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la verdadera innovación en el campo de la educación y de la sociedad será aquélla que facilite la apertura de los caminos hacia la profesionalización del docente y que ésta no sea considerada como un mero problema de cambio en las metodologías pedagógicas enraizadas en los profesores; sino un problema que afecta, entre otros, al cambio de las condiciones de trabajo y a la consideración social del docente.
la verdadera innovación en el campo de la educación y de la sociedad será aquélla que facilite la apertura de los caminos hacia la profesionalización del docente y que ésta no sea considerada como un mero problema de cambio en las metodologías pedagógicas enraizadas en los profesores; sino un problema que afecta, entre otros, al cambio de las condiciones de trabajo y a la consideración social del docente.
la verdadera innovación en el campo de la educación y de la sociedad será aquélla que facilite la apertura de los caminos hacia la profesionalización del docente y que ésta no sea considerada como un mero problema de cambio en las metodologías pedagógicas enraizadas en los profesores; sino un problema que afecta, entre otros, al cambio de las condiciones de trabajo y a la consideración social del docente.
consideracin social, el mismo lugar que ocupa el mdico No veo por qu va a ser ms importante, tratar con seres enfermos, que con seres sanos." Manuel Sadovsky Aunque nos cueste creerlo, ya en el siglo XXI; y an sin definir la calidad y e! alcance de la profesionalidad de los "que ensean.! Prcticos... tericos.... intuitivos... expertos...; trminos muchas emparejados como dicotomas, circulan en la literatura pedaggica.
veces
Pocas veces se habla de profesionales de la educacin. Por profesin,
entendemos;ocupacin que conlleva normalmente una preparacin relativamente larga y especializada a nivel de educacin superior y que se rige por su propio cdigo tico. A l le acompaan caractersticas como: - formacin especfica, dirigida y sancionada en su validez. - Aceptacin y cumplimiento de un determinado cdigo tico. - Cumplimiento de un servicio social. Suele constituir la base econmica del individuo, aunque el prestigio, el xito y la autoridad profesionales no estn, necesariamente unidos al total de los ingresos obtenidos por el ejercicio de la profesin. Hoyle (1980) analiza la profesin desde diversos criterios: Una profesin es una ocupacin que desarrolla una funcin social esencial. Est, fundada sobre, un cuerpo sistemtico de conocimientos. Requiere un largo proceso de aprendizaje acadmico y practico. Es esencial que el profesional tenga un alto grado de autonoma, adems de libertad para poder juzgar y decidir en cada momento. Los integrantes de la profesin s organizan' como grupo, frente, a los poderes, pblicos. Tambin coinciden con estas caractersticas autores como Lieberman (1956) y Popkowitz (1985, en Marcelo, 1989). Este seala que la denominacin profesional proporciona privilegio, autoridad y reconocimiento social a las personas que las asumen", aadiendo, posteriormente, que es un concepto contextual, ya que no puede aplicarse por igual en todos los contextos. Heinz-Heimar Tenorth (1988) argumenta que la profesionalizacin es: el conjunto de procesos histricamente analizables mediante los cuales un grupo de profesionales logra demostrar sus competencias en una actividad de relevancia social y es capaz de trasmitir a otros tal competencia y de imponer su modelo frente a otros profesionales y profesiones concurrentes, con la ayuda del Estado; es decir, es capaz, a juicio de ste, de conservar el monopolio y las gratificaciones en orden a una solucin de los problemas, aceptada socialmente". Hay que sealar, no obstante, que, en las ltimas dcadas, han emergido
nuevas perspectivas que reconocen el hecho de que las profesiones siguen un
proceso dinmico en el que los dilemas, las dudas, la falta de estabilidad y la divergencia llegan a constituirse en aspectos inherentes a ellas. La relatividad de este nuevo planteamiento permite flexibilizar el concepto y las definiciones de profesin. Esta se muestra ms sensible y permeable a los cambios que ocurren en la sociedad y deja espacio para que percepciones divergentes puedan coexistir. Es una concepcin alternativa de profesionalidad, que pretende ser ms pluralista y sintonizar mejor con las actuales pautas sociales. Volviendo a la profesionalidad docente o mejor dicho a las posibilidades de convertirse en profesin vemos que al decir de los socilogos (Etzione, 1963) la funcin del maestro, del profesor, se encuadra en la denominacin de semiprofesin. Segn Terhart (1987) Ias semiprofesiones se definen por apoyarse en una amalgama- de conocimientos tcnicos y administrativos, muchos de ellos transmitidos como sabidura artesanal ms qu a travs de conocimientos formalizados; tienen un difcil control, de manera que en el ejercicio de la actividad profesional cuenta ms el factor personal que el formativo. Segn estos criterios, resulta bastante controvertido e indefendible, el rol profesional, y social: a desempear por el docente. Por ende, a una profesionalidad objeto de alternativas diversas apoyada en conocimientos controvertidos, le corresponde, obviamente, una coherente indefinicin en cuanto a los modelos de formacin y estos, a su vez, son discutibles y tambin controvertidos, Creemos ineludible, saber al menos, cuales son los soportes vlidos para la construccin de la profesionalidad docente y refutar y abandonar el criterio de semiprofesionalidad. Por definicin, un semi-profesional carece de la solvencia necesaria como para poder inventar, producir, operar y transformar en la complejidad de las instituciones educativas. Al momento damos cuenta de la necesidad de revisar y cambiar, lo que llamaramos soportes vlidos para la construccin de la profesionalidad, tales como: a) modelos de formacin inicial y continua, b) definicin de la funcin profesional y social, c) condiciones de trabajo,
d) grado de dominio y autonoma en el desempeo del rol,
e) identidad personal y profesional para el ejercicio de los distintos roles docentes , f) constitucin de una comunidad cientfico-pedaggica con sus: propios cdigos y paradigmas y en dilogo permanente con los de las dems ciencias. /
La imagen del profesor corno investigador, defendida por Stenhouse y el
movimiento de pedagoga crtica, contribuyen ampliamente a esta concepcin; pero reducir el problema a la figura del docente resulta una simplificacin de la situacin, ya que ste slo es uno de los elementos de la compleja trama que configura la realidad educativa, la cual se contextualiza en cada comunidad educativa, integrada por padres, docentes, alumnos e impregnada por las particularidades da un entorno, que slo es parte de otro mayor que interacta en forma continua con l.
En sntesis, la verdadera innovacin en el campo de la educacin y de la
sociedad ser aqulla que facilite la apertura de los caminos hacia la profesionalizacin del docente y que sta no sea considerada como un mero problema de cambio en las metodologas pedaggicas enraizadas en los profesores; sino un problema que afecta, entre otros, al cambio de las condiciones de trabajo y a la consideracin social del docente. En este sentido estn implicadas las micro y macro polticas para optar por los paradigmas de pensamiento que permitan a los profesionales, de la educacin actuar crticamente en el sistemaeducativo y respecto de su propia prctica profesional. Coincidimos con el pedagogo mejicano ngel Daz Barriga, cuando afirma que "las caractersticas personales del docente junto con la perspectiva global que tiene de la educacin condicionan a priori la organizacin metodolgica", pero creemos que el arribar a esa perspectiva global no es tarea de un da, por el contrario implica un amplio y profundo proceso de formacin, en el cual se comprometan conocimientos , procedimientos y actitudes, al ms alto nivel, acorde con la responsabilidad y envergadura del cotidiano ejercicio de la docencia. Tomamos partido, irrenunciablemente, por la profesionalizacin del docente; involucrando en todos los cambios para que esto sea posible tanto a las polticas de formacin, como al interior de las instituciones formadoras y a los analizadores naturales de la prctica docente, las escuelas mimas, en donde en definitiva, se requiere a cada momento de la intervencin profesional. La valorizacin de la docencia ser, nada menos, que la valorizacin de la imagen social de la docencia, quiz sea este, uno de los desafos del tan mentado tercer milenio; sin duda que, ste es un cambio, que como tal, implica prioridades, valores e inversiones. Prof. Susana Huberman