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ES POSIBLE

LEER EN LA ESCUELA

DELIA LERNE R
Licenciada en Ciencias de la Educación, docente de la
Universidad de Buenos Aires e investigadora en didáctica de la
lectura y escritura, especialista en proyectos de capacitación
docente.

Debo ser un lector muy ingenuo, porque nunca pensé que los novelistas qui-
siesen decir más de lo que dicen. Cuando Franz Kafka cuenta que Gregorio
Samsa apareció cierta mañana convertido en un gigantesco insecto, no me
parece que esto sea símbolo de algo y la única cosa que siempre me intrigó
es a qué especie de animal pertenecía él. Creo que hubo, en realidad, un
tiempo en que las alfombras volaban y que había genios prisioneros dentro
de las botellas. Creo que el burro de Ballan habló –como dice la Biblia– y la
única cosa que hay que lamentar es no tener grabada su voz, y creo que Jo-
sué derrumbó las murallas de Jericó con el poder de sus trompetas, y la úni-
ca cosa lamentable es que ninguno tiene transcripta la música capaz de de-
moler. Creo, en fin, que Vidriera –de Cervantes– era en realidad de vidrio,
como él decía en su locura, y creo realmente en la jubilosa verdad de que
Gargantúa orinaba tor rencialmente sobre las catedrales de París.

Gabriel García Márquez 2

Leer es adentrarse en otros mundos posibles. Es indagar en la realidad pa-


ra comprenderla mejor, es distanciarse del texto y asumir una postura crítica
frente a lo que se dice y lo que se quiere decir, es sacar carta de ciudadanía
en el mundo de la cultura escrita...
¿Es posible leer en la escuela? Esta pregun- obra literaria es abierta y acepta múltiples inter-
ta puede parecer extraña: ¿por qué poner en du- pretaciones–. Todo el tratamiento que la escue-
da la viabilidad de la lectura en una institución la hace de la lectura es ficticio, empezando por
cuya misión fundamental ha sido –y sigue sien- la imposición de una única interpretación posi-
do– precisamente la de enseñar a leer y escribir? ble. ¿Será que la escuela es una obra de ficción?
Sin embargo, la desnaturalización que la Para ser fiel a la verdad, debo reconocer que
lectura sufre en la escuela ha sido puesta en evi- García Márquez reivindica la tarea docente.
dencia en forma irrefutable. Mucho antes de Después de señalar que continúan ocurriendo
que esto se constituyera en un lugar común de otros milagros semejantes a los creados por
la bibliografía didáctica, Bernard Shaw se nega- Cervantes o Rabelais y que, “si no los vemos, es
ba sistemáticamente a aceptar que sus obras for- porque somos impedidos muchas veces por el
maran parte de los programas escolares. García racionalismo obscurantista que nos inculcan
Márquez se divierte analizando lo que ocurre nuestros profesores de literatura”, tiene la gen-
con las suyas, que son objeto de enseñanza en tileza de aclarar:
muchos países de América Latina.
“Tengo un gran respeto, y sobre todo un
“Este mismo año –cuenta el novelista en gran cariño, por el oficio de profesor y por eso
1983– mi hijo Gonzalo tuvo que responder un mismo me reconforta saber que ellos también
cuestionario de literatura, elaborado en Londres, son víctimas de un sistema de enseñanza que
para un examen de admisión. Una de las pregun- los induce a decir bestialidades. Una de las per-
tas pedía que se estableciese cuál era la simbolo- sonas inolvidables en mi vida es la profesora
gía del gallo en El coronel no tiene quien le es- que me enseñó a leer, a los cinco años. Era una
criba. Gonzalo, que conoce bien el estilo de su moza bonita y sabia, que no pretendía saber más
casa, no pudo resistir la tentación de gozar de de lo que podía, y era tan joven que con el tiem-
aquel sabio remoto y respondió: ‘Es el gallo de po acabó siendo más joven que yo. Era ella la
los huevos de oro’. Más tarde supimos que quien que nos leía, en clase, los primeros poemas. Re-
tuvo la mejor nota fue el alumno que respondió, cuerdo con la misma gratitud al profesor de li-
como había enseñado el profesor, que el gallo del teratura del colegio, un hombre modesto y pru-
coronel era el símbolo de la fuerza popular repri- dente que nos conducía por el laberinto de los
mida. Cuando lo supe, me alegré una vez más de buenos libros sin interpretaciones rebuscadas.
mi buena estrella política, porque el final que yo Este método posibilitaba a sus alumnos una par-
tenía pensado para ese libro, y que cambié a últi- ticipación más personal y libre en el milagro de
ma hora, era el coronel torciéndole el pescuezo al la poesía. En síntesis, un curso de literatura no
gallo y haciendo con él una sopa de protesta. Ha- debería ser más que una buena guía de lecturas.
ce años que colecciono estas perlas con las que Cualquier otra pretensión no sirve nada más que
los profesores de literatura pervierten a sus alum- para asustar a los niños. Pienso yo, aquí entre
nos. Conozco uno, de muy buena fe, para quien nosotros.”
la abuela desalmada –gorda y voraz, que explota
En las observaciones de García Márquez es-
a Cándida Eréndira para cobrarle una deuda– es
tán incluidas algunas de las ideas que intentaré
el símbolo del capitalismo insaciable. Un profe-
desarrollar en este trabajo: el tratamiento de la
sor católico enseñaba que la subida al cielo de
lectura que suele hacerse en la escuela es peli-
Remedios era una transposición poética del as-
groso porque corre el riesgo de “asustar a los ni-
censo en cuerpo y alma de la Virgen María. (...)
ños”, es decir, de alejarlos de la lectura en lugar
Un profesor de literatura de la Escuela de Letras
de acercarlos a ella; al poner en tela de juicio la
de La Habana dedicó muchas horas al análisis de
situación de la lectura en la escuela, no es justo
Cien años de soledad y llegó a la conclusión
sentar a los maestros en el banquillo de los acu-
–aduladora y deprimente al mismo tiempo– de
sados porque “ellos también son víctimas de un
que no tenía solución. Esto me convenció de una
sistema de enseñanza”; sin embargo, no hay que
vez por todas de que la manía de interpretar aca-
perder todas las esperanzas: en ciertas condicio-
ba siendo, en último análisis, una nueva forma de
nes, la institución escolar puede convertirse en
ficción, que a veces termina en disparates.”
un ámbito propicio para la lectura; estas condi-
La ficción no se reduce a la producción de ciones deben crearse desde antes de que los ni-
interpretaciones peregrinas –al fin y al cabo, la ños sepan leer en el sentido convencional del 3
término y una de ellas es que el maestro asuma qué se usan textos específicos para enseñar, di-
el rol de intérprete y los alumnos puedan leer a ferentes de los que se leen fuera de la escuela?;
través de él. ¿por qué se enfatiza tanto la lectura oral –que
no es muy frecuente en otros contextos– y tan
García Márquez tuvo suerte en su escolari-
poco la lectura para sí mismo?; ¿por qué se es-
dad. Si logramos generar otras condiciones di-
pera que la lectura reproduzca con exactitud lo
dácticas en todas las escuelas, es probable que
que literalmente esta escrito, si los lectores que
tengamos más escritores geniales. Pero esto es
se centran en la construcción de un significado
sólo un detalle. Lo esencial es otra cosa: hacer
para el texto evitan perder tiempo en identificar
de la escuela un ámbito propicio para la lectura
cada una de las palabras que en él figuran y sue-
es abrir para todos las puertas de los mundos
len sustituirlas por expresiones sinónimas?,
posibles, es inaugurar un camino que todos pue-
¿por qué se supone en la escuela que existe una
dan recorrer para llegar a ser ciudadanos de la
sola interpretación correcta de cada texto (y se
cultura escrita.
evalúa en consecuencia), cuando la experiencia
Para esclarecer cuáles son las condiciones de todo lector muestra tantas discusiones origi-
didácticas que es necesario crear, hay que exa- nadas en las diversas interpretaciones posibles
minar ante todo cuáles son las que actualmente de un artículo o de una novela?3...
obstaculizan la formación de lectores.
¿Cómo explicar estas discrepancias? ¿Se
originan en auténticas necesidades didácticas?
Es necesario transformar –deformar– de ese
La realidad no se responsabiliza por modo la lectura para lograr que los niños apren-
la pérdida de sus (nuestras) ilusio- dan a leer?
nes (o No. No es posible leer en la
Dos factores esenciales parecen conjugarse,
escuela) en perfecto y duradero matrimonio, para gene-
rar esta versión ficticia de la lectura: la teoría
A1 analizar la práctica escolar de la lectura, uno conductista del aprendizaje y un conjunto de re-
recuerda la leyenda que suele aparecer en las glas, presiones y exigencias fuertemente arrai-
películas: “Todo parecido con la realidad es me- gadas en la institución escolar.
ra coincidencia”. Y los parecidos con el uso so-
cial de la lectura son realmente escasos. La pre- Dar respuesta a los interrogantes antes for-
sentación de la lectura como objeto de enseñan- mulados permitirá poner de manifiesto cómo se
za –l a transposi ción didáctica (Chevallard, engarzan los factores que están en juego en la
1985)– está tan alejada de la realidad que no re- escuela.
sulta nada fácil encontrar coincidencias. Por el
La lectura aparece desgajada de los propó-
contrario, las preguntas que uno se hace al “mi-
sitos que le dan sentido en el uso social porque
rar la película” se refieren a las discrepancias
la construcción del sentido no es considerada
flagrantes entre la versión social y la versión es-
como una condición necesaria para el aprendi-
colar de la lectura: ¿por qué la lectura –tan útil
zaje. La teoría oficial en la escuela parece con-
en la vida real para cumplir diversos propósitos–
siderar –diría Piage4– que el funcionamiento
aparece en la escuela como una actividad gra-
cognitivo de los niños es totalmente diferente
tuita, cuyo único objetivo es aprender a leer?;
del de los adultos: en tanto que estos aprenden
¿por qué se enseña una única manera de leer
sólo lo que les resulta significativo, los niños
–linealmente, palabra por palabra desde la pri-
podrían aprender todo aquello que se les ense-
mera hasta la última que se encuentra en el tex-
ña, independientemente de que puedan o no ad-
to–, si los lectores usan modalidades diversas
judicarle un sentido. Por otra parte, según las
en función del objetivo que se han propuesto?
reglas institucionales, es el docente quien tiene
(a veces leen exhaustivamente, pero otras veces
el derecho (y también el deber) de adjudicar
exploran sólo ciertas partes del texto o saltean
sentido a las actividades que propone: ellas de-
lo que no les interesa; en algunos casos leen
ben “cumplir los objetivos” establecidos para la
muy rápido y en otros lentamente; en ciertas si-
enseñanza.
tuaciones controlan cuidadosamente lo que es-
tán comprendiendo, en tanto que en otras se en- ¿Por qué se enseña una única manera de
4 tregan completamente al placer de leer); ¿por leer? Esta es, en primer lugar, una consecuencia
inmediata de la ausencia de objetivos, porque la se también en forma cuidadosamente graduada:
diversidad de modalidades sólo puede hacerse la exigencia de simplificación –y también de
presente –como veremos luego– en función de brevedad– es tal que resulta imposible encon-
los diversos propósitos a los que el lector apun - trar entre los textos verdaderos alguno que reú-
ta y de los diversos textos que utiliza para cum- na los requisitos prefijados, la única solución es
plirlos. Cuando el objetivo que la institución entonces recurrir a libros “de texto” especial-
plantea es uno solo –aprender a leer o a lo su- mente elaborados.
mo, ser evaluado–, la modalidad que se actuali-
Por otra parte, la lectura misma debe parce-
za es también única. Cuando el trabajo se reali-
larse y reducirse, en un principio, a sus elemen-
za con unos pocos libros que además pertene-
tos supuestamente más simples: lectura mecáni-
cen al genero “texto escolar”, se obstaculiza
ca primero, comprensiva después y crítica sólo
aún más la posibilidad de que aparezcan dife-
al final de la escolaridad.
rentes maneras de leer. Por otra parte, permitir
el ingreso de una única modalidad de lectura y Es así como el contenido escolar se va dis-
de un único tipo de texto facilita el ejercicio de tribuyendo en el tiempo: una porción de escritu-
un importante requerimiento institucional: el ra –algunas sílabas, algunas palabras– para ca-
control riguroso del aprendizaje. da semana, un aspecto separado del proceso
lector para cada período de la escolaridad. El
El predominio de la lectura en voz alta se
lenguaje escrito y el acto de lectura desapare-
deriva indudablemente de una concepción del
cen, son sacrificados en aras de la graduación.
aprendizaje que pone en primer plano las mani-
Controlar el aprendizaje de cada una de estas
festaciones externas de la actividad intelectual,
pequeñas parcelas resulta indudablemente más
dejando de lado los procesos subyacentes que
fácil de lo que sería controlar el aprendizaje del
las hacen posibles. Pero la necesidad de control
lenguaje escrito o de la lectura si se presentaran
hace sentir su influencia también en este caso,
con toda su complejidad.
ya que evaluar el aprendizaje de la lectura resul-
taría más difícil si en el aula predominaran las Finalmente, el reconocimiento de una única
situaciones de lectura silenciosa. La exigencia interpretación válida para cada texto es consis-
de oralizar con exactitud lo que está escrito –de tente con una postura teórica según la cual el
hacer una lectura escrupulosamente literal– re- significado está en el texto, en lugar de cons-
sulta no sólo del desconocimiento del proceso truirse gracias al esfuerzo de interpretación rea-
lector, sino también de la preocupación por el lizado por el lector –es decir, gracias a la inte-
control exhaustivo del aprendizaje: si se permi- racción del sujeto-lector con el objeto-texto–.
tiera a los alumnos sustituir las palabras del tex- Pero también aquí podemos reconocer las re-
to, por más pertinentes que estas sustituciones glas imperantes en la institución escolar: el de-
fueran, ¿cuáles serían los parámetros para de- recho a decidir sobre la validez de la interpreta-
terminar la corrección o incorrección de la lec- ción es privativo del maestro. Por otra parte,
tura? cuando hay una única interpretación en juego,
el control se facilita: la del niño coincide o no
El uso de textos especialmente diseñados
coincide con la del maestro, es correcta o inco-
para la enseñanza de la lectura es sólo una de las
rrecta. Mucho más difícil resulta intentar com-
manifestaciones de un postulado básico de la
prender las interpretaciones de los niños y apo-
concepción vigente en la escuela: el proceso de
yarse en ellas para ayudarlos a construir una in-
aprendizaje evoluciona de lo “simple” a lo
terpretación cada vez más ajustada.
“complejo”; por lo tanto, para enseñar saberes
complejos es necesario descomponerlos en sus En síntesis, una teoría del aprendizaje que
elementos constituyentes y distribuir la presen- no se ocupa del sentido que la lectura pueda re-
tación de estos elementos a lo largo del tiempo, vestir para los niños y concibe la adquisición
empezando –por supuesto– por los más sim- del conocimiento como un proceso acumulativo
ples. Es así como lo escrito es parcelado en sus y graduado, una parcelación del contenido en
componentes mínimos –sílabas, letras o, en el elementos supuestamente simples, una distribu-
mejor de los casos, palabras– y sólo una vez que ción del tiempo escolar que adjudica un período
estos se han adquirido, se comienza a trabajar determinado al aprendizaje de cada uno de estos
con frases o textos. Los textos deben presentar- elementos, un control estricto del aprendizaje
5
de cada parcela y un conjunto de reglas que maciones sucesivas? Ahora sabemos que, para
otorgan al maestro ciertos derechos y deberes llegar a ser lector, el alumno tendría que ejercer
que sólo él puede ejercer mientras el alumno algunos derechos y deberes que –según el con-
ejerce otros complementario... ésos son los trato didáctico vigente– son privativos del
factores que se articulan para hacer imposible maestro; sabemos también que no es natural pa-
leer en la escuela. ra la escuela que los derechos y deberes sean
compartidos por el docente y los alumnos, por-
¿Cuáles son entonces las ilusiones perdi-
que una distinción nítida de los roles es necesa-
das? Hemos perdido la ilusión de la naturalidad.
ria para concretar la enseñanza y el aprendizaje,
Antes, nos parecía sencillo introducir en la es-
para cumplir la función que la sociedad ha asig-
cuela la versión social de la lectura. Para lograr
nado a la escuela.
que los niños llegaran a ser lectores, parecía su-
ficiente llenar dos requisitos: respetar la natura- Dado que la escuela tiene una misión espe-
leza de la práctica so- cífica, los objetos de
cial de la lectura y to- conocimiento –la lec-
mar en cuenta los pro- tura en este caso– in-
cesos constructivos de gresan a ella como
los niños. Cumplidas “objetos de enseñan-
estas dos condiciones, za”. Por lo tanto, no es
todo ocurriría natural- “natural” que la lectu-
mente. Ahora sabemos ra tenga en la escuela
que la concepción que el mismo sentido que
se tiene del objeto y tiene fuera de ella. Si
del sujeto está lejos de pretendemos que este
ser el único factor de- sentido se conserve,
terminante de la ver- tendremos que realizar
sión escolar de la lec- un fuerte trabajo di-
tura, que la persisten- dáctico para lograrlo.
cia de las concepcio- Este trabajo comienza
nes vigentes se explica por reconocer que,
por su perfecta articu- efectivamente, la es-
lación con reglas y re- cuela es un ámbito de
querimientos propios ficción. Y la obra que
de la institución esco- pondremos en escena
lar. Ahora sabemos hoy es…
que la complejidad no
es “natural” para la es-
cuela, porque resulta, La escuela como
mucho más problemá- microsociedad
tica desde el punto de
vista de la gestión del
de lectores y
tiempo y de la necesi- escritores (o Sí.
dad de control: ¿cómo Es posible leer
distribuir en el tiempo en la escuela.)
la enseñanza de un ob-
jeto complejo si no se lo parcela?, ¿cómo con- Enfrentamos un gran desafío: construir una
trolar el progreso de aprendizaje cuando el ob- nueva versión ficticia de la lectura, una versión
jeto se presenta en toda su complejidad?; si que se ajuste mucho más a la práctica social que
también es complejo el proceso de reconstruc- intentamos comunicar y permita a nuestros
ción del objeto por parte del niño, si el aprendi- alumnos apropiarse efectivamente de ella. Arti-
zaje no es una suma de pequeños aprendizajes cular la teoría constructivista del aprendizaje
sino un proceso de reorganización del conoci- con las reglas y exigencias institucionales está
miento de objetos complejos, ¿cuáles son los lejos de ser fácil: hay que encontrar otra mane-
6 parámetros que permitirán controlar las aproxi- ra de gestionar el tiempo, hay que generar nue-
vos modos de controlar el aprendizaje, hay que lora. Para que la lectura como objeto de enseñan-
transformar el contrato didáctico, hay que con- za no se aparte demasiado de la práctica social
ciliar los objetivos institucionales con los obje- que se quiere comunicar, es imprescindible “re-
tivos personales de los alumnos… presentar” –o “re-presentar”– en la escuela o los
diversos usos que ella tiene en la vida social.
Elaborar una buena versión requiere no só-
lo muchos ensayos sino también una reflexión En consecuencia, cada situación de lectura
crítica y profunda sobre cada uno de ellos para responderá a un doble propósito: por una parte,
que el siguiente resulte más logrado, requiere enseñar y aprender algo acerca de la práctica so-
también de la cooperación constante con cole- cial de la lectura (propósito cuya utilidad, desde
gas empeñados en la misma tarea. Es por eso el punto de vista del alumno, es mediata); por
que la versión que presentamos en este docu- otra parte, cumplir con un objetivo que tenga
mento está basada en el trabajo de diversos in- sentido desde la perspectiva actual del alumno.
vestigadores cuyas producciones han contribui-
Se trata entonces de poner en escena ese ti-
do decisivamente a elaborarla, así como en el
po particular de situaciones didácticas que
aporte activo y reflexivo de muchos maestros.
Brousseau (1986) ha llamado “a-didácticas”
Las situaciones y proyectos didácticos que se
porque propician el encuentro de los alumnos
esquematizarán en los puntos siguientes están
con un problema que deben resolver por sí mis-
suficientemente probados, ya que han sido
mos, porque funcionan de tal modo que el
puestos en práctica muchas veces y en el marco
maestro –aunque interviene de diversas mane-
de condiciones muy diversas: en distintos paí-
ras para orientar el aprendizaje– no explicita lo
ses, con poblaciones escolares diferentes, bajo
que sabe (no hace público el saber que permite
la responsabilidad de maestros que luchan por
resolver el problema) y porque hacen posible
desarrollar proyectos pioneros en el seno de ins-
generar en el alumno un proyecto propio, per-
tituciones que no lo favorecen o de docentes
miten movilizar el deseo de aprender en forma
que integran equipos o trabajan en escuelas que
independiente del deseo del maestro. En el caso
elaboran y sostienen proyectos comunes. El
de la lectura (y la escritura), los proyectos de in-
funcionamiento de estas situaciones ha sido rei-
terpretación-producción organizados para cum-
teradamente estudiado por diferentes investiga-
plir una finalidad específica –vinculada en ge-
dores y la confrontación entre estas experien-
neral a la elaboración de un producto tangible–,
cias ha permitido hacer ajustes del diseño origi-
proyectos que son ya clásicos en Didáctica de la
nal, comenzar a distinguir los aspectos genera-
lengua escrita, parecen cumplir con las condi-
les que son necesarios para cumplir los propósi-
ciones necesarias para darle sentido a la lectura.
tos que se persiguen de aquellos que son contin-
gentes y pueden variar en función de las parti- Ahora bien, los proyectos deben dirigirse
cularidades de cada contexto de aplicación. hacia el logro de alguno (o varios) de los propó-
sitos sociales de la lectura: leer para resolver un
El análisis que expondremos de los diferen- problema práctico (hacer una comida, utilizar
tes aspectos a considerar es –por supuesto– pro- un artefacto, construir un mueble); leer para in-
visorio, sólo expresa el estado actual de nues- formarse sobre un tema de interés (pertenecien-
tros conocimientos, con sus posibilidades y sus te a la actualidad política, cultural, etc., o al sa-
limitaciones. ber científico); leer para escribir, es decir, para
profundizar el conocimiento que se tiene sobre
E1 sentido de la lectura en la escuela: el tema del artículo que uno está escribiendo o
propósitos didácticos y propósitos del de la monografía que tiene que entregar; leer
alumno para buscar informaciones específicas que se
necesitan por algún motivo (la dirección de al-
En la escuela –lo hemos dicho ya– la lectura es guien, el significado de una palabra, etc.); leer
ante todo un objeto de enseñanza. Para que se por el placer de ingresar a otro mundo posible...
constituya también en un objeto de aprendizaje, Cada uno de estos propósitos pone en mar-
es necesario que tenga sentido desde el punto de cha una modalidad diferente de lectura (Solé,
vista del alumno, lo cual significa –entre otras 1993): cuando el objetivo es obtener informa-
cosas– que debe cumplir una función para la ción general sobre la actualidad nacional, el lec-
realización de un propósito que él conoce y va- tor opera en forma selectiva: lee los titulares de 7
todas las noticias y los copetes de las más im- propósito inmediato, se van cumpliendo tam-
portantes (para él), pero se detiene sólo en aque- bién los objetivos referidos al aprendizaje. Ana-
llas que le conciernen directamente o le intere- licemos algunos ejemplos:
san más...; cuando el objetivo de la lectura es
Proyecto realizado en 2° grado, a comienzos
resolver un problema práctico, el lector tiende a
del año escolar:
examinar escrupulosamente toda la informa-
ción provista por el texto, ya que esto es nece- • Propósito: Producción de un cassette de poe-
sario para lograr poner en marcha el aparato que mas. (Leer para compartir con otros algo que
quiere hacer funcionar o para que el objeto que nos gusta.)
está construyendo tenga la forma y las dimen-
siones adecuadas...; cuando se lee por placer, • Destinatarios: Grupos de jardín de infantes
uno puede centrarse en la acción y saltear las de la escuela y Biblioteca parlante de ciegos.
descripciones, o releer varias veces las frases • Secuencia de actividades:
cuya belleza, ironía o precisión resultan impac-
tantes y prestar poca atención a otras partes del a) Propuesta del proyecto a los niños y discu-
texto... sión del plan de trabajo.
Diferentes modalidades de lectura pueden b) Selección de los poemas a grabar: La maes-
utilizarse, en distintas situaciones, frente a un tra lee muchos poemas –algunos los ha en-
mismo tipo de texto: un mismo material infor- contrado ella misma, otros le fueron sugeri-
mativo-científico puede ser leído para obtener dos por la bibliotecaria o por los niños, todos
una información global , para buscar un dato es- han aprobado el “examen” de calidad litera-
pecífico o para profundizar un aspecto determi- ria–. Cada niño anota los títulos de los poe-
nado del tema sobre el que se está escribiendo; mas que le gustaría grabar. Esta actividad
un artículo periodístico puede ser leído en un ocupa muchas horas de clase: se disfruta de
momento simplemente por placer y ser utiliza- cada uno de los poemas, se intercambian im-
do en otro momento como objeto de reflexión presiones, los niños piden que la maestra re-
–es lo que me ha ocurrido con el artículo de lea algún poema que les gusta mucho, se ha-
García Márquez cuyo comentario da inicio a es- bla sobre los autores, se leen otros poemas de
te texto–; un poema o un cuento pueden ser leí- los poetas favoritos...
dos en un momento por placer, y convertirse, en c) Organización de la tarea: Tomando en cuenta
otra situación, en el medio que permite comuni- los poemas elegidos y las posibilidades de
carle algo a alguien... ayuda mutua, la maestra constituye los grupi-
Diversidad de propósitos, diversidad de tos de niños que trabajarán juntos (de a dos).
modalidades de lectura, diversidad de textos y Cada pareja relee los poemas que grabará.
diversidad de combinaciones entre ellos... La Los niños intercambian ideas acerca de cómo
inclusión de estas diversidades (Ferreiro, 1994) leer cada uno. Deciden (provisoriamente)
–así como su articulación con las reglas y exi- qué integrante de la pareja grabará cada uno
gencias escolares– es uno de los componentes de los poemas. Se llevan los poemas a su ca-
de la complejidad didáctica que es necesario sa, para ensayar.
asumir cuando se opta por presentar la lectura d) Audición de cassettes grabados por poetas o
en la escuela sin simplificaciones, velando por recitadores.
conservar su naturaleza y, por lo tanto, su com-
e) Grabación (ensayo): Cada pareja –y cada ni-
plejidad como práctica social.
ño– graba los poemas elegidos. Después de
¿Cómo se coordinan los dos sentidos de la haber grabado los dos primeros (uno cada ni-
lectura? ¿Cómo se articulan los objetivos didác- ño), escuchan, analizan, deciden modifica-
ticos –referidos a la enseñanza y el aprendizaje– ciones. Hacen una nueva grabación, vuelven
y los propósitos inmediatos a los que apunta el a escuchar y determinan si será necesario
proyecto propuesto (la situación a-didáctica)? volver a grabar. Prueban con otros dos poe-
Si al diseñar el proyecto se toman en cuenta am- mas.
bos tipos de objetivos, esta articulación no plan- f) Audición: el grupo total escucha las grabacio-
tea mayores problemas: mientras se desarrollan nes realizadas hasta el momento. Las “pare-
8 las actividades necesarias para cumplir con el jas” intercambian sugerencias.
g) Grabación (segundo ensayo): Cada pareja rán que leer en voz alta puede ser placentero y
vuelve a grabar, tomando en cuenta las reco- que pueden llegar a leer mucho mejor de lo que
mendaciones de los oyentes. Escuchan lo sospechaban.
grabado, hacen las correcciones necesarias.
Proyecto realizado en 4° grado:
Repiten el proceso con los poemas que fal-
tan. En algunos casos, habrá que volver a en- • Propósito: Instalación de un consultorio tele-
sayar y regrabar. En otros casos, el poema ya fónico5, que pueda suministrar todo tipo de
está “listo” para su grabación definitiva. información científica. En una primera etapa,
el público deberá llamar por teléfono. Más
h) Grabación final (se siguen haciendo correc-
tarde se instalará un “servicio de fax”. (Leer
ciones, algunas sugeridas por los niños, otras
para extraer informaciones específicas, leer
indicadas por la maestra, hasta que ésta de-
para comunicar a otros, leer para escribir.)
clara que el producto es aceptable y que hay
que poner punto final). • Destinatarios: Todos los alumnos de la escue-
la. Eventualmente, otros miembros de la ins-
i) Se escucha (en grupo total) el cassette que la titución.
maestra ha armado copiando las grabaciones
de todos. • Secuencia de actividades: En lugar de deta-
llar aquí la larga serie de actividades involu-
j) Se redacta una carta colectiva, presentando el cradas en este proyecto, nos limitaremos a
cassette a los destinatarios, solicitándoles señalar una variación propuesta por las maes-
respuesta y “crítica” constructiva. tras la última vez que lo pusimos en práctica,
porque dicha variación está vinculada con la
Se ha cumplido el propósito planteado por
articulación de objetivos didácticos y propó-
el proyecto y también se han desarrollado obje-
sitos inmediatos que nos ocupa. Mientras
tivos de enseñanza y aprendizaje: se ha sosteni-
planificábamos el proyecto, las maestras su-
do un intenso contacto con variados textos de
girieron que la instalación del “consultorio”
un mismo género y los niños saben ahora mu-
fuera precedida por un curso de capacitación
cho más que antes sobre poemas y poetas; pre-
para el “personal”, que comprendería –entre
senciar la lectura de la maestra y escuchar gra-
otros– los siguientes aspectos: visita a diver-
baciones realizadas por recitadores o poetas ha
sas bibliotecas, a las cuales se concurriría pa-
permitido disfrutar de las posibilidades de ese
ra localizar ciertas informaciones predeter-
género literario en el que la forma del decir ad-
minadas; selección de los libros pertinentes,
quiere un valor específico; los entusiastas y rei-
búsqueda de la información (y por lo tanto
terados ensayos, las autocorrecciones infinitas y
manejo del índice, exploración de capítulos
las sugerencias de los oyentes (sobre el énfasis
orientándose por los subtítulos, lectura selec-
que convenía dar a una palabra, sobre la inten-
tiva, etc.); hacer apuntes de la información
sidad de la voz en determinado pasaje, sobre la
recogida y anotar referencias...
tendencia de algunos a acentuar demasiado la
rima...) han permitido avanzar considerable- En este caso, la necesidad de que los alum-
mente como “lectores en voz alta”. nos estuvieran preparados para enfrentar la ta-
rea –difícil para 4° grado– de localizar rápida-
Antes de abandonar este ejemplo, una ob- mente informaciones heterogéneas y relativa-
servación: en el marco de este proyecto –o de mente imprevisibles que los “clientes” pudieran
otros similares– la lectura en voz alta deja de solicitar llevó a desarrollar ciertos objetivos di-
ser un mero ejercicio “para aprender a leer en dácticos antes de que el consultorio comenzara
voz alta” o un medio para evaluar la “organiza- a funcionar (es decir, antes de que se cumpliera
ción del texto”, adquiere sentido porque se el propósito inmediato de los alumnos). De to-
constituye en un vehículo de comunicación. Y, dos modos, las situaciones didácticas estuvie-
aunque parezca paradójico, permite aprender ron cargadas de sentido también durante el
mucho más precisamente porque no sirve sólo “curso de capacitación”, porque éste fue enfo-
para aprender: para los niños resulta altamente cado como un conjunto de ensayos consistentes
significativo en este caso “leer bien” porque en resolver situaciones similares a las que luego
quieren comunicarse con su público y por eso habría que enfrentar en el consultorio.
ensayarán una y otra vez, hasta lograr los resul- Inaugurado éste, los niños deben resolver
tados que desean. De paso, los niños descubri- problemas que los llevan a manejar cada vez 9
mejor el discurso informativo-científico, a fa- dad compleja cuyos diversos aspectos se arti-
miliarizarse con la estructura propia de sus dife- culan al orientarse hacia el logro de un propó-
rentes subgéneros y con el léxico característico sito– permiten una organización muy flexible
de cada disciplina. Además, tienen oportunidad del tiempo: según el objetivo que se persiga,
de progresar en la lectura en voz alta al respon- un proyecto puede ocupar sólo unos días o
der a las preguntas telefónicas y en la elabora- desarrollarse a lo largo de varios meses. Los
ción de textos expositivos cuando la respuesta proyectos de larga duración brindan la opor-
se envía “por fax”. Y, por supuesto, aprenden tunidad de compartir con los alumnos la pla-
mucho sobre los temas que son objeto de su in- nificación de la tarea y su distribución en el
dagación. tiempo: una vez fijada la fecha en que el pro-
ducto final debe estar elaborado, es posible
Es así como la organización basada en pro-
discutir un cronograma retroactivo y definir
yectos permite coordinar los propósitos del do-
las etapas que será necesario recorrer, las res-
cente con los de los alumnos y contribuye tanto
ponsabilidades que cada grupo deberá asumir
a preservar el sentido social de la lectura como
y las fechas que habrá que respetar para lograr
a dotarla de un sentido personal para los niños.
el cometido en el plazo previsto. Por otra par-
te, la sucesión de proyectos diferentes –en ca-
Gestión del tiempo, presentación da año lectivo y, en general, en el curso de la
de los contenidos y organización escolaridad– hace posible volver a trabajar
de las actividades sobre la lectura desde diferentes puntos de
vista, para cumplir diferentes propósitos y en
El tiempo es –todos los docentes lo sabemos relación con diferentes tipos de texto.
bien– un factor de peso en la institución escolar:
siempre es escaso en relación con la cantidad de • Las actividades permanentes, que se reite-
contenidos fijados en el programa, nunca es su- ran en forma sistemática y previsible una vez
ficiente para comunicar a los niños todo lo que por semana o por quincena, ofrecen la opor-
desearíamos enseñarles en cada año escolar. tunidad de interactuar intensamente con un
tipo de texto determinado en cada año de la
Cuando se opta por presentar los objetos de escolaridad y resultan particularmente apro-
estudio en toda su complejidad y por reconocer piadas para comunicar ciertos aspectos del
que el aprendizaje progresa a través de sucesi- comportamiento lector.
vas reorganizaciones del conocimiento, el pro-
blema de la distribución del tiempo deja de ser En 2° grado, p.e., una actividad permanente
simplemente cuantitativo: no se trata sólo de que suele realizarse es “la hora de los cuenta-
aumentar el tiempo o de reducir los contenidos, cuentos”: los niños se responsabilizan, en for-
se trata de producir un cambio cualitativo en la ma rotativa, de contar o leer un cuento que ellos
utilización del tiempo didáctico. mismos han elegido (guiados por la maestra) y
cuya presentación han preparado previamente,
Para concretar este cambio, parece necesa-
de tal modo que resulte clara y comprensible
rio –además de atreverse a romper con la co-
para el auditorio. El niño que asume el rol de
rrespondencia lineal entre parcelas de conoci-
“cuenta-cuentos”, debe tomar en considera-
miento y parcelas de tiempo– cumplir por lo
ción ciertas pautas: explicar las razones que lo
menos con dos condiciones: manejar con flexi-
llevaron a elegir el cuento, conocer algunos da-
bilidad la duración de las situaciones didácticas
tos sobre la vida y obra del autor, comentar con
y hacer posible la reconsideración de los mis-
sus compañeros los episodios o personajes que
mos contenidos en diferentes oportunidades y
le resultaron atractivos (o no). Terminada la lec-
desde diferentes perspectivas. Crear estas con-
tura (o el relato), los demás alumnos pueden in-
diciones requiere poner en acción diferentes
tervenir haciendo preguntas o comentarios. La
modalidades organizativas: proyectos, activida-
discusión se generaliza: se analizan las acciones
des permanentes, secuencias de situaciones y
de los personajes, se compara con otros cuentos
actividades independientes coexisten y se arti-
conocidos, se hacen apreciaciones sobre la cali-
culan a lo largo del año escolar.
dad del que se acaba de leer...
• Los proyectos –además de ofrecer, como ya
se ha señalado, contextos en los cuales la lec- En otros grados, la actividad permanente no
10 tura cobra sentido y aparece como una activi- está ya centrada en el cuento, sino en otros tipos
de texto: puede tratarse de “la hora de las curio- En el curso de cada secuencia se incluyen
sidades científicas” –orientada a responder a las –al igual que en los proyectos– actividades co-
inquietudes que los niños se plantean sobre el lectivas, grupales e individuales. De este modo,
funcionamiento de la naturaleza y a intensificar se propicia tanto la colaboración entre los lecto-
su contacto con el discurso informativo-cientí- res para comprender el texto y la confrontación
fico– o de “la hora de las noticias”, actividad di- de sus diferentes interpretaciones como la lectu-
rigida a formar lectores críticos de los medios ra personal que permite a cada niño interactuar
de comunicación. libremente con el texto, es decir: releer lo que
Las actividades permanentes son también más le ha gustado, saltear lo que no le interesa,
adecuadas para cumplir otro objetivo didáctico: detenerse o regresar para verificar una interpre-
el de favorecer el acercamiento de los niños a tación de la que no está seguro... El préstamo de
textos que no abordarían por sí mismos a causa libros permitirá, además, que los niños puedan
de su longitud. Leer cada semana un capítulo de continuar leyendo en su casa, ámbito que en al-
una novela es una actividad que suele ser fruc- gunos casos puede resultar más apropiado que
tífera en este sentido. La lectura es compartida: la clase para esta lectura privada.
la maestra y los alumnos leen alternativamente ◆ Las situaciones independientes pueden cla-
en voz alta; se elige una novela de aventuras o sificarse en dos subgrupos:
de suspenso que pueda captar el interés de los
• Situaciones ocasionales: en algunas opor-
niños y se interrumpe la lectura en puntos estra-
tunidades, la maestra encuentra un texto
tégicos, para generar intriga. Algunos niños –no
que considera valioso compartir con los
siempre los mismos– se interesan tanto que
niños aunque pertenezca a un género o tra-
consiguen el libro para continuar leyéndolo en
te sobre un tema que no se corresponde
su casa y luego les cuentan a sus compañeros
con las actividades que en ese momento se
los capítulos que ya han leído para que la lectu-
están lleva –o algunos de ellos– proponen
ra compartida pueda avanzar.
la lectura de un artículo periodístico, un
La forma en que se distribuye el tiempo de poema o un cuento que los ha impactado y
clase representa la importancia que se asigna a cuya lectura la maestra también considera
los diferentes contenidos. Al destinar momentos interesante. En estos casos, no tendría sen-
específicos y preestablecidos que serán sistemá- tido ni renunciar a leer los textos en cues-
ticamente dedicados a leer, se comunica a los tión porque no tienen relación con lo que
niños que la lectura es una actividad muy valo- se está haciendo ni “inventar” una relación
rada. Este es uno de los beneficios que aportan inexistente; si su lectura permite trabajar
las actividades permanentes. sobre algún contenido significativo, la or-
• Las secuencias de actividades están dirigi- ganización de una situación independiente
das a leer con los niños diferentes ejemplares estará justificada.
de un mismo género o subgénero (poemas, • Situaciones de sistematización: estas si-
cuentos de aventuras, cuentos fantásticos...), tuaciones son “independientes” sólo en el
diferentes obras de un mismo autor o diferen- sentido de que no contribuyen a cumplir
tes textos sobre un mismo tema. los propósitos planteados en relación con
A diferencia de los proyectos, que se orien- la acción inmediata (p.e., con la elabora-
tan hacia la elaboración de un producto tangi- ción del producto al que apunta un proyec-
ble, las secuencias incluyen situaciones de lec- to o con el deseo de “saber como sigue”
tura cuyo único propósito explícito –comparti- una novela de aventuras que genera intriga
do con los niños– es leer. Contribuyen, en cam- y emoción). Si bien no están vinculadas
bio, a cumplir varios objetivos didácticos: co- con estos propósitos inmediatos, las situa-
municar el placer de leer simplemente para co- ciones de sistematización guardan siempre
nocer otros mundos posibles, desarrollar las po- una relación directa con los objetivos di-
sibilidades de los alumnos de apreciar la calidad dácticos y con los contenidos que se están
literaria (o detectar su ausencia), formar crite- trabajando, porque apuntan justamente a
rios de selección del material a leer, generar sistematizar los conocimientos lingüísti-
comportamientos lectores como el seguimiento cos construidos a través de las otras moda-
de determinado género, tema o autor. lidades organizativas. P. e., después de ha- 11
ber realizado una secuencia centrada en la sión del texto requiere que el lector elabore resú-
lectura de fábulas, se genera una situación menes o cuadros que lo ayuden a reestructurar la
cuyo objetivo es reflexionar acerca de los información provista por el texto.
rasgos que caracterizan a las fábulas y las En segundo lugar, los diferentes tipos de
diferencian de los cuentos; del mismo mo- texto –en lugar de distribuirse linealmente, ha-
do, a partir de un proyecto dirigido a pro- ciendo corresponder ciertos escritos sociales a
ducir un periódico escolar o una revista li- ciertos grados específicos– aparecen y reapare-
teraria, se propondrán situaciones que per- cen en diferentes momentos de la escolaridad y
mitan definir explícitamente las caracterís- en el marco de situaciones diferentes, de tal mo-
ticas del discurso periodístico o de algunos do que los alumnos puedan reutilizarlos y rea-
de sus diferentes subgéneros, elaborar nalizarlos desde nuevas perspectivas.
conclusiones sobre el uso de los tipos de
letra en esos portadores, sistematizar los En tercer lugar, las modalidades de trabajo
conocimientos relativos a la puntuación adoptadas durante la alfabetización inicial son
que se construyeron al enfrentar diferentes básicamente las mismas que se ponen en acción
problemas de escritura... una vez que los niños se han apropiado del sis-
tema alfabético de escritura. Como las situacio-
Es así como la articulación de diferentes nes didácticas que se plantean antes y después
modalidades organizativas hace posible desa- de que los niños aprendan a leer y escribir en el
rrollar situaciones didácticas que tienen dura- sentido convencional del término están orienta-
ciones diferentes, que pueden ser permanentes das por un mismo propósito fundamental –crear
o llevarse a cabo en el curso de períodos limita- condiciones que favorezcan la formación de
dos, algunas de las cuales se suceden en el tiem- lectores autónomos y críticos y de productores
po en tanto que otras se entrecruzan en una mis- de textos adecuados a la situación comunicativa
ma etapa del año escolar. De este modo, la dis- que los hace necesarios–, el esfuerzo por repro-
tribución del tiempo didáctico –en lugar de con- ducir en la escuela las condiciones sociales de
fundirse con la yuxtaposición de parcelas del la lectura y la escritura está siempre presente.
objeto que sean sucesiva y acumulativamente En efecto, desde el inicio de la escolaridad se
aprendidas por el sujeto– favorece la presenta- lee y se escribe para cumplir propósitos defini-
ción escolar de la lectura como una práctica so- dos, se centra el trabajo en los textos, se analiza
cial compleja y la apropiación progresiva de es- críticamente lo leído, se discuten diferentes in-
ta práctica por parte de los alumnos. terpretaciones y se llega a acuerdos, se toma en
El esfuerzo por engarzar el tiempo didácti- consideración el punto de vista del destinatario
co con el objeto de enseñanza y aprendizaje de cuando se escribe, se revisan cuidadosamente
un modo que permita superar la fragmentación los escritos producidos... Las actividades deben
del conocimiento no se limita al tratamiento de permitir articular dos objetivos: lograr que los
la lectura –que ha sido el eje de este artículo–, niños se apropien progresivamente del “lengua-
sino que abarca la totalidad del trabajo didácti- je que se escribe” –de lo que éste tiene de espe-
co en lengua escrita. cífico y diferente de lo oral-conversacional, de
los diversos géneros de lo escrito, de la estruc-
En primer lugar, lectura y escritura se inte- tura y el léxico que son propios de cada uno de
rrelacionan permanentemente: leer “para escri- ellos– y que aprendan a leer y escribir por sí
bir” resulta imprescindible cuando se desarro- mismos. En algunos casos, el maestro actúa co-
llan proyectos de producción de textos, ya que mo mediador, leyendo diferentes textos a los ni-
éstos requieren siempre un intenso trabajo de ños o escribiendo al dictado los escritos que
lectura para profundizar el conocimiento de los ellos componen oralmente; en otros casos, las
contenidos sobre los que se está escribiendo y de situaciones de lectura tienden a enfrentar direc-
las características del género en cuestión; recí- tamente a los niños con los textos para buscar
procamente, en el marco de muchas de las situa- informaciones que necesitan, para localizar un
ciones didácticas que se plantean, la escritura se dato determinado, para buscar indicios que les
constituye en un instrumento que está al servicio permitan verificar o rechazar sus anticipaciones
de la lectura, ya sea porque es necesario tomar sobre lo que está escrito del mismo modo, las
notas para recordar los aspectos fundamentales situaciones de escritura plantean a los niños el
12 de lo que se está leyendo o porque la compren- desafío de producir textos por sí mismos, lo que
los lleva a centrarse no sólo en el “lenguaje que situaciones didácticas y permite entonces, reo-
se escribe” sino también en cómo hacer para es- rientar la enseñanza, hacer los ajustes necesa-
cribir, en aprehender cada vez mejor el modo rios para avanzar hacia el cumplimiento de los
particular en que el sistema de escritura repre- propósitos planteados.
senta el lenguaje. Cuando la situación exige que
Ahora bien, la prioridad de la evaluación
los niños lean o escriban directamente, la activi-
debe terminar allí donde comienza la prioridad
dad puede referirse a textos completos o focali-
de la enseñanza. Cuando la necesidad de eva-
zarse en algún fragmento de un texto que ha si-
luar predomina sobre los objetivos didácticos,
do leído o escrito al dictado por la maestra, pue-
cuando –como ocurre en la enseñanza usual de
de ser individual o grupal, puede responder a un
la lectura– la exigencia de controlar el aprendi-
propósito inmediato desde el punto de vista de
zaje se erige en criterio de selección y jerarqui-
los niños –p.e., hacer afiches e invitaciones pa-
zación de los contenidos, se produce una reduc-
ra publicitar la función teatral que se está prepa-
ción en el objeto de enseñanza porque su pre-
rando– o responder solamente a un propósito
sentación se limita a aquellos aspectos que son
cuyo cumplimiento no es inmediato pero resul-
más susceptibles de control. Privilegiar la lectu-
ta altamente significativo para los niños en esta
ra en voz alta, proponer siempre un mismo tex-
etapa: aprender a leer y escribir.
to para todos los alumnos, elegir sólo fragmen-
Hemos delineado una modalidad alternativa tos o textos muy breves... son éstos algunos de
de distribución del tiempo didáctico, una moda- los síntomas que muestran cómo la presión de
lidad que responde a la necesidad de producir la evaluación se impone frente a las necesidades
un cambio cualitativo en la presentación escolar de la enseñanza y del aprendizaje.
de la lectura. No podemos concluir este punto
Poner en primer plano el propósito de for-
sin reconocer que el tiempo escolar resulta insu-
mar lectores competentes nos llevará, en cam-
ficiente también desde la perspectiva aquí plan-
bio, a promover la lectura de libros completos
teada, que siempre es necesario seleccionar y
aunque no podamos controlar con exactitud to-
dejar de lado aspectos que preferiríamos incluir,
do lo que los alumnos han aprendido al leerlos;
que la elección resulta siempre difícil y que la
enfatizar ese propósito nos conducirá además a
única guía que hasta ahora hemos encontrado
proponer en algunos casos que cada alumno o
para decidir es ésta: administrar el tiempo de tal
grupo de alumnos lea un texto diferente, con el
modo que lo importante ocupe siempre el pri-
objeto de favorecer la formación de criterios de
mer lugar.
selección y de dar lugar a las situaciones de re-
lato mutuo o de recomendación que son típicas
del comportamiento lector, aunque esto impli-
Acerca del control: evaluar la lectura
que correr el riesgo de no poder corregir todos
y enseñar a leer
los eventuales errores de interpretación; privile-
giar los objetivos de enseñanza nos llevará asi-
La evaluación es una necesidad legítima de la
mismo, a dar un lugar más relevante a las situa-
institución escolar, es el instrumento que permi-
ciones de lectura silenciosa aunque resulten de
te determinar en qué medida la enseñanza ha lo-
más difícil control que las actividades de lectu-
grado su objetivo, en qué medida fue posible
ra en voz alta.
hacer llegar a los alumnos el mensaje que el do-
cente se propuso comunicarles. La evaluación Saber que el conocimiento es provisorio,
del aprendizaje es imprescindible porque pro- que los errores no se “fijan” y que todo lo que
vee información sobre el funcionamiento de las se aprende es objeto de sucesivas reorganiza-

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ciones, permite aceptar con mayor serenidad la relación con otros aspectos que se han conside-
imposibilidad de controlarlo todo. Brindar a los rado; cuando piensa que el origen de las dificul-
niños todas las oportunidades necesarias para tades del grupo para comprender cierto pasaje
que lleguen a ser lectores en el pleno sentido de reside en que los niños no disponen de los co-
la palabra plantea el desafío de elaborar –a tra- nocimientos previos necesarios para su com-
vés del análisis de lo ocurrido en el curso de las prensión, brinda toda la información que consi-
situaciones propuestas– nuevos parámetros de dera pertinente; cuando, en cambio, las prolon-
evaluación, nuevas formas de control que per- gadas discusiones del grupo ponen de manifies-
mitan recoger información sobre los aspectos to que los niños no relacionan el tema tratado en
de la lectura que se incorporan a la enseñanza. el texto con contenidos sobre los cuales se ha
Por otra parte, orientar las acciones hacia la trabajado previamente y que sería relevante
formación de lectores autónomos hace necesa- traer a colación, el maestro actúa como memo-
rio redefinir la forma en que están distribuidos ria del grupo; cuando predomina una interpreta-
en el aula los derechos y deberes relativos a la ción que él considera errada, afirma que existe
evaluación. En efecto, para cumplir este objeti- otra interpretación posible e incita a buscar cuál
vo es necesario que la evaluación deje de ser es, o bien, propone explícitamente otras inter-
una función privativa del maestro, porque for- pretaciones (entre las cuales la que él considera
mar lectores autónomos significa –entre otras más aproximada) y solicita a los niños que de-
cosas– capacitar a los alumnos para decidir terminen cuál les parece más válida y que justi-
cuándo su interpretación es correcta y cuándo fiquen su apreciación.
no lo es, para estar atentos a la coherencia del Finalmente, cuando el maestro considera
sentido que van construyendo y detectar posi- que la aproximación que se ha realizado a la
bles inconsistencias, para interrogar el texto comprensión del texto es suficiente6, o que se
buscando pistas que avalen tal o cual interpreta- han puesto ya en juego todos los recursos posi-
ción o que permitan determinar si una contra- bles para elaborar una interpretación ajustada,
dicción que han detectado se origina en el texto convalida aquella que considera correcta, ex-
o en un error de interpretación producido por presa su discrepancia con las otras y explicita
ellos mismos... Se trata entonces de brindar a los argumentos que sustentan su opinión.
los niños oportunidades de construir estrategias
de autocontrol de la lectura. Hacer posible esta El docente sigue teniendo la última palabra,
construcción requiere que las situaciones de pero es importante que sea la última y no la pri-
lectura enfrenten a los alumnos con el desafío mera, que el juicio de validez del docente sea
de validar por sí mismos sus interpretaciones y, emitido una vez que los alumnos hayan tenido
para que esto ocurra, es necesario que el maes- oportunidad de validar por sí mismos sus inter-
tro postergue la comunicación de su opinión a pretaciones, de elaborar argumentos y de buscar
los niños, que delegue provisoriamente en ellos indicios para verificar o rechazar las diferentes
la función evaluadora. interpretaciones producidas en el aula. Este pro-
ceso de validación –de co-corrección y auto-co-
En lugar de estar depositado sólo en el rrección ejercidas por los alumnos– forma parte
maestro, el control de la validez es entonces de la enseñanza, ya que es esencial para el de-
compartido con los niños: el maestro mantiene sarrollo de un comportamiento lector autóno-
en privado –durante un período cuyos límites él mo. La responsabilidad de la evaluación sigue
mismo determina en cada caso– tanto su propia estando, en última instancia, en manos del do-
interpretación del texto como su juicio acerca cente, ya que sólo la delega en forma provisoria
de la o las interpretaciones formuladas por los y la recupera cuando considera que esa delega-
niños, y los impulsa a elaborar y confrontar ar- ción ha cumplido su función. De este modo, re-
gumentos, a validar (o desechar) sus diversas sulta posible conciliar la formación de estrate-
interpretaciones. Las intervenciones que el do- gias de autocontrol de la lectura con la necesi-
cente hace durante este período en que se abs- dad institucional de distinguir claramente los
tiene de dar a conocer su opinión son, sin em- roles del maestro y los alumnos.
bargo, decisivas: cuando detecta que los niños
persisten en no tomar en cuenta algún dato rele- Aclaremos, finalmente, que las modalida-
vante que está presente en el texto, interviene des de control que permiten la participación de
14 señalándolo y planteando interrogantes sobre su los alumnos son productivas no sólo cuando las
actividades están centradas en la comprensión Desde esta perspectiva, en el curso de una
sino también en otras situaciones. Piénsese, misma actividad o en actividades diferentes, la
p.e., en el proyecto de producción de un casset- responsabilidad de leer puede recaer en algunos
te de poemas al que antes nos referimos, en el casos sólo en el maestro o sólo en los alumnos,
cual el control de la lectura en voz alta era com- o bien puede ser compartida por todos los
partido por el propio lector, los miembros de su miembros del grupo. La enseñanza adquiere ca-
grupo, los otros grupos que escuchaban la gra- racterísticas específicas en cada una de estas si-
bación y el maestro. Control grupal y autocon- tuaciones.
trol se ponen en juego también en este caso.
Al adoptar en clase la posición del lector, el
En síntesis, para evitar que la presión de la maestro crea una ficción: procede “como si” la
evaluación –esa función que reconocemos co- situación no tuviera lugar en la escuela, “como
mo inherente a la escuela– se constituya en un si” la lectura estuviera orientada por un propó-
obstáculo para la formación de lectores, resulta sito no-didáctico –p.e., compartir con otros un
imprescindible, por una parte, poner en primer poema que lo ha emocionado o una noticia pe-
plano los propósitos referidos al aprendizaje de riodística que lo ha sorprendido–. Su propósito
tal modo que éstos no se subordinen a la nece- es, sin embargo, claramente didáctico: lo que se
sidad de control y, por otra parte, generar moda- propone con esa representación es comunicar a
lidades de trabajo que incluyan momentos du- sus alumnos ciertos rasgos fundamentales del
rante los cuales el control sea responsabilidad comportamiento lector. El maestro interpreta el
de los alumnos. papel de lector y, al hacerlo, actualiza una acep-
ción de la palabra “enseñar” que habitualmente
De todos modos, aunque sea posible ya ha-
no se aplica a la acción de la escuela, acepción
cer algunas afirmaciones –como las que hemos
cuya relevancia en el caso de la lectura, ha se-
hecho en este punto–, la evaluación sigue sien-
ñalado hace tiempo M.E. Dubois (1984):
do un campo en el cual pueden identificarse
más preguntas que respuestas, un campo pro- “Se puede hablar de enseñar en dos senti-
blemático que debe constituirse en objeto de la dos, como un ‘hacer que alguien aprenda algo’
investigación didáctica. (...), o como un ‘mostrar algo’(...). La idea de
enseñar la lectura en esta última forma (...) se-
ría mostrar al niño la manera en que los adultos
utilizamos la lectura, del mismo modo que le
El maestro: un actor en el rol de lector mostramos la manera en que usamos el lengua-
je oral.”

¿A quién se atribuye en la escuela la responsa- Mostrar para qué se lee, cuáles son los tex-
bilidad de actuar como lector? En tanto que la tos a los que es pertinente acudir para responder
función de dictaminar sobre la validez de las in- a cierta necesidad o interés y cuáles resultarán
terpretaciones suele reservarse –como hemos más útiles en relación con otros objetivos, mos-
visto en el punto anterior– al maestro, el dere- trar cuál es la modalidad de lectura más adecua-
cho y la obligación de leer suelen ser privativos da cuando se persigue una finalidad determina-
del alumno. da, o cómo puede contribuir a la comprensión
de un texto lo que ya se sabe acerca de su autor
Para que la institución escolar cumpla con o del tema tratado... Al leer a los niños, el maes-
su misión de comunicar la lectura como prácti- tro “enseña” cómo se hace para leer.
ca social, parece imprescindible una vez más
atenuar la línea divisoria que separa las funcio- La lectura del maestro resulta particular-
nes de los participantes en la situación didácti- mente importante en la primera etapa de la es-
ca. En efecto, para comunicar a los niños los colaridad, cuando los niños aún no leen eficaz-
comportamientos que son típicos del lector, es mente por sí mismos. Durante este período, el
necesario que el docente los encarne en el aula, maestro genera muchas y variadas situaciones
que brinde la oportunidad a sus alumnos de par- en las cuales lee diferentes tipos de texto. Cuan-
ticipar en actos de lectura que él mismo está do se trata de un cuento, p.e., crea un clima pro-
realizando, que entable con ellos una relación picio para disfrutar de él: propone a los niños
“de lector a lector”. que se sienten a su alrededor para que todos
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puedan ver las imágenes y el texto si así lo de- bran el placer de releer un texto que les ha gus-
sean; lee intentando generar emoción, intriga, tado o de evocarlo mirando las imágenes, por-
suspenso o diversión (según el tipo de cuento que considera importante que sus alumnos si-
elegido); evita las interrupciones que podrían gan interactuando con los libros y compartién-
cortar el hilo de la historia y por lo tanto no ha- dolos con otros, porque no considera imprescin-
ce preguntas para verificar si los niños entien- dible controlar toda la actividad lectora de sus
den, ni explica palabras supuestamente difíci- alumnos.
les; alienta a los niños a seguir el hilo del relato
El maestro continuará actuando como lector
(sin detenerse en el significado particular de
–aunque seguramente no con tanta frecuencia
ciertos términos) y a apreciar la belleza de
como al comienzo– durante toda la escolaridad,
aquellos pasajes cuya forma ha sido especial-
porque es leyéndoles materiales que él conside-
mente cuidada por el autor. Cuando termina el
ra interesantes, bellos o útiles como podrá co-
cuento, en lugar de interrogar a los alumnos pa-
municar a los niños el valor de la lectura.
ra saber qué han comprendido, prefiere comen-
tar sus propias impresiones –como lo haría Ahora bien, operar como lector es una con-
cualquier lector– y es a partir de sus comenta- dición necesaria pero no suficiente para enseñar
rios como se desencadena una animada conver- a leer. Cuando los niños se enfrentan directa-
sación con los niños sobre el mensaje que pue- mente con los textos, la enseñanza adquiere
de inferirse a partir del texto, sobre lo que más otras características, se requieren otras inter-
impactó a cada uno, sobre los personajes con venciones del docente. Estas intervenciones es-
los que se identifican o los que les resultan ex- tán dirigidas a lograr que los niños puedan leer
traños, sobre lo que ellos hubieran hecho si hu- por sí mismos, que progresen en el uso de estra-
bieran tenido que enfrentarse con una situación tegias efectivas, en sus posibilidades de com-
similar al conflicto planteado en el cuento... prender mejor aquello que leen.
Cuando, en cambio, se recurre a una enci- En algunos casos –como ya se ha dicho–, la
clopedia o a otros libros para buscar respuesta a responsabilidad de la lectura será compartida.
las preguntas que los niños se hacen en relación Esta modalidad resulta apropiada, p.e., cuando
con un tema sobre el cual están trabajando se aborda un texto difícil para los niños. Mien-
–p.e., al estudiar el cuerpo humano los niños de tras están leyendo, el maestro los alienta a con-
5 ó 6 años suelen hacerse preguntas como “¿por tinuar la lectura sin detenerse ante cada dificul-
qué se llaman ‘dientes de leche’ los que se nos tad, sin pretender entenderlo todo, tratando de
están cayendo?”, “¿serán realmente de leche?”; comprender cuál es el tema tratado en el texto;
“¿es el corazón el que empuja a la sangre o es la una vez que se han intercambiado ideas a partir
sangre la que empuja al corazón?”–, el maestro de esa lectura global, se propone una segunda
recurrirá al índice, leerá los diferentes títulos lectura durante la cual se irá descubriendo que
que en el figuran y discutirá con los niños bajo conocer todo el texto permite comprender me-
cuál de ellos será posible encontrar la informa- jor cada parte. En el transcurso de esta lectura o
ción que se busca; una vez localizado el capítu- durante la discusión posterior, el maestro inter-
lo en cuestión, se ubicarán los subtítulos, el viene –si lo considera necesario– agregando in-
maestro los leerá (mostrándolos), se elegirá formación pertinente para una mejor compren-
aquel que parezca tener relación con la pregun- sión de algún pasaje, sugiriendo que establez-
ta formulada, el maestro explorará rápidamente can relaciones entre partes del texto que ellos
esa parte del texto (señalando) hasta localizar la no han relacionado por sí mismos, preguntando
información, luego la leerá y se analizará en qué sobre las intenciones del autor, incitando a dis-
medida responde a la inquietud surgida... tinguir entre lo que el texto dice explícitamente
Una vez terminada la lectura, tanto en el ca- y lo que quiere decir... La ayuda brindada por el
so del texto literario como en el del informati- maestro consiste en proponer estrategias de las
vo, el maestro pone el libro que ha leído en ma- cuales los niños irán apropiándose progresiva-
nos de los niños para que lo hojeen y puedan mente y que les serán útiles para abordar nue-
detenerse en aquello que les llama la atención; vos textos que presenten cierto grado de dificul-
propone que se lleven a su casa ese libro y otros tad. En estas situaciones, el maestro incitará
que les parezcan interesantes... Hace estas pro- además a la cooperación entre los alumnos, con
16 posiciones porque quiere que los niños descu- el objeto de que la confrontación de puntos de
vista conduzca hacia una mejor comprensión extiende hacia los hogares, porque va involu-
del texto. crando insensiblemente no sólo a los niños, si-
no también a las familias. Es lo que ocurrió,
Finalmente, en situaciones como las que he-
p.e., con un proyecto llevado a cabo en una de
mos analizado en el punto anterior, el maestro
las escuelas de Caracas donde desarrollamos
devuelve totalmente a los niños la responsabili -
nuestra experiencia7: un quiosco dedicado al
dad de la lectura –genera una actividad que les
canje y préstamo de libros y otras publicaciones
exige trabajar solos durante un lapso determina-
–que funcionaba en el patio de la escuela y era
do– con el objeto de que se esfuercen por com-
atendido rotativamente durante los recreos por
prender y de que construyan herramientas de
diferentes miembros de la institución– llegó a
auto-control.
constituirse en un sitio de reunión obligado de
En síntesis, tanto al mostrar como se hace niños y padres, en un lugar donde se escucha-
para leer cuando el maestro se ubica en el rol de ban simultáneamente muchas conversaciones
lector, como al ayudar sugiriendo estrategias vinculadas con las lecturas realizadas, donde
eficaces cuando la lectura es compartida, como siempre podía verse a algún niño mostrando a
al delegar en los niños la lectura –individual o otros cierto fragmento de un cuento, historieta o
grupal–, el maestro está enseñando a leer. poema que había llamado su atención, donde se
presenciaban a veces discusiones entre dos
alumnos de diferentes grados porque uno de
La institución y el sentido de la lectura ellos no quería despedirse todavía del libro que
el otro había reservado para leer en su casa,
donde se incluyó luego –a raíz de la aparición
La problemática planteada por la formación del espontánea de algunos “anuncios”– una cartele-
lector, lejos de ser específica de determinados ra en la cual los padres podían hacer saber que
grados, es común a toda la institución escolar. necesitaban tal o cual material (un manual de
El desafío de darle sentido a la lectura tiene en- mecánica, un instructivo para realizar cierta
tonces una dimensión institucional y, si esta di- construcción, una revista de tejidos) con la se-
mensión es asumida, si la institución como tal guridad de que alguno de los “clientes” del
se hace cargo del análisis del problema, si sus quiosco podría tener o conseguir lo que estaban
integrantes en conjunto elaboran y llevan a la buscando...
práctica proyectos dirigidos a enfrentarlo, co-
mienza a hacerse posible acortar la distancia en- Un proyecto como el periódico escolar pue-
tre los propósitos y la realidad. de dar lugar, siempre y cuando se creen las con-
diciones institucionales adecuadas, a un inter-
“Maestros aislados en aulas cerradas no cambio fecundo entre alumnos de grados dife-
pueden resolver problemas que les son comunes rentes. En efecto, cuando se logra –a pesar de
en tanto atraviesan el tiempo y el espacio de sus los obstáculos que invariablemente existen– en-
aulas”, señala M. Castedo (1995) al referirse a contrar un tiempo común para la coordinación
los contextos en que se constituyen lectores y entre los docentes y fijar un horario en un día de
escritores –contextos que, por supuesto, tras- la semana en que todos los grados se dedican a
cienden a la institución escolar–. Además de ha- producir noticias o artículos, es posible ofrecer
cer notar la importancia de que los docentes es - a los alumnos la oportunidad de agruparse (al
tablezcan acuerdos sobre la forma en que la lec- menos para producir algunos textos) en función
tura se hace presente en todos los grupos –sobre de sus intereses por ciertos temas –cine, depor-
los contenidos que se seleccionan y las estrate- te, conservación del ambiente, etc.– e indepen-
gias que se eligen para comunicarlos–, la auto- dientemente del grado que cursen; en estos
ra subraya los efectos positivos producidos por equipos muy heterogéneos, ocurre con frecuen-
proyectos institucionales tales como el periodis- cia que alumnos de grados superiores que tie-
mo escolar, el intercambio epistolar y la forma - nen dificultades para leer y escribir descubran,
ción de clubes de teatro o clubes de abuelos na- al ayudar a los más pequeños, que saben más de
rradores. lo que creían y adquieran entonces una seguri-
En efecto, los proyectos institucionales per- dad que los impulsa a progresar; los más peque-
miten instalar en la escuela –y no sólo en el au- ños, por su parte, encuentran nuevas oportuni-
la– un “clima lector” que en algunos casos se dades de avanzar cuando se dirigen a sus com- 17
pañeros mayores para plantearles problemas o textos. Los gastos de impresión se solventaron
hacerles preguntas que no se hubieran atrevido con la colaboración de algunos comerciantes de
a formular si el maestro hubiese sido su único la zona, que publicitaron sus productos en la re-
interlocutor. Para los maestros, experiencias co- vista, a solicitud de los alumnos. El documento
mo éstas resultan también muy fecundas, por- didáctico –en el cual se presentan crónicas y re-
que presenciar los intercambios entre alumnos gistros de clase , así como análisis de la expe-
que se encuentran en momentos muy diferentes riencia realizados por los diferentes docentes
de su desarrollo como lectores los lleva a refle- involucrados– hace énfasis, tanto en la impor-
xionar sobre sus propias intervenciones e inclu- tancia acordada a la lectura, como en el laborio-
so, en algunos casos, a generar estrategias di- so proceso de escritura de borradores y sucesi-
dácticas inéditas. vas reescrituras que caracterizó el trabajo de los
alumnos al producir los artículos incluidos en la
Uno de los méritos fundamentales de los revista.
proyectos institucionales es el de proveer un
marco en el cual la lectura cobra sentido no só- Antes de explicitar la importancia que este
lo para los alumnos, sino también para los proyecto tuvo para los maestros en tanto lecto-
maestros. res, permítasenos citar sus palabras para mos-
trar cuáles fueron los ejes del trabajo: “Nos pro-
Cuando el maestro actúa como lector en el pusimos en un comienzo (...) propiciar que los
aula –señalábamos en el punto anterior– lo ha- chicos se pusieran en activo contacto con dia-
ce en función de un objetivo didáctico: comuni- rios y revistas; dedicar tiempo a la discusión de
car a sus alumnos aspectos fundamentales del los temas que contenían las noticias; realizar ac-
comportamiento lector, de la naturaleza de la tos de lectura múltiples, que aparecieran como
lengua escrita, de las características específicas una necesidad compartida entre docentes y
de cada género de lo escrito. alumnos; estimular las anticipaciones del signi-
Cuando el maestro se compromete en un ficado a partir de todos los indicadores posibles;
proyecto que involucra a toda la escuela, si se involucrar a los chicos en la publicación de la
crean las condiciones adecuadas, la lectura ad- revista a fin de realizar noticias comunicables
quiere para él otro valor: el de instrumento im- realmente; estipular planes previos a la escritu-
prescindible para encontrar herramientas de ra de cada artículo; incrementar el vocabulario
análisis de los problemas didácticos que se han y frases pertinentes al discurso periodístico tan-
planteado y sobre los cuales el grupo de docen- to desde la oralidad como desde la escritura; fa-
tes está convocado a reflexionar, para confron- vorecer la reflexión sobre la coherencia y la co-
tar las estrategias que ellos imaginan con las hesión en los textos; abordar los medios perio-
utilizadas en el marco de otras experiencias pa- dísticos gráficos con lo que llamamos el efecto
ra resolver esos problemas, para conocer los re- ‘pinza’: por un lado con el conocimiento del
sultados de investigaciones didácticas que ha- portador total, por el otro con el análisis de no-
yan estudiado el funcionamiento de propuestas ticias puntuales, específicas, seleccionadas por
dirigidas a resolver los problemas en cuestión. nosotros o propuestas por los chicos y que re-
sultaran significativas.”
La experiencia más notable que podemos
citar en este sentido tuvo lugar en una escuela Por otra parte, se subraya que al favorecer
de la provincia de Buenos Aires 8, cuyos docen- el contacto de los niños con el portador comple-
tes emprendieron un doble proyecto: producir to –en lugar de presentar noticias o artículos
una revista con la participación de todos los previamente recortados por la maestra–, se hizo
alumnos de la escuela y publicar un documento posible desarrollar la lectura selectiva, ya que
didáctico en el cual se sintetizarían los proble- los niños tenían oportunidad de explorar el dia-
mas confrontados, las respuestas elaboradas y rio y de detenerse en aquello que les interesaba.
las reflexiones generadas en el proceso de pro- La adopción de una postura crítica frente a los
ducción de la revista. mensajes de los medios de comunicación masi-
va –otro de los ejes fundamentales del trabajo–
La elaboración de la revista, según se seña- se vio favorecida por una coincidencia: mien-
la en el editorial, requirió más de 45 días de tra- tras se estaba realizando la experiencia, apare-
bajo, en ella participaron 440 alumnos (15 sec- ció en un matutino de gran circulación un artí-
18 ciones de grado), que escribieron más de 800 culo sobre el barrio al que pertenece la escuela,
en el cual había muerto una persona por haber para la labor profesional, contribuye a enrique-
ingerido vino adulterado. Este artículo fue leído cer las discusiones sobre los problemas lingüís-
por todos los grupos de 4° a 7° grado y se dis- ticos, psicolingüísticos y didácticos que se pre-
cutió con los niños la veracidad de la descrip- sentan en el curso del trabajo, abre nuevos pa-
ción del barrio hecha por el periodista; a partir noramas, aporta nuevas perspectivas desde las
de este cuestionamiento, se decidió entrevistar a cuales se revisa la tarea emprendida. El proyec-
vecinos que habitaban el lugar desde hacía mu- to –afirman– “transformó a la escuela en una
cho tiempo para consultar su opinión y, final- usina de conocimientos que se generaron tanto
mente, se volcó la información obtenida y ana- por parte de los alumnos como de los docentes.
lizada en un artículo de la revista elaborado por La circulación incansable de trabajos y expe-
5° grado, cuyo título es “La verdadera historia riencias nos dejó la sensación de ‘misión cum-
de nuestro barrio”. plida’ al terminar el año. (...) La realización de
una tarea significativa y compartida reconcilia a
Ahora bien, el valor fundamental que ad-
los maestros con la profesión, a pesar de las
quirió la lectura para los maestros se hace notar
condiciones laborales adversas.”
sobre todo en el balance que hacen de los resul-
tados del proyecto. Entre los logros, los docen- A modo de conclusión –de este punto y
tes señalan que éste generó un avance importan- también del artículo– sólo nos resta agregar
te en su propia capacitación: “Recortar el espec- que, si se logra producir un cambio cualitativo
tro lingüístico al de una especialidad (el discur- en la gestión del tiempo didáctico, si se concilia
so periodístico) nos permitió saber más de lo la necesidad de evaluar con las prioridades de la
que debíamos enseñar. Por consiguiente, tuvi- enseñanza y el aprendizaje, si se redistribuyen
mos mayor claridad sobre lo que queríamos lo- las responsabilidades de maestro y alumnos en
grar en el aula. Saber más nos permitió ampliar relación con la lectura para hacer posible la for-
la búsqueda de ofertas didácticas y hacer bue- mación de lectores autónomos, si se desarrollan
nas lecturas de los procesos de apropiación de en el aula y en la institución proyectos que do-
los alumnos.” Agregan luego que alcanzaron un ten de sentido a la lectura, que promuevan el
buen nivel de reflexión pedagógica, que pudie- funcionamiento de la escuela como una micro-
ron detectar cada vez mejor los obstáculos que sociedad de lectores y escritores en la que par-
se planteaban en el aprendizaje y generar las ticipen niños, padres y maestros, entonces...sí,
propuestas que los resolvieran, que aprendieron es posible leer en la escuela.
“a aceptar el fracaso de una propuesta, a reco-
nocer no haberse dado cuenta de..., a reconocer
no haberse entusiasmado con...” y concluyen: NOTAS
“Este tipo de logros es posible cuando el eje del 1. Conferencia dictada en el 2do. Congreso Nacio-
trabajo de los docentes pasa por el mejoramien- nal de Lectura “Lectura - Escuela - Bibliote-
to pedagógico y se toma conciencia de las limi- ca”, que tuvo lugar en el marco de la 8a. Feria
taciones que cada uno de nosotros tiene al res- Internacional del Libro de Bogotá, en mayo de
pecto. Nos hemos acostumbrado a no defen- 1995, y fue publicada en las Memorias de dicho
der nuestra ignorancia.” Congreso, Fundalectura, setiembre 1995.

Entre los aspectos no logrados, los docentes 2. “De como los profesores de literatura pervierten a
mencionan que no pudieron trabajar con intensi- sus alumnos”, en Caras y Caretas (Traducción
de una nota publicada en la revista brasileña Sta-
dad –por falta de tiempo– algunos de los tipos de
tus Plus N°. 90, enero de 1983)
texto presentes en el diario y que el trabajo sobre
escritura no tuvo la profundidad deseada porque 3. Retomo aquí un conjunto de interrogantes que
no disponían de información didáctica suficiente: fueron formuladas en un trabajo anterior (Lerner,
“Hubiéramos necesitado una planificación un 1994), del cual el presente es –en cierto modo– la
tanto más precisa en lo que respecta a qué revi- continuación.
sar en un texto y cómo revisarlo. Lamentable- 4. Piaget ha planteado que la modalidad adoptada
mente nos llegó a destiempo una información teó- por la enseñanza parece estar fundada en una
rica (...) que nos hubiera sido de gran utilidad”. consideración de las semejanzas y diferencias en-
tre los niños y los adultos como sujetos cogniti-
Para estos docentes, la lectura forma parte vos que es exactamente opuesta a la que se des-
de un proyecto, cumple una función relevante prende de las investigaciones psicogenéticas. Es- 19
tas últimas han mostrado que la estructura inte- BIBLIOGRAFÍA
lectual de los niños es diferente de la de los adul-
Brousseau, Guy (1986) “Fondements et méthodes
tos (heterogeneidad estructural) pero el funciona-
de la didactique des mathématiques.” En Re-
miento de unos y otros es esencialmente el mis-
cherches en didactique des mathématiques,
mo (homogeneidad funcional); sin embargo, al
Grenoble: La Pensée Sauvage Editions. Vol. 7,
ignorar el proceso constructivo de los alumnos y
N° 2.
suponer que pueden dedicarse a actividades des-
provistas de sentido, la escuela los trata como si Brousseau, Guy (1988) “Los diferentes roles del
su estructura intelectual fuera la misma que la de maestro.” En Parra, C. y Y. Saiz (comps.) (1994)
los adultos y su funcionamiento intelectual fuera Didáctica de matemáticas. Buenos Aires: Pai-
diferente. dós.
5. Este proyecto didáctico fue inspirado por una si- Castedo, M.L. (1995) “Construcción de lectores y
tuación experimental diseñada por Emilia Ferrei- escritores.” Lectura y Vida. Año 16, N° 3.
ro (en 1988), al proyectar una investigación eva-
Charlot, B. y Bautier, E. (1993) “Rapport a l’école,
luativa de experiencias didácticas vinculadas con
rapport au savoir et enseignement des mathéma-
la psicogénesis de la lengua escrita.
tiques.” Escol, Université Paris 8, Reperes, Irem,
6. Por supuesto, el énfasis que se haga en el auto- N° 10.
control de la comprensión dependerá del tipo de
Chevallard, Yves (1985) La transposition didacti-
texto que se esté leyendo y del propósito que se
que. Grenoble: La Pensée Sauvage Editions.
persiga: p.e., será mucho mayor cuando se lea un
instructivo para manejar un aparato recién adqui- Dubois, M.E. (1984) “Algunos interrogantes sobre
rido que cuando se lea un cuento (porque en el la comprensión de la lectura.” Lectura y Vida.
primer caso un error de comprensión puede oca- Año 5, N° 4.
sionar un deterioro en el aparato); cuando se lee
Ferreiro, Emilia (1994) “Diversidad y proceso de al-
una novela, el grado de control ejercido por el
fabetización: de la celebración a la toma de con-
lector será menor si está leyendo por placer que si
ciencia.” Lectura y Vida. Año 15, N° 3.
lo está haciendo porque debe “estudiarla” para un
examen. Las actividades de lectura que se plan- Kaufman, Ana María (1994) “Escribir en la escuela:
tean en la escuela deben permitir que los alumnos qué, cómo y para quién.” Lectura y Vida. Año
aprendan a utilizar modalidades de auto-control 15, N° 3.
adecuadas a cada situación.
Lerner, Delia (1994) “Capacitación en servicio y
7. Esta experiencia tuvo lugar en el marco de las in- cambio en la propuesta didáctica vigente.” Lec-
vestigaciones sobre lectura desarrolladas por la tura y Vida. Año 15, N° 3.
Dirección de Educación Especial de Venezuela,
Lerner, Delia (en prensa) “La enseñanza y el apren-
con la cooperación técnica de la O.E.A., durante
dizaje escolar. Alegato contra una falsa oposi-
el período comprendido entre 1982 y 1993.
ción.” En Castorina, Ferreiro, Kohl y Lerner (en
8. Se trata de la escuela N° 183 del Partido de La prensa) Piaget-Vygotsky: Contribuciones para
Matanza, que funciona en un barrio cuyos habi- replantear el debate. Buenos Aires: Paidós.
tantes tienen muy escasos recursos económicos.
Polidoro, Haydee y equipo de la Escuela N° 183 de
Esta escuela lleva a cabo, desde 1989, un trabajo
La Matanza (1993) “¿Periódico escolarizado o
innovador y reflexivo en el ámbito de la lengua
periódico realizado en la escuela?” Provincia
escrita. La experiencia aquí citada se realizo en
de Buenos Aires.
1993 y fue coordinada por Haydée Polidoro.
Solé, Isabel (1993) Estrategias de lectura. Barcelo-
na: Editorial Grao.
Teberosky, Ana (1991) Aprendiendo a escribir.
Cuadernos de Educación N° 8. Barcelona: ICE-
HORSORI, Barcelona.
Teberosky, Ana y Liliana Tolchinsky (eds.) (1995)
Más allá de la alfabetización. Buenos Aires:
Editorial Santillana.
Tolchinsky, Liliana (1993) Aprendizaje del len-
guaje escrito. Barcelona: Editorial Anthropos,
Barcelona.
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