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En el libro, que ser publicado esta semana por la editorial Doubleday, se asegura
tambin que la Administracin de Reagan entreg en secreto 50 millones de
dlares (6.300 millones de pesetas) al sindicato independiente polaco Solidaridad
para financiar sus actividades entre 1982 y 1989. El Papa fue informado de estos
hechos, aunque sin que se le facilitaran "demasiados detalles"Bernstein y Politi no
se atreven a aventurar si la extinta Unin Sovitica y el antiguo rgimen comunista
de Bulgaria estuvieron detrs del atentado contra el Papa de 1981. Sin embargo,
en su libro sostienen que Casey y los colaboradores ms prximos del Pontfice
estuvieron convencidos de que Bulgaria estuvo implicada en el intento de
asesinato, una sospecha que Juan Pablo II siempre ha rechazado. Los autores
creen que el Papa no quiso dar pie a que los investigadores profundizaran en su
trabajo para evitar que la URSS se viese relacionada con el atentado, lo que
habra dado pie a una grave crisis internacional.
En una cita que figura en el texto, el Papa declara a un amigo ntimo: "Quienquiera
que fuera responsable [del atentado] estaba haciendo. en realidad el trabajo del
diablo". Los autores afirman que han obtenido documentos ultrasecretos del la
Unin Sovitica que detallan la creciente inquietud de Mosc ante el Papa por la
incapacidad del rgimen polaco para dominar a la Iglesia catlica en las semanas
anteriores al intento de asesinato cometido por el pistolero turco Al Agca. Despus
del atentado, el Papa orden que fuera trada a su presencia la imagen de la
Virgen de Ftima, ante la que rez por la liberacin de la Unin Sovitica del
atesmo.
Segn el libro, el Papa estuvo al tanto de algunos de los secretos mejor guradados
de EE UU procedentes de informaciones de su red de espionaje.