0 evaluări0% au considerat acest document util (0 voturi)
473 vizualizări6 pagini
Este documento resume el libro "Los Rendidos" de José Carlos Agüero. El autor propone que los hijos de terroristas han sido injustamente sancionados por la sociedad a pesar de no ser directamente responsables. Agüero argumenta que estos "culpables" deben pasar por tres roles: de culpable a víctima a rendido. Esto implica aceptar su complicidad, abandonar la condena social y buscar el perdón a través de la compasión para ser reincorporados a la sociedad.
Este documento resume el libro "Los Rendidos" de José Carlos Agüero. El autor propone que los hijos de terroristas han sido injustamente sancionados por la sociedad a pesar de no ser directamente responsables. Agüero argumenta que estos "culpables" deben pasar por tres roles: de culpable a víctima a rendido. Esto implica aceptar su complicidad, abandonar la condena social y buscar el perdón a través de la compasión para ser reincorporados a la sociedad.
Este documento resume el libro "Los Rendidos" de José Carlos Agüero. El autor propone que los hijos de terroristas han sido injustamente sancionados por la sociedad a pesar de no ser directamente responsables. Agüero argumenta que estos "culpables" deben pasar por tres roles: de culpable a víctima a rendido. Esto implica aceptar su complicidad, abandonar la condena social y buscar el perdón a través de la compasión para ser reincorporados a la sociedad.
11030009 Muchos han sido los rostros que en la narrativa peruana del Conflicto Armado se han tratado de representar. Los distintos enfoques han dependido de las iniciales tomas de posicin para mostrar las diversas orientaciones en las novelas. Principalmente, los escritores han encarecido tanto la focalizacin del militante del PCP-Sendero Luminoso como el de los militares (F.F.A.A). En esta brevsima disertacin abordar un libro singular, Los rendidos (2015), de Jos Carlos Agero, quien adems de proponerse un testimonio desde su posicin de hijo de terroristas, creemos que en su reflexin se deslizan ideas cuya resonancia es de suma importancia en un escenario posterior a la violencia poltica, aquella que sufrimos como nacin y no deja de dolernos. Si echamos un vistazo en la narrativa peruana de la violencia poltica, la mayora de novelas ha perseguido el retrato de estos dos grupos en el tiempo y espacio(s) de la guerra interna. Y, ms an, si decidimos ampliar las fronteras de los estudios literarios, Jos Carlos Agero no escapa a este fin. As, tenemos en la enunciacin confesional de Agero que tanto los militares como los militantes del PCP-Sendero Luminoso fueron los principales actores del conflicto. Sin embargo, su testimonio aborda un
problema distinto: el problema de los culpables en tiempos del postconflicto.
Antes bien, quizs habra que hacerse una primera pregunta: Quines son los rendidos? Generalmente, en un estado de guerra se pueden observar dos bandos o grupos antagnicos que se encuentran defendiendo sus causas e intereses en un conflicto. Se conoce a los rendidos como aquellos personajes que pertenecen al bando de los derrotados y que para no ser asesinados, optan por rendirse, poniendo fin a su ataque y resistencia. De alguna u otra forma, esta decisin se sanciona positivamente por el bando victorioso, quienes le otorgarn el perdn de la vida pero, claro est, los sometern a su yugo y total control. El rendido, entonces, ser aquel que cese su ataque y reconozca la inminencia de su derrota, en pocas palabras, es una aceptacin y un abandono, pero este punto lo veremos ms adelante. Ahora bien, la segunda pregunta podra sernos ms reveladora: pero si Agero no es fue un contendiente, qu es lo que le ha afectado? JCA ha experimentado una falta de sentido, determinada por la vergenza, que no es ms que la autoconsciencia de una culpa o, en trminos visuales, la exposicin de una marca o mancha que se muestra cuando se pone al descubierto el cuerpo. Esto lo afirma desde su posicin de familiar de un terrorista, asume la sancin de una sociedad sin haber sido l directamente un agente en la
guerra. Esta injusta sancin es la que lo avergenza y, de alguna forma, lo
golpea disfricamente, le corroe la culpa. Sin embargo, esta misma fuerza es la que propicia una esquematizacin en su libro: investir y purificar al culpable. Como tan paradjica la sancin lo es tambin la solucin planteada, no obstante, ms adelante, encontraremos la razn de ser de esta medida. Para superar el complicado estado de cosas en que la sociedad orilla a la condena y al ostracismo social, Agero nos dice que es necesario que el culpable quede re-semantizado a partir del rol de vctima, es decir, que debe aceptar su complicidad en el terrible acontecimiento, pero que adems debe abandonarse. Me explico mejor: recordemos que en el libro de JCA, hay pasajes en que describen a los hijos de los terroristas como una especie de cmplices de sus padres, por ejemplo, vase solo el ejemplo del entrenamiento militar y pasional que se ejerca en la familia senderista, la seccin cmplices; adems, en este punto, tambin debe conectarse a la vctima con el rendido y el culpable. En este gran tringulo de roles, observaremos que Agero es un culpable en tanto perteneci a una familia senderista y en cuanto su complicidad inconsciente reforz su participacin. Ser vctima implica una regularizacin porque devela, principalmente, el rostro exacto de este actor: el no tuvo la culpa de tener esos padres y, menos an, de ser sancionado socialmente. El tipo de culpabilidad que
experimenta JCA lo emparenta con esta idea de vctima; por ende, la
redencin parece una indemnizacin social merecida que encuentra sus vnculos ms insospechados en la idea de aceptacin y abandono. Aqu retomo el punto que dejamos incompleto: una vctima debe aceptar su complicidad y abandonar ese espacio de condena para que pueda resocializarse, es decir, debe buscar el perdn a partir del autoreconocimiento de su participacin. Lo ms llamativo de su propuesta es, sin duda, que su resolucin final desemboque en una pasin, ms exactamente, en una com-pasin que pueda traducirse como un perdn justo, y que ms bien debiera distinguirse de la misericordia y el olvido; Bordelois define esta pasin en oposicin a la envidia: Es tambin la envidia una terrible antpoda de la compasin. Porque en vez de entristecerse con el pesar o el fracaso ajeno, se deleita en ellos (132). De esta forma, el rendido es una vctima que se opone tanto a los vencedores como a los vencidos. Si debiera sealarse lo ms importante del libro, este sera que el proyecto de JCA es el de incorporar a los hijos de familias terroristas dentro de la sociedad, dentro de una comunidad que se encamina a la ciudadana y la recuperacin de una dignidad: Quisiera decir esto. En pases como los nuestros, donde cuesta tanto tener un estatus de lo que sea, tener el de vctima puede ser ya algo, puede ser un paso hacia el de ciudadano (116).
De culpable a vctima y, luego, a rendido evidencia un recorrido
sintagmtico-actancial. En trminos generales, este recorrido ha implicado pasar de un bando antagnico al otro. El principal recorrido que se puede evidenciar es el pasional, un rol patmico que a partir de la sensibilizacin y la moralizacin hace que el cuerpo propio tome varias posiciones. De esta forma, el culpable es el que muestra una predisposicin a sentir (constitucin), es quien evidencia a un sujeto afectado por la mirada condenatoria de los otros, pero a la vez, aquel que siente vergenza, aquel que muestra el grado ms alto de vulnerabilidad. En un esquema semitico, la vctima, ms bien, evidencia el grado de sensibilizacin, es decir, en esta instancia es donde se articula la afeccin principal, aqu se cumple la funcin tmica a partir del efecto del discurso, se construye aqu el sujeto apasionado: [Ser vctima] agrega un estatus deseado por justo. En este sentido ser vctima es un trofeo, un honor, una dignidad. [] Yo planteo el camino inverso. Ser una vctima por primera vez, para poder tener la oportunidad de perdonar y, luego, rendirme. (106-120). Finalmente, en la etapa de la moralizacin se da la observacin del sujeto afectado mediado por la praxis discursiva. En otras palabras, la moralizacin implica un juicio observable. Ante el recorrido sensible del sujeto afectado, se lanza una especie de leccin de moral social. Tal es la llegada al rol de rendido, porque este ha implicado un perdn que ha tiene
sus cimientos en la esquematizacin moral de si algo ha sido justo o no.
Adems, estos sujetos observables, quienes perdonan, somos todos aquellos que hemos sido testigos del cambio pasional del sujeto afectado. No es gratuito que entre l y nosotros haya una pasin en medio: la compasin. Esta es una pasin social que compromete a interactuantes. En esta lnea, el descentramiento pasional es importante, porque no solo el culpable es quien debe dolerse a tal situacin, la sociedad peruana debe comprometerse con el terrible acontecimiento que no dej ni vencedores ni vencidos, sino una fosa de vctimas, predispuestas al dolor, pero tambin, a propiciar su propia recuperacin mediante la redencin. BIBLIOGRAFA AGERO. Jos Carlos. Los Rendidos. Lima: IEP, 2015. GREIMAS, Algridas y Jacques Fontanille. Semitica de las pasiones. Mxico: Siglo XXI, 1994. BORDELOIS, Ivonne. Etimologa de las pasiones. Argentina: Libros del Zorzal, 2006.