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LA MORAL EN HUME

El Tratado de Hume anuncia que pretende introducir el método


experimental de razonamiento en los temas morales. Intenta cubrir y
organizar el ámbito teórico que va desde el conocimiento a la política ,
pasando por temáticas antropológicas,psicológicas ( o de Teoría del
Conocimiento más bien), éticas y económicas. Esto es lo que se entiende
por Ciencias Morales.
En el tercer libro del Tratado y en la Investigación sobre los principios de
la moral trata lo que propiamente denominamos Ética. Hay un esfuerzo por
dar una base naturalista a la ética en conformidad con un trazado previo de
la naturaleza humana en sus vertientes epistemológica y Psicológica. Estos
son los límites. Pero la conciencia de la unidad última de la naturaleza está
siempre presente.
Como influencia importante en los planteamientos de Hume
encontramos a los filósofos de la Escuela del Sentimiento moral ( moral
sense, Hutcheson y Shaftesbury), junto con Butler o Mandeville.
Butler considera que los motivos para actuar son fundamentalmente
egoístas , por lo que hay una tendencia natural que denomina “amor propio”
que dirige las acciones. Se considera que si este amor propio o amor a sí
mismo, este egoísmo, se combina con la benevolencia o tendencia al bien
se puede tener un comportamiento moralmente correcto.
Mandeville considera que los individuos obran por intereses particulares
, aunque los intereses particulares se pueden equilibrar. Pero la sociedad
no surge a partir del interés general, sino de los intereses particulares y del
egoísmo.La búsqueda de beneficios privados genera beneficios públicos.
A estas ideas se oponen Shaftesbury y Hutcheson.
Shaftesbury considera que el sentido moral es innato y no se basa en la
razón, sino en la vivencia interna previa. Hay una tendencia natural al bien
en la especie humana ( benevolencia) y la tendencia al amor propio o
egoísmo junto con la simpatía son las que producen la armonía social, la
vida en sociedad.
Hutcheson afirma que interés propio y benevolencia son tendencias
naturales que establecen dos tipos de fines: el bien privado y el bien
público. La virtud consiste en preferir el bien público cuando ambos tipos de
bienes entran en conflicto. El sentimiento o sentido moral distingue entre lo
bueno y lo malo y nos dirige hacia lo bueno. La benevolencia aparece como
una cualidad de las acciones que nos lleva a aprobarlas, un instinto que en
cada persona conduce a promover el bien. Aunque este sentimiento está en
la naturaleza de cada hombre. El sentimiento moral no es una idea innata.
Es algo que se adquiere y perfecciona por la experiencia , lo que nos
inclina a preferir el bien general sobre el particular.

En Hume el primer tema a destacar es su concepción de los fundamentos


de la moral. Otro tema es el de las virtudes naturales y artificiales, con especial
atención al problema de la justicia y la propiedad.
Hume inicia una crítica a los planteamientos racionalistas. Tenemos por
una parte las distinciones morales ( racionalistas) y por otra los juicios
morales. La moralidad influye en las acciones. Dado que la razón es
incapaz de ejercitar tal influencia, se ha de concluir que la moralidad no
puede ser explicada sólo por la razón.
Aplicando la horquilla de Hume o Hume,s fork vemos que hay 2 tipos de
actividades: las del entendimiento cuando se juzga por demostración o
probabilidad o se atiende a las relaciones abstractas de nuestras ideas y
las relaciones de objetos de las que sólo tenemos información por nuestra
experiencia.
En la primera especie de razonamiento estamos en el mundo de las
ideas
Pero la moralidad pertenece al ámbito de la acción. La voluntad refiere al
mundo de las realidades. Tenemos aversiones o propensiones a las
perspectivas de placer o dolor que puedan despertarse en relación con
cualquier objeto. Y por eso en el ámbito moral lo que importa no es la razón,
sino los sentimientos.
No nos expresamos estrictamente ni de un modo filosófico cuando
hablamos del combate entre la razón y la pasión. La razón es , y sólo debe
ser, esclava de las pasiones, y no puede pretender otro oficio que el de
servirlas y obedecerlas ( treatise p 617).
Trata Hume de negar la pretensión racionalista de que es el
entendimiento el que funda la ética. El rechazo se resume en tres
argumentos:
1) La moralidad es una cuestión práctica, es acción. La razón es
incapaz de causar acción.
2) La razón da cuenta de la verdad o la falsedad de las
proposiciones, mientras que la moralidad responde a la aprobación o
desaprobación ( no V o F).
3) Las relaciones de ideas son de cuatro tipos y en ninguno de ellos
se puede basar la moralidad. En las relaciones de objetos o de hecho no
aparece nada que quepa considerar como hecho moral; en consecuencia,
la razón sola no puede dar cuenta de la moralidad.}
Tres razones confirman esto: a) tales relaciones no se aplican sólo a los
s.h., mientras la moralidad sí. B) Las relaciones se dan igualmente entre
aspectos internos o externos entre sí o entre ambos, mientras que la
moralidad sólo tiene sentido entre aspectos internos y externos. C) Tales
relaciones deberían dar cuenta de la causación voluntad-acción para ser
pertinentes ala moral, y esto equivaldría a convertiren necesaria ua relación
que sólo puede ser empírica.
Hume afirma que la moralidad no es una cuestión de hecho que
pueda ser descubierta por el entendimiento. Es objeto del sentimiento,
no de la razón. Juzgamos porque tenemos previamente la noción de lo
moral. Los juicios pueden ser verdaderos o falsos, pero no así las
distinciones morales, que son impresiones, y no ideas. Y los juicios morales
verdaderos lo son en el sentido de ser confirmatorios de las distinciones. Si
las distinciones morales no proceden de las ideas, han de proceder de las
impresiones.
2 características: las impresiones morales sólo son causadas por seres
humanos y parten de la separación del interés particular. La acción ha de
ser desinteresada para que se considere moralmente correcta ( no se busca
el interés, la ganancia particular, el beneficio propio) Partiendo de la noción
de mérito personal, la moralidad está fundada en la benevolencia. ( se
produce un giro altruista).
En el Tratado aparecen virtudes naturales y artificiales. El fundamento
de lo moral de las virtudes es natural, pero en algunas de ellas se inserta un
componente artificial. La diferencia entre ambos tipos de virtudes radica en
la procedencia inmediata respecto a una pasión natural o su dependencia
respecto a la educación.
Justicia y propiedad deben estar ligados a un motivo y una pasión.
Pero como no se encuentran, cabe atribuirles un origen artificial debido a la
educación y las convenciones sociales. Aunque las reglas de justicia sean
artificiales, no son arbitrarias. Tampoco las denominamos de un modo
impropio al llamarlas naturales, si entendemos por natural lo común e
inseparable a una especie.
Poseemos tres especies distintas de bienes: la satisfacción interna de
nuestra mente, la buena disposición externa de nuestro cuerpo y el disfrute
de las posesiones adquiridas .La inestabilidad de las posesiones y riquezas,
junto con su escasez , constituyen el principal impedimento de la felicidad y
marcan el ámbito del problema de la propiedad y la justicia en la sociedad.
Como vemos, aunque ambas virtudes se apoyan en último término en
sentimientos, no son tan subjetivos, sino que tienen un fuerte componente
social.
La razón va a encaminar el sentimiento moral hacia el enfoque
adecuado. El artificio se apoya en la toma de conciencia de los obstáculos
y en el establecimiento de una convención encaminada a resolver el
problema de la inestabilidad. El contenido del artificio es el paso de la
posesión a la propiedad. La situación es mutuamente observada,
expresada y reconocida ( cuando reconocemos el derecho de los demás a
poseer una casa o una fruta, o un trozo de carne entonces hay
reciprocidad). Se desarrolla de modo gradual y empírico. La pasión del
interés propio ( egoísmo) no tiene freno , pues las demás pasiones son más
débiles. Por eso para mantener el sentido de la justicia hace falta algo más:
el sentimiento moral. ¿ Cómo se une el sentimiento moral a la justicia?
Por medio de la simpatía. De este modo el interés por uno mismo es el
motivo originario del establecimiento de la justicia, pero la simpatía por el
interés público es la fuente de la aprobación moral que acompaña esa
virtud. La simpatía es uno de los principios o mecanismos de la
naturaleza humana. No debe confundirse con una pasión o un afecto.
Conocemos las pasiones de los demás únicamente por vía de idea, es
decir, por sus causas o efectos. Y al relacionar dicha idea con nosotros
mismos, damos origen a una impresión paralela a la original.1
El sentimiento moral expresa satisfacción o insatisfacción , que viene
dado por el objeto, independientemente de intereses particulares. Esto
caracteriza la moralidad. ( imparcialidad). La justicia es por ello objeto de

1
El proceso que dicho mecanismo produce en el ámbito de las pasiones es
coherente con el que, en el terreno del entendimiento, explica la relación de
causación y el surgimiento de la creencia por el hábito. No es exactamente lo
mismo que la compasión. Sería más bien la capacidad de predecir , suponer y
entender y a partir de ahí elaborar dentro de nosotros un sentimiento similar al
que los demás poseen.
aprobación moral gracias a la simpatía. ( la simpatía constituye el origen del
aprecio que experimentamos ante todas las virtudes artificiales )
Lo que permite controlar las pasiones violentas no es más que una
pasión tranquila con el apoyo de la reflexión y de la resolución, la
benevolencia. ( tendencia a querer el bien y la felicidad general). La
utilidad, fuente de humanidad o benevolencia, se convierte en única fuente
de aprobación moral que se da a la justicia. La aprobación que despierta no
se debe a razones interesadas, sino por su relación con el bien público, lo
cual muestra la fuerza del principio benevolente, Sólo la humanidad, o
benevolencia general, reúne el ser universal en cuanto al sujeto y en cuanto
al objeto. Sólo ella puede ser la que funda la moral.

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