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MEMORIAS DE LOS MUNDIALES…

México 1986

De la mano de Dios…

No exenta de polémicas, la renuncia de Colombia como anfitrión del


campeonato convertía a México en el primer país en celebrar dos
veces una copa del mundo. Nuevamente 24 selecciones se
enfrentaban por la gloria futbolística a la par que millones de
aficionados eran testigos de juegos apasionantes y a su vez actores
de la popularmente llamada “ola mexicana” que además de ser
inédita en el campeonato imprimía al espectáculo una mayor euforia
y emotividad.

Otra vez las reglas…

Para este certamen, la estructura del campeonato volvería a variar. Aunque se mantenía la
ronda de grupos, la segunda fase retornaría al sistema de eliminación directa, teniendo como
novedad que para esta ocasión, debido al número de equipos participantes (24 selecciones),
clasificarían también a la ronda eliminatoria (octavos de final) los cuatro mejores terceros de
cada grupo de la primera fase, que junto con el primero y segundo de cada zona, conformarían
el cuadro de una segunda ronda en la que cualquier vacilación acarreaba la eliminación.

¡A jugar señores…!

El debut mundial de Daneses e Iraquíes y el sorprendente nivel de juego de Mexicanos y


Marroquíes, quienes superarían la primera ronda con un excelente rendimiento, serían
algunos de los hechos futbolísticos más relevantes de un campeonato donde grandes
seleccionados como Brasil, Francia, Inglaterra, Bélgica y España no desentonarían en su juego y
se convertirían en dignos participantes de un certamen en el que nadie estaba dispuesto a
perder y en el que fases como la de cuartos de final presenciarían verdaderas batallas
futbolísticas en las que 3 de los 4 juegos definitivos habrían de resolverse bajo la ruleta del
punto penal.

México 0 (1) Alemania federal 0 (4) Argentina 2 Inglaterra 1

Francia 1 (4) Brasil 1 (3) España 1 (4) Bélgica 1 (5)

Los Alemanes por su parte se convertían en la escuadra con más participaciones en las finales
de la copa del mundo (5 ocasiones) y 1986, a pesar de sus irregularidades futbolísticas, sería
para ellos la segunda final consecutiva, pero a su vez la tercera derrota en instancias
definitivas. El verdugo, una selección argentina que bajo la batuta de Bilardo y “la mano” de
Maradona había dejado en el camino gigantes como Inglaterra y acérrimos enemigos
futbolísticos como Uruguay.

Un partido para la historia…

El 22 de junio de 1986 el estadio azteca se vestía de gala para presenciar uno de los partidos
más esperados del certamen. Ingleses y Argentinos, que años atrás (1982) se habían trenzado
en un conflicto bélico por el territorio de Malvinas, se veían ahora cara a cara en instancias
eliminatorias del mundial.
Ningún argentino podrá olvidar aquel día en el que la magia de Maradona obnubilaría al juez
central, el tunecino Ali Bennaceur, al convertir el famoso gol de la mano de Dios y minutos
después anotar aquel otro que hasta la actualidad el mundo entero recuerda y reconoce como
la mejor anotación de la historia de los mundiales.

La cultura popular…

La “Ola” y la mascota oficial del campeonato, un pepino vestido de futbolista con bigotes y
sombrero mexicano llamado “Pique”, compartían el palco de las atracciones mundialistas con
un fenómeno mucho más local, pero no oficial, como lo sería la famosa chica Chiquitibum, una
verdadera personalidad y a su vez un símbolo popular de la euforia “manita” a la hora de
apoyar a su selección.
MEMORIAS DE LOS MUNDIALES…

Italia 1990

Un tricampeonato merecido

La caída del muro de Berlín (noviembre 1989), el espectro de la


reunificación Alemana (octubre 1990), los temblores políticos de la
Urss, la última participación de selecciones que iban camino hacia la
desintegración (Yugoslavia – Checoslovaquia) y un escenario como el
Italiano, que recibía por segunda vez en su historia el certamen
futbolístico, eran algunos de los marcos entre los que se
desarrollaría el torneo orbital, que además tendría entre sus
curiosidades la participación de todas las selecciones que alguna vez
habían ganado el título mundial: Uruguay, Italia, Alemania,
Inglaterra, Brasil y Argentina…

Los protagonistas…

Junto con los históricos del futbol aparecían también elencos debutantes como Costa Rica,
Irlanda y Emiratos Árabes; a la par que selecciones que tras años de ausencia mundialista
(Colombia, Egipto, Estados unidos, Suecia, Rumania, Holanda), tenían nuevamente la
posibilidad de mostrar sus progresos y participar en un certamen orbital.

Como era de esperarse, las escuadras más tradicionales tendrían pocos problemas para
superar la primera ronda, mientras que selecciones como las de Costa Rica, Colombia,
Camerún e Irlanda, calificadas como discretas, darían grandes sorpresas al colarse en los
octavos de final o como en el caso de Camerún, que no contento con haberle amargado su
debut al campeón reinante (Argentina), eliminaba a Colombia para acceder a cuartos de Final
dándole una significativa batalla a los ingleses, que les valdría un gran reconocimiento
futbolístico y a su vez el apodo de “los Leones indomables”

Finalmente, las semifinales del torneo enfrentaban a Cuatro escuadras con tradición: Un
tricampeón (Italia), dos bicampeones (Alemania y Argentina) y a los denominados inventores
del futbol (Inglaterra) tan solo una vez campeones 24 años atrás. Los partidos (Alemania VS
Inglaterra / Argentina VS Italia) resultarían apasionantes y reñidos en el marcador, teniendo
que ser ambos definidos desde los tiros desde el punto penal, lotería ésta que daría la suerte a
Alemanes y Argentinos de verse nuevamente en la final como había sucedido 4 años atrás en
el campeonato de México 1986.

El orden de los factores si altera el producto…

Para 1986 el nuevo continente apoyaba y aclamaba a los Argentinos como flamantes
campeones del certamen mundialista. Cuatro años más tarde (Italia 90), el continente
europeo, testigo una vez mas de una final entre Alemanes federales y Argentinos, galardonaba
esta vez con el tricampeonato, ante las lagrimas de Maradona, a una selección como la
Germana que para ese momento sumaba 6 finales mundialistas, entre ellas 3 de manera
consecutiva.

La inolvidable participación colombiana…

1989 sería para el futbol colombiano un año para enmarcar. Por primera vez en la historia, un
equipo nacional ganaba el galardón más importante del futbol continental (copa libertadores).
Atlético Nacional de Medellín, un elenco de puros criollos, en el que se destacaban figuras
como René Higuita, Luis Fernando “el chonto” Herrera, Luis Carlos Perea, Leonel Alvarez y
Albeiro “el palomo” Usuriaga, además de un técnico oriundo de la tierra como Francisco
Maturana, alcanzaba la gloria, no sin sufrimiento frente a uno de los históricos del continente
(Olimpia de Paraguay), convirtiéndose a su vez en la base principal de una selección que
después de 28 años accedía nuevamente a un mundial tras superar en el repechaje a su similar
de Israel, con un sufrido gol de Albeiro “el palomo” Usuriaga.

Italia 90 fue un sueño para una maravillosa camada de jugadores y también para un país que
nunca olvidará la euforia de un agónico gol de Freddy Rincón ante Alemania a la par que la
tristeza por la eliminación ante Camerún en una ronda como la de octavos de final, donde la
magia del “loco” (Higuita) desluciría y la astucia de Roger Milla (Camerún) aprovecharía para
brillar.

Anécdotas para la memoria mundial…

• La lesión del arquero titular de la selección argentina


Nery Pumpido, daría la oportunidad al mundo entero de conocer
a Sergio Javier Goycochea, quien se convertiría en un verdadero
ídolo y artífice de la clasificación de su país a la final del
certamen, al demostrar su habilidad de ataja penales frente a
Yugoslavos e Italianos en las rondas de cuartos y semifinales
respectivamente.

“Ciao”, una maqueta cúbica con los


colores de la bandera italiana y cuya
cabeza era un balón de fútbol, sería
el emblema del mundial de Italia 90.

• En el partido entre Brasileros y Argentinos por la segunda ronda del campeonato, una
botella con agua se convertiría en una verdadera manzana de la discordia. Parezca
curioso o no, hoy 20 años después sigue circulando la historia de una actitud de poca
camaradería de los argentinos para con los hasta ese momento tricampeones del
mundo, pues según quedaría en la memoria los asistentes de la selección gaucha
proporcionarían a los cariocas varios bidones con un liquido que literalmente
“liquidaría” a jugadores como Branco, quien años después afirmaría “…Que el malestar
lo había sentido después de que un masajista argentino le ofreciera una botella de
agua, en un momento en que el partido estaba detenido por una falta sobre
Maradona…”

• Franz Beckenbauer se convertiría en el primer alemán en la historia del futbol de su


país, en alcanzar la gloria de la copa mundial una vez como capitán (1974) y en Italia 90
como entrenador principal

• Dos años después del certamen (1992), La FIFA organizaría lo que hasta hoy
conocemos como la copa FIFA confederaciones, que durante sus dos primeras
versiones, celebradas en territorio de Arabia Saudita, había sido reconocida como la
copa rey Fahd y que desde 1997 adoptaría un nuevo nombre y permitiría la llegada de
8 selecciones, 6 de ellas congregadas por ser las ganadoras de los torneos
continentales de la confederación y 2 más que, desde 2001, alcanzarían su cupo en el
certamen por ser campeón reinante de la copa del mundo y el anfitrión del torneo.
Como nota curiosa, vale decir que de las 8 ediciones celebradas Brasil se ha hecho
acreedor a tres títulos, seguido de Francia con 2 galardones y de México, Dinamarca y
Argentina cada uno con una victoria.
Espere la próxima semana USA 1994 y Francia 1998…

Mauricio A. Montoya Vásquez.

Filosofo de la Universidad Pontificia Bolivariana (Medellín). Estudios de Historia en la


Universidad Nacional de Colombia (Medellín). Maestrando en Historia y Memoria de la
Universidad Nacional de la Plata (Argentina)

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