Sunteți pe pagina 1din 19

C.

JUEZ SEGUNDO DE LO CIVIL

ROGELIO GUEVARA, mexicano, mayor de


edad, por mi propio derecho, señalando como domicilio
para oír y recibir toda clase de notificaciones y escritos en
el Despacho Profesional ubicado en la calle Paraguay No.
663 Sur en la Colonia ExHipódromo de esta ciudad, y
autorizando para que en mi nombre las reciban
indistintamente a los CC. Lics. JESÚS TAVERA IBARRA y/o
SALVADOR SOLIS ALARCÓN y/o JACQUELINE RODRÍGUEZ
GUTIERREZ, ante usted con el debido respeto comparezco a
exponer:

Por medio del presente escrito y estando


dentro del término que para tal efecto me concede el
artículo 1378 del Código de Comercio, doy contestación a la
demanda presentada en mi contra y/o diversas personas
por el Lic. Sergio Rivera Figueroa, en su carácter de
apoderado de la moral denominada ECONOMY CASH &
CARRY L.P., lo cual hago en la siguiente forma:

CON RELACION A LAS PRESTACIONES RECLAMADAS

a).- Es falso que el suscrito adeude a la moral que


se ostenta como parte actora en el presente juicio la
cantidad que menciona en el inciso a) del capítulo
respectivo como lo es de igual forma que adeude intereses
moratorios y por consecuencia, improcedente que tenga
que pagar los gastos originados en el presente juicio, de
conformidad con las excepciones y defensas que más
adelante se expondrán.

CON RELACION A LOS HECHOS

a).- En obvio de repeticiones manifiesto que son


falsos y además dolosos todos y cada uno de los hechos
contenidos en el escrito de demanda.

EXCEPCIONES Y DEFENSAS
a).- En las copias con que se me corre traslado y
de la redacción de la demanda que se contesta se
desprende que los documentos que se anexan son de los
denominados facturas, y con apego a lo establecido por el
artículo 1238 del Código de Comercio, estos tienen el
carácter de documentos privados La interpretación orgánica
de los artículos 202 y 203 del Código Federal de
Procedimientos Civiles conduce a considerar que rompería
con el sistema armónico de la ley sostener que un
documento privado, como lo es una factura, hace prueba
plena de los hechos declarados en él contra persona ajena
a dichas declaraciones, pues no puede hacer prueba plena
de todos los hechos contenidos en él documento
proveniente de tercero, en contra del colitigante de quien lo
presenta. Porque conforme al sistema armonioso y de
conjunto de la ley, sólo prueba en favor de quien desea
beneficiarse con él y en contra de la persona de quien
procede, y que en contra de tercero sólo tendrá el valor de
convicción que corresponde al testigo, lo anterior a que en
ninguna parte de dichos documentos aparece que el
suscrito los haya aceptado.

De conformidad con la fracción VII del artículo


1391 del Código de Comercio establece que el
procedimiento ejecutivo tiene lugar cuando la demanda se
funda, entre otros documentos, en facturas firmadas y
reconocidas judicialmente por el deudor, no implica que la
actora en la especie haya demostrado los hechos
constitutivos de la acción ejecutiva mercantil que ejercitó
con apoyo en la factura que presentó con su demanda,
puesto que, para el reconocimiento judicial de referencia
debe estarse a lo previsto en el numeral 1167 del
ordenamiento citado, que dispone que la acción ejecutiva
puede prepararse pidiendo el reconocimiento de la firma de
los documentos mercantiles. Consecuentemente, el
reconocimiento judicial en cuestión, para darle ejecutividad
a la factura exhibida, debe en todo caso ser previo a la
presentación de la demanda entablada por el enjuiciante, y
no fundarse en un alegato formulado con posterioridad a la
citada presentación de la demanda, como incorrectamente
lo pretende la actora. Es decir, suponiendo sin conceder que
efectivamente el suscrito adeudara a la actora la cantidad
reclamada, dicha parte actora tuvo que sujetarse
primeramente a lo establecido por los artículos 1161 o 1165
del Código de Comercio y, al no hacerlo así, la vía elegida
para su cobro resulta improcedente. Tiene aplicación a lo
anterior la siguiente Tesis Jurisprudencial: JUICIO
ORDINARIO MERCANTIL. ES PROCEDENTE OPONER
EXCEPCIONES DE CUALQUIER NATURALEZA, NO OBSTANTE
QUE NO LAS PREVEA EXPRESAMENTE LA LEY GENERAL DE
TÍTULOS Y OPERACIONES DE CRÉDITO. Tomando en
consideración que el artículo 1379 del Código de Comercio
dispone que en los juicios ordinarios se pueden oponer
excepciones de cualquier naturaleza, consecuentemente no
puede sostenerse válidamente que la excepción de
litispendencia en el juicio ordinario mercantil sea
improcedente, toda vez que la acción no se basa en un
título de crédito, sino que emana de la relación causal y
jurídica que motivó la suscripción del título, pues con
independencia de que se haya acompañado éste a la
demanda, en tratándose de la vía ordinaria mercantil, es un
requisito esencial el manifestar y demostrar la relación
jurídica que dio origen a la suscripción del título, es decir, la
relación jurídica subyacente en virtud de la cual los
demandados se constituyen en deudores de la suma
consignada en el título, por tanto, no es exacto que el
demandado sólo puede hacer valer las excepciones que
menciona el artículo 8o. de la Ley General de Títulos y
Operaciones de Crédito, porque el contenido de ese artículo
se actualiza cuando la acción se basa en un título de crédito
pero, en el caso, la acción deriva de la relación causal que
originó la suscripción del pagaré y no propiamente de este
último, máxime si se considera que en la tramitación de un
juicio ordinario mercantil no puede restringirse la oposición
de excepciones, porque en este procedimiento el legislador
decidió dar una mayor amplitud en la defensa del
demandado al permitir la oposición de excepciones de
cualquier naturaleza en el citado artículo 1379.
Efectivamente, en tratándose del juicio ordinario mercantil
debe privilegiarse la naturaleza del procedimiento y no
restringir las excepciones que el demandado pueda oponer,
porque si en el juicio ejecutivo la actividad procesal del
demandado está limitada dada la celeridad que requiere su
resolución, en el juicio ordinario mercantil tiene
preponderancia el hecho de que el conflicto puede
presentar distintas aristas (emanadas de una relación
causal más compleja que un título que trae aparejada
ejecución), que requieran de una mayor facultad de
defensa en la actividad procesal del enjuiciado, la cual debe
tener lugar no en el juicio ejecutivo, sino en uno de mayor
amplitud, como es el ordinario. Pensar lo contrario y limitar
la oposición de excepciones en un juicio ordinario mercantil,
implicaría que se siguiera un juicio en que se discutieran las
mismas prestaciones derivadas de una relación causal
concreta de la que emanó un título de crédito, cuando en
un juicio anterior ya se absolvió al demandado por la
misma relación, el mismo título de crédito y por las mismas
prestaciones, impidiendo al demandado oponer la excepción
de cosa juzgada sólo por no haber estado prevista en el
Código de Comercio anterior a las reformas de mil
novecientos noventa y seis, circunstancia que redundaría en
un desgaste procesal innecesario que puede evitarse con la
oposición de dicha excepción. DÉCIMO PRIMER TRIBUNAL
COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.
Amparo directo 371/2003. Banco Mercantil del Norte, S.A.,
Institución de Banca Múltiple, Grupo Financiero Banorte. 23
de octubre de 2003. Unanimidad de votos. Ponente:
Indalfer Infante Gonzales. Secretario: Mario Alejandro
Moreno Hernández.

b).- Suponiendo sin conceder que el suscrita


adeudara los documentos presentados para su cobro en el
presente juicio, en todo caso dicho adeudo sería con
ECONOMY CASH & CARRY INC., que es la denominación
social que aparece en los originales de dichos documentos a
pesar de que en su traducción, búrdamente se pretende
corregir con el nombre de la moral que se ostenta como
parte actora en el presente juicio, es decir ECONOMY CASH
& CARRY L.P, situación que se puede corroborar con el
poder con que pretende acreditar su personalidad el
profesionista que se ostenta como apoderado de la parte
actora y en el cual se establece que la misma, o sea
ECONOMY CASH & CARRY L.P., se constituyó como sociedad
en el año 2000 y los documentos presentados para su
cobro, el primero de la serie es de fecha 25 de Noviembre
de 1994 y el último de fecha 12 de Enero de 1995 con lo
que se establece que la beneficiaria de dichos documentos
y la parte actora en el presente juicio no son la misma
persona moral y por lo mismo carece de legitimación activa
para promover el presente juicio, sirve de fundamento a lo
anterior la siguiente Tesis Jurisprudencial: FALTA DE
LEGITIMACIÓN ACTIVA. LA HAY SI QUIEN DEMANDÓ ES
UNA S.A., NO ASÍ LA BENEFICIARIA DEL TÍTULO DE
CRÉDITO.- En términos del artículo 88 de la Ley General de
Sociedades Mercantiles, la denominación de una sociedad
anónima debe ir siempre seguida de las palabras Sociedad
Anónima o de su abreviatura S.A., tal y como aparece en la
denominación con que se viene ostentando la demandante.
Sin embargo, aún cuando el nombre de la beneficiada del
cheque base de la acción es prácticamente idéntico al de la
actora, no va seguido de las dos palabras o su abreviatura
antes mencionadas, lo que conduce a estimar que no hay
identidad entre una y otra y, por lo tanto, que la
demandante no está legitimada para exigir el pago de las
prestaciones que viene reclamando. Toca Civil No. 250/92.
Abril 13 de 1992. Primera Sala Regional del H. Supremo
Tribunal de Justicia del Estado de Sonora. Ponente: Maq.
Lic. Jesús Mendoza Monge.

PRUEBAS

A fin de acreditar la procedencia de mis


excepciones ofrezco las siguientes probanzas:

a).- La INSTRUMENTAL DE ACTUACIONES


consistente en el escrito de demanda presentado por el Lic.
Sergio Rivera Figueroa y en el cual se establece que
comparece con el carácter de apoderado de la moral
denominada ECONOMY CASH & CARRY L.P., mismo que
obra en autos.

b).- La INSTRUMENTAL DE ACTUACIONES


consistente en la copia certificada de la Protocolización del
Poder General para Pleitos y Cobranzas otorgado al Lic.
Sergio Rivera Figueroa por el Señor Paul Dipp en su
carácter de Presidente de ECONOMY CASH & CARRY L.P con
fecha 28 de Agosto del año 2002 y en el cual se establece
que el citado Señor Paul Dipp compareció ante Berta A.
Vazquez, Notario Público para el Estado de Texas Estados
Unidos de América y le exhibió el certificado de constitución
de su representada de fecha 02 de mayo del año 2000,
mismo que obra en autos.

c).- La INSTRUMENTAL DE ACTUACIONES


consistente en todos y cada uno de los documentos
presentados por la parte actora como base de la acción y
en las cuales se establece que la primera de la serie es de
fecha 25 de Noviembre de 1994 y la última de fecha 12 de
enero de 1995, es decir, cinco años antes de la constitución
de la persona moral que se ostenta como parte actora en el
presente juicio, que la beneficiaria de dichos documentos lo
es ECONOMY CASH & CARRY INC, así también se establece
que en la traducción se alteró indebidamente el nombre al
establecer como el nombre de la beneficiaria precisamente
el de la parte actora, o sea, ECONOMY CASH & CARRY L.P.,
las cuales obran en autos.

d).- La PRESUNCIONAL LEGAL Y HUMANA en todo


lo que beneficie a mis intereses.

Por lo anteriormente expuesto y fundado a usted


C. Juez, atentamente pido:

P R I M E R O: Tenerme por presentado en tiempo


y forma dando contestación a la demanda presentada en mi
contra y por opuestas las excepciones y defensas
mencionadas.

S E G U N D O: Con las copias simples de ley que


se anexan se corra traslado a mi contraparte a fin de que
manifieste lo que a su interés convenga dentro del término
de ley.

T E R C E R O: Se autorice a los profesionistas


mencionados para que en mi nombre y representación
oigan y reciban toda clase de notificaciones y escritos, así
como por designado el domicilio señalado para los mismos
efectos.

C U A R T O: En su oportunidad procesal declarar


procedentes las excepciones opuestas y, en consecuencia
absolverme del pago de todas y cada una de las
prestaciones reclamadas.

PROTESTO LO NECESARIO

Cd. Juárez, Chih., 14 de Mayo de 2004

Sr. ROGELIO GUEVARA

C. JUEZ CUARTO DE LO CIVIL

PERLA MARGARITA RODRIGUEZ RAMIREZ, con la


personalidad que tengo debidamente acreditada en los
autos del juicio al rubro citado, ante usted con el debido
respeto comparezco a exponer:
Por medio del presente escrito, estando en
tiempo y forma y con fundamento en los artículos 1336,
1337 fracción I, 1338, 1339 fracción I, 1340, 1344, 1345 y
relativos del Código de Comercio, interpongo RECURSO DE
APELACION en contra de la sentencia definitiva dictada por
su Señoría con fecha 31 de enero, publicada en la lista del
día 01 de febrero y que surtió sus efectos el día 02 de
febrero, todos del presente año, y en contra de la cual me
permito formular los siguientes:

AGRAVIOS
FUENTE DEL AGRAVIO: Como ya se dijo
anteriormente, la sentencia definitiva dictada con fecha 31
de enero, publicada el día 01 de febrero y que surtió sus
efectos el día 02 de febrero, todos del presente año,
mediante la cual se resuelve el juicio ejecutivo mercantil
promovido en mi contra por los CC. LICS. ARTURO RUIZ
CASTAÑEDA y/o JOSE ASCENCION TARELO HUERTA como
endosatarios en procuración de MEDIPAC HERMOSILLO S.A.
DE C.V., en sus considerandos segundo, tercero, cuarto,
quinto y sexto, así como en sus resolutivos primero,
segundo tercero y cuarto.
PRIMER AGRAVIO: Establece el Juzgador en el
considerando segundo de la resolución que se combate: “La
vía ejercitada por la parte actora es la correcta, conforme lo
disponen los artículos 150, 151 y demás relativos del último
de los antecitados ordenamientos”.
Es inexacto lo anterior, pues si bien es cierto que
el juicio ejecutivo se trata de un procedimiento sumario,
por el que se trata de llevar a efecto por embargo y venta
de bienes, el cobro de créditos que constan por algún título
que tiene fuerza suficiente para constituir, por si mismo,
plena probanza, también lo es, que si el documento
presentado como base de la acción, no constituye un título
de crédito, porque no reúne los requisitos señalados por la
ley, el mismo no puede servir de base a un procedimiento
ejecutivo mercantil, ya que éste sólo tiene lugar cuando la
demanda se funda en un documento que traiga aparejada
ejecución, y por lo mismo, tampoco puede demostrarse la
acción ejercitada, es decir, la falta de los requisitos que la
ley exige, en el documento de que se trata, y que trae
como consecuencia que el mismo no constituya un título de
crédito, excluye la acción ejercitada, porque excluye la
relación jurídica en que esta se apoya, porque no podría
dar vida jurídica a una relación que carece de ella, por
disposición expresa de la ley.
En el presente juicio la suscrita interpuse la
excepción de improcedencia de la vía intentada por la
actora toda vez que en los títulos de crédito de los
denominados pagarés presentados como documentos
fundatorios de la acción, aparece claramente la leyenda “no
negociable” y por lo tanto, improcedente su cobro, situación
que confirma el propio Juzgador en su sentencia,
concretamente en el considerando cuarto de la misma,
pues por una parte concluye que las alegaciones de la
suscrita son ciertas, otorgándole además valor probatorio
pleno a las probanzas ofrecidas y desahogadas por la
suscrita para acreditar tal excepción, más aún que en
tiempo y forma fueron debidamente objetados en ese
sentido por la suscrita, por lo que al no ser reconocidos por
mi y al haberlos objetados, dichos títulos de crédito
carecían de eficacia probatoria por no ser documentos que
trajeran aparejada ejecución, dado que el juicio ejecutivo
es un juicio de excepción que se basa en el establecimiento
por un título de un derecho perfectamente reconocido por
las partes; el documento mismo prohija la existencia del
derecho, define al acreedor y al deudor y determina la
prestación cierta, líquida y exigible, de plazo y condiciones
cumplidos, como pruebas todas ellas consignadas en el
título y, en el caso que nos ocupa, de ninguna manera en el
presente juicio se acredito que la parte actora tuviera un
derecho perfectamente reconocido por la parte actora ni
mucho menos que se haya definido que la suscrita fuera la
deudora por medio de la testimonial ofrecida y desahogada
y la cual nunca tomó en cuenta el Juzgador para resolver el
presente juicio, omitiendo otorgarle el valor probatorio que
esta tiene, pues con dicha probanza se acredito que la
suscrita nada tiene que ver con la negociación denominada
Distribuciones Perlita, que tampoco tengo facultades para
suscribir ningún tipo de título de crédito o cualquier otro
documento en su nombre ni para llevar a cabo ningún tipo
de operaciones, por lo que, se pone en relieve que se está
frente a títulos de crédito que no pueden fundar una acción
ejecutiva, por que no rreúnen los requisitos que la doctrina
y la jurisprudencia han señalado como indispensables para
que un título traiga aparejada ejecución.
Como ya se mencionó anteriormente, el Juzgador,
en la resolución que se combate, y concretamente en el
considerando sexto de la misma y al proceder a examinar
las excepciones opuestas por la suscrita, en ninguna parte
hace mención a la testimonial ofrecida y desahogada en
tiempo y mediante la cual se acreditó, como también ya se
dijo que la suscrita en ningún momento suscribió título de
crédito alguno a favor de la parte actora por no tener
relación alguna con la demandada Distribuciones Perlita y
por no tener, de igual forma, facultades para ello, mucho
menos valora dicha probanza, violando con ello, en mi
contra las reglas escenciales del procedimiento que
establecen que las sentencias que se dicten en un juicio
deben estudiar todas las pruebas aportadas por las partes
y, concretamente lo establecido por los artículos 14 y 16
Constitucionales, pues la testimonial cuyo estudio omitió el
Juzgador no adolescía de aptitud probatoria y además pesa
en el juzgador el deber de examinar absolutamente todas
las pruebas de autos, a fin de determinar, con el resultado
de ese análisis, si se probaron o no y en que medida, los
hechos fundatorios del derecho exigido o de las
excepciones o defensas opuestas, y tanto es así, que
dentro de las funciones del juzgador, se encuentra incluso
la facultad de tomar en consideración, en forma oficiosa,
las presunciones que resulten de las actuaciones y los
hechos notorios, permitiéndome apoyar lo manifestado con
la transcripción de la siguiente Tesis
Jurisprudencial:”PRUEBAS, FALTA DE ESTUDIO DE LAS: Si
el Juzgador omite estudiar las pruebas allegadas por una de
las partes, tal hecho importa una violación a los artículos 14
y 16 Constitucionales, y por ello procede conceder la
protección federal, a fin de que, al dictarse nueva
sentencia, se tomen en consideración las pruebas que no
fueron estimadas”. (Tomada del libro Práctica Forense
Mercantil del Lic. Carlos Arellano García, Página 545,
marcada con el inciso g). Sexta Edición, 1992).De igual
forma me permito transcribir la siguiente Tesis
Jurisprudencial: PRUEBAS, EL JUZGADOR DEBE ATENDER A
TODAS LAS QUE SE HALLEN EN LOS AUTOS.- El Juzgador
no solamente está facultado, sino que por derivar así de la
naturaleza de su función, se encuentra obligado a producir
su fallo teniendo en cuenta todas las constancias que se
hallen en los autos, independientemente de que éstas se
localicen en el cuaderno principal del juicio, en los
cuadernos de prueba o en los que corresponden a alguna
cuestión incidental. Sexta Epoca, Cuarta Parte: Vol. LXXIII,
Pág. 51. A. D.. 3853/61. Bertha Aurora de Ortíz.- 5 votos.
Apéndice de Jurisprudencia 1917-1975. Cuart Parte.
Tercera Sala. Pág. 880. Testimonial que no se tomó en
cuenta el valor probatorio de la misma, pues los testigos
presentados por mi parte no eran inhábiles en los términos
legales, por su capacidad, criterio e instrucción tenían el
criterio necesario para declarar que la suscrita nada tiene
que ver con la negociación que suscribió los títulos de
crédito y, por ende no estoy facultada para llevar a cabo
ningún tipo de actos en su nombre, su dicho fue imparcial y
lo que declararon era conocido por ellos mismos y no por
referencia o inducciones de otras personas, su testimonio
fue claro, preciso y sin dudas ni reticencias, con este se
estableció la firme convicción de que efectivamente la
suscrita no suscribió título de crédito alguno a favor de la
parte actora, manifestando en que circunstancias y por que
medios se dieron cuenta de los hechos sobre los que
depusieron, expresando además sobrada razón de su dicho.
Haciendo incapié en que mi contraparte no estuvo presente
en el desahogo de dicha testimonial y, por ende, perdió su
oportunidad de repreguntar a los testigos presentados de
mi parte
Por lo anterior y al haberse acreditado que la
suscrita no tengo nada que ver con la negociación
denominada Distribuciones Perlita, resulta aplicable a
contriu sensu la siguiente Tesis Jurisprudencial: FACTORES.
SU ACTOS OBLIGAN AL DUEÑO DEL ESTABLECIMIENTO.-Si
se prueba que una persona es simplemente administradora
de una negociación, resulta indiscutible su calidad de factor
nada más; y existe la presunción de que quien contrata a
nombre del principal, o sea, del propietario del giro
comercial, mientras no se demuestre lo contrario, por lo
que repercuten en el patrimonio del principal los actos que
se ejecuten con tal carácter. Tomo 130, Pág. 281. ( Tesis
tomada del libro Práctica Forense Mercantil del Lic. Carlos
Arellano García. Pág. 72, marcada con el inciso c). Sexta
Edición. 1992.
Con lo anterior también se acredita que es
inexacto lo manifestado por el Juzgador en el considerando
Sexto de la resolución que se combate, en el sentido de
que la negociación denominada Distribuciones Perlita y la
suscrita somos deudores solidarios.
De igual forma y en base a las Tesis
Jurisprudenciales mencionadas anteriormente el Juzgador
viola en mi perjuicio las reglas escenciales del
procedimiento, concretamente en el considerando cuarto de
la resolución que se combate al considerar improcedente la
objeción planteada por la suscrita en contra de los títulos
de crédito base de la acción, sin valorar las probanzas que
se ofrecieron en la misma, es decir, la Inspección y Fe
Judicial y a la Presuncional Legal y Humana, resultando
incongruente lo manifestado en el citado considerando por
el Juzgador al manifestar primero: “Ahora bien, de la
Instrumental de Actuaciones, a la que es procedente
concederle valor probatorio pleno de conformidad con el
artículo 1294 del Código de Comercio, se desprende que en
la audiencia de pruebas y alegatos, desahogada el día
veintidos de los corrientes, se llevó a cabo la inspección
judicial sobre los documentos fundatorios y en la cual el C.
Secretario de Acuerdos dio fe de que se trataban de
dieciocho pagarés que tienen inserto el texto “no
negociable” y si bien es cierto que de lo anterior se
concluye que las alegaciones de la actora incidentista son
ciertas en el sentido de que dichos títulos no son
negociables....” De la anterior manifestación se desprende
que le otorgó valor probatorio pleno la Instrumental de
Actuaciones ofrecida por la suscrita y tuvo por acreditado
que en los títulos de crédito base de la acción aparece el
texto “no negociable”, en dicho considerando sigue
manifestando el Juzgador: “cabe hacer mención que el
numeral 201 de la ley en cita, no es aplicable los pagarés
pues el mismo es relativo única y exclusivamente a los
cheques al estar contenido en la sección segunda del
capítulo cuarto relativo a las formas especiales del
cheque...”siendo inexacta la apreciación del juzgador al
apoyar su resolución en la cita errónea por parte de la
suscrita del artículo en comento, manifestando al respecto
que si bien es cierto en mi escrito incidental hice mención
del referido artículo lo hice únicamente como referencia,
pero aunque efectivamente, como lo dice el Juzgador, dicho
numeral es únicamente aplicable a los cheques, también lo
es que la cita equivocada de preceptos inaplicables por
parte de la suscrita, no basta para que el Juzgador base en
ello su resolución, toda vez que el incidente planteado por
mi parte encuentra su apoyo en otras disposiciones y
preceptos legales. Por otra parte, continua manifestando el
Juzgador en su resolución: “y que la intención de las partes
al estipular que el documento fundatorio no fuera
negociable se interpreta en el sentido de que el mismo no
entraba al comercio, por lo que quien endosó los
documentos no violó tal pacto pues al hacerlo en
procuración según el artículo 35 de la ley en comento, no
se transfiere la propiedad del título sino que únicamente se
da la facultad al endosatario para presentar el documento
para cobro judicial”. En autos del juicio en ningún momento
se encuentra lo que el Juzgador llama “la intención de las
partes” para que los documentos no fueran negociables,
mucho menos que tal situación esté acreditada, ignorando
de donde llegó el A-quo a dicha conclusión.
Es obvio que en dicho considerando al resolver el
Juzgador que es improcedente la objeción planteada por la
suscrita, viola de igual forma las reglas escenciales del
procedimiento al no tomar en cuenta y mucho menos
valorar las probanzas ofrecidas por la suscrita en el
incidente respectivo y que consistieron en la Inspección y
Fe Judicial y la Presuncional Legal y Humana, pues con
relación a la primera, únicamente se concreta a mencionar
que se llevó a cabo su desahogo, pero es omiso en
otorgarle o negarle valor probatorio alguno y, en cuanto a
la segunda, ni siquiera la menciona.
SEGUNDO AGRAVIO: La sentencia que se
combate es a todas luces incongruente pues en la misma
resuelve el Juzgador cuestiones totalmente ajenas al
debate.
En efecto, en el considerando sexto de dicha
resolución y al resolver la excepción de falta de legitimación
interpuesta por la suscrita, manifiesta: “....Por lo que
respecta a la falta de legitimación, la misma resulta
totalmente improcedente, en primer lugar porque de los
instrumentos base de la acción se desprende que el endoso
fue realizado en procuración y que con tal carácter
comparecieron a juicio los Licenciados Arturo Ruiz Castñeda
y/o José Ascención Tarelo Huerta, tal y como lo manifiesta
la C. Perla Margarita Rodríguez Ramírez en el mismo escrito
de contestación de demanda; en segundo lugar, el hecho de
que los citados profesionistas hayan sido omisos en
mencionar quien les dio ese carácter no configura la
excepción opuesta.....”.
Lo anterior además inexacto resulta falso y no
pone más que en evidencia que para dictar la sentencia que
hoy se combate no se hizo un estudio a fondo de la litis
planteada, porque la excepción de falta de legitimación
opuesta por la actora no se hizo por las razones que
manifiesta el Juzgador, se interpuso por que los
profesionistas que se mencionan, lo hicieron también por su
propio derecho ejercitando la acción en contra de la suscrita
y dicha excepción se refiere a que suponiendo sin conceder
la suscrita hubiera dado lugar al pago de las cantidades que
se mencionan, en ningún momento suscribí título de crédito
alguno ni contraje adeudo de ningún tipo con los
profesionistas en cita y por esa situación no se encontraban
legitimados a demandarme por su propio derecho, situación
que no menciona el Juzgador en su resolución y, por otra
parte, es cierto que mencioné que en dicha demanda no
mencionan los multicitados profesionistas, insisto, en dicha
demanda, quien les había endosado los documentos con
que comparecieron a juicio, más nunca opuse o interpuse
dicha excepción en contra de dicha situación, como
erróneamente resuelve el Juzgador, situación de la que se
puede percatar el A-quem de la simple lectura de mi escrito
de contestación de demanda.
De igual forma resulta incongruente el fallo
combatido, pues en su considerando cuarto resuelve el
juzgador, en primer lugar: “Ahora bien, de la instrumental
de actuaciones, a la que es procedente concederle valor
probatorio pleno de conformidad con el artículo 1294 del
Código de Comercio...”, más adelante sigue manifestando:
“se desprende que en la audiencia de pruebas y alegatos,
desahogada el día 22 de los corrientes, se llevó a cabo la
inspección judicial sobre los documentos fundatorios y en la
cual el C. Secretario de Acuerdos dio fe que se trataban de
18 pagarés que tienen inserto el texto “no negociable” y si
bien es cierto que de lo anterior se concluye que las
alegaciones de la actora incidentista son ciertas en el
sentido de que dichos títulos no son negociables....”, para
concluir resolviendo: “En esta tesitura considera el suscrito
resolutor que es improcedente la objeción planteada:.
De lo anterior se desprende que si en primer
lugar le otorgo valor probatorio a la Instrumental de
Actuaciones ofrecida por la suscrita, tiene por acreditado
que dichos títulos de crédito no son negociables y le da
valor y tiene por ciertos los alegatos formulados por la
suscrita en la audiencia de pruebas y alegatos, entonces
por que es improcedente mi objeción, pués si bien es
cierto, se utilió por parte de la suscrita un fundamento
equivocado, también lo es, como ya se mencionó, que dicha
situación no ha lugar para que se haya declarado
improcedente mi objeción, cuando la misma encontró su
apoyo en otras disposiciones y razones legales, también es
cierto que el artículo 35 de la Ley General de Títulos y
Operaciones de Crédito establece lo que manifiesta el
Juzgador, pero también es cierto que dicho numeral no
puede ser aplicado para los títulos de crédito no
negociables, es decir, que no han nacido para el comercio.
Por lo anterior, en la sentencia que se combate, el Juzgador
se aparto de la acción ejercitada y de las excepciones
opuestas por la suscrita pues las mismas deben ser
conforme a la letra o a la interpretación jurídica de la ley.
Por otra parte resulta incongruente lo
resuelto por el Juzgador en el considerando sexto de la
resolución que se combate, en el sentido de que: “...no es
suficiente que la parte demandada alegue no haber firmado
los multicitados títulos de crédito, sino que debió, en el
momento procesal oportuno haber ofrecido la probanza
idónea para acreditar sus alegaciones por lo que de esta
manera, al haber sido omisa en demostrar sus
manifestaciones queda improbada la excepción en
estudio....”.
A lo anterior, me permito manifestar a ese
H. Alto Tribunal que la excepción opuesta por la suscrita
consiste en que, como ya lo he manifestado, que no tengo
nada que ver con la negociación denominada Distribuciones
Perlita, por lo tanto no estoy facultada para suscribir títulos
de crédito o documento alguno a favor de ninguna persona,
entre los que se encuentra, obviamente la parte actora y,
por ende, no fue la suscrita quien aceptó para su pago los
documentos base de la acción.
Ante esta situación, el Juzgador tergiversa
totalmente lo contenido en mi excepción y, por ende no es
congruente su resolución, toda vez que como también ya se
dijo, fue omiso en estudiar y valorar la testimonial
desahogada por la suscrita y mediante la cual acredito de
una manera fehaciente que efectivamente no tengo
ninguna relación con la multicitada negociación y que de
ninguna manera estoy facultada para suscribir documento
alguno a favor de ninguna persona, entre los cuales se
encuentran los títulos de crédito base de la acción y la
parte actora, por lo que resulta ilógico que se pretenda que
haya ofrecido y además desahogado otro tipo de probanza,
cuando con la testimonial ofrecida se acredito que si no
tengo relación alguna con la negociación citada, carezco de
facultades para suscribir documentos y además que no fue
la suscrita quien lo hizo con los documentos base de la
acción, tenga que ofrecer otra probanza tendiente a
demostrar lo mismo, máxime que el ofrecimiento de dicha
probanza ni su desahogo fue combatido por mi contraparte
con ningún recurso legal que tendiera a demeritar lo dicho
por los testigos y ni siquiera estuvo presente en su
desahogo para hacer uso de su derecho a repreguntarles,
apoyo todo lo anteriormente manifestado con la
transcripción de la siguiente Tesis Jurisprudencial:
SENTENCIA. PRINCIPIO DE CONGRUENCIA EN LA.- La
autoridad judicial, de acuerdo con lo que estatuyen los
artículos 1327 del Código de Comercio y 81 del Código de
Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, de aplicación
supletoria, debe observar en toda sentencia el principio de
congruencia lo cual estriba en que al resolver lo debe hacer
de tal manera que en sus consideraciones y puntos
resolutivos sean conformes con los hechos sujetos a
debate, mismos que se rigen por la demanda, su
contestación, la sentencia de primera instancia y los
agravios que se expresan con motivo de la interposición del
recurso de apelación en su contra, de tal manera que no se
omita el estudio de alguno de ellos, ni se introduzca otro
ajeno a dicha relación; además, no debe contener
consideraciones que se contradigan entre si o con los
puntos resolutivos. Amparo directo 1774/73. Industria
Molinera San Bartolomé . A. 30 de agosto de 1978.
TERCER AGRAVIO: De igual forma es inexacto por
el A-quo lo establecido en el considerando sexto de la
sentencia que se combate en lo relativo a su manifestación:
“En cuanto a la primera de las excepciones cabe mencionar
que si bien es cierto en los documentos base de la acción
aparece también como deudor Distribuciones Perlita, la hoy
demandada no suscribió dichos documentos como
representante o apoderada legal de dicha empresa, por lo
que es por demás obvio que ambos son deudores solidarios
y el actor podía intentar la acción contra uno u otro
indistintamente...”
Es inexacta la anterior afirmación en primer lugar
por que en los títulos de crédito base de la acción no
aparece también como deudor Distribuciones Perlita, sino
que dicha negociación aparece como deudor, resultando
inexacto que la suscrita tenga el carácter de deudor
solidario ya que la solidaridad no se presume sino resulta
de la ley o de la voluntad de las partes. De lo cual se colige,
una persona, puede, válidamente, constituirse en deudor
solidario en el cumplimiento de la obligación de dar o de
hacer a cargo de otra, por voluntad propia o por disposición
de la ley, pero ello no quiere decir, suponiendo sin conceder
que la suscrita tuviera ese carácter, que el deudor solidario
adquiere, por ese hecho, todos los derechos o prerrogativas
que la causa generadora de la obligación irrogue al deudor
principal, y que le den el mismo carácter que a éste, como
sería el de comprador si fuera de compraventa, de
arrendatario si se tratara del arrendamiento, etcétera; la
solidaridad no se presume, sino que resulta de la ley o de la
voluntad de las partes, y no existe ningún precepto legal
que establezca dicha solidaridad entre el fiador y el fiado, ni
tampoco puede decirse que la sola renuncia de los
beneficios de orden y excusión establezca tal solidaridad,
de ello resulta que es distinta la situación que guarda el
fiador que ha renunciado a tales beneficios, de la que
presenta el deudor solidario, puesto que, en primer lugar,
este último es obligado principal y no así el fiador, y en
segundo lugar, mientras que el deudor solidario puede
invocar, al ser demandado, las excepciones que se derivan
de la naturaleza de la obligación y las que le sean
personales, el fiador puede oponer, además de las
excepciones inherentes a la obligación principal, las propias
de la fianza, mas no las personales del deudor, como se
dijo, suponiendo sin conceder la suscrita tuviera el carácter
de deudor solidario.
En el presente caso no se encuentra acreditado
que dicho carácter me haya sido otorgado por disposición
de ley ni mucho menos que la suscrita haya consentido
liquidar el adeudo contraído por la negociación denominada
Distribuciones Perlita, por lo que se insiste, es inexacto que
la suscrita tenga el carácter de deudor solidario de dicha
negociación.

En virtud de todo lo anteriormente mencionado


solicito que en el momento procesal oportuno se dicte
sentencia definitiva mediante la cual se revoque la
resolución apelada y, por ende, se me absuelva del
cumplimiento de todas y cada una de las prestaciones
devengadas.

Por lo anteriormente expuesto y fundado a usted


C. Juez, atentamente pido:

P R I M E R O: Tenerme por presentado en los


términos de mi escrito, interponiendo en tiempo y forma el
recurso de apelación en contra de la sentencia definitiva
dictada en el presente juicio.
S E G U N D O: Se pongan los autos a la vista de
mi contraparte por el término de ley a fin de que de
contestación a los agravios formulados en contra de la
referida sentencia.
T E R C E R O: Se envíen los autos al Superior
Jerárquico para efectos de la subtancición del recurso.

PROTESTO LO NECESARIO
Cd. Juárez, Chih., 15 de Febrero del 2001
SRITA. PERLA MARGARITA RODRIGUEZ RAMIREZ

S-ar putea să vă placă și