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VISITA
AL CORAZN INMACULADO DE MARA
I. Gracias, Corazn bondadossimo. Vos sois manantial de las divinas
bendiciones; de Vos he recibido favores sin nmero. Y cuntas veces,
sin darme cuenta de ello! Cuando Jess me redima en el Calvario, all
estabais Vos, juntando vuestra compasin a sus dolores, y vuestras
lgrimas al torrente de su sangre redentora. Tengo mis delicias junto al
sagrario en la Santa Eucarista; mas ese pan de ngeles es fruto
regalado de vuestra sangre y vuestro amor. Oh Corazn dulcsimo de
mi Madre!, Vos sois el canal sealado por Dios mismo para distribuir
todas sus gracias a los hombres. De Vos recib aquella inspiracin...,
aquella fuerza para vencer..., aquel consuelo en mi afliccin. De vos me
vino aquella luz que me mostr el abismo a que corra..., aquella gracia
que me movi a dolor de mis pecados... Aquel peligro conjurado...,
aquella salud recobrada.., me vinieron de Vos. No tienen nmero
vuestros favores!. Gracias, Corazn dulcsimo, gracias!
II. Y Vos, Corazn compasivo, qu habis recibido de mi? Oh!, lo
sabis Vos, y yo tambin lo s, para confusin ma. A vuestro amor y
ternura he respondido con fra ingratitud. Esa espada que os atraviesa
de parte a parte, oh Corazn de Mara!, os la he clavado yo, hijo
ingrato...; y no una, sino muchas veces. Aquellas miradas..., aquellos
sentimientos..., aquellas intenciones inconfesables..., aquella soberbia
oculta..., aquella sensualidad..., aquel escndalo.. Que os hubiese
ofendido otro menos favorecido de vuestro amor, sera tolerable; pero
que os haya disgustado yo, despus de pruebas tan elocuentes y
repetidas de vuestro amor... Oh Corazn Santsimo de Mara!, yo me
confundo y arrepiento; yo os pagar amor con amor..., yo arrancar la
espada cruel que os atormenta.
III. Reparacin, reparacin! Si, os la quiero ofrecer siempre. Os amo
tanto! Me duelen tan de veras la ingratitud y las continuas ofensas con
que los hombres corresponden a vuestro amor!
Oh Corazn dulcismo de Mara!, la espada cruel que os atraviesa nos
habla de la pasin y muerte de Jess y de los pecados de los hombres
que os colman de amargura; pero desde hoy yo he de consolaros.
Bendecid mis resoluciones. Yo amar siempre a Jess, para que no se
pierda en mi el fruto de su sangre...; yo os prometo morir antes que
pecar, porque no quiero renovar vuestros dolores...; yo pensar en Vos,
por los que os olvidan...; os alabar por los que os blasfeman; yo os