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El estudio de los factores de protección es más reciente, así que nos encontramos en campos
en los que se sabe muy poco o nada. Hemos de ser capaces de reconocer ambos tipos de factores y
cómo se relacionan.
Resiliencia
La capacidad que tienen algunas personas para funcionar y desarrollarse de una manera
adecuada, te tener un funcionamiento adecuado en el medio a pesar de haber estado o estar
sometido a factores de riesgo, circunstancias adversas y situaciones estresantes con muchos factores
de riesgo.
No todas las personas que han sido maltratadas se convertirán en maltratadores o se van a
tener todas las consecuencias del maltrato o en igual medida.
Se dan muchos factores de riesgo que aumentan mucho la probabilidad de que se de el
problema, pero a su vez existen muchos factores de protección que han conseguido neutralizar los
factores de riesgo y han conseguido desarrollarse adecuadamente.
La resiliencia ha sido un concepto que ha surgido mucho más tarde en el campo de la
investigación y que se empieza a ahora a investigar qué variables, factores, influirían en que una
persona fuera resiliente.
Prevención
La prevención es un tipo de intervención que trata de evitar la aparición de un problema (se
anticipa, es proactiva).
Para prevenir debemos conocer por qué se produce el problema, para ello necesitamos saber
los factores de riesgo y de protección y cómo interaccionan. La estrategia preventiva se basa (en la
mayoría de programas) en la eliminación o en la reducción, disminución, de la influencia de los
factores de riesgo y favorecer, potenciar, la influencia de los factores de protección.
La intervención preventiva es complicada porque no de todas las problematicas se conoce lo
suficiente sobre factores de riesgo y factores de protección y cómo interaccionan. Los campos
mejor definidos las intervenciones preventivas son más eficaces.
La prevención implica siempre hacer una predicción de que aquello se puede o no se puede
producir. Cuanto más se anticipe se predice más a largo plazo. El hecho de predecir la aparición o
no de un problema pueden producir errores predictivos:
– Falsos positivos: se predice que se dará el problema cuando realmente no se iba a
producir. Implica un gasto de recursos innecesarios y posibilidad de etiquetarlo.
– Falsos negativos: se predice la no aparición de un problema y después sí que se produce.
Ambos son errores que se han de tener en cuenta a la hora de diseñar un programa
preventivo ya que a la hora de llevar a cabo un programa preventivo se seleccionan a las familias
que han de participar en el programa. Teniendolos en cuenta las intervenciones preventivas:
– Siempre deberían ser lo menos estigmatizadoras posibles: se han de llevar a cabo desde
recursos lo más normalizados posibles (generalizado para toda la población y no en
lugares específicos para las personas que tienen el problema). Si se hace desde recursos
específicos para posibles personas maltratadoras la gente sabe que las personas que
pasan por dichos recursos son posibles maltratadores y se les produce el etiquetaje.
– Si realmente nos estamos anticipando al problema estas intervenciones han de ser
voluntarias, ya que al no haberse producido el delito no se puede obligar a la persona.
Otra clasificación es la de Gordon, que cada vez está teniendo más difusión en determinados
campos como en la conducta delictiva y el consumo de drogas. Es la adoptada por el Instituto
Americano de Medicina en los años 90.
Es una clasificación que en gran medida trata de superar la principal crítica que se ha hecho
a la clasificación de Caplan ya que su prevención terciaria no es realmente preventiva (ya que el
problema ya se ha producido).
Gordon habla de tres tipos de intervenciones:
– Intervenciones universales: intervenciones que se aplican a la población general o a un
subgrupo de esa población que no tienen por qué presentar indicadores de que el
problema puede producirse.
– Intervenciones selectivas: se dirigen a grupos de la población que tienen un riesgo
superior a la media de desarrollar un determinado problema (población de riesgo).
– Intervenciones indicadas: intervenciones que se dirigen a un grupo de la población en
situaciones de alto riesgo. Personas de muy alto riesgo de las que aún no tenemos
señales que nos muestren que realmente se está produciendo.
Mientras que Gordon propuso esta categoría para individuos asintomáticos (sin síntomas),
sin embargo el Instituto Americano de Medicina considera que debe aplicarse tanto a individuos
asintomáticos como a individuos sintomáticos pero cuyos síntomas no son tan graves como para
poder diagnosticar que sufren un determinado transtorno.
Las intervenciones selectivas e indicadas equivalen a la intervención secundaria de Caplan,
lo que ocurre es que
Población general Grupos de riesgo Se produce el Problema
Prevención primaria Prevención secundaria Prevención terciaria
Intervención universal Intervenciones Intervención X
selectivas indicada
Exclusión social
Es un concepto relacionado con el concepto de inadaptación pero no es sinónimo de
inadaptación; se entiende como excluídos sociales aquellas personas que se encuentran fuera de la
sociedad. Ser un indaptado social no implica necesariamente ser un excluído social.
Características:
1. Situación de desventajas generalizadas de recursos.
2. Proceso acumulativo en el que van convergiendo desventajas de distinto tipo.
3. La pobreza no es sinónimo de la exclusión social, pero la genera ya que también
implica la falta de recursos económicos. Los pobres suelen, en su mayoría, estan en
situaciones de exclusión, pero puede haber gente excluída que no es pobre.
4. No todos los excluídos son pobres. Puede existir la exclusión sin que haya falta de
recursos económicos, como los traficantes de drogas. Se pueden tener otra serie de
déficits que te hagan estar excluído que no incluyan entre ellos la pobreza. Otro
ejemplo sería un inmigrante que tiene trabajo pero desventajas generalizadas de
vivienda (ya que en muchas ocasiones no les quieren alquilar vivienda), de
formación, en relaciones sociales (rechazo social, desconocimiento del idioma...).
5. Dificultad para acceder a las instituciones sociales que generan recursos.
6. No tienen acceso a los derechos sociales y económicos básicos a los que tienen
derecho los ciudadanos. Algunos de estos derechos están reconocidos en las leyes
que nos rigen y algunos pueden ser reclamados (derecho a la sanidad, derecho a la
educación -sobretodo en niños-...). → Es lo que podemos definir como “el modelo
de vida aceptable”.
7. No pueden acceder a las instituciones sociales que reparten estos recursos.
8. Persistencia en el tiempo.
9. Mecanismos sociales que pueden ir excluyendo a la gente (más abajo se explica).
Con el término exclusión social también se resaltan los mecanismos sociales por los cuales
las personas, grupos, comunidades, llegan a estar en situación de exclusión social. En este proceso
están implicados determinados mecanismos sociales que pueden ir expulsando a la gente de
sociedad. Estos mecanismos sociales son:
1. Bloqueo de los procesos de normalización y de integración. El más evidente es la
posibilidad de acceder al mercado laboral (tener un empleo).
2. Falta de efectividad de los mecanismos de enraizamiento social.
Fundamentalmente son los sistemas de protección social (Estado de Bienestar),
las redes sociales comunitarias y la familia.
Por una parte se tiene que dar el primer tipo de mecanismo, un factor de riesgo o de
vulnerabilidad; además, se ha de dar el segundo mecanismo, la falta de efectividad de los
mecanismos protectores (subsidio de desempleo, amigos, familia...).
10. A partir del concepto de exclusión social podríamos hablar de la existencia en la
sociedad de tres grandes grupos sociales:
– Incluídos sociales: Aquellos que pueden disfrutar del modo de vida
considerado aceptable por la sociedad, participen socialmente, no tienen una
falta generalizada de recursos.
– Excluídos sociales: Aquellos a los que se refieren las definiciones.
– Precarios sociales: Algunos autores los llaman los inseguros sociales; que son
aquellos que tienen cierto grado de integración social pero esta no está
garantizada. Muchas veces no llegan a situaciones de exclusión social porque
tienen ciertos mecanismos de enraizamiento. Su situación no está
estabilizada, ni garantiza que acaben en el grupo de excluídos sociales. Por
ejemplo una persona que ha perdido el empleo pero no llega a estar excluído
gracias a la ayuda de algun familiar que le está ayudando.
11. Se ha de tener en cuenta también el carácter exclusógeno de la exclusión: la
exclusión genera exclusión. Es un proceso acumulativo de déficits, si no hay nada
que pare el procesos es probable que se vayan generando problemas a partir de otros
problemas.
Las situaciones de exclusión social pueden general inadaptación social, ya que si el medio es
carencial puede producir una relación negativa con el medio.
Por ejemplo: el hombre que ha perdido el empleo y está en situación de exclusión entra en
depresión y empieza a manifestar pautas conductuales anormales.
Anomia
Es un concepto que explicaría ciertas conductas inadaptadas. Durkheim la define como la
falta e ineficacia de las normas sociales.
Desde el punto de vista de la Pedagogía de la Inadaptación Social la anomia se refiere a la
inexistencia o a la falta de eficacia de determinadas normas y mecanismos sociales para alcanzar
recursos valorados socialmente. En este sentido hay personas que al no poder acceder a los recursos
sociales valorados socialmente a causa de la falta de determinadas normas y mecanismos sociales
podrían intentar acceder a partir de mecanismos ilícitos o renunciar a esos recursos valorados
socialmente i/o a esas normas o mecanismos sociales.
La idea es que la sociedad plantea una serie de objetivos socialmente valorados a los que se
supone que la mayoría de la gente aspira conseguir. Para llegar hasta ellos la sociedad crea unas
normas de juego y unos mecanismos para acceder a ellos. La situación anómica para algunas
personas sería que viven en una sociedad que aspira a ciertos objetivos, recursos, y que no pueden
acceder a ellos a causa de la falta de mecanismos para acceder a ellos. Para ello las personas tienen
varias alternativas: coger otros mecanismos que están a mi alcance pero que no son legítimos;
renunciar a llegar a esos recuros y objetivos porque no están a mi alcance o renunciar a los
mecanismos sociales.
Etiquetaje o estigmatización
Poner una marca, una señal, una etiqueta a una persona, grupo o colectivo.
Cuando se le atribuye a una persona o a un grupo le estamos atribuyendo una serie de
actitudes y de conductas y finalmente, aunque el principio no fuera así, podemos llegar a generar
ese problema asociado a la etiqueta (profecía de autocumplimiento). Esa persona, grupo, colectivo
llega a asimilar las actitudes, conductas, asociadas a esa etiqueta, el rol. Esto se da a causa de que
gran parte de nuestro autoconcepto se crea a partir del medio.
Por otra parte la gente actúa en función de las expectativas que se tiene de otras personas, lo
que al final la manera de tratar a esa persona consigue, al final, cumplir las expectivas sobre esa
persona. Así que si se tiene el estigma que una persona es violenta nuestro trato con ella será
diferente y puede producir, al final, esa conducta violenta.
Es muy peligroso etiquetar a las personas porque podemos producir el problema. Por eso las
intervenciones preventivas han de ser lo menos estigmatizantes posibles.
Empowerment
Traducido al castellano como empoderamiento. Es el proceso por el que se traspasa a
personas, a grupos, a comunidades, a instituciones poder y capacidad para tomar decisiones que
les afectan. Se supone que a través de la intervención se debe producir este traspaso.
Los poderes que nos interesa a nosotros son:
– Poder para: el poder para estar en los sitios de poder en los que se toman decisiones.
– Poder con: poder organizarse con otras personas para conseguir metas comunes.
– Poder individual o interior: hace referencia a la asertividad, a la autoconfianza, a la
autoeficacia... Es decir, que las personas como individuos tengan poder para tomar
decisiones sobre sus vidas.
Los dos primeros tipos tienen una connotación más grupal, comunitaria y política (en el
sentido de participación social); el tercer tipo es de una dimensión más individual, más personal, del
concepto de poder.
Este concepto cada vez más sirve de finalidad a muchas intervenciones y supone, a la vez, el
marco de referencia de muchas intervenciones. Por ejemplo, las intervenciones en mujeres
maltratadas se centra en el concepto de empoderamiento ya que intenta que éstas tomen poder sobre
su propia vida.
Cuando hablamos de capacidad nos referimos en relación a los individuos o a los grupos,
comunidades.
En relación a los individuos nos referimos a determinadas características que debe tener esa
persona:
– Conocimientos y habilidades de los que uno dispone para realizar determinadas
conductas
– Se plantea metas, propósitos y se esfuerza por conseguirlos. Dimensión
motivacional.
– Efectividad de la conducta, saber responder a las demandas ambientales con éxito.
– Valoración subjetiva que hacen las personas sobre ellas mismas. Es decir, que se
considere competente.
Cuando hablamos de grupos definimos el concepto de competencia cuando las comunidades
y los grupos son capaces de establecer cuales son sus necesidades y establecer sus prioridades;
cuando son capaces de poner en marcha acciones para satisfacer esas necesidades y cuando se
consideran a si mismos como competentes.