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¿Qué es una especie?

En una ocasión en una tienda de libros encontré un vídeo con el título “especies”,
en algún momento pensé que me iba a encontrar con la explicación de lo que era
una especie, cual fue mi sorpresa al ver que en el vídeo< podían observarse
varios organismos diferentes, en los que se establecía que provenían de otros
planetas, tal vez, en ese momento no entendía que tan complejo es definir que es
una especie, esto es precisamente lo que se narrará a continuación.
La palabra especie significa: “tipo de organismo”, la siguiente pregunta que
surge: ¿qué es “tipo”? Se puede hablar que dos organismos, uno hembra y otro
macho, son dos tipos distintos; sí queremos complicar aún más el tema,
podríamos decir que las crías y los adultos son otro tipo de organismos. Por lo que
es necesario saber un poco más de historia de este término para dilucidar qué es
una especie.
En el Siglo XIX se pensaba que las especies eran simplemente un grupo de
organismos diferentes a otros similares, esta diferencia la marcaban las
características morfológicas visibles, así se podía decir que un gato y un león eran
diferentes morfológicamente, por lo que eran especies distintas. Sin embargo
también se encontraron con organismos que diferían un poco entre ellos, pero no
a tal grado de considerarlos especies distintas, se les llamó variedades. Esto se
puede constatar en los escritos de Carlos Linneo e incluso de Carlos Darwin
En el transcurso del Siglo XIX, esta forma de definir a la especie continuó
siendo un problema. Darwin refutó de manera concluyente la idea de que las
especies eran constantes. Así, con los estudios sobre la distribución de los
organismos y de las poblaciones de especies se estableció que existían
diferencias entre los organismos de una población, es decir, existe variación entre
los individuos. Por lo que se llegó a la conclusión que para definir a la especie no
bastaba únicamente con tomar en cuenta las características morfológicas, esto se
percibió, en mayor medida, cuando se encontraron individuos morfológicamente
iguales, pero separados geográficamente y fue necesario buscar otros elementos
para poder definir que es una especie.
Tomando en cuenta el criterio de que algunos organismos no se podían
cruzar debido a que se encontraban separados por diferentes barreras, se llegó a
la definición de especie biológica.
Mayr (1998) propuso que la especie biológica es el “conjunto de poblaciones
naturales capaces de cruzarse unas con otras, y aisladas reproductivamente
(genéticamente) de otros grupos similares por barreras fisiológicas o de
comportamiento” además de que presentan descendencia fértil. Este concepto se
llama “biológico” porque presenta un fundamento para la existencia de especies
que evita el cruzamiento entre individuos incompatibles.
El concepto de especie biológica es aceptado por ecólogos y especialistas
del comportamiento e incluso por los fisiólogos y biólogos moleculares, a todos
ellos les interesan los organismos que coexisten en el mismo lugar y no se cruzan
entre ellos, así es más fácil identificar a los organismos por aspectos del
comportamiento, su modo de vida o a nivel molecular.
Sin embargo esta definición ha tenido problemas, sí bien es cierto, que es
fácil identificar cuando una especie se reproduce, es decir, existen machos y
hembras (dimorfismo sexual). Algunos ejemplos son: La complejidad de definir, si
pertenecen a la misma especie aquellos organismos que se reproducen
asexualmente. Otro problema que se presenta es cuando una especie está
siempre aislada en una localidad geográfica y se encuentra repartida en diferentes
regiones y como consecuencia a través del tiempo va cambiando, a tal grado, que
ya no se aparean y no se parecen a la especie original.
Otra forma de entender el concepto de especie es desde el punto de vista
taxonómico, que permite nombrarlo científicamente (categoría taxonómica)
Con respecto a la historia del concepto de especie taxonómica. Se encuentra
que desde tiempos remotos el hombre ha tratado de clasificar a los organismos e
incluso se menciona que como resultado de la búsqueda del ordenamiento es
como ha progresado el conocimiento de los seres vivos a través de la historia. De
las primeras clasificaciones que se tienen noticia es la de Teofrasto (370 – 285
a.d. c.), él trató de clasificar a las plantas por su forma, ciclo de vida y hábitat. Así
en el siglo XVIII se desarrollaron muchos esquemas de clasificación y dependía
del criterio de quién lo realizaba. Un criterio único en la clasificación de los
organismos fue necesario, por lo que se planteó un plan de nomenclatura y
agrupamiento en el cual se integraban a todos los organismos conocidos hasta
ese momento y los que se fueran descubriendo posteriormente. Esta necesidad la
vislumbró Linneo en 1735 y la plasmó en un libro conocido como Sistema Naturae.
Este sistema como se conoce hoy, consta de siete categorías o agrupamientos
básicos ordenados jerárquicamente como se puede observar enseguida:
Reino
Phylum
Clase
Orden
Familia
Genero
Especie
Esta lista comienza con una gran agrupación, el reino, hasta llegar a la
menor, conocida como especie. Es necesario aclarar que esta forma de agrupar a
los organismos ha ayudado a su identificarlos y a su registrarlos en las guías de
campo, organizando colecciones guardadas en diversas instituciones (Museos,
herbarios como el de la UNAM, localizado en el Instituto de Biología).
Así, la especie taxonómica representa un importante nivel en la jerarquía de
los sistemas biológicos. Es un instrumento de ordenación sumamente útil para
estudiar muchos fenómenos biológicos importantes. Tal vez la definición más
cercana a la especie taxonómica sea aquella en la que se “considera a la
población activa de organismos que tienen en común muchas características
anatómicas, fisiológicas y de comportamiento”1. Se puede ver en muchos casos
que las diferencias tanto fisiológicas o de comportamiento pueden separar
especies que no se pueden distinguir por diferencias anatómicas. Esta manera de
considerar a las especies se puede llamar concepto multidimensional de especie

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Baker and Allen. Biología e Investigación Científica Pág. 457
y está basado en la idea de que no hay un criterio único suficiente para definir la
especie taxonómica.
Para nombrar a una especie taxonómica se utiliza hasta la fecha la regla
que propuso Linneo, es decir, la nomenclatura binomial, lo que literalmente quiere
decir “llamarlo con dos nombres”. Estas normas consisten en identificar a las
especies por su género y especie, el primero debe de comenzar con una letra
mayúscula y el último en minúscula. Los nombres taxonómicos debían ser escritos
en latín, debido a que se consideraba una lengua “muerta” (es decir en desuso)
por lo que no había muchas posibilidades de cambio. Además de lo anterior se
tiene que subrayar o escribir con cursivas. Un ejemplo de esto, es el nombre
científico de la especie humana: Homo sapiens.
Conforme se sigue avanzado en los conocimientos de distintas disciplinas
biológicas y en la tecnología, se recupera el concepto de especie biológica y se
enriquece en la forma de clasificar a las especies. Los más significativos son los
procesos evolutivos de las especies, es decir, saber con quien están
emparentados los organismos a lo largo de su historia evolutiva (Filogenia),
además de qué rasgos genéticos comparten (Genética), el hábitat donde se
desenvuelven (Ecología), la conducta que presentan (Etología), las estructuras
similares (Morfología) y el nivel molecular, qué tanta similitud existe (Bioquímica),
entre otros aspectos
Para finalizar se puede considerar lo que estableció el filósofo de la
biología, David Hull:
La historia del concepto de especie biológica es una historia de
intentos sucesivos para definir la especie, de tal forma que resulte
en grupos que sean significativos como unidades en la evolución.

Ahora me quedan más claros los conceptos de especie taxonómica y biológica,


por lo que puedo disfrutar de la película que compré y además atreverme a
clasificarla de acuerdo a cualquiera de las definiciones que investigué.

Bibliografía
Baker and Allen. 1970. Biología e Investigación Científica . Edit. Fondo de
Cultura Económica, México, Pág. 457
Madrid V., J. 1990 “La especie: de Ray a Darwin”. En la Revista: Ciencias.
No. 19. Julio de. México, 3-9 pp.
Mayr. E. 1998. Así es la Biología. Edit. Debate, pensamiento, Madrid,
España. 326 pp.
Valencia A., S. 1991. “El problema de la especie”. Revista: Ciencias. No.
24, Octubre, México, 13 – 20.

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