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sean mas van a afectar de una u otra manera en la persona que est unida a
m.
Desde lo bsico que es mi bien-ser, como mi bien-estar, soy responsable por m
y por el otro. Es por eso tan categrica la sentencia bblica desde el primer libro
del antiguo testamento cuando nos dice en Gnesis 2:24 Por tanto, dejar el
hombre a su padre y a su madre, y se unir a su mujer, y sern una sola
carne. En el nuevo testamento, Jess no solo reivindica esta sentencia (Mateo
19:5), sino que Pablo incisivamente nos dice en la primera carta a los Corintios
7:4 La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni
tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer. La
unin que nos presentan las Escrituras en relacin al matrimonio es una unin
vital, y se seala que las relaciones sexuales van ms all de lo fsico hasta
tener una trascendencia espiritual (1Co.6:13-20).
Por tanto, estar en un buen estado fsico, emocional y espiritual, desde que soy
casado ya no es solo una cuestin personal, sino de responsabilidad conyugal.
Satisfacer al otro
Teniendo en cuenta que una de las razones de la sexualidad es la satisfaccin,
el placer sexual, es responsabilidad de uno que el otro est satisfecho, que
goce de la relacin y la experiencia sexual profunda, crecientemente y
creativamente.
Las literaturas antiguas como el kamasutra, el tantra yoga y otros textos
realmente nos presentan toda una cultura acerca de lograr esta satisfaccin. A
pesar, de ciertas tradiciones que deformaron la visin juda y cristiana sobre el
sexo, la Biblia ms bien propone el disfrute de los cnyuges en el plano sexual
como es evidente, sobre todo, en la literatura potica sapiencial. Inclusive,
tenemos todo un texto dedicado al tema, el Cantar de los Cantares.