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Fray Benito Feijoo persuasión que hay, de que del gusto no se puede dar razón.

Yo estoy en la contraria.
Teatro crítico universal / Tomo sexto
Discurso undécimo 7. Dar razón de un efecto, es señalar su causa; y no una
sola, sino dos se pueden señalar del gusto. La primera es el
temperamento, la segunda la aprehensión.
Razón del Gusto
8. A determinado temperamento se siguen determinadas
§. I inclinaciones: Mores sequuntur temperamentum; y a las
inclinaciones se sigue el gusto, o deleite en el ejercicio de
1. Es Axioma recibido de todo el mundo, que contra gusto no ellas: de modo, que de variedad de temperamentos nace la
hay disputa. Y yo reclamo contra este recibidísimo Axioma, diversidad de inclinaciones, y gustos. Este gusta de un
pretendiendo, que cabe disputa sobre [353] el gusto, y caben manjar, aquel de otro; éste de una bebida, aquel de otra;
razones, que la abonen, o le disuadan. éste de la música alegre, aquel de la triste; y así de todo lo
demás, según la varia disposición natural de los órganos, en
2. Considero, que al verme el Lector constituido en este quienes hacen impresión estos objetos: como también en un
empeño, creerá, que me armo contra el Axioma con el sentir mismo sujeto se varían a veces los gustos, según la varia
común de que hay gustos malos, que llaman estragados: disposición accidental de los órganos. Así el que tiene las
Fulano tiene mal gusto en esto, se dice a cada paso. De manos muy frías, se deleita en tocar cosas calientes; y el que
donde parece se infiere, que cabe disputa sobre el gusto; las tiene muy calientes, se deleita en tocar cosas frías: en
pues si hay gustos malos, y gustos buenos, como la bondad, estado de salud gusta de un alimento, en el de enfermedad
o malicia de ellos no consta muchas veces con evidencia; de otro, o acaso le desplacen todos. Esta es materia, en que
antes unos pretenden, que tal gusto es bueno, y otros que no [356] debemos detenernos más, porque a la simple
malo, pueden darse razones por una, y otra parte; esto es, propuesta se hace clarísima.
que prueben la malicia, y la bondad.
§. III
3. Pero estoy tan lejos de aprovecharme de esta vulgaridad,
que antes siento, que hablando filosóficamente, nunca se 9. Pero sobre ella se me ofrece ahora excitar una cuestión
puede decir con verdad, que hay gusto malo, o que alguno muy delicada, y en que acaso nadie ha pensado hasta
tiene mal gusto, sea en lo que se fuere. Distinguen los ahora; esto es, si los gustos diversos en orden a objetos
Filósofos tres géneros de bienes, el honesto, el útil, y el distintos, igualmente perfectos cada uno en su esfera, son
delectable. De estos tres bienes solo el último pertenece al entre sí iguales. Pongo el ejemplo en materia de Música. Hay
gusto; los otros dos están fuera de su esfera. Su único objeto uno, para cuyo gusto no hay melodía tan dulce como la de la
es el bien delectable, y nunca puede padecer error en orden gaita: otro, que prefiere con grandes ventajas a ésta el
a él. Puede la voluntad abrazar como honesto un objeto, que armonioso concierto de violines con el bajo correspondiente.
no sea honesto, o como útil [354] el que es inútil, por Supongo que el Gaitero es igualmente excelente en el
representárselos tales falsamente el entendimiento. Pero es manejo de su instrumento, que los Violinistas en el de los
imposible que abrace como delectable, objeto que realmente suyos: que también la composición respectivamente es igual;
no lo sea. La razón es clara; porque si le abraza como esto es, tan buena aquella para la gaita, como ésta para los
delectable, gusta de él: si gusta de él, actual, y realmente se violines; y en fin, que igualmente percibe el uno la melodía
deleita en él; luego actual, y realmente es delectable el de la gaita, que el otro el concierto de los violines. Pregunto,
objeto. Luego el gusto en razón de gusto siempre es bueno ¿si percibirán igual deleite los dos, aquel oyendo la gaita, y
con aquella bondad real, que únicamente le pertenece; pues éste oyendo los violines? Creo que unos responderán, que
la bondad real, que toca el gusto en el objeto, no puede son iguales, y otros dirán, que esto no se puede averiguar;
menos de refundirse en el acto. porque ¿quién, o por qué regla se ha de medir la igualdad, o
desigualdad de los dos gustos? Yo siento contra los
4. Ni se me diga, que cuando el gusto se llama malo, no es primeros, que son desiguales; y contra los segundos, que
porque carece de la bondad delectable, sino de la honesta, u esto se puede averiguar con entera, o casi entera certeza.
de la útil. Hago manifiesto, que no es así. Cuando uno, en ¿Pues por donde se han de medir los dos gustos? Por los
día que le está prohibida toda carne, come una bella perdiz, objetos. Esta es una prueba metafísica, que con la
aquel acto es sin duda inhonesto; con todo, nadie por eso explicación se hará física, y sensible.
dice, que tiene mal gusto en comer la perdiz. Tampoco
cuando gasta en regalarse más de lo que alcanzan sus 10. En igualdad de percepción de parte de la potencia,
medios, y de ese modo va arruinando su hacienda, se dice cuanto el objeto es más excelente, tanto es más excelente el
que tiene mal gusto, aunque este gusto carece de la bondad acto. Este entre los Metafísicos es axioma incontestable. Es
útil: Luego solo se llama mal gusto el que carece de otra música más excelente la de los violines, que la de la gaita,
bondad distinta de la honesta, y útil. No hay otra distinta, que porque esto se debe suponer; y también suponemos, que la
la delectable, y de ésta tengo probado, que nunca carece el percepción de parte de los dos sujetos es igual. Luego más
gusto: luego contra toda razón se dice, que algún gusto, sea excelente es el acto, con que el uno goza la música de los
el que se fuere, es malo. violines, que el acto [357] que el otro goza la de la gaita.
¿Mas qué excelencia es esta? Excelencia en línea de
5. Los Africanos gustan del canto de los grillos, más que de delectación, porque esa corresponde a la excelencia del
cualquiera otra música. Athéas, Rey de los Scythas, quería objeto delectable. La bondad de la música a la línea de bien
más oír los relinchos de su caballo, que al famoso Músico delectable, pertenece, pues su extrínseco fin es deleitar el
Ismenias. ¿Diráse, que aquellos tienen mal gusto, y éste le oído, aunque por accidente se puede ordenar, y ordena
tenía peor? No sino bueno, así éste, como aquellos. Quien muchas veces, como a fin extrínseco, a algún bien honesto,
percibe deleite en oír esos sonidos, tiene el gusto bueno con o útil. Así, pues, como el objeto mejor en línea de honesto
la bondad que le corresponde; esto es, bondad delectable. influye mayor honestidad en el acto, y el mejor en línea de
Muchos Pueblos Septentrionales comen las carnes del Oso, útil mayor utilidad; también el mejor en línea delectable
del Lobo, y del Zorro: los Tártaros la del Caballo, los Arabes influye mayor delectación.
la del Camello. En partes del Africa se comen Crocodilos, y
Serpientes. ¿Tienen todos estos mal gusto? No sino bueno. 11. Diráme acaso alguno, que el exceso, que hay de una
[355] Sabenles bien esas carnes, y es imposible saberles música a otra, es solo respectivo, y así recíprocamente se
bien, y que el gusto sea malo; o por mejor decir, ser gusto, y exceden; esto es, respectivamente a un sujeto es mejor la
ser malo, es implicación manifiesta, porque sería lo mismo, música de violines, que la de gaita; y respectivamente a otro
que tener bondad delectable, y carecer de ella. es mejor ésta, que aquella. En varias materias, tratando de la
bondad de los objetos en comparación de unos a otros, he
§. II visto, que es muy común el sentir de que solo es respectivo
el exceso. Pero manifiestamente se engañan los que sienten
6. Con todo esto digo, que caben disputas sobre el Gusto. así. En todos tres géneros de bienes hay bondad absoluta, y
Para cuya comprobación me es preciso impugnar otro error respectiva. Absoluta es aquella, que se considera en el
común, que se da la mano con el expresado; esto es, que no objeto, prescindiendo de las circunstancias accidentales, que
se puede dar razón del gusto. Tiénese por pregunta hay de parte del sujeto; respectiva, la que se mide por esas
extravagante, si uno pregunta a otro, por qué gusta de tal circunstancias. Un objeto, que absolutamente es honesto,
cosa, y juzga el preguntado, que no hay otra respuesta que por las circunstancias en que se halla el sujeto, puede ser
dar, sino gusto porque gusto, o gusto, porque es de mi gusto, inhonesto; como el orar cuando insta la obligación de
o porque me agrada, &c. lo que nace de la común socorrer una grave necesidad del prójimo. Una cosa, que
absolutamente es útil, como la posesión de hacienda, puede
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ser inútil, y aun nociva a tal sujeto; v. gr. si hay de parte de él continuación alguna impresión ingrata en el órgano del
tales circunstancias, que los socorros, que recibiría, gusto? Consta evidentemente, que no; porque era propiedad
careciendo de hacienda, le hubiesen de dar vida más milagrosa de aquel manjar, que sabía a lo que quería cada
cómoda, que la que goza teniéndola. Lo propio sucede en los uno: Deserviens uniuscujusque voluntati, ad quod quisque
bienes delectables. Hay unos absolutamente mejores que volebat convertebatur. ¿Pues de qué? El texto lo expresa:
otros; pero los mismos que son mejores, son menos Nihil vident oculi nostri, nisi man. Nada ven nuestros ojos
delectables, o absolutamente indelectables por las sino Maná. El tener siempre, todos los días, y por tanto
circunstancias de tales sujetos. ¿Quién duda, que la [358] tiempo una misma especie de manjar delante de los ojos, sin
perdiz es un objeto delectable al paladar? Mas para un variar, ni añadir otro alguno, excitó la aprehensión fastidiosa,
febricitante es indelectable. de que hablamos.

12. Generalmente hablando, todo cuanto estorba, o minora 17. Muchos no gustan de un manjar al principio, y gustan
en el sujeto la percepción de la delectabilidad del objeto, es después de él, porque oyen, que es de la moda, o que se
causa de que la bondad respectiva de éste sea menor que la pone en las mesas de los grandes Señores: otros, porque les
absoluta. El que está enfermo; percibe menos, o nada dicen, que viene de remotas tierras, y se vende a precio
percibe la delectabilidad del manjar regalado; el que con subido. Como también al contrario, aunque gusten de él al
mano llagada, o con la llaga misma de la mano toca un principio, si oyen después que es manjar de rústicos, o
cuerpo suavísimo al tacto, no percibe su suavidad. De aquí alimento ordinario de algunos Pueblos incultos, y bárbaros,
es, que ni uno, ni otro objeto, sean respectivamente empiezan a sentir displicencia en su uso. Aquellas noticias
delectables en aquellas circunstancias, sin que por eso les excitaron una aprehensión, o apreciativa, o contemptiva, que
falte la delectabilidad absoluta. mudó el gusto. En los demás sentidos, y respecto de todas
las demás especies de objetos delectables, sucede lo
13. Aplicando esta doctrina, que es verdaderísima, a nuestro mismo.
caso, digo, que la causa de que sea menor para uno de los
dos sujetos la bondad respectiva de la música de violines, es §. V
la obtusa, grosera, y ruda percepción de su delectabilidad, o
bondad absoluta. Esta obtusa percepción puede estar en el 18. Júzgase comúnmente, que el gusto, o disgusto, que se
oído, o en cualquiera de las facultades internas, adonde siente de los objetos de los sentidos corpóreos, está siempre
mediata, o inmediatamente se transmiten las especies en los órganos respectivos de estos. Pero realmente esto
ministradas por el oído, y en cualquiera de las potencias solo sucede cuando el gusto, o disgusto penden del
expresadas que esté, nace de la imperfección de la potencia, temperamento de esos órganos. Mas cuando vienen de la
o imperfecto temple, y grosera textura de su órgano. Por la aprehensión, solo están en la imaginativa, la cual se
contraria razón, el que tiene las facultades más perfectas, o complace, o se irrita, según la varia impresión, que hace en
los órganos más delicados, y de mejor temple, percibe toda ella la representación de los objetos de los sentidos. Es tan
la excelencia de la mejor música, y el exceso que hace a la fácil equivocarse en esto, y confundir uno con otro, por la
otra; de donde es preciso resulte en él mayor deleite por la íntima correspondencia que hay entre los sentidos [361]
razón que hemos alegado. Esta prueba, y explicación sirven corpóreos, y la imaginativa, que aun aquel grande Ingenio
para resolver la cuestión propuesta a cualesquiera otros Lusitano, el digno de toda alabanza, el insigne P. Antonio
objetos delectables que se aplique, demostrando Vieyra, explicando el tedio, que los Israelitas concibieron al
generalmente, que el sujeto, que gusta más del objeto más Maná, bien que usó de su gran talento para conocer, que
delectable, goza mayor deleite, que el que gusta más de lo ese tedio no estaba en el paladar, no le trasladó adonde
que es menos. debiera, porque le colocó en los ojos, fundado en el sonido
del texto: Nihil vident oculi nostri, nisi Man. Yo digo, que no
14. Universalmente hablando, y sin excepción alguna, todos estaba el tedio en los ojos, sino en la imaginativa. La razón
los que son dotados de facultades más vivas, y expeditas, es clara, porque es imposible que se varíe la impresión, que
tienen una disposición intrínseca, y permanente para percibir hace el objeto en la potencia, si no hay variación alguna, o
mayor placer de los objetos agradables. Pero no deben en el objeto, o en la potencia, o en el medio por donde se
lisonjearse mucho de esta ventaja, [359] pues tienen también comunica la especie. En el caso propuesto debemos
la misma disposición intrínseca para padecer más los suponer, que no hubo variación alguna ni en el Maná (pues
penosos. El que tiene un paladar de delicadísima, y bien esto consta de la misma Historia Sagrada), ni en los ojos de
templada textura, goza mayor deleite al gustar el manjar los Israelitas, ni en el medio por donde se les comunicaba la
regalado; pero también padece más grave desazón al gustar especie; pues esto, siendo común a todos, sería una cosa
el amargo, o acerbo. El que es dotado de mejor oído, percibe totalmente insólita, y preternatural, que no dejaría de insinuar
mayor deleite al oído una música dulce; pero también mayor el Historiador Sagrado: fuera de que en ese caso tendrían
inquietud al oír un estrépito disonante. Esto se extiende aun legítima disculpa los Israelitas en el aborrecimiento del
a la potencia intelectiva. El de más penetrante entendimiento Maná: luego aquel tedio no estaba en los ojos, sino en la
se deleita más al oír un discurso excelente; pero también imaginativa.
padece mayor desabrimiento al oír una necedad.
19. Ni se me oponga, que también sería cosa totalmente
§. IV insólita, que la imaginativa de todos se viciase con aquel
tedio. Digo, que no es eso insólito, o preternatural, sino
15. La segunda causa del gusto es la aprehensión; y de la naturalísimo, porque los males de la imaginativa son
variedad de gustos, la variedad de aprehensiones. De suerte, contagiosos. Un individuo solo es capaz de inficionar todo un
que subsistiendo el mismo temple, y aun la misma Pueblo. Ya se ha visto en más de una, y aun de dos
percepción es el órgano externo, solo por variarse la Comunidades de mujeres, por creerse Energúmena una de
aprehensión, sucede desagradar el objeto que antes placía, ellas, ir pasando sucesivamente a todas las demás la misma
o desplacer el que antes agradaba. Esto se probará de aprehensión, y juzgarse todas poseídas. Sobre todo una
varias maneras. Muchas veces el que nunca ha usado de aprehensión fastidiosa es facilísima de comunicar. Se nos
alguna especie de manjar, especialmente si su sabor es muy viene naturalmente el objeto a la imaginativa, como
diverso del de los que usa, al probarlo la primera vez se corrompido de aquella tediosa displicencia, que vemos
disgusta de él, y después, continuando su uso, le come con manifiesta otro hacia él, especialmente si el otro es persona
deleite. El órgano es el mismo, su temperie, y aun su de alguna especial persuasiva, u de muy viva imaginación,
sensación la misma. ¿Pues de dónde nace la diversidad? De porque [362] ésta tiene una fuerza singular para insinuar en
que se varió la aprehensión. Miróle al principio como extraño otros la misma idea de que está poseída.
el paladar, y por tanto como desapacible; el uso quitó esa
aprehensión odiosa, y por consiguiente le hizo gustoso. §. VI

16. Al contrario, otras muchas veces, y aun 20. Puesto ya, que el gusto depende de dos principios
frecuentísimamente, el manjar que, usado por algunos días, distintos; esto es, unas veces del temperamento, otras de la
es gratísimo, se hace ingrato continuándose mucho. La aprehensión, digo, que cuando depende del temperamento,
sensación del paladar es la misma, como cualquiera, que no cabe disputa sobre el gusto; pero sí cuando viene de la
haga reflexión, experimentará en sí propio; pero la aprehensión. Lo que es natural, e inevitable, no puede
consideración de su repetido uso excita una reprehensión impugnarse con razón alguna; como ni tampoco hay razón
fastidiosa, que le vuelve aborrecible. De esto hay un ejemplo alguna, que lo haga plausible, o digno de alabanza. Tan
insigne, y concluyente en las Sagradas Letras. [360] imposible es que deje de gustar de alguna cosa el que tiene
Llegaron los Israelitas en el Desierto a aborrecer el alimento el órgano en un temperamento proporcionado para gustar de
del Maná, que al principio comían con deleite. ¿Nació esta ella, como lo es, que el objeto a un tiempo mismo sea
mudanza de que, por algún accidente, hiciese en la proporcionado, y desproporcionado al sentido. No digo yo
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todos los hombres, mas ni aun todos los Angeles podrán lograría en aquel lance el importantísimo beneficio, que
persuadir a uno, que tiene las manos ardiendo, que no guste había conseguido en la otra ocasión; bien que no ignoro, que
de tocar cosas frías. Podrán sí persuadirle, o por motivo de la dificultad había crecido en lo inveterado del mal.
salud, u de mérito, que no las aplique a ellas; pero que
aplicadas no sienta gusto en la aplicación, es absolutamente 24. Es naturalísimo desee el Lector saber a qué industria se
imposible. debió esta hazaña, no solo por curiosidad, mas también por
la utilidad de aprovecharse de ella, si le ocurriese ocasión
21. No es así en los gustos, que penden precisamente de la semejante. Parece que no hubo industria alguna; antes
aprehensión, porque los vicios de la aprehensión son muchos mirándolo a primera luz, bien lejos de graduarlo
curables con razones. Al que mira con fastidioso desdén [365] de ingenioso acierto, lo reputarán una feliz necedad.
algún manjar, o porque no es del uso de su tierra, o por su ¿Quién pensará, que de intento, y derechamente me puse a
bajo precio, o porque es alimento común de gente inculta, y persuadir a una loca, que lo estaba, y que cuanto pensaba, y
bárbara, es fácil convencerle con argumentos de que ese decía era un continuado desatino? ¿O quién no diría, al
horror es mal fundado. Es verdad, que no siempre que se verme esperanzado de ilustrarla por este medio, que yo
convence el entendimiento, cede de su tesón la imaginativa; estaba tan loco como ella? Para conocer la verdad de lo que
pero cede muchas veces, como la experiencia muestra a yo le proponía, era menester tener el uso de la razón, el cual
cada paso. le faltaba; y si no la conocía, era inútil la propuesta: con que
parece que era una quimera cuanto yo intentaba. Sin
22. Aun cuando el vicio de la imaginativa se comunica al embargo este fue el medio que tomé. Por qué, y cómo se
entendimiento, halla tal vez el ingenio medios con que logró el efecto, explicaré ahora.
curarle en una, y otra potencia. Los Autores Médicos refieren
algunos casos de estos. A uno, que creía tener un cascabel 25. Para vencer cualquiera estorbo, o lograr cualquiera fin,
dentro del celebro, cuyo sonido aseguraba [363] oía, curó el no se ha de considerar precisamente el medio, o instrumento
Cirujano, haciéndole una cisura en la parte posterior de la de que se usa; mas también la fuerza, y arte con que se
cabeza, donde entrando los dedos, como que arrancaba maneja. La cimitarra del famoso Jorge Castrioto en la mano
algo, le mostró luego un cascabel, que llevaba escondido, de su dueño de un golpe cortaba enteramente el cuello a un
como que era el que tenía en la cabeza, y acababa de toro; trasladada a la del Sultán, solo hizo una pequeña
sacarle de ella. Otro, que imaginaba tener el cuerpo lleno de herida. Esto pasa en las cosas materiales, y esto mismo
culebras, sapos, y otras sabandijas, fue curado dándole una sucede en el entendimiento. Usando de la misma razón uno
purga, y echando con disimulo en el vaso excretorio algunos que otro, hay quien desengaña de su error a un necio en un
sapos, y culebras, que le hicieron creer eran los que tenía en cuarto de hora, y hay quien no puede convencerle en un día;
el cuerpo, y había expelido con la purga. A otro, que había ni en muchos días. ¿Pues cómo, si ambos echan mano del
dado en la extravagante imaginación de que si expelía la mismo instrumento? Porque le manejan de muy diferente
orina, había de inundar el mundo con ella, y deteniéndola por modo. Las voces de que se usa, el orden con que se
este miedo, estaba cerca de morir de supresión, sanaron, enlazan, la actividad, y viveza con que se dicen, la energía
encendiendo una grande hoguera a vista suya, y de la acción, la imperiosa fuerza del gesto, la dulce, y al
persuadiéndole, que aquel fuego iba cundiendo por toda la mismo tiempo eficaz valentía de los ojos, todo esto conspira,
tierra, la cual sin duda en breve se vería reducida a cenizas, y todo esto es menester para introducir el desengaño en un
si no soltaba los diques al fluido excremento, para apagar el entendimiento, o infatuado, o estúpido. La mente del hombre,
incendio, lo que él al momento ejecutó. A este modo se en el estado de unión al cuerpo, no se mueve solo por la
pueden discurrir otros estratagemas para casos semejantes, razón pura, mas también por el mecanismo del órgano; y en
en los cuales será más útil un hombre ingenioso, y de buena este mecanismo tienen un oculto, pero eficaz influjo las
inventiva, que todos los Médicos del mundo. exterioridades expresadas. Conviene también variar las
expresiones, mostrar la verdad a diferentes luces, porque
23. Lo que voy a referir es más admirable. Sucedióme esto es como dar vuelta a la muralla para ver por donde se
revocar al uso de la razón a una persona, que mucho tiempo puede abrir la brecha. Ello en el caso dicho se logró el fin,
antes le había perdido, aun sin usar de estos artificiosos como pueden [366] testificar más de veinte Religiosas del
círculos, sino acometiendo (digámoslo así) frente a frente su Convento mencionado, que viven hoy, y vieron el suceso. No
demencia. El caso pasó con una Monja Benedictina del solo en esta ocasión, también en otra logré ilustrar a un loco
Convento de Santa María de la Vega, existente extramuros mucho más rematado, haciéndole conocer el error, que sin
de esta Ciudad de Oviedo. Esta Religiosa, que se llamaba intermisión traía en la mente muchos años había. Es verdad,
Doña Eulalia Pérez, y excedía la edad sexagenaria, que en éste mucho más presto se apagó la luz recibida; de
habiendo pasado dos, o tres años después de perdido el modo, que apenas duró dos minutos el desengaño. Tampoco
juicio, sin que en todo ese tiempo gozase algún lúcido yo insistí con tanto empeño, porque no había la necesidad
intervalo, ni aun por brevísimo tiempo, cayó en una fiebre, que en el otro caso.
que pareció al Médico peligrosísima (aunque de hecho no lo
era), por lo cual fui llamado para administrarla el socorro 26. Confieso, que en una perfecta demencia no habrá
espiritual, de que estuviese capaz. Entrando en su aposento, recurso alguno: es preciso que reste alguna centellita de
la hallé tan loca como me habían informado lo estaba antes; razón, en quien se encienda esta pasajera llama. En la
y realmente era una locura rematadísima [364] la suya. ceniza, por más que se sople, no se producirá la más leve
Apenas había objeto, sobre el cual no desbarrase luz. ¿Pero cuando se halla una perfecta demencia? Pienso
enormemente. Empecé, intimándola que se confesase: que nunca, o casi nunca. Apenas hay loco, que en cuanto
respondía ad Ephesios. Propúsele la gravedad de su mal, y piensa, dice, y hace, desatine. Todo el negocio consiste en
el riesgo en que estaba, según el informe del Médico: como acertar con aquella chispa, que ha quedado, y saber agitarla
si hablase con un bruto. Todo era prorrumpir en con viveza. Nadie nos pida lecciones para practicarlo, porque
despropósitos. Bien que el error, que más ordinariamente son inútiles. Es obra del ingenio, no de la instrucción.
tenía en la imaginación, y en la boca, era, que hablaba a
todas horas con Dios, y que Dios la revelaba cuanto pasaba, 27. Los ejemplos alegados prueban superabundantemente
y había de pasar en el mundo. Viéndola en tan infeliz estado, nuestro intento. Si es posible reducir a la razón a quien tiene
me apliqué con todas mis fuerzas a tentar si podía encender dañado juntamente con la imaginativa el entendimiento,
en su mente la luz de la razón, totalmente extinguida al mucho más fácil será reducir a quien solo tiene viciada la
parecer. En cosa de medio cuarto de hora lo logré. Y luego, imaginativa, sin lesión alguna de parte del entendimiento,
temiendo justamente, que aquella fuese una ilustración especialmente cuando como en el caso de la cuestión, el
pasajera como de relámpago, me apliqué a aprovechar aquel vicio de la imaginativa es sólo respectivo a objeto
dichoso intervalo, haciendo que se confesase sin perder un determinado. De todo lo alegado en este Discurso se
momento; lo que ejecutó con perfecto conocimiento, y entera concluye, que hay razón para el gusto, y que cabe razón, o
satisfacción mía. Después de absuelta, estuve con ella por disputa contra el gusto.
espacio de media hora, y en todo este tiempo gozó
íntegramente el uso de la razón. Despedíme sin administrarla --------------------------------------------------------------------------------
otro Sacramento, por conocer que la fiebre no tenía visos de
peligrosa, aunque el Médico la constituía tal, como en efecto {Benito Jerónimo Feijoo (1676-1764), Teatro crítico universal
dentro de pocos días convaleció; pero la ilustración de su (1726-1740), tomo sexto (1734). Texto tomado de la edición
mente fue transitoria, como yo me había temido. Dentro de de Madrid 1778 (por Andrés Ortega, a costa de la Real
pocas horas volvió a su demencia, y en ella perseveró sin Compañía de Impresores y Libreros), tomo sexto (nueva
intermisión alguna hasta el momento de su muerte, que impresión, en la cual van puestas las adiciones del
sucedió tres, o cuatro años después. Hallábame yo ausente Suplemento en sus lugares), páginas 352-366.}
de Oviedo cuando murió, y me dolió mucho al recibir la
noticia, creyendo con algún fundamento, que acaso le
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Fray Benito Feijoo de la penetración de algunos de ellos, ciertamente se infiere
que su conocimiento físico era muy superior al de todos los
Teatro crítico universal / Tomo cuarto Filósofos de este tiempo. De Pherecides, Maestro de
Discurso doce Pitágoras se refiere, que probando la agua de un pozo,
predijo que dentro de tres días habría un terremoto, lo cual
sucedió. Otra predicción semejante, comprobada también
Resurrección de las Artes, con el éxito, se cuenta de Anaximandro, Príncipe de la Secta
y Apología de los Antiguos Jónica. De Demócrito se dice, que presentándole un poco de
leche, ó con su inspección ó con la prueba del paladar,
conoció ser de una cabra negra que no había parido más
§. I que una vez; y que a una mujer a quien la tarde antecedente
había saludado como Virgen: Salve virgo, porque de hecho
1. Uno de los delirios de Platón fue, que absuelto todo el lo era entonces; viéndola a otro día, usó en la salutación de
círculo del Año magno (así llamaba a aquel grande espacio voces con que notó haber sido violada aquella noche: Salve
de tiempo en que todos los Astros, después de innumerables mulier; lo que después se verificó. [306]
giros, se han de restituir a la misma postura y orden que
antes tuvieron entre sí) se han de renovar todas las cosas; §. III
esto es, han de volver a parecer sobre el teatro del mundo
los mismos actores a representar los mismos sucesos, 5. Una ventaja no puede negarse a los modernos para
cobrando nueva existencia hombres, brutos, plantas, piedras; adelantar más que los antiguos en todo género de Ciencias;
en fin, cuanto hubo animado, e inanimado en los anteriores pero debida, no a la habilidad sino a la fortuna. Esta consiste
siglos, para repetirse en ellos los mismos ejercicios, los en la mayor oportunidad que hay ahora de comunicarse
mismos acontecimientos, los mismos juegos de la fortuna mutuamente los hombres aún a Regiones distantes, todos
que tuvieron en su primera existencia. los progresos que van haciendo en cualesquiera facultades.
El mayor comercio de unas Naciones con otras, y la
2. Este error, a quien unánimes se oponen la Fe, y la luz invención de la Imprenta hicieron a nuestro siglo este gran
natural, tiene tal semejanza con una sentencia de Salomón beneficio. Algunos antiguos Filósofos lograron cierto
tomada según la corteza, que puede servir de [304] equivalente en los viajes que hacían a aquellas Regiones
confirmación a los que juzgan que Platón tuvo algún estudio donde más florecían las letras, para consultar a sus sabios.
en los libros sagrados, y trasladó de ellos muchas cosas que Especialmente los de Grecia era frecuente pasar a
se hallan en sus escritos, aunque por la mayor parte comunicar los de Egipto. Pero hoy se logra mucho mayor
viciadas. Dice Salomón en el capítulo primero del fruto y con mucho menor fatiga, teniendo presentes dentro
Eclesiastes, que no hay cosa alguna nueva debajo del Sol: de una Biblioteca no sólo los sabios de muchas Naciones,
que lo mismo que se hace hoy, es lo que se hizo antes, y se mas también de muchos siglos.
hará después: que nadie puede decir: esto es reciente, pues
ya precedió en los siglos anteriores. Pero los sagrados 6. La falta de Imprenta que dificultaba la comunicación
Intérpretes, examinando el intento de Salomón en aquel recíproca de los antiguos, casi del todo cortó la de los
capítulo, hallan su sentencia ceñida a mucho más angostos antiguos con los modernos. Muchos de aquellos nada
límites que la Platónica; como que sólo haya querido que se escribieron, temerosos de que por la grave dificultad que
repitan en el decurso de los siglos los mismos movimientos había en multiplicar ejemplares, se sepultasen luego en el
Celestes, las mismas revoluciones elementales; y en orden a olvido sus escritos; y faltándoles el cebo de la fama, no es
las cosas humanas se observe la misma índole de los mucho que mirasen con desamor la fatiga. Otros escribieron,
hombres en unos siglos que en otros, las mismas pero cayeron en el inconveniente que a los primeros movió a
aplicaciones: que finalmente, en lo que prende del discurso, no escribir.
de la fortuna, y el albedrío, haya bastante semejanza entre
los tres tiempos, pasado, presente, y futuro; pero con 7. De aquí viene el que necesariamente ignoremos a que
algunas excepciones. términos se extendió el conocimiento de los antiguos en
varias materias; y por una retorsión injusta transferimos a
§. II ellos nuestra ignorancia, pretendiendo que se les ocultó todo
aquello que a nosotros se nos oculta, si lo supieron, ó no.
3. {Pintura. Escultura. Ciencias Teóricas. Física.} La
excepción que principalísimamente señalan, es en orden a 8. Para desagravio, pues, de toda la antigüedad, a quien
los nuevos descubrimientos en las Ciencias, y Artes. La injuria este común error, sacaré aquí al Teatro varios
experiencia parece muestra en esta materia muchas cosas inventos pertenecientes a distintas facultades, tanto prácticas
totalmente incógnitas a los pasados siglos; y la persuasión como especulativas, con pruebas legítimas de [307] que su
fundada en esta experiencia se fortifica mucho con la primera producción fue muy anterior al tiempo que
preocupación en que están comúnmente los hombres, de comúnmente se les señala por data. Así se verá, no sólo que
que los genios de nuestros tiempos son para muchas cosas el ingenio de los antiguos en nada fue inferior al de los
más vivos, más penetrantes que los de nuestros mayores; modernos, mas también que los modernos injustamente se
concibiendo en estos unos buenos hombres, cuyas jactan de inventores en muchas cosas de que realmente lo
especulaciones no pasaban más allá de lo que fueron los antiguos.
inmediatamente persuadían las representaciones de los
objetos en los sentidos. §. IV

4. Pero el concepto que se hace de la menor habilidad de los 9. {Filosofía} Empezando por la Filosofía, es cierto que la
antiguos, es totalmente errado. Nuestros mayores fueron que se llama moderna (esto es la corpuscular) es más
hombres como nosotros, dotados de alma racional de la antigua que las que hoy se llaman antiguas. Hiciéronla, no
misma especie que la nuestra, a quien por consiguiente [305] nacer, sino resucitar en el siglo pasado Bacon de Verulamio,
eran connaturales todas las facultades, ó virtudes operativas Gasendo, Descartes, y el Padre Maignan; pues su primera
que nosotros poseemos. Los efectos asimismo lo acreditan producción se debió a Leucipo, Maestro de Demócrito, y
en los ilustres monumentos que nos han quedado de su anterior algunos años a Platón. Algunos le dan mucho mayor
ingenio, respecto de algunas Artes. ¿Qué cosa hay en antigüedad, derivándola de Moscho, Filósofo Fenicio, que
nuestro siglo que pueda competir los primores de la Poética, floreció antes de la guerra de Troya.
y Oratoria del siglo de Augusto? ¿Qué plumas tan bien
cortadas para la Historia, como algunas de aquel tiempo? 10. Aún las máximas, que como especialísimamente suyas
Retrocediendo dos ó tres siglos más, y pasando de Italia a ostentó Descartes, es probabilísimo que no fueron
Grecia, se hallan en aquella Región floreciendo en el más legítimamente adquiridas por sus especulaciones, sino
alto grado de perfección no sólo la Retórica, la Historia, y la robadas a otros Autores que le precedieron. Jordán Bruno,
Poesía, mas también la Pintura, y la Escultura. En las Filósofo Napolitano, y Juan Keplero, famoso Matemático
Ciencias Teóricas es preciso que concedan grandes ventajas Alemán, habían escrito claramente la doctrina de los
a los antiguos todos aquellos que no quieren que nos Turbillones, a que está vinculado todo el sistema Cartesiano.
apartemos ni un punto de espacio de la Dialéctica, Física, y Así el doctísimo Pedro Daniel Huet, en su Censura de la
Metafísica de Aristóteles. Y los que en este tiempo se Filosofía Cartesiana, no duda afirmar que Descartes fue en
oponen a Aristóteles, buscan el patrocinio de otros Filósofos esta y otras cosas Copista de Keplero; si bien, que ni aún a
anteriores, especialmente el de Platón. Acaso fueran este quiere dejar en la posesión de Autor de los Turbillones,
preferidos a Aristóteles, y a Platón otros Filósofos de aquella pues les da mucho más anciano origen, atribuyéndolos a
remota antigüedad, si hubieran llegado a nosotros sus Leucipo, de quien hablamos en el número antecedente. A la
escritos. Si son verdaderas las noticias que nos han quedado verdad, en la doctrina de este Filósofo, propuesta por
4
Diógenes Laercio, se hallan delineados con bastante claridad {(a) Una de las grandes y utilísimas obras de la Medicina
aquellos portentosos giros de la materia, en que consiste el Quirúrgica, que se juzga invención de estos últimos tiempos,
sistema de Descartes. De modo, que a esta cuenta, es la operación lateral para extraer el cálculo de la vejiga. Un
Descartes robó a Keplero lo mismo que Keplero había Tercero del Orden de San Francisco, llamado Fr. Jacobo
robado a Leucipo. Posible fue (no lo niego), que a estos tres Beaulieu, natural del [310] Franco Condado, empezó a
sabios, sin [308] valerse de luces ajenas, ocurriese el mismo practicarla en su País con grande reputación, la cual
pensamiento; pero por lo menos contra Descartes está la aumentó después viniendo a París; pero examinados con
presunción; porque por una de sus cartas consta que manejó más cuidado los sucesos, se halló ser por la mayor parte
las Obras de Keplero. infelices. Sin embargo, no cayó de ánimo el nuevo Operador.
El método en la substancia era admirable; pero acompañado
11. Otros muchos robos literarios imputaron a Descartes de defectos que podían remediarse, como en efecto los
algunos enemigos suyos; entre los cuales se cuenta que remedió en gran parte Fr. Jacobo, ya por reflexiones propias,
todo lo que dijo de las Ideas lo tomó de Platón. Pero valga la ya por advertencias ajenas. Perfeccionó más el método
verdad: no hay ni un rastro de semejanza entre lo que el Monsieur Rau, célebre Profesor de Cirugía en Leide.
antiguo Griego y el moderno Francés escribieron sobre esta Siguióle, y le adelantó Monsieur Douglas, Cirujano Inglés.
materia. [309] Finalmente, con más felicidad que todos los que precedieron,
practicó el mismo método (ó le práctica, si vive aún)
{(a) A las doctrinas Filosóficas que en el citado lugar Monsieur Cheselden, también Inglés, al cual de cuarenta y
señalamos como de invención anterior a los Modernos que siete calculosos en quienes hizo la operación, sólo se
se creen Autores de ellas, añadiremos algunos atrás. murieron dos, y aún esos tenían otras circunstancias para
morir. Monsieur Morand, gran Cirujano Parisiense, habiendo
2. La materia Sutil, que se juzga producción de Renato ido a Londres y visto obrar a Cheselden, tomando su
Descartes, quien muchos haya sido conocido de Platón, método, le practicó después en París también con felicidad,
Aristóteles, y otros Antiguos, debajo del nombre de Ether, a acompañándole óimitándole al mismo tiempo Monsieur
quien daban el atributo de quinto Elemento, distinto de los Perchet; de modo que habiendo cada uno hecho la
cuatro vulgares. Mas a lo menos por lo que toca a operación lateral en ocho calculosos, a cada uno se murió
Aristóteles, se padece en esto notable equivocación. Conoció uno no más; esto es, de diez y seis dos; siendo así, que de
sin duda este Filósofo, y habló de la materia etérea como de doce que en el Hospital fueron tratados con el método
cuerpo distinto de la agua, la tierra, el aire, y el fuego; pero común, que llaman el grande aparejo, murieron cuatro. Lo
dejándola en las celestes esferas, de quienes la consideró que hace a nuestro propósito es, que Monsieur Cheselden,
privativamente propia, como sería fácil demostrar exhibiendo cuando le improbaban el arrojo de una operación nueva y
algunos lugares suyos. Esto dista mucho de la doctrina de nada autorizada en materia de tanto riesgo, no respondía
Descartes, que hace girar y mover incesantemente su otra cosa, sino: Leed a Celso. En efecto la descripción de la
Materia Sutil por todo el mundo sublunar, penetrando todos operación lateral se halla en Celso, lib. 7, cap. 26, aunque no
los cuerpos, mezclándose con todos, y animándolos, con la perfección que hoy se practica; de modo, que una
digámoslo así, de modo que sin ella se reduciría a una operación Médica que se juzgaba inventada a fines del siglo
estúpida y muerta masa el resto de todos los demás cuerpos. pasado, se halla tener por lo menos diez y siete siglos de
Ni aún Aristóteles consta líquidamente, si tuvo a la materia antigüedad}
etérea por fluida, ó, sólida; y yo me inclino más a lo segundo.
13. No asegura que el Autor citado pruebe eficazmente todo
3. Mas ya que no en Aristóteles, en otro Filósofo antiguo, en lo que propone. En el resumen que leí de su libro, se exhiben
Crisipo, hallamos la materia sutil en la forma que Descartes las aserciones sin las pruebas; pero me inclino a que en
la propuso, esto es mezclada con todos los cuerpos. Así lo algunos puntos no son aquellas muy sólidas. En cuanto a la
testifica Diógenes Laercio, alegado por el Padre Regnault. El generación en el huevo, así Hipócrates, como Aristóteles, en
Autor de la Filosofía Mosaica, citado por dicho Padre, un lugar que he visto del primero, y en dos del segundo, sólo
atribuye la misma opinión a los Pitagóricos. El que aquellos dicen que lo que se ve en el útero poco después del
Filósofos que quisieron establecer una alma común del concepto, tiene alguna semejanza con el huevo. Aristóteles:
mundo, en esa alma entendieron lo mismo que Descartes en Quae verò intra se pariunt animal, iis quodammodò post
su Materia Sutil, como pretenden algunos Modernos, nos primun conceptum [311] oviforme quiddam efficitur. Y en otra
parece nada verosímil. parte: Velut ovum in sua membranula contectum.Hipócrates:
Tenituram, quae sex diebus in utero mansit, ipse vidi: qualis
4. Aunque se crea que Galileo descubrió en el siglo pasado erat ego referam, velut si quis ovo crudo externam testam
el [309] peso del aire, ya en otra parte hemos escrito que adimat. Este modo de decir dista mucho de la opinión de los
Aristóteles lo conoció; pues afirmó que un odre lleno de aire modernos: lo primero, porque estos absolutamente profieren
pesa más que vacío. Su comprensibilidad, y expansibilidad que es huevo perfecto, y no sólo cosa como huevo aquel de
alcanzó Séneca; conque no pudo menos de alcanzar la que se engendra el hombre (lo mismo de todos los demás
elasticidad. Aer, dice, spissat se, modò expandit : : : : aliàs animales): lo segundo, porque Hipócrates, y Aristóteles sólo
contrahit, aliàs diducit (lib. 5. Natural. quaest)} después de la concepción afirman aquella semejanza del
huevo. Los modernos han hallado los huevos perfectos y
§. V formados antes de la concepción en los vasos, que por esto
llaman ovarios, de donde por las tubas, dichas Falopianas
12. {Medicina, y Anatomía} En cuanto a la Medicina, y (denominación tomada de su descubridor Gabriel Falopio,
Anatomía hay tanto que decir de los que se creen nuevos celebre Anatómico, natural de Módena) bajan al útero en la
descubrimientos y no lo son, que Teodoro Jansonio imprimió obra de la generación.
un libro en Amsterdam sobre este asunto el año de 1684, de
que se da noticia en la República de las Letras al mismo año. 14. Por lo que mira a ser causa de la fiebre el amargo, y el
En él prueba, que la opinión que tanto ruido hace de un ácido, no sé que haya otra cosa en Hipócrates, sino lo que
tiempo a esta parte, de que la generación del hombre se dice en lo de Veteri Medicina, que las inmutaciones
hace en un huevo, se halla en Hipócrates, en Aristóteles, y morbosas de nuestros cuerpos dependen mucho menos de
otros antiguos. Que los conductos salivales, cuya invención las cuatro cualidades elementales, que del amargo, el ácido,
se atribuye a un Médico Danés llamado Stenon, no fueron el salso, &c. Pero parece que hay poca consecuencia de lo
ignorados de Galeno. Lo mismo pretende de las glándulas que profiere Hipócrates en este lugar a lo que pronuncia en
del estómago, de cuyo descubrimiento se hizo honor Tomás otros infinitos, donde imputa a sólo el exceso de las
Wilis. Que Nemesio, Autor Griego del cuarto siglo, conoció el cualidades elementales casi todas nuestras dolencias. He
uso de la bilis en orden a la digestión de los alimentos; dicho casi, por exceptuar aquellas, de las cuales por
aunque se cree que Silvio poco ha fue el primero que lo sospechar causa más recóndita, dice que tienen no sé qué
advirtió. Que así Hipócrates, como Galeno, conocieron el de divinas.
jugo pancreático, de que se juzga inventor Virsungo Médico
Paduano; y las glándulas de los intestinos, manifestadas §. VI
muchos siglos después por Peyero. Lo mismo dice de las
venas lácteas, cuyo primer descubridor se jactó Gaspar 15. {Circulación de la sangre} En orden a la circulación de la
Aselio Médico de Cremona. Que la circulación de la sangre sangre muchos modernos se han empeñado en que
fue conocida por Hipócrates. También la continua Hipócrates la conoció, y para eso alegan algunos lugares
transpiración de nuestros cuerpos. En fin, que este sabio suyos; pero hablando con sinceridad, traídos por los
Griego comprendió que la fiebre no es causada por el calor, cabellos. Este es conato inútil, ocasionado de un vano
sino por el amargo, y el ácido. [310] pundonor de aquellos que no quieren que a Hipócrates se le
[312] haya ocultado cosa alguna que otro hombre haya
alcanzado.
5
osculis communicantes, ut putavit Galenus, solo tactu
{(a) En las Actas Físico-Médicas de la Academia Leopoldina, temperat. Huic sanguinis circulationi ex dextro cordis
compendiadas en las Memorias de Trevoux del año de 1729, ventriculo per pulmonis in sinistrum ejusdem ventriculum
art. 10, en nombre de Monsieur Heister se citan dos pasajes, optimè culo respondent ea, quae ex dissectione apparent.
uno de Plutarco, otro de un antiguo Escoliador de Eurípides, Nam duo sunt vasa in dextrum ventriculum desinencia, duo
en que formalmente se expresa la circulación de la sangre.} etiam in sinistrum; duorum autem unum intromittit tantùm,
alterum educit, membranis eo ingenio constitutis. Otro
16. Mas aunque no podamos remontar el gran igualmente claro se lee en el libro segundo de sus
descubrimiento de la circulación hasta el siglo de Hipócrates, Cuestiones Médicas, cap. 17.
podremos por lo menos darle origen algo más antiguo que el
que comúnmente se le atribuye. La opinión común reconoce {(a) El Barón de Leibnitz en una de sus Cartas, citada en las
por su inventor al Inglés Guillelmo Harveo. Pero algunos dan Memorias de Trevoux del año de 1737, afirma, como cosa
esta gloria al famoso Servita Fr. Pablo de Sarpi, más bien averiguada, que el verdadero descubridor de la
conocido por la parte que le infama, esto es, su desafecto a circulación de la sangre fue aquel famoso Hereje Antitrinitario
la Iglesia Romana, bien manifestado en la mentirosa Historia Miguel Servet, que fue quemado vivo en Ginebra por orden
del Concilio de Trento que salió a luz debajo del nombre de de Calvino. Fue este algo anterior a Andrés Cesalpino. La
Pedro Suave, que por su universal erudición en casi todas comprensión, y exactitud histórica del Barón de Leibnitz dan
las Ciencias. Dicen que este, habiendo penetrado con sus una gran seguridad a esta noticia. Conque la gloria del
observaciones el gran secreto del movimiento circular de la descubrimiento de la circulación de la sangre, que hasta
sangre, sólo se le comunicó en confianza al Embajador de ahora se disputó entre tres Italianos, y un Inglés, viene a
Inglaterra residente a la sazón en Venecia, y al insigne recaer en un Español. Ejerció este mucho tiempo la Medicina
Anatómico Fabricio de Acuapendente: que Acuapendente se en París. Así a su salud, como al honor de su Patria, hubiera
le participó al Inglés Guillelmo Harveo, estudiante entonces, estado bien que contentándose con ser Médico, no se
y discípulo suyo en la Escuela de Padua: que el Embajador, hubiera a Teólogo. Véase Tom. 3. de CC. Canutta 28.}
y Harveo guardaron exactamente el secreto confiado, hasta
que Harveo restituido a Londres, le publicó por escrito el año 19. Lo que, pues, debe discurrirse es, que Harveo [315]
de 1628, haciéndose Autor él. habiendo leído los escritos de Cesalpino, supo aprovecharse
de ellos más que todos los demás que los leyeron. Meditó la
17. Esta noticia necesita de más firmes apoyos para su materia, penetró la verdad, y halló las pruebas: en que le
crédito que la simple relación de algunos modernos, porque queda a salvo una no leve porción de gloria, aunque algo
tiene bastantes señas de inverosímil. ¿Qué motivo podía manchada esta con el ambicioso deseo de la fama de
tener el Padre Sarpi para hacer tanto misterio del inventor, quitándosela injustamente al que realmente lo
descubrimiento de la circulación, que solo se lo participase a había sido.
un íntimo amigo suyo (pues se asienta que lo era
Acuapendente), y a un señor Extranjero? Bien lejos de 20. Ya veo que no es mucho el exceso de antigüedad que
ocasionarle algún perjuicio este hallazgo, le daría un grande respecto de la opinión vulgar doy al invento de la circulación,
honor, como hoy se le da entre los que le juzgan [313] Autor haciéndole retroceder de Harveo a Andrés Cesalpino; pero
de él. Dice un Autor Protestante, que en los Países Católicos basta para el asunto de este Discurso, donde es mi intento
cualquiera novedad, aún la más inconexa y distante de los mostrar que muchos descubrimientos en Ciencias, y Artes
dogmas sagrados se trata como herejía, y que en esta tienen data anterior a la que le ha puesto la opinión común.
consideración escondió su descubrimiento el Padre Sarpi, Si se quiere pasar de Europa a Asia, mucho mayor
temeroso de pasar por hereje, ó a lo menos por sospechoso antigüedad se le hallará, pues Jorge Pasquio, citado en las
en la Fe. Extravagante impostura, pero muy propia de la Memorias de Trevoux, y otros Autores, dicen que más de
Religión de su Autor; pues mucho tiempo ha que los cuatro siglos antes que se publicase en Europa, era
Protestantes calumnian nuestro celo por la Fe, como que conocida la circulación de la sangre en la China.
declina a estupidez ó barbarie! No se niega que hay entre
nosotros algunos profesores rudos y malignos (como los hay 21. El mismo Pasquio dice también, que el conocimiento de
en todo el mundo), los cuales, al ver que con razones se les las enfermedades por el pulso tuvo su origen en la China en
combate alguna antigua máxima respectiva a su facultad, de tiempo de su Rey Hoamti, cuatrocientos años después del
que están ciegamente encaprichados, tocan a fuego Diluvio. Si ello es así, esta invención tiene más de mil y
queriendo hacerlo guerra de Religión, a traer violentamente a quinientos años más de antigüedad que la que la da Galeno,
Cristo por auxiliar de Aristóteles, Hipócrates, Galeno, ó quien hace primer Autor de ella a Hipócrates. ¿Pero qué
Avicena. Pero estos son las heces de nuestras Escuelas, hombre cuerdo se constituirá fiador de todo lo que dicen los
perillas toleradas que no tienen parte alguna en los Chinos de sus ilustres antigüedades?
rectísimos Tribunales donde se deciden las causas de
Religión. Por otra parte el Padre Sarpi dio tantas pruebas de §. VII
osado y resuelto en puntos mucho más graves, y que de
hecho perjudicaban notablemente a la Religión Católica, que 22. {Matemáticas}No podemos saber hasta donde llegaron
viene a ser sumamente irracional la sospecha de que por un los antiguos en el curso de las Matemáticas; porque se
temor tan vano huyese de descubrirse Autor de la circulación perdió la mayor parte de sus escritos. Es verosímil, que en
de la sangre. El indiscreto celo por su patria contra las los que perecieron se hallarían algunos de los que se tienen
prerrogativas de la Silla Apostólica, movió al Papa Paulo V a por nuevos descubrimientos; y acaso otros, que hasta ahora
llamarle a Roma, y después a excomulgarle por inobediente. están escondidos a la sagacidad de nuestros Matemáticos.
No sólo no desistió de su contumacia el atrevido Servita; Lo que nos ha quedado (pongo por ejemplo) de Arquímedes,
pero en venganza dio luego a luz su Historia del Concilio de Apolonio Pergéo, de Teodosio [316] Trípoli, Diofanto.
Tridentino, que verdaderamente es una Apología de los Alejandrino, persuade que en lo que pereció hemos perdido
herejes, y una violenta sátira contra todo gobierno de la grandes tesoros.
Iglesia Católica: fuera de otros escritos con que hizo creer a
los Protestantes (como aún hoy lo creen), que en el corazón {(a) Los Espejos ardientes, tanto por refracción como por
y en la mente fue totalmente suyo. ¿No es insigne delirio reflexión, fueron conocidos en los Antiguos. En cuanto a los
atribuir un temor desnudo de todo fundamento a un hombre Cóncavos, ó Ustorios por reflexión, es legítima prueba lo que
que toda su vida hizo profesión de temerario? [314] se cuenta de Arquímedes, y de Proclo, que quemaron con
ellos las Naves enemigas; pues aunque esto sea, como lo
18. Pero dejemos ya aparte las conjeturas, que son juzgamos, fábula, la fábula misma supone que hubo
excusadas cuando hay argumento concluyente. La verdad, y conocimiento de estos Espejos en la antigüedad. La ficción
verdad constante es, que ni Harveo, ni Sarpi fueron dióles el tamaño ó actividad que no tenían, ni acaso podían
inventores de la circulación de la sangre, sino Andrés tener; pero ciertamente cayó la ficción sobre la realidad de
Cesalpino, natural de Arezzo, famoso Médico y Filósofo, el otros de menor actividad y tamaño. Añado a esta prueba
cual floreció algo antes que Sarpi, y que Harveo. Esta gloria testimonio expreso y formal de Plutarco, que en la vida de
de Cesalpino no se funda en arbitrarias conjeturas, ni en Numa Pompilio, hablando del fuego sagrado y eterno, que
rumores populares, sino en testimonios claros que nos dejó guardaban en Roma las Vestales, y en Atenas, y Delfos unas
en sus escritos. Exhibiremos uno, que se halla en el lib. 5 de Sacerdotisas viudas, dice, que cuando por accidente sucedía
su Questiones Peripatéticas, cap. 5, y es el siguiente: Idcircò apagarse aquel fuego, teniendo por sacrilegio usar para
pulmo per venam arteriis similem ex dextro cordis ventriculo encenderle del fuego elemental, le encendían con una
fervidum hauriens sanguinem, eumque per anastomosim especie de Espejo cóncavo, a los rayos del Sol: Negant eum
arteriae venali reddens, quae in sinistrum cordis ventriculum fas esse ex alio accendi igne, sed novum, & recentem
tendit, transmisso interim aëre frigido per asperae arteria parandum, elicieudamque puram ac liquidam ex Sole
canales, qui juxta arteriam venalem protenduntur, non tamen falmmam. Succendunt eam scaphis cavatis in aequalia latera
6
orthogonia trigonalia, quae ex circunferentia in unum centrum Ptolomeo, contemplando los astros con un tubo compuesto
sunt devexa. His Soli obversis radii undique flagrantes de cuatro caños. Y aunque se pudiera discurrir, como se
conguntur, & contrahuntur ad centrum. discurre en el Diccionario de Moreri, que aquella imagen no
represente el Telescopio, sino un simple tubo sin vidrios, del
2. El que los Antiguos conociesen los Espejos Ustorios de cual acaso usarían Ptolomeo, y otros antiguos Astrónomos a
vidrio, ó por refracción, parece mucho más extraño. Sin fin de dirigir la vista con más seguridad y limpieza a los
embargo, este descubrimiento debemos a Monsieur de la objetos: la circunstancia de ser compuesto de cuatro caños
Hire, el cual halló una clara expresión de ellos en la primera conduce naturalmente a pensar que se haría de diferentes
Es cena del segundo Acto de la Comedia de Aristófanes, piezas, a fin de colocar los vidrios intermedios, lo que siendo
intitulada las Nubes. Hablan allí Strepiades (viejo gracioso) y de una pieza sola, era imposible. ¿Para qué la prolijidad de
Sócrates. Dicen: armarle de muchas piezas, si siendo de una, servía del
mismo modo para el logro de asegurar la vista, y
Strepiades. ¿Has visto en los Droguistas aquella bella piedra desembarazarla de la concurrencia de objetos extraños?
transparente con que se enciende fuego? [319]
Sócrates. ¿No quieres decir una piedra de vidrio?
Strepiades. Puntualmente {(a) Monsieur de Valois, de la Academia Real de las
Sócrates. ¿Y bien, qué harás con ella? Inscripciones [319] pretende probar por la Historia la
Strepiades. Cuando vengan a ejecutarme con la Escritura, de antigüedad del Telescopio. Dice que uno de los Ptolomeos,
que consta la deuda, yo tomaré esta piedra, y poniéndome al Reyes de Egipto, había hecho edificar una Torre, u
Sol, desde lejos quemaré la Escritura. Observatorio muy alto en la Isla donde estuvo el famoso
Faro de Alejandría; y que en lo más alto de la Torre hizo
(Historia de la Academia Real de las Ciencias, año 1708, colocar Telescopios de tan prodigioso alcance, que
pág. 112.)} descubrirían a seiscientas millas de distancia los Bajeles
enemigos que venían con intención de desembarcar en
23. {Maquinaria} Las obras admirables de Maquinaria de aquellas costas. (Historia de la Acad. De Inscripc. Tom. I,
algunos Ingenieros antiguos, cuya noticia hallamos en las pág. III.) Mas a la verdad, yo hallo esto imposible; no porque
Historias, nos convencen de su gran comprensión en esta haya repugnancia alguna en Telescopio de tanto alcance;
parte [317] de las Matemáticas. Tres años detuvo sino porque a tanta distancia era preciso que la curvatura del
Arquímedes con sus invenciones las Armas Romanas debajo arco del Globo terráqueo, interpuesto entre las Naves y la
de las murallas de Siracusa. Con una mano sola trasladó de Torre, estorbase la vista de aquellas, aun cuando la Torre
la playa a las ondas la grande Nave de Hierón, que no tuviese algunas millas de altura.}
habían podido mover todas las fuerzas de Sicilia. Cuarenta
célebres inventos mecánicos le atribuye Papo; y de tantos, §. XI
no sé que se nos haya conservado otro, que la Cochlea
acuática, llamada comúnmente Rosca de Arquímedes. De 27. {Aguja Náutica} De las dos propiedades insignes del
Diógenes, Ingeniero de Rodas, cuenta Vitruvio, que teniendo Imán, atractiva del hierro, y directiva al Polo, la segunda se
sitiada aquella Ciudad Demetrio Pliorcetes, levantó sobre la cree totalmente ignorada de los antiguos. Sin embargo, el
muralla, y metió dentro una grande torre movediza que había Inglés Jorge Wheler, citado en el Diccionario Universal de
aplicado a ella Epímaco, Ingeniero de Demetrio. Lo mismo Trevoux, asegura haber visto un libro antiguo de Astronomía,
refiere de Calias, famoso Arquitecto de Fenicia. Aristóteles, donde se suponía la virtud directiva de la Aguja tocada del
Arquitecto de Bolonia, que floreció en el siglo quince, Imán, aunque no empleada en el gobierno de la Náutica,
trasladó una torre de piedra de un lugar a otro. Cuéntalo sino en algunas observaciones Astronómicas. Dícese, que el
Jonsio, el cual dice, que cuando lo escribía aún vivían primero que la aplicó a la navegación fue Juan de Joya,
testigos de vista. Esta traslación es sin duda mucho más (otros llaman Guya, y Gyra) natural de Melfi en el Reino de
admirable, que la que hizo el célebre Fontana del Obelisco Nápoles, cerca del año 1300. Pero otros aseguran que en la
Vaticano en tiempo de Sixto Quinto, cuando va de mover un China era antiquísimo este uso, y que de allá trajo su
edificio compuesto de innumerables piedras, cuya conocimiento Marco Paulo Veneto cerca del año de 1260.
contextura, al menor desnivel era preciso descuadernarse, a [320]
mover una pieza sola. Omitimos por cosa sabida de todos las
estatuas de Dédalo, y la paloma de Arquitas Tarentino. {(a) Por el testimonio del docto Claudio Fauchet en las
antigüedades de la Lengua y Poesía Francesa, ni se debe al
§. VIII Gioya Amalfitano haber inventado la Aguja Náutica, ni a
Marco Paulo Veneto haber conducido su uso de la China;
24. En materia de Cosmografía la opinión de Nicolao porque antes de uno y otro se halla memoria de ella en un
Copérnico que pone al Sol inmóvil en el centro del Mundo, verso de un Poeta Francés, llamado Guiot de Provins, que
trasladando a la tierra los movimientos del Sol, y que como según dicho Fauchet escribió por el año 1200, ó algo antes,
una novedad portentosa fue admirada en el mundo; se sabe El verso es como sigue:
que es muy antigua, pues Aristarco de Samos, y Seléuco
llevaron la misma, según refiere Plutarco; y según otros, ya Iccele estiole en se muet
antes de Aristarco era corriente entre los Pitagóricos. Un art font, qui mentir non puet,
Par vertu de la marinette,
§. IX Une pierre laide, et noirette,
Ou lefer volentiers se joint. [320]
25. El descubrimiento atribuido a los Astrólogos modernos de
que los Cometas son cuerpos Supralunares ó Celestes, y no Marinette es la antigua voz Francesa, con que se nombraba
exhalaciones (como comúnmente [318] se cree) encendidas la Aguja Magnética, ó el Imán, sirviendo a la Navegación,
en la suprema región del aire; ya tuvo sectarios más ha de como significando inmediatamente piedra del Mar. La flor de
diez y siete siglos, pues Plinio dice que algunos de aquel Lis que en todas las Naciones ponen sobre la Rosa Náutica,
tiempo eran de este sentir. apuntando al Norte, da motivo a los franceses para discurrir
que la invención se debe a la Francia.
§. X
2. Lo que dijimos, que muchos aseguran que cerca del año
26. {Telescopio} Los dos grandes instrumentos de la 1260 trajo Marco Paulo Veneto de la China el conocimiento
Astronomía, y de la Náutica, el telescopio, y la Aguja tocada de la Aguja Náutica, es verdad en cuanto la proponemos
del Imán, antes fueron conocidas de lo que comúnmente se como opinión ajena; esto es, que muchos lo aseguran; pero
piensa. Atribúyese la invención del Telescopio de Largomira, absolutamente y en realidad falso en cuanto al tiempo que se
a Jacobo Mecio, Holandés, por los años de 1609, y su señala; pues de los mismo escritos de Marco Paulo consta,
perfección poco después al famoso Matemático Florentín que salió de Europa por los años 1268, ó 1269, y que no
Galileo de Galileis. Pero si hemos de creer al célebre volvió hasta el de 1295. Conque no pudo conducir a Europa
Franciscano Rogerio Bacon, ya este más de trescientos años aquel conocimiento cerca del año 1260. Esto es cerca de
antes había descubierto este maravilloso instrumento; pues treinta y cinco años antes que volviese a Europa; y cerca de
en el libro de Nullitate Magiae dice que por el medio de ocho ó nueve antes que saliese. Así es cierto, que los
vidrios artificiosamente dispuestos se pueden representar Padres Ricciolo, Dechales, y Tosca, que señalan el año de
como muy vecinos los objetos más distantes. Ni es de omitir 1260, padecieron engaño.
que nuestro sabio Monje Francés Don Juan de Mabillón en
su relación del Viaje de Italia dice haber visto en un 3. Algunos han querido darla mucho mayor antigüedad, aún
monasterio de la Orden un manuscrito antiguo más de dentro de la Europa; para lo cual producen este verso de
cuatrocientos años, donde está dibujado el Astrónomo Plauto en la Comedia Trinummus:
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que el oído se deleitaba con la dulzura de la voz, gozaba el
Hic secundus ventus est, cape modo versoriam. espíritu la elegancia y la suavidad del verso. No debemos,
pues, admirarnos de los prodigiosos efectos que se cuentan
La voz versoria quieren que no signifique otra cosa, que la de la música de los antiguos; pues gozaban juntos y unidos
Aguja Magnética. Pero a la verdad en este pasaje nada se los primores que en nuestros Teatros sólo se logran
puede fundar; porque la voz versoria es muy equívoca; pues divididos.»
significa también el Timón, significa una cuerda, ó complejo
de cuerdas que sirven al manejo de las velas; y en fin, la 31. Debemos confesar que no se sabe a punto fijo el
frase capere versoriam, según Paseracio, significa también carácter específico de la música antigua; porque aunque
retroceder.} Plutarco, y otros Autores nos dejaron algo escrito sobre esta
materia, no hallamos en ellos la claridad y extensión que es
§. XII menester para hacer un exacto cotejo de aquella con la
nuestra. Así sólo por dos principios extrínsecos podemos
28. {Música} Jactan sobremanera los Músicos de estos decidir la cuestión. El primero es el que insinúa el Padre
tiempos los grandes progresos que han hecho en su Calmet de los efectos prodigiosos de la antigua música.
profesión, como que de una armonía insípida, pesada, ¿Dónde se ve ahora, ni aún sombra de aquella facilidad con
grosera, pasaron a una música dulce, airosa, delicada; que los más primorosos músicos de la Grecia ya irritaban, ya
llegando a figurarse muchos que la práctica de esta facultad templaban las pasiones, ya encendían, ya calmaban los
llegó a colocarse en este siglo en el más alto punto de [323] afectos de los oyentes? De Antigenidas se refiere, que
perfección a que puede llegar. En el primer Tomo cotejamos tañendo un tono de genio marcial, enfurecía al grande
la música del siglo presente con la del pasado. Aquella Alejandro, de modo que en medio de las delicias del
cuestión conduce poco al intento de este Discurso. Lo que banquete saltaba de la mesa medio frenético, y se arrojaba a
aquí más importa examinar es, si la música de ahora (en que las armas. De Timoteo, otro músico de aquel Príncipe se
comprendemos [321] la del presente y la del pasado siglo) se cuenta, que no sólo hacía lo mismo; pero lo que era mucho
debe considerar como adelantada, ó superior a la que veinte más, después de encendido en cólera Alejandro, mudando
siglos ha practicaron los griegos. de tono al punto le templaba el furor, y eleva la ira. No es
menos admirable lo que se dice de Empédocles, (ó el
{(a) Una práctica en materia de música que se juzga ser famoso Filósofo de Agrigento, ó un hijo suyo del mismo
invención de este siglo es estampar las notas musicales nombre) que tañendo en la Flauta una canción suavísima,
sobre una línea sola, en que hay la conveniencia de ahorrar detuvo a un furioso mancebo que ya con el hierro desnudo
el mucho papel que se gasta en la práctica ordinaria de iba a atravesar el pecho a un enemigo suyo. Y de Tirteo,
colocarla en cinco líneas. Monsieur Sauveur propuso como Capitán de los Lacedemonios, en una expedición contra los
utilísimo este método de descifrar la música en una sola Mesenios, el cual tañendo un tono de gravedad tranquila al ir
línea, pienso que en el año 1709, y generalmente es tenido a entrar en la batalla, (porque era costumbre en aquella
por inventor de él. Pero Monsieur Brossard, Maestro de gente hacer preludio al combate con la música, y el mismo
Capilla de la Catedral de Strasburgo, que murió siete años Caudillo era excelente en esta profesión) introdujo un género
ha, músico eminente en la teórica y en la práctica, en una de sosiego manso en los Soldados que los hubiera hecho
Disertación escrita a modo de carta a Monsieur Moz, muestra víctimas de sus enemigos, si advertido el riesgo por Tirteo,
que esta práctica es antiquísima, porque de Alypio músico no hubiera pasado a un tono belicoso, con que
antiguo que floreció, según Monsieur Brossard, muchos años embraveciéndolos de nuevo y encendiendo su coraje, los
antes de Cristo, quedó, dice una Obra en que las notas hizo dueños de la victoria. La misma reciprocación de
musicales están puestas sobre una línea sola. Añade, que tempestad y calma se dice que produjo Pitágoras variando
este método se practicó constantemente muchos siglos; esto los tonos en un joven, en orden a otra pasión no menos
es, hasta nuestro famosos Benedictino Guido Aretino, que violenta que la de la ira. A todo excede la maravilla atribuida
mucho más cómodo para la práctica inventó el método de a Terpandro, que pulsando la lira apaciguó una sedición en
figurar la música en cinco líneas. Lacedemonia.

2. Dos años después que la idea de Monsieur Sauveur era 32. No sólo se experimentaba en la música de los antiguos
pública en Francia, un mozo Español aficionado a la música, esta valentía en conmover los afectos, mas también la
se dio en Madrid por inventor de aquel método; y sobre eficacia para curar varias enfermedades. Teofrasto refiere
introducirle tuvo algunas pendencias con otros músicos, en que con el concepto de varios instrumentos se curaban las
una de las cuales mereció que le desterrasen. El mismo se mordeduras de algunas sabandijas venenosas. A
dio a conocer el año de 28, que estuve en la Corte, Asclepiades se atribuye la curación de los frenéticos con el
jactándose conmigo de inventor de este método. Como yo mismo remedio; y a Ismenias Tebano, de la ciática, y otros
sabía que el Francés Sauveur le había precedido sobrado dolores. No pretendo que todas estas Historias se admitan
tiempo para que él pudiese apropiarse de la invención ajena, como inconcusas; pero sí que pasen como probables; pues
en vez del pláceme del descubrimiento, en términos [324] no hay imposibilidad alguna en los hechos, antes todos
templados recibió de mí una corrección de la impostura.} los efectos de la música expresados se pueden explicar con
un mero mecanismo, y sin recurrir a cualidades ocultas ó
29. Trató doctísimamente este punto el Autor del Diálogo de misteriosas simpatías.
Teágenes, y Calímaco, impreso en París en el año de 1725.
Este Autor afirma y prueba que los Músicos antiguos 33. El segundo principio extrínseco, de donde se puede
excedieron a los modernos en la expresión, en la delicadeza, deducir la perfección de la música antigua, es la grande
en la variedad, y en el primor de la ejecución. Del mismo aplicación que había a ella entre los Griegos. Era muy
sentir, en cuanto al exceso en la perfección tomada en frecuente en ellos al acabarse los banquetes pasar de mano
general, es nuestro grande Expositor de la Escritura el Padre en mano la lira entre todos los convidados; y el que no sabía
Don Agustín Calmet, en el Tom. I. de sus Disertaciones pulsarla, era despreciado como hombre rústico y grosero.
Bíblicas, pág.403, donde aprueba y confirma [322] el Los Arcades singularmente tenían por instituto irrefragable
dictamen y gusto que en orden a la música hemos ejercitarse en la música desde la infancia hasta los treinta
manifestado en el primer Tomo, por cuya razón pondré aquí años de edad. No es dudable, que cuanto más se multiplican
sus palabras. los profesores de cualquier Arte, tanto más este se
perfecciona; ya porque la emulación los enciende a buscar
30. «Muchos (dice) reputan con rudeza e imperfección la nuevos primores con que sobresalgan; ya porque es más
sencillez de la antigua música; pero nosotros sentimos que fácil entre muchos que entre pocos, hallarse algunos genios
esta misma dote la acredita de perfecta; porque tanto un Arte excelentes, tanto para la invención como para la ejecución.
se debe juzgar más perfecto, cuanto más se acerca a la Siendo, pues, mucho más frecuente el ejercicio de la música
naturaleza. ¿Y quién negará que la música sencilla es la que entre los antiguos que entre los modernos, es muy verisímil
más se acerca a la naturaleza, y la que mejor imita la voz y que aquellos excediesen a estos; y por consiguiente, en vez
las pasiones del hombre? Deslízase más fácilmente a lo de añadir nuevos primores la música moderna sobre la
íntimo del pecho, y más seguramente consigue halagar el antigua, se hayan perdido los principales de la antigua sin
corazón y mover los afectos. Es errado el concepto que se que encontrase otros equivalentes la moderna.
hace de la sencillez de la antigua música. Era sencillísima sí;
pero juntamente numerosísima, porque tenían muchos §. XIII
instrumentos los antiguos cuyo conocimiento nos falta, no
faltándoles, por otra parte la comprensión de la consonancia 34. En cuanto a los instrumentos músicos, pudiéramos decir
y la armonía. Añádase para hacer ventajosa su música sobre mucho de la gran variedad de ellos que había entre los
la nuestra, el sonido de los instrumentos no confundía las antiguos. Nuestro Calmet, que trata de intento en un
palabras del canto, antes las esforzaba; y al mismo tiempo Disertación de los que practicaban los Hebreos, hace
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descripción de muchos; y en su Diccionario Bíblico ocasión advierte aquí, que el Autor de Apelación sobre la
representa en una lámina veinte distintos. Es de creer que Piedra Filosofal, (a quién debo hacer la justicia de confesar
entre los Griegos, gente de más policía y más amante de la que escribe con limpieza, gracia, y policía) me acusa
música, hubiese muchos más. No tenemos por qué injustamente de contradicción ó incongruencia, por haber
lisonjearnos de que nuestra inventiva en esta parte sea dicho en una parte de aquel Discurso que es posible la
mayor ó mejor que la de los antiguos; pues habiendo producción artificial del oro, y en otra que es imposible. ¿Qué
perecido la ingeniosa invención de los órganos hidráulicos contradicción hay en decir al principio, que es posible
[325] que se practicaba entre ellos, y de que se cree Autor absolutamente la producción artificial del oro, y probar
Ctesibio, Matemático Alejandrino, más de cien años anterior después que es imposible por los medios por donde la
a la Era Cristiana, se trabajó después inútilmente, según intentan los Alquimistas? No mayor que en decir que es
refiere Vosio, en restaurarla. También es del caso advertir, absolutamente posible que un hombre vuele; y añadir
que algunos instrumentos que entre nosotros se juzgan después, que es imposible que vuele con alas de plomo.
invención de los últimos siglos, ya estuvieron en uso en otros Aquello he escrito yo. ¿Pues qué contradicción se me
muy remotos. Tales son el violón, el violín, cuya Antigüedad arguye?
prueba el Autor del Diálogo de Teágenes, y Calímaco por
una medalla que describe Vigenere, y una estatua de Orfeo §. XVI
que hay en Roma.
40. {Arte Schaenobática} Las dos Artes destinadas a la
§. XIV diversión y embelesamiento de los Pueblos, Schaenobática,
y Praestigiatoria, (Volatinería, y juego de manos) parece que
35. {Química} Llegamos ya a la Química, facultad, según el estuvieron sepultadas algunos siglos, y no ha mucho
sentir común, totalmente ignorada de los antiguos. Esta voz empezaron a admirarse como nuevas. Pero realmente son
Chímia, ó Chímica tiene diferentes sentidos; porque ya se antiquísimas, y Griegos, y Romanos las practicaron con igual
toma por aquella Filosofía Teórica que constituye por ó mayor primor que hoy se practican. Hacen mención de los
elementos de los mixtos el sal, azufre, y mercurio; ya por el Volatines (que los Griegos llamaban Schaenobates, y los
arte práctico de resolver y anatomizar los mixtos mediante la latinos Funambulos) Juvenal, Marcial, Manilio, y Petronio. No
operación del fuego; ya por aquella apetecida ciencia de sólo había hombres, y mujeres muy hábiles en éste género
transmutar los demás metales en oro. Aunque para significar de ejercicio; pero lo que es sumamente admirable, llegaron a
esto último se ha variado un poco el nombre, y se dice industriar en él aún a los mismos brutos. Plinio, lib. 8, cap. 2,
Alquimia, que quiere decir Química elevada ó sublime. y Séneca, epist. 85, testifican, que en algunas fiestas
Romanas se dio al Pueblo el prodigioso espectáculo de
36. De la Química Filosófica, ó Teórica, se proclama Elefantes Funámbulos. No sólo confirman este portento
vulgarmente Autor Teofrasto Paracelso, de quien en otra Suetonio, y Dion Casio, pero añaden sobre él otro mayor;
parte dimos bastante noticia. Pero es razón despojarle de esto es, que en unas fiestas que dio al Pueblo Nerón, un
este usurpador honor, por restituirle a su legítimo acreedor Caballero Romano bajó la maroma sentado sobre la espalda
Basilio Valentino, Monje Benedictino Alemán, cien años de un Elefante. Pondré las palabras de uno [328] y otro
anterior a Paracelso. Así lo han recogido Juan Bautista Escritor, porque maravilla tan alta pide acreditarse con el
Helmoncio, Roberto Boyle, y otros ilustres Químicos. Es de testimonio de dos Historiadores tan famosos. Suetonio:
creer (con más seguridad que la de la simple conjetura) que Notissimus Eques Romanus elephanto supersedens per
la doctrina de Basilio Valentino se comunicó a Paracelso por catadromum decucurrit. Catadromo era una maroma
medio de nuestro famoso Abad Juan Tritemio, pues de este inclinada del alto al suelo del Teatro. Aunque es verdad,
se asienta que fue insigne Químico; y Paracelso en varias según consta de algunas monedas, que para los Elefantes
partes se gloria de haber sido discípulo suyo. Por donde se Funámbulos se ponía tirantes dos maromas. Dion Casio:
puede inferir, que la Filosofía Química estuvo desde Basilio Elephans ad superius Theatri fastigium conscendit, atque
Valentino escondida en nuestros [326] Monasterios, hasta illinc per funes decurrit sessorem ferens.
que comunicada por Tritemio a Paracelso, la hizo este gran
Charlatán notoria al Orbe. 41. Sospecho que en Egipto se conservó la Arte
Schaenobática después que se perdió en Europa; porque
37. Aunque algunos profesores de la Química práctica Nicéforo Gregoras en el libro 8 refiere que en su tiempo
pretenden que sea antiquísima, derivando el nombre salieron de Egipto a varias partes cuarenta Volatines, de los
Chymia, ó Chemia, de Châm, el hijo de Noé, a quien hacen cuales poco más de veinte arribaron a Constantinopla, donde
inventor de este Arte, y de quien por medio de su hijo hicieron sus habilidades, más prodigiosas que las que hacen
Mizraim dicen pasó a los Egipcios, de estos a los Árabes, los Volatines de estos tiempos, sacando de la gente gran
&c., este se reputa un vano esfuerzo de los Químicos, por suma de dinero. En lo que se deja entender que esta Arte
calificar la anciana nobleza de su facultad. El caso es, que era doméstica en Egipto, y peregrina en las demás
llegando a particularizar, apenas se sabe cosa en ella que no Regiones.
quieran que sea invención de los dos últimos siglos, en lo
cual se engañan ó nos engañan. Cito un buen testigo, el §. XVII
famoso Médico Holandés Herman Boheraave, el cual
(Prolegom. Ad instit. Chymiae) dice, que en la Biblioteca de 42. {Arte Prestigiatoria} La Arte Prestigiatoria ya en siglos
Lieja hay los escritos de Geber, Griego, Apóstata de la muy remotos estuvo valida, de modo, que había profesores
Religión Cristiana a la Mahometana, y en ellos se hallan que la tenían por oficio: pues Ateneo en el libro primero
expuestos infinitos experimentos en orden a la manipulación nombra tres antiquísimos, famosos en este arte, Jenofonte,
de los metales, que hoy se tienen por inventos modernos, y Cratístenes, y Ninfodoro. Y en el libro 12, tratando de los
todos son verdaderísmos: In ejus libro infinita experimenta, & festines que hubo en las bodas de Alejandro, refiere que
quidem verissima, hodie experta habentur, & quidem quae tuvieron parte en ellos, ejerciendo su ilusoria sutileza tres
hodie pro recentissimis inventis habita sunt. Floreció Geber al Prestigiadores peritísimos, Scimno natural de Taranto,
principio del octavo siglo. Algunos le hacen Español, natural Filístides de Siracusa, y Heráclito de Mitilene. El mismo
de Sevilla. Ateneo en el libro 4 dice que en las bodas de Carano,
antiquísimo Rey de Macedonia, sirvieron al regocijo de los
38. El mismo Boheraave (ibi) advierte, que en los escritos del convidados unas mujeres que brincaban sobre las puntas de
famoso Franciscano Inglés Rogerio Bacon, que floreció más las espadas, y arrojaban fuego por la boca: quaedam
ha de cuatrocientos años, se leen los inventos que como mulieres mira facientes, in enses praecipites saltantes,
propios suyos propaló Mr. Homberg poco ha en la Academia ignemque ex ore nudae profundentes, accesserunt. Carano
Real de las Ciencias. Y en fin, que cuando escribió del precedió a Alejandro Magno algunos siglos. ¿Quién dijera
Antimonio el Francés Lemeri lo sacó del libro intitulado: que aquellas mismas destrezas con que hoy emboban a la
Currus Triumphalis Antimonii de nuestro Monje Basilio gente [329] nuestros jugadores de manos en las Cortes más
Valentino, de quien se habló poco ha. cultas, ya en tiempo de Alejandro Magno eran vejeces?

§. XV 43. De el juego de los cubiletes, y pelotillas hace expresa


memoria Séneca en la epístola 43. De los que con nervios, ó
39. {Arte transmutatoria} En orden a la Alquimia, ó Arte sutiles cuerdecillas ocultamente manejadas, hacían mover
transmutatoria de los metales en oro, no tengo que decir sino una pequeñas estatuas, a quienes nosotros llamamos
que este Arte ni es de invención antigua no moderna; porque Titereteros, y los Griegos daban el nombre de Neurespastas
ni ha existido, ni existe sino en la idea de algunos, a quienes (esto es, tiradores de nervios), hablan Aristóteles, Jenofonte,
[327] la golosina de la Piedra Filosofal hace gastar y Horacio. He leído también que aquellos puñales de que se
infructuosamente el tiempo y la moneda. Remítome a lo usaba en las antiguas tragedias para representar la acción
dicho en el Discurso octavo del tercer Tomo. Con cuya de herir ó matar, estaban formados con el mismo artificio que
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aquellas leznas de que hoy se usa en los juegos de manos; finalmente del robo. Persuadido el Senado de Harlém de la
esto es, era hueca la empuñadura, y al ejecutar el golpe, el verdad de estos hechos, hizo grabar sobre la puerta de
acero retrocedía a su concavidad, con lo cual figuraba que se Coster los versos siguientes para eternizar su memoria,
introducía por el cuerpo del que se fingía herir. insultando al mismo tiempo la Ciudad de Moguncia, como
inicua usurpadora de una gloria que no le pertenece:
44. Demás de estas ilusiones que practicaban los antiguos
jugadores de manos, y se imitan frecuentemente en estos Vana quid archetypos, & praela Moguncia, jactas?
tiempos, dan noticia algunos Escritores de otras más difíciles Harlemi archetypos praelaque nata scias.
ó más artificiosas que no se ejecutan ahora, ó por lo menos Extulit hic, monstrante Deo, Laurentius artem:
no ha llegado a mi noticia. Jenofonte habla de los que se Dissimulare virum, dissimulare Deum est.
entraban en una rueda, y haciéndola girar por el suelo, al
mismo tiempo escribían y leían. Plutarco dice, que había 50. Pero el más glorioso monumento de la gloria atribuida a
Prestigiadores, los cuales se tragaban espadas desnudas; y Coster es un libro impreso, (según dicen) por él, antes que
Apuleyo, como testigo de vista refiere que en Atenas uno, en Moguncia ni en otra parte se imprimiese nada, con el
por bien poco precio, se tragó una espada ecuestre, y título Speculum humanae salutis, el cual se guarda en la
después un venable. Quintiliano da noticia de otros, que con casa de la Villa en un cofre de plata con tan religioso cuidado
sólo el imperio de la voz hacían mover las cosas inanimadas que rarísima vez se logra el verle, porque [332] no puede
hacia el lugar que querían: Quo constant miracula illa in abrirse el cofre sin la concurrencia de muchas llaves
scenos Pilariorum, tu ea quae emiserint, ultro venire in repartidas entre varios Magistrados.
manus credas, & qua juventur decurrere (lib. 10, cap. 7.).
Llamábase Pilarios, con denominación tomada de la voz pila, §. XIX
que significa pelota; porque hacían sus juegos de manos con
pelotillas, como los de ahora. 51. {Pólvora, y Artillería} De la Pólvora, y Artillería dice
también muchos que son muy antiguas en la China. La
45. Debe advertirse, que entonces de parte de la gente que opinión común es que un Religioso Franciscano, Alemán,
asistía al espectáculo, sucedía lo mismo que en nuestro llamado Bertoldo Schuvart, natural de Friburgo, gran
siglo. Los más advertidos sabían que todo aquello era [330] Quimista, inventó la pólvora cerca del año 1379. Añádase
ilusión y artificio con que se representaba ser lo que no era. que en parte no fue intentado, sino casual el hallazgo.
Pero el vulgacho, rudo por la mayor parte, creía que Estando moliendo un poco de salitre para no sé qué efecto,
realmente se arrojaban llamas del pecho, se tragaban las prendió en el fuego; y viendo la pronta inflamación con que
espadas, se movían al imperio de la voz las cosas todo se alampó en un momento, meditando sobre el
insensibles, &c. impensado fenómeno, poco a poco fue adelantando hasta
descubrir la construcción de este violentísimo mixto artificial
§. XVIII que llamamos pólvora.

46. {Imprenta} Ya dijimos en otra parte, siguiendo a muchos 52. Pero aún prescindiendo de la antigüedad de esta
Autores informados por relaciones seguras que el Arte de la invención en la China, y de si por algún ignorado conducto
Imprenta es mucho más antigua en la China que en Europa. se comunicó de aquella Región a Europa, hay bastantes
Algunos, fundados en probables conjeturas, discurren que de testimonios de que su uso es anterior al tiempo en que
allá se comunicó en los Europeos este Arte. Lo cierto es, que señala por Autor suyo al Religioso Alemán. En el Diccionario
el modo con que a los principios se practicó en Europa, era Universal de Trevoux son citados dos Autores Españoles
el mismo que se usa en la China. Los primeros Impresores Pedro Mejía, y Don Pedro, Obispo de León, de los cuales el
Europeos no usaban letras móviles ó separadas, sino de primero dice, que en el año de 1343 los Moros, en un sitio
planchas de madera grabadas, las cuales se multiplicaban, puesto por el Rey Don Alonso XI, disparaban unos morteros
según el número de las páginas del libro que se quería de hierro que hacían estrépito semejante al del trueno; y el
imprimir. Este es el modo de imprimir en la China, y les es segundo cuenta que los Moros de Túnez, en una batalla
imposible usar del que hoy tenemos nosotros por la naval que tuvieron con los nuestros mucho tiempo antes,
innumerable multitud de sus caracteres, de los cuales cada jugaban ciertos toneles de hierro que tronaban terriblemente.
uno equivale a una dicción, y a veces a una frase entera. Esta era sin duda una especie de Artillería. En el mismo
Diccionario es citado también el sabio Mr. DuCange, el cual
47. En orden a la antigüedad que tiene en Europa la testifica que por los Registros de la Cámara de Cuentas de
Imprenta, hay bien poca discrepancia entre los Historiadores, París consta, que ya por los años de 1338 estaba introducido
pues ninguno pone su descubrimiento más allá del año 1420, en Francia el uso de la Artillería. Esta noticia se fortifica
ni más acá del de 1450. Pero hay mucha sobre la persona mucho con la que el Diccionario añade poco después, de
del Autor. La opinión más común está por Juan de que Larrei en su Historia de Inglaterra dice, que algunos
Guttemberg, vecino de Estrasburgo, el cual habiendo Autores refieren que los Franceses se sirvieron [333] de
gastado todo su caudal en los primeros ensayos, pasó a piezas de Artillería en el sitio de Puy-Guillaume en Auvergne
Moguncia donde confió el secreto a Juan Fausto, vecino de el mismo año de 1338.
esta Ciudad, y los dos de acuerdo prosiguieron el empeño.
Pero como necesitasen de Operarios que los ayudasen, 53. La deposición de estos Autores, especialmente los dos
introdujeron algunos, tomándoles primero juramento de últimos, cuya noticia es más clara y decisiva sobre el asunto,
guardar inviolablemente el secreto. La ejecución de prueba eficazmente que es incierta la opinión común de
Guttemberg, y Juan Fausto se ciñó a imprimir con planchas haber sido inventor de la pólvora el Franciscano Alemán.
de madera grabadas. Poco después Pedro Schoffer, yerno Prueba asimismo ser incierto lo que se halla escrito en
de Juan Fausto, inventó los caracteres separados. Esta muchos Autores, que la primera vez que se usó la Artillería
relación tiene el grande apoyo de nuestro Abad Juan en Europa fue en la guerra que tuvieron los Venecianos con
Tritemio, el [331] cual dice fue informado a boca por el los Genoveses el año 1380, valiéndose de ella los primeros
mismo Pedro Schoffer. Con lo cual se hace improbable la contra los segundos. Si se da asenso a lo que dice el
opinión de los que invirtiendo la narrativa que hemos hecho, segundo Autor Español citado arriba, lo que se debe inferir
atribuyen la invención a Juan Fausto, pretendiendo que este, que el uso de la pólvora se comunicó a Africa a Europa.
por falta de medios, se valió para la ejecución de Como quiera sale que esta invención es más antigua de lo
Guttemberg. Si fuese así, no le quitaría Pedro Schoffer a su que vulgarmente se juzga. Acaso el Religioso Alemán la
suegro esta gloria por transferirla a otro. perfeccionó y adelantó, y de aquí vino el error de que la
inventó.
48. No faltan quienes introduzcan por inventor a Juan Mentel,
vecino de Strasburg, diciendo que un criado suyo llamado §. XX
Juan Gansfleisch, cometió la torpe infidelidad de descubrir el
nuevo Arte a Juan de Guttemberg. 54. {Papel} Desde que se inventaron las letras anduvieron
los hombres solícitos buscando materia cómoda en que
49. En fin, los Holandeses quieren para sí por entero todo el imprimirlas. Al principio las grabaron en leños, piedras, y
aplauso que merece esta invención, porque dicen que ladrillos. Este uso, según el testimonio de Josepho, es
Lorenzo Coster, vecino de Harlém, no sólo discurrió los anterior al Diluvio; pues dice que los hijos de Seth, noticiosos
primeros rudimentos del Arte, mas la condujo a su perfección por revelación hecha a Adán y manifestada a ellos, de que
usando al principio de caracteres de madera, después de había de haber dos estragos universales, uno de agua otro
plomo y estaño: finalmente que acertó con la composición de de fuego en beneficio de la posteridad inscribieron todas las
la tinta de que usan los Impresores. Añaden, que Juan de ciencias que con larga contemplación de la naturaleza
Fausto que vivía en su casa, le hurtó los caracteres una habían alcanzado, en dos columnas, la una de ladrillo, la otra
noche de Navidad; y huyendo a Moguncia, se aprovechó de piedra: aquella para que las preservase del fuego; ésta de
10
la agua. Sucedió después escribir en cera extendida sobre
delicadas tablillas. Hallóse luego más comodidad en usar de 58. Los que están preocupados de la opinión vulgarizada,
hojas de árboles, especialmente de palma. Sucedió a esto el por no se qué relaciones, que los vasos de China no tiene
emplear las cortezas íntimas de ellos; y habiéndose hallado excelencia alguna cuando salen de la mano de los Artífices,
que la mejor de todas para este uso era la de una planta y la adquieren después sepultados en tierra por espacio de
llamada Papyro (de donde tomó su nombre el papel), que se cien años, juzgarán que se confirma esto con el
cría en Egipto, todas las Naciones cultas dieron en descubrimiento de Viltonia, como que unos vasos de un
aprovecharse de ellas. Pero como los Reyes de Egipto [334] barniz común hayan logrado tanta perfección por haber
llevasen mal la emulación de los de Pérgamo en juntar una estado debajo de tierra siglos enteros. Pero ya se sabe con
grandísima Biblioteca, cuya gloria querían para sí solos, con toda certeza que es falsa aquella noticia, y que los Chinos se
severos edictos prohibieron la extracción de aquella corteza ríen cuando son preguntados sobre este asunto por algunos
fuera del Reino, porque no tuviesen donde copiar los escritos Europeos. Su porcelana tiene todo el lustre de que es capaz
que pudiesen lograr prestados, ó renovar los poseídos. Esta luego que sale del horno.
necesidad dio ocasión a los de Pérgamo para discurrir el uso
de pieles de animales para la escritura; y del nombre de esta §. XXII
Nación se denominaron pergaminos las pieles que servían
para este efecto. En fin se inventó el papel que hoy usamos, 59. {Trompeta parlante} Finalmente, entre los inventos
artificio maravilloso que apenas cede a otro alguno, ni en el antiguos que se juzgan modernos, podemos colocar la tuba
ingenio ni en la utilidad. Comúnmente sientan los Autores Stenterofónica, ó Trompeta parlante (Largoi se llama por acá
que se ignora el tiempo de su origen. Juan Rai, que debió de comúnmente) instrumento destinado a propagar la voz
hallar algunas memorias particulares sobre el asunto, le articulada; de modo, que se oye y entiende a mucho mayor
señala en su Historia de Plantas, lib. 22, cerca del año 1470, distancia que pudiera son este auxilio. Dícese que el
añadiendo, que en aquel tiempo dos Franceses, llamados Caballero Morland, Inglés, la inventó en el siglo pasado. Pero
Miguel, y Antonio, pasando a Alemania, llevaron consigo esta el Padre Kírquer, Mr. Bordelón, y otros Autores aseguran,
preciosa Arte, ignorada antes en aquella Región. En efecto, que este instrumento fue conocido de la antigüedad: que
la sentencia común es que este artificio es de muy corta Alejandro Magno usaba de él para hablar de modo que fuese
ancianidad; pero no tan corta como quiere Rai, pues acá en entendido de todo su Ejército, y congregarle cuando estaba
nuestra España se hallan muchísimos instrumentos disperso; que los Sacerdotes Idólatras le aplicaban al crédito
originales escritos en papel desde el siglo trece hasta el de sus supersticiosos cultos, articulando por él, sin dejarle, ni
presente. Y nuestro grande Expositor el Padre Don Agustín dejarse ver, los Oráculos, a fin de que el Pueblo tuviese por
Calmet alega un testimonio de San Pedro Venerable, con respiración de la Deidad aquella voz portentosa que tanto
que se le prueban más de quinientos años de antigüedad. Y excede a la humana y común. [337]
aun no para aquí; pues luego añade, que se conservan aun
algunos menudos fragmentos de la antigua Escritura §. XXIII
Egipciaca en papel semejante al nuestro. De aquí se colige
que este artificio, después de florecer poco ó mucho en 60. {Espejos Ustorios. Lámparas sepulcrales} No sólo fueron
tiempo muy remotos, se sepultó ocultándose a la noticia de precursores nuestro los antiguos en muchos artificios que se
los hombres; y resucitó, más que nació, en los últimos siglos. creen inventados en nuestros tiempos, mas también
inventaron algunos de cuya construcción no llegó el
§. XXI conocimiento a nosotros, ni por muchas tentativas que se
han hecho hemos podido lograr la imitación. En este número
55. {Porcelana} La fábrica de la Porcelana fina se tiene por pondrán algunos los Espejos Ustorios de Arquímedes, y
propia primitivamente de la China; pues aunque en varias Proclo, y las Lámparas inextinguibles de los sepulcros. Pero
partes de Europa se procura imitar, aún dista mucho la copia yo no tengo arbitrio para hacerlo, habiendo atrás condenado
de la perfección del original. Jacobo Savari, [335] que en su por fabulosos uno y otro arcano.
Diccionario de Comercio se muestra muy apasionado por la
que se fabrica en las manufacturas de Pasi, y de San Cloud, {(a) En tiempo de Clemente Alejandrino eran conocidos los
cerca de París, confiesa no obstante su gran desigualdad en Espejos Ustorios convexos, ó que obran por refracción. Así
la perfección del blanco, respecto de la de la China. He visto dice el Autor: Viam excogitat qua lux, quae a sole procedit,
otra muy ponderada de Alemania; pero hablando con verdad, per vas citrem aquae plenum, ignescat (Stromat. Lib. 6.).
excede tanto la de la China a esta, como esta a la de
Talavera común. Pero acaso supieron los antiguos Europeos 2. También en tiempo de Séneca era conocido el
inventar lo que no aciertan aún ni a imitar los modernos. Digo Microscopio. Así dice este Filósofo, lib. I. Natural. quaest.
esto, porque en las Memorias de Trevoux (Mayo de 1701) Cap. 6. Litterae, quamvis minuta, & obscurae, per vitream
hay una Carta de Mr. Clark a Mr. Ludlon, en que dándole pilam aqua planam, majores, clarioresque cernuntur.
noticia de algunas antigüedades Romanas que se hallaron
en el año 1699 enterradas en el Condado de Viltonia en 3. El Hidrómetro, instrumento con que se averigua el peso de
Inglaterra, añade estas palabras: Dijéronme, que en aquellos las aguas potables; esto es, cual es más pesada ó más
parajes se hallaban muy frecuentemente vasos de tierra, que ligera, se cree también invención moderna. Pero por una
exceden en fineza a las más bellas porcelanas de la China. Epístola de Sinesio a la docta Hipatia, se evidencia que se
usaba de él más ha de mil y doscientos años con el nombre
56. Una objeción, pero débil, se me puede hacer para probar de Hidroscopio. Es verdad que algunos en aquella Epístola
que aun supuesta la verdad de aquel hecho, no se infiere de han entendido por la voz Hidroscopio otra cosa muy
él que antiguamente fuese conocida y practicada la fábrica diferente. En el Diccionario de Trevoux se pretende, que
de la porcelana fina en Europa. Esta se funda en la opinión signifique un reloj de agua. Pero el contexto de la Carta,
de Julio Cesar Scalígero, Gerónimo Cárdano, y otros donde se describe el instrumento y su uso, contradice toda
eruditos, los cuales sienten que los vasos murrinos tan otra inteligencia que la expresa. El mismo principio de la
celebrados de Plinio como la más exquisita preciosidad que Carta basta para quitar la duda. Así empieza: Ita malè
gastaron en sus mesas algunos Romanos, no constaban de afectus sum, tu Hidroscopio mihi opus sit. Me hallo tan
otra materia, ni eran otra cosa que los que ahora tienen el enfermo ó tan indispuesto, que he menester usar del
nombre de porcelana de China. Aquellos, según el mismo Hidroscopio. ¿De qué servirá, o qué conducirá a un enfermo
Plinio, venían del Oriente. Luego de esos mismos puede ser un reloj de [338] agua? Un Hidrómetro sí, según la común
los que se hallaron enterrados en el Condado de Viltonia: por opinión, que tiene por más sanas las aguas que pesan
consiguiente este hallazgo no prueba que haya florecido en menos. Así dice el célebre Matemático Pedro Fermat,
algún tiempo en Europa su fábrica. explicando la Carta de Sinesio, al principio de su Tomo,
Varia opera Mathematica: Este instrumento servía para
57. He dicho, y repito, que esta objeción es muy débil, examinar el peso de diferentes aguas para el uso de los
porque del contexto de Plinio consta manifiestamente ser enfermos; porque los Médicos están convencidos en que las
falsa la opinión de Scalígero, y Cárdano: lo primero, porque más ligeras son más sanas. La voz Hydroscopio, que es
Plinio claramente da a entender que estos vasos eran obra tomada de la Griega Hydroscopos, significa lo que en latín
de la naturaleza y del arte: lo segundo, porque dice, que Aquae speculatio, que coincide a lo mismo.}
venían principalmente de Carmania, País [336] hoy
comprendido en la Persia, que dista mucho de la China: lo §. XXIV
tercero, porque la descripción que hace de ellos, no muestra
la menor semejanza. En fin, porque sienta que los que tenían 61. { Vidrio flexible} Del vidrio flexible, que Plinio dice hacia
algo de transparencia eran los menos estimados; siendo así cierto Artífice en tiempo de Tiberio, y por mandado del
que la transparencia es quien hace a los de la China más Emperador se destruyó su Oficina y todos sus [338]
preciosos. instrumentos (otros añaden, que se le quitó la vida al mismo
11
Artífice), porque una preciosidad tan exquisita no envileciese que en las arenas ardientes de la Libia prontamente
los más ricos metales: no sé qué juicio haga. No ignoro que desecados, ya por el aridísimo polvo en que se sepultan, ya
muchos tiene por imposible la flexibilidad del vidrio, por la fuerza del Sol, se conservan siempre incorruptos.
fundándose en que en incompatible con la transparencia;
porque esta (dicen) consiste en la rectitud de los poros; y al 67. La Momia, tan decantada por Médicos y Botánicos, y aún
doblarse el vidrio, necesariamente habían de perder los mucho más por los que la venden a estos como eficaz
poros la rectitud, doblándose con él. remedio para varias enfermedades, se toma en el segundo ó
tercer sentido: en que encuentro alguna variedad, porque el
62. Pero esta razón no me hace fuerza: lo primero, porque Matiolo quiere, que toda la virtud esté en aquellas drogas
hasta ahora no se sabe con certeza la causa de la con que el cuerpo fue embalsamado: Lameri, y otros, en el
diafanidad; y el colocarla en la rectitud de los poros no pasa conjunto y mezcla de uno y otro. Bien que en alguna manera
de los límites de la opinión: lo segundo, porque es harto se pueden conciliar las dos opiniones; porque la primera no
difícil reducir a este principio la diafanidad del aire y de la atribuye su actividad a la confección únicamente por los
agua, cuerpos que se agitan, ondean, y revuelven de todas ingredientes de que consta, sino también, y principalmente
maneras. Demás, que los Filósofos modernos suponen por los aceites y sales, que estos sorben del cadáver, de
ramosas y flexibles las partículas del aire y de la agua: modo, que la mezcla de aquellos y éstos, forman este
especialmente las del aire preciso que lo sean; a no serlo, no celebrado remedio.
fuera capaz este elemento de la portentosa comprensión y
dilatación, que con infinitos experimentos se han 68. El que la Momia, aún siendo legítima y no contrahecha,
comprobado. Luego la flexibilidad no es incompatible con la tenga las virtudes que se la atribuyen, es harto dudoso. Unos
transparencia. dicen, que los Arabes la pusieron en ese [341] crédito. Gente
tan embustera merece poco, ó ningún asenso,
63. Por otra parte no puede negarse que tiene el vidrio especialmente si los que acreditaron la Momia hacían tráfico
alguna flexibilidad: lo primero, porque es cuerpo sonoro; de ella. Otros dicen, que un Médico Judío, maliciosa e
pues el sonido no puede formarse sin un movimiento de irrisoriamente fue autor de que estimásemos esta droga.
tremor, en que las partículas del cuerpo sonoro se desvíen Peor es este conducto que el primero; pero como tal vez
algo de la situación que respectivamente tienen cuando sucede lo de salutem ex inimicis nostris, la experiencia debe
están quietas, lo cual necesariamente se ha de hacer decidir la cuestión. Verdad es que la experiencia en materia
doblándose algo, y deponiendo la rigidez. Lo segundo, de Medicina, pronuncia sus sentencias con tanta obscuridad
porque tiene resorte; pues dos bolas de vidrio, si se que cada uno las entiende a su placer. El célebre Ambrosio
encuentran [339] con violencia, retroceden. Para esto es Pareo se fundó en la experiencia para condenar esta droga
precioso que haya comprensión en el choque. Lo tercero, por inútil.
porque se experimenta (como ya lo he experimentado varias
veces), que una lámina de vidrio algo corva, comprimiéndose 69. Pero lo peor que hay en la materia es, que la Momia
un poco con la mano sobre un cuerpo plano, se blandea legítima; esto es, la Egipciaca, no se halla jamás en nuestras
tanto cuanto. Finalmente, he leído que en Alemania se hacen Boticas. Así lo testifican el Matiolo sobre Dioscórides y
ciertas botellas de vidrio sumamente delicadas en el fondo; el Lemeri en su Tratado Universal de Drogas simples. Este
cual soplado ó recogiendo el aliento por la boca de ellas, se último dice, que la que se nos vende es de cadáveres, que
dilata hacia fuera, o encoge hacia dentro notablemente, los Judíos (y también acaso algunos Cristianos), después de
haciéndose ya cóncava, ya convexa una y otra superficie. quitarles el celebro y las entrañas, embalsaman con mirra,
incienso, acíbar, betún de Judea, y otras drogas: hecho lo
{(a) Monsieur Reaumur, de la Academia de las Ciencias, cual, los desecan en el horno para despojarlos de toda
reflexionando sobre que el vidrio cuanto más delgado ó sutil humedad supérflua, y hacerlos penetrar de las gomas, lo que
se fabrica, tanto más flexible se experimenta, llegó a discurrir es menester para su conservación. Matriolo ni aún tanto
y proponer, que se podría formar el vidrio en hilos tan sutiles aparato admite en lo que se vende por Momia; pues dice,
que fuesen capaces de tejerse en tela, y así se podría hacer que sólo se prepara con el asfalto, ó betún de Judea (de
un vestido de vidrio. En efecto, él mismo hizo hilos de vidrio quien tomó nombre el lago Asfaltites), y pez; ó bien con la
casi tan sutiles como los de las telas de arañas; pero nunca napta, ó pisafalto, que es otra especie de betún muy
pudo arribar a prolongarlos tanto que sirviesen de tejido.} parecido a la mezcla del de Judea, y la pez; por cuya razón
este se llama Pisafalto artificial, y aquel natural.
64. Estas razones persuaden que no hay en el vidrio algún
estorbo invencible para la flexibilidad. Pero en cuanto al 70. Algunos quieren, que aún la Momia, en el último sentido
hecho me inclino a que la relación sea fabulosa: lo primera, que le hemos dado arriba, tenga sus virtudes. Yo creo, que
porque Plinio se inclina a lo mismo: lo segundo, porque la un cadáver desecado por intenso calor del Sol, es duplicado
razón que se dice movió a Tiberio para hacer perecer tan cadáver; esto es, destituido no sólo de aquella virtud que se
bella invención, es insuficiente ó por mejor decir requiere para las acciones humanas, mas también de la que
extravagante. Siéndole fácil lograr el fruto para sí sólo, iba a es menester para los ejercicios médicos. Es preciso que el
ganar mucho en conservarla; y tanto más, cuanto más Sol haya disipado todos sus aceites, y sales, volátiles:
perdiesen de su estimación la plata y el oro. Ya veo que los echados estos fuera, ¿qué cosa digna de [342] mucha
Príncipes, como Tiberio, obran muchas veces por capricho, y estimación se puede considerar que quede en aquella tierra
no por razón; pero rara vez prevalece el capricho, cuando es organizada? Los cadáveres habían de servir para el
inmediata y derechamente contra el interés propio. desengaño, y los droguistas los hacen instrumentos de la
ilusión.
§. XXV
§. XXVI
65. {Momias Egipciacas}Con más razón deberá tenerse por
secreto reservado a la antigüedad aquella confección con 71. {Escritura compendiosa} Finalmente (omitiendo otras
que los Egipcios embalsamaban los cuerpos para cosas de menos valor) una invención envidio mucho a los
preservarlos de corrupción. Era aquella de mucho mayor antiguos, la cual se perdió, y no atinó hasta ahora a
eficacia que [340] las que ahora se usan; pues el efecto de resucitarla el ingenio de los modernos. Esta es el Arte de
esta apenas llega a dos ó tres siglos, y el de aquella se escribir con un género de notas ó caracteres, de los cuales
cuenta por millaradas de años. Puede restar alguna duda, si cada uno comprendía la significación de muchas letras; de
el suelo donde depositaban los cadáveres contribuía a su modo que el que poseía este artificio podía trasladar al papel
conservación; pues como hecho advertido en otro lugar, hay una oración que estaba oyendo, sin faltar una palabra, y sin
terrenos que tienen esta virtud. Y aquí añadiremos haber que la lengua dejase atrás la pluma. De estas notas tomaron
leído, que en las cuevas donde ha estado depositada cal el nombre los que se llamaron entonces Notarios, y tenían el
algún tiempo se conservan los cadáveres hasta doscientos ejercicio de escribir cuanto se profería en los actos públicos
años. legales. Paulo Diácono dice, que Ennio fue inventor de ellas.
Plutarco en la vida de Catón el Menor, atribuye no sé si la
66. El asunto que acabamos de tocar, nos trae a mano la invención ó la publicación a Cicerón, con el motivo de referir,
ocasión de desengañar de un error común en materia cómo siendo Cónsul hizo escribir una Oración de Catón, al
importante. Dase el nombre de Momias a aquellos cadáveres paso que este la iba pronunciando en la Curia, por unos
que hoy se conservan embalsamados por los antiguos escribientes a quienes él antes había enseñado el artificio:
Egipcios. Bien que la voz Momia ya se hizo equívoca; porque Hanc orationem Catonis perhibent unam extare, quod Consul
unos entienden en ella el cadáver que se conserva en virtud Cicero expeditissimos scribas ante docuisset notas, quae
de aquella confección de que hemos hablado: otros la misma minutis, & brevibus figuris multarum vim litterarum
confección: otros el mixto que resulta de uno y otro: otros, en complectebantur.
fin, quieren que esta voz se extienda a aquellos cadáveres
12
72. No puedo persuadirme a que aquel artificio consistiese iguala ni con mucho la excelencia de aquella ideal
en caracteres que representasen dicciones enteras, al modo especulación con que se trataron sus primeros rudimentos.
de la escritura Chinesa, de suerte que a cada dicción Tanto es más admirable en las obras del arte la invención
correspondiese distinta nota. La enseñanza de este género que la perfección, cuanto en las de la naturaleza la
de compendio sería sumamente prolija, por los innumerables generación que la nutrición. Si se me preguntase cuál es lo
caracteres que sería preciso aprender; y después de más grande de cuanto hay en el mundo sublunar y visible,
aprendidos, pasarían muchos años antes de lograr hábito de respondería que lo más grande es lo más pequeño. Dígolo
escribir de corrida. Que no era tan difícil la enseñanza, ni tan por las semillas. Estos átomos de cantidad son montes de
ardua la ejecución de las notas Cicerionianas se colige: lo virtud. Los Filósofos modernos niegan a todas las causas
primero, del lugar alegado de Plutarco; porque un hombre de segundas actividad para engendrar semilla alguna. Sin duda
las muchas y graves ocupaciones [343] de Cicerón no había que contemplando tan admirable obra, les pareció
de cargar con la prolongadísima tarea de enseñar algunos correspondiente únicamente a la infinita virtud de la primera
escribientes la formación y significados de treinta ó cuarenta Causa. Lo que en la naturaleza las semillas, son en el arte
mil caracteres distintos. Muchos más tienen los Chinos; y así los primeros rudimentos. Allí está contenido en virtud cuanto
apenas en tan vasto Imperio se halla alguno que sepa después la fatiga de los que van añadiendo aumenta de
escribir, ó leer con perfección; bien que son muchísimos los extensión.
que toda la vida ocupan en este estudio. Colígese lo
segundo, de que el glorioso Mártir San Casanio, según 76. Contemplemos aquella Arte en quien más sudó el
refiere el Poeta Prudencio, enseñaba a los niños este modo discurso de los hombres para darla seguridad y perfección:
compendiario de escribir. ¿Cómo podía ser capaz la infancia digo la Náutica: toda esta llena de maravillas del ingenio
de tomar de memoria y hacer la mano a tanta multitud de humano. Sin embargo, ninguno de cuantos trabajaron
notas, cuando para escribir con veinte y cuatro caracteres gloriosamente en asunto tan útil, me admira tanto como
solos se gastan en aquella edad uno ó dos años? Lo tercero, aquel que para caminar sobre la inconstancia de las aguas,
de que el mismo Prudencio da a entender que esta escritura dirigiendo con certeza el curso al término deseado, discurrió
compendiosa ó en todo ó en parte consistía en unas notas el uso del esquife y del remo. Para los créditos del Artífice
minutísimas, a quienes da el nombre de puntos. Si el numero ideante más obra fue la primera góndola que hubo en el
de los caracteres fuese tan grande, no podían ser todos tan mundo, que la mayor Nave de cuantas surcaron después el
menudos, siendo preciso para tanta variedad multiplicar en Océano. ¿Y qué diré del que inventó las velas, haciendo con
cada uno los rasgos: ellas servir los ímpetus de un elemento contra la indomable
fuerza de otro? Ya ha cerca de tres mil años, que la industria
Verba notis brevibus comprenhendere concta peritus humana había hallado en remos y velas pies y alas para
Raptimque punctis dicta praepetibus sequi. caminar y para volar sobre las ondas; pues Dédalo, que se
cree inventor de las velas (por cuya razón la fábula le
73. Por la misma razón, y aún mucho más fuerte, no se atribuyó el artificio de volar), se supone anterior a la guerra
puede imaginar que aquellas notas fuesen representativas de Troya.
de las diferentes combinaciones posibles de las letras del
alfabeto común. Estas combinaciones (aún hablando sólo de 77. Aún en los instrumentos de las Artes más vulgares, ó en
las pronunciables, y de las que pueden caber en dos ó tres los instrumentos más vulgares de las Artes se halla sobrado
sílabas) hacen una multitud indecible, y exceden muchísimo motivo para celebrar la inventiva sagacidad de los [346]
en número a todas las voces que puede tener el más copioso antiguos. No sólo la sierra, el compás, la tenaza, el barreno,
idioma que haya en el mundo. el torno me parecen partes de un invención ingeniosísima,
mas también en la garlopa, el martillo, el clavo, las tijeras,
74. Tampoco se puede asentir a que el artificio consistiese hallo que aplaudir. Nada de este se celebra comúnmente. La
en multiplicación de las que llamamos abreviaturas. Algunos frecuencia y ancianidad del uso engañosamente usurpan a
modernos hicieron por este camino sus tentativas; de que se las cosas el aplauso merecido; porque los hombres, no
pueden ver ciertos ensayos en el Padre Gaspar Escoto; pero siendo muy reflexivos, nada juzgan excelente si no trae
este método es insuficientísimo para lograrse por él aquella consigo la recomendación de nuevo ó raro. Si cualquiera de
gran velocidad en escribir, de que hemos [344] hablado. Por aquellos instrumentos se inventase ahora, sería el Autor
más que se multipliquen las abreviaturas, lo más que se considerado como un hombre prodigioso. De Dédalo, aquel
podrá lograr será el ahorro de una tercera parte del tiempo celebradísimo Artífice de Estatuas Autómatas, se cuenta que
que se gasta en la escritura común; y aunque se ahorrase la mató alevosamente a Talao, sobrino y discípulo suyo, porque
mitad, no podría la pluma más veloz seguir la lengua más este inventó la rueda del ollero, y la sierra; previendo que un
tarda. Así ya concluyo, que el método de los antiguos era ingenio de tan altas muestras enteramente había de ofuscar
alguna ingeniosísima invención que distaba mucho de los su gloria. Tuvo sin duda por obra de más discurso inventar
tres modos expresados; los cuales, a la verdad, son de fácil aquellos instrumentos, que hacer mover por sí mismas como
invención en la teórica, e inútiles ó imposibles en la práctica. vivientes las cosas inanimadas.
Así me parece que no debemos lisonjearnos mucho con
aquella jactanciosa decisión, ocasionada de la invención de 78. {Letras, Escritura} Finalmente, la más ilustre gloria de la
los Logaritmos, sapientiores sumus antiquis; pues cualquiera antigüedad consiste en habernos dado el más noble, el más
a poca reflexión que haga, conocerá que es, sin útil, el más ingenioso artificio entre cuantos salieron a la luz
comparación, obra más ardua abreviar tan portentosamente en la dilatada carrera de los siglos. Hablo de la invención de
la escritura, que buscar algún atajo a pocas reglas de las letras del alfabeto, este sutilísimo Arte de la escritura que
Aritmética. como canta un Poeta Francés:

{(a) La Arte de hablar con la mano, figurando en la varia Las voces pinta, y habla con los ojos.
inflexión y posituras de los dedos las diferentes letras del
Alfabeto, es invención que comúnmente se tiene por 79. ¿Quién creyera, antes de verlo, que era posible un Arte
bastante nueva. Algunos la reconocen algo antigua, en virtud de la cual los ojos suplan con ventajas el oficio
atribuyéndola al Venerable Beda. Pero de Ovidio consta que natural de los oídos? ¿Un Arte, que dé eterna permanencia a
es mucho mayor su antigüedad. Suyo es el verso: la volátil inconstancia de la voz? ¿Un Arte, que haga hablar
piedras, troncos, cortezas de árboles, pieles de brutos,
Nihil opus est digitis, per quos arcana loquaris.} hebras de lino despedazadas? ¿Un Arte, por quien sea más
elocuente la mano que la lengua? ¿Un Arte, con la cual un
hombre, sin salir de su aposento, haga entender sus
§. XXVII pensamientos en todo el ámbito del mundo? ¿Un Arte, por
quien, sin hablar con nadie de cerca, se hable con cualquiera
75. Pero la más eficaz apología de los antiguos en el asunto desde España a la China? ¿Un Arte, [347] por quien se
que vamos siguiendo, no consiste en noticias recónditas pueda decir, que se sabe todo lo que se sabe? Pues sin el
sacadas con prolija lectura de los libros; sino en lo que está subsidio de la escritura, órgano de todas las Ciencias, ¿qué
patente a los ojos de todos, aunque apenas hay alguno que hubiera en el mundo sino ignorancia?
los observe. Extiéndase la vista por todas las Artes fácticas,
útiles ó necesarias a la vida humana. En todas se hallarán 80. Esta invención prodigiosa nos dejó la antigüedad, y
innumerable e infalibles monumentos de la ingeniosa antigüedad tan remota, que ocultándose a los más ancianos
inventiva de los antiguos. Apenas hay Arte, cuya invención monumentos, se ignora en qué siglo salió a la luz este gran
no pida un genio sumamente elevado sobre el común de los parto. Cadmo, hijo de Agenor, Rey de Fenicia, trajo las letras
hombres. Por eso los Gentiles creían ser Autores inmediatos y uso de la escritura a la Europa más de mil y cuatrocientos
de todos sus Dioses. Cuanto los modernos han discurrido años antes de la Era Cristiana. Esta es la sentencia más
sobre aumentar y [345] perfeccionar cualquiera de ellas, no corriente, Pero los mismos Autores de ella suponen que no
13
fue Cadmo el inventor, sino que ya las letras estaban Fray Benito Feijoo
introducidas entre los Fenices, y que esta Nación fue la
patria de tan ilustre Arte. Así Lucano: Teatro crítico universal / Tomo sexto
Discurso duodécimo
Phoenices primi (famae si credimus) ausi
Mansuram rudibus vocem signare figuris.
El no sé qué
81. Filón Judío, a quien siguen otros, dice que no fueron los
Fenices inventores; sí que Moisés, pasado el Mar Bermejo,
llevó consigo las letras a Fenicia. Otros suben hasta §. I
Abrahám; y aún entre estos hay división, pretendiéndose por
una parte que este Patriarca haya sido Autor de las letras: 1. En muchas producciones, no sólo de la naturaleza, mas
por otras, que las haya tomado de los Asirios. En fin, esto es aun del arte, encuentran los hombres, fuera de aquellas
inaveriguable; y sólo está averiguado, que la invención de las perfecciones sujetas a su comprehensión, otro género de
letras pertenece a aquellos distantísimos siglos, en que se primor misterioso, que cuanto lisonjea el gusto, atormenta el
imagina que no había en el mundo más que una rudísima entendimiento: que palpa el sentido, y no puede descifrar la
torpeza: de donde se infiere que los hombres siempre fueron razón; y así, al querer explicarle, no encontrando voces, ni
unos; esto es, siempre racionales. conceptos, que satisfagan la idea, se dejan caer
desalentados en el rudo informe, de que tal cosa tiene un no
-------------------------------------------------------------------------------- sé qué, que agrada, que enamora, que hechiza, y no hay
{Benito Jerónimo Feijoo (1676-1764), Teatro crítico universal que pedirles revelación más clara de este natural misterio.
(1726-1740), tomo cuarto (1730). Texto tomado de la edición
de Madrid 1775 (por D. Blar Morán, a costa de la Real 2. Entran en un edificio, que al primer golpe que da en la
Compañía de Impresores y Libreros), tomo cuarto (nueva vista, los llena de gusto, y admiración. Repasándole luego
impresión, en la cual van puestas las adiciones del con un atento examen, no hallan, que ni por su grandeza, ni
Suplemento en sus lugares), páginas 303-347.} por la copia de luz, ni por la preciosidad del material, ni por la
-------------------------------------------------------------------------------- exacta observancia de las reglas de arquitectura exceda, ni
Biblioteca Feijoniana aun acaso iguale a otros que han visto, sin tener que gustar,
-------------------------------------------------------------------------------- o que admirar en ellos. Si les preguntan, qué hallan de
Edición digital de las Obras de Feijoo exquisito, o primoroso en éste responden, que tiene un no sé
Teatro crítico universal / Cartas eruditas y curiosas / Varia qué, que embelesa.
--------------------------------------------------------------------------------
Proyecto Filosofía en español ~ www.filosofia.org 3. Llegan a un sitio delicioso, cuya amenidad costeó la
naturaleza por sí sola. Nada encuentran de exquisito en sus
plantas, ni en su colocación, figura, o magnitud, aquella
estudiada proporción, que emplea el arte en los plantíos
hechos para la diversión de los Príncipes, o los Pueblos. No
falta en él la cristalina hermosura del agua [368] corriente,
complemento precioso de todo sitio agradable; pero que bien
lejos de observar en su curso las mensuradas direcciones,
despeños y resaltes, con que se hacen jugar las ondas en
los Reales jardines, errante camina por donde la casual
abertura del terreno da paso al arroyo. Con todo, el sitio le
hechiza; no acierta a salir de él, y sus ojos se hallan más
prendados de aquel natural desaliño, que de todos los
artificiosos primores, que hacen ostentosa, y grata vecindad
a las Quintas de los magnates. Pues, ¿qué tiene este sitio,
que no haya en aquéllos? Tiene un no sé qué, que aquéllos
no tienen. Y no hay que apurar, que no pasarán de aquí.

4. Ven una dama, o para dar más sensible idea del asunto,
digámoslo de otro modo: ven una graciosita aldeana, que
acaba de entrar en la Corte; y no bien fijan en ella los ojos,
cuando la imagen, que de ellos trasladan a la imaginación,
les representa un objeto amabilísimo. Los mismos que
miraban con indiferencia o con una inclinación tibia las más
celebradas hermosuras del pueblo, apenas pueden apartar
la vista de la rústica belleza. ¿Qué encuentran en ella de
singular? La tez no es tan blanca, como otras muchas que
ven todos los días, ni las facciones son más ajustadas, ni
más rasgados los ojos, ni más encarnados los labios, ni tan
espaciosa la frente, ni tan delicado el talle. No importa. Tiene
un no sé qué la aldeanita, que vale más que todas las
perfecciones de las otras. No hay que pedir más, que no
dirán más. Este no sé qué es el encanto de su voluntad y
atolladero de su entendimiento.

§. II

5. Si se mira bien, no hay especie alguna de objetos donde


no se encuentre este no sé qué. Elévanos tal vez con su
canto una voz, que ni es tan clara, ni de tanta extensión, ni
de tan libre juego como otras, que hemos oído. Sin embargo,
ésta nos suspende, más que las otras. ¿Pues cómo, si es
inferior a ellas en claridad, extensión y gala? No importa.
Tiene esta voz un no sé qué, que no [369] hay en las otras.
Enamóranos el estilo de un autor, que ni en la tersura, y
brillantez iguala a otros que hemos leído, ni en la propiedad
los excede: con todo, interrumpimos la lectura de éstos sin
violencia, y aquél apenas podemos dejarle de la mano. ¿En
qué consiste? En que este autor tiene en el modo de
explicarse un no sé qué, que hace leer con deleite cuanto
dice. En las producciones de todas las artes hay este mismo
no sé qué. Los pintores lo han reconocido en la suya debajo
del nombre de manera, voz que, según ellos la entienden,
significa lo mismo, y con la misma confusión que el no sé
qué; porque dicen, que la manera de la pintura es una gracia
oculta, indefinible, que no está sujeta a regla alguna, y sólo

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depende del particular genio del artífice. Domoncioso (in 11. Supongo lo tercero, que el agradar los objetos consiste
Praeamb. ad Tract. de Pictur.) dice, que hasta ahora nadie en tener un género de proporción, y congruencia con la
pudo explicar qué es, o en qué consiste esta misteriosa potencia que los percibe, o sea, con el órgano de la potencia,
gracia: Quam nemo umquam scribendo potuit explicare; que que todo viene a reincidir en lo mismo, sin meternos por
es lo mismo que caerse de lleno en el no sé qué. ahora en explicar en qué consiste esta proporción. De
suerte, que en los objetos simples sólo hay una proporción,
6. Esta gracia oculta, este no sé qué, fue quien hizo que es la que tienen ellos con la potencia; pero en los
preciosas las tablas de Apeles sobre todas las de la compuestos se deben considerar dos proporciones, la una
antigüedad: lo que el mismo Apeles, por otra parte muy de las partes entre sí, la otra de esta misma colección de las
modesto, y grande honrador de todos los buenos profesores partes con la potencia, que viene a ser proporción de aquella
del Arte, testificaba diciendo, que en todas las demás proporción. La verdad de esta suposición consta claramente
perfecciones de la pintura había otros que le igualaban, o de que un mismo objeto agrada a unos, y desagrada a otros,
acaso en una, u otra la excedían; pero él los excedía en pudiendo asegurarse, que no hay cosa alguna en el mundo,
aquella gracia oculta, la cual a todos los demás faltaba; Cum que sea del gusto de todos; [372] lo cual no puede depender
eadem aetate maximi pictores essent, quorum opera cum de otra cosa, que de que un mismo objeto tiene proporción
admirarentur, collaudatis omnibus, deesse iis unam illam de congruencia, respecto del temple, textura o disposición de
Venerem dicebat, quam Graeci Charita vocant, caetera los órganos de uno, y desproporción respecto de los de otro.
omnia contigisse, sed hac sola sibi neminem parem. (Plin.,
líb. 35, cap. 10.) Donde es de advertir que aunque Plinio, que §. V
refiere esto, recurre a la voz griega, charita, o charis, por no
hallar en el idioma latino voz alguna competente para 12. Sentados estos supuestos, advierto, que la duda, o
explicar el objeto, tampoco la voz griega le explica; porque ignorancia expresada en el no sé qué, puede entenderse
charis significa genéricamente gracia, y así las tres Gracias terminada a dos cosas distintas, al qué, y al por qué.
del gentilismo se llaman en griego charites: de donde se Explícome con el primero de los ejemplos propuestos en el
infiere, que aquel primor particular [370] de Apeles, tan no sé núm. 5. Cuando uno dice: tiene esta voz un no sé qué, que
qué es para el Griego, como para el Latino, y el Castellano. me deleita más que las otras, puede querer decir, o que no
sabe qué es lo que le agrada en aquella voz, o que no sabe
§. III por qué aquella voz le agrada. Muy frecuentemente, aunque
la expresión suena lo primero, en la mente del que la usa
7. No sólo se extiende el no sé qué a los objetos gratos, mas significa lo segundo. Pero que signifique lo uno, que lo otro,
también a los enfadosos: de suerte, que como en algunos de ves aquí descifrado el misterio. El qué de la voz
aquellos hay un primor que no se explica, en algunos de precisamente se reduce a una de dos cosas: o al sonido de
éstos hay una fealdad, que carece de explicación. Bien ella (llámase comúnmente el metal de la voz), o al modo de
vulgar es decir: Fulano me enfada sin saber por qué. No hay jugarla; y a casi nada de reflexión que hagas, conocerás cuál
sentido que no represente este, o aquel objeto desapacible, de estas cosas es la que te deleita con especialidad. Si es el
en quienes hay cierta cualidad displicente, que resiste a los sonido (como por lo regular acontece), ya sabes cuanto hay
conatos, que el entendimiento hace para explicarla; y que saber en orden al qué. Pero me dices: no está resuelta
últimamente la llama un no sé qué, que disgusta, un no sé la duda, porque este sonido tiene un no sé qué, que no hallo
qué, que fastidia; un no sé qué, que da en rostro, un no sé en los sonidos de otras voces. Respóndote (y atiende bien lo
qué, que horroriza. que te digo), que ése, que llamas no sé qué, no es otra cosa,
que el ser individual del mismo sonido, el cual perciben
8. Intentamos, pues, en el presente Discurso explicar lo que claramente tus oídos, y por medio de ellos llega también su
nadie ha explicado, descifrar ese natural enigma, sacar esta idea clara al entendimiento. ¿Acaso te matas, porque no
cosicosa de las misteriosas tinieblas en que ha estado hasta puedes definir, ni dar nombre a ese sonido según su ser
ahora; en fin, decir lo que es esto, que todo el mundo dice, individual? ¿Pero no adviertes, que eso mismo te sucede
que no sabe qué es. con los sonidos de todas las demás voces que escuchas?
Los individuos no son definibles. Los nombres, aunque
§. IV voluntariamente se les impongan, no explican, ni dan idea
alguna distintiva de su ser individual. ¿Por ventura llamarse
9. Para cuyo efecto supongo lo primero, que los objetos que fulano Pedro, y citano Francisco, me da algún concepto de
nos agradan (entendiéndose desde luego, que lo que aquella particularidad [373] de su ser, por la cual cada uno
decimos de éstos es igualmente en su género aplicable a los de ellos se distingue de todos los demás hombres? Fuera de
que nos desagradan) se dividen en simples, y compuestos. esto, ¿no ves que tampoco das, ni aciertas a dársele,
Dos, o tres ejemplos explicarán esta división. Una voz sonora nombre particular a ninguno de los sonidos de todas las
nos agrada, aunque esté fija en un punto; esto es, no varíe, o demás voces? Créeme, pues, que también entiendes lo que
alterne, por varios tonos, formando algún género de melodía. hay de particular en ese sonido, como lo que hay de
Este es un objeto simple del gusto del oído. Agrádanos particular en cualquiera de todos los demás, y sólo te falta
también, y aún más, la misma voz, procediendo por varios entender que lo entiendes.
puntos dispuestos de tal modo, que formen una combinación
musical grata al oído. Este es un objeto compuesto, que 13. Si es el juego de la voz en quien hallas el no sé qué
consiste en aquel complejo de varios puntos, dispuestos en (aunque esto pienso que rara vez sucede), no podré darte
tal proporción, que el oído se prenda de ella. Asimismo a la una explicación idéntica, que venga a todos los casos de
vista agradan un verde esmeraldino, un fino blanco. [371] este género, porque no son de una especie todos los
Estos son objetos simples. También le agrada el juego que primores, que caben en el juego de la voz. Si yo oyese esa
hacen entre sí varios colores (v.g. en una tela, o en un jardín) misma voz, te diría a punto fijo en qué está esa gracia que tú
los cuales están respectivamente colocados de modo, que llamas oculta. Pero te explicaré algunos de esos primores
hacen una armonía apacible a los ojos, como la disposición (acaso todos), que tú no aciertas a explicar, para que,
de diferentes puntos de música a los oídos. Este es un objeto cuando llegue el caso, por uno, o por otro descifres el no sé
compuesto. qué. Y pienso, que todos se reducen a tres: El primero es el
descanso con que se maneja la voz. El segundo la exactitud
10. Supongo lo segundo, que muchos objetos compuestos de la entonación. El tercero el complejo de aquellos
agradan o enamoran, aun no habiendo en ellos parte alguna, arrebatados puntos musicales, de que se componen los
que tomada de por sí lisonjee el gusto. Esto es decir, que gorjeos.
hay muchos, cuya hermosura consiste precisamente en la
recíproca proporción, o coaptación, que tienen las partes 14. El descanso con que la voz se maneja dándole todos los
entre sí. Las voces de la música, tomadas cada una de por movimientos sin afán, ni fatiga alguna, es cosa graciosísima
sí, o separadas, ningún atractivo tienen para el oído; pero para el que escucha. Algunos manejan la voz con gran
artificiosamente dispuestas por un buen compositor, son celeridad; pero es una celeridad afectada, o lograda a
capaces de embelesar el espíritu. Lo mismo sucede en los esfuerzos fatigantes del que canta; y todo lo que es afectado,
materiales de un edificio, en las partes de un sitio ameno, en y violento disgusta. Pero esto pocos hay que no lo entiendan;
las dicciones de una oración, en los varios movimientos de y así pocos constituirán en este primor el no sé qué.
una danza. Generalmente hablando: que las partes tengan
por sí mismas hermosura, o atractivo, que no; es cierto que 15. La perfección de la entonación es un primor, que se
hay otra hermosura distinta de aquella, que es la del oculta aun a los músicos. He dicho la perfección de la
complejo, y consiste en la grata disposición, orden, y entonación. No nos equivoquemos. Distinguen muy bien los
proporción, o sea natural, o artificiosa, recíproca de las músicos los desvíos de la entonación justísima hasta un
partes. cierto grado: pongo por ejemplo, hasta el desvío de una
coma, o media coma, o sea norabuena de la cuarta parte de
15
una coma; de modo, que los que tienen el oído muy [374] la voz no es adaptable a otros objetos distintos, por
delicado, aun siendo tan corto el desvío, perciben que la voz consiguiente es inútil para explicar el qué de otros; respondo,
no da el punto con toda justeza, bien que no puedan señalar que todo lo dicho en orden al manejo de la voz ya no toca a
la cantidad del desvío; esto es, si se desvía media coma, la los objetos simples, sino a los compuestos. Los gorjeos son
tercera parte de una coma, &c. Pero cuando el desvío es compuestos de varios puntos. El descanso, y entonación no
mucho menor: v. gr. la octava parte de una coma, nadie constituyen perfección distinta de la que en sí tiene la música
piensa que la voz desdice algo de la entonación justa. Con que se canta, la cual también es compuesta: quiero decir,
todo, este defecto que por muy delicado se escapa a la sólo son condiciones para que la música suene bien, la cual
reflexión del entendimiento, hace efecto sensible en el oído; se desluce mucho faltando la debida entonación, o cantando
de modo, que ya la composición no agrada tanto como si con fatiga. Pero por no dejar incompleta la explicación del no
fuese cantada por otra voz, que diese la entonación más sé qué de la voz, nos extendimos también al manejo de ella;
justa; y si hay alguna que la dé mucho más cabal, agrada y también porque lo que hemos escrito en esta parte puede
muchísimo; y éste es uno de los casos en que se halla en el habilitar mucho a los Lectores para discurrir en orden a otros
juego de la voz un no sé qué, que hechiza; y el no sé qué objetos diferentísimos.
descifrado es la justísima entonación. Pero se ha de advertir,
que el desvío de la entonación se padece muy §. VII
frecuentemente, no en el todo del punto, sino en alguna, o
algunas partes minutísimas de él; de suerte, que aunque 21. Vamos ya a explicar el no sé qué de los objetos
parece que la voz está firme: pongo por ejemplo, en re, compuestos. En éstos es donde más frecuentemente ocurre
suelta algunas sutilísimas hilachas, ya hacia arriba, ya hacia el no sé qué, y tanto, que rarísima vez se encuentra el no sé
abajo, desviándose por interpolados espacios brevísimos de qué en objeto, donde no hay algo de composición. ¿Y qué es
tiempo de aquel indivisible grado, que en la escalera del el no sé qué en los objetos compuestos? La misma
diapasón debe ocupar el re. Todo esto desaira más, o menos composición. Quiero decir, la proporción y congruencia de
el canto, como asimismo el carecer de estos defectos le da las partes, que los componen.
una gracia notable.
22. Opondráseme, que apenas ignora nadie, que la simetría,
16. Los gorjeos son una música segunda, o accidental, que y recta disposición de las partes hace la principal, a veces la
sirve de adorno a la substancia de la composición. Esta única hermosura de los objetos. Por [377] consiguiente ésta
música segunda, para sonar bien, requiere las mismas no es aquella gracia misteriosa, a quien por ignorancia, o
calidades que la primera. Siendo el gorjeo un arrebatado falta de penetración se aplica el no sé qué.
tránsito de la voz por diferentes puntos; siendo la disposición
de estos puntos oportuna, y propia, así respecto de la 23. Respondo, que aunque los hombres entienden esto en
primera música, como de la letra, sonará bellamente el alguna manera, lo entienden con notable limitación, porque
gorjeo; y faltándose esas calidades, sonará mal, o no tendrá sólo llegan a percibir una proporción determinada,
gracia alguna: lo que frecuentemente acontece, aun a comprehendida en angostísimos límites, o reglas; siendo así,
cantores de garganta flexible, y ágil; los cuales, destituidos que hay otras innumerables proporciones distintas de aquélla
de gusto, o de genio, estragan más que adornan la música que perciben. Explicaráme un ejemplo. La hermosura de un
con insulsos, y vanos revoletéos de la voz. [375] rostro es cierto que consiste en la proporción de sus partes,
o en una bien dispuesta combinación del color, magnitud y
17. Hemos explicado el qué del no sé qué en el ejemplo figura de ellas. Como esto es una cosa en que se interesan
propuesto. Resta explicar el por qué. Pero éste queda tanto los hombres, después de pensar mucho en ello, han
explicado en el núm. 11, así para éste, como para todo llegado a determinar, o especificar esta proporción, diciendo,
género de objetos: de suerte, que sabido qué es lo que que ha de ser de esta manera la frente, de aquélla los ojos,
agrada en el objeto en el por qué no hay que saber, sino que de la otra las mejillas, &c. ¿Pero qué sucede muchas veces?
aquello está en la proporción debida, congruente a la Que ven este, o aquel rostro, en quien no se observa aquella
facultad perceptiva, o al temple de su órgano. Y para que se estudiada proporción, y que con todo les agrada muchísimo.
vea, que no hay más que saber en esta materia, escoja Entonces dicen, que no obstante esa falta, o faltas, tiene
cualquiera un objeto de su gusto, aquel, en quien no halle aquel rostro un no sé qué, que hechiza. Y ese no sé qué,
nada de ese misterioso no sé qué, y dígame, ¿por qué es de digo yo, que es una determinada proporción de las partes, en
su gusto, o por qué le agrada? No responderá otra cosa que que ellos no habían pensado, y distinta de aquélla, que
lo dicho. tienen por única, para el efecto de hacer el rostro grato a los
ojos.
§. VI
24. De suerte, que Dios, de mil maneras diferentes, y con
18. El ejemplo propuesto da una amplísima luz para descifrar innumerables diversísimas combinaciones de las partes
el no sé qué en todos los demás objetos, a cualquiera puede hacer hermosísimas caras. Pero los hombres,
sentido que pertenezcan. Explica adecuadamente el qué de reglando inadvertidamente la inmensa amplitud de las ideas
los objetos simples, y el por qué de simples, y compuestos. divinas por la estrechez de las suyas han pensado reducir
El por qué es uno mismo en todos. El qué de los simples es toda la hermosura a una combinación sola, o cuando más, a
aquella diferencia individual privativa de cada uno en la un corto número de combinaciones; y en saliendo de allí,
forma que la explicamos en el núm. 12. De suerte, que toda todo es para ellos un misterioso no sé qué.
la distinción que hay en orden a esto entre los objetos
agradables, en que no se halla no sé qué, y aquellos en que 25. Lo propio sucede en la disposición de un edificio, en la
se halla, consiste en que aquellos agradan por su especie, o proporción de las partes de un sitio ameno. Aquel no sé qué
ser específico, éstos por su ser individual. A éste le agrada el de gracia, que tal vez los ojos encuentran en uno, y otro, no
color blanco por ser blanco, aquél el verde por ser verde. es otra cosa, que una determinada [378] combinación
Aquí no encuentran misterios que descifrar. La especie les simétrica, colocada fuera de las comunes reglas.
agrada, pero encuentran tal vez un blanco, o un verde, que Encuéntrase alguna vez un edificio, que en esta, o aquella
sin tener más intenso el color, les agrada mucho más que los parte suya desdice de las reglas establecidas por los
otros. Entonces dicen, que aquel blanco, o aquel verde arquitectos; y que con todo hace a la vista un efecto
tienen un no sé qué, que los enamora; y este no sé qué digo admirable, agradando mucho más que otros muy conformes
yo que es la diferencia individual de esos dos colores; a los preceptos del arte. ¿En qué consiste esto? ¿En que
aunque tal vez puede consistir en la insensible mezcla de ignoraba esos preceptos el artífice que le ideó? Nada menos.
otro color, lo cual ya pertenece a los objetos compuestos, de Antes bien en que sabía más, y era de más alta idea, que los
que trataremos luego. artífices ordinarios. Todo lo hizo según regla; pero según una
regla superior, que existe en su mente, distinta de aquellas
19. Pero se ha de advertir, que la diferencia individual [376] comunes, que la escuela enseña. Proporción, y grande;
no se ha de tomar aquí con tan exacto rigor filosófico, que a simetría, y ajustadísima hay en las partes de esa obra; pero
todos los demás individuos de la misma especie esté negado no es aquella simetría, que regularmente se estudia, sino
el propio atractivo. En toda la colección de los individuos de otra más elevada, adonde arribó por su valentía la sublime
una especie hay algunos recíprocamente muy semejantes, idea del arquitecto. Si esto sucede en las obras del arte,
de suerte, que apenas los sentidos los distinguen. Por mucho más en las de la naturaleza, por ser éstas efectos de
consiguiente, si uno de ellos por su diferencia individual un Artífice de infinita sabiduría, cuya idea excede
agrada, también agradará el otro por la suya. infinitamente, tanto en la intensión, como en la extensión, a
toda idea humana, y aun angélica.
20. Dije en el núm. 18, que el ejemplo propuesto explica
adecuadamente el qué de los objetos simples. Y porque a 26. En nada se hace tan perceptible esta máxima, como en
esto acaso se me opondrá, que la explicación del manejo de las composiciones músicas. Tiene la música un sistema
16
formado de varias reglas que miran como completo los Fray Benito Feijoo
profesores; de tal suerte, que en violando alguna de ellas,
condenan la composición por defectuosa. Sin embargo se Ilustración apologética
encuentra una, u otra composición, que falta a esta, o a Discurso XXII
aquella regla, y que agrada infinito aun en aquel pasaje
donde falta a la regla. ¿En qué consiste esto? En que el
sistema de reglas, que los músicos han admitido como Modas
completo, no es tal; antes muy incompleto, y diminuto. Pero
esta imperfección del sistema sólo la comprehenden los
compositores de alto numen, los cuales alcanzan, que se 1. Habiéndome detenido mucho en los dos Discursos
pueden dispensar aquellos preceptos en tales, o tales pasados, lo ahorraré ahora en los cuatro siguientes: ya
circunstancias, o hallan modo de circunstanciar la música de porque el Sr. Mañer también pasa ligeramente sobre ellos,
suerte, que, aun faltando a aquellos preceptos, sea ya porque no dice cosa con que pueda alucinar al más
sumamente armoniosa, y grata. Entretanto los compositores ignorante del Vulgo.
de clase inferior claman, que aquello es una herejía. Pero
clamen lo que quisieren, que el juez supremo, y único [379] 2. En el primer número de éste confiesa que están muy [154]
de la música es el oído. Si la música agrada al oído, y agrada bien corregidas todas las modas de que hablo. Sólo echa
mucho, es buena, y bonísima; y siendo bonísima, no puede menos, que no haya comprehendido en la corrección las
ser absolutamente contra las reglas, sino contra unas reglas pelucas, y la imitación de las pelucas, en el cabello propio,
limitadas, y mal entendidas. Dirán, que está contra arte; mas con rizos undulaciones y bucles. En cuanto a las pelucas,
con todo tiene un no sé qué que la hace parecer bien. Y yo consiente en que las usen los que tienen medios para ellas,
digo, que ese no sé qué no es otra cosa, que estar hecha porque es conveniencia: pero no los que han menester para
según arte; pero según un arte superior al suyo: Cuando la olla el dinero que gastan en ellas. Subscribo con mucho
empezaron a introducirse las falsas en la música, yo sé que, gusto al Sr. Mañer. En cuanto a la imitación de la peluca,
aun cubriéndolas oportunamente, clamaría la mayor parte de subscribo en parte. Algo tiene de figurada; pero es cortísimo
los compositores, que eran contra arte: hoy ya todos las el inconveniente. Vea el Sr. Mañer qué dócil soy y
consideran según arte; porque el arte, que antes estaba bienavenido, cuando le veo hablar con algo de razón. Sólo
diminutísimo, se dilató con este descubrimiento. advierto, que habiéndome reprehendido atrás el uso de la
voz undulaciones, debió mirándolo mejor, de parecerle bien
§. VIII el terminillo, y así lo usa en esta parte. Ojo alerta. Ningún
Escritor diga, de esta voz no beberé.
27. Aunque la explicación, que hasta aquí hemos dado del
no sé qué, es adaptable a cuanto debajo de esta confusa 3. Número 2 conjetura que habiendo dicho que el estudio de
expresión está escondido, debemos confesar, que hay cierto los que llaman Medallistas es entre las Naciones, de la
no sé qué propio de nuestra especie; el cual, por razón de su Moda; le tildo como digno de reprehensión. Conjetura mal, y
especial carácter, pide más determinada explicación. Dijimos estoy muy lejos de eso. Conozco las utilidades de aquel
arriba, que aquella gracia o hermosura del rostro, a la cual, estudio. Y si el Sr. Mañer vuelve los ojos a lo que digo en el
por no entendida, se aplica el no sé qué, consiste en una número 26 de aquel Discurso, verá que no estoy mal con
determinada proporción de sus partes, la cual proporción es todas las Modas; antes estoy mal con los que están mal con
distinta de aquélla, que vulgarmente está admitida como todas. Apruebo las útiles: repruebo las desconvenientes. Así,
pauta indefectible de la hermosura. Mas como quiera que el decir que es de la Moda aquel estudio, no le presta algún
esto sea verdad, hay en algunos rostros otra gracia más fundamento al Sr. Mañer para juzgar que le tengo por
particular, la cual, aun faltando la de la ajustada proporción reprehensible.
de las facciones, los hace muy agradables. Esta es aquella
representación, que hace el rostro de las buenas cualidades 4. Número 3 se hace apologista de los bigotes Españoles
del alma, en la forma que para otro intento hemos explicado para introducir dos noticias que leyó verbo barba, y verbo
en el Tomo V, Disc. III, desde el núm. 10 hasta el num. 16 pelo, las cuales a la verdad no son del caso; porque la
inclusive, a cuyo lugar remitimos al Lector, por no obligarnos cuestión es precisamente, si el uso del bigote contiene o no
a repetir lo que hemos dicho allí. En el complejo de aquellos contiene deformidad: y sobre este punto no hay que decir,
varios sutiles movimientos de las partes del rostro, sino que el bigote al Sr. Mañer le parece bien, y a mí me
especialmente de los ojos, de que se compone la parece mal. En este número tira un horrendo tajo sobre el
representación expresada, no tanto se mira la hermosura trato de los Españoles de este tiempo; y lo más reparable es,
corpórea, como la espiritual; o aquel complejo parece que lo hace con la espada de un Judío. Dice, que a un Judío
hermoso, [380] porque muestra la hermosura del ánimo, que erudito le oyó en Amsterdam censurar terriblemente el mal
atrae sin duda mucho más que la del cuerpo. Hay sujetos, trato de los Españoles, e inmediatamente [155] manifiesta
que precisamente con aquellos movimientos, y positura de dar pleno asenso a la censura. Pregunto, ¿si sería mejor la
ojos, que se requieren para formar una majestuosa y creencia de aquel Judío, que la del Anabaptista Vandále, y la
apacible risa, representan un ánimo excelso, noble, de los Discípulos de Lutero? Y en segundo lugar pregunto: Si
perspicaz, complaciente, dulce, amoroso, activo, lo que hace, el Sr. Mañer se conforma con la opinión de un Judío, en
a cuantos los miran, los amen sin libertad. perjuicio de nuestra Nación; ¿por qué no podré yo
conformarme con la opinión de un Hereje, en lo que no
28. Esta es la gracia suprema del semblante humano. Esta perjudica ni a la Religión ni a la Nación ni a nadie?
es la que, colocada en el otro sexo, ha encendido pasiones
más violentas, y pertinaces, que el nevado candor, y 5. Número 4 impugna el uso del vestido militar, por la razón
ajustada simetría de las facciones. Y ésta es la que los de que no es vestido patrio; y defiende la golilla, porque
mismos, cuyas pasiones ha encendido, por más que la están excusa muchos gastos que se siguen de la compra de paños
contemplando cada instante, no acaban de descifrar; de extranjeros. Ni una ni otra razón valen cosa. No la primera,
modo, que cuando se ven precisados de los que pretenden porque el vestido militar (llamando así al que es
corregirlos a señalar el motivo por que tal objeto los arrastra contradistinto de la golilla) patrio es, y más antiguo en
(tal objeto digo, que carece de las perfecciones comunes), no España que la golilla. Y así el texto que trae de Sofonías
hallan que decir, sino que tiene un no se qué, que contra los que visten a la Extranjera, no es del caso. Fuera
enteramente les roba la libertad. Téngase siempre presente de que lo que (según los Expositores Sagrados) en aquel
(para evitar objeciones), que esta gracia, como todas las lugar se reprehende, no es todo vestido Extranjero, sino el
demás, que andan rebozadas debajo del manto del no sé que era propio y caracterizante de alguna Nación infiel; como
qué, es respectiva al genio, imaginación y conocimiento del entre nosotros lo sería el turbante Turco. Otros lo exponen
que la percibe Más me ocurría que decir sobre la materia; del vestido que usaban los Sacerdotes Idólatras en el culto
pero por algunas razones me hallo precisado a concluir aquí de los Idolos. Otros del vestido propio de otro sexo. Y nada
este Discurso. de esto es del caso. Pero en el Sr. Mañer, esto de usar a
cada paso, y fuera de propósito de textos de la Escritura, ya
-------------------------------------------------------------------------------- parece tema. Tampoco la segunda razón prueba nada: pues
{Benito Jerónimo Feijoo (1676-1764), Teatro crítico universal sin vestir golilla se pueden evitar paños Extranjeros, y
(1726-1740), tomo sexto (1734). Texto tomado de la edición superfluos gastos. ¿Quién le quita al que no usa golilla
de Madrid 1778 (por Andrés Ortega, a costa de la Real vestirse de paño de Segovia?
Compañía de Impresores y Libreros), tomo sexto (nueva
impresión, en la cual van puestas las adiciones del 6. Si lo dicho no basta para templar la queja del Señor Mañer
Suplemento en sus lugares), páginas 367-380.} sobre el abandono de la golilla, busque en esa Corte, que no
faltará, el elegante y gracioso Poema del P. Juan Commirio,
cuyo título es: Golilla decreto Jovis interdicta. Ludus Catholici

17
Regis (Philippi V) versu redditus, donde verá bien pintadas
las incomodidades de este traje. La idea del Poeta es
celebrar el festivo enojo con que nuestro Rey Felipe V
(representando su persona en la de Júpiter) arrojó de sí la
golilla como traje enfadosísimo, que le [156] ahogaba
después de haberla usado unos cuantos días, cuando estaba
para venir a España.

--------------------------------------------------------------------------------

{Benito Jerónimo Feijoo (1676-1764), Ilustración apologética


al primero, y segundo tomo del Teatro Crítico (1729). Texto
tomado de la edición de Madrid 1777 (por Pantaleón Aznar, a
costa de la Real Compañía de Impresores y Libreros),
páginas 153-156.}

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