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HACIA UN PROCESO DE INCLUSIÓN DE LAS PERSONAS CON

DISCAPACIDAD EN EL MUNDO LABORAL EN VENEZUELA

Por: Ronald Marrero.

INTRODUCCIÓN:

Cuando hablamos sobre las personas con discapacidad en Venezuela nos


encontramos con diferentes visiones sobre esta problemática, también observamos
la existencia de un amplio desconocimiento por parte de la población sobre el tema
de los derechos de las personas con discapacidad, sumado al trato generalmente
discriminatorio hacia las personas que poseen esta condición.

El problema se agrava cuando esa misma visión que posee la población


general del país, es la misma que poseen muchos de los funcionarios del gobierno,
que son los encargados de generar las políticas y tomar las medidas conducentes
para las mejoras de vida de las personas con discapacidad, dentro de nuestra
sociedad.

Es así, que nos conseguimos con situaciones incongruentes dentro del Estado
y de los entes gubernamentales, ya que si es cierto que desde estos entes y desde al
gobierno central, se plantean la inclusión, el trato justo e igualitario de los ciudadanos
con discapacidad y se implementan políticas para alcanzar estos objetivos (tenemos
leyes y convenios internacionales, que protegen a las personas con discapacidad y
plantean su igualdad de derechos y hablan sobre las mejoras de las condiciones
laborales para las personas con estás condiciones) también es cierto que en la
mayoría de los casos no se crean las infraestructuras concretas, ni hay una voluntad
real de los trabajadores y de las trabajadoras de las instituciones, para que dichas
políticas sean realmente efectivas.

Otro punto importante a tratar en este trabajo es el hecho de que la mayoría


de las políticas gubernamentales para la mejora de las condiciones y de la calidad de
vida de las personas con discapacidad en estos momentos no pasan de ser políticas
efectistas y asistencialistas, que realmente no apuntan a dar una solución real al
problema ya que no atacan las causas sino las consecuencias, provocando esto que
muchas veces lo que se hace a través de dichas políticas sea agravar las situaciones
preexistentes.

También se debe hacer un alto en el hecho de la participación, la organización


y la toma de decisiones, con respecto a las políticas que se deben generar desde el
Estado para las personas con discapacidad, dado que la participación de las
organizaciones sociales de las personas con discapacidad es fundamental, es lógico
que aún con las debilidades que puedan poseer estas organizaciones, las políticas
que se tomen o se dejen de tomar en materia de las personas con discapacidad,
sean discutidas con ellas y que no sean políticas tomadas desde afuera por gente que
desconoce el tema o no tenga inclinación hacia el mismo.

Todas estas problemáticas sociales, que se generan para las personas con
discapacidad y que se han venido tocando en esta introducción, se plantearan desde
una perspectiva educacional y comunicacional en este trabajo, nos enfocaremos de
manera especial en el sector laboral, dado que el ámbito del trabajo es uno de los
que genera el más alto índice de personas con discapacidad a través de los
accidentes laborales y enfermedades laborales, sin embargo los planteamientos
entendiéndolos de manera amplia, sirven para el universo de todas las personas con
discapacidad en el país.

La idea de dicho trabajo no es comentar nuevamente las problemáticas


sociales de las personas con discapacidad, sino más bien generar propuestas desde lo
comunicacional y lo educativo para fomentar una cultura de prevención de
accidentes y enfermedades laborales y no laborales, al igual que un cambio de visión
y un conocimiento de la situación real de las personas con discapacidad.

Esto, con miras a la generación de políticas gubernamentales, no


efectistas, ni asistencialistas, sino más bien con una visión más profunda que vayan
hacia la solución de problemas concretos, hacía la generación políticas que
realmente den calidad de vida, fomenten la integración e inserción en los procesos
laborales y educativos de las personas con discapacidad. Inserción con condiciones
realmente dignas y con una comprensión real de la situación de las personas con
discapacidad, por parte del Estado, el patrono privado o público y la sociedad.

DESARROLLO TEÓRICO-CONCEPTUAL:

El hecho de la discapacidad no es un hecho ajeno, ni aislado, a cualquier


persona como comúnmente creemos, al contrario las posibilidades de sufrir accidentes
o enfermedades que dejen cierto grado de discapacidad está siempre presente en
nuestra vida cotidiana.
De hecho, la gran mayoría de las personas con discapacidad no nacieron con
esta condición, sino que la adquirieron por algún tipo de accidente o enfermedad en el
transcurso de su vida. Siendo esto así nos encontramos que hay personas que nacen
con una condición de discapacidad y otras que la adquieren como ya dijimos en el
transcurso de su vida.

Por otro lado es un hecho que el número de personas con discapacidad ha


crecido en el transcurso de los años, por diferentes razones, accidentes, guerras,
enfermedades, desastres naturales, entre otros. Y muchas de estas personas están
en edad laboral y de hecho pueden y deben ser productivas. Sin embargo nuestras
sociedades no están interesadas realmente en generar los mecanismos para que el
hecho de la inclusión y la inserción en lo social, lo laboral y lo académico de las
personas con discapacidad sea un hecho.

La exclusión de las personas con discapacidad de los procesos productivos,


sociales y académicos, puede deberse a un proceso de de desconocimiento y de
falta de formación, sobre la situación de las personas con esta condición, por parte
del resto de las personas que no poseen ninguna discapacidad.

En el proceso laboral que es la base de este trabajo, el nivel de exclusión de


las personas con discapacidad es enorme, otra de las situaciones que preocupa es
el alto nivel de accidentes y enfermedades laborales que provocan discapacidad en
el mundo laboral, de hecho los índices de estos hechos no disminuyen, al contrario
cada día van en aumento. Es decir, aumenta de manera preocupante los
accidentes y enfermedades laborales que ocasionan en los trabajadores y
trabajadoras discapacidades, sean estas leves, fuertes, permanentes o parciales

Lo cierto es que el proceso de riesgos en el mundo laboral es constante y


permanente, además el mismo se agrava por la falta de información y formación en
la materia preventiva, ahora bien para entender la magnitud de este problema a nivel
mundial colocamos fragmentos de un informe de la Organización Internacional del
Trabajo, sobre la situación de las personas con discapacidad en el mundo laboral.

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) la situación de las


personas con discapacidad en edad es laboral es la siguiente:

Una de cada diez personas en el mundo tiene


discapacidad. Son alrededor de 650 millones
personas de las cuales unas 450 millones están
en edad de trabajar. Algunos tienen empleo y
están totalmente integrados en la sociedad,
pero como grupo, las personas con discapacidad
con frecuencia enfrentan situaciones de pobreza
y desempleo. Su exclusión social priva a las
sociedades de entre 1,37 y 1,94 trillones de
dólares en pérdidas anuales del PIB. Cerca del
80 por ciento de todas las personas con
discapacidad vive en las zonas rurales de los
países en vías de desarrollo y tienen poco o
ningún acceso a los servicios que requieren.
Por estas razones, proveer de trabajo decente
a las personas con discapacidad tiene un
sentido social y también económico. (OIT, 2007)

Ante la situación descrita por los datos que da la OIT, vemos el enorme
impacto que representan para las sociedades la exclusión de las personas con
algún tipo de discapacidad del mundo del trabajo y de los procesos productivos.
Sin embargo aún a pesar de estas estadísticas la exclusión de las personas con
discapacidad en el mundo laboral se ha venido convirtiendo en una constante en casi
todos los países.

Es decir, nos enfrentamos a tres grandes problemas, por un lado tenemos el


alto índice de personas que quedan con cierto grado de discapacidad a causa de los
accidentes y enfermedades laborales, la otra arista del problema es la exclusión de
las personas con cierto grado de discapacidad del mundo laboral y el otro punto
importante es el alto grado de accidentes y enfermedades laborales que ocurren
constantemente y que en vez de disminuir, aumentan, dejando tras de sí, una gran
cantidad de problemas que agrava y aumenta el número de personas con
discapacidad obtenidas con ocasión al trabajo.

En el caso de Venezuela nos encontramos que la realidad de los


accidentes y enfermedades laborales que dejan cierto grado de discapacidad es
realmente alarmante, el número de las mismas es cada vez mayor, para reflejar lo
expuesto en este párrafo colocaremos las aproximaciones estadísticas realizadas por
el Instituto Nacional de Prevención, Salud y Seguridad Laborales (INPSASEL) y
comisión de valuación actuarial de la Asamblea Nacional.
Sin embargo es posible que estas cifras, puede que estén muy por debajo
de la realidad, en entrevista realizada al Sr. R. Marrero, ex-funcionario del Inpsael y
miembro de la CONASAT se nos plantea lo siguiente:

Se recibían un promedio de 300 notificaciones de


accidentes diariamente en la Dirección regional de
Caracas, Vargas y Miranda, en ocasiones más, cada
funcionario tenía un promedio mensual de 150 casos
asignados, lo cual era imposible de cubrir, así
que se decidió atender los casos, mortales y
discapacitantes primero. En cuanto a las
estadísticas del Instituto, sólo los casos
resueltos entran dentro de las mismas, ya que muchas
de las denuncias que se reciben de accidentes de
traslado y otras que involucran factores técnicos y
legales, sólo podían ser catalogadas por los
funcionarios, así que sólo manejamos aproximaciones,
te puedo asegurar que para el 2006 la suma de las
denuncias de accidentes y enfermedades laborales,
superaban las 500 mil a nivel nacional, si sacas el
promedio de las 300 denuncias diarias recibidas sólo
en la región Capital Vargas y Miranda, te dará cerca
de 108 mil al año, las otras ocho sedes regionales
estaban igual o peor de colapsadas que la nuestra,
así que realmente sólo manejamos estimaciones para
acercarnos a la realidad del número de accidentes,
que hay en el país. (R. Marrero, Conversación
personal, Julio 26, 2007).

Esta entrevista deja ver que las aproximaciones realizadas por la Comisión de
la Asamblea Nacional y el INPSASEL son sobrepasadas en mucho por la realidad

Ahora bien según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) la distribución de la


población laboral estaba dividida de la siguiente manera para el año 2006.

Si tomamos en cuenta que el INPSASEL sólo tiene para esta fecha 8


Direcciones Regionales de Salud de los Trabajadores en todo el país y que la
mayoría de la gente desconocía la existencia de la novel institución, es muy fácil
asumir que quedaron una gran cantidad de accidentes y enfermedades laborales sin
que las mismas hayan sido denunciadas o declaradas y por lo tanto quedaron
fuera da las estadísticas.

Esto sólo demuestra el nivel y la magnitud del gran problema que se presenta a
nivel laboral para el Estado y la población venezolana, pudiéndose decir entonces que
dado el alto número de personas accidentadas en los procesos productivos y laborales
hacen que la salud y la seguridad laboral se conviertan en Venezuela en un grave
problema de salud pública.

Para reforzar esta idea colocamos una estadística utilizada por el INPSASEL
en las charlas motivacionales en el tema de salud y seguridad laboral en el año 2004.

ACCIDENTES DE TRABAJO

Durante el 2 0 0 4

Por año………… 287.681 accidentes.

Por mes…………. 23.973 accidentes.

Por semana………...5.532 accidentes.

Por día.....................788accidentes

Por hora………............33 accidentes.

Discapacitados………….27.600

Por año Muertes……………1.500 por año.

Cifras estimadas por la Comisión de Estudios

Actuariales AN- INPSASEL

ES UN PROBLEMA D E SALUD PÚBLICA

En la Estadística institucional colocada anteriormente se ve la cifra de de


27,600 trabajadores y trabajadoras que quedan con alguna discapacidad por
accidentes o enfermedades laborales para el año 2004. Cómo dijimos en párrafos
pasados estás cifras son estimaciones que en su mayoría están por debajo de la
realidad, eso indica el enorme problema que tenemos con respecto a los accidentes y
enfermedades que terminan generando algún tipo discapacidad en los trabajadores y
trabajadoras venezolanas.
Ahora bien, si es cierto que esto está pasando, también es cierto que el Estado
Venezolano ha tomado medidas para tratar de mitigar el impacto de esta situación,
entre esas medidas se pueden nombrar la creación de leyes, nuevas instituciones y
reglamentaciones, que de alguna u otra manera tratan de disminuir los accidentes y
enfermedades laborales y, a la vez de minimizar el gran impacto que esta realidad
tiene en la sociedad venezolana.

Sin embargo esos esfuerzos aunque importantes han sido aislados y han sido
mal vistos por algunos sectores que hacen vida activa en el país, sobre todo por parte
del sector empresarial y de algunos entes públicos.

Otra problemática es la visión positivista y mercantilista con la que se ve por


parte de los empresarios y los patronos tanto públicos como privados de muchas
leyes, que tratan el problema de los accidentes y enfermedades laborales y más aún
de las personas con algún tipo de discapacidad.

Aunque la idea no es ahondar en el tema de algunas de estas leyes y visiones,


vale la pena demostrar con algunos ejemplos el tema al que hacemos referencia,
podemos citar por ejemplo la Ley Orgánica del Trabajo que en el artículo 375 toca el
tema del trabajo de los Minusválidos, o en su título VIII cuando habla de los Infortunios
en el Trabajo, como si el hecho de sufrir un accidente o una enfermedad laboral, fuese
una cuestión de suerte y no debido a las condiciones y medio ambiente de trabajo en
las que los trabajadores y trabajadoras se ven obligados a cumplir su jornada laboral
día tras día.

Lo mismo ocurre con la ley del Seguro Social, donde se habla de invalides y se
cataloga la pensión por el tipo de invalides que posea la persona, yendo la misma
desde un 15% a un 100%. De igual modo vemos como en muchas instituciones se
deja de hablar con personas con discapacidad y se habla de inválidos, minusválidos o
personas especiales.

Es decir, el mismo Estado que está generando leyes para la inclusión de todos
estos hombres, mujeres y niños, que poseen cierto grado o nivel de discapacidad,
viola y ataca su política de inclusión y de sensibilización, desde sus mismas
instituciones y entes de gobierno.

El problema se agrava cuando se empiezan a tomar iniciativas y a impulsar


políticas desde algunas instituciones o entes del Estado, sin la participación activa y
protagónica de los interesados o afectados por la situación. Este tipo de metodología
convierte esas políticas aunque hayan nacido con toda la buena intención en políticas
asistencialistas y efectistas.

Debemos entender que todo la problemática planteada en estas líneas dejan al


descubierto un enorme drama social que se presenta cuando un trabajador o
trabajadora, sufre un accidente o una enfermedad laboral que le deje con cierto grado
de discapacidad sea esta parcial o permanente.

No podemos ver la situación sólo desde las estadísticas ya que estamos


hablando de que cada número representa a una persona y que a su vez esa persona
tiene una familia que se ve afectada, con respecto a esto Turki Al-Maaz, miembro del
Frente de Salud de los Trabajadores Gauicaipuro, nos plantea lo siguiente:

Esta realidad no sólo se ve y se entiende en lo


numérico, según nos comenta la problemática es mucho
más profunda, toca lo social, lo humano, las
relaciones familiares y todo el entorno de los
trabajadores afectados por una enfermedad o por un
accidente laboral.

En el aspecto social esta problemática tiene un gran


impacto, dado que los accidentes laborales con
lesiones permanentes, implican el trastorno de la
familia, de los mismos, afectan no sólo a la persona
lesionada, sino también a aquellas que se hallan a
su alrededor en lo psicológico, lo social y
económico, es decir, todo en el entorno del
trabajador o trabajadora lesionada se afecta (Al-
Maaz, T. conversación telefónica julio 15, 2007).

Como se puede ver la realidad es un proceso complejo que involucra una serie
de factores que no serán resueltos sólo desde una postura asistencialista o efectista,
sino que tiene que venir de una política real, estudiada, consensuada y nacida desde
todos los factores involucrados en esta situación.

Con respecto a esto Marco Marchioni (2004), nos plantea ”Está claro que
solamente una política social que apunte claramente a la prevención puede ser no
asistencial, porque la prevención teóricamente apunta a las causas de los problemas y
no a las consecuencias” (pag. 28).

Dado el problema de salud pública que representa hoy en día la salud y la


seguridad laboral en Venezuela y las consecuencias de los accidentes y
enfermedades laborales, elevando en un alto número la cantidad de personas con
discapacidad en el país, debemos atacar las causas de la problemática y no sólo
evaluar, escandalizarnos y tratar de dar respuestas a las diferentes consecuencias
generadas. Situaciones estas, que se pueden minimizar a través de una campaña
especializada orientada a la prevención, formación, sensibilización y divulgación de
información de manera continua.

Marcos Marconi (2004), lo plantea de la siguiente manera, “Cambio y


participación están estrechamente ligados y deben ir juntos, también en el proceso de
desarrollo comunitario. En este sentido se puede decir que el trabajo de comunidad es
la participación en el cambio”. (p.57).

Es lógico entonces, que los cambios deban ser obtenidos por un proceso de
formación, entendimiento y sensibilización de cada uno de los actores que intervienen
en el proceso de salud y seguridad laboral, además del proceso de formación y
sensibilización de las personas, para que entiendan el proceso y ayuden a la inclusión
de los sujetos con discapacidad en el mundo laboral, de no ser así, se puede entender
que los cambios vienen emanados por un agente externo e impuestos de manera
violenta u autoritaria y por lo tantos dirigidos al fracaso.

Esto implicaría un cierre a las perspectivas y a las expectativas que están


planteándose desde las nuevas leyes que procuran la inclusión de los hombres y
mujeres con discapacidad en los centros de trabajo y explotación.

Si no hay una campaña educativa e informativa que dé a conocer los derechos


de las personas con discapacidad aprobados por las Organización de las Naciones
Unidas, que dé a conocer las leyes nacionales que protegen a estos hombres y
mujeres con discapacidad que son tan valiosos y tan productivos como las personas
que no tienen ningún tipo de discapacidad y, si no impulsamos una campaña
preventiva en materia de salud y seguridad laboral, los derechos de cada uno y de
cada una de estas compañeras y compañeros serán violados de manera constante y
continua por cada patronal, sea esta pública o privada.

Con respecto a esto colocamos las palabras del libro de Jares, Xesús 2002,
cuando cita a Jaime Torres Bodet ex Director General de La Organización de
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO):

Mientras se pueda violar impunemente uno sólo de los


derechos de un sólo hombre, la Declaración de las
Naciones Unidas nos acusará a todos de cobardía, de
lentitud, de pereza; nos recordará que estamos
faltos de humanidad. Mientras la mayor parte del
género humano viva en el hambre, le exclusión y la
injusticia, para morir en la miseria y en la
ignorancia, el documento que ha sido invocado en
París, continuará presentándose delante nosotros
como un objetivo todavía lejano. (p.12)

Esto es muy importante entenderlo sobre todo cuando se trata de los derechos
de las personas con discapacidad otorgados por la ley para su inclusión en el mundo
laboral, más cuando desde las mismas empresas, sean estás públicas o privadas se
pretende violar dichos derechos, ya sea de manera directa por parte del patrón o por
sus representantes.

Para demostrar a que nos referimos con este comentario colocaremos una
conversación entre dos personas pertenecientes a una lista especializada en el tema
de salud y seguridad laboral, con la intención que se vea la visión que se tiene desde
algunos empleadores y sus representantes de las personas con discapacidad, de la
Ley de Personas Con Discapacidad y de cómo pretende violarse los derechos de
estas personas, tratando de vulnerar la ley.

Apreciados Colisteros:

Me gustaría conocer sus experiencias y opiniones


sobre el siguiente particular:

– La Ley para las Personas con Discapacidad


establece que las empresas deben incorporar a los
planteles de trabajo no demos de un cinco (5%) de su
nominal total de personas con discapacidad
permanente.

Entiendo que la motivación de esta norma es que en


forma ordinaria las empresas no contratan
voluntariamente personas con discpacidad por lo
resulta legitima una coacción. Pero sin conocer
estadísticas, me parece que el cinco (5%) por ciento
de la nómina es un porcentaje muy alto, significaría
que el cinco por ciento (5%) de la masa laboral
padece de alguna discpacidad.

- Ahora bien el planteamiento es si ¿podría


considerarse que una empresa cumple con este extremo
sí, con la recapacitación adecuada y asignándoles
puesto de trabajo funciones que no comprometan su
salud, reincorpora o mantiene en su nómina a
trabajadores que padecen de una discapacidad causada
por una enfermedad profesional o un accidente de
trabajo acaecido en cumplimiento de su labores en la
misma empresa?.

- Estoy consciente que a primera vista parecería que


estoy planteando un inmoral y descarado
"reutilizamiento" de trabajadores, en el cual el
patrono primero causa la discapacidad y luego se
aprovecha de su accionar, inclusive como un "fraude
a la ley", pues antes que incorporar nuevos
trabajadores discapacitados se "recicla" a
trabajadores activos.

No obstante el planteamiento también podría verse


desde el punto de vista del trabajador que podría
seguir vinculado a una empresa "que conoce" y "que
lo conoce".

Atentamente,

Ante este comentario la respuesta muy acertada de otro miembro


de la lista es la siguiente:

Ni una cosa ni la otra.

La Ley para Personas con Discapacidad es muy expresa


en cuanto a que las personas que deben recibir la
oportunidad de empleo, son aquellas que presentan
discapacidad de origen común. Ahora bien, puede
ocurrir que una persona es portadora de X
discapacidad y la adquirió bien por accidente de
trabajo o enfermedad ocupacional; pero terminó la
relación laboral con la empresa en donde sufrió el
percance. En este caso si es empleado por otra
empresa, se le tiene como formante del 5% a que
alude la ley.

Muchos empleadores empeñados en bailarse la ley,


tratan de hacer pasar a los trabajadores que
adquirieron discapacidad en su empresa, para
incluirlos en el 5% que indica la ley.

Recuerda que el Artículo 84 de la ley (Multa por


incumplimiento de la cuota de empleo) es elevada; y
aunque no conozco todavía a ningún multado, esto va
a ocurrir más temprano que tarde.

Dicha ley es bastante clara en su artículo "7" al


señalar ".....la calificación de la discapacidad
laboral es competencia del INPSASEL", de donde se
infiere que el sistema de protección social que
establece la LOPCYMAT para los trabajadores y
trabajadoras cuya salud es afectada por estos
eventos, es un modelo especial y exclusivo para el
sector de los trabajadores que ya están trabajando;
incluso si ya tenían discapacidad.

La ética por delante. Un empresario andaba buscando


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trabajadores sordos para emplearlos. Al preguntarle
por qué debían tener esta condición, respondió que
su empresa era MUY RUIDOSA.

Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa.


Saludos
Centro de Atención al Trabajador con Discapacidad

CATDIS

Sin embargo como se deja ver en esta conversación, hay un proceso de


exclusión que se maneja hasta en la forma de hablar del trabajador o trabajadora con
discapacidad, además de que siempre se intenta de alguna u otra manera violar los
derechos de los más débiles por parte de los empleadores y recordemos que los más
débiles en esta relación son los trabajadores y trabajadoras que constantemente ven
violados sus derechos laborales, sean estos trabajadores o trabajadoras o no
personas con discapacidad. Es decir, la violación de los derechos laborales de los
trabajadores y trabajadoras en el país por parte de los patrones sean estos públicos o
privados, es una constante, situación que se hace más visible en el caso de las
personas con discapacidad.

Así que la única forma de revertir estos procesos y lograr que esto no suceda
tan constantemente, es dar a conocer de manera amplia y masiva los derechos de las
personas con discapacidad, de los trabajadores y trabajadoras e impulsar de manera
constante en una campaña de información, formación, sensibilización y respeto a los
derechos que consagra la ley a cada uno de los ciudadanos y ciudadanas del país.

Cuando hablamos de los derechos de las personas con discapacidad, al igual


que el derecho de los trabajadores y trabajadoras, debemos entender que estamos
hablando de derechos humanos consagrados, asumidos, votados y aceptados por las
Naciones Unidas y sus representantes, así como por las leyes y reglamentaciones
internas de cada país, así que la violación de estos derechos es una violación a los
derechos humanos de las personas a las que lesiona el patrón sea este público o
privado.

Así que la única forma de revertir estos procesos y lograr que esto no
suceda tan constantemente, es dar a conocer de manera amplia y masiva los
derechos de las personas con discapacidad, de los trabajadores y trabajadoras e
impulsar de manera constante en una campaña de información, formación,
sencibilización y respeto a los derechos que consagra la ley a cada uno de los
ciudadanos y ciudadanas del país.

Cuando hablamos de los derechos de las personas con discapacidad, al


igual que el derecho de los trabajadores y trabajadoras, debemos entender que
estamos hablando de derechos humanos consagrados, asumidos, votados y
aceptados por las Naciones Unidas y sus representantes, así como por las leyes
y reglamentaciones internas de cada país, así que la violación de estos derechos
es una violación a los derechos humanos de las personas a las que lesiona el
patrón sea este público o privado.

Sea que esta violación de derechos se realice de manera consciente o inconsciente,


con conocimiento o desconociendo, por parte de los empleadores públicos o privados,
es una práctica constante y permanente a la que hay que darle un alto en el corto
plazo y eso sólo se logrará con el acceso a la información, la formación y la toma de
conciencia de la ciudadanía en general, ya que en el momento que las personas
conozcan sus derechos, se harán sujetos de derecho y provocarán los cambios desde
las bases sociales, siendo estos cambio los perdurables como lo ha demostrado
la historia cuando los cambios nacen desde las bases sociales. Esto es muy diferente
a la visión asistenciealista y efectista que hasta ahora se produce en el estado
venezolano.

Con respecto a esto colocamos las palabras del libro de Jares, Xesús
2002, cuando cita la definición clásica de Levín de los derechos Humanos.

El concepto de derechos humanos tiene dos


significados fundamentales. El primero consiste en
el hombre, por el sólo hecho de serlo, tiene unos
derechos inherentes e inalienables. Se trata de
derechos morales que emana de la condición misma de
ser humano. El segundo significado es el de los
derechos establecidos por la ley en virtud del
proceso de creación en la sociedad tanto nacional,
como internacional. (P.24)

Podemos decir sin temor a equivocarnos que para poder hacer que las
situaciones de las que hemos venido hablando cambien, se debe ir a un proceso
de formación el cual debe partir desde las escuelas primarias, eso sí existe la
voluntad política por parte de los gobiernos para realizar esta tarea. En el caso
de Venezuela leyes como la LOPCYMAT tienen capítulos dedicados a la
formación y educación en materia de prevención y mejoras de condiciones de
medio ambiente de trabajo, sin embargo no habido voluntad política desde el
gobierno para implementar dichas políticas informativas y formativas en el seno de la
educación formal del país.

Es así, como el esfuerzo en materia de prevención de varias


instituciones queda aislado, siendo su impacto importante, pero mínimo en el
espectro de la sociedad. Esta falta de voluntad política en la implementación real
de programas de formación y educación que empoderen a las personas del
conocimiento, de las leyes y reglamentos que los protegen, dejan así un espacio
vacío muy grande en el seno de nuestra sociedad, se pierde un gran esfuerzo por
parte del gobierno, ya que el mismo constantemente genera leyes para protección
de los ciudadanos y ciudadanas, con o sin discapacidad, que al no ponerlas en
práctica por falta de voluntad política sólo quedan como acciones efectistas y
asistencialistas que no generan los cambios deseados.

A este respecto Jares, Xesús (2002), plantea lo siguiente, con respecto


al estudio de los derechos desde la edad escolar:

“El estudio de los derechos del hombre en la


escuela tiene por objetivo, llevar a los
estudiantes a comprender y a aceptar las nociones
de justicia, paz, igualdad, libertad, dignidad,
derechos y democracia. Esta comprensión debe ser a
la vez intelectual y de acuerdo a las referencias
vividas de afectividad. (p.53)

Para poder cambiar las situaciones sociales se debe hacer un amplio


esfuerzo por crear un currículo crítico que funcione dentro del seno de la educación
de la nación, cuando se plantea la incorporación de un nuevo currículo crítico, se
hace con la intencionalidad de que los niños y adolescentes que están dentro de
la edad escolar, comiencen a conocer y a ver las diferencias sociales y
entiendan que los procesos deben ser cambiados desde las bases, es decir, es a
través de un nuevo eje curricular que hable sobre los derechos humanos,
laborales y sociales, sobre la inclusión, sobre las responsabilidades y deberes
dentro de los procesos educativos, que se generaran los cambios para mejorar
nuestras sociedades, mientras no haya la voluntad política para hacerlo sólo se
harán pequeños avances y se obtendrán logros aislados en materia de la defensa, el
respeto y la práctica de los derechos.
Utilizamos las palabras de Sarup M, (1990) para reforzar la idea y
la necesidad de un currículo crítico en materia de derechos:

La función del currículum no es reflejar una


realidad fija, sino reflexionar sobre la realidad
social, es demostrar que el conocimiento y los
hechos sociales son productos históricos y, en
consecuencia, que pudieron haber sido diferentes (y
pueden serlos todavía) (p.217)

Podemos asumir entonces que para que se generen los cambio


necesarios dentro de nuestras sociedades se necesita una voluntad política muy
sería de parte de nuestros gobiernos, los cuales deben esforzarse por generar
contenidos curriculares y comunicacionales para el empoderamiento real de los
ciudadanos y las ciudadanas. De no ser así los esfuerzos que se hacen desde el
seno del gobierno para cambiar las situaciones de exclusión y de violación
constante de los derechos de las personas con discapacidad continuará hasta que
las sociedades puedan asumir el rol contralor y ejecutor de las políticas que los
Estados y gobiernos se niegan a cumplir y hacer cumplir ya que no son cónsonos
con sus intereses.

Es imperativo entender que si a la gente común, al ciudadano y a la


ciudadana de a píe, a las personas que en lo cotidiano construimos día a día con
nuestros esfuerzos el país y los cambios sociales, no se les da las herramientas y
las informaciones, para avanzar en la defensa de sus derechos, no tomaremos el
papel activo y protagónico para realizar el cambio social que se necesita, para
hacer nacer de este mundo en el que vivimos, uno más humano, más incluyente y
más armónico.

CONCLUSIÓN:

La situación en el ámbito laboral de las personas con discapacidad aún sigue


siendo muy excluyente, de hecho aunque se han generado leyes que ayudan de una
u otra manera ayudan a la incorporación de estas personas, la mayoría de la
población las desconoce y por lo tanto no se aplican.La otra cara de la moneda es
que aquellos que conocen las leyes buscan la forma de violarla, vulnerando el
derecho de los hombres y mujeres en edad laboral con cierto grado de discapacidad,
que hacen un gran esfuerzo para ingresar al mundo del trabajo en condiciones
realmente dignas.
Otra gran preocupación es que justamente que el número de personas con
discapacidad parcial o permanente, aumenta de manera constante dada la
violación permanente por parte de los empleadores tanto públicos como privados,
de las leyes laborales y en especial de las leyes y reglamentos referentes a las
condiciones de salud, seguridad y medio ambiente de trabajo.

Planteamos en este trabajo que la única forma de poder vencer estas problemáticas y
de poder avanzar a cambios reales dentro de los procesos de inclusión, de
prevención y de cambios sociales que apunten a una cultura de prevención en el
área de las enfermedades y accidentes laborales, así como en el plano humano
y reflexivo, para que la mayoría de las personas entiendan que las condiciones de
las personas que poseen cierto grado de discapacidad, no son menos valiosos o
menos importantes, que aquellos que no poseen estás condiciones. Es a través de
una campaña comunicacional, enfocada a informar, educar y empoderar a la gente
de sus derechos y de los derechos de los demás.

También se plantea que desde el Estado debería existir la voluntad política para
generar un currículo crítico en materia de derechos, currículo que debe contener
esta propuesta desde la escuela primaria, hasta la universitaria, una propuesta en
materia de conocimientos y defensa de los derechos de los ciudadanos y
ciudadanas del país. Entendiendo por derechos, los derechos humanos, de género,
de las minorías, de los trabajadores, de las personas con discapacidad, entre otros.

Es imperativo que para que exista un cambio social verdadero que nos lleve a una
sociedad más humana, exista una política de participación de todos los factores
sociales que hacen vida en el país y la mejor forma de llegar a todos estos sectores
para crear conciencia es a través de la educación y de los medios de comunicación.
Es decir, educar para la vida y comunicar para el cambio social.

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