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Cápsula No.

1
Bogotá, abril 20 de 2009
AÑO 1808
Iniciamos nuestra primera entrega del recuento cronográfico de los hechos previos al
Grito de independencia en 1810.
A continuación hacemos un recuento del año 1808. Este ambiente convulsionado en
Europa y América, posteriormente desataría el Grito de Independencia en 1810.

Este año se considerado como el del inicio de los movimientos americanos separatistas que
lograron finalmente la independencia de España. Los hechos comenzaron en Europa
cuando entre 1807 y 1808 Napoleón Bonaparte invade España y logra que el entonces rey,
Carlos IV, abdique a favor de su hijo Fernando VII, príncipe de Asturias, quien más
adelante, en el mes de mayo a su vez dimite ante Napoleón, en el suceso conocido como la
abdicación de Bayona.
Los españoles reaccionan y rechazan la autoridad de Napoleón, e inician la conformación
de las juntas provinciales que son reconocidas como autoridad por el común de la población
y que reconocen por único rey y soberano a Fernando VII. Mientras tanto, Napoleón
nombra como rey de España y de las Indias a su hermano José I, más conocido como Pepe
Botellas.
Mientras todo esto sucedía en Europa entre los meses de marzo a mayo de este fatídico año
de 1808, es hasta junio que en América se conoce el proceso de abdicación y la reducción a
prisión a que fueron sometidos los monarcas. Ya en el mes de agosto, la junta de Sevilla
envía a América dos representantes, Juan José Pando Sanllorente y Antonio Bacaro quienes
serían los encargados de informar los pormenores de los acontecimientos y buscar en el
Nuevo Reino de Granada apoyo económico para la junta de Sevilla y lealtad hacia
Fernando VII.
Después de llegar a Cartagena, Bacaro se dirige hacia Quito y Sanllorente hacia Santafé,
cuando llega a esta ciudad se organiza una reunión con el virrey Amar y Borbón y con las
principales personalidades y autoridades de la ciudad; en la reunión se estudian los
documentos traídos de España por el representante de la Junta y se decide apoyarla. Como
resultado de las decisiones se organiza una jura de lealtad al rey Fernando VII que se lleva
a cabo el 11 de septiembre en medio de grandes celebraciones. Ese mismo día muere José
Celestino Mutis, médico y sacerdote que se encargó de establecer la Expedición Botánica y
el Observatorio Astronómico de Santafé.
A finales de septiembre Sanllorente regresa a España con donativos en dinero recogidos en
Santafé para ayudar a la causa contra Napoleón en España. Para este momento, en España,
las juntas locales deciden conformar una Junta Suprema, instalada en Madrid y con
representantes de todas las provincias, pero en diciembre, Napoleón y su ejército entran a
Madrid, teniendo la junta que replegarse a Sevilla y ejercer su mando desde allí.

Contacto de Prensa
Karina Chalita
Cápsula No. 2
Bogotá, abril 27 de 2009
Hechos más importantes ocurridos entre los meses de enero a
abril de 1809
Continuamos nuestra segunda entrega del recuento cronográfico de los hechos previos
al Grito de independencia en 1810.
A continuación hacemos un recuento del año 1809. Este ambiente convulsionado en
Europa y América, posteriormente desataría el Grito de Independencia en 1810.

En medio de leves temblores de tierra, en Santafé se conoció la noticia de la creación de la


Junta Central en España (constituida en septiembre de 1808), creada para funcionar como
autoridad contra el gobierno de Napoleón y en respaldo del rey Fernando VII.
La buena nueva fue recibida en medio de manifestaciones de gozo y festividad dirigidas por
el virrey Amar y Borbón, quien ordenó iluminación nocturna por tres noches, descargas de
municiones del Batallón Auxiliar, celebración de misa de gracia y vivas al rey Fernando
VII.
La decisión más importante que tendría la Junta Central con respecto a América se dio por
el decreto emitido el 22 de enero de 1809, en el que se ordenaba que las provincias de
América debían tener también su diputado representante en Sevilla (sede de la Junta
Central), cada virreinato y capitanía elegiría un enviado; esto significaba que la Junta
estaría conformada en su totalidad por 36 representantes de las provincias españolas y 12 de
las americanas, situación que para algunos fue considerada injusta: “La injusticia no podía
ser más clara; provincias pequeñas de España habían elegido dos diputados, y los vastos
reinos de América, el de Méjico por ejemplo, que tenía la mitad de la población de la
Península, solamente enviaría uno: los diputados de España ascendían a treinta y seis, y la
América no elegiría más que doce.”
En febrero de 1809 se comienzan a conocer rumores sobre una posible revolución en Quito,
el entonces presidente de Quito, Manuel Huríes, se entera de la existencia de planes para
revocarles el poder a los españoles en caso que Napoleón subyugara definitivamente a
España. Las noticias produjeron revuelo y alteraciones y aunque existían acusaciones con
nombre propio no se pudieron comprobar, razón por la que nadie fue castigado.
Mientras esto sucedía en América, en Europa continuaban las luchas y batallas de España
contra Francia, los resultados de esos enfrentamientos llegaban tardíamente a América pero
eran recibidos con festejos o duelos según fuera el carácter de la noticia. Es así que el día
19 de abril llega a Santafé la noticia de que Napoleón había sido derrotado, la gente se
volcó a las calles llena de emoción y la celebración duró por más de dos días.
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Contacto de Prensa
Karina Chalita
Cápsula No. 3
Bogotá, junio 9 de 2009
MAYO - DICIEMBRE DE 1809
También en mayo, se el inició en todo el virreinato de las elecciones para escoger el que
sería el representante ante la Junta Suprema Central. Estas durarían varios meses, pues sólo
hasta septiembre se conocería el nombre del delegado y se llevarían a cabo en todas las
capitales de provincia. Las elecciones obedecían a lo dispuesto en el decreto emitido por la
junta central en enero de 1809 donde se ordenaba que las provincias de América también
debieran tener un diputado representante en la gran Junta en España.
Para representantes por Santafé, se eligió una terna conformada por Camilo Torres, José
Joaquín Camacho y Luís Eduardo Azuola, en el sorteo realizado entre los 3 nombres, el 12
de junio de 1809, después de la celebración de una Santa Misa para bendecir el proceso
electoral, se eligió a Luís Eduardo Azuola, quien luego debería participar en las elecciones
finales con los demás representantes que se conocieran para las otras provincias del
virreinato. Dichas elecciones finales se llevaron a cabo el 16 de septiembre y se escogió
definitivamente al electo por la provincia de Cartagena, el mariscal de campo Antonio
Narváez y Latorre, quien finalmente nunca llegaría a viajar a España a ocupar su cargo.
En el mes de julio se mantuvo una gran tensión en América. En Santafé, el virrey tiene
noticias de posibles levantamientos contra el gobierno español, pero el acto más
representativo sucede el 10 de agosto en Quito, cuando los criollos de esa ciudad se
levantan contra el gobierno español del presidente de la audiencia el Conde Ruíz de Castilla
y se instala una Junta de Gobierno que jurando lealtad a Fernando VII, gobernaría en las
provincias de Quito, Guayaquil, Popayán y Panamá.
A finales del mes de agosto, la noticia del levantamiento de Quito es conocida en Santafé
por el virrey Amar y Borbón quien convoca una reunión con los notables y principales de la
ciudad para discutir la situación y tomar decisiones al respecto. La reunión se realiza el 9 de
septiembre y en ella se conocen dos posiciones: una la del virrey, que considera a los
quiteños rebeldes y propone el envío de tropas para acabar el levantamiento; la segunda
posición, liderada por Camilo Torres, Frutos Joaquín Gutiérrez y José Acevedo y Gómez
propone la creación de Juntas de Gobierno en cada provincia. A pesar de las diferencias el
virrey ordena el envío de tropas del ejército realista hacia la provincia de Popayán, donde
debían reunirse con el gobernador Miguel Tacón quien tendría organizado el plan de ataque
para retomar el poder.
Mientras tanto, varios patriotas organizaban un plan para emboscar las tropas que se
dirigían a Quito y de esa manea apoyar la insurrección. Entre ellos se encontraban, los
residentes en Santafé, Joaquín Ricaurte, Joaquín Borrero y Joaquín Castro, también estaban
Juan Nepomuceno Azuero, cura de Anapoima y José Antonio Olaya, vecino de la Mesa de
Juan Díaz. El plan no contó con suficiente apoyó y nunca se llevó a cabo.
Una de las acciones de la Junta de Quito provocó la batalla del Paso de Funes, en el actual
departamento de Nariño, el 16 de octubre. La Junta buscaba anexar a Pasto a su territorio y
se enfrentó en combate con el ejército realista conformado por campesinos e indígenas de
esta provincia quienes salieron victoriosos. Finalmente, la ofensiva española fue más fuerte
que la patriota y la Junta de Quito sólo duró unos días y para el mes de octubre ya se había
retomado el poder por parte del ejército español. Así de nuevo Ruíz de Castilla tomaba el
mando del Cabildo, disolviendo la Junta y asegurando no tomar represalias contra los
autores del levantamiento quienes fueron apresados. Más tarde, en agosto de 1810 fueron
pasados por las armas.
Mientras tanto, en Santafé, el virrey que había recibido una denuncia de Pedro Salgar, cura
de Girón, daba conocimiento al Real Acuerdo de una lista de individuos acusados de
reunirse clandestinamente para planear el derrocamiento del gobierno español. En la lista se
encontraban los nombres de Luis Caicedo, Pedro Groot, Antonio Nariño, el cura Andrés
Rosillo, José Acevedo y Gómez, Ignacio Herrera y José Joaquín Camacho.
También en octubre, en El Socorro, se tiene conocimiento de un documento que se llamó la
Instrucción Socorrana donde se exponen temas de interés económico que se propone
deberían ser tratados por el representante en España ante la Junta Central, Antonio Narváez
y Latorre, para mejorar las cuestiones administrativas en la Nueva Granada. Este
documento sería complementado en noviembre con el que escribiría Camilo Torres,
titulado Representación del muy ilustre Cabildo de Santafé a la Suprema Junta Central de
España, conocido luego con el nombre de Memorial de Agravios.
A finales del mes de octubre y durante el mes de noviembre llegan a Santafé, por petición
del virrey, que se encuentra temeroso por las denuncias del cura Salgar, tropas provenientes
de Cartagena y Riohacha. Varios de los implicados en la lista que se dio a conocer a la Real
Audiencia huyen y otros como Antonio Nariño y Baltasar Miñano, son apresados. Otras de
las medidas tomadas por el virrey para evitar actos revolucionarios en la Nueva Granda fue
el nombramiento, realizado el 12 de diciembre, de españoles realistas en el Cabildo de
Santafé, los nuevos designados serían Bernardo Gutiérrez, Lorenzo Marroquín de la Sierra,
José Carpintero, Joaquín Alvarez, Carlos Burgos, Ramón Infiesta y Rozo.
Mientras tanto, el año cierra con una noticia llegada de Europa, donde Napoleón enterado
de los sucesos revolucionarios en América y preocupado por la guerra que sostenía con
Inglaterra, declara que apoya la independencia de las colonias americanas a cambio de que
estas cierren sus puertas al comercio con Inglaterra.
No olvide consultar la sección “Contexto Histórico” en
www.bicentenarioindependencia.gov.co donde encontrará más información sobre lo
ocurrido en el año de 1809.

Cápsula No. 4
Bogotá, junio 26 de 2009
1 DE ENERO - 19 DE JULIO DE 1810
El año empezó con el sol débil, fenómeno metereológico registrado por Francisco José de
Caldas desde diciembre de 1809 en varios lugares del virreinato. Asunto que para muchos
obedecía a un asunto celestial relacionado con los turbulentos acontecimientos políticos de
Europa y América.
Además de este presagio, el año parecía iniciarse normalmente; el 1 de enero, como todos
los años se celebraron las elecciones de alcaldes en Santafé, fueron elegidos de primer voto
José Miguel Pey y de segundo voto Juan Gómez, nombres que serán importantes más
adelante, pues serán los alcaldes de la ciudad durante los acontecimientos el 20 de julio de
1810.
A finales del mes, el 21 de enero, entra preso a Bogotá el cura Andrés Rosillo, quien había
mando ser encarcelado por el virrey desde el año anterior por pertenecer a la lista
denunciada por el cura de Girón, Pedro Salgar. Rosillo había huido hacia El Socorro donde
fue descubierto y puesto preso para luego ser trasladado a Santafé donde se ordenó que lo
recluyeran en el convento de los Capuchinos.
Mientras tanto, en España, el 29 de enero, se instala el Supremo Consejo de Regencia quien
en reemplazo de la Junta Suprema y también jurando lealtad a Fernando VII, asumió el
mando de España y sus colonias. La noticia fue conocida en América en mayo con la
llegada de los comisarios regios, Antonio Villavicencio designado para la Audiencia de
Santafé, Carlos Montúfar para la de Quito y José de Cos Iriberri para el Alto Perú.
Uno de los acontecimientos más importantes del año para la América española sucedió el
19 de abril, cuando en Caracas, al igual que había sucedido en Quito el año anterior, los
criollos de la ciudad, llamados Los Mantuanos desconocieron el gobierno español e
instalaron una Junta de Gobierno.
El mes de mayo estuvo lleno de eventos para la Nueva Granada, el 14 entraron a Bogotá las
cabezas de dos de los jóvenes patriotas que habían participado en unas revueltas en los
Llanos durante el mes de enero, sobre esos sucesos, el virrey había tenido noticias en
febrero y además de enviar tropas de refuerzo, pidió un castigo ejemplar para los
revolucionarios, razón por la cual, sin llevar un debido proceso, Vicente Cadena y José
María Rosillo fueron arcabuceados y decapitados con el fin de que sus cabezas entraran a
Santafé como escarmiento para los patriotas. El terrible acto produjo descontento en los
santafereños y fue necesario enterrar las cabezas para evitar disturbios.
Pero no sólo la capital tenía aires agitados políticamente. En Cartagena, el 22 de mayo, se
decidió establecer un gobierno paralelo al del Gobernador Antonio de Montes, por
considerársele un personaje cruel y poco apropiado para ejercer el cargo. El gobierno
paralelo contó con el apoyo y aprobación del Comisario Villavicencio quien ya se
encontraba en la ciudad. Más adelante, durante el mes de junio, Montes y su secretario
Antonio Merlano, serían finalmente apresados y el su gobierno reemplazado con el del
teniente Blas de Soria.
Cuando las actuaciones de Villavicencio, a favor de los patriotas en los acontecimientos de
Cartagena, fueron conocidas por el virrey Amar y Borbón, éste manifestó su descontento y
temor por el apoyo que Villavicencio pudiera dar a su llegada a Santafé a los criollos que
pedían la instalación de una Junta de Gobierno.
Mientras en Cartagena se repudiaban los abusos de autoridad de Montes, en Valledupar
sucedía algo similar debido al mal gobierno del alcalde Marqués de Valdehoyos, contra
quien se levantó la población en una revuelta popular.
El mes termina sus sucesos, el 25 de mayo con el establecimiento en Buenos Aires,
virreinato del Río de la Plata, de una Junta de Gobierno que desconoce la autoridad
española y genera un acta de independencia para la ciudad.
En el mes de junio, las provincias del Caribe de este virreinato siguen presentando
manifestaciones de inconformidad. El día 24, en Mompóx, se sucede un levantamiento
popular contra un enviado del virrey el señor Vicente Talledo, quien era el encargado de
arreglar asuntos comerciales en la villa.
Finalmente, el mes de julio, presenta una agitada serie de declaraciones de independencia
en el virreinato: en Cali, el 3 de julio se instala Junta de Gobierno y se firma el acta; el 4
sucede lo mismo en Pamplona; el 15 del mismo mes en la villa de El Socorro, la instalación
de la Junta de Gobierno es precedida por una revuelta popular que deja un saldo de 8
muertos.
Todos estos son los antecedentes que se eran discutidos por los criollos capitalinos en sus
reuniones clandestinas en el Observatorio Astronómico dirigido por Caldas, donde se
encontraban la noche del 19 de julio planeando la manera de instalar una Junta de Gobierno
en Santafé.
Si desea información detallada sobre lo ocurrido en este periodo histórico consulte la
sección “Contexto Histórico” en www.bicentenarioindependencia.gov.co.

Cápsula No. 5
Bogotá, julio 16 de 2009
SANTAFÉ, 20 DE JULIO - 15 DE AGOSTO DE 1810
La fecha 20 de julio de 1810 es conocida por todos los colombianos por ser la que se
identifica como el día de la independencia nacional. Lo que indica la historia es que ese día
ocurrió en Santafé, la capital del virreinato de la Nueva Granada, una revuelta en la que
participaron prácticamente todos los habitantes de la ciudad, y que tuvo como resultado la
destitución de las autoridades españolas, representadas en el virrey Amar y Borbón, además
se instituyó una Junta de Gobierno, acción que venía siendo solicitada al virrey desde hacía
un tiempo por varios patriotas criollos y sobre la cual siempre se tenía una negativa a la
petición. Dicha Junta no pretendía gobernar solamente en Santafé, se proclamó como Junta
Suprema de la Nueva Granda, no sólo de Santafé y convocó diputados representantes de
todas las provincias del virreinato.
La instauración de la Junta pretendía ser una solución a la crisis de gobierno que enfrentaba
España por la invasión de Napoleón, de esta manera, las colonias aseguraban su autonomía
frente a una posible invasión francesa. Cuando se instaló la Junta no se buscaba la
independencia de España, de hecho, el virrey Amar y Borbón fue el presidente de la misma
y en el Acta que se redactó y firmó en la madrugada del 21 de julio de 1810 se jura lealtad
al entonces rey de España, Fernando VII. La idea de independencia absoluta comenzó a
rondar después en algunos de los criollos que lideraban el movimiento independentista y el
Acta que proclama la independencia de España se firma el 26 de julio de 1810, en ella se
desconocía la autoridad del Consejo de Regencia sobre el virreinato de la Nueva Granada,
por esa razón, cuando entró a Santafé, Antonio Villavicencio el 1 de agosto, no fue recibido
en calidad de enviado del gobierno español.
Dentro de los sucesos importantes ocurridos en Santafé entre los meses de julio y agosto de
1810, se cuenta la prisión que se decidió dar al virrey Amar y su esposa el 25 de julio. El
virrey fue conducido al Tribunal de Cuentas donde en medio de una serie de beneficios
continuaba su trato como personaje importante, mientras la virreina, en las mismas
condiciones era conducida al Convento de Santa Gertrudis. La prisión con trato
preferencial duraría hasta el 13 de agosto, cuando a petición de los habitantes de la ciudad,
el virrey y su esposa son trasladados a la Cárcel de Corte y la Cárcel del Divorcio
respectivamente. En el tránsito entre uno y otro lugar de reclusión, la virreina es agredida
físicamente por un grupo de mujeres a las que no valió la custodia que llevaba por parte de
miembros de la Junta Supema.
Ante la agresión, la Junta decide apoyar a un grupo de habitantes de Santafé que deciden
excarcelar a los virreyes y sacarlos a escondidas de la ciudad con rumbo a Cartagena, donde
debían embarcarse de regreso a España.
Pero no sólo entre el 20 y el 26 de julio la ciudad de Santafé estuvo inmersa en un
movimiento transformador por parte de sus habitantes, ese era el inicio de una serie de
acontecimientos y batallas que serían necesarios para consolidar la independencia y que se
prolongarían hasta el año de 1824. Fueron importantes y necesarios sucesos como la
batalla del Puente de Boyacá el 7 de agosto de 1819; el sucedido el 10 de octubre de 1821
cuando los españoles entregan Cartagena a los patriotas después de haber estado la ciudad
sitiada por varios meses; la batalla del Lago de Maracaibo, ocurrida el 24 julio de 1823 y
finalmente la batalla de Ayacucho, ocurrida el 9 de diciembre de 1924, la cual pelearon en
su mayoría soldados colombianos comprometidos con expulsar definitivamente el imperio
español de suelo americano.
Para conocer información detallada sobre los sucesos ocurridos entre julio y agosto de 1810
en Santafé, no olvide consultar “Contexto histórico”, en
www.bicentenarioindependencia.gov.co

Cápsula No. 8
Bogotá, octubre 16 de 2009
1812
En 1812 continuaron los enfrentamientos políticos entre las provincias de la Nueva
Granada y entre los partidos que decidían por la mejor opción para gobernar la nueva
república independiente: Centralistas y Federalistas. Sólo que a estas diferencias y disputas
ideológicas que se representaban en escritos y algunas veces motines en algunas ciudades,
se sumaron los enfrentamientos militares.
Y mientras los neogranadinos se batían entre sí, los realistas aprovechaban el desorden
causado por las luchas internas para atacar en ciertas partes del actual territorio colombiano.
Los sectores afectados por enfrentamientos durante 1812 fueron básicamente 4: Las
provincias de Cartagena y Santamarta, las provincias de El Socorro y Pamplona, la
provincia de Popayán y las provincias de Tunja y Santafé.
En la costa caribe, la guerra era entre patriotas y realistas. En Santamarta, se habían
agrupado los españoles que después de los procesos independentistas fueron desterrados y
también algunos criollos simpatizantes de la causa patriota, ese lugar se constituyó en un
verdadero fortín realista, obedecían órdenes del virrey residente en Panamá y recibían
auxilios económicos y militares de los defensores del rey. El avance del ejército realista
samario fue grande, al punto que llegó a tener sitiada la ciudad de Cartagena y
desmoralizadas las tropas patriotas al sufrir continuas y repetidas derrotas en el territorio de
las llamadas provincias del norte. Uno de los más grandes triunfos de los españoles fue
lograr el dominio del río Magdalena e impedir el comercio entre la costa y las provincias
del interior.
Afortunadamente para los patriotas, a principios de octubre, arribaron a Cartagena, varios
oficiales venezolanos que venían huyendo de la ocupación hecha por los españoles a
Caracas en el mes de julio. Entre los militares que llegaron se encontraban, el coronel
español Manuel Cortés Campomanes, que seguía el partido de los independientes, los dos
hermanos Carabaños Miguel y Fernando y el coronel Simón Bolívar. Ellos apoyando la
causa patriota lograron recuperar una vasta zona del territorio del dominio realista y en una
rápida campaña, Bolívar logró restituir el comercio por el Magdalena.
La otra zona en conflicto era la que comprendían las ciudades de El Socorro, Vélez y San
Gil. Las dos últimas, habían decidido declararse independientes de la provincia de El
Socorro, situación que no fue admitida por el presidente de la Provincia, Lorenzo Plata,
quien decidió recuperar las ciudades a la fuerza y movilizó tropas hacia ellas. Vélez y San
Gil solicitaron ayuda militar a la provincia de Cundinamarca quien, respondiendo al
llamado, envió tropas al mando de Joaquín Ricaurte, quien logró salir victorioso frente al
ejército socorrano y a través de la firma del pacto ó tratado de Guadalupe, firmado el 17 de
febrero, se consiguió anexar a Cundinamarca a toda la provincia de El Socorro.
La tercera zona en cuestión es la provincia de Popayán. Se recordará que desde 1811, esta
zona estaba dividida entre patriotas y realistas. Los primeros organizados en la ciudad de
Popayán y los segundos en la de Pasto. Aunque para 1812, ya se había conseguido, gracias
a la ayuda de Cundinamarca y Baraya, recuperar a Pasto para los patriotas, el ex -
gobernador Tacón logró reforzar su ejército, ocupar de nuevo la ciudad y continuar en una
avanzada que dominó gran parte de la provincia. A pesar que los patriotas sureños pedían
desesperadamente ayuda a Cundinamarca, esta provincia estaba enfrascada en sus propios
enfrentamientos y no envió refuerzos. Por un momento existió una luz de esperanza cuando
el estadounidense Alejandro Macaulay llegó a reforzar y reorganizar el ejército de la causa
libertadora y ganó de nuevo la ciudad de Pasto y otros territorios, sin embargo, en una mala
batalla, fue apresado y de nuevo los realistas tuvieron dominio sobre una vasta extensión de
la provincia. Así terminó el año, con las tropas españolas ganando terreno en el sur del país,
mientras en el centro, se sostenían guerras civiles entre centralistas y federalistas.
Finalmente está el enfrentamiento entre las provincias de Tunja y Santafé. Quienes
albergaban principios políticos diferentes, la primera era federalista y la segunda
centralista. Antonio Baraya, quien era uno de los más queridos militares de Antonio Nariño
(presidente de Cundinamarca y dirigente de la causa centralista), decidió después de una
estadía en Sogamoso, cumpliendo una misión encomendada por Nariño, acoger la causa
federalista y enfrentarse militarmente con Cundinamarca. Nariño decidió asumir la causa de
manera personal y se puso al frente del ejército centralista que salió perdedor en la batalla
de Ventaquemada. Al final del año, Baraya que había continuado avanzando hasta Santafé
tiene sitiada la ciudad capital mientras Nariño toma las medidas preventivas necesarias para
contener el ataque.
En resumen, después de los enfrentamientos ideológicos y militares que fueron comunes y
abundantes en los años anteriores, 1812 se presenta como el inicio de lo que sería una larga
lista de enfrentamientos militares tanto entre patriotas como frente a los realistas españoles.

Más información sobre lo sucedido en 1812 consulte


www.bicentenarioindependencia.gov.co, en su pestaña “Contexto Histórico”.

Cápsula No. 10
Bogotá, diciembre 16 de 2009
1814
1814 es un año definitivo para los procesos que intentaban la unidad de las provincias de la
Nueva Granada. Ante la ausencia de Antonio Nariño en la presidencia de Cundinamarca,
quien decidió encabezar el ejército que marchó hacia la expedición del sur, el encargado del
poder ejecutivo de la provincia, Manuel Bernardo Álvarez, quien a pesar de ser tío de
Nariño no poseía sus mismas habilidades políticas, no supo llevar a buen término las
negociaciones que se entablaron desde el mes de julio de 1814, respondiendo a una
propuesta realizada por Camilo Torres desde el 21 de junio del mismo año, en la que
explicaba la necesidad que tenía la Nueva Granada de tener todas sus provincias unidas
debido a los ataques de los realistas que para ese momento llevaban sus victorias en
aumento.
Las negociaciones tuvieron como delegados a Jorge Tadeo Lozano por Cundinamarca y a
José Fernández Madrid por parte del Congreso. Los representantes lograron un acuerdo
beneficioso para las dos partes que debía ser ratificado por los dos presidentes para iniciar
su ejecución, Camilo Torres, presidente del Congreso, ratificó el acuerdo de manera
inmediata y concedió 20 días para que se cumpliera igual ratificación por parte del
presidente de Cundinamarca, sin embargo, Álvarez consideró que los términos del acuerdo
no eran buenos para la provincia a su cargo y nunca llevó a cabo la ratificación del pacto.
Ante esta decisión y presionado por la situación militar y de orden público que se vivía en
toda la Nueva Granada el Congreso de las Provincias Unidas decidió someter por la fuerza
a Cundinamarca tomándose su capital, Santafé. Para hacerlo ejecutó un plan secreto que
debía ser llevado a cabo por el general Rafael Urdaneta, quien a finales del mes de octubre
fue notificado del mismo en Cúcuta, ciudad donde se encontraba con sus hombres después
de haber llegado de Venezuela donde había sido parte del ejército de Bolívar que había sido
derrotado por los realistas.
Urdaneta llegó a Tunja acompañado de Simón Bolívar quien por decisión del Congreso fue
puesto al mando de la expedición que debía tomarse Santafé. Y fue así que el 10 de
diciembre, entrando por el barrio Santa Bárbara las tropas de Bolívar se tomaron la ciudad.
Hacia el final del día, Manuel Bernardo Álvarez decidió realizar una negociación y con el
fin de acabar con las hostilidades entregó la ciudad y el mando de la provincia a Bolívar
como representante del Congreso. Desde ese momento todas las provincias de la Nueva
Granada formaron una sola unión que buscaba resistir y vencer a los ataques realistas.
Mientras todo esto sucedía en el centro, hacia el sur, en la provincia de Popayán, Antonio
Nariño, que desde 1813 había partido desde Santafé con un ejército conformado por
miembros de todas las provincias de la Nueva Granada, libraba varias batallas que
buscaban posicionar a los patriotas en el mando de la región. En diciembre de 1813 ya se
había obtenido el triunfo sobre la ciudad de Popayán, y en los primeros meses de 1814 se
organizaban las tropas para continuar avanzando hacia Pasto, considerado el fuerte realista
de la provincia.
Estando establecido el campamento de los patriotas al mando de Nariño, en las afueras de
Popayán, cerca de la hacienda llamada Calibío, se libró una cruda batalla el 15 de enero de
1814, de ella salieron victoriosas las tropas de Nariño y los realistas comandados por
Sámano debieron retirarse hasta Pasto. Nariño permaneció en Popayán hasta finales del
mes de marzo, cuando partió hacia Pasto buscando sacar a Sámano de esa ciudad y lograr
recuperarla para la causa patriota. Después de atravesar el valle del Patía, lugar de geografía
difícil y desconocida y poblado abundantemente por individuos al servicio de los realistas,
Nariño y su ejército llegaron a orillas del río Juanambú, ubicado a pocas leguas de la ciudad
de Pasto.
En ese sitio, el 19 de abril de 1814 se libró una fuerte batalla contra las tropas realistas al
mando de Aymerich, es difícil establecer quien salió con victoria del enfrentamiento, los
dos ejércitos sufrieron grandes pérdidas y continuaron sus estrategias de guerra, los
patriotas por lograr la entrada a la ciudad y los realistas por impedirla.
Los patriotas avanzaban de manera victoriosa entre pequeñas batallas y refriegas, hasta que
el 10 de mayo de 1814 fueron derrotados en los ejidos de Pasto. La tropa que conformaba la
retaguardia del ejército patriota, al mando del coronel Rodríguez nunca llegó a reforzar a
Nariño y este fue vencido totalmente, unos pocos hombres lograron escaparse, entre ellos el
mismo Nariño quien permaneció escondido por varios días esperando que algunos de sus
oficiales lograran restituir el ejército y continuar hacia Pasto, pero la espera fue en vano.
Rodríguez ya se encontraba rumbo a Popayán y los pocos hombres que habían logrado
escapar estaban diseminados por todo el valle.
El 14 de mayo de 1814 Antonio Nariño decide entregarse a los realistas, pretendía lograr un
armisticio y un acuerdo con los realistas del sur y así, estando preso consiguió la confianza
del jefe realista Aymerich quien le permitió escribir un comunicado con la propuesta del
acuerdo a Cundinamarca y al Congreso el 4 de julio de 1814. Los acuerdos nunca se
lograron y Nariño fue conducido como prisionero a Quito, luego a Lima y finalmente a
España, su prisión duraría casi dos años que lo salvarían de la muerte durante la reconquista
de Morillo en 1816.
El año termina con noticias de guerra y desolación por todas partes, sin embargo existe la
esperanza de un nuevo ejército y una nueva fuerza con la unión de las provincias.

Más información sobre lo sucedido en 1814 consulte


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