Eugenio Recuenco

Es uno de los fotógrafos más creativos de España. Su estilo ya ha sido definido “cinemato-
gráfico” por Versace y es favorito entre muchos directores de arte y creativos de agencias
de publicidad. Está trabajando en exclusiva con Vogue España, ha publicado varios edito-
riales en la revista Madame Figaro y con Naty Abascal para Hola. Ha realizado campañas
para las más importantes marcas como Custo Barcelona, Diesel, Puig - Mango Adorably,
Caramelo, Carrera y Carrera, Florentino, Lodi, Chanel, Boucheron, Diesel, Carolina Herrera,
Louis Vuitton (España), Kina Fernández, Cimarrón, Caroche, Myrurgia. Ha recibido numero-
sos premios, entre ellos el V Premio ABC de fotografía por su obra “Concepción, Parto,
Juego y Educación” (Circuit, 2003).

Nació en mayo de 1968, estudió Bellas artes y, tras ser taxista y profesor de dibujo, se
encuentra como uno de los mejores fotógrafos españoles, aunque el se considera "creador de imágenes". Trabaja con la ilusión, y su nombre suena en
diversos ámbitos de la creación. Trabaja para una infinidad de clientes de publicidad y editoriales (marcas de ropa, perfumes, joyas, revistas...) pero no
le importa la marca, si no sentirse orgulloso de la imagen final. Principalmente se dedica a la fotografía de moda porque, en su opinión, es más creati-
va. Pero también ha realizado varios cortometrajes, anuncios, e incluso videoclips

Son imágenes que recuerdan a ensoñaciones, recrea escenarios fantásticos y a veces inimaginables: contextos circenses, cinematográficos, oníricos...
son realmente diferentes y hasta surrealistas. Para realizar estas geniales creaciones cuenta con el apoyo de "El ojo de Frosker", su equipo.

Según sus palabras:

- No sé disparar sobre un fondo blanco y luego añadirle toda la historia. Tengo que tener un referente entre la modelo, el fondo, los distintos elemen-
tos... Luego ya se arreglará. A lo mejor hago la foto con el coche subido en gatos, y habrá luego que borrarlos, pero no puedo hacer la foto de la chica
subida a una mesa y luego transportarla a un coche ficticio... Además, me lo paso bien montando toda la historia. Necesito tocar los elementos. Lo de
si sube el coste... -se ríe- a mí no me afecta. Eso es cosa del cliente. Los profesionales sí notan la diferencia entre puro Photoshop y una foto donde el
fondo estaba ahí, existía, y otra en que se ha metido."