lo,dulce, cam- biando las tinieblas en Tuzy la luz ef tinieblas.> In- terpreto que lo'dulce es la santidad, y lo amargo, lo contrario.-Debiendo, pues, ser contado el papa éntre Jos creyentes a no ser que sea infiel, si hace obras ma- nifiestamente’contrarias.a la santidad, no se le debe considerar: como santo, ni es licito a un-varén justo’ juzgar.como buenas sus obras.-Pues como dice San Gregorio: «El varén santo, asi como no juzga el mal de los buenos, de la misma manera se niega a juzgar el bien de los malos.» voe ae Si; pues, el papa, como el resto de los ficles, se ha: de-reconocer por sus. frutos, segiin-la sentencia de Cristo,-y si sus‘obras son malas por naturaleza, el’ que le llame santo y justo’es abominable ante Dios: «Si alguien Mama justo al injusto —observa San:Je~ rénimo—.y al injusto justo,es doblemente aboini- nable ante: Dios..De 1a misma manera quien lama santo.al.no santo-y afirma:qué el no santo es santo; es: doblemente abominable‘ante Dios.» “' TIBRO SEGUNDO. -. GAPETULO1 : qué Dios permitid que ciertos — ‘namodes romanos pontifices usurparan. para: siun poder ilegitimo y.de qué ratz nacié la afirmacién.que sostiene.. que el papa tiene tal plenitud de poder. * santo en las-cosas temporales’ ‘-. como en'las espirituales— que puede hacer . _todo lo que.no.repugna.\. 5... ala ley natural ni a la ley: divina videncia divina que tumbra a sacar ‘La providencia.divina ~-que acos! bien ce Jas malas obras'de-los hombres y a causa de Jos pécados del pueblo, por cuyos rérifog ° wor se rompenlos obispos— permitio qui ue algu- nos de Tos lamados obispos romanos extendieran lf: cita y presuntuosamente a las cosas divinas 5 bumas e as Su poder usurpado con engafio. De manera permitié también que apareciera inexcusable su malicia y que la destreza de los investiga eres —sacudida su pereza y escrutando con mds Pro un didad las letras divinas— sacara a la luz las verdades ocultas que habjan de aprovechar a las generaciones 22 GUILLERMO DE OCKHAM futuras del género humano, y por las que se pusiese freno a la maldad de aquellos sumos pontifices que intentasen gobernar tiranicamente, Ciertamente, asf como de un principio verdadero rectamente entendido se sacan innumerables verda- des, de la misma manera a veces de un falso y tam- bién mal entendido principio se infieren innumera- bles errores. Asi lo atestigua cierto sabio, quien afirma que, puesto un incongruente, se siguen mu- chos. Y en otra parte se dice que un pequefio error al principio se hace grande al final, Y esto mismo creo que acaecié con Tespecto al po- der del papa. Y, porque en algunos documentos es- critos —que algunos veneran como auténticos— se afirma taxativamente que el papa tiene, la plenitud de poder sobre la tierra, ciertos de los Tlamados su- mos pontifices, desconocedores del significado de estas palabras, no sélo cayeron en errores, sino tam- bién en injutias e iniquidades.. , Deseoso de llegar. a Ja raiz que pueda producir su propagacién, comenzaré por esta plenitud de poder. Pues hay. quienes sostienen que de tal manera tiene —dada por Cristo— la plenitud dé poder, que puede hacer por derecho todas las cosas, tanto en las tem- porales como.en las espirituales, que.no se oponen ni al derecho natural ni a la ley divina. De modo que, aunque pecase, mortalmente.mandando y haciendo otras. cosas semejantés, los hechos mandarian y-ha- bria que obedecer para poder salvarse. Pues sabido.es que, con frecuencia;‘el que manda peca mortalmente y in embargo, el que se somete obedeciendo,.tiene métito, es, . ’ . SOBRE EL GOBIERNO TIRANICO DEL PAPA 23 CAPITULO 2 'Alegaciones a favor de la anterior ‘-'« “afirmacién sobre la plenitud ‘ “del poder papal ’ Wo a 2 goog ienes, intentan. reforzar,esta afirmacién en faoe palabras principalmente. de Cristo a San Pedro: «Te daré las llaves del reino de los cielos y lo que de- satares en la tierra desatado quedaré en el cielo» '. Al parecer, en estas palabras Cristo prometié a Por dro tal plenitud de poder que podria hacer todo en tierra sin excepcién alguna, En una palabra general deben comprenderse todas las cosas. Esta afirmacién sobre las palabras antes citadas de Cristo parece ha- berla sostenido Inocencio III, quien dice: «Dijo el Sefior a Pedro yen él a sus-sucesores: Lo que atares sobre la tierra quedaré ligado en los cielos, y cuando dice todo lo que atares no'exceptia nada.» Con estas palabras se da a entender que, segtin Inocencio, Cris- to no puso excepcién alguna al poder de Pedro y de sus sucesores. Por tanto, ni nosotros debemos hacer excepcién alguna, como no debemos hacerlaallf don- de el canon no la hace. Por defecho divino, ademés, se ha'de obedecer-al papa en todo aquello que no es por si mismo ilicito. Luego‘el papa tiene tal plenitud de poder tanto en las cosas temporales: ‘como en las ose dase que Cristo tuvo tal plenitud de poder tan- to en las.cosas temporales como en las espirituales. Su vicario general; esto es, el papa; tiene, por tanto, el mismo poder de plenitud, Y-también el papa esté li- bre de todas las leyes positivas, pudiendo incluso.co- rregir cualquier ley civil-y canonica. En consecuen- cia, tiene en la tierra esta misma plenitud'de poder. * Mt 16, 19. 24 GUILLERMO DE OCKHAM™, .::; un Tiene ademés el'papa tan-gran poder, que puede mandar sobre cosas que van contra la equidad natu- ral, como-es cuidaise de los nifios, que no,saben go- bernarse por s{,mismos, y det régimen de otros, sobre todo en lo espiritual. Ahora bien, piiede someter a los nifios al cuidado y-régimien de otros, también en Tas cosas espirituales. Luego mucho mis tiene tal pleiiitud de poder tanto én las'temporales como.en las espirituales para hacer‘todo lo que no repugna ni ala ley divina ni a la ley natural, a la que parece pertene- cer la equidad natural. is eno ~~ “CAPITULO 3° La afirmacién antedicha és herética, a causa de la libertad evangélica.. - Esta afirmacién la-juzgo no sdlo falsa y peligrosa para toda la comunidad de los fieles, sino incluso he- rética.;Mostraré primero .que, es herética porque. re- pugna. abiertamente .a,la Sagrada Escritura. Porque Ja ley evangélica-no es de mayor sino de menor ser- vidumbre de-lo que fue la ley mosaica. El Apéstol Santiago Ja Iama.la ley de la libertad perfectisima. Por-el contrario, la ley. mosaica,.a causa de su. inso- portable servidumbre,-no se debia imponer a los fie- Jes, segiin expresién de San Pedro. Dice asi hablando del yugo de Ja ley mosaica: «;Por qué tentdis a Dios tratando.de imponer un. yugo sobre, la cerviz, de los discipulos que ni nuestros padres ni nosotros fuimos capaces de soportar?» ?.° 4) 5.5. - clita De-cuyas palabras, se. colige:abiertamente que un yugo de tanto peso y servidumbre,como el de la ley mosaica.io.se haya-de.imponer-a los cristianos, De ? Heh 5, 10. SOBRE EL GOBIERNO TIRANICO DEL PAPA 25 i én que San Agustin piense que'se han de agua os aquellos que contra la libettad:evan- wlica quieren presidnar a los.cristianos con cargas erayores que las de la ley vieja: Dice asi, Tespondien- do a Jenaro:«La misericordia de Dios guiso gue a misma religién fuera libre con muy pocos y bien cl a yos sacramentos; es oprimida ahora con tales cargas que es més tolerable'la condicién-de los judfos, quie jes, si bien no:-han reconocido el tiempo de su libe- yacién, se someten a leyes legitimas no a presunciones humanas:» De tales palabras:se infiere evidentemen- te que la Ley-cristiana.no es'de.tanta'servidumbre como la ley:vieja. Dice Santiago: «mi opiniones s gue no se/ha de inquietar a-los que.se convierten a OS desde los:gentiles, sino que debemos escribirles gue se abstengan de la contaminacién de los fdolos» en él'mismo texto se dice que el colegio apostsl ico con los ancianos se‘pronuncié de.la-misma manera: «Ha parecido al Espiritu Santo y.a nosotres:no:impo- neros a'vosotros los gentiles:més cargas:que Jas:ne- cesarias, es decir, que os abstengais.de:lo sacrificado JOS) Anh he : es mismo,.los:conversos: de'los gentiles, al ré- cibir y leer 1a carta'de los apéstoles y de los ancianos, $e alegran con tal noticia: de ‘consuelo. Pues no cs habria servido de materia de consuelo si, libres de la servidumbre de la ley divina, se hubieran:enfrentado a‘ana'mayor servidumbre'de-Pedro y de sus suceso: res. Aveste respecto dice San Pablo a los Gélatas: a Tito, que estaba-conmigo, siendo gentil, se vio ol | i gado a circuncidarse. Pero a causa de los intrusos;.los falsos hermanos que solapadamente: se: infiltraroe para espiar la libertad que tenemos en Eristo::.»*, més: adelante: «jOjalé: que: se castraran.los que os 3 Heh 15, 19. * Heh 15, 28. 5 Gal 2,3. 26 GUILLERMO DE OCKHAM toad perturban! Porque, hermanos, habéis sido lamados a Ja libertad!» No somos hijos de la esclava, sino‘de la libre, con esa libertad con que Cristo nos liberé. Pues «alli hay libertad donde estd-el Espiritu del Sefiors.6. De todos estos y otros innimerables argumentos de la ley divina'y de los: Santos Padres’se deduce: meri- dianamente que la ley. cristiana no es-de tanta servi- dumbre. como la ley mosaica:!Pero' si. el- papa, por precepto y ordenaci6n de:Cristo, taviera tal plenitud de poder. que pudiera mandar de iure todas Jas cosas tanto temporales como espirituales sin excepcién que no ‘van‘contra la:ley‘divina ni el: dérecho natural, la ley-cristiana serfa de horrendisima servidumbre e in+ comparablemente mayor de'lo que ‘fuera la ley -anti- gua. Piés todos'los cristianos —tanto emperadores:y reyes como. todos sus'stibditos— serfan esclavos del papa segiin-la-mas estricta acepcién de esta palabra. Porque nunca hubo ni habré de iure quien tenga ma- yor poder sobre:cualquier hombre-que aquel que le pueda mandar todo lo-que no va contra el derecho:na- tural ni el divino.., : Bog PP Podria, pues, el Papa por derecho privar al ‘rey de Francia-y a cualquier otro desu reino. ~sin culpa y sin causa— de la misma manera que el sefior puede quitar —sin culpa y sin causa— Io que concedié al siervo. Loicual.es absurdo: De tener tal plenitud de poder, tanto en Jas cosas temporales como en las-es- Pirituales, podria imiponer también el papa'a los cris- tianos.ceremonias externas'mas numerosas y graves de:lo que fueron los ritos de la antigua ley. Por lo que de:ningtin modo la ‘ley:evangélica seria Jey de liber- tad, sino de esclavitud intolerable. o vind “ Tal afirmacién, en consecuencia, se ha de tener Por herética..¥ ademds es peligtosa para toda la cris- tiandad. Porque, si el papa tuviera tal plenitud de po- ® Gal 5, 12; 4, 31; 2Cor 3, 17. SOBRE EL GOBIERNO TIRANICO DEL PAPA 27 der en los-asuntos temporales; podria de jure exporiax a todos los reyes y principes de.sus reinos y ominios ara dérselos a sus Consaguineos 0'a otras Persons as civiles.a quienes quisiera darselos, o incluso rete er Jos para si. De todo lo cual.los cristianos result arian amenazados no leve sino peligrosamente por cismas, disensiones y guerras. CAPITULO 4 Cémo se ha de entender que la ley evangélica es ley de libertad , orque la.ley evangélica es ja:ley de Ja libertad pereon —de 10 que se deduce que se puede cntender bien y mal el que el‘papa no tiene tal plenituc a po- der—; debemos advertir'que no se ha de entender en el sentido de que quite toda | servidumbre yno admita ninguna ni siquiera a los cristianos. «Que permanez ca cada cual como le hallé la llamada de Dios. gEras esclavo cuando fuiste llamado? No te preccupes», ice 7: , a : see ee entender éstd'mas bien en sentido negati- vo, ya que de'la ley evangélica no se’ deriva yugo grave ‘alguno. Y nadie por ella’se Hace esclavo de otro, ‘ni por ella se impone a los cristianos: una carga tan’ pesada en‘cuanto al culto divino exterior como la que padecieron los juidfos. Por lo cual los cristiano no s6lo-no ‘se’ hacen siervos del papa’ por esta dey évangélica, sino que ni siquiera'el mismo papa podria cargar ‘con‘su plenitud dé poder a cualquier cristiano en contra de la Voluniad de éste, sin ‘culpa y sin'causa por'parte del‘ mismo, cori ceremonias tan graves como jas de la antigua ley. - 7 1Cor 7, 17. 28 GUILLERMO DE OCKHAM - Siquisiera levar-esto a la practica,! isid estarfa ajustada a derecho, y Seria aula pore we derecho divino..De modo'semejante,.si dictase sen- tencia contra los.recurrentes, tal sentencia seria nula, como si no hubiese sido dada por un juez propio. «Lo.que hace un juez —se‘lee en una antigua Te. gla—, sino entra dentro de su jurisdicci a, jurisdiccién, carece de CAPITULO 5 Se demuestra que el papa no tiene _ de Cristo tal plenitud de poder, _ Ya que el gobierno papal'eés uin gobierno instituido para el bien comiin, ts RO para honor'y provecho del papa | Que el papa no tiene, tampaco la plenitud ‘de poder se demuestra por las palabras del ‘Apéstol eierdaeg si mismo y a todos los prelados de la Iglesia: «Os es- cribo esto ausente, para que, présente, no tenga qué obrar con severidad conforme al poder que me.otorg6 el Sefior,:para edificar y no para destruir,’. “ En estas palabras se da @ entender que Cristo insti- tuy6 de. manera principal el poder apostélico para.el servicio de los stibditos. Pues Cristo, al encomendar a sus. ovejas a Pedro, no quiso, atender fundamental- mente al honor y a la comodidad, al.descanso y a la utilidad de Pedro, sino que quiso basicamente,aiender a la utilidad, de Jas ovejas. Por eso ino. dijo'a Pedro: domina: sobre mis ovejas.. Ni tampoco: haz de mis ovejas lo. que te viniere en gana, o lo que mejor:sir- viera a tu comodidad u honor. Sin-embargo, le'dijo: ® 2Cor 13, 10. SOBRE EL GOBIERNO.TIRANICO DEL PAPA 29 -apacieita mis ovejas. Era como decir: Haz.todo aque- flo que conviene'a su ttilidad y necesidad y sdbete que;no:fuiste hecho jefe por ti, sino por ellas mismas. ‘Lo cual no nos ha de extrafiar. El bien comiin se ha de preferir al bien particular. Por eso, al poner Cristo a Pedro al frente de las ovejas, lo que principalmente quiso fue atender a las ovejas, no a Pedro. Pero siPe- dro hubiese recibido tal plenitud de poder del mismo Cristo,-no-habria mirado fundamentalmente: por sus ovejas, sino por'si mismo:y:sti honor. Queda, pues, claroique Cristo no dio ni a Pedro ni a sus sucesores tal plenitud de.poder. . : noe Esto.se puede confirmar y apoyar desde la razon -de muchas maneras. El gobierno apostélico'o papal.no fue instituido. menos para la utilidad comtin de los fidles queel gobierno civil (secular) moderado y jus- to para la utilidad de los-sibditos. Gobierno que, se~ guin los estudiosos del mundo en materia politica, fue instituido para beneficio de los stibditos. Luego: el gobierno papal no fue instituido por Cristo para el mismo papa, sino para los fieles. . A mayor abundamiento, las leyes civiles no se han de promulgar para utilidad privada alguna, sino para el bien comin. Mucho més, entonces, ¢] principado espiritual fue instituido para el bien comin y no para el:honor de cualquier prelado. De aqui que San Agus- tin dijera en su homilfa sobre el texto: «el que no en- tra-por la puerta»: «El que no:entra por la puerta, sino que sube por otra parte, esto es,-el que no entra por Ja Jlamada del pueblo, por la eleccién de los her- manos, por el'llamamiento de Cristo, sino por el pre« mio o por la fuerza de los parientes 6 de los'padres, éste'no es pastor, sino salteador y ladrén. Por donde se comprueba que pastor no es mas que el que guarda sus propias ovejas alimentdndolas, ayudéndolas y vi- gildndolas, y el que no busca las cosas terrenas, sino Tas celestiales. Asimismo, el que no busque sus inte- reses, sino los de los otros de manera que no desea el 30 GUILLERMO DE OCKHAM) os i.85 episcopado Ievado de la codi¢ia:del dinero, sino por cl anisia de aumentar la fe'del ‘pueblo para recibir con Sus fieles y por'sus‘fieles el premio eterno; no para ser sefior, sino padre; ‘no para vengar:y perseguir, sino.para alimentar.»~ - woke os . ‘¥ poco més adelante: «No est bien que el obispo odie:a nadie, sino que.ame.a todos, favorezca a los buenos y.corrija alos-malos.» Y- sigue::«Los dbispos no estan para dominar,: sino -Para que ‘sean: modelo de ‘todos y con’su ejemplo edifiquen:a:todos:y no pierdan a nadie.» «De todos aquellos —*. Por estas'palabras generales y otras jnnumerables que encontramos en la Escritura ho.se han de enten- der las palabras generales de un modo general y sin excepcién. Porque en muchisimas cosas ni los hijos est4n obligados a obedecer a sus. padres —pues no son esclavos sino:libres—-; ni-las mujeres a.los varo- rh % Col 3, 20; 3; 22; EF 5, 34; 1Tim2, 11.” 56 GUILLERMO'DE OCKHAM nes— pues no sori criadas, sino que se juzgan iguales para muchas cosas—, ni los esclavos.o siervos estan sometidos 4 sus duefios en todo-y.sin excepcidn: Por consiguiente, de este solo texto, cuyas palabras son las:pronunciadas por Cristo: «Lo que.atares...», no se puede demostrar que hayan de:entenderse sin excep- cin alguna; Asf pues; sabemos a menudo que la8.re- glas—aunque se éxpresen-con palabras o términos generales— tienen: muchas excepciones. La regla se define como enunciadora breve de un hecho para que no 'se-haga'contra derecho:De:la misma manera las palabras de. Cristo: «Lo que atares.:.», se han de en- tender.con sus excepciones a fin.de que de ellas no se deduzcan herejias detestables. 3 2°. er i os. CAPETULOAS A pesar‘de las palabras de Inocencio Il, las'palabras de Cristo: «Lo que atares:. _ se han de entender con algunas x, excepciones. Y. muchas expresiones del mismo papa Inocencio, si-no se pueden, no se deben por consiguiente interpretar _ Contra el'sentido que a primera vista parecen tener —tomo si se forzara el sano séntido de und forma violenta—debiendo . ser juzgadas.como heréticas y contrarias ' a otras palabras del mismo papa «= Cuando se prueba por Inocencio ITI que las’ pala- bras de Cristo se han de entender sin excepcién, de- bemos decir. que-estas palabraside Inocencio —asf como otras muchas del mismo sobre el poder del papa—, si no pueden 6 no deben reducirse.a su sano sentido como violentandolas contra el primer sentido SOBRE EL GOBIERNO TIRANICO DEL PAPA’ 57 que a primera vista parecen tenér,’son heréticas y contrarias a otras palabras del mismo Inocencio, Que algunas de sus otras palabras—si no se deben 0 puc-, den interpretar en su recto sentido a no ser que se violente y retuerza su interpretaci6n— se hayan de utar como heréticas; se prucba de momento por estos dos ejemplos. i : 1 ‘Queriendo demostrar. por la autoridad ‘del Detite- yonomio”: «Si tienes qué juzgar un caso demasiado. dificil para‘ti», afirma’que el papa puede en regiones ue no estén sujetas a su jurisdiccién temporal ejetcer de hecho su jurisdiccion. Y lo.comenta de este modo: Dado que-«Deutcronomio» se traduce por segunda ley, por ld fuerza del vocablo se comprueba que lo que alli'se‘legisla se ha de observar también'en el Nuevo ‘Testamento. Palabras que, si no sé deben 0 no pueden exponeise contra el sentido que aparece a primera vista, se han de juzgar heréticas: “ Parecen dar a entender, en efecto} que todo lo que se establece en el Deuteronomio se ha de observar, contrariamenté a muchas-cosas que-se contienen en otros libros de Moisés o de:la ley vieja: Asi pues, segtin Inocencio IT, todo lo que.se establece en el Deuteronomio se ha de observar en’el Nuevo Testa* mento, 0 se ha de observar'en sentido literal, lo.mis- mo que se observabd en’elAntiguo Testamento, o se ha de observar'en sentido:mistico, es decir, segtin la comprensién.o inteligencia mifstica o'moral. Lo primero’ que debemos decir‘sobre'la intencién de Inocencio es que s6lo parece preocuparle probar su conclusién, lo que es-erréneo:y contrario a'la'doc- trina evangélica y ‘apostélica. En’ el Deuteronomio, ademas de leyes morales, se establecen otras que son ceremoniales y-rituales, tal comose puede ver a lo largo de él. Alli se regula de manera clara y explicita la observancia del sdbado, 1a discriminacién: de. los 2 Dti7,8. 58 GUILLERMO DE OCKHAM « alimentos como Ia prohibicién de.comer gre—, el pago de los décimos, la dedicacién de ios primo” génitos al-Seiior, prohibiendo castrar a los primogé- nitos del buey y no .esquilar-a los primogénitos de las ovejas. Mas atin —y para concluir—, lo que en otros libros se manda cumplir a Moisés, en el Deute- ronomio se establece que se ha de cumplir, Esto, sin embargo, no es necesario observarjo en la nueva ley, segiin su sentido literal. Incluso algunas cosas no se han de observar segtin todos los autores catélicos. ~ No se llama, por consiguiente, segunda ley al Deu- teronomio porque lo que se manda en él se haya de observar segtin.su sentido literal. Se Hama segunda ley, a decir.de San Jer6nimo en el prélogo de la Bi- blia, porque contiene las primeras cosas a fin de que todo pueda ser nuevo, ya que-lo que se contiene en otros libros de Moisés de alguna manera se explica en 4, tenovandose asi en cierto modo. En el mismo pri- mer capitulo encontramos escrito: «Y-comenz6 Moi- sés.a explicar la ley y dijo:.[...].» Y, segin el mismo San Jerénimo ya citado, es una prefiguracién de la vy ovangélica. For consiguiente, una vez venida ésta, a.de observar en.s ido li ida in-vordad’ cena la gua, ms su sentido literal. Venida Seria impertinente decir; en:consecuencia, que lo dicho anteriormente est4 de acuerdo con lo dicho por Inocencio; a saber, que lo, que se establece en el Deu- teronomio se ha de observar en su-sentido mistico.,Si fuera asf, habrfa que observar lo que:se establece en el Exodo-y en el Levitico-y-Ntimeros. Y de manera semejante habria que observar Jo que, se regula en otros libros lo'mismo que en el Deuteronomio. « Asfpues, dado que Inocencio III parece insinuar lo contrario en las palabras citadas y, sobre todo —por- que, de no ser asi, ‘sus razones:no serfan conyincentes de cara ala conclusion que quiere sacar de las pala- bras del Deuteronomio—, se signe que las mismas palabras, no pudiéndose interpretar de otra manera, SOBRE EL GOBIERNO TIRANICO DELPAPA 59 son heréticas y como tales se han de juzgar por los catélicos. Dice también Inocencio: «Lo mismo cabe afirmar sobre el juramento de aquel que no pidié el consejo de la sede apostdlica y traté de usurpar para sf el rei- no Ilevado de la ambicién. Pues sobre este juramento se debia haber consultado previamente a la-Iglesia romana. Ni vale decir para la pleria excusa del mismo que tal juramento fue ilfcito, ya que, a pesar de ello; nos debié consultar previamente.» Parece incurrir en absurdos heréticos bien manifiestos si las palabras citadas —por las que parece afirmar que nadie debe romper el juramento, aunque fuera ilicito, sin antes consultar al romano pontifice— no pueden o no de- en explicarse contra el sentido que a primera vista tienen. Pues, si antes de romper el juramento ilicito hubiera ‘que consultar al papa, se seguiria que —-caso de que alguien jurara ilicitamente que de ninguna manera dejarfa de fornicar, matar, robar, perseguir jnicuamente a los familiares, y otros pecados— no le seria licito cesar en tales pecados sin antes consultar al romano pontifice. En el caso también‘ de que al- guien jufara que no tenfa amor de Dios ni del préjimo y que no harfa ninguna buena obra, no podria res- cindir tal juramento antes de consultar al romano pontifice: Ahora bien, consta que todas estas cosas huelen a herejfa manifiesta y fomentan los pecados.c injusticias. Ademds, las palabras de Inocencio IIT en jas que parece afirmar que las palabras de Cristo: «Lo que atares.:.», deben entenderse sin excepcién. por otras de] mismo que parecen oponérsele. “Dice:. «Si juzgamos tales cosas, atendemos a lo que pertenece al rey, no a la Iglesia.» ¥ esto: «Ejer- cemos la plenitud temporal no casualmente ni sélo en el patrimonio de: Ja Iglesia —sobre.e] que tenemos plena potestad—, sino también sobre. otras regiones después de examinar bien las demés causas. Y ello no porque queramos apoyarnos de-antemano ‘en un de- 60 GUILLERMO DE OCKHAM techo ajeno,. sino porque asi como en el Deutero- nomio...» . Con estas palabras y otras: muchas del mismo Ino- céncio que encontramos en diferentes decretales su- yas, se insintia abiertamente que el papa no tiene. por qué ser juez en todos Jos asuntos relativos.a los bie- nes temporales y, asimismo, que carece de tal pleni-. tud de poder en todas las regiones:.Por tanto ~-y a pesar de sus palabras—, se ha de tener como-induda- le que las palabras de Cristo: «Lo que atares...» no. han de entenderse.sin excepcién: + CAPITULO 16 Del poder prometido a Pedro por aquellas palabras de Cristo: «Lo que atares...», se han de exceptuar.los juramentos legitimos de emperadores . y reyes y de otros, que no son contrarios -a las buenas costumbres ya la'ley evangélica : : Lt Por cuanto acabamos de decir queda Claro que las, palabras de-Cristo tantas veces repetidas,:«Lo. que atares...», se han:de entender bajo. ciertas excepcio- nes..En consecuencia, debemos.ver qué es lo que de- bemos exceptuar de aquel poder-concedido y prome- tido a Pedro por Jas palabras de Cristo. «! b Ciertamente, y sin afirmacién temeraria alguna ‘por mi-parte, estoy dispuesto a ser corregido si no dijere. la verdad. Pero'me parece que se‘ha de afirmar.que de Ja potestad regular:y ordinaria'concedida y prometida a Pedro y a cada uno de’ sus sucesores por las pala- bras de Cristo, ya citadas, se'han de exceptuar los detechos legitimos de’ emperadores; reyes y demas SOBRE EL GOBIERNO TIRANICO DEL PAPA 61 fieles e infieles que de ninguna manera se oponen a Jas buenas ‘costumbres, al honor de Dios y a la ob- servancia de la ley evangélica. Asi se desprende de otras palabras del mismo Cristo, distintas de las men- ‘cionadas «Lo que desatares» y que fueron mds ple- namente confiadas y mds claramente explicadas por Cristo, los evangelistas y los apéstoles. . ‘Tales derechos existieron antes de la institucién explicita de la ley evangélica-y‘pudieron usarse lici- tamente.:De forma que el papa no puede en modo alguno alterarlos 0 disminuirlos de manera regular y ordinaria, sin causa y sin culpa, apoyaddo en el poder que le fue concedido inmediatamente por Cristo. Y, si ,en la practica intentare algo contra éllos, ipso facio et iure es‘nulo: Y, si en caso semejante dictare senten- . cia, serfa nula por el mismo derecho divino como dada por'un.juez no propio, que, como se sabe, esté por encima de todo derecho canénico y civil. . :" Todo esto creo que se puede probar claramente por algo que’ ya hemos tocado anteriormente. Pues, segtin el precepto apostélico, que el papa no puede dispen- sar ni revocar, los fieles'estin obligados a obedecer, si quieren salvarse'—de necessitate salutis—, a los principes y gobernantes, incluso a los.infieles, en lo que respecta a sus derechos legitimos. Asi lo ensefia el Apéstol #. Y lo mismo dice San Pedro *. Pero esta ensefianza la recibieron los apéstoles de Cristo, que dice: «Dad al César-lo que es de César» *. De estas palabras se deduce claramente que Cristo no quiso ni alterar ni disminuir los derechos tempo- rales legitimos ni la obediencia a los que les estaban sujetos. Lo afirma también San Agustin con palabras expresas en su comentario a las palabras de San Juan: «Mi reino'no es ‘de este mundo.» «Esto es lo que el B Ror 13; 1Cor 6; Ef 6; Col 4; Tim 6; Tit 2-3. * 1Pe 5. + 1 38'Mv 22,21, 62 GUILLERMO DE OCKHAM buen Maestro quiso que supiéramos. Ofd, pues, judios y gentiles, escucha ti; incircunciso y todos los reinos de la tierra: no impido que dominéis en este mundo, porque mi reino no.es dé este mundo. No tengdis aquel miedo tonto que invadié a-Herodes cuando le fue anunciado que Cristo habia nacido, y que maté a tantos nifios a fin.de.que también la muerte le Hlegara a él, es decir, a Cristo, siendo més cruel en el temor que en la ira. “Mi reino —dijo—.no es de este mun- do.” ;Qué mas. queréis? Venid al reino que no es de este mundo, venid.creyendo y no teméis mostraros crueles con ello.» Y sigue: «{Qué es, pues,.su reino sino los que creen en é[?»- nyo : De cuyas palabras resulta evidente que Cristo no quiso impedir los derechos: de los-poderes terrena- Jes. El mismo San Ambrosio incide sobre lo mismo en su comentario a Lucas: «Hay un mandato grande y espiritual que manda a los varones cristianos some- terse.a los poderes més altos para que nadie piense que puede desatar la potestad del rey de la tierra. Si el Hijo de Dios pagé el tributo, ;quién eres ti para pen- sar que no ha de ser pagado? Y Cristo pagé el tributo no poseyendo nada.-T, en cambio, que vas en busca de una ganancia mundana, ,porqué no-reconoces el tributo del siglo?» : . . De todo lo dicho se desprende que por la ley evan- gélica y por Cristo no qued6 disminuida la jurisdic- cién ni el poder legitimo de los reyes de la tierra. Por tanto, de'la potestad prometida a Pedro y a cual- quiera.de sus sucesores por las palabras «Lo que ata- res...» se han de exceptuar las.cosas arriba dichas. Y por lo mismo,-no.sin raz6n e incluso més saludable- mente, para convertir mas fécilmente a los infieles y para gobernar alos fieles pacifica y suavemente, ni Pedro ni cualquier otro sucesor suyo debfa reivindicar para sf el dominio universal ni la plenitud de juris- diccién en las cosas temporales por orden de Cristo y por la ley evangélica. Porque si Pedro o algiin suce- SOBRE EL GOBIERNO TIRANICO DELPAPA 63 sot suyo predicase ante emperadores y reyes —o in- cluso al ser 61 mismo preguntado— y dijera que tiene tal plenitud de poder sobre las cosas temporales y el dominio de todas esas cosas, de ninguna manera atraeria ala fe a los mismos. Por el contrario, los apartaria mds de la fe. Es mds, transformaria en per- seguidores a los que aman Ias cosas temporales, lo mismo que Herodes, que, temiendo: que. Cristo pu- diera reinar temporalmente, pensd en matarlo. No era, pues, digno ni conveniente para la propa-' gacién de la fe ni para convertir a los gentiles que Pedro ni cualquier otro evangelizador de la verdad tu- viera tal poder sobre las cosas temporales. Porque, si Pedro o algtin sucesor suyo reivindicara derechos o cosas de aquellos a quienes predicaban, habrfa pare- cido que predicaban no por causa de los hombres, sino movidos por el lucro. De aqui que Rabano, co- mentando aquellas palabras de Mateo «no posedis, etc.», diga: «Si hubiesen tenido oro y plata, pareceria que predicaban no por los hombres, sino por el. lu- cro.» También el Crisdstomo, en su Homilfa 15 sobre Mateo, dice: «Tal es el poder de la luz, que no sdlo une, sino que atrae a ella a los que la siguen..Cuando ven que despreciamos.todo lo presente y nos prepa- ramos para las cosas futuras, creeran toda palabra por nuestras obras. ;Quién es tan loco.que, viendo a aquel que ayer se bafiaba en la lascivia y en la abun- dancia estar dispuesto a despojarse de todo y a pade- cer hambre y necesidad —-asf como una vida dura y peligros y sangre y muerte y toda clase de riesgos—, no reconozca que todo esto es una clara manifesta- cin de los bienes futuros? Pero, si nos implicamos e inmiscuimés en las cosas presentes, ,como podria comprender que no nos apresuramos hacia otra po- sesién?» . . De todo lo cual se deduce que, para la dilatacién de la fe y su buena fama, era conveniente para San Pedro que no reivindicara para si ni la jurisdiccién ni el do- 64 GUILLERMO DE OCKHAM minio de las cosas temporales. Por el.contrario, debia despreciar abiertamente todas Jas cosas sin intentar al- terar o disminuir-la jurisdiecidn o los derechos de los seculares, ni afirmar que les estaban sujetos. Mis bien, a ejemplo de Cristo —que, segtin San Juan. Criséstomo, no privé al mundo de su providencia y gobierno—, de. bia dejar.a los principes del siglo gozar de sus honores, Esta sentencia de que los derechos:de terceros se han de excluir de Ia potestad de Pedro esta expresa- mente contenida en las palabras de San Bernardo, ci- tadas ya en el capitulo 12. Por ser tan claras juzgo. su- perfluo volverlas a repetir aqui de nuevo. Concuerdan con ellas las palabras ya aducidas en el capitulo 11 tomadas del Criséstomo que suenan: asf: «No hemos de deliberar nosotros ni acerca del gobierno de los soldados ni del reino.terrenal. Nuestro deber es con- seguir las virtudes de los angeles.» Asi pues, mientras los principes de este mundo.ejerzan su poder legitimo con solicitud y justicia, el.papa no puede disponer para nada en los asuntos que les son propios, segtin la ordenacién de Cristo, ano ser.que ellos mismos, vo- luntaria y libremente, le permitan inmiscuirse. Y todo Io que haga contra Ja voluntad de los mismos se ha de tener por nulo. Y cualquier sentencia qué dicte en tal sentido seré nula, pues‘no ha sido dada-por.un juez propio, tal como dijimos arriba y diremos més ampliamente a continuacién. : CAPITULO 17 Del mismo poder se han de exceptuar , : las libertades concedidas por Dios y la naturaleza a los mortales No sélo se han de exceptuar del poder concedido a Pedro y a sus sucesores por aquellas palabras de Cris- SOBRE EL. GOBIERNO TIRANICO DEL PAPA 65 to: «lo que desatareis, etc.», los derechos de empera- dores, reyes y.demés autoridades; sino también las li- bertades concedidas a los mortales por Dios y lana- turaleza. De tal manera que el papa no puede imponer _-sin utilidad y sin culpa—:nada oneroso, sobre todo importante, a nadie que no le esté especialmente su- jeto. Es tal:la libertad evangélica que en’ virtud dela misma ley no se puede imponer nada, sobre todo gra- ve, contra su.voluntad, a sus observancias, cuando.no hay culpa por parte de los sujetos, ni tampoco una_ur- gente necesidad ni manifiesta utilidad. Nada, en efec- fo, que sea superfluo 0 que no sea de derecho natural o de derecho divino expreso. * . saat De la misma manera ‘que el sumo sacerdote de la antigua ley no podia introducir ni establecer: nuevas tradiciones sobre todo onerosas para’el pueblo, mas alla de las ‘ceremonias, ritos y juicios que los:ya esta- blecidos en la misma ley, asf tampoco el sumo sacer- dote.de la ley nueva puede introducir novedades, so- bre todo onerosas y ‘graves a’ los catélicos, de no miediar culpa de sus subditos y sin.una necesidad ur- gente-y manifiesta utilidad, aparte las que expresa- mente figuran enel Nuevo Testamento.afin de que la Jey nueva no sea de mayor servidumbre que: la vieja. Si el papa pudiese imponer cargas.distintas de las que figuran expresamente cn el Nuevo Testamento al pueblo cristiano contra su voluntad sin necesidad ur- gente y utilidad manifiesta comparable a la necesi- dad, podria imponer sobre todo las que se conocen «como de afiadidura» y que miran a la perfeccién. Porque éstas son convenientes y titiles‘y, por tanto, presidiendo ‘a los dems para utilidad de los mismos, podria hacer valer al imponerlas la utilidad que tienen. para ellos.: . i 4 Sin embargo, por no ser necesarias-ni obligatorias para, la salvaci6n —ni tampoco expresamente nuc- vas en la ley—-, no puede de ninguna manera impo- nerlas sobre los: hombros de los fieles..Porque no 66 GUILLERMO DE OCKHAM puede mandar tales cosas, seguin el testimonio dé San Ambrosio, quien, hablando de la virginidad —que se ha de.computar entre las mismas—, dice: «La vir- ginidad es, la tinica que nose puede-imponer, sino aconsejar. Es un asunto mas de voto que de precep- to.» Y, por raz6n semejante, las cosas que son «por afiadidura» 0 complementarias y que miran a la per- feccién pueden aconsejarse pero no imponerse, por- que son més asunto de voto que de precepto. De aqui que San Gregorio diga: «Es justo que-a nadie se obli- gué-a creer contra su voluntad.».Es, por tanto, justo que a nadie se imponga contra su voluntad lo que es de supererogacién. Y de aqui, que segiin San Agus- tin, nadie esté obligado a obrar bien por las leyes. Es decir, los liijos, que no son esclavos, no deben ser obligados sin culpa por nuevas leyes a aquello que.ni a si.mismos, ni ala. comunidad, ni al prdjimo es ne- cesario. Por lo mismo, ni Telesforo, obispo romano, ni Gregorio, también obispo de Roma, a pesar del canon que Ordena que todos los clérigos hagan el propésito de ayunar en Cuaresma y de abstenerse de carne, no: condenaron como reos de transgresién a los no observantes, por no.estar aprobado por el uso comin, segiin atestigua Graciano. sot . De todo lo-cual se deduce con toda evidencia que los sumos pontifices no se atrevieron a imponer tal ayuno y abstinencia contra su voluntad a los.clérigos que nose habfan sometido a los romanos pontifices en esta materia. Y la raz6n es que, para’que algunos se.sientan obligados a acatar la ley del: superior en aquello que sin su.consentimiento tiene poder de-dic- tar leyes, no se requiere su asentimiento. Tampoco esta ley queda confirmada por las costumbres de los usuarios, ni se abroga por los usos en contra de jos mismos, pues a la observancia de tal ley todos estén obligados.desde el momento en que se promulga y publica. Y esta ley:del gobernante obliga a todos; pasados dos meses de su publicacion. Ni es necesario SOBRE EL GOBIERNO TIRANICO DELPAPA 67 que llegue aofdos de todos. Y, por consiguiente, mu- cho menos ‘es. necesario que quede.confirmada por jos usos de los que se sirven de ella o que incluso lle- gue a aprobarse. Por tanto, cuando Graciano afirma que:«las leyes se establecen cuando se promulgan y se afirman cuando se aprueban con Jas costumbres, y que por la practica en contrario de los usuarios, que- dan: abrogadas algunas leyes», se ha de entender. de aquellas leyes que no obligan sin el consentimiento de aquellos a los que afectan, como son las leyes del ayuno dada_por los papas Telesforo y Gregorio. Los obispos romanos pueden aconsejar a los fieles el ayu- no-y la abstinencia, pero no los pueden:imponer como regla.:' : ey vs. Resumiendo: sus leyes, en-estas y otras materias senejantes, no obligan a sus stibditos sin el consenti- miento de los. mismos y; en.consecuencia, quedan anuladas ‘por la prdctica en contra de los interesados, incluso ‘aunque no quiera el papa. Este no puede, pues, imponer de una manera regular como precepto alos cristianos las cosas que son «supererogatorias», ni de ellas establecer leyes obligatorias contra la vo- luntad de los stibditos. Si ei papa tuviera potestad en tales cosas de dar leyes obligatorias contra Ja volun- tad de los cristianos, podrfa obligar a cualquiera de ellos a entrar contra su voluntad en cualquier reli- gion, De la misma manera podria imponer a;cual- quiera un ayuno continuo a pan y agua, al menos fuera del caso de extrema necesidad, asi como man- dar a cualquiera a capricho de su voluntad abdicar de la propiedad de todos ‘sus bienes. Por tanto, podria de iure oprimir a los cristianos con mayores cargas que jo estuvieron los judfos, cosa evidentemente con- traria a la libertad evangélica.: . Por todo lo cual, si algunos obispos romanos in- tentaron imponer sobre los hombros de los cristianos cargas supererogatorias u otras indiferentes 0 que no se ajustan al derecho natural ni se encuentran en Ja ley 68 GUILLERMO DE OCKHAM:. +" 7 divina;.sin necesidad urgente:y sin culpa, podrd ‘apli cérseles‘con razéri aquellas palabras de esto: i ‘Ph «jAy de vosotros’los legistas, que:imponéis a los hombres cargas intolerables; pero vosotros no las to- cdis ni con uno de'vuestros'dedos!» 2%. Lo que ya ve- mos cumplido,-hasta'el punto‘de hacer verdadero aquello de Cristo: “«Atan cargas pesadas y las echan a s ‘espaldas de a-gente; per i quieren moverlasis” tos a on dodo ve ee , . ‘ + Pues,algurios Ilamados'pontifices romanos, nadan- do en delicias y gloriéndose en'las:pompas-y honores mundanos, se esforzaron por imponer cargas inso- portables a emperadores, reyes, prelados, iglesias y.a todos. los. fieles: para-enriquecer y ennoblecer a.sus consanguineos. Todavia: mas,-maquinaron-de forma infcua reducir-a servidumbre a todos, cosa ala que la multitud de lds cristianos nunca:se plegs:—como apareceré mds claro-en Jas p4ginas siguientes, a imitacién del-Apéstol que dice: «A quicnes ‘ni por un instante:cedimos, sometiéndonos» ». ee : bho voy vet co ds, CAPITULO.L8... - =. Del poder-antes mencionado - ha‘dé exceptuar la manera’ demasiado coms, ., Onerosa y grave de ordenar* | *. y hacer.todo.aquello que se refiere.. - ala funcién papal: ~~ Ademis de los derechos:y libertades que deben ser excluidos del poder prometido-a Pedro por las 8 Le 11,52: 2 oF MU23, 4. 8 Gal2,5. SOBRE EL GOBIERNO TIRANICO DEL PAPA. 69. abras de Cristo’«Lo que atares...», ha de:excluirse también la forma onérosa:y grave en el estilo.de.or- denar, legislar y liacer-las. cosas que eran propias de Gristo y que por derecho se referian a sus sucesores. Se trata.en definitiva de que el romano pontifice—~ en-aquellas'cosas que de iure:puede hacer, segin las: alabras ya mencionadas-de Cristo—.no se ’exceda, en la forma,es decit; que,,en-aquello en que los cris- tianos deben‘obedecerle y:que puede hacerse sin di ficultad, no.se’lo:-haga demasiado dificil.;Si por un: delito puede imponer a.alguien una penitencia o pena Jeve, no debe ni puede imponerle una penitencia o pena demasiado grave. Y, si dicta-senténcia en caso semejante, no se ha.de acatar necesariamente, ya que por derecho divirio es nula, pics, aunque haya sido dictada por su juez-propio en otros casos, en éste, en concreto, ha sido.dictada por un juez no propio y, por tanto, es nula:: Para. que-una' sentencia:sea.nula como dictada por un juez propio— no se requiere: que el que la dicta no*sea en ningtin caso juez dé aquel en quien.recae. Tendriamos, entonces, que el arzobispo podria dictar sentencia en todos los casos contra: el -obispo, de manera:que la sentencia seria: nula como dictada por un‘juez que no es'propi la misma manera que la-sentencia dictada por el juez de alguien: s6lo’a titulo de.reconvencién en otros cas sos distintos de Ja reconvericién, seria nula.como dictada por'tnijuezno propio. Asf también.en ek caso de que.un.obispo' se.someta:a ‘otro abispo por raz6n.de un delito cometido en'la didcesis y.éste hu- biera dictado en otras:ocasiones.sentencia contra él; tal sentencia seria nula como dictada por un juez que-no es el. suyo—. Todo esto parece absutdo. En consecuencia, del poder prometido a Pedro por las palabras de Cristo: «Lo que atares...» se ha de ex- ceptuar la forma irracionalmente grave y onerosa para los sujetos. Pues una misma fidelidad obliga al superior y al sefior respecto a su stibdito como a éste 70 GUILLERMO DE OCKHAM respecto-a.'su sefior, como observa la glosa:sobre aquellas palabras: «El sefior debe cumplir totaimen- te y en reciprocidad con su stbdito fiel.» Por ego San Jer6nimo dice a Nepociano: «Sepan los obispos: que son sacerdotes, no sefiores. Honren a los clérigos como clérigos; para que ellos honren.a los obispos como obispos.» A ellos se refiere el dicho del orador Domicio: «{Por qué voy a considerate como princi- pe, cuando ti no-me tienes por.senador?» Y esta sentencia.parece apoyarse en las palabras del Apés- tol: «Y vosotros, amos, ‘haced lo mismo:con ellos», es decir, con los siervos®. Pero entre las cosas que debe el fiel a-su seftor —y, por raz6n semejante, todo inferior a su superior— es no hacerle dificil el bien que su sefior pueda hacerle facil, ni hacerle imposible lo que,es posible. Por tanto, si el papa no quiere ser’ tenido como malhechor, no puede hacer dificil, oneroso o grave lo que puede hacerse con facilidad por los stbditos. Porque ni por derecho puede hacer que lo que es leve sea para ellos dificil, no Hevando asf a los fieles a la servidumbre en contra de-la libertad evangélica. Si por derecho pudieéra hacer que Jas cosas faciles se convirtieran en dificiles para los cristianos, les gra- varia'mas que si estuvieran obligados a‘la observan- cia de la vieja ley. Pues podria exceder la medida o. modo de gobierno en ellos més de lo que por derecho puede, :con lo que la situacién de los judios seria mu- cho més tolerable que la de los cristianos, por el gra- vamen de los oprimidos y ;obligados a obedecer al siimo pontifice. De este modo-:podrfa el papa oprimir a los cristianos con una mayor servidumbre que la de Ja ley vieja, cosa que se ha de réchazar como herética. » EF 6/9. . : SOBRE EL GOBIERNO TIRANICO DEL PAPA 71 pie CAPITULO 19 ss» Cristo insinué con palabras y ejemplos. » “que las palabras: «Lo que atares...» ° _se han de entender con algunas excepciones. __ Asi pues, cuando se afirma, en la alegacién ante- ‘ormente citada, que, Cristo no puso excepcién algu- ‘naa las palabras «Lo que atares...» —y que, por tan- to, tampoco nosotros debemos ponerlas—, hay que responder diciendo que, aunque Cristo no exceptud nada de palabra, sin embargo, en otra parte insinud abiertamente de palabra y,con el ejemplo, que,algu- nas cosas:se habfan de-excluir, Con el ejemplo cier- tamente lo insinué al rechazar de plano toda forma de gobierno dominativa —y que parece consistir fun- damentalmente en.el juicio de sangre o sentencia de muerte—,-cosa.que decliné también en ocasién que otros Je presentaron, En Juan 8,.se nos dice que los escribas y fariseos le presentaron una mujer sorpren; dida en adulterio y. la colocaron en medio, diciéndole: «Maestro, esta mujer ha-sido sorprendida en flagran- te adulterio. Moisés nos mandé en la Ley apedrear a estas mujeres. Ti, {qué dices». . Pero él, para demostrar claramente que ni por si —en cuanto hombre mortal— ni por su vicario se habia de ejercer la pena de muerte, no sdlq no quiso ni él ni otvos dictar sentencia contra ella, consumando asf la justicia, sino que ni siquiera quiso responder. a los que le interrogaban. qué clase de pena habia de imponer a esta mujer el juez. Con este ejemplo ense- fié a Pedro y a todos sus,sucesores que quieren seguir Jas huellas de Cristo que no se habfa de ejercer de una manera regular tal juicio ni por é1 ni por otro en vir- © Jn 8,4. 72 GUILLERMO DE OCKHAM \ tud del poder conferido por Cristo. Tenemos también otro hecho narrado por Lucas, cuando dos discipulos, Santiago y, Juan; quisieron;vengar con. la.pena de muerte el desprecio que. los samaritanos hicieron a Cristo, no queriendo recibirlos. El, a su vez, les res- pondi6, iricrepdndolés: «No sabéis de qué espiritu sois. Porque el Hijo‘del Hombre no ha venido a per- derlas almas de los hombres, sino a salvarlas»*". . Era como decirles: aunque tal desprécio séa digno de:muerte, yo no Ja‘dictaré contra-ellos: Ni tampoco vosotrés,-si queréis imitarmé, debéis imponerla, por: que no‘vine —én cuanto ‘hombre’ pasible y:mortal— quitar la vida coiporal por cualquier désprecio’s cri- men, sino-nids'bien‘a datla. En efecto; resucité Visi- blemente a tres muertos,’ pero, en cambio, a’ ningti criminal castig6 con'la muerte ni con 1a mut un miembro: Dé-este modo; con palabras ye} demuestra‘que deben excluirse de la‘potestad de Pé- ‘dro-y de siis-sucesorés algunas cosas-Iféitas en sf mis: mas, incluso justas y necesarias ‘al.gobierno del gé* nero humano. Esto mismo lo afiiincié también de palabra, como dijimos' antétiormenté: «Sabéis que los 'jefes‘de lag naciones las-gobierhan como sefiores absolutos, y los grandes las oprimén, con, su ‘poder. Pero'no‘ha de:ser as{ entré vosotrds, sino que él qué quiera llegar a ser grande entre vosotros,-séré vuestré servidor, y él que quiera ser él primero eritre vosotros, ser ésclavo vuestro» #. -- moe “+ Con éstas palabias Cristo prohibé d todos los ‘apés= toles él- poder de los 'principes seculares.: Por ‘lo: que ensefié explicitamente que se ha de excluir algtin po- der de‘las- palabras anteriormente.dirigidas a Pedro: «Lo que atares.:.». a So Pero-quizé diga alguien’ que Cristo ao prohibid, enitoncés, ningiin poder legitimo alos Apéstoles; sino Ugh x * Mt 20, 25-27. SOBRE EL GOBIERNO TIRANICO DEL PAPA = 73 tan-s6lo el tirénico.¢ injusto. Esto es lo que Origenes parece! insinuar en estas'palabras: «Los principes del mundo est4n.precisamente para dominar.a los infe- riores y someterlos a servidumbre y expolio, sirvién-, dose de-ellos hasta. la:muerte para.su:utilidad y.su gloria. En cambio,.1os principes de la Iglesia estén servir a los mas débiles y.les administren todolo que recibieron de Cristo, de manera que desatiendan. su:propia utilidad y‘provean a Ja de ellos.» 4 :Por estas palabras parece insinuarse que el gobier no-o principado:secular es tirdnico ¢ injusto, institui- do-tan slo, para utilidad y. gloria de los.mismos prin- cipes. También Origenes parece ‘insinuarlo en. las. alabras aducidas: més arriba. Cuando, pues, Cristo dice: «Sabéis que los principes dé los pueblos, etc.», con estas palabras prohibe a los apéstoles solamente la primacfa’sobre los principes:de los pueblos. Parece que a los apéstoles s6lo les prohibio el gobierno, ti- ranico e injusto. Y.de este modo con. las palabras «Lo que atares...> no exceptué sino lo que es.de por sfilfcito. Suet, i ata amet _ A esto respondo. diciendo que —si bien algunos principes mundanos.ejercen un poder tiranico— lo que Origenes quiso decir en las palabras arriba.dichas es que ni el principado:o gobierno .del-mundo fue jnstituido por Dios —de quien: procede: fodo princi- pado.y gobierno-— para ejercer el poder tirdnico, ni todos los principes seculares, incluso. los infieles, go- ernaron despoticamente. El primer libro de.los Ma- cabeos lo declara abiertamente,.que alaba a‘los ro- manos, que eran. infieles,.con estas palabras,-entre otras: «A sus amigos y.a:los que en.ellos.buscan apo- yo les mantuvieron su amistad.»-y afiade: «Estén en ja cumbre de! poder. No obstafte, ninguno de-ellos se, cifie la diadema ni se viste de ptirpura para engreirse con ella, Se’han creado un senado, donde cada dia trescientos veinte senadores deliberan constantemen- te en favor del pueblo para mantenerlo en ‘buen or- 74 GUILLERMO DE OCKHAM a den. Confian cada afio el. mando a uno solo sobre ellos y €l dominio de toda su tierra. Todos obedecen a este solo hombre. sin que haya entie ellos ‘envidias y. celos.»: ue De cuyas: palabras se colige que los romanos, a pesar de ser infieles, no -ejercfan un poder tirdnico sobre los que les estaban sométidos. San Agustin, en La‘Ciudad de. Dios, cita este dicho en alabanza.a los romanos: «Perdonaban a los vencidos y doblegaban a los soberbios.».EI mismo San‘Agustin, en diferentes lugares de su obra, exalta de manera extraordinaria a los viejos romanos por su justo gobierno, por su celo del bien de la comunidad, su'amor a fa patria y por su solicitud y sabidurfa a la hora de dictar leyes justas, Por todos estos hechos y. otras virtudes que les con- citaban-el amor de'las dems naciones, sometieron a * su imperio a todo el mundo més con la sabidurfa que con las armas. : + Ojalé que los llamados romanos pontifices hubie- sen imitado la forma de gobemnar dejando ‘otros mo- dos de tiranfa con que se ensajiaron.contra los fieles del imperio, Italia florecerfa y abundaria en toda cla- se de bienes, desapareciendo ¢l estrago de los pueblos que viven en ella. ‘Por tanto, Cristo, en las palabras: «Sabéis que los principes de los pueblos, etc.», no s6lo prohibid.a los apéstoles este principado secular mundano y tirdnico, sino también el justo’ y legiti- mo. Y que.tal-:modo. de gobernar se demuestra que fue'prohibido por él, cuando é1 mismo se propone como ejemplo: «El hijo del hombre no vino a ser ser- vido, sino a servir»?3, Como si dijera: debéis hacer lo mismo que habéis visto, hacer en mi, segtin la expre- sién de Juan:'«Os he dado ejemplo para'que lo que yo he hecho lo hagdis también vosotros» 4; M2028 Jn 13, 15: SOBRE EL GOBIERNO TIRANICO DEL PAPA 75 ues, y sus sucesores —si querian ser teni- Ga abostdicos, no por apéstatas, y serlo de yer dad— debian imitar la manera de gobernar de Gris to, gin su humanidad pasible y mortal. Pues Cris tes ‘haz6 totalmente no sdlo el gobierno: tiranico e in- isto ‘del mundo, sino. también el legitimo y justo. ‘Asi podria-demostrarse abundantemente por la Se rada Escritura..Y asi esté claramente demostrat lo a otras muchas obras de especialistas. En cone lu sién: Cristo. excluy6 con palabras y ejemp! os si bien verbalmente no exceptud nada-— todo prin pa do secular, de hecho y-dé nombre, del poder prom tido a Pedro por las palabras: «Lo que atares...». CAPITULO 20 Se:exponen diversas opiniones sobre qué poder fue concedido o prometido a Pedro por las palabras ya repetidas de Cristo: «Lo que atares...>,- | y otras expresadas en la misma serie da claramente probado. —asi lo pienso— que delpoter concedido Ps Pedro-en las palabras «Lo gue atares...» se han de entender excluidas varias cose 5: Debemos ver ahora. la. exposicion de. las dif ern es sentencias que, segtin los distintos autores, Cristo quiso encerrar en la promesa de tal poder. - le: .Asf pues, dicen algunos que Cristo, por tas pala bras «Lo que atares...», prometi6 a San Pedro la ple- nitud de poder no en los asuntos temporales, sino en los espirituales. Otros dicen que por estas palal ra Cristo prometié a San Pedro la plenitud de poder silo para atar y desatar los pecados y delitos por medio del sacramento de la Penitencia. Otros sostienen que le dio y prometié el poder sobre los pecados tanto en

S-ar putea să vă placă și