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dicho experto est signada por el error o inficionada por el dolo, el cohecho o
la coaccin ("Alvarez de Feijoo, Dora Anglica c/ Cairo de Basile, Silvia s /
Daos y perjuicios" - CC0103 - LP 228186 RSD-260-97, s. del 12 de agosto de
1997).
Obrando el perito en calidad de funcionario pblico, puede igualmente quedar
emplazada su situacin en las previsiones del art. 256 del Cdigo Penal, o sea,
en la conducta de quien actuando por s mismo o utilizando a un tercero,
recibe dinero o cualquier otra ddiva, o acepta promesas para hacer algo, no
hacerlo o retardar la factura de alguna cosa, siempre en el campo abarcado
por los especficos y fidedignos menesteres que con inversas expectativas le
han sido encarecidos y contrajo (LL, 74-542).
La negligencia, inconducta o mal desempeo del perito son corregidas con las
medidas disciplinarias que el juez puede infligirle, sin mengua de las
responsabilidades penales y de decretar su sustitucin (art. 266 del CPP).
Visto que los peritos se inscriben en el rango de insignes colaboradores del
proceso, y que el juzgador a menudo adquiere el conocimiento de importantes
factores de conviccin con el concurso de aquellos, se exhibe atinado
reflexionar respecto del seoro de las normas penales que tutelan los bienes
jurdicos expuestos a riesgo en el trajinar de equivalente y tan cardinal medio
de prueba.