Alumno: Laura Patricia Guerra Chávez Fecha: 10 de Diciembre 2013 TRABAJO FINAL
“No seas de quienes tienen una carrera, sé de quienes tienen una vida.”
Edgar Morín
UNIDEP se presenta así misma como: “una institución de educación
superior de calidad, que ofrece programas presenciales y semipresenciales de bachillerato, Técnico Superior Universitario (TSU), Licenciaturas y Posgrados.” Fue fundada en 2003 en la ciudad de Hermosillo, Sonora, ofreciendo educación de nivel medio superior y superior. Su misión es firme y concisa, “Formar profesionales de éxito que cuenten con las actitudes, habilidades y conocimientos que demanda el sector productivo de la región.” Desde la “simplicidad” de su misión podemos detectar que se funda en un solo principio lineal: de la escuela al trabajo, con criterios de eficacia y eficiencia como valores dominantes.
Tengo aproximadamente cuatro años laborando en esta institución, al inicio
de mi carrera como docente, me encontraba bastante ingenua e ignorante en el mundo de conceptos y procesos educativos, para mi palabras como “modelo educativo,” “estrategias educativas,” “gestión educativa”... eran nociones vagas y sin fundamento. Por esta razón mi recorrido en UNIDEP el primer año fue placentero e iluso, mi mundo giraba en torno a mi y mis estudiantes, con cumplir con entregas a tiempo de la papelería y ver en mis alumnos aprendizaje cognitivo, bastaba mi contribución; sin embargo conforme paso el tiempo me fui dando cuenta, que no es suficiente con que tu cumplas con los estándares impuestos. En ese entonces mi definición de educación se basaba en lo que la organización me instruía, una visión simple basada en estimulo- respuesta. Ahora entiendo que no solo depende de mi que el aprendizaje se lleve acabo; sino de diversos factores tanto internos como externos, el ambiente, administrativos, dirección, los alumnos, las instalaciones, la imagen organizacional, el servicio, los recursos y materiales didácticos, los alumnos, los docentes y la sociedad. Es en este principio complejo; indagar en lo desconocido y los diferentes fractales del conocimiento y entregar tus herramientas a la incertidumbre es en donde deposito mi fe, como dice Ken Robinson, “ Los recursos humanos son como los recursos naturales, a menudo se encuentra enterrados en la profundidad, debes salir a buscarlos, no los encontraras tirados en la superficie.”
UNIDEP es una institución completamente cerrada, es cuatrimestral y
modular, lo que significa que cada cuatro meses el alumno sube de grado y cada cinco semanas se les imparten dos materias de Lunes a Jueves, cuatro horas diarias, cursándose entre cinco y siete materias por cuatrimestre. Cuenta con mas de 10 licenciaturas, mi perfil me da crédito para impartir clases en cuatro de ellas como: Diseño Gráfico y Multimedia, Comunicación e Imagen Pública, Publicidad y Mercadotecnia y Decoración de Interiores. En los cuatro años que llevo dando clase con ellos, han cambiado de director en cuatro ocasiones, la primera vez por ineficiencia de liderazgo y por que el Campus Chihuahua era el de menor nivel, académico y administrativo de todos los estados, el segundo director fue muy estricto y seguía los procesos a pie de la letra, logro que el nivel mejorara bastante, sin embargo ejerció tanta presión sobre sus administrativos y académicos que termino teniendo problemas de comunicación y socialización interna. La tercera directora duro muy poco, desde el principio se monstro demasiado estricta, emocional, intolerante, prepotente y absurda, tubo varios problemas tanto con alumnos como con docentes. Actualmente nos encontramos con el cuarto director al parecer las cosas fluyen bien, sin embargo la atmosfera de la organización es tan susceptible e impredecible. Gran parte del problema que UNIDEP tiene con las direcciones, es pensar que la solución radica en sus directores, cuando como veremos a continuación el problema realmente se encuentra en su modelo educativo…
Basándonos en el paradigma de la simplicidad, UNIDEP cumple con los
principios y/o características que lo componen; en su misión mencionan que el éxito (eficacia) es parte fundamental de su proceso educativo; esta organizada por niveles jerárquicos unidireccionales (Corporativo, Dirección, Directores Académicos, Administrativo, Docentes, Alumnos), sus medios de control son se llevan a cabo con un líder formal que ejerce su poder a través de conductas estímulo-respuesta (Ejemplo: si no cumples con entregar las planeaciones en el tiempo que ellos disponen, te amenazan con no darte mas materias), usan la idea de conflicto como situación anormal que debe ser corregida (lo que pasa con los cambios constantes en dirección).
Ahora como llevar acabo un cambio de paradigma en esta organización tan
estructurada, estricta y regulada por procesos lineales, ordenados, reduccionistas, basados en una descripción de entras y salidas. La Dra. Luz Inmaculada Madera menciona en su platica “Complejidad un paradigma para el cambio,” a Prigogine diciendo que la manera compleja mas simple de ver la realidad, es enseñarnos a descifrar el mundo donde vivimos, sin someterlo a la idea de una diferencia jerárquica entre niveles. Estos niveles jerárquicos a los que el ser humano esta tan apegado buscan cierta clase de estabilidad que limita y bloquea lo impredecible, lo dinámico, lo caótico, lo complejo. Sin embargo estos atributos que parecen monstruosos y amenazan a nuestro sistema cómodo y conformista, son todo lo contrario a nuestros enemigos, son aquello que generan catálisis, cambio, evolución. Los sistemas abiertos dialogan con el entorno y se centran en la crisis, esto es bueno ya que te alejan del equilibrio y cuando te encuentras lejos de este, te posicionas mas cercas del conocimiento; “El universo del no-equilibrio es un universo coherente (Prigogine).” Como sistemas moleculares y orgánicos somos parte de una realidad compleja y dinámica que ocurre de un orden procedente del caos, no del desorden, reitero, sino de la inestabilidad, aquí es donde los sistemas entran en crisis y pasan por la catálisis no para regenerarse sino para reordenarse entorno a un atractor, el cual cuenta con una cualidad fractal es decir se autocontiene en su finitud de manera infinita, se autoproyecta, se reproduce, evoluciona (Dra. Luz Inmaculada Madera). Para poder generar el cambio deseado necesitaría descifrar cual es el atractor que me ayudaría a generar crisis, en mi caso lo encuentro complicado puesto que el sistema esta tan cerrado y lineal. Primeramente pensé en el Director pero caería en el mismo problema sin salida, en el que ya se encuentran, luego pensé en los administrativos, sin embargo, estos no tienen el suficiente poder simbólico como para generar crisis, por ultimo se me vino a la mente que el docente sería lo mas lógico, pero no como líder de una revolución de paradigmas, sino como orientador al cambio. Ayudando al alumno a tomar las riendas del problema y cambiar sus pensamientos estructurados a comportamientos fractales; movilizarlos para generar un cambio socio-cultural en su atmosfera, ejerciendo presión sobre sus docentes y estos sobre sus administrativos y estos sobre sus directivos y estos sobre la sociedad (comportamiento fractal). UNIDEP debe con urgencia darse cuenta que su sistema cerrado y lineal, esta acabando con su principal atractor: El alumno. El modelo educativo que tiene la organización acaba con el ingenio, la pasión, la motivación, la energía y la creatividad del estudiante. Cada día mis alumnos se quejan mas y mas de sus instalaciones, piden una respuesta a todo aquello que les prometió la publicidad de la escuela; talleres, cafetería, equipo, internet, espacios cómodos, etc. No es suficiente con contratar maestros calificados, si no se cuenta con los recursos adecuados. El alumno debe exigir lo que esta en su derecho, una educación abierta, cero conformista, progresista, dinámica, activa y reflexiva, para que el fruto sea el conocimiento y no el éxito; que es tan irrelevante dentro de esta realidad compleja a la cual nos resistimos, pero que esta tan inherentemente aparente y cada vez mas cerca de nosotros. Como dice Edgar Morín “Educar para comprender las matemáticas o cualquier disciplina es una cosa, educar para la comprensión humana es otra; ahí se encuentra justamente la misión espiritual de la educación: enseñar la comprensión entre las personas como condición y garantía de la solidaridad intelectual y moral de la humanidad.”