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La relación abogado-cliente

¿Quién es el cliente?

Dr. Shore: ¡Emily! Lo bueno fue que le causa-


mos una excelente impresión inicial al jurado.
Lo malo fue que tuviste que oír cómo mató
tu padre a tu madre. Eso es algo que nadie
debería experimentar. Hay algo que debes sa-
ber sobre los abogados. Pude asesorarte antes
del testimonio para que estuvieras preparada,
pero preferí no hacerlo. Si la demandante no
llora, el jurado no ve llanto, es menos dinero.
Pero no tenemos que continuar.
Emily: Quiero continuar.
Dr. Shore: ¿Estás segura?
Emily: Sí.
Dr. Shore: De acuerdo.17

¿Cómo debe proceder el abogado que patrocina el interés de un in-


capaz? ¿Quién es el cliente del abogado que patrocina a una empresa
en juicio? ¿Por qué debe un abogado esclarecer quién es su cliente?
Cuando un abogado defiende un caso y sus honorarios son pagados por
un tercero ¿Qué interés defiende el abogado y qué obligaciones tiene
respecto del beneficiario y el contratista? ¿Qué elementos determinan
la existencia de una relación abogado-cliente: un contrato, la fijación y
pago de honorarios, la expectativa del cliente? ¿Tiene el abogado que
17/ “Too much information”. Décimo tercer episodio de la serie Boston Legal. Segunda Tem-
porada. 2004.

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| LA RELACIÓN ABOGADO-CLIENTE |

representa a una persona jurídica deberes adicionales? ¿Qué aspectos


son recomendables definir al inicio de la relación profesional?

Este capítulo examina las reglas de conducta profesional relativas al


establecimiento de la relación abogado-cliente. En primer lugar, se rea-
liza una descripción comparada de los principios y reglas sobre esta
materia, tanto en el Código de 1997, el Anteproyecto de Código y Pro-
yecto de Código. Luego, se analizan los problemas que se presentan en
la formación de la relación abogado-cliente. En tercer lugar, se define
la importancia de identificar la voluntad y el interés del cliente, inclu-
sive cuando se tiene un cliente incapaz. Posteriormente, se detallan los
aspectos que deben ser esclarecidos al iniciar la relación profesional.
Luego, se describe la problemática que se presenta desde la ética pro-
fesional cuando el cliente es una persona jurídica, en particular para
identificar quién es el cliente, representar a integrantes de la organiza-
ción y adoptar las medidas necesarias cuando se detecten actuaciones
irregulares. Más adelante, se analiza la problemática que presentan los
contratos de servicios legales a favor de terceros. Finalmente, se deta-
llan las fuentes de consulta utilizadas en este capítulo.

1. HISTORIA NORMATIVA

Código Vigente Anteproyecto de Código Proyecto de Código


Concepto
1997 2007 2008

No regulado Artículo 2. Misión del Artículo 8. Deberes del aboga-


abogado. El abogado do. El abogado presta servicios
presta servicios profe- profesionales a su cliente. Al
sionales a su cliente. Al hacerlo, debe actuar con com-
hacerlo, debe actuar con petencia y diligencia y está
competencia y diligencia obligado a cumplir con los de-
y está obligado a cumplir beres de información, confiden-
Deberes
con los deberes de infor- cialidad, lealtad, celo en el pa-
del
mación, confidencialidad, trocinio, cuidadoso manejo de
abogado
lealtad, celo en el patro- los bienes del cliente y demás
cinio y cuidadoso manejo deberes establecidos en la nor-
de los bienes del cliente, mativa vigente y en el presente
en los términos estable- Código.
cidos en la normativa
vigente y en el presente
Código.

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| EXPOSICIÓN DE MOTIVOS |

Código Vigente Anteproyecto de Código Proyecto de Código


Concepto
1997 2007 2008

No regulado Artículo 4. Principios Artículo 9. Confianza recípro-


generales. La relación ca. La relación abogado-cliente
abogado-cliente debe debe basarse en la confianza
basarse en la recíproca recíproca. Su constitución otor-
confianza. Su constitu- ga legitimidad al cliente para
ción otorga legitimidad al exigir el cumplimiento de los
Confianza cliente para exigir el cum- deberes estipulados en el pre-
recíproca plimiento de los deberes sente Código. Es recomendable
profesionales estipulados que el abogado mantenga un
en el presente Código. registro actualizado de clientes,
para efectos de poder cumplir a
cabalidad con lo regulado en el
presente Código.

No regulado Artículo 5. Inicio de la Artículo 10. Voluntad del clien-


relación profesional. El te. El abogado debe actuar
abogado no actuará en atendiendo estrictamente a las
un asunto sino por volun- instrucciones del cliente; no ac-
tad expresa del cliente y tuará en un asunto sino por vo-
de acuerdo con el encar- luntad expresa del cliente y de
go encomendado. acuerdo con el encargo enco-
mendado. El abogado no debe
contrariar la voluntad del clien-
te, aun cuando crea que ello
sería lo más adecuado para la
defensa del interés del cliente.
En el supuesto que la voluntad
del cliente pudiese perjudicar
su propio interés, el abogado
deberá explicarle oportunamen-
te las implicancias de lo que de-
sea lograr; no obstante, deberá
Voluntad respetar la decisión de su clien-
del cliente te respecto a los objetivos de la
representación y los medios a
utilizar para lograrlos.

Cuando la capacidad del cliente


para tomar decisiones razona-
das sobre su propio interés esté
afectada por minoría de edad,
condición mental o cualquier otra
razón, el abogado deberá con-
sultar con individuos o entida-
des que tienen la capacidad de
tomar decisiones para proteger
el interés del cliente. El abogado
debe adoptar las medidas que
estime pertinentes si considera
que la persona responsable está
tomando decisiones que afectan
el interés del cliente.

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| LA RELACIÓN ABOGADO-CLIENTE |

Código Vigente Anteproyecto de Código Proyecto de Código


Concepto
1997 2007 2008

No regulado Artículo 5. Inicio de la re- Artículo 11. Alcance del en-


lación profesional. (…) Al cargo. Al inicio de la relación
inicio de la relación profe- profesional, el abogado debe
sional, el abogado debe explicarle al cliente con clari-
precisar con claridad los dad, suficiencia e idoneidad los
alcances e implicancias alcances e implicancias de la
de la relación profesio- relación profesional. Es reco-
nal. Es deseable que el mendable que establezca por
Alcance del abogado cuente con un escrito al inicio de la relación el
encargo registro de clientes. alcance del encargo. En el su-
puesto que el abogado negocie
cláusulas que le permitan ceder
unilateralmente su posición
contractual debe explicar pre-
viamente el alcance de dichas
cláusulas al cliente y obtener su
consentimiento informado.

No regulado Artículo 6. La persona Artículo 12. La persona jurídica


jurídica como cliente. El como cliente. El abogado de
abogado de una persona una persona jurídica, pública o
jurídica patrocina los inte- privada, patrocina los intereses
reses de ésta y no los de de ésta y no los de sus direc-
sus directores, gerentes, tores, gerentes, empleados, ac-
empleados, accionistas cionistas u otras autoridades o
u otros miembros de la miembros de la organización.
organización.
El abogado de una persona
El abogado de una per- jurídica que conozca de actua-
sona jurídica también ciones ilegales dentro de la or-
puede patrocinar el inte- ganización deberá recurrir al ór-
rés de los miembros de la gano competente de la misma
organización en asuntos para que se adopten las medi-
La persona donde no exista conflicto das correctivas necesarias, sin
jurídica con los intereses de la perjuicio de ejercer su potestad
como organización, y en tan- de revelar la información ne-
cliente to que no se pueda ver cesaria para evitar la comisión
afectado el cumplimiento de un delito inminente, de ser
de sus deberes respecto necesario.
de aquélla.
El abogado de una persona ju-
El abogado de una per- rídica también puede patrocinar
sona jurídica que conoz- el interés de los miembros de la
ca de actuaciones ilega- organización en asuntos donde
les dentro de la misma no exista conflicto con los inte-
deberá recurrir al órgano reses de la organización, y en
competente de la perso- tanto que no se pueda ver afec-
na jurídica para que se tado el cumplimiento de sus de-
adopten las medidas ne- beres respecto de aquélla.
cesarias.

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| EXPOSICIÓN DE MOTIVOS |

Código Vigente Anteproyecto de Código Proyecto de Código


Concepto
1997 2007 2008

No regulado Artículo 7. Contrato a Artículo 13. Contrato a favor de


favor de tercero. El abo- tercero. El abogado que patro-
gado que patrocina a un cina a un cliente en un asunto
cliente por encargo de un en el que un tercero es quien
Contrato tercero, quien contrata y contrata o paga por sus servi-
a favor de paga sus servicios, podrá cios, podrá con consentimiento
tercero con consentimiento del del cliente, mantener informado
cliente, mantener infor- al tercero respecto del desarro-
mado al tercero respecto llo del patrocinio.
del desarrollo del patro-
cinio.

2. FORMACIÓN DE LA RELACIÓN ABOGADO-CLIENTE

Un abogado se debe a su cliente. Al prestar sus servicios, debe actuar


con competencia y diligencia para representar los intereses del cliente.
Está obligado a cumplir con los deberes de información, confidenciali-
dad, lealtad, celo en el patrocinio, cuidadoso manejo de los bienes del
cliente y demás deberes establecidos en la normativa vigente y en el
presente Código (Proyecto de Código, artículo 8°).

El establecimiento de la relación abogado-cliente determina la exigi-


bilidad de esos deberes profesionales (Proyecto de Código, artículo
9°). No obstante, algunos deberes son vinculantes respecto del cliente
potencial aún cuando no se hubiere establecido ninguna relación con-
tractual. Así, el secreto profesional se deriva no sólo de la relación
profesional efectiva, sino también de la relación potencial (Proyecto de
Código, artículo 29°). Asimismo, para que el abogado use información
confidencial para un fin distinto al encomendado requiere autorización
expresa y previa del titular de la información (Proyecto de Código,
artículo 27°).

El abogado es libre de asumir o rechazar el patrocinio incluso si está


inmerso en una relación de dependencia (Proyecto de Código, artículo
14°). Normalmente, la relación abogado-cliente se origina contractual-
mente, ya sea de manera verbal o escrita. Puede ser de manera implícita

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| LA RELACIÓN ABOGADO-CLIENTE |

también. No se requiere de la suscripción de un documento, ni de la


fijación de los honorarios para que exista una relación abogado-cliente.
Incluso, la sola solicitud del cliente puede ser suficiente cuando exista
una creencia razonable de que el abogado protegerá sus intereses; por
ejemplo, cuando las propias acciones del abogado evidencian implíci-
tamente que ha aceptado el encargo. En el caso In re Flores Ayffan, el
Tribunal Supremo de Puerto Rico rechazó el argumento según el cual
el abogado denunciado había aceptado el caso únicamente para analizar
la viabilidad de la pretensión y no con el fin de presentar una demanda
ante los tribunales. La conducta del abogado (presentarse como repre-
sentante legal, enviar cartas al probable demandado, sostener reuniones
sucesivas con el posible demandante) llevó a concluir que en verdad
existía una relación abogado-cliente.18

Excepcionalmente, la relación abogado-cliente puede establecerse sin el


consentimiento expreso del abogado si éste estaba en condiciones de dar-
se cuenta que la persona que lo contactó razonablemente creía que el le-
trado se había convertido en su abogado. De este modo, de acuerdo con el
American Law Institute, “la relación abogado-cliente se presenta cuando:
(1) una persona manifiesta al abogado su interés por la prestación de ser-
vicios legales; y (a) el abogado acepta; o (b) la persona razonablemente
confía que el abogado proporcionará sus servicios, el abogado razonable-
mente debe conocer de esa confianza y no rechaza el encargo”.19 En este
último caso se busca tutelar la confianza de los terceros en el abogado y
se impone sobre éste la carga de cuidar que los potenciales clientes no
crean erróneamente que el abogado ya está contratado.

La prestación de servicios adicionales al servicio jurídico no elimina la


existencia de una relación abogado-cliente. Por ejemplo, no es proce-
dente alegar que el abogado que facilita un préstamo entre dos perso-
nas funge como un intermediario financiero y que no presta servicios

18/ Tribunal Supremo de Puerto Rico. Expediente. N.º 2000 TSPR 123. Sentencia del 02 de
mayo del 2000. El abogado fue suspendido indefinidamente de la profesión por cuanto su
inacción generó la prescripción de la pretensión del cliente.
19/ American Law Institute. Restatement (Third) of the Law Governing Lawyers § 14. 2000.

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| EXPOSICIÓN DE MOTIVOS |

legales. En ese sentido, en el caso In re Alberto Sepúlveda, el Tribunal


Supremo de Puerto Rico sancionó con una suspensión de seis meses al
abogado que intermedió un préstamo entre dos clientes suyos, por ha-
berse cobrado del monto una deuda que tenía el prestario con él.20

3. VOLUNTAD DEL CLIENTE

Por regla general, las personas y empresas suelen recurrir a un abogado


para tutelar sus intereses, sea que tengan que comparecer ante los tribu-
nales, negociar un contrato o adecuar sus actividades para cumplir con
la ley. El cliente tiene un interés y una necesidad y por eso recurre al
abogado para que éste lo asesore. El cliente debe confiar en el profesio-
nal del Derecho para la conducción del patrocinio, por ser éste un asunto
eminentemente técnico. No obstante, cabe preguntarse hasta qué punto
el abogado tiene el derecho a elegir técnicamente qué es lo mejor para el
interés del cliente y tramitar el asunto sin la participación de éste.

Conviene hacer una distinción entre el interés del cliente que el abogado
debe patrocinar, la voluntad del cliente y lo que el abogado considera lo
mejor para el cliente. El abogado debe tener presente estos tres concep-
tos que están íntimamente relacionados y que en algunas circunstancias
pueden generar confusión respecto de cómo proceder.

Una cosa es el interés del cliente que es objeto del patrocinio y al cual
se debe el abogado. Es necesario identificar con claridad qué pretende
lograr el cliente. En concreto, qué es lo que busca; qué le molesta; qué
desea cambiar; qué le preocupa; qué quiere lograr; cómo desearía que
terminase la representación; en suma, cuál es su interés.

Otra cosa es la voluntad del cliente respecto de cómo llevar a cabo el


patrocinio, cómo proteger su interés y con qué darse por satisfecho. El
cliente goza de absoluta autonomía para decidir sobre opciones que no
le son rentables e incluso que le pueden resultar perjudiciales y que el
20/ Tribunal Supremo de Puerto Rico. Expediente. N.º 2001 TSPR 153. Sentencia del 24 de
octubre del 2001.

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| LA RELACIÓN ABOGADO-CLIENTE |

abogado debe obedecer. El límite al interés y a la voluntad del cliente es


la legalidad de los fines y medios (Proyecto de Código, artículo 15°).

Tema aparte es lo que el abogado considera como lo mejor para el


cliente que incluye su conocimiento legal y una representación compe-
tente, además de su función de asesoría, consejo y persuasión al clien-
te cuando considere que éste va a tomar decisiones equivocadas. El
abogado debe informar ampliamente y persuadir al cliente acerca de la
mejor manera de proteger su interés.

El Proyecto de Código promueve ampliamente la autonomía del cliente,


quien es el único autorizado para decidir acerca de sus propios intereses,
tanto respecto de los fines del patrocinio como de los medios para lo-
grar sus propósitos. El abogado, en tanto asesor del cliente, debe actuar
atendiendo estrictamente a las instrucciones del cliente; para ello, deberá
mantenerlo debidamente informado y solicitar su colaboración e instruc-
ciones. El abogado no actuará en un asunto sino por voluntad expresa
del cliente y de acuerdo con el encargo encomendado (Proyecto de Códi-
go, artículo 10°). El principio de la autonomía del cliente que subyace a
la regulación del Proyecto de Código supone reconocer que el cliente es
el titular y único que decide sobre su propio interés. La función del abo-
gado es de asesoría e información, mas no de decisión o disposición.

Aún cuando el abogado crea que la decisión del cliente no es adecuada


para proteger sus intereses, incurriría en una grave infracción a la ética
profesional si se conduce de manera contraria a la voluntad del cliente.
El abogado debe informarle acerca de los riesgos e implicancias de lo
errado de su decisión, pero siempre debe atender a sus instrucciones.
“El cliente tiene el derecho a tomar decisiones absurdas, irracionales o
perjudiciales para sus intereses”.21

Cierto es que el abogado debe poder tomar decisiones cotidianas sobre


cómo y cuándo realizar una investigación, entrevistarse con terceros,
21/ KILPATRICK, Judith. “Ethical issues in representing clients with diminished capacities”.
En: Arkansas Law Notes. 2003. p. 60.

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| EXPOSICIÓN DE MOTIVOS |

verificar información, presentar un escrito de mero trámite y demás


asuntos necesarios para el curso normal de la representación del cliente.
El abogado no requiere de la autorización del cliente para todo lo que
haga, salvo que el cliente así se lo solicite. No obstante, debe mante-
nerle informado de todo asunto y ser prudente en consultarle aquellas
decisiones que, por su trascendencia, requieran de su consentimiento.
Claramente todo acto de disposición requiere la intervención del clien-
te. Por ejemplo, proponer, aceptar o rechazar una oferta indemnizatoria
o una transacción es una decisión que le compete exclusivamente al
cliente.

Es recomendable que el abogado defina contractualmente qué acciones


podrá tomar por sí mismo. El poder inicial que el cliente otorga a su
abogado debe ser lo suficientemente claro en ese sentido para garantizar
una representación eficiente. En relación con este aspecto, en el Perú, la
Ley N.° 266624, publicada el 20 de junio de 1996, cerró el debate sobre
si el abogado podía impugnar un fallo adverso sin el concurso del clien-
te.22 En la medida en que el profesional del Derecho es quien asume la
conducción técnica del juicio, el abogado no requiere poder especial
para interponer medios impugnatorios en representación de su cliente.

Para efectos del análisis de la responsabilidad del abogado de actuar de


conformidad con la voluntad del cliente, debe tenerse en consideración
el hecho de que no todos los clientes son iguales. La representación de
una persona legalmente imposibilitada de tomar decisiones razonadas,
de un cliente ausente y de una persona jurídica requiere especial aten-
ción, como se detalla a continuación.

22/ Sobre este debate puede revisarse los comentarios de QUIROGA LEÓN, Aníbal. “La
apelación del abogado”. En: Diario “El Comercio”. 16 de junio de 1993. p.2; y FORNO
FLÓREZ, Hugo. “El abogado y sus facultades representativas”. En: Diario “El Peruano”.
26 de julio de 1993. p. B3. Asimismo, puede revisarse el artículo institucional del Colegio
de Abogados de Lima: “Fallo casatorio atenta contra ejercicio profesional del abogado”.
En: La voz del abogado, Suplemento Especial del Colegio de Abogados de Lima. Nº 23.
Noviembre del 2004. p. 4.

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| LA RELACIÓN ABOGADO-CLIENTE |

3.1 El cliente con incapacidad

Cuando la capacidad del cliente para tomar decisiones razonadas sobre


su propio interés esté afectada por minoría de edad, enfermedades físi-
cas o mentales, vicios o cualquier otra razón, el abogado debe consultar
acerca del curso del patrocinio con aquellos individuos o entidades ha-
bilitados para tomar las decisiones por el incapaz, de conformidad con
el mandato de interdicción y las reglas generales del Código Civil. Esta
regla es aplicable también cuando la incapacidad del cliente es sobre-
viniente y sea tan seria que elimine la facultad del cliente para tomar
decisiones.

En estos casos, el abogado debe seguir las instrucciones del responsable


(tutor o curador) bajo la presunción de que éste actúa de buena fe. No
obstante, en el supuesto de que el abogado crea razonablemente que las
decisiones del responsable no están siendo tomadas en interés del inca-
paz, deberá adoptar las medidas protectoras que considere necesarias en
favor del cliente (Proyecto de Código, artículo 10°).

Puede suceder que en el transcurso del patrocinio el cliente pierda algu-


nas de sus capacidades cognitivas por una enfermedad, el uso indebido
de drogas, la vejez, entre otras condiciones. El hecho que sobrevengan
dificultades en el cliente no excusa al abogado a esforzarse por identi-
ficar la voluntad del cliente y actuar conforme a ella. El abogado debe
explicar las cosas lo más fácilmente posible y cerciorarse que el cliente
que ha visto disminuida su capacidad de comprensión, ha logrado en-
tender las consecuencias de sus decisiones. Sólo en el supuesto de que
el cliente sea declarado incapaz, el abogado debe atender a las instruc-
ciones del responsable.

3.2 El cliente ausente

Puede suceder que el cliente se ausente o por alguna razón no pueda ser
ubicado por su abogado. En esta situación, el abogado no debe dejar de
proteger el interés del cliente bajo el argumento que no ha logrado con-
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| EXPOSICIÓN DE MOTIVOS |

tactarse con él. La ausencia del cliente no extingue la relación abogado-


cliente. Debe realizar todas las medidas razonables para comunicarse
con el cliente y, aun en el caso que no logre entablar contacto, estará
obligado a tomar las decisiones que permitan proteger de mejor manera
el interés del cliente, salvo que ello suponga incurrir en gastos excesi-
vos no previstos al inicio de la relación profesional.

3.3 La voluntad de la persona jurídica

La personería jurídica es una abstracción legal. La voluntad de una per-


sona jurídica se forma a través del órgano interno correspondiente y
éstos a su vez actúan a través de las personas naturales de acuerdo con
las normas de organización interna de la entidad. En esa medida, el abo-
gado de una persona jurídica debe preocuparse por determinar quién es
la persona individual que está autorizada a manifestar la voluntad de la
organización, y de requerir la participación de toda persona que fuere
necesaria para expresar la voluntad de la organización.

En el caso de una persona jurídica pública, habrá que atender a lo esta-


blecido en la ley de creación, el reglamento de organización y funcio-
nes, entre otros dispositivos de derecho público. Tratándose de perso-
nas jurídicas privadas, el abogado debe tener presente los documentos
de constitución, estatutos y demás normas de organización interna.

4. ALCANCE DEL ENCARGO

Al inicio de la relación profesional, el abogado debe explicarle al cliente


con claridad, suficiencia e idoneidad el alcance e implicancias de la re-
lación profesional. Toda vez que el abogado suele manejar más informa-
ción respecto de la conducción del patrocinio, es recomendable llegar a
un acuerdo por escrito a fin de evitar sorpresas y malos entendidos, tanto
para el cliente como para el abogado. En particular, es deseable que en
el contrato profesional se esclarezca quién es el cliente; quién está auto-
rizado para conocer información relativa al patrocinio y tomar decisio-
nes al respecto; qué trámites son de responsabilidad del abogado y qué

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| LA RELACIÓN ABOGADO-CLIENTE |

obligaciones tiene el cliente hacia el abogado; cuál es la metodología de


facturación y cuál es el alcance de los servicios profesionales.

Un aspecto controversial es reconocer la posibilidad del abogado de nego-


ciar la cesión unilateral de un caso, en tanto que “vender toda o una parte
de su práctica profesional puede ser considerada una deslealtad hacia el
cliente e implicar el acceso indebido a información confidencial”.23

El Proyecto de Código reconoce la potestad de negociar una cláusula


de transferencia unilateral, como manifestación de la libertad consti-
tucional de las personas a negociar sus contratos. No obstante, obliga
al abogado a explicar suficientemente al cliente de la posibilidad uni-
lateral de ver interrumpida la relación profesional. En el supuesto de
que el abogado negocie cláusulas que le permitan ceder unilateralmente
su posición contractual debe explicar previamente el alcance de dichas
cláusulas al cliente y obtener su consentimiento informado (Proyecto
de Código, artículo 11°).

5. LA PERSONA JURÍDICA COMO CLIENTE

El Código de 1997 contiene una visión tradicional de la relación abo-


gado-cliente. Regula fundamentalmente la conducta de un abogado que
defiende el interés de una persona individual. No prevé la problemática
particular que supone tener como cliente a una organización. Esto es
insuficiente ante una realidad en la cual la mayoría de clientes de los
principales estudios de abogados son hoy personas jurídicas antes que
personas naturales.

Al asumir la representación legal de una persona jurídica, pública o


privada, es importante identificar quién es el cliente. Esto que es muy
sencillo en una relación abogado-cliente tradicional, se torna muy com-
plejo en el caso de las organizaciones.

23/ OVERTON, George. “Are lawyers for sale?”. En: Chicago Bar Association Record. N.º 15.
Abril 2001. p. 64.

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| EXPOSICIÓN DE MOTIVOS |

El abogado debe dejar en claro que su cliente es la organización, a quien


le debe su lealtad. Nadie más debe considerarse su cliente. El abogado
de una persona jurídica, pública o privada, patrocina los intereses de
ésta y no los de sus directores, gerentes, empleados, accionistas u otras
autoridades o miembros de la organización (Proyecto de Código, artí-
culo 12°).

Luego, es importante que el abogado identifique al inicio de la relación


profesional quiénes son las personas de la organización autorizadas
para ser informadas y tomar decisiones sobre el curso del patrocinio.

5.1 El patrocinio de miembros de la organización

El Proyecto de Código permite que el abogado de una persona jurídica


pueda representar a algún director, empleado, socio u otro miembro de
la organización, siempre que no existan intereses en conflicto. El abo-
gado de una persona jurídica también puede patrocinar el interés de los
miembros de la organización en asuntos donde no exista conflicto con
los intereses de la organización, y en tanto que no se pueda ver afectado
el cumplimiento de sus deberes respecto de aquélla (Proyecto de Códi-
go, artículo 12º).

De acuerdo con John M. Burman, el abogado que es contratado para


constituir una organización debe enfrentar especiales dificultades para
conciliar los intereses de los miembros de la futura organización. En
estricto, el abogado no representa a la persona jurídica, pues ésta aún
no existe. Burman recomienda que, al inicio de la relación profesional,
el abogado identifique con claridad qué interés defiende (el de todos los
interesados en la constitución de la organización, sólo uno o un grupo
de ellos), con qué personas deberá interactuar, quién es el responsable
de sus pagos, e informar al cliente acerca de los conflictos de intereses
que podrían sobrevenir.24

24/ BURMAN, John M. “Ethical considerations when representing organizations”. En: Wyo-
ming Law Review. Nº 3. 2003. pp. 589-590.

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| LA RELACIÓN ABOGADO-CLIENTE |

5.2 Subir la escalera

El abogado de una persona jurídica debe comprender que su cliente no


es el individuo, directivo o funcionario con quien tiene el contacto di-
recto para la prestación de sus servicios. Su cliente es la persona jurídi-
ca como entidad autónoma. Es a la organización en abstracto a quien le
debe lealtad, incluso a expensas de los intereses de los socios, gerentes
o directores que tienen el control de la organización.

En esta línea, el abogado de una persona jurídica que conozca de actua-


ciones ilegales dentro de la organización tiene el deber de actuar para
proteger los intereses de su cliente. Como manifestación del deber de
lealtad para con el cliente, el abogado que conozca de asuntos ilegales
debe recurrir al órgano competente al interior de la organización para
que se adopten las medidas correctivas necesarias (Proyecto de Código,
artículo 12º).

En tanto el abogado conozca de actuaciones u omisiones ilegales de


parte de los miembros de la organización que pudieran perjudicarla, se
activa el deber de buscar una solución dentro de la propia organización.
Sólo si la máxima autoridad omite adoptar las medidas necesarias para
evitar un daño al cliente y sea absolutamente necesario evitar la co-
misión inminente de un delito, el abogado puede revelar información
protegida por el secreto profesional a terceros (Proyecto de Código,
artículo 33º).

6. CONTRATO A FAVOR DE TERCERO

Cuando un abogado presta servicios a una persona individual con quien


contrata y quien le paga, es sencillo identificar qué interés debe pro-
teger. El asunto no es tan simple cuando un abogado patrocina a un
cliente en un asunto en el que un tercero es quien contrata o paga por
sus servicios. La variedad de intereses hace más difícil e importante
identificar quién es el cliente.
51
| EXPOSICIÓN DE MOTIVOS |

El Proyecto de Código establece expresamente que el abogado no pres-


ta servicios a la persona que paga o contrata sus servicios, sino más
bien a la persona cuyo interés patrocina. En esa medida, únicamente
con el consentimiento del cliente, el abogado podrá mantener informa-
do al tercero respecto del desarrollo del patrocinio (Proyecto de Códi-
go, artículo 13º). Con mayor razón, sólo el consentimiento del cliente
podrá otorgar al tercero la potestad de tomar decisiones respecto del
curso del patrocinio. Claro está que no se requiere del consentimiento
del menor incapaz cuya patria potestad es ejercida por sus padres. El
abogado debe seguir las instrucciones de los padres responsables, sal-
vo que tenga razones fundadas pare creer que no se está actuando en
interés del incapaz, en cuyo caso, deberá adoptar las medidas protecto-
ras que considere necesarias en favor del cliente (Proyecto de Código,
artículo 10°).

7. BIBLIOGRAFÍA

American Law Institute, Restatement (Third) of the Law Governing


Lawyers § 14, 2000.

BOSTON LEGAL. “Too much information”. Décimo tercer episodio.


Segunda Temporada. 2004.

BURMAN, John M. “Ethical considerations when representing organi-


zations”. En: Wyoming Law Review. Nº 3. 2003.

Colegio de Abogados de Lima. “Fallo casatorio atenta contra ejercicio


profesional del abogado”. En: La voz del abogado, Suplemento Especial
del Colegio de Abogados de Lima. Nº 23. noviembre del 2004. p. 4.

FORNO FLÓREZ, Hugo. “El abogado y sus facultades representati-


vas”. En: El Peruano. 26 de julio de 1993. p. B3.

KILPATRICK, Judith. “Ethical issues in representing clients with dimi-


nished capacities”. En: Arkansas Law Notes. 2003.

52
| LA RELACIÓN ABOGADO-CLIENTE |

OVERTON, George. “Are lawyers for sale?”. En: Chicago Bar Asso-
ciation Record N.º 15. Abril 2001.

QUIROGA LEÓN, Aníbal. “La apelación del abogado”. En: El Comer-


cio, 16 de junio de 1993. p.2.

Tribunal Supremo de Puerto Rico.

- Expediente. N.º 2000 TSPR 123. Sentencia del 02 de mayo del 2000.

- Expediente. N.º 2001 TSPR 153. Sentencia del 24 de octubre del 2001.

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