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La fascinante historia del Teorema de L’Hospital, algunas controversias y una

demostración en el lenguaje del análisis no estándar

Luis Augusto Campistrous, Sociedad Económica de Amigos del País (SEAP),


Academia de Ciencias, República de Cuba y profesor
titular de la Universidad Autónoma de Guerrero
Jorge M. López, Departamento de Matemática, Universidad de Puerto
Rico, Río Piedras
Celia Rizo Cabrera, Sociedad Económica de Amigos del País (SEAP),
Academia de Ciencias, República de Cuba y profesor
titular de la Universidad Autónoma de Guerrero

La demostración del Teorema de L'Hospital, original de Johann Bernoulli, aparece


publicada por primera vez en el libro Analyse des infiniment petits, Pour l'intelligence des
lignes courbes. Las demostraciones modernas de este resultado requieren empleo de la
versión de Cauchy del Teorema de la media. Esta situación sorprende, ya que la
demostración de Bernoulli apenas requería el conocimiento de la definición de la derivada.
En este artículo se presenta la demostración de Bernoulli con toda corrección en el
lenguaje del análisis no estándar.

Guillaume Françoise
Antoine L’Hospital,
Marqués de Sainte-
Mesme

I. Introducción

La demostración del famoso resultado que hoy conocemos como el “Teorema de

L’Hospital” apareció publicada por primera vez en el famoso escrito Analyse des

Infiniments Petits, Pour l'intelligence des lignes courbes escrito por Gillaume Françoise

Antoine L’Hospital y publicado en París en 1690. El escrito tuvo un gran éxito; se

imprimió una segunda edición del libro en 1715 y una tercera en 1781, casi un siglo

1
después de su publicación. Sin duda, este es el primer texto de cálculo que registra la

historia, es decir, el primer escrito sobre el cálculo confeccionado con el fin expreso de

enseñar la materia. El texto es particularmente interesante ya que, a pesar de haber sido

uno de avanzada en la época en que se publicó, su lenguaje y su estilo de exposición

fueron en extremo parecidos a una viejísima obra escrita casi dos mil años antes: Los

Elementos de Euclides. Este famoso escrito marcó por mucho tiempo la pauta de la

corrección y el estilo de la literatura matemática. Parte del título de la obra delata que los

métodos matemáticos que se desarrollan en ella tienen el fin de servir para “lograr la

comprensión de las líneas curvas”. Así pues, las figuras del escrito, lejos de ser

circunferencias, triángulos, segmentos, líneas rectas principales y líneas rectas auxiliares,

son más bien curvas. En la época de L'Hospital no se empleaba el lenguaje moderno de

funciones, de modo que tales curvas, que hoy no son sino gráficas de funciones, o

gráficas de ecuaciones algebraicas, pasaron a ser los “nuevos objetos geométricos” del

libro de L’Hospital. Claro está, tales representaciones gráficas eran comunes luego de

más de medio siglo de la publicación de la Geometría de Descartes.

Sabemos que L’Hospital, el autor de Analyse des Infiniments Petits, era una persona de

gran afluencia, protegido de Luis XIV y que poseía varios títulos de nobleza, entre ellos

el de Marqués de Sainte-Mesme. Se dice que en 1691 L’Hospital contrató a John

Bernoulli para que viviese por varios meses en su mansión y le ofreciera lecciones sobre

la materia recién inventada del Cálculo. Tal parece que luego de las lecciones de Cálculo,

L’Hospital y Bernoulli mantuvieron por algún tiempo una relación epistolar y se cuenta

que entraron en un cierto arreglo financiero mediante el cual L’Hospital, a cambio de

dinero, adquirió todos los derechos de la obra matemática de Bernoulli. Ciertamente,

aunque tales arreglos hoy nos parecen un tanto curiosos e incluso injustos, los mismos

2
eran comunes en la época de L’Hospital, especialmente en el caso de artistas e

intelectuales al servicio de monarcas. En el prólogo de su libro, L’Hospital da crédito en

términos superlativos a Newton, Leibniz y a los hermanos Bernoulli. L'Hospital

puntualizó que él se había servido “libremente” de los resultados de aquellos, y que si

luego de que éstos últimos reclamasen autoría de resultados de su escrito, si algo quedase,

él gustosamente lo aceptaría como suyo. Hoy día sabemos que la prueba del Teorema de

L’Hospital que aparece en Analyse des Infiniments Petits es original de Johann Bernoulli

y que el irascible Bernoulli nunca quedó satisfecho de ver su resultado en el escrito de

L'Hospital sin que se le diera el crédito esperado. De acuerdo a (Dunham, 2005) Bernoulli

manifestó que L'Hospital se enriquecía empleando el talento de otros. Sin embargo,

(L’Hospital, 1696) reclama como suyo propio el “método” de los infinitésimos,

consistente en considerar “dos cantidades como iguales si las mismas están infinitamente

cerca la una de la otra”.

II. El Teorema de L’Hospital

Al lector moderno le cuesta trabajo identificar el enunciado de la Regla de L’Hospital en

Analyse des Infiniments Petits ya que el enunciado tiene poco parecido con su versión

moderna. La versión del Teorema de L’Hospital que aparece en el escrito de L’Hospital

es la siguiente (escrita, desde luego, en lenguaje moderno):

Teorema 1. (Teorema de L'Hospital) Sean f y g funciones definidas y diferenciables

en algún intervalo abierto del punto c tal que lim x c f  x =lim x c g  x=0 . Si para

algún L ∈ℝ se tiene que

f 'x 
lim =L ,
x c g '  x

3
entonces

f x 
lim =L .
x c g  x

La “demostración” que se ofrece en en la página 145 de Analyse des Infiniments Petits

cuenta con pocos de los requisitos de rigor que esperaríamos hoy día de una demostración

matemática. La demostración hace referencia a una figura del texto, la 130, la cual se

intercala junto a otras luego de la página 158 (era la costumbre en los libros matemáticos

de la época agrupar las figuras de un texto en lugares estratégicos del mismo,

presumiblemente por razones relativas a la tipografía de la impresión). Algunos

comentarios están en orden sobre la versión del Teorema 1 que aparece en el texto de

L’Hospital. En primer lugar, no es de esperar que la versión de L’Hospital del mencionado

teorema contenga alguna aseveración sobre límites, ya que la definición de límite no

ocurre sino hasta el 1829 cuando aparece publicada en el famoso escrito de Cachy, Cours

D'Analyse de L'École Royale Polytechnique. De acuerdo a (Grabiner, 1983) es en el

escrito de Cauchy donde se observa por primera vez argumentos del tipo  para

demostrar afirmaciones que involucran límites. Sin embargo, la definición de límite de

Cauchy es una puramente verbal (Grabiner 1983), y aún contando con la definición

moderna de límite, el capítulo II de su escrito (Cauchy 1821, p. 26) tiene una extensa

discusión sobre los infinitesimales y los números infinitos. Como sabemos hoy, un límite

es un número real, es decir, un número que podría ser, por ejemplo, el punto de

convergencia de una sucesión de números racionales. Sin embargo, la noción de

convergencia así como la concepción de los números reales como un cuerpo ordenado

4
completo estaban muy lejos de ser realidad a principios del siglo XVII. Por consiguiente, a

un lector moderno no le queda claro cuál seria la versión del Teorema 1 que se debe

encontrar enunciada y demostrada en Analyse des Infiniments Petits. En efecto, el

enunciado del resultado que hoy conocemos como “Teorema de L’Hospital” aparece en la

primera parte del escrito de L’Hospital en la forma de una Proposición que plantea un

problema. En la Figura 1 aparece el enunciado según se lee en el escrito de L’Hospital, el

cual traducimos a continuación:

Figura 1
Regla de L'Hospital según
Analyse des Infiniment Petis

5
Sección IX
Solución de algunos problemas que dependen de los métodos precedentes.
Proposición 1.

Problema

Sea AMD una línea curva (AP=x, PM=y, AB=a) tal que el valor de la ordenada y es

expresada por una fracción, en la cual, tanto el numerador como el denominador se

hacen cero cuando x=a, es decir, cuando el punto P se acerca al punto B. Se requiere

hallar el valor de de la ordenada BD.

En la Figura 2 aparece la ilustración empleada para la demostración de la regla de

L'Hospital en Analyse des Infiniment Petis. Se nota de inmediato que las coordenadas se

introducen como medidas asociadas a segmentos de longitudes variables (la abscisa es la

longitud del segmento AP y la ordenada es la longitud del segmento PM. En lenguaje más

moderno, la “línea curva” AMD es la gráfica de una función que se puede expresar como

una fracción de dos funciones cuyo numerador (con gráfica ANB) y denominador (con

gráfica COB) tienen un cero común en B.

Figura 2

Notamos que la gráfica de la fracción AMD tiene un punto asignado a B, para el cual

ambas funciones que constituyen el numerador y el denominador de la fracción dada se

6
hacen cero. Para el lector moderno, ésta es la única indicación que delata que el problema

tiene algo que ver con la evaluación de un límite. Es instructivo examinar un poco la

demostración de Bernoulli de este enunciado.

Dadas dos líneas curvas ANB y COB que tienen un eje común AB y que son tales que la

ordenada PN representa el numerador y la ordenada PO el denominador de una fracción

general que consiste de todos las ordenadas PM tal que1

AB⋅PN
PM = .
PO

Como se supone que PN y PO se hacen ambas cero cuando el punto P se acerca a B, está

claro que las dos curvas se encuentran en el punto B. Si imaginamos una ordenada bd

infinitamente cerca de BD que interseca las líneas curvas ANB Y COB en los puntos f y g

respectivamente, se tendrá

AB⋅bf
bd =
bg

segmento que no difiere sensiblemente de BD. Así pues es necesario determinar la razón

de bf a bg. Pero es evidente que si la abscisa AP se convierte en AB, las ordenadas PN y

PO se hacen nulas. Además, cuando AP se convierte en Ab las ordenadas PN y PO se

convierten en bf y en bg respectivamente. De todo esto se infiere que bf y bg son las

diferencias2 en B y en b de las ordenadas de las curvas ANB y COB. Por lo tanto, si se

toma la diferencia del numerador y se divide por la diferencia del denominador después

de haber tomado x =a =AB o Ab, se tendrá, entonces, el valor de la ordenada bd o BD,

como se deseaba determinar.

En lenguaje moderno se puede transcribir el argumento de Bernoulli de la siguiente

manera. Primeramente la gráfica de la fracción y =n  x / m  x  es la “línea curva” AMD,


1
En la relación que sigue se “compensa” por la unidad de medida AB.
2
La diferencia aludida en el libro de L’Hospital no es otra cosa que el diferencial dy.

7
y las gráficas de n y m son las líneas curvas ANB y COB respectivamente. La hipótesis es

que lim x b n x =lim x  b m  x =0 , lo cual L’Hospital identifica con la condición de las

gráficas de n y m tienen un cero común B o b. Es evidente que en la demostración, B y b

se emplean, a veces, indistintamente. lo cual nos hace recordar las famosas cantidades

infinitesimales aludidas por el Obispo Berkeley, las cuales “aparecían” y “desaparecían” a

conveniencia (Berkeley, 1734). Entonces, empleando la notación moderna de

infinitesimales, como el cociente diferencial está infinitamente cerca de la derivada,

tenemos3

nb db  n bdnb 


~ .
m b db  m bdm b 

Por otro lado, como n a =n b =0 , vemos que

'
n b db  dn b  n b 
~ = .
m bdb  dm b  m ' b 

La notación de la última línea es la usual para derivadas. De acuerdo a L’Hospital la

demostración hubiese terminado con la primera equivalencia de la relación anterior, ya

que en su escrito se tratan “diferencias” (en lenguaje moderno, diferenciales) en lugar de

derivadas.

Hoy sabemos que no es necesario suponer a n y m definidas en b. Si se supone, a cambio,

que

lim n x=lim m  x =0,


x b x b

entonces se puede redefinir a n y m en b para que se cumpla la condición de los ceros

comunes de Bernoulli. La demostración de Bernoulli es muy sugestiva y se puede escribir

fácilmente en el lenguaje de los infinitésimos. También es importante observar que la

3
Si x, y son números, escribimos x ~y si x y es un infinitésimo.

8
demostración de Bernoulli se puede formular con muy pocos preparativos luego de contar

con la definición de la derivada.

III. El teorema de la media

En los tiempos modernos se ha establecido la “costumbre” de pensar que, de alguna

manera, es necesario contar con la versión de Cauchy del teorema de la media para poder

demostrar adecuadamente el Teorema de L’Hospital. Sin embargo, resulta interesante

observar cómo, en la historia reciente del análisis, se han levantado “voces de protesta”

contra la forma moderna de subordinar el Teorema de L’Hospital al Teorema de la media.

En (Boas, 1981) se argumenta que el Terorema de la media goza de una importancia

desmedida en el análisis y que su formulación correcta debe ser más bien una

desigualdad. En esta opinión Boas coincide con (Dieudonné, 1960, p. 155) quien señala

que muchas de las relaciones del cálculo de funciones de una variable real asociadas al

Teorema de la media son “accidentales” en la medida en que reflejan el que las formas

lineales de un espacio vectorial de una dimensión sobre un cuerpo cualquiera son

isomorfas al propio cuerpo. En efecto, la discusión en (Dieudonné, 1960) lleva a

desigualdades que recogen el contenido del teorema de la media para funciones definidas

entre espacios de Banach, y por ende estre espacios euclídeos o unitarios. En (Boas,

1969) se presenta una versión del Teorema de L'Hospital cuya demostración requiere

como hipótesis la continuidad de las derivadas pero que es independiente del teorema de

la media. El propio (Boas, 1969, p. 1053) presenta un ejemplo en un espacio de

sucesiones4 en el que no se cumple el Teroema de la media pero sí la versión

correspondiente del Teorema de L'Hospital. También (Gillman, 1997) incluye una

demostración de la regla de L'Hospital que evade la aplicación del Teorema de la media.

4
En su ejemplo las derivadas se interpretan como diferencias.

9
Finalmente, señalamos que, por su subordinación al Teorema de la media, el Teorema de

L'Hospital, a pesar de ser un resultado elemental, suele aparecer en los textos de cálculo

bastante adentrado en la exposición de la materia. El Teorema de la media en su versión

moderna es el siguiente:

Teorema 2. (Teorema de la media) Si ∞a b∞ son números reales y

f : [ a , b]  ℝ es una función diferenciable en a , b  y continua en [a , b ] , entonces

existe un número real ∈a , b  tal que

f b  f a 
= f ' 
b a

El Teorema de la media tiene gráfica característica la cual aparece en la Figura 3.

Claramente, la pendiente del segmento que une los dos puntos extremos de la gráfica de

y = f  x es la misma que la pendiente de la derivada en un cierto punto  .

Figura 3: Teorema de la
media

En los textos universitarios de cálculo la demostración de este teorema se fundamenta en

la demostración de un caso especial, el Teorema de Rolle (Thomas, 1951, p. 105). Note,

de paso, que en el enunciado del Teorema de la media hay una cierta redundancia en

cuanto a la condición de continuidad, pues de la hipótesis de la existencia de la derivada

en el intervalo abierto se desprende automáticamente la continuidad de la función en tal

10
intervalo, de suerte que lo único adicional que haría falta mencionar sería la continuidad

de la función en los extremos del intervalo. Sin embargo, esta forma del enunciado es muy

común. Actualmente es, por mucho, la preferida en los textos de cálculo.

En (Cauchy, 1823) se enuncia y demuestra lo que se conoce en el presente como “la

versión de Cauchy” del Teorema de la media:

Teorema 3. (Versión de Cauchy del Teorema de la media) Si ∞a b∞ son

números reales y f : [ a , b ]  ℝ , g :[ a ,b ] ℝ son funciones diferenciables en a , b  y

continuas en [a , b ] , entonces existe un número real ∈a , b  tal que,


' '
 f b  f a ⋅g = g b  g a ⋅f 

La mayor virtud de esta versión del teorema, está en la existencia de un mismo valor de

∈a , b  que sirve para ambas funciones. En particular si g  b g a ≠0 y g ' ≠0 ,

entonces la relación anterior se puede escribir como:


'
f b f a  f 
=
g bg  a g '  .

Es obvio que la versión de Cauchy del Teorema de la media incluye, como caso especial,

el Teorema de la media usual (al tomar g  x= x para todo x ∈[a ,b ] ). El enunciado del

Teorema 3 expuesto anteriormente, es la versión moderna del resultado demostrado por

Cauchy. En (Dunham, 2005, p. 83-85) y en (Bressoud, 1994, p. 72) se expone el

argumento original de Cauchy, en el cual resalta el dato curioso que su demostración

emplea la hipótesis superflua de la continuidad de las derivadas. Cauchy empleó la

continuidad de las derivadas para poder aducir la propiedad del valor intermedio de las

mismas5. Está claro que la demostración del Teorema 1 es directa con esta versión del

Teorema de la media. En efecto, si tomamos un intervalo [ a , b ] donde n y m son

5
Conocida también como la propiedad de Darboux. Hoy sabemos que las derivadas de funciones diferenciables
sobre intervalos tienen la propiedad de Darboux aunque no sean continuas.

11
continuas y suponemos que n y m son diferenciables en a , b  y que c ∈a ,b  es un

número real tal que y n c =m c =0 . Entonces, si x ∈ a , b  satisface m  x≠0 , tenemos,

por el Teorema 3, que existe algún valor de  entre x y c tal que,

n x  n xnc 
=
mx m  xm c
n' 
= .
m ' 

De aquí se obtiene la conclusión deseada tomando límites a medida que x → c . Es

innegable que el Teorema de la media se ha convertido en el centro de muchas de las

discusiones que afloran en los cursos de cálculo, tales como las relacionadas al

crecimiento de funciones, el problema de optimización de funciones de una variable, la

concavidad y convexidad de funciones de una variable real, los puntos de inflexión, las

funciones diferenciables en intervalos abiertos y el Teorema Fundamental del Cálculo. De

acuerdo a (Bressoud, 1994) la versión moderna del Teorema de la media (Teorema 2) y

su demostración se debe a Ossian Bonnet (1819-1892) y apareció publicada por primera

vez en (Serret, 1886).

A muchos de los maestros de hoy nos cuesta salir de nuestro asombro al ver cómo un

resultado para cuya demostración Bernoulli sólo necesitó las propiedades más

elementales de derivada, no posea una demostración más elemental. El consenso general

de la comunidad matemática es que demostración de Bernoulli no se puede considerar

como una demostración apropiada de la Regla de L'Hospital ya que la misma emplea el

lenguaje de infinitésimos, hoy vehementemente rechazado. Sin embargo, en (López y

Warma, 2007) se demuestra que la prueba de Bernoulli en Analyse des Infiniments Petits

es una esencialmente correcta y que admite expresarse con toda naturalidad en el lenguaje

del análisis no estándar. Al presente, no existe aún ninguna demostración en el contexto

12
del análisis estándar del Teorema de L’Hospital la cual no emplee el teorema de la media

o que no suponga la continuidad de la derivada. La demostración de (Boas, 1969) aludida

anteriormente es la más que se acerca a la consecución de esta meta, aunque, como ya

hemos comentado, la misma posee la hipótesis superflua de la continuidad de las

derivadas. A nuestro juicio, tal circunstancia tiene repercusiones interesantes sobre la

didáctica de la matemática y, a nuestro juicio, habla favorablemente del análisis no

estándar como vehículo adecuado para la formalización del cálculo introductorio.

Evidencia para esta última aseveración se encuentra en (Keisler, 1971) y en (Sullivan,

1976) quienes argumentan que las definiciones de los conceptos centrales del cálculo son

más simples y los argumentos más intuitivos. En (Sullivan, 1976) también se presenta

evidencia de la efectividad del análisis no estándar como vehículo didáctico para la

presentación del cálculo. En la Universidad de Puerto Rico se ha experimentado con la

presentación del cálculo en el lenguaje del análisis no estándar con proyecciones

prometedoras (Santiago Rivera, 2008) .

IV. El análisis no estándar y la controversia sobre la demostración de la regla de L’Hospital

Un infinitésimo es un número x tal que ∣x∣r para todo número real positivo r. En el

sistema de los números reales hay un solo infinitésimo, el cero. Los autores del cálculo de

principios del siglo XVII, Leibniz, Newton, Johann Bernoulli y Jacob Bernoulli,

emplearon con harta frecuencia lo que pudiésemos llamar el método de los infinitésimos

para deducir múltiples y valiosos resultados del análisis. Sin embargo, la utilización de

tal método propició múltiples críticas, principalmente del Obispo George Berkeley quien

en su famoso escrito (Berkeley, 1734), objetó severamente la forma en que se utilizaban

los infinitésimos; un infinitésimo era, a veces, cero y otras veces distinto de cero. Es

decir, los matemáticos que forjaron el cálculo necesitaban de cantidades que debían ser

13
distintas de cero pero suficientemente pequeñas como para admitir ser tratadas como

cantidades nulas en ciertos contextos.

Figura 4: El Obispo Berkeley

Dado que en los números reales sólo existe un infinitésimo, el cero, los infinitésimos del

cálculo no pueden ser números reales. Las objeciones de Berkeley nunca fueron

contestadas satisfactoriamente por los practicantes del cálculo de la época, aunque hubo

intentos de hacerlo, tales como los del matemático escocés Maclaurin. La actitud de

Leibniz hacia las objeciones de Berkeley fue, básicamente, el de ignorarlas, aunque tuvo

palabras de estímulo para aquellos que deseaban impulsar el desarrollo del cálculo en el

continente europeo siguiendo el método de infinitésimos (Grabiner, 1997). Sin embargo,

no fue hasta el siglo XX que en (Robinson, 1996), el matemático alemán norteamericano

Abraham Robinson, sin estar pensando en los fundamentos del cálculo, expone un nuevo

sistema numérico no arquimídeo6 de su propia invención, el sistema de los números

hiperreales, en el cual están inmersos los números reales, conservando estos últimos su

orden usual al igual que todas sus propiedades algebraicas. Además, el nuevo sistema

numérico contiene una infinidad de infinitésimos distintos de cero al igual que una

infinidad de números infinitos (un hiperreal N es infinito si ∣N ∣r para todo número real

r).

6
Un cuerpo ordenado es arquimídeo si los números naturales no forman un conjunto acotado en el cuerpo.

14
Para terminar esta breve exposición describiremos suficientes elementos sobre de la

estructura de los números hiperreales como para poder mostrar cómo es posible emplear

correctamente los infinitésimos en el cálculo sin que surjan las objeciones de Berkeley. El

sistema de los números hiperreales es un sistema algebraico ℝ∗ ,,⋅, con las

operaciones usuales de suma y multiplicación y con un orden algebraico de manera que

∗ ∗
ℝ⊂ℝ , y si restringimos las operaciones y el orden de ℝ a ℝ obtenemos las

operaciones y el orden usual de ℝ que lo convierte en un cuerpo arquimídeo y completo7.

El cuerpo ℝ∗ no es arquimídeo y tampoco es completo. Sin embargo, ℝ∗ contiene una

infinidad de infinitésimos y de números infinitos. Además, todos los subconjuntos,

funciones y relaciones definidas en ℝ tienen ciertas extensiones naturales (llamadas

canónicas) a conjuntos, funciones y relaciones (respectivamente) definidas en ℝ∗ . Así

pues, la extensión canónica de ℝ es ℝ∗ y la extensión canónica del orden usual de ℝ es el

orden de ℝ∗ . Las extensiones canónicas de los números naturales ℕ⊆ℝ , los números

enteros ℤ⊆ℝ y los números racionales ℚ⊆ℝ se denotan por ℕ∗ , ℤ∗ y ℚ∗ , y se conocen

como los números hipernaturales, hiperenteros e hiperracionales (respectivamente). Los

subconjuntos ℕ∗ y ℤ∗ contienen números infinitos en abundancia pero no infinitésimos, y

el conjunto ℚ∗ contiene tanto infinitésimos como números infinitos. Además, la extensión

canónica de un intervalo a , b ⊆ℝ es el intervalo en ℝ∗ determinado por los mismos

números pero con respecto a la relación de orden de los hiperreales. Las relaciones

algebraicas y de orden de una función definida en ℝ son válidas para la extension canónica

de la función dada. Por ejemplo, la extensión canónica de la función sen: ℝ ℝ , la cual

escribimos empleando la notación sen*: ℝ∗  ℝ∗ satisface la condición

7
Un cuerpo ordenado es completo si toda sucesión de Cauchy converge.

15
sen*(x+y)=sen*(x)cos*(y)+cos*(x)sen*(y)

para todo par de números hiperreales x, y; aquí cos* es la extensión canónica de la función

cos. Así pues, si x es un número real y dx≠0 es un infinitésimo, la expresión que bien

pudiese haber escrito L’Hospital como  xdx , hoy sabemos que se trata de la extensión

canónica de la función raíz cuadrada, es decir, de  xdx ∗ . De la misma manera, para

calcular la derivada de esta función se requiere examinar el cociente

x + dx − x
dx .
Desde luego, esta relación hoy día la escribiríamos en el contexto del cálculo no estándar

como

 xdx ∗ x ∗
.
dx

Para tener un modelo funcional de los números hiperreales hacen falta dos principios

adicionales. Comenzamos con el siguiente:

Principio de los números finitos: Si x es un número hiperreal finito (es decir, si no es

infinito), entonces existen números únicos r ∈ℝ y un infinitésimo  tal que x=r .

Decimos que r es la parte estándar de x y que  es la parte infinitesimal de x. Además,

escribimos r =std (x) y = in(x).

Este resultado, consecuencia de un resultado sobre la teoría de modelos8, es un tanto

técnico en su formulación más rigurosa. Claro está, la palabra “afirmación” es un tanto

vaga, y en realidad se refiere a las “formulas” que se pueden construir en “el lenguaje de

los números reales”. Las “afirmaciones” son sencillamente fórmulas de sintaxis correcta

en el lenguaje de los números reales, las cuales se definen por inducción, como se suele

hacer en el cálculo de proposiciones y de predicados. Aún con todos estos comentarios es


8
El teorema de Łos

16
menester indicar que la formación de ciertas fórmulas no es permisible en el lenguaje de

los números reales. Por ejemplo, las reglas de formación de fórmulas en el “lenguaje de

los números reales” excluyen toda cuantificación sobre los subconjuntos de los números

reales. Así pues, la afirmación del principio de completitud, el cual afirma la existencia de

cotas superiores mínimas para conjuntos no vacíos y acotados de números reales,

requiere una cuantificación sobre los subconjuntos de los números reales y no es una

afirmación admisible en el “lenguaje” de los números reales. Por ello el principio de

completitud de los números reales no es transferible al conjunto de los números

hiperreales. En efecto, el sistema de los números hiperreales no es completo. El lector

interesado en proseguir el estudio de este tema lo puede hacer en (Robinson, 1996) o en

(Henle y Kleinberg, 1979).

a. El argumento de Bernoulli escrito en el lenguaje del cálculo no estándar

Finalmente, concluimos escribiendo la demostración de Bernoulli del Teorema de

L’Hospital en el lenguaje del cálculo no estándar. Para ello precisamos algunas

definiciones y reflexiones relacionadas, las cuales presentamos a continuación.

Definiciones y comentarios 1.

a. (Definición de límite) Sea L es un número real y f una función definida en todos

los puntos de un intervalo abierto que contiene al punto c, pero con la posible

excepción de c . Entonces lim f  x= L si y solo sí para todo número hiperreal


x c

x≠c infinitamente cerca de c, se tiene que f '  x  está infinitamente cerca de L .

17
b. Sea c ∈ℝ y sea f : I ℝ una función definida en algún intervalo abierto I tal que

c ∈I . Decimos que f es diferenciable en c si existe un número real f ' c  tal que

para todo infinitésimo dc≠0 se tiene

f cdc  f c  '
~ f  c.
dc

c. De la definición anterior tenemos que f es diferenciable en c si y sólo si para todo

infinitésimo dc,
'
f cdc~ f  c f c  dc.

d. La demostración de Bernoulli es directa ya que él supone que m y n son

funciones definidas en un intervalo abierto I que contiene al punto c y que

ambas funciones son diferenciables en c (Bernoulli menciona las ordenadas bf y

bg como las diferencias en c , como se discutió anteriormente) de n y m

respectivamente. Entonces, si dc ≠ 0 es un infinitésimo,

n cdc n cdc n c 


=
m cdc m cdc m  c
n'  c dc
~
m ' c  dc
n'  c
=
m ' c 

Ahora mostramos que una variante del mismo argumento sirve para demostrar el resultado

con hipótesis más laxas. Supondremos que m y n son funciones definidas en un intervalo

abierto I que contiene al punto c , que n y m son diferenciables en todos los puntos de I

con la posible excepción de c, que

lim m  x =lim n x =0


x c x c

y que

18
n'x 
lim =L ∈ℝ .
x c m'  x

Entonces si dc≠0 y ≠0 son infinitésimos, tenemos

n cdc n c


n  cdc dc
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En esta lista de equivalencias, la primera línea se obtiene de la hipótesis sobre el límite de

las funciones n y m en c, la segunda emplea la definición de la derivada y el principio de

transferencia, y la tercera sigue de la hipótesis sobre el límite del cociente de las

derivadas. Esta es la conclusión deseada.

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