Traducción: Mario Larriba Barroso ¡Hola! Soy una urraca. Vivo en este slcomoro.
¿Ves el anillo que sujeto con el pico?
Me lo encontré. Bueno, en realidad lo birlé. Yo solía tener en este nido cantidad de cosas robadas. Pero ya no.
Déjame que te cuente una historia.
Todo empezó ayer por la tarde... Es un día caluroso, y resguardándome del sol vigilo mi tesoro robado.
De pronto oigo un rumor de gente
riéndose.
Ahí abajo se está reuniendo una gran
multitud. ¡Qué extraño! De ordinario no ocurre nada por estos alrededores en plena hora de la siesta. La gente se ha alineado a lo largo de la calle. Parecen estar esperando a alguien. Me pregunto quién puede ser. Debe de ser importante.
Mira, hasta Zaqueo ha salido a verlo.
Zaqueo es el hombre bajo y gordo que vive en la casa grande de la esquina. A nadie le cae bien. Cobra los impuestos. y dicen que es un timador. Zaqueo es demasiado bajo para poder ver por encima de la multitud. Está intentando abrirse paso hacia adelante. Pero es demasiado gordo para poder colarse, y además la gente no quiere dejarle pasar.
Simulan no darse cuenta de que está
allí. A nadie le cae bien Zaqueo. Ahora empieza a encaramarse en mi árbol. ¡Está subiendo para tener una mejor vista! Pero sus cortas piernas no van a conseguir llegar a las ramas. Resopla, jadea y se le pone la cara roja.
j Vamos, rápido! La persona importante
está al llegar. j Vamos, Zaqueo, que puedes conseguirlo! Justo a tiempo, Zaqueo logra encaramarse en el árbol. La multitud empieza a aplaudir y todo el mundo empuja hacia adelante.
-¡Hurra! ¡Ahí llega Jesús!
Apenas puedo verle más que la cara a
través de las hojas. Pero ¿quién es Jesús? N o parece que sea nadie importante. N o se parece a un rey ni a un general.
A primera vista, ni siquiera parece rico.
Sólo un hombre normal. r ji Jesús se acerca a mi árbol, se detiene y mira hacia arriba a través de las ramas. Tal vez se ha dado cuenta de mi tesoro que brilla con el sol.
¿Sabrá que lo he robada? ¿Qué es lo
que quiere? -Zaqueo, baja -dice Jesús con una sonrisa-. Me gustaría hospedarme en tu casa hoy.
Zaqueo casi se cae de la rama. j Qué
sorpresa! ¿Por qué iba a querer alguien ir a su casa? A nadie le cae bien Zaqueo. Zaqueo baja del árbol y Jesús lo saluda. Es muy extraño. Le habla a Zaqueo . . . como a un VIeJO amIgo.
A la multitud no le gusta nada eso.
-¿Por qué elige a Zaqueo? ¡Si es un
estafador y un ladrón! -dice una mujer. Ahora Zaqueo está hablando en voz muy alta para que todos lo oigan.
-Daré la mitad de todo lo que
tengo -dice-, y a todo aquel al que he estafado le devolveré cuatro veces más.
La gente se queda sorprendida. ¿Qué
la ha pasado a Zaqueo? Parece un hombre distinto. Desde entonces yo también he devuelto todo lo que robé. ¡Desde mi nido, las cosas han sido devueltas por toda la ciudad!
Este anillo de oro es con lo único que
me he quedado. Lo birlé en la casa grande de la esquina. Zaqueo, el muy tonto, se lo dejó en la ventana. Sospecho que le gustaría recuperarlo.