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1 Concepcin bblica de la
enfermedad En la Biblia, las enfermedades y las
deficiencias fsicas como la fiebre (Lev.26,26;Dt
28,22; Jn 4,52;Mt 8,14;Mc 1,30 Y Lc 4,38), tumores
(Dt 27,18;2Re 20,17: Is 38,21), peste ( Ex 9,3; 2Sam
24,13; Ex 14,19), y sordera (Lev 19,14;Mc 7,32;9,25)
se consideraba como castigo de Dios por la
presencia del pecado tanto en s mismo como en sus
antepasados, as lo afirman los textos de ( Eclo
31,15;Mt 9,2- 7;Jn 5,17; 9,2), vemos que esta es la
idea central del libro de Job. Tambin la enfermedad
se conceba como la presencia e intervencin de un
espritu del mal (demonio), as, la biblia habla de
deber, refirindose al nombre de la peste, pero en
s se es el nombre de un ngel de maldad (Sal
78,50; 91 3.6; Sal 78,49;Mc 9,25-29). La curacin se
considera como resultado de un ritual al que es
sometido el enfermo, la obra de un taumaturgo o de
un dios que cura por medio de un sacerdote o
profeta o en muchos casos tena el valor de un
milagro ( Mt 11,5;Jn 9,2-ss). El libro del Levtico
presenta la curacin de todas las enfermedades
cutneas llamadas lepra como resultado de un
ritual (Lev 13 14). La predicacin de Jess que va
acompaada de signos que revelan la llegada del
Reino de Dios a nosotros cambia el sentido tanto de
la enfermedad como de la curacin. Jess, al curar a
los enfermos, les devuelve todos los derechos que le
53 haban sido quitados. Contemplamos a Jess
acercndose al leproso, hablando con l, curndolo y
reintegrndolo en la familia y en el templo. Para
Jess, el enfermo no es un maldito, sino un
predilecto, un medio para que Dios demuestre su ser
de Dios, su amor y su poder (Cfr. Mc 1,40-45; Mt 8,
2-4; Lc 5,12-16)17 . Estos mismos signos
(curaciones) hicieron los Apstoles en el nombre de
Jess y confiados en la promesa de su presencia
permanente (Cf. Mc 16, 14 ss). Actualmente el Seor
por medio de sus elegidos sigue realizando signos