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La Transfiguracin
Jess acompaado por Pedro, Santiago y Juan, va a un monte elevado, donde
se produce algo que podramos llamar un encuentro ente nuestro mundo y el
Mundo de Dios.
Se nos dice que el aspecto de Jess cambi: su rostro se puso brillante como el
sol, cosa que no haba sido presenciada nunca antes por sus discpulos. Sus
ropas se volvieron blancas como la luz y aparecieron Moiss y Elas,
conversando con Jess.
Esos dos profetas, claramente y con fundamento en la escritura, se debe
suponer que estn en el Cielo, por eso creo que se puede permitir asemejar la
narracin de la Transfiguracin con un encuentro indito entre tierra y Cielo.
En el momento en que el maravillamiento de Pedro le permite hablar, con la
sensacin de alegra que lo ha inundado, se anima proponerle a Jess hacer
tres tiendas para que alojen en ellas Jess, Moiss y Elas. Piensa que ese
momento nico y atrayente (Seor, que bien se est aqu) se podr
prolongar.
Como respuesta en medio de ese instante electrizante, antes que se disipara la
maravilla del momento, se ven todos envueltos en una nube y escuchan los
discpulos una voz que habla diciendo: ste es mi Hijo amado en quin me
complazco, escchenlo.
Caen los tres discpulos rostro en tierra y sobrecogidos de temor. Jess los
saca de ese estado invitndolos a levantarse y a no tener miedo.
Ignoramos si quienes estn en el Cielo pueden o no aparecer en la tierra.
Jess Es del Cielo pero, desde su encarnacin, se haba convertido en alguien
de y en la tierra. Creo que se nos est diciendo que Jess no ha perdido para
nada su condicin divina. No me imagino otra explicacin plausible para una
escena como la descrita por Mateo.
Qu se nos querr decir con esta narracin, en relacin con nuestras vidas de
creyentes?
Lo primero, una confirmacin ms, tan propia como recurrente en Mateo, de
afirmar o destacar la condicin de Jess: Hijo de Dios y Mesas. No es difcil
pensar as; para las personas de la poca, conciliar su fe en el Dios en que
siempre han credo, con la fe en que Jess es Su Hijo y el Mesas esperado,
debe haber representado un gran desafo. En todos los Evangelios vemos esta
insistencia en la condicin divina de Jess, Hijo del Dios Padre y Mesas, es
natural desprender que debe haber sido necesaria, para que los discpulos y
creyentes en general no se encontraran en problemas, como sucedera si
creyeran estar cambiando su fe por otra, ajena y diferente. Quizs a algunos
les puede haber parecido que eran incluso opuestas.