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Los padres se implican más en la crianza de los

hijos que se les parecen


La teoría de la evolución de Charles Darwin predice que los hombres cuidarán más de aquellos miembros de
su descendencia que se le parezcan que del resto, pero hasta el momento esta predicción no había podido
ser demostrada.

Ahora, un equipo de investigadores del Institut des sciences de l'évolution (ISEM) francés (perteneciente al
Centre national de la recherche scientifique o CNRS ha constatado que Darwin estaba en lo cierto, a partir de
los resultados obtenidos en pruebas realizadas con familias reales.

Reconocimiento por similitud

En el caso concreto del ser humano, estos mecanismos permitirían a los padres diferenciar a sus hijos de los
hijos de otros hombres, basándose en similitudes fenotípicas (el fenotipo define los rasgos físicos o
conductuales visibles que expresan la información genética invisible), para así destinar recursos a su
verdadera descendencia.

Hasta ahora, han sido escasos los estudios destinados a demostrar que los hombres detectan su paternidad
fijándose en el fenotipo, de ahí la importancia de la presente investigación, que ha constatado realmente una
relación entre “inversión” (de tiempo y recursos) en los hijos, y el parecido físico entre éstos y sus padres.

Índice de inversión y de parecido

La investigación se llevó a cabo en varias aldeas de Senegal, en las que la población era rural y polígama. En
ellas, los científicos examinaron los parecidos reales entre padres e hijos, a través del fenotipo facial y
olfativo (similitud de olores entre un hombre y sus descendientes).

En el estudio participaron un total de 30 familias, cada una de ellas con dos hijos. Por un lado, las madres de
estas familias contestaron a un cuestionario en el que estimaban el tiempo que el padre pasaba cuidando a
los niños, su atención, sus afectos, e incluso el dinero que les proporcionaba.

Para el reconocimiento facial, se enseñaron fotos de cada niño a los evaluadores, junto a imágenes de tres
hombres, entre ellos el padre de cada niño. Para el reconocimiento de los olores, los evaluadores tuvieron
que comparar el olor de una camiseta usada por los niños con los olores de las camisetas de dos hombres.

Cada vez que los evaluadores pudieron reconocer al padre que correspondía a un hijo determinado, se
añadió un punto a un “índice de parecidos”.

Futuro estudio con familias francesas

Con toda esta información, los investigadores pudieron encontrar una relación entre los “índices de
parecidos” y los “índices de inversión” de cada padre en sus hijos, obtenidos estos últimos de los
cuestionarios respondidos por las madres.

El estudio confirmó claramente, además, que la presencia del padre tenía un impacto positivo en la nutrición
y el crecimiento de sus hijos. Concretamente, en la región estudiada, los niños que se benefician de la
presencia de sus padres gozan claramente de mejores condiciones de vida, con un estatus nutricional más
alto que otros niños.

Según el CRNS, desde el punto de vista de la teoría darviniana se han hecho muy pocos estudios que
relacionen la implicación paterna y el parecido basado en la genética, y en ningún estudio anterior se había
estudiado esta relación con familias reales.

En la actualidad, estos resultados representan un paso importante en el conocimiento de la evolución de la


implicación paterna. El equipo del ISEM ha realizado recientemente, además, otra investigación sobre dicha
implicación, en este caso en Francia, cuyos resultados serán publicados en los próximos meses.

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