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RESUMEN
El problema surge por la cantidad de siniestros de tránsito que ocurren en nuestro
país como lo indica ésta crónica :
Las estadísticas de accidentes de tránsito en rutas y caminos nacionales siguen indicando
que estos ocupan un lugar destacado entre las mayores causas de muerte en Uruguay.
En lo que va del 2008 registraron un total de 115 personas fallecidos por accidentes de
tránsito, mientras que el 2007- a la misma altura del año- se registraron un total de 87
fallecidos; lo que indica una diferencia de 28 fallecidos.
Según estadísticas brindadas por Policía Caminera, el número de víctimas fatales es
mayor que las registradas a la misma altura del año del 2007.
Los accidentes de tránsito que arrojaron más fallecidos durante el 2008 fueron las
colisiones de frente, los despistes con salida en dirección a la derecha, los choques de
automóviles a motocicletas o bicicletas y el cruce de peatones en la ruta.
En lo que va del 2008 se han registrado un total de 1350 accidentes, mientras que en el
2007 se registró un total del 2302.
Asimismo, durante el 2008 se han registrado un total de 115 fallecidos en rutas y caminos
nacionales, mientras que a la misma altura del año durante el 2007 se registró un total de
87 fallecidos, con un total en el año de 148 fallecidos. Nosotros nos fijamos la siguiente
hipótesis: Hay accidentes por que la gente no respeta las normas
Resultados:
Comprobamos, según las encuestas realizadas nuestra hipótesis: La gente no respeta las
normas de tránsito, aunque las conoce
Está comprobado que, de los tres componentes que interactúan en el sistema del tránsito (el ser
humano, el vehículo y el ambiente), es el ser humano el causante principal de los siniestros de
tránsito. Por eso, la educación sistemática constituye uno de los pilares principales de acción
pública para la seguridad vial y la prevención de accidentes.
En el accidente, de la
foto,resultó muerto el
conductor al salir
despedido por la ventanilla
del techo quedando
atrapado por su propio
vehículo, el puesto del
conductor quedo con
espacio vital suficiente para
su protección, solo el uso
del cinturón hubiera sido
suficiente para salvar una
vida. En nuestra
observación de 50
conductores
solamente 10 -el 5%-
usaba cinturón.
Discusión y
conclusiones:
Los conductores
hacen, en su mayoría,
caso omiso al código
de circulación cuando
de ceder el paso al
peatón se trata. Tres
de cada cuatro
automovilistas no
respetan los pasos de cebra sin semáforo -como les obliga la ley- y casi todos los que se
detienen lo hacen obligados por el arrojo, o imprudencia, de muchos peatones que se
lanzan a la carretera sin que el vehículo se haya parado todavía.
De 120 motos
observadas sólo
el 70 % de sus
ocupantes llevaba
casco. El objetivo
principal del uso
del casco es la
protección de la
salud pública que
involucra a toda la
sociedad. Estamos
protegiendo a
quien conduce la
moto y a todos los
vecinos, ya que un
accidente implica
la utilización de recursos del sistema de salud que son financiados por toda la sociedad.
¿Aumentar las
sanciones,
soluciona el
problema? La
realidad indica
que no.
Históricament
e, el afán
recaudador de
los sucesivos
gobiernos, ha
aumentado las
penas a lo que
son hoy y sin embargo la cantidad de accidentes no ha disminuido. ¿Es cierto que
nuestros gobernantes creen que aumentar las sanciones disminuirá las infracciones? Por
supuesto que no, continúa el afán recaudador de siempre, basta con ver la ley de
humanización del sistema carcelario, en la cual el gobierno plasmó claramente que el
aumento de las penas (en este caso para los delitos) no es la solución. Y no me vengan
con que son cosas distintas, conducir ebrio o a 150 km/h en un área de 60 km/h son
delitos.
¿Estamos frente a un problema sin solución? No, para nada. Hay varios ejemplos en el
mundo que podemos seguir, España es tan solo uno de ellos. La libreta por puntos, tal
como la implementan en España es un camino a seguir, aunque por si solo no va a
solucionar nada. Junto con eso debe haber fuertes campañas de educación y prevención
y por sobre todas las cosas, cuando se detiene a un conductor cometiendo una infracción,
hay que mandarlo durante dos meses a hacer un curso de dos horas diarias de educación
vial... y ahí se terminan los vivos al volante. Debemos tener en cuenta que a esos vivos
que no les importa estropear el auto y que tienen un auto capaz de ir a 160km/h sin
agitarse, les da lo mismo pagar $1500 o $4000 de multa por exceso de velocidad,
generalmente, papá paga.
Voy a estar de acuerdo con casi cualquier medida que se tome con el objetivo de
disminuir los accidentes, siempre que me muestren que no es la continuación del histórico
afán recaudador. Hay muchas, muchísimas cosas por hacer además de facturar, lo cual
está probado que no sirve. Sean coherentes y tendrán mi apoyo, así como el de todos.
Ejercicio para pensar: el ómnibus regular de Montevideo a Salto que sale de la terminal de
Tres Cruces a las 12 de la noche, llega a la terminal de Salto a las 5:15am, es decir
recorre los 500km en cinco horas y minutos. ¿Qué promedio de velocidad llevan esos
ómnibus?
Supongo que el Ministerio de transporte no lo sabía y por eso no ha hecho nada al
respecto. Ahora sabe, Sr Ministro, haga cumplir a las empresas de transporte las
velocidades máximas permitidas en ruta.
Investigación
El Tránsito y la Educación Vial en la Ciudad de Melo
Realizado en el mes de abril de 2008 por Romina Alemán , sabrina Cabrera, José
David Sosa y susu respectivos equipos.
• Primera parte: Cuestionario realizado en calle Aparicio Saravia(303 casos).
• Segunda parte: Relevamiento en esquina Sánchez y Muniz en horarios pico
(300 autos y 409 motocicletas ).
INTRODUCCIÓN:
Melo es una ciudad en pleno desarrollo, la moto es uno de los principales medios de
movilidad, quizás en parte debido al deplorable estado en que se encuentra el transporte
urbano de pasajeros: en muchos casos las líneas de ómnibus no satisfacen las
necesidades de la gente.
Teniendo en cuenta el crecimiento del parque automotor acontecido en los últimos años, y
el desarrollo demográfico de la ciudad, surge una contradicción que está a la vista en las
calles: existe una diferencia entre la cantidad de motos y el espacio físico disponible para
el normal desplazamiento de los mismos; a esto debemos agregarle el egoísmo que rige la
conducta vial de la mayoría de los ciudadanos, convirtiéndose el tránsito en una aventura
diaria.
Éstas son algunas de las razones que motivaron la realización de la presente investigación
tratando de precisar los datos que nos brinda la tan obvia realidad, realidad de la que
deberíamos tomar conciencia, para así asumir la responsabilidad que nos toca a cada uno
de nosotros.
Si bien al preguntar, ¿Está de acuerdo con el sistema de control de velocidad?, surge que
la mayoría apoya la implementación de dichos controles (el 68,05% contestó que si);
también debemos señalar que un 30,67% contestó que no está de acuerdo.
Lo expuesto más
arriba no quiere
decir que el control
de velocidad sean
medidas
equivocadas, todo lo
contrario, demuestra
que ellas deben ir
acompañadas de
una educación vial
sistematizada, para
de esa manera,
proporcionarle a los interesados los conocimientos necesarios, y no pretender reemplazar
con medidas represivas el vacío que existe con respecto al tránsito. No se puede exigir
mediante sanciones lo que no se ha aprendido en su tiempo y forma.
Quizás la Intendencia debería tratar de que la ciudadanía tome conciencia de que las
normas viales; el código de tránsito y todo lo que a él concierne, deben ser acatadas y
cumplidas. Sabemos que es muy difícil, ya que éste mal no sólo perjudica a Melo, sino que
forma parte de la cultura uruguaya, y que de no ser atacado desde todos los ángulos
posibles, el resultado es el que salta a la vista al leer este trabajo.
¿Cómo calificaría a la educación vial en Melo?
El cinturón, una de las medidas de seguridad más importantes que posee el vehículo en
caso de accidente, es la paradoja de la encuesta realizada: un 29,7% contestó que
siempre utiliza el cinturón, un 10,9% muy seguido, llegando entre ambas al 40,6% del
total, lo que no concuerda con los datos relevados en una inspección ocular por nosotros
realizada (ver desarrollo en la segunda parte), donde constatamos que el 96,2% de los
automovilistas censados no utilizaba el cinturón de seguridad. Por lo tanto, existe una
suerte de hipocresía en las respuestas de la gente sobre este tema.
¿Sabe cuál es la luz más importante del vehículo?
La mayoría creía saber cuál era, pero sólo el 31,95% respondió correctamente, dándole
primordial importancia a la luz de freno (stop), por ser ésta la de mayor relevancia en el
campo de la seguridad. La desorientación de la gente se vio reflejada por las variadísimas
respuestas obtenidas: "la de posición", "la de giro", llegando a considerar algunos a la
testigo del nivel de combustible, o la de aceite como la más importante.
Ante esta elemental pregunta, un 53,99% respondió correctamente, lo que nos demuestra
que un 46,01% de los melensesni siquiera sabe a ciencia cierta que 40 km/h es límite de
velocidad permitido para circular en las calles de esta ciudad si no hay cartel indicador.
¿Cómo vamos a esperar que se respete esta norma si no se conoce en profundidad?
¿Conoce a alguien que haya manejado bajo los efectos del alcohol?
Conducir bajo los efectos del alcohol parece ser una actitud relativamente normal en
nuestra sociedad, o al menos eso es lo que demuestran los porcentajes. La mayoría de las
personas encuestadas (80,83%) contestó que conoce a alguien que ha manejado luego de
ingerir algunas copas de alcohol, no faltando quienes, con gesto cómplice, nos aclararon
que son ellos mismos quienes corrientemente cometen tan grave imprudencia.
• Día: 12/04/2008
• Modalidad: se observan solamente los vehículos que circulan por calle Muniz y los
que circulan por Saravia.
300 automóviles
409 motocicletas
Controlamos en los coches la utilización por parte de los conductores del cinturón de
seguridad, el respeto a la senda peatonal, la actitud tomada frente a la luz amarilla del
semáforo y la ubicación de niños en los asientos delanteros.
Durante las dos horas del relevamiento transitaron 219 autos con chicos a bordo, en 133
de ellos (el 61%), los chicos iban como corresponde, en el asiento trasero, y en 86 casos
(el 39%), los chicos viajaban adelante y en algunos casos extremos hasta 2 y 3 menores,
estando el asiento trasero vacío.
Semáforo.
Senda peatonal.
De los 283 automóviles que se detuvieron producto del rojo del semáforo durante el
tiempo que duró nuestra observación, el 17,7% lo hizo ubicándose sobre la senda
peatonal, y muchas veces sin detenerse en forma completa.
Motocicletas.
A pesar de ser conocida la cantidad de muertes que producen los accidentes de motos, la
mayoría de los motociclistas no utiliza el casco. Sobre 159 motos que circularon, el 67,9%
de sus conductores no llevaban casco puesto.
Otros casos.
Si bien no fueron contabilizados estrictamente (por ello es que no están volcados en este
trabajo), pero valen la pena ser mencionados a modo de información, varios conductores
pasaron hablando por teléfonos celulares, y una gran cantidad se estacionó en doble fila.
También pudimos observar decenas de autos con vidrios polarizados y una cantidad
importante de chapas patentes cubiertas por acrílicos u otros accesorios prohibidos.
Conclusión:
Si realizamos un recorrido por todos los puntos del informe, vemos que:
• La amplia mayoría de los encuestados tiene una opinión negativa acerca del estado
del tránsito en la ciudadde Melo.
La educación vial es el medio utilizado por todos los países desarrollados para
luchar contra los accidentes de tránsito y proteger la vida de sus ciudadanos,
que aspiran a vivir en sociedad, y no en una selva, en donde no se sabe si se
regresará sano y salvo luego de transitar por las calles.