Sunteți pe pagina 1din 95

Innovación Social

¿Cómo es
Daniel Innerarity: «La sociedad de la Innovación»

una sociedad
Ander Gurrutxaga: «Recorridos por la innovación»

innovadora?
Edita: Innobasque - 2009
Agencia Vasca de la Innovación
Parque Tecnológico de Bizkaia
Laida Bidea 203, 48170 Zamudio

Depósito Legal: BI-2752-09

Los contenidos de este libro, en la presente edición, se publican bajo la licencia:


Reconocimiento–No comercial–Sin obras derivadas 3.0 España de Creative Commons
(más información http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/deed.es_CO)
Diseño: Doble Sentido
Impresión: Tecnigraf
Daniel Innerarity:
«La sociedad de la Innovación»

¿Cómo es una sociedad innovadora?


Ander Gurrutxaga:
«Recorridos por la innovación»
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
Índice 

Prólogo 6

Introducción 14

Daniel Innerarity
La sociedad de la Innovación.
Notas para una teoría de la innovación social 18

Ander Gurrutxaga Abad


Sentidos de la innovación social 42
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
 Innovación (necesariamente) social

Prólogo

Xabier Retegi
Ex-Presidente del Consejo Ejecutivo de Dirección
de Innovación Social

Luis Mari Ullibarri


Director General de Innovación Social - Innobasque
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
Innovación (necesariamente) social 

Innovación (necesariamente) social


Todas las sociedades avanzadas se enfrentan, en mayor o menor
grado de profundidad, al reto de reinventarse. La actual situación
de crisis global en la que Euskadi, como el resto del mundo, se en-
cuentra inmersa, ha de­jado al descubierto algunas de las debilidades
del sistema económico actual, y ha ayudado a cuestionar algunas
de sus bases, principalmente aquellas que han facilitado su perver-
sión. La crisis ha favorecido la «toma de conciencia» necesaria a la
hora de acometer un reto tan importante como el que tenemos en-
tre manos. Igualmente, nos ha permitido reafirmar la necesidad de
reforzar algunas de las estrategias puestas en marcha con anterio-
ridad, entre ellas, la apuesta inequívoca por la innovación. Ya era
ésta necesaria en 2007, cuando se creó Innobasque, y hoy en día es
imprescindible.
La innovación es el eje central del modelo de competitividad
y sostenibilidad en Euskadi para los próximos años, e impulsar
esta transformación es, precisamente, el objetivo de Innobasque, la
Agencia Vasca de la Innovación. Pretendemos construir una socie-
dad innovadora en todos los ámbitos, para lo cual, nuestra estrate-
gia pone el acento en las personas. El modelo de sociedad innova-
dora que pretendemos ayudar a construir persigue un entorno en
el que la ciudadanía vivamos los valores asociados a la innovación
y seamos coherentes con ellos en nuestros comportamientos y acti­
tudes. Como decíamos, es un reto fascinante, porque reclama un
profundo cambio cultural, que refuerce valores como la educación
y la formación, la igualdad de género, la diversidad, la participación,
la calidad del empleo, la responsabilidad social, el envejecimiento
activo, la creatividad, la tolerancia a la incertidumbre y riesgo, la
curiosidad, el espíritu emprendedor, etc.
Igualmente, este modelo requiere una nueva forma de comuni-
cación entre líderes y gobernantes con la ciudadanía, para construir
complicidades y redes de compromiso y colaboración. En este sen-
tido, la experiencia de Innobasque pretende potenciar una nueva
forma de gobernanza, en la que la mutua relación de la sociedad ci-
vil con la administración ofrezca soluciones innovadoras que pue-
den mejorar y potenciar los programas de la propia administración,
en beneficio de toda la sociedad. Transformar una sociedad supone
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
 Innovación (necesariamente) social

implicar a toda la ciudadanía, y también los recursos de cientos de


entidades.
Para conseguir la movilización de la sociedad en su conjunto, es
preciso superar un enfoque técnico o simplemente empresarial de
la innovación. Existen un conjunto de retos, que no son tecnológi-
cos, y que son cruciales para nuestro futuro, como la potenciación
de la educación, la propia cohesión social, la construcción de una
sociedad multiétnica, multicultural y trilingüe, la igualdad real de
género, … Todos ellos son fundamentales para alcanzar el éxito de
nuestra transformación que, necesariamente, será social si en lo
económico pretendemos tener éxito.
Esta condición, vinculada al papel central de la persona en este
proceso, ha estado presente desde el primer momento en el proyec-
to de Innobasque, pero adquiere una importancia radical en esta
etapa, en la que es clave movilizar a la sociedad vasca y por ende,
las enormes capacidades de las y los ciudadanos. Resulta impres-
cindible alinear todos los elementos de esta gran apuesta: personas
dispuestas a desarrollar sus capacidades latentes, organizaciones
dispuestas a favorecer el crecimiento de sus activos, instituciones
comprometidas con la sostenibilidad, etc.
Este objetivo ambicioso e ilusionante, requiere igualmente
de una intensa labor conceptual y de acción transformadora de
nuestra realidad. Para cambiar nuestra realidad necesitamos com-
prenderla e identificar las claves de su innovación. Éste ha sido el
principal cometido del Área de Innovación Social de Innobasque
en estos dos primeros años de andadura. Los cambios que se han
producido, y se van a seguir produciendo, en nuestra sociedad nos
plantean interesantes interrogantes sobre nuestra actitud, sobre las
respuestas que aportamos, y sobre los silencios que proyectamos.
Hemos observado las dinámicas de las sociedades que nos rodean,
su sociología, sus conflictos, sus respuestas, sus logros y sus fracasos;
y hemos llegado al convencimiento de que la innovación social es
el «eje de transmisión» que nos moverá hacia la transformación.
Nos está tocando vivir la paradoja de una sociedad que presume de
conocimiento (así nos autodenominamos) y al mismo tiempo, vive
sumida en una permanente y profunda incertidumbre, impotente
ante los ritmos en que se producen los cambios. Ante esta situación
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
Innovación (necesariamente) social 

(«modernidad líquida») que nos desborda, sólo cabe una actitud


proactiva y una única fórmula: la innovación en el ámbito social.
El punto de partida de esta publicación es claro: la innovación
es un fenómeno social, que implica a personas, a organizaciones y
a la sociedad en su conjunto. Los diferentes artículos incluidos en
esta primera publicación de Innobasque, nos brindan una visión
integral de los agentes, los contextos, los recorridos, las velocida-
des y condiciones de la innovación. Se ofrecen las claves para una
conceptualización de la innovación que se amplía y que reivindica
su vertiente social, estructural y evolutiva. Los autores refutan el
reduccionismo tecno-económico de la innovación que ha sido im-
perante en el enfoque y desarrollo de la innovación en las últimas
décadas. Se desmonta la idea dual y fragmentada de que la innova-
ción tecnológica y económica tiene únicamente implicaciones tan-
gibles, productivas y cuantificables; así como que las innovaciones
sociales únicamente afectan a lo intangible o espiritual. La sociedad
y la innovación son consustanciales a la evolución humana. Como
dice Daniel Innerarity, «No hay innovación sin Sociedad».
En la lectura de estos artículos emerge una hipótesis compar-
tida, que nos propone una visión estimulante: la innovación so-
cial está asociada a la mejora de la capacidad de la sociedad para
resolver problemas existentes e identificar problemas futuros. Se
entiende que la innovación no es lineal y continua en el tiempo,
y a través del uso, la práctica y la utilidad se socializa y extiende. Y,
como señala Ander Gurrutxaga, su socialización hará que «estemos
más preparados para las innovaciones futuras».
Desde la complementariedad, estos artículos plantean dos cues-
tiones claves: en primer lugar, la ralentización de lo social ante lo eco-
nómico y, en segundo, cómo abordar la competitividad global desde
la innovación local. Temas de innegable transcendencia, e igual­-
mente, claves para la actividad presente y futura de Innobasque.

Daniel Innerarity defiende como causa importante de los problemas


de nuestra sociedad, el desequilibrio entre las distintas velocidades
de la innovación de lo económico, político, tecnológico y social. La
ralentización de lo social ante lo económico produce desincroni-
zaciones temporales y espaciales en la innovación (desigualdades,
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
10 Innovación (necesariamente) social

conflictividad, etc.) que han tratado de ser resueltas desde el ámbito


de la política con escaso éxito. La innovación no acontece por la
mera formulación e implementación de políticas públicas, ya que
requiere de un caldo de cultivo económico y socio-cultural apropia-
do. La política alcanza a crear las condiciones necesarias en las que
pueda surgir la innovación, y a evitar las rutinas o restrictores que
la dificultan o imposibilitan. En opinión de Innerarity, sin embargo,
la política se está adaptando escasamente a los cambios, y avanza
por detrás de otras innovaciones (económica, tecnológica, etc.), con
respuestas reactivas y sectoriales ante problemas complejos y globa-
les. De esta manera, retrocede la capacidad de innovación social de
la política. No se alcanza a concebir el futuro, y se reacciona y repara
con una limitada capacidad de entender los cambios sociales, anti-
cipar los escenarios futuros y formular un proyecto para conseguir
un orden social inteligente e inteligible. La actividad pública pier-
de representatividad, ya que cada vez se externaliza más el diseño
e implantación de las políticas públicas: definición de estrategias,
desarrollo de planes, oferta de servicios, etc.
Todo ello produce la despolitización de nuestra realidad. La de-
mocracia está en riesgo y es necesario innovar lo público, moder-
nizando la Administración y favoreciendo nuevas formas de gober-
nanza. Daniel Innerarity concluye que la solución a esta situación
de estancamiento pasa por posibilitar una comprensión y desarrollo
de la política como poder cooperativo en una red heterogénea.
Algunos de estos retos están ya incorporados en las líneas es-
tratégicas de Innobasque: creación de entornos que revalorizan el
dinamismo social, reflexión sobre los nuevos ritmos que acompa-
sarán la innovación social a la técnico-económica, y promoción de
nuevas formas de gobernanza y de innovación social.

Ander Gurrutxaga nos propone abordar la competitividad global


desde la innovación local, para lo cual invita a aunar el capital hu-
mano con sistemas educativos de calidad, con sistemas de políticas
públicas y entornos institucionales que premian las nuevas y buenas
ideas. Un objetivo que, necesariamente, debe reposar en la cohesión
social. Las redes humanas y la cultura de innovación serán diferen-
tes en cada lugar, en función a las características de su entorno, sus
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
Innovación (necesariamente) social 11

instituciones, dinámicas de relaciones, dimensiones (macro, meso,


micro), geografía, etc. Las dinámicas sociales que facilitan la inno-
vación son procesos socio-culturales, y sus bases son el intercambio
y la interacción bajo normas de reciprocidad y asociación, que pro-
mocionen la confianza, el reconocimiento, la identificación, la co-
laboración, la competencia, etc. Mantener la cohesión e integración
social es el mecanismo decisivo del impulso socio-económico, más
que una carga para los Estados. Por el contrario, la disolución del
capital social de una región puede provocar fragmentación social,
y frenar su desarrollo. Los déficits sociales de la innovación son la
baja lealtad institucional, la disminución de la confianza informal y
la debilidad del conocimiento institucional.
Según Gurrutxaga, la innovación necesita de contextos adecua-
dos y terrenos donde cultivarse, en los que germinan actividades en
las que se crea, aplica y comparte el conocimiento, a la par que nos
ofrecen la oportunidad de enfrentar problemas colectivamente. Los
«espacios interactivos de aprendizaje» son el máximo exponente de
entornos innovadores, y sus principales características son: libertad
de pensamiento y acción, actitudes experimentales hacia la realidad,
apertura en relación con las propias creencias, estimulación inter-
disciplinaria y de experiencias múltiples, acceso al conocimiento y
datos disponibles, recursos dispersos, y manejo tolerante de los fra-
casos. Por todo ello, las ciudades que ofrecen mayor calidad de vida y
que mejor acomodan la diversidad, atraen y retienen talento y, a su ­
vez, son más eficaces en la generación de actividades intensivas en
tecnología. Es importante fomentar los «eco-sistemas creativos» y
entre las condiciones necesarias para su creación, está la tolerancia.
Las estrategias de Innobasque implican atracción de agentes,
conceptualización de necesidades y oportunidades, y moviliza-
ción para la transformación. De esta manera, queremos contribuir
a atraer y movilizar a los actores sociales, para construir conjun-
tamente espacios interactivos de aprendizaje. Nuestro objetivo es
configurar a Euskadi, a medio y largo plazo, como un «eco-sistema
creativo e innovador».
Queremos agradecer a los autores su dedicación, esfuerzo y ge­-
nerosidad. También es un placer para nosotros dejar testimonio
agradecido de la enorme labor realizada por todas las personas del
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
12 Innovación (necesariamente) social

i-Talde de Conceptualización de la Innovación Social, en el Área de


Innovación Social de Innobasque.
Toda esta pasión y energía ha sido ofrecida generosamente para
crear una sociedad orientada al aprendizaje e innovación.
13
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
14 Constructores sociales

Introducción

Pedro Luis Uriarte


Presidente de Innobasque
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
Constructores sociales 15

Constructores sociales
Vivimos, como ya se ha apuntado en varias ocasiones, el «cambio
de los tiempos», aunque hasta ahora sólo lo habíamos analizado
como «un tiempo de cambios». Nos toca, por lo tanto, contribuir a
que la sociedad «nasciturus» se sustente en una estructura de valo-
res acorde a las necesidades y expectativas de un mundo que se ha
transformado intensa y rapidísimamente.
Como apuntan en su introducción Xabier Retegi y Luis Mari
Ullibarri, el modelo de sociedad por el que estamos trabajando pre-
tende favorecer la construcción de un entorno en el que las perso­
nas vivan de forma coherente los comportamientos y actitudes vin-
culadas a la innovación. En este contexto, no sorprende que una de
nuestras líneas de trabajo prioritarias haya sido, precisamente, el
análisis sobre los valores que, entendemos, deben guiar esta trans-
formación.
La innovación es un fenómeno netamente social. Estrictamente
social, podríamos decir. Vivimos tiempos felices en los que, parece
ser que de forma ya definitiva, el individualismo va dejando paso
a la individualidad. Un salto importante, gracias al cual las perso-
nas dejamos de actuar como miembros de una especie, y pasamos
a ser cons­-ructores sociales, y aportamos de forma crítica nuestros
conocimien­tos a la organización de la especie. Una reflexión básica
que tomó prestada del siempre preclaro Eudald Carbonell. Como
él, yo también soy optimista cuando reflexiono sobre la intensa
transforma­ción que estamos experimentando, como personas y
como sociedad.
Este optimismo se ve alimentado, entre otros estímulos, por el
talento de las personas que han colaborado en el ensayo que ten-
go el honor del prologar, los profesores Daniel Innerarity y Ander
Gurrutxaga. No voy a extenderme en glosar su extenso e impresio-
nante curriculum profesional, sobradamente conocido y admirado,
pero no puedo dejar de hacer un reconocimiento expreso a su enor­
me calidad personal y a la generosidad demostrada en estos meses
de trabajo. Son, sin duda, amigos de una gran experiencia, en el sen­-
tido apuntado por G. W. Leibniz: «la experiencia no consiste en el nú-
mero de cosas que se han visto, sino en el número de cosas sobre las que ­
se ha reflexionado con fruto». Y ellos lo han hecho, con mucho fruto.
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
16 Constructores sociales

Esta publicación quiere ser un vehículo para compartir las reflexio­


nes sobre los valores de la innovación que durante muchos meses
hemos tenido el inmenso privilegio de trabajar, codo con codo, con
los autores. El trabajo se enmarca en la labor realizada por muchas
personas del Consejo de Innovación Social de Innobasque, y más
específicamente, en el I-Talde en el que tanto Daniel Innerarity
como Ander Gurrutxaga han participado.
Sirvan estas líneas como reconocimiento a todas y cada unas
de las personas que, con enorme generosidad, han contribuido a
enriquecer nuestra visión. Han logrado, igualmente, alimentar la
esperanza y el optimismo, alientos fundamentales en este proce-
so de transformación. No quiero desaprovechar esta ocasión para
agradecerles, igualmente, su confianza en Innobasque, como plata-
forma de difusión y reflexión.
En julio de 2007 pusimos en marcha un proyecto ilusionante y
que podía juzgarse como irrealizable en términos objetivos (muy a
menudo me pregunto si no lo son, en definitiva, todos los proyectos
vitales en los que realmente merece la pena embarcarse). Formula-
mos nuestro objetivo centrado en la máxima aspiración: convertir a
Euskadi en «EL» referente en innovación en Europa, y nos pusimos
un plazo de realización de una generación. Dimos, con ello, el pri-
mer paso para convertir en realidad lo que parecía ser un sueño.
Desde ese momento, cientos de personas se han acercado a Inno­
basque (a los diferentes grupos de trabajo, a los foros de reflexión y
actividades que hemos promovido) con la voluntad de aportar su
visión y conocimientos a la construcción del proyecto de intensa
transformación de nuestra realidad social y económica que estamos
impulsando.
Este trabajo es uno de los resultados más ilusionantes del pro-
ceso y, a buen seguro, no será el único.
Mi enhorabuena, y mi profundo agradecimiento, a todos los
hombres y mujeres que han empeñado su tiempo en comenzar a
hacer realidad nuestro sueño.
17
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
18 La sociedad de la Innovación

La sociedad de la Innovación.
Notas para una teoría de la innovación social

Daniel Innerarity
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
La sociedad de la Innovación 19

La carencia de un concepto adecuado de innovación social se debe a


que no hay una teoría de la sociedad de la innovación que explique
la vinculación de ambos conceptos. Este texto pretende contribuir
a paliar este deficit conceptual. Parte de una crítica a la idea de que
la sociedad pueda existir sin innovación o con una innovación res-
tringida al dominio técnico­-económico (1) y a los efectos que en el
conjunto de la sociedad provoca esta carencia de integración social
de lo que podría llamarse una innovación sin sociedad (2); en una
segunda parte, más propositiva, se explica por qué no hay innova-
ción sin sociedad o, dicho de otra manera, por qué la innovación es
un asunto social (3), y por qué no hay sociedad sin innovación, al
menos sociedad moderna tal y como la hemos entendido (4).

1. La sociedad sin innovación


El discurso dominante acerca de la innovación parece caracterizar-
se por una restricción que la reduce a un proceso de adquisiciones
técnicas con el fin de fortalecer la competitividad en un mercado
globalizado. Sirva para ilustrar esta visión estrecha de la innovación
la definición que da de ella la OCDE. El determinismo de las con-
cepciones sociales de Marx, Schumpeter o Taylor se ha transmutado
en una retórica de la innovación que hace depender la prosperi-
dad social únicamente de las adquisiciones técnico­-económicas. Es
muy frecuente que la investigación acerca de la innovación, incluso
cuando se propone explicar los cambios estructurales de la socie-
dad, lo haga con una concepción muy tecnicista. No hay una teoría
que ponga en sintonía satisfactoriamente la innovación y la consti-
tución de la sociedad moderna. Podría sintetizarse este desencuen-
tro diciendo que quienes se ocupan de la innovación están poco
interesados en la sociedad y quienes piensan la sociedad no parecen
haber entendido la centralidad que la innovación tiene a la hora de
comprender nuestras sociedades. En última instancia, la sociedad
es pensada como una realidad sin innovación o, lo que es lo mis-
mo, con una innovación restringida que no afecta a su constitución
como sociedad.
Las explicaciones habituales de la innovación son insuficientes
en virtud de su determinismo. El ejemplo más claro de ello es la teo-
ría de los ciclos de Kondratieff que fue reelaborada por Schumpeter
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
20 La sociedad de la Innovación

(Kondratieff 1926; Schumpeter [1939] 1961). Según esta teoría, las


innovaciones técnico-­económicas básicas desencadenan ciclos lar-
gos en el desarrollo económico y social. Su falta de solidez se debe a
que la relación implícita que establece entre desarrollo técnico, eco-
nómico y social es infracompleja. El crecimiento no sólo se explica
económicamente sino mediante interdependencias entre procesos
socioeconómicos y procesos político-institucionales. Esta teoría de
la innovación desconoce la dinámica propia, la interdependencia,
pero también la indiferencia de los subsistemas sociales como con-
secuencia de la diferenciación social.
Incluso en las más recientes teorías de la sociedad de la infor-
mación y del conocimiento ha seguido dominando la dependen-
cia de lo social respecto de lo técnico (Hack 1998; Rammert 1997).
Resuelven la relación entre innovación, desarrollo tecnológico y
procesos de cambio social en favor de uno de los elementos. El sa-
ber que conciben como fuente de innovación y de cambio social
lo es gracias a la combinación de redes sociales y nuevas tecnolo-
gías de la información. De manera muy semejante a la teoría de
los «grandes ciclos», también Castells ve en la tecnología la base de
las modificaciones, aunque la innovación se encuentre propiamente
en la manera de gestionar información y saber (Castells 1996). Las
principales concepciones de la sociedad del conocimiento recono-
cen el significado de la innovación para el cambio social, pero las
causalidades implícitas quedan sin explicar. En la dependencia de
lo social frente a lo técnico, así como en la identificación de técnica
e innovación, se presupone lo que debería propiamente explicarse.
Pero la relación entre desarrollo tecnológico y cambio social debe
ser explicada en toda su complejidad, si es que queremos entender
adecuadamente la relación entre innovación y sociedad.
Aunque la expresión «innovación social» fue formulada hace po-
cos años por Wolfgang Zapf (1989), sus orígenes pueden rastrearse
en la teoría del cambio social de William Ogburn en 1923 (1969).
Según este sociólogo americano, el cambio social tendría lugar en la
interacción entre dos culturas complementarias: la cultura material
(los artefactos y proyectos tecnológicos) y la cultura inmaterial (las
reglas y prácticas que caracterizan nuestra relación con la tecnolo-
gía). A partir de esta distinción, Ogburn formula su distinción, tantas
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
La sociedad de la Innovación 21

veces citada, del «cultural lag»: el diferencial que se crea entre ambas
culturas debido a sus distintas velocidades de desarrollo. El ejemplo
que aduce para ilustrar esto es el aprovechamiento de los bosques en
los Estados Unidos. En la época de las primeras migracio­nes, la tala
de árboles era considerada como algo lógico para la supervivencia.
Esta cultura inmaterial estaba en equilibrio con la reposición natu-
ral de los bosques mientras no había una gran demanda de madera,
pero, con el aumento de la población esa forma de relación con la
naturaleza superaba la velocidad de reposición del medio natural y
amenazaba las condiciones de la supervivencia. Ha sido precisamen-
te la innovación social de la conciencia ecológica la que ha posibili-
tado después la superación del «cultural lag» entre la cultura mate-
rial y la inmaterial, favoreciendo de este modo el progreso social.
Otro momento de la historia de la innovación social procede de
la misma teoría económica. Cuando se quiere comprender el pro-
ceso de innovación en su complejidad social y política, entonces
su versión tecnológica y económica aparece como algo insuficiente.
El intento de ampliar socialmente el concepto de innovación fue
llevado a cabo por la economía evolutiva de las instituciones, que
criticaba la teoría clásica de la innovación en dos aspectos: por su
concepción abstracta del comportamiento del mercado y por su
idea simplista de la empresa. Para la teoría económica clásica, el
mercado era entendido como una instancia natural, independiente
de toda consideración social y que, siguiendo leyes objetivas, decide
si una innovación tecnologica tiene éxito o fracasa. Pero en los mer-
cados liberalizados las fuerzas sociales deciden o influyen sobre las
innovaciones: el mercado no es una instancia independiente sino
una institución donde comparecen diversos intereses. El desarrollo
de muchas innovaciones, como la energía nuclear o las alternativas,
sería impensable sin intervenciones políticas. Muchos mercados
para productos innovadores no existirían sin inversiones públicas.
El otro objetivo de la crítica es la idea simplificada de empresa
como una racionalidad que permitiría anticipar calculadoramen-
te las innovaciones tecnológicas. Si una innovación funciona, si es
aceptada por la sociedad, son cuestiones caracterizadas por una
gran inseguridad. La empresa no es, además, una organización mo-
nolítica: el departamento de investigación juzgará una innovación
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
22 La sociedad de la Innovación

de una manera diferente del de producción. Una empresa es más


bien un espacio polémico en el que compiten diferentes percep-
ciones, lógicas e intereses. Las decisiones empresariales no surgen
necesariamente de un cálculo racional en el que no intervinieran
consideraciones sociales. Cuanto más compleja sea la estructura
socio­-tecnológica de la que surgen las innovaciones, más atención
debemos prestar a los aspectos no económicos que contribuyen al
éxito o fracaso económico.
La crítica del estrechamiento técnico de la inovación tuvo otro
momento culminante en la discusión sobre las consecuencias socia-
les de la técnica a lo largo de los años 90 (Simonis 1993; Sauer/Lang
1999). Contra los anteriores determinismos se hizo valer incluso el
esquema inverso: lo social como condición de posibilidad de las
innovaciones técnicas (North 1990). Las innovaciones requieren
determinadas condiciones sociales que no se explican exclusiva-
mente en virtud de las innovaciones técnicas. Como resultado de
estos debates, se puso el acento en los presupuestos sociales de las
innovaciones técnicas y económicas (tanto de las queridas como de
las no-queridas), en la inserción social de tales innovaciones y en el
papel de las instituciones sociales a la hora de llevarlas a la práctica.
La atención al aspecto social de la innovación produce también un
cambio de acento en la concepción social de la tecnología. Mien-
tras que la sociología de la técnica ha tendido a concebirla como
un mecanismo controlado, intencional y repetible, una sociología
de la innovación incidiría más bien en el aspecto incontrolable, no­
intencional y diferenciador de la técnica. El acento consistiría en
tomar en consideración la inseguridad constitutiva que la acción
social produce y a la que, al mismo tiempo, ha de hacer frente, supe-
rando así una concepción instrumental y mecánica de la técnica.
Al mismo tiempo, lo social pasa a ser considerado también
como un ámbito de innovación. La innovación no se da sólo en
el ámbito de las ciencias de la naturaleza, en la tecnología o en el
mundo empresarial, sino en otros espacios sociales como la polí-
tica, la educación, el sistema sanitario o la administración, que son
igualmente capaces de descubrimiento, novedad, progreso e in-
vención. También en ellos surgen, ocasionalmente, lo que William
Ogburn llamaba las «invenciones sociales», conquistas sociales como
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
La sociedad de la Innovación 23

la in­troducción del sufragio femenino, el seguro de desempleo o los


acuerdos de paz, que contribuyen a la mejora de las condiciones de
vida colectiva e impulsan el cambio social.
¿Hasta qué punto las sociedades innovan, más allá de sus siste-
mas de innovación tecnológica, científica, productiva y económica?
Vivimos efectivamente en una sociedad descompensada: entre la
euforia tecno-­científica y el analfabetismo de valores cívicos, en-
tre la innovación tecnológica y la redundancia social, entre cultura
crítica en el espacio de la ciencia o en el mundo económico y un es-
pacio político y social donde se innova poco, donde hay una escasa
capacidad para articular el equilibrio entre consenso y disenso, para
canalizar los conflictos y diseñar modelos de convivencia.
Al mismo tiempo, hay que pensar seriamente la capacidad
de innovación social de la política (entendida en su sentido más
amplio). Es una valoración casi unánimemente compartida que la
capacidad configuradora de la política retrocede de manera pre-
ocupante en relación con sus propias aspiraciones y con la función
pública que se le asigna. Esta debilidad contrasta con el dinamis-
mo de otros sistemas sociales. En nuestras sociedades conviven la
innovación en los ámbitos financieros, tecnológicos, científicos y
culturales con una política inercial y marginalizada. El repliegue de
la política frente al vigor de la economía o al pluralismo del ámbito
cultural es un dato que merece ser tomado como punto de parti-
da de cualquier reflexión acerca de la función de la política en el
momento actual. Hace tiempo que las innovaciones no proceden
de instancias políticas sino de la inventiva que se agudiza en otros
espacios de la sociedad. No se concibe, sino que se repara, desde una
crónica incapacidad para comprender los cambios sociales, antici-
par los escenarios futuros y formular un proyecto para conseguir un
orden social inteligente e inteligible.
Hay quien ha entendido las innovaciones sociales como mero
contrapunto compensatorio de las innovaciones tecnológicas,
como «complemento de la innovación técnica» (Gillwald 2000, 36).
Pero este planteamiento olvida que en la innovación tecnológica
hay ya, frecuentemente, una innovación social. La mejor sociología
de la técnica reconoce que en los artefactos técnicos está inscrito un
orden politico y social (Winner 1980). Las innovaciones sociales no
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
24 La sociedad de la Innovación

son tanto compensación de las innovaciones técnicas sino que están


insertas en ellas. En el fondo de esta teoría de la innovación social
como compensación subyace un dualismo entre materia y espíritu
según el cual lo técnico se identificaría con lo material y lo social
con lo simbólico. Reducir la tecnología al artefacto material signifi-
ca olvidar todo ese saber explícito e implícito que es necesario para
desarrollar y utilizar una innovación tecnológica. Una tecnología
contiene tanto el artefacto material como el saber simbólicamente
codificado. La dicotomía material–espíritu es fatal para la innova-
ción social ya que cualquier innovación social, si ha de durar, re-
quiere una estabilización material.
No tiene sentido oponer lo técnico a lo simbólico; la gran cues-
tión es hoy cómo articular las innovaciones simbólicas y comuni-
cativas con las innovaciones técnicas y materiales. La idea de inno-
vación social nos obliga a pensar fuera del dualismo entre ciencias
y letras, técnica y valores, identidad y ciudadanía, global y local. Las
mayores innovaciones van a producirse, precisamente, en el reno-
vado encuentro entre estas dimensiones que, hasta ahora, se han
pensado y vivido como opuestas y que adjudicaban el monopolio
de la innovación a uno de los polos, mientras que asignaba al otro
la repetición vetusta y el retraso histórico. No se trataría de volver
la balanza hacia al otro extremo, sino de cuestionar esta contraposi-
ción y buscar redefiniciones inéditas de esas tensiones básicas.
¿Cómo entender entonces la naturaleza de la innovación social?
Según Zapf, las innovaciones sociales se miden por el hecho de que
«ayudan a resolver mejor nuestros problemas sociales» (Zapf 1989,
174) o porque elevan la capacidad de adaptación de las sociedades.
Para Gillwald, como innovación social podemos entender «aquellas
regulaciones socialmente exitosas de actividades y procedimientos que
se desvían de los esquemas acostumbrados hasta entonces» (Gillwald
2000, 1). Pero si se trata de una verdadera innovación, el lenguaje
de la adaptación o el de la desviación resultan insuficientes. Un de-
bate colectivo se empobrecería si estuviera prohibido preguntarse
qué debe adaptarse a qué (cuestión que, en la versión tópica de la
innovación para la competitividad, está completamente oculta por
la banalidad del lugar común). ¿Y si la verdadera innovación (no
sólo la social) consistiera menos en la invención de soluciones para
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
La sociedad de la Innovación 25

problemas ya existentes que en el descubrimiento de problemas


nuevos, hasta ahora inadvertidos o reprimidos? En una sociedad
bien constituida las soluciones de eficacia no pueden resolver com-
pletamente los problemas de legitimación. En las sociedades demo-
cráticas tiene que haber un espacio crítico donde puedan discutirse
las innovaciones que pretenden poner en entredicho o superar los
criterios dominantes.
Esto era lo que pretendían hacer valer quienes, en los años 80,
retomaron el concepto de innovación política (Polsby 1984; White
1982). Entre ellos cabe destacar la idea de Polsby de que, a diferen-
cia de la reforma, que discurre en los cauces de la política oficial,
las innovaciones políticas ponen en marcha procesos sociales que
rompen con las rutinas institucionales. Hay siempre una tensión
irreductible entre la acción creadora y las meras exigencias funcio-
nales de adaptación.
Para comprender bien en qué puede consistir la innovación so-
cial es necesario volver a pensar la relación entre desarrollo técnico,
innovación y cambio social. Es un buen escenario para hacer verda-
deramente justicia a la complejidad de la sociedad contemporánea
y obtener una concepción alternativa de la innovación, que no su-
prima ni su tensión, ni su riqueza, ni su ambivalencia.

2. La innovación sin sociedad


La mayor parte de los problemas de la sociedad contemporánea no
proceden tanto del exceso o de la falta de inovación, como del des-
equilibrio entre velocidades de innovación diferentes; la innovación
se realiza sin una sociedad que la acoja e integre equilibradamen-
te. La debilidad conceptual y práctica de la innovación social tiene
como consecuencia el hecho de que sigamos confiando en que las
innovaciones técnico­económicas nos vayan a asegurar la mejora de
las condiciones de vida en toda su amplitud. Pero el hecho es que
una innovación sin sociedad produce efectos socialmente indesea-
dos y todavía continúa siendo una cuestión completamente abierta
la de comprender y gobernar los efectos sociales de la innovación.
El mundo avanza con distintas velocidades, por lo que conti-
nuamente aparecen líneas de quiebra entre las distintas dinámicas
de innovación. Estas disparidades o líneas de falla reciben diversos
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
26 La sociedad de la Innovación

nombres: décalage, gap, brecha, choque…; en todas ellas, se pone de


manifiesto que las lógicas temporales son distintas, incompatibles
e incluso antagónicas, y que, en algunas de ellas, es muy fuerte la
pretensión de imponerse sobre el resto.
Hay heterocronías que se hacen patentes como conflictos entre
los sujetos y los grupos (el tiempo de los jóvenes y el de los mayores,
el desequilibrio entre las generaciones o las desigualdades en gene-
ral) o como falta de sincronía entre los diversos sistemas sociales
(las innovaciones tecnológicas frente a la lentitud del derecho, el
tiempo del consumo contra el tiempo de los recursos, el tiempo
mediático que contrasta con el tiempo científico). Los subsistemas
sociales han desarrollado una lógica propia también desde el punto
de vista de la innovación y su dinámica, aceleración, su ritmo y ve-
locidad, que son, en buena medida, independientes: el tiempo de la
moda no coincide con el tiempo de la religión, ni el de la tecnología
con el del derecho, ni el de la economía con el de la política, ni el
de los ecosistemas con el del consumo. Las desincronizaciones son
una prueba de que el progreso no avanza unitariamente, de que, por
ejemplo, el progreso de la ciencia y la técnica no es equivalente al
progreso social. Se ha desvanecido la suposición, más bien determi-
nista, de que la innovación económica y el desarrollo político vayan
necesariamente de la mano.
Pero no sólo existen conflictos de tiempo porque los diferentes
sistemas no estén sincronizados. Hay también contrastes y disfun-
ciones temporales dentro de cada sistema. Un ejemplo lo podemos
encontrar en el modo en que la economía financiera tiende a impo-
nerse sobre otras dimensiones de la economía. Con el auge y la crisis
de la new economy lo que se puso de manifiesto fue precisamente
la divergencia entre la alta velocidad de los mercados financieros y
las inversiones reales.
Las grandes disfuncionalidades en las que vivimos tienen en su
origen alguna falta de sincronía temporal. La desintegración social
es una consecuencia de una creciente desincronización temporal, la
destrucción del medio ambiente resulta de que los ciclos naturales
de regeneración se encuentran sobrecargados, la pérdida de auto-
nomía personal se sigue de una aceleración social que impide a los
individuos formarse una opinión coherente (Rosa 2005, 110).
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
La sociedad de la Innovación 27

La mayor escala de esa falta de sincronía que caracteriza al mundo


actual se realiza en el contraste entre el tiempo global y el tiempo
local, entre las sincronizaciones globales (financiera, comunicativa,
internet) y las desincronizaciones también globales (desigualdades,
conflictividad, grupos enteros de población, el tercer mundo, fun-
damentalismos…). El desequilibrio es bien evidente y explica las
fuerzas de fondo que operan en los espacios globales: movimientos
migratorios, falta de unidad jurídica, distintas responsabilidades
respecto del medio ambiente, el poder hegemónico que se resiste a
entrar en lógicas de sincronización postsoberanista… La debilidad
de las instituciones para la gobernanza mundial dificulta enorme-
mente la sincronización de un mundo disparatado. La innovación
social se encuentra aquí en un estado rudimentario.
La desincronización también tiene que ver con la desigual uni-
ficación del mundo (que nos hace a todos presentes, pero que no
unifica completamente) o con la multiculturalización de nuestras
sociedades, en las que comparecen distintos grupos con identida-
des diferentes. En ambos casos lo que hay es, o bien unificación del
tiempo sin unidad de lugar (instantaneidad de la comunicación y
los ­mercados financieros), o bien unidad de lugar sin unificación
del ­tiempo (multiculturalidad). La tensión entre unas fuerzas que
unifican pero no diferencian y unas diferencias sin capacidad o vo-
luntad de unificar, entre un tiempo sin lugar y un lugar sin tiem-
po, seguirá ocupándonos mientras seamos incapaces de formular
ló­gicas que permitan una sincronización que no sea impositiva
(Innerarity 2008).
La naturaleza colectiva del tiempo en el que vivimos nos obliga
a unas especiales sincronizaciones, gracias a las cuales se regula la
compatibilidad, la cooperación o la competencia. La política tiene
precisamente como función asegurar la unidad cultural del tiempo
frente a las tendencias de desintegración social, respetando al mis-
mo tiempo el profundo pluralismo social que también se expresa
como pluralismo de temporalidades. Una «política del tiempo» se-
ría precisamente una innovación social que tendría como objetivo
identificar los diferentes planos institucionales que actúan a dife-
rentes velocidades y ritmos de interacción social (Pels 2003, 209).
La democracia moderna es un juego complejo de equilibrios en el
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
28 La sociedad de la Innovación

orden de la velocidad y la lentitud; el pluralismo político también se


refleja como un pluralismo de la temporalidad: el tiempo lento de
la constitución, el tiempo medio de las legislaturas, el tiempo corto
de la opinión pública…
Ahora bien, ¿cómo puede la política organizar un poder sobre ­
el tiempo? ¿Cabe equilibrar la aceleración económica, técnico­
científica y mediática? ¿De qué manera se integran, política y so-
cialmente, la heterogeneidad de las innovaciones? La política de-
mocrática se encuentra máximamente expuesta al peligro de la
desincronización frente a los acelerados desarrollos económicos y
sociales. La principal desincronización entre los sistemas sociales se
debe al desencuentro entre los niveles de innovación económicos,
científicos y técnicos, y nuestra capacidad de tematizarlos política-
mente integrándolos en una totalidad social con sentido.
La autodeterminación democrática de la sociedad requiere unos
presupuestos culturales, estructurales e institucionales que parecen
erosionados precisamente por la aceleración social que promueven
las formas de innovación dominantes. Los procesos de innovación
y aceleración, que en su momento se originaron desde un impulso
utópico, se han autonomizado a costa de las esperanzas de progreso
politico y social. Hoy en día resulta más claro que la aceleración de
los procesos de cambio social, económico y tecnológico despolitiza,
en la medida en que dificulta la sincronización de los procesos y los
sistemas, sobrecarga la capacidad deliberativa del sistema político,
así como la integración social y el equilibrio generacional.
Uno de los principales problemas que se nos plantean es preci-
samente el que se deriva del contraste entre la rapidez de los cam-
bios sociales y la lentitud de la política. Los estados son demasiado
lentos en relación a la velocidad de las transacciones globales. La
formación, la política y el derecho no aguantan el ritmo del mundo
globalizado. Sus instituciones pierden progresivamente capacidad
de configuración sobre los procesos de innovación técnica y econó-
mica. Gobernar se convierte en un problema. Bajo la complejidad
de las exigencias de decidir y la presión mediática de inmediatez,
las instituciones políticas ven reducida su esfera de influencia, en el
mejor de los casos, a la reparación de los daños generados por las
innovaciones económicas y tecnológicas.
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
La sociedad de la Innovación 29

El sistema político se encuentra ante un grave dilema. Por un lado


tiene que adaptarse al desarrollo acelerado de la ciencia y la técnica
para integrar sus innovaciones en el sistema social, pero por otro
no está en condiciones de seguir la velocidad del saber producido.
Mientras que la técnica sigue un curso enormemente acelerado, la
velocidad de los procedimientos políticos está limitada por sus pro-
cedimientos.
Esta es la razón por la cual el estado, que surgió como un ele-
mento dinamizador de las sociedades modernas, aparece hoy como
una figura de la ralentización social. Las administraciones, la bu-
rocracia, se presentan como paradigmas de lentitud, ineficiencia e
inflexibilidad. Todos los procesos de desburocratización o descen-
tralización están motivados por esta presión para acelerar las deci-
siones de las administraciones públicas. Esta búsqueda desesperada
de eficacia explica también el desplazamiento de los procedimien-
tos de decisión desde los ámbitos de la política democrática a otros
escenario más ágiles, pero menos representativos y democráticos. Y
explica también que el ámbito de la administración y la gobernanza
sean uno de los más urgidos por realizar avances significativos de
innovación social.
La dinámica de la innovación desincronizada constituye una
amenaza contra la política en la medida en que representa una
pérdida de la capacidad de autodisposición política de la sociedad.
Hay una contradicción en el hecho de que la vida democrática
supone autogobierno y sin embargo tenemos la conciencia de que
las temporalidades dominantes no nos permiten disponer de no-
sotros mismos. Existe toda una presión para convertir a la polí­
tica en un verdadero anacronismo, para que el mundo carezca de
forma política: las instancias más poderosas en lo que se refiere a la
determinación del tiempo no son democráticamente controladas o
controlables. Algunos anuncian por ello el «final de la política»;
otros, como respuesta a la «ingobernabilidad» de las sociedades
complejas, recomiendan una «desregulación» que representa de
hecho, una capitulación frente a los imperativos del movimien-
to económico. Por eso, nuestro gran desafío consiste en defender
las propiedades temporales de la formación democrática de una
voluntad política, sus procedimientos deliberativos, de reflexión
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
30 La sociedad de la Innovación

y negociación, frente al imperialismo de las exigencias técnico­


económicas y la agitación del tiempo de los medios de comunica-
ción.
La cuestión es saber si, a pesar de la complejidad del mundo
contemporáneo, una sociedad puede, a través de la acción política,
configurar de algún modo su tiempo colectivo, darle un sentido y
resolver los problemas que plantea una aceleración discriminatoria.
Es uno de los principales ámbitos de innovación social si es que
queremos que la innovación no se ejerza contra la sociedad sino en
y para ella.

3. No hay innovación sin sociedad


En la retórica más habitual de la innovación se revela una falta de
comprensión de lo que esta significa: una creación imprevisible,
más bien escasa y siempre social. No existe innovación sin sociedad
por lo que, propiamente hablando, la misma expresión de «inno-
vación social» sería una redundancia; incluso cabría cuestionar la
oportunidad de una terminología que distingue las innovaciones
tecnológicas o económicas de otras que habría que entender como
propiamente sociales. La innovación solamente se da en sociedad y
carece de sentido fuera de un espacio intersubjetivo de aprobación
y reconocimiento. Las innovaciones, esa singular combinación de
novedad y optimación, son artefactos materiales o simbólicos que
los observadores perciben como novedosas y que sirven para me-
jorar lo existente.
Las innovaciones son un asunto social, de entrada, porque se
dan en un contexto social. Las innovaciones no irrumpen en las so-
ciedades desde el más allá; son resultado de practicas y estructuras
sociales. Hay un contexto social que las favorece. Las innovaciones
son un producto interactivo. Ningún inventor genial las produce
en exclusiva. Por muy poderoso o creativo que pueda ser un genio
individual, una innovación no es imputable a un actor solitario,
sino que es debida a la integración de las diversas prácticas (entre
ellas, la creatividad individual, por supuesto) en las que se articula
la división del trabajo. Las innovaciones interactúan socialmente
con otras innovaciones, de manera que se condicionan o disuelven
unas a otras.
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
La sociedad de la Innovación 31

La identificación o atribución de una novedad no tiene lugar fuera


de un contexto. No se trata sólo del contexto social en el que una
innovación es registrada como tal, sino que el juicio de que algo es
nuevo o no depende de estructuras previas, es decir, expectativas y
experiencias, colectivas e individuales (Weick 1998). La caracteri-
zación de una novedad presupone un observador que está en un
contexto social, que califica a una desviación como novedad sobre
la base de unas estructuras de expectativa dentro de un contexto
específico (Luhmann 1994, 216).
El carácter imprevisible de la novedad y su inserción dentro de
una sociedad son dos caras de la misma moneda; la innovación es
imprevisible porque es un asunto social y nadie puede asegurar que
los demás reconocerán como tal una supuesta novedad. No basta
con que haya nuevas ideas para que pueda hablarse de innovación.
Una innovación tiene lugar cuando la idea se traduce en un nuevo
producto o servicio y es aceptada en el mercado. Una innovación es
algo real cuando es producida pero también cuando es reconocida
como innovadora por los demás, que la hacen propia, consumién-
dola o invirtiendo en ella, por ejemplo. La atribución del carácter
de innovación a una novedad requiere un juicio independiente del
sistema que la ha generado. Lo que decide si estamos ante una in-
novación o ante una mera ocurrencia es su aceptación por parte de
la sociedad. De ahí que la innovación sea el resultado de un juicio
social que sólo puede hacerse a posteriori. La experiencia de que
fracasan todos los intentos de definir la innovación, lo nuevo, aten-
diendo a una realidad objetiva, lo que se impone es dirigir la mira-
da hacia los procesos comunicativos de una sociedad en los que se
decide qué ha de entenderse por innovación, en el que se toman en
cuenta los contenidos, pero bajo las condiciones de determinadas
expectativas estructurales.
Donde mejor se comprueba el carácter social de las innovacio-
nes, su emancipación respecto de la creatividad individual, es en el
hecho de su variación histórica. Muchas novedades adoptaron su
forma exitosa en otros ámbitos y la utilidad fue distinta de la inicial-
mente pretendida. El más célebre ejemplo de ello en la historia de la
técnica lo tenemos en el caso del teléfono, que había sido pensado
por Bell para transmitir música, pero que desde Edison se consolidó
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
32 La sociedad de la Innovación

en el ámbito de la comunicación oral (Rammert 1993, 233). Una his-


toria semejante es la del ordenador personal, para los que se espera-
ba una demanda muy escasa y con unas utilidades muy reducidas.
Por eso cabe suponer que la actual forma de muchas innovaciones
está fijada de manera transitoria, ya que puede haber reinvenciones
que la modifiquen y no sabemos aún lo que pueden dar de sí. Las
innovaciones se caracterizan frecuentemente por tener una forma
fluida. Pocas veces el objeto es el mismo al principio y al final de
un proceso de innovación. Una de las causas de esta capacidad de
transmutación reside en el hecho de que la confrontación con nue-
vas ideas suscita en los participantes un proceso de aprendizaje que
lleva a modificar productos y finalidades, adaptándolos a sus ne-
cesidades e intereses concretos. Las mismas innovaciones pueden
ser utilizadas para cosas distintas y no podemos ni determinar ni
predecir absolutamente ese uso que, por su carácter imprevisible,
forma también parte del proceso de innovación.
Incluso cuando la intencionalidad de una innovación estaba
fuertemente predeterminada, la innovación toma pocas veces el
curso previsto. Los procesos de innovación siguen una lógica que
no se muestra ni previsible ni calculable, pero tampoco completa-
mente azaroso. De ahí lo difícil que resulta establecer rígidos mode-
los causa­-efecto para explicar la innovación, pronosticar su curso,
calcularlo económicamente y controlarlo políticamente.
La sociología ha puesto de manifiesto repetidamente hasta
qué punto las innovaciones están sometidas al curso del tiempo;
no siempre coinciden el sentido originario, el pretendido por sus
autores y el consumo que de ellas realizan los demás; desarrollos
posteriores, combinaciones con otros artefactos, reinterpretaciones
del usuario las van modificando con el paso del tiempo. Tan im-
portante como la producción es el consumo de las innovaciones
a la hora de determinar si las hay y en qué consisten. El uso y la
apropiación son los que deciden el éxito o el fracaso de un proceso
de innovación. La teoría de la «difusión» de las innovaciones, por
ejemplo (Rogers [1962] 2006), mostró hace tiempo en qué medida
los clientes y los lugares de aplicación contribuyen decisivamente al
desarrollo de las innovaciones, hasta el punto que se debería hablar
de un «proceso recursivo» (Asdonk / Bredeweg / Kowol 1991) entre
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
La sociedad de la Innovación 33

innovación y difusión. También en este aspecto puede concluirse


que pensar la innovación al margen de sus condiciones sociales de
realización y variación es una abstracción que no hace justicia a
toda la complejidad del fenómeno.

4. No hay sociedad sin innovación


No es posible entender la sociedad moderna sin hacerse cargo de
la centralidad que en ella ha adquirido la institucionalización de
la innovación. La innovación se ha convertido en un motivo gene-
ralizado de acción. El «ubiquitious Innovating» (Braun-­Thürmann
2005, 5) se traduce en el hecho, inimaginable en otras sociedades
o en otros momentos de la historia, de que apenas hay ámbito de
la sociedad moderna que renuncie a observarse desde el punto de
vista de lo que hay que renovar.
La sociedad moderna tiene una especial debilidad por lo nuevo
y que se traduce en diversas dinámicas de innovación en los diferen-
tes ámbitos sociales. En el arte moderno se exige originalidad, pero
no toda propuesta que apuesta por la transgresión encuentra la co-
rrespondiente aceptación; las noticias de los medios de comunica-
ción se orientan por el valor de novedad que ellos mismos crean;
en la política se trata de que los actores principales reconozcan a
tiempo (es decir, antes de las elecciones) los temas políticamente
relevantes a fin de encauzarlos en los correspondientes procesos de
decisión; desde que en la economía se tiene que producir bajo las
condiciones de escasez, para las empresas es muy importante que sus
productos se distingan suficientemente de los de la competencia.
Esta exigencia generalizada de innovar se debe a que un lar-
go proceso de diferenciación y profesionalización ha configurado
instituciones que están especializadas en producir sistemáticamente
innovaciones. Especialmente en las ciencias y en las artes se ha insta-
lado una dinámica que apuesta por extender las informaciones no-
vedosas y sorprendentes. Mientras que la innovación pre­moderna
era concebida como desviación, exorcizada como heterodoxia o
tolerada como genialidad, las sociedades modernas se constituyen
institucionalizando la producción de novedad. Sin este proceso no
podrían entenderse realidades que nos son tan constitutivas como
la conciencia, el gusto o la libertad política.
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
34 La sociedad de la Innovación

La pregunta que todo esto nos plantea es si tiene sentido y en qué


medida hay que hacer algo para favorecer e impulsar la innovación,
en general y concretamente a escala local. La paradoja estriba en
que si algo es verderamente innovador no puede ser el resultado de
una acción intencional; por su propia definición, lo nuevo no puede
saberse con anterioridad; tendría que ser el resultado azaroso de un
descubrimiento, pero nada perseguido expresamente. ¿Hay alguna
posibilidad de escapar de esta contradicción?
De entrada, hay quien parte del supuesto de que las innova­
ciones son algo que se pueden, básicamente, planificar. Si esto fuera
así, entonces las innovaciones surgirían allí donde hubiera un plan
adecuado para producir la innovación y se aplicara consecuente-
mente. Todo esto presupone una concepción funcionalista de las
instituciones y una idea de la acción humana, en general, como
mera implementación de conceptos y modelos teóricos. Es evidente
que el tipo de acción encaminada a favorecer la innovación no pue-
de ser la misma que la rígida planificación que puede tener sentido
a la hora de conseguir otro tipo de objetivos. Propiamente hablan-
do, la innovación es algo que no puede exigirse ni producirse de una
manera decisionista. Lo que está a nuestro alcance es crear las con-
diciones necesarias, aunque no suficientes, en las que puede surgir
y evitar las rutinas o restrictores que la imposibilitan radicalmente.
En esto, la formulación negativa es la más socorrida, pero también
la más razonable teniendo en cuenta el carácter impredecible de lo
que se quiere favorecer. Porque la creatividad, que es el presupues-
to básico de la innovación, no puede ser forzada, ni tiene sentido
determinar previamente qué innovación se debe conseguir. Parece
mucho más lógico plantearse la cuestión de bajo qué condiciones
aumenta la verosimilitud de que se realicen innovaciones y crear
esas condiciones (Wottawa/Gluminski 1995).
Hay un debate paralelo en el que se discute cuál debe ser el
pa­pel de los poderes públicos en lo que se refiere a las políticas de
innovación. Según los principios de laissez faire, la industria sería la
encargada de la innovación, mientras que las instituciones deberían
limitarse al campo de la ciencia y la formación. Esta sería la tradicio-
nal división del trabajo. El estado se ocuparía de la innovación úni-
camente de manera reactiva, para adaptar la legislación a las nuevas
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
La sociedad de la Innovación 35

circunstancias tecnológicas y compensar los efectos negativos que


la innovación produciría sobre el conjunto de la sociedad. Para el
planteamieno más dirigista, el estado debería controlar la innova-
ción, especialmente a través de los grandes proyectos tecnológicos.
Frente a ambas concepciones destaca la comprensión de la política
como poder cooperativo en una red heterogénea, que plantea a la
acción del estado tanto límites como posibilidades. »La intervención
configuradora del estado está limitada hoy más que nunca a establecer
marcos para los contextos de investigación, desarrollo, producción y
aplicación de nuevas tecnologías para actores no estatales, que en gran
medida están auto­organizados y siguen su propia dinámica» (Dolata
2004, 23). Con ello se reconoce que el estado y los poderes públicos
no están en condiciones de planificar procesos complejos de inno-
vación tecnológica, pero que sí pueden establecer las condiciones
generales para las diversas actividades de innovación.
En sociedades complejas y tratándose de innovación se impo-
ne una especial modestia. Las sociedades y su cambio social son
solo limitadamente planificables y gobernables. Ahora bien, a pesar
de la indeterminabilidad temporal, en cuanto al contenido de los
procesos de innovación, sería completamente equivocado, por falta
de actitud anticipativa, abandonar este proceso a la casualidad. Los
procesos de innovación no son sólo procesos económicos, sino que
tienen lugar en un amplio contexto de realidades institucionales,
estructurales y políticas, que a su vez interactúan en espacios regio-
nales y supranacionales. Las fuerzas económicas no son suficientes
para «institucionalizar» la innovación. Es indudable que los pode-
res públicos tienen a su disposición una capacidad configuradora
que favorece la innovación, en la cultura, en la sociedad civil, en las
organizaciones y las instituciones. La cuestión sería entonces qué
condiciones estructurales hay que propiciar para que haya un clima
favorable a la innovación.
Entre estos factores que favorecen la innovación están determi-
nados elementos culturales, que, en parte, pueden propiciarse con
las políticas públicas y en parte se deben a procesos que se inscriben
en el largo plazo. Podría sintetizarse esa cultura en la idea de una
sociedad abierta al aprendizaje, capaz de cuestionar sus certezas,
evidencias y rutinas, de afrontar el efecto desestabilizador que todo
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
36 La sociedad de la Innovación

ello supone. Los sistemas y las sociedades que se orientan por el


aprendizaje ganan la partida frente a los que solo aprenden con di-
ficultad y prefieren decirle a la realidad cómo debería ser.
La sociedad del aprendizaje implica también una nueva cultu-
ra ­en las organizaciones, cuya exigencia de informalidad aumenta
cuando se trata de gestionar el conocimiento y la innovación, asun-
tos para los cuales la organización jerárquica y sectorializada plan-
tea grandes limitaciones.
La verdadera riqueza de las sociedades reside en su saber. La
apelación a la sociedad del conocimiento y la innovación debería
convertirse en un horizonte perseguido con tenacidad, desde las
instituciones y con la colaboración de quienes tienen alguna res-
ponsabilidad en ello, tejiendo así una gran red que ponga en la mis-
ma dirección a las instituciones políticas, económicas y educativas,
los sectores público y privado. El paso hacia la sociedad del conoci-
miento consiste, sobre todo, en darnos cuenta de que la energía de
los talentos es incomparablemente superior a la fuerza de la materia
y de todas sus posibles transformaciones.
La llamada sociedad del conocimiento o del aprendizaje es
un tipo de sociedad que no compite tanto por recursos materiales
como por las destrezas que tienen que ver con el saber en un sentido
muy amplio. La innovación consiste, de entrada, en la capacidad de
distanciarse de las propias rutinas, de lo sabido, de los estereotipos
y en tener la capacidad de no contentarse con lo adquirido. El ma-
yor enemigo de la innovación es contentarse con lo bien que nos
haya podido ir hasta ahora. Por eso la innovación exige, de entrada,
una cultura del riesgo, la responsabilidad y el aprendizaje. Esta es la
clave del dinamismo social y del protagonismo que pueden ejercer
las sociedades. La innovación que resulta de estar en disposición
de aprender es un imperativo general, un valor que afecta tanto a
la organización empresarial como al modelo de convivencia que
hemos de diseñar, tanto a las formas de expresión en el mundo de la
cultura como a las políticas públicas.
En una economía del conocimiento, la innovación es potencia-
da cuando se acierta a configurar sistemas de innovación regional:
«redes empresariales espacialmente concentradas, insertadas socio-
culturalmente y estabilizadas institucionalmente que disponen de las
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
La sociedad de la Innovación 37

ventajas especiales de acumulación, recombinación y aprovechamien-


to de saber técnico en los ámbitos tecnológicos elegidos» (Heidenreich
2000, 89). De entrada, puede parecer algo extemporáneo poner el
foco de la estrategia innovadora en la región o la nación en la era
de la globalización. El saber tecnológico, científico y cultural es pro-
ducido mundialmente; las innovaciones son consumidas a escala
global; gracias a la comunicación y el transporte las distancias es-
paciales pierden significación; incluso a las medianas empresas no
les asusta construir estructuras de producción y distribución globa-
les. Pues bien, en una economía del conocimiento, para sobrevivir
en la competencia global, los recursos están, cada vez más, a escala
local: bajo la forma de conocimientos, capacidades, en las relacio-
nes y motivaciones de los que no disponen los competidores ale-
jados (Cooke / Gómez / Etxebarria 1998; Freeman 1991; Lundvall /
Johnson / Andersen / Dalum 2002; Maillat 1995; Nelson 1993; Porter
1990; Storper 1997). Esta conexión entre la sociedad de la innova-
ción y la revalorización de espacios locales tiene una nueva lógica
que es preciso comprender y aprovechar.
Lo que se está produciendo es una confluencia entre las modi­
ficaciones del orden del espacio y las dinámicas de la innovación.
Durante mucho tiempo, la localidad de las innovaciones fue conce-
bida como una cuestión de competitividad. La cercanía especial de
las materias primas, las vías de transporte, los espacios de acogida
para el incremento de la población; todo esto se consideraba como
favorable para el surgimiento de industrias tecnológicas claves. Tales
factores de competitividad pierden su relevancia cuando decae el
tipo de economía que está en función del suministro de materias
primas y las correspondientes fuerzas de trabajo de la industria
clásica. Este es el punto de partida de las teorías de la sociedad que
diagnostican el tránsito de la sociedad industrial orientada por la
producción a la sociedad postindustrial del conocimiento (Bell
1973; Stehr 1994; Knorr ­Cetina 2000; Willke 2001). Gracias a la ve-
locidad, abaratamiento y extensión de la comunicación, y a la posi-
bilidad que todo ello ofrece de generar conocimiento en forma de
saber experto en todo el mundo, también es posible que trabajen en
un mismo proyecto o producto personas que no están en cercanía
física.
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
38 La sociedad de la Innovación

Pero sería un error pensar que la globalización anula la significación


del espacio local en favor de un sistema mundial desterritorializado
de comunicaciones e intercambios. Con el proceso de globalización,
no se destruye la localidad sino que adquiere una nueva significa-
ción. Mientras que el desarrollo de las innovaciones puede ser im-
pulsado a través de la division global del trabajo, se forman nuevas
redes en la forma de sistemas regionales de innovación. Los estados
nacionales ya no son los únicos marcos de referencia para los pro-
cesos de innovación.
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
La sociedad de la Innovación 39

Bibliografía:
Asdonk, Jupp / Bredeweg, Udo / Kowol, Uli (1991), «Innovation als recursiver
Prozeß. Zur Theorie und Empirie der Technikgenese am Beispiel der
Produktionstechnik», en Zeitschrift für Soziologie 20, 290­304.
Bell, Daniel (1973), The coming of post­industrial society,
New York: Basic Books.
Braun­-Thürmann, Holger (2005), Innovation, Bielefeld: transcript.
Castells, Manuel (1996), La sociedad red, Madrid: Alianza.
Cooke, Philip / Gómez Uranga, Mikel / Etxebarria, Goio (1998),
«Regional systems of innovation: an evolutionary perspective»,
en Environment and planning 30, 1563­1584.
Dalum, Bent (2002), «National systems of production, innovation and
competence building», en Research Policy 31, 213­231.
Dolata, Ulrich (2004), Unfassbare Technologien, internationale
Innovationsverläufe und ausdifferenzierte Politikregime,
Bremen: Artec­Paper nº 110.
Freeman, Christopher (1991), «Networks of Innovators:
A Synthesis of Research Issues», en Research Policy 20, 499­514.
Gillwald, Katrin (2000), Konzepte sozialer Innovation,
WZB­discussion paper P00­519, Berlin.
Hack , Lothar 1998, «Formen der Trennung und Verknüpfung von Technik und
Gesellschaft, en Werner Fricke (ed.), Innovationen in Technik,
Wissenschaft und Gesellschaft, Bonn: Friedrich Ebert Stiftung, 183­200.
Heidenreich, Martin (2000), «Regionale Netzwerke in der globalen
Wissensgesellschaft», en Johannes Weywr (ed.), Soziale Netzwerke,
München: Oldenburg, 87­110.
Innerarity, Daniel (2008), Le futur et ses ennemies, Paris: Flammarion.
Knorr­ Cetina, Karin (2000), «Die Wissensgesellschaft»,
en Armin Pongs (ed.), In welcher Gesellschaft leben wir eigentlich?
Gesellschaftskonzepte im Vergleich, München: Dilema, 149­170.
Kondratieff, Nicolai D. (1926), «Die langen Wellen der Kojuntur»,
en Archiv für Sozialwissenchaften und Sozialpolitik 56/3, 573­609.
Luhmann, Niklas (1994), Die Wissenschaft der Gesellschaft,
Frankfurt: Suhrkamp.
Lundvall, Bengt­Ake / Johnson, Björn / Andersen, Esben Sloth /
Maillat, Dennis (1995), «Territorial dynamic, innovative milieus and regional
policy», en Entrepreneurship & Regional Development 7, 157­165.
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
40 La sociedad de la Innovación

Nelson, Richard R. (ed.), National Innovation Systems. A Comparative


Analysis, New York/Oxford.
North, Douglass C. (1990), Institutions, Institutional Change and Economic
Performance, New York.
Ogburn, William (1969) [1923], Kultur und sozialer Wandel:
Ausgewählte Schriften, Neuwied.
Pels, Dick (2003), «Unhastening Science: Temporal Demarcations in the ‹Social
Triangle›», en European Journal of Social Theory 6, 209­231.
Polsby, Nelson (1984), Political Innovation in America, Yale: New Haven.
Porter, Michael E. (1990), The competitive advantage of nations,
New York: Free Press.
Rammert, Werner (1993) (ed.), Technik aus soziologischer Perspektive,
Opladen: Westdeutscher Verlag.
− (1997), «Innovationen – Prozesse, Produkte, Politik»,
en Werner Rammert / Gotthard Bechmann (eds.), Technik und
Gesellschaft. Jahrbuch 9, Frankfurt / New York, 7­13).
Rogers, Everett M. (2006) [1962], Diffusion of innovations,
New York: Free Press.
Rosa, Hartmut (2005), Beschleunigung. Die Veränderung der Zeitstrukturen
in der Moderne, Frankfurt: Suhrkamp.
Sauer, Dieter/Lang, Christa (1999), Paradoxien der Innovation. Perspektiven
sozialwissenschaftlicher Innovationsforschung, Frankfurt/New York.
Schumpeter en 1939 (1961), Konjunturzyklen. Eine theoretische, historische
und statistische Analyse des kapitalistischen Prozesses, Göttingen.
Simonis, Georg (1993), «Macht und Ohnmacht staatlicher Techniksteuerung»,
en Hergert Kubicek / Peter Seeger (eds.), Perspektive Techniksteuerung,
Berlin, 39­57.
Stehr, Nico (1994), Arbeit, Eingentum und Wissen. Zur Theorie von
Wissensgesellschaften, Frankfurt: Suhrkamp.
Storper, Michael (1997), The regional world. Territorial development in a
global economy, New York: Guilford Press.
Weik, Elke (1998), Zeit, Wandel und Transformation. Elemente einer
postmodernen Theorie der Transformation, München.
White, William (1982), «Social inventions for solving human problems»,
en American Sociological Review 47, 1­13.
Willke, Helmut (2001), Atopia. Studien zur atopischen Gesellschaft,
Frankfurt: Suhrkamp.
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
La sociedad de la Innovación 41

Winner, Langdon (1980), «Do artifacts have politics», en Daedalus 109, 121­136.
Wottawa, H. /Gluminski, I. (1995), Psychologische Theorien für Unternehmen,
Göttingen.
Zapf, Wolfgang (1989), «Über soziale Innovation», en Soziale Welt 1­2, 170­183.
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
42 Recorridos por la innovación

Recorridos por la innovación

Ander Gurrutxaga Abad


Catedrático Sociología. Universidad País Vasco
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
Recorridos por la innovación 43

1. Introducción
El éxito del discurso de la innovación está asociado a las transfor­
maciones estructurales que atraviesan el final de la década de los
noventa y la primera década del siglo XXI. Los últimos años del siglo
XX visualizan mutaciones sociales y económicas y el surgimiento de
paradigmas que intentan entender el mundo que cada vez se ajusta
menos al creado por el orden social de posguerra. La globalización
es el punto de llegada y el punto de salida, interpreta el mundo,
fusiona ideas desde categorías como las de incertidumbre, riesgo,
inseguridad, flexibilidad, precaución, competitividad, productivi­
dad, innovación, caos, entropía, etc. Es importante entre los cambios
que podemos relatar citar la importancia que tiene la emergencia
y difusión global de las tecnologías de la información y la comu­
nicación (TIC), de tal modo que una de las definiciones al uso
«habla» de la sociedad del conocimiento. Los procesos de globali­
zación se anclan sobre las facilidades tecnológicas que crea el des­-
arrollo de este tipo de sociedades. En ellas las finanzas y los merca­
dos se globalizan, los flujos de información por Internet y los medios
de comunicación interconectan sociedades y personas que, hasta
entonces, habían subsistido en ámbitos locales, regionales o nacio­
nales, la transferencia de conocimiento se acelera y la com­plejidad
obliga a preguntarse sobre quién gobierna sistemas tan inestables.
Algunos de sus resultados tienen como consecuencia que el conoci­
miento y la innovación son «nuevas fuentes de riqueza, poder y cali­
dad de vida». La sociedad de la innovación deslumbra y recuerda
que sus interlocutores son la incertidumbre, las paradojas y la
gobernanza que actúa como gestora de la complejidad. Las llamadas
a la innovación son, entre otras, una de las respuestas al universo
plagado de incertidumbres.
La cultura de la innovación genera resultados valiosos en
muchos ámbitos sociales y no sólo entre las empresas con I+D+i.
Existen sectores no tecnológicos (aunque utilicen las TIC), en los
que los procesos de innovación son fomentados o impulsados. En
suma, cabe hablar de sistemas expandidos de innovación, en los
que no sólo se apoya a los procesos de innovación tecnológica,
sino a otras modalidades de la misma. La hipótesis es que la
inno­vación social está asociada a la mejora de la capacidad de las
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
44 Recorridos por la innovación

sociedades para resolver problemas e idear futuros. Se basa en el


conocimiento adquirido para aprovechar la inteligencia social,
vinculando la relación entre los seres humanos con la capacidad a
la hora de enfrentarse al conflicto, la diversidad, el cambio climático,
la cultura, la ciudad y sus nuevos espacios, etc. Se trata de buscar
soluciones originales para pensar y descubrir objetivos nuevos. Si
la innovación social emerge como la capacidad para experimentar
ideas que funcionan a la hora de enfrentarse a metas sociales, la
definición comporta objetivos y agentes intencionales, hace de­
pender los procesos de los sistemas de valores que cada agente,
institución, organización o grupo social promueve. Por otra parte,
se aplica en escalas, es decir, en micro, meso o macrocosmos y en
ámbitos distintos en los que se recoge la distinción entre sistemas
de innovación local, regional, nacional y transnacional (o global).
La teoría de la innovación ha de tener en cuenta, como mínimo,
diversos agentes, tipos, fuentes y escalas de innovación.
Los nutrientes de los que se alimenta el aprendizaje colectivo
están inscritos en el espacio geográfico como código cultural
y humano con el que todos los ciudadanos se encuentran. Esto
indica que son posibles gracias a contextos socio-culturales e
institucionales que generan un clima de confianza y construyen
objetivos compartidos. El resultado es que, al innovar, produ­-
cimos sistemas de tolerancia que aceptan algunos aspectos básicos
de la realidad y modifican otros, se trate de bienes tangibles
–procesos, productos, tecnologías, mercadotecnia– o intangibles
–valores, ideas e instituciones–. Si los procesos tienen éxito, los
aspectos transformados adquieren nuevos usos y sentidos.
Desde mi perspectiva, las sociedades innovadoras consiguen
aunar el capital humano con sistemas educativos de calidad,
con sistemas de políticas públicas y entornos institucionales que
premian las nuevas y buenas ideas. La interconexión e
interdependencia dan como resultado la gestación de bienestar y
calidad de vida de los ciudadanos. Los hechos observan que las
sociedades innovadoras no son la consecuencia directa (relación
causa-efecto) de la aplicación de medidas institucionales o el
resultado de la inversión y la financiación de sus expresiones.
Del mismo modo, innovar no implica seguir la dirección pre­
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
Recorridos por la innovación 45

determinada por una institución específica, sino que las dinámicas


que crea y sobre las que se asienta adquieren rasgos y caminos
diversos en los lugares en los que se difunde. Lo que señalo es que
no todas las sociedades innovan bajo los mismos criterios y con
el mismo ritmo, sino que las instituciones y metodologías que
utilizan pueden seguir trayectos diferentes. El problema aparece
cuando algunas sociedades carecen de dinámicas de innovación.
Estos procesos coinciden con sociedades que no son capaces de
encontrar rutas o respuestas para mejorar la calidad de vida de los
ciudadanos.
La innovación necesita la aportación de factores que están
presentes a lo largo y a lo ancho del planeta Tierra. Así, tiene
relación directa e inseparable con dimensiones como el cono­
cimiento, el aprendizaje, la transparencia, la habilidad, la expe­
riencia, la creatividad, la investigación o la información, pero
también con la transferencia, la difusión, la transmisión y la
implementación de nuevo conocimiento. Todo ello entre personas,
sociedades y generaciones distintas. Los campos de acción
donde florecen son diversos, y no reducibles al ámbito técnico o
empresarial. La expresión artística, los organismos sociales, las
instituciones públicas, los valores y las prácticas culturales se
nutren de mecanismos y recursos socio-culturales que no están
necesariamente sujetos a las prácticas económicas. Por otra parte,
los procesos enseñan que la innovación no sigue la trayectoria lineal
de los reductos trazados por los modelos clásicos de crecimiento
económico. Es decir, la innovación no depende de la inversión y
promoción de resultados promovidos por modelos de desarrollo
económico concretos. Por el contrario, para que pueda favorecerse
el desarrollo socio-económico necesita de «trabajo previo», en el
que confluyen diversos tipos de innovación, como por ejemplo,
el trabajo en equipo de agentes y sujetos, la construcción de
infraestructuras, espacios institucionales desde donde puedan
materializarse las ideas, crear sinergias para definir los objetivos y
afrontar los retos que se presentan. Algunas fases quedan ocultas
en estadísticas, indicadores empíricos y formas de medición, pero,
a la postre, resultan importantes y necesarias porque componen
las bases desde las que se nutre la innovación social.
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
46 Recorridos por la innovación

Tengo la impresión que la innovación de las sociedades y, en


especial, la innovación social muestra un perfil donde el azar, las
contingencias, los aspectos no previstos y no queridos juegan un
papel más importante de lo que los modelos tecnológicos están
dispuestos a reconocer; menos normativo y descontrolado de lo que
plantean los citados discursos. La innovación no sigue un camino
lineal y contínuo en el tiempo. Si analizamos los procesos con
perspectiva histórica descubrimos que no encaran el despliegue
de leyes inmutables que dan como resultado comportamientos y
consecuencias seguras y fiables, sino comportamientos dinámicos,
caóticos e inestables. Desde mi punto de vista, si tomamos el poso
histórico que dejan los procesos y acontecimientos que movilizan
a las sociedades, las innovaciones hay que asociarlas con la
búsqueda de soluciones a problemas cotidianos, al descubrimiento
de nuevos hechos y a su relectura mediante el uso, la praxis y
la experimentación, antes que a la consecución de objetivos
pragmática o racionalmente definidos. Con el tiempo, los obje­
tivos y las primeras ideas se diluyen y modifican, de tal forma
que son el uso, la práctica y la utilidad de lo existente los que
generan el surgimiento de nuevas ideas y objetivos distinguibles.
Lo que quiero indicar es que no siempre existe innovación «para
conseguir algo», sino que se innova improvisando o «por que sale
así».
Una de las ideas que manejo en el texto es que la innovación es
posible gracias a la transferencia de conocimiento acumulado por
innovaciones anteriores, lo que implica que la experimentación
construye el conocimiento específico con el que las sociedades
aprenden, así se preparan para acoger más innovación. El proceso
no tiene por qué responder al ritmo de cambio progresivo o de
mejora permanente, pero en unos y en otros casos da como
resultado el incremento de la complejidad de la sociedad y fomenta
la necesidad de que ésta experimente con más innovación. Una vez
que llega a la fase de consolidación, es frecuente que emerja cierta
fatiga que afecte al proceso de reproducción y provoque cuellos
de botella que abocan a las dinámicas sociales de transformación
al estancamiento. Innovaciones posteriores pueden refrescarlas,
incorporando prácticas, dinámicas novedosas y estructuras ade­
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
Recorridos por la innovación 47

cuadas para en­carar las transformaciones pertinentes que crean


principios que encauzan la fatiga de los procesos.
El tránsito de la modernidad clásica a la modernidad tardía es
el escenario y la tramoya en los que se apoyan algunos de los
hechos que tienen que ver con los paradigmas alrededor de la idea
fuerte de innovación, quizá uno de los más sugerentes, es la recon­-
figuración de la economía, que pasa del valor que tiene la produc-
ción material basada en la energía invertida, al valor del conoci­
miento y a las aplicaciones tecnológicas. Hay que contar, por citar
algunos ejemplos significativos, con el peso de la información,
la revolución en las comunicaciones, el papel de la industria del
consumo o la tensión entre seguridad y libertad en los registros
de la incertidumbre y en las sociedades denominadas del riesgo.
Las enseñanzas son claras; no encaramos el despliegue de leyes in­-
mutables que den como resultado comportamientos y consecuen­
cias seguras, sino comportamientos dinámicos e inestables, aun­
que existen momentos de más o menos desorden, entre el caos y el
orden la relación es más compleja que la de un juego de suma cero.
El imperativo es el del movimiento, importa estar, aunque no se
sepa para qué, ni tan siquiera por qué. El ser miembro de se identifica
con estar en, sobre todo si la pertenencia no tiene que ver con las
reglas de admisión a un club tradicional, aquí basta con teclear la
contraseña o, llegado el caso, pagar la cuota de admisión, no se
pide nada más. Lo específico es que se produce la interconexión
entre los seres humanos y la tecnología, de tal manera que las
redes están dispersas por la abundancia de las redes de interacción
y por el poder del nanocosmos, es decir, por la miniaturización
que penetra en los territorios habituales de la tecnología e invade
los escenarios sociales transformándola en la base de la estructura
material y en la condición sobre la que se erige la vida económica
de las sociedades contemporáneas. Si la innovación es la fuente
principal de productividad, el conocimiento y la información son
materiales del proceso de producción y la educación la cualidad
que garantiza su éxito. Los nuevos productores del capitalismo
son los generadores del conocimiento y los procesadores de
información cuya contribución es valiosa para la empresa, la re­
gión y la economía nacional.
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
48 Recorridos por la innovación

2. Los sentidos de la innovación social


Los éxitos prácticos de la innovación están asociados, tal y como
he dicho, a las transformaciones estructurales que recorren el final
de la década de los noventa del siglo XX. El final de siglo visualiza
transformaciones sociales y económicas, debido a factores diversos.
El que más me interesa resaltar se refiere a la emergencia y difusión
mundial de las tecnologías de la información y la comunicación
(TIC). La actividad científica también cambia debido a que las TIC
se convierten en indispensables para la práctica científica y, sobre
todo, a que las comunidades científicas, las universidades y los
centros de investigación pasan a formar parte de sistemas nacionales
de I+D+i (investigación, desarrollo e innovación), que tienden a
ser transnacionales y supranacionales, al menos en el caso de los
EEUU de América y la Unión Europea. Esa transformación de la
ciencia puede resumirse diciendo que el conocimiento científico,
que fue un fin en sí mismo durante la época de la ciencia moderna,
hoy deviene un medio. El conocimiento es más valioso en la medida
en que genera tecnologías y, en particular, innovaciones. La ciencia
de la época industrial experimenta una mutación convirtiéndose
en tecno-ciencia. Su objetivo no es conocer el mundo sino trans­
formarlo. Puesto que la mayor parte de la tecnociencia está
impulsada por la iniciativa privada y por las empresas de I+D+i, el
objetivo de muchas líneas de investigación consisten en posibilitar
innovaciones que aumenten la competitividad y la productividad
de las empresas que invierten en I+D+i y que gracias a su capacidad
para innovar, generan riqueza y adquieren poder, pudiendo re­
invertirlo en investigación. En suma, la clave de la economía es la
innovación, incluida de forma muy significativa, la economía de
la ciencia.
Este hecho tiene su pequeña historia, la OCDE y el Eurostat
publicaron en 1992 la primera edición del Manual de Oslo, que
se convierte en el principal estándar para los estudios nacionales
e internacionales de innovación. Conforme los sistemas lo­
cales, regionales y nacionales de innovación han crecido, se ha
comprobado que la innovación tecnológica –que siguiendo a
Schumpeter el Manual en 1992 dice que es la principal fuente
del crecimiento económico– no es la única modalidad relevante
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
Recorridos por la innovación 49

de innovación. En la segunda edición de este Manual (1997) se


subrayó la importancia de la innovación en el sector servicios.
En su más reciente edición (2005) se distinguen cuatro tipos de
innovación: de productos (bienes y servicios), de procesos, de
organización y de mercadotecnia. Los procesos de innovación
económica y socialmente relevantes son mucho más variados de lo
que pensaron Schumpeter, sus seguidores y, en general, la reflexión
económico tecnológica sobre ellos.
Paralelamente, otras entidades e instituciones han llamado
la atención sobre otro tipo de innovación, la innovación social.
La Young Foundation británica aporta una definición de la social
innovation, que oponen a la business innovation. Para ellos, las
innovaciones sociales son «actividades y servicios que surgen para
satisfacer alguna necesidad social y que son predominantemente
desarrolladas y difundidas por organizaciones cuyos objetivos son
prioritariamente sociales» Asimismo aportan una definición muy
general de innovación («ideas nuevas que funcionan»), que ha sido
adoptada por el Gobierno británico en la formulación siguiente:
«explotación exitosa de nuevas ideas que funcionan». En la medida
en que las nuevas ideas se orienten hacia objetivos científicos,
tecnológicos, empresariales, sociales, políticos, educativos, cul-
turales o artísticos, tendríamos diferentes modalidades de inno­
vación, promovidas por distintos agentes innovadores. Sin
embargo, la definición británica tiene el inconveniente de tener
únicamente en cuenta las innovaciones exitosas, siendo así que
buena parte de los procesos innovadores fracasan, como el propio
Manual de Oslo señala y cualquier agente innovador comprueba
con frecuencia. Una cosa es una propuesta innovadora y otra
distinta su desarrollo y explotación, que puede tener éxito o no en
base a diversos factores.
La definición de innovación contiene otros ingredientes
como, por ejemplo, el desarrollo y la explotación de ideas nuevas
que satisfacen objetivos valiosos, además de asumir el fracaso de
aquello que se intentan y no germinan. Dicha definición comporta
objetivos y agentes intencionales, hace depender la innovación de
sistemas de valores que cada agente, institución, organización o
grupo social consideran relevantes y promueven, corrigiendo el
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
50 Recorridos por la innovación

sesgo económico que tienen los estudios de innovación desde el


origen. Por otra parte, se aplican en diversas escalas, es decir, en
escalas micro, meso o macro y en ámbitos distintos con lo que se
recoge la distinción tradicional entre sistemas de innovación local,
regional, nacional y transnacional (o global).
Podríamos definir la innovación social de manera concreta
diciendo que se preocupa por la realización de actividades y por
la adquisición de servicios innovadores motivados por objetivos
que intentan resolver necesidades, problemas y demandas de tipo
social, y están promovidas por organizaciones cuyas principales
metas son sociales. Es importante diferenciar la innovación social
de la innovación de procesos organizativos, de la innovación
empresarial, de la tecnológica y científica. Estas últimas tienen
una orientación hacía el mercado, están destinadas a mejorar los
procesos productivos que afectan a la mejora de las tecnologías
en las cadenas de producción y a las personas que trabajan en la
organización. Por ejemplo, la flexibilización de horarios, el trabajo
en equipo, la importancia del liderazgo, la destrucción de las
jerarquías organizacionales clásicas, el intercambio y la difusión
del conocimiento adquirido a través de las intranets y extranets
organizacionales, etc. Todas éstas son innovaciones orientadas a
la mejora del rendimiento y motivación del personal dentro de la
organización buscando la maximización de beneficios. A diferencia
de la innovación social, los tipos de innovación con vocación
tecnológica están orientados al mercado, pretenden incrementar la
productividad y la competitividad de las empresas, así como lograr
objetivos empresariales específicos.
Estamos, después de esta breve apertura, en disposición
de plantear la pregunta que encabeza el apartado, ¿qué es la
innovación social y cuáles sus sentidos? Nuestra respuesta es que
es el proceso de aprendizaje que se refiere a individuos aprendiendo
a resolver problemas en interacción con otros que, en el proceso
aplican, intercambian, buscan y crean conocimiento. Los espacios
donde ocurre son «espacios interactivos de aprendizaje». Estos
pueden constituirse en muchas partes; sin duda en empresas,
en la interacción entre éstas y los equipos de investigación, en
el espacio público, en las acciones de intercambio de ideas entre
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
Recorridos por la innovación 51

agentes sociales y grupos académicos, en el interior de la sociedad


civil o en el intercambio entre distintas generaciones. Pueden iden­
tificarse factores como el apoyo a incentivos grupales, libertad
de pensamiento y acción, actitudes experimentales hacia la reali­
dad; incluso la apertura en relación con las propias creencias;
estimulación interdisciplinaria y de experiencias múltiples; acceso
a todo conocimiento y dato disponible; recursos dispersos o el
manejo tolerante de los fracasos.
Entendidos de esta manera los espacios de aprendizaje, su
construcción depende de que haya gente capacitada para identificar
conocimiento relevante respecto de un problema, que identifique
el conocimiento y se organice para obtenerlo. Sin embargo esto no
es suficiente. Para que ocurran es necesario tener oportunidades
para enfrentar problemas colectivamente.
Las sociedades que emprenden procesos de cambio y trans­
formación «saben» que deben aunar la construcción de procesos
productivos con nuevos productos y nuevas tecnologías y con la
capacidad para impartir y trasladar los conocimientos a las nuevas
generaciones ¿Cómo? Mediante el uso intensivo y extensivo de la
educación en todos sus grados, promoviendo la socialización en
el sistema de méritos entre la ciudadanía, alentando el valor del
riesgo y la inversión, apoyando iniciativas individuales y colectivas,
protegiendo el desarrollo de las empresas, generando bienestar
entre los ciudadanos, además de garantizar el uso institucional
de políticas honestas comprometidas con los objetivos definidos y
con el Estado que garantiza el cumplimiento de las posibilidades
del sistema.
En realidad, para muchos autores resulta complicado
hablar de innovación social. Ello se debe a que el concepto de
innovación social engloba factores de carácter intangible difíciles
de medir ¿Cuáles son los mecanismos que miden la implicación
y la importancia que tienen las personas dentro y fuera de la
organización empresarial para la producción de innovaciones?
Puede contestarse a esta pregunta diciendo que las personas lo
son todo y los mecanismos que utilizan son decisivos para medir
la innovación dentro y fuera de las mismas (la organización del
tiempo, el organigrama empresarial, el grado de cooperación y
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
52 Recorridos por la innovación

comunicación dentro de las organizaciones y la identificación


de sugerencias y modos de actuar definidos e instaurados por
el personal, la compatibilidad entre la vida pública y privada de
las personas dentro de la organización etc.). También puede
contestarse diciendo que el concepto de innovación social no
puede ser comprendido si no se enmarca en el contexto «global»
en el que nos encontramos, donde la importancia de las personas y
las relaciones que mantienen con el entorno empresarial, familiar,
social, público, político, académico, educacional, generacional etc,
están interconectadas de forma que todo nos afecta e influye a la
hora de tomar decisiones o de progresar en nuestras vidas.
Dentro de este marco, los conceptos fundamentales son
los de: «trabajo en red», «complejidad», «cooperación», «inter­
cambio», «flexibilidad», «tecnología», «comunicación», «investi­
gación,«capital social», «capital humano». La gestión permite hablar
de innovación social y del impacto de ésta en la conformación de lo
que se denomina sociedad del conocimiento.
Desde mi punto de vista, hay tres formas diferentes de entender
el concepto de innovación en general y el de innovación social en
particular. La primera tiene que ver con la idea de que la innovación
es un proceso de tipo lineal que oscila entre la investigación básica
y el desarrollo tecnológico; con el uso que de ella realiza la sociedad
y su inclusión o exclusión dentro de los procesos productivos
o de uso cotidiano en los cuales participan las personas. Desde
este punto de vista, innovación no habría más que una, aquella
que se produce en los centros de investigación y que más tarde se
instaura en los centros de desarrollo tecnológico. Su aceptación o
su denegación social son simples formas de imitación. Por tanto,
en esta perspectiva, la sociedad no innova, la sociedad difunde,
imita y utiliza aquellos productos inventados por los centros
tecnológicos y de investigación y, del mismo modo, estos centros
incorporan para sí, las innovaciones tecnológicas producidas por
otros centros. Así, unos inventan y los otros imitan.
En la segunda, la innovación incluye la definición anterior
(proceso lineal) pero trata de interconectarla con las estructuras
productivas y con los sectores económicos cuyas vinculaciones
son imprescindibles para entender las formas en que se conforman
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
Recorridos por la innovación 53

los procesos de innovación. Esta visión introduce conceptos


referentes a la organización en red de la empresa con los centros
de investigación y el carácter complejo que surge de esa relación.
De esta manera, la innovación no lo será, si no se ha utilizado o
aceptado en el entorno productivo y dentro de los sectores eco­
nómicos. La innovación ya no hace referencia única a productos
de tipo tecnológico sino que incluye formas nuevas y dinámicas
de gestión organizacional o de nuevas técnicas de publicitación
de productos dirigidos al mercado (Manual de Oslo). Introduce y
considera a las personas que dentro de una empresa se organizan y
se dotan de nuevas formas de funcionamiento para la consecución
de los principales objetivos de la misma. La novedad en las formas
(TIC’s, alta tecnología de producción, nuevas formas de dirigirse al
consumidor, nueva visión de la organización, permite innovaciones
a otra escala) introduce cambios en el organigrama empresarial,
mayor flexibilidad en el funcionamiento, mayor responsabilidad
entre sus componentes y una dinámica de «marchar» por el mundo
empresarial realmente innovadora, y amoldada al funcionamiento
de la «nueva cultura del capitalismo global».
La tercera se desliga de las concepciones que asocian el
término innovación con el de «invención». La innovación, desde
mi punto de vista, supone un proceso de cambio evolucionado
en el conocimiento o en la acción en torno a cualquier dimensión
social, política, cultural o económica de la vida. En este sentido, no
tengo en cuenta el significado de innovación en un único sentido,
sea tecnológico, económico o organizacional, es decir, el vinculado
exclusivamente al mundo de la empresa. Desde el punto de vista
social y cultural, la innovación se presenta como la confluencia
de múltiples actores sociales que participan los unos con los otros
compartiendo información y conocimiento dentro de las redes
sociales en la cuales el grado de participación o «capital social», es
crucial para la mayor difusión de la red. Cuanto más amplia es la
red, más compleja se vuelve y mayor información fluye en ella.
El resultado son innovaciones que surgen como el producto
de la convergencia de pequeños procesos de cambio dentro de
las distintas redes en las cuales se mueven esas personas que
acaban conformando una red. Un ejemplo de estos procesos son
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
54 Recorridos por la innovación

los movi­mientos culturales que están en la vanguardia. Me refiero


a la moda, el arte o la música. Sus redes sociales de interacción
acuden a las mismas celebraciones, conciertos, exposiciones, bares,
fies­tas. Viven y se reservan determinados espacios urbanos donde
montan sus negocios. Tienen sus propias revistas y catálogos de
tendencias. Existe mucha imitación pero también un grado de
intercambio de información y conocimientos donde la última
novedad mejora la anterior y todos los elementos dentro de la
red participan de esta novedad y la conocen e incorporan a sus
colecciones o a sus obras. Cualquier elemento sirve para mejorar,
puede ser software informático de diseño, nuevos sintetizadores
electrónicos, nuevas técnicas de composición. Todo sirve y todo
es compartido y utilizado. Estamos ante una red de innovación
social. Este concepto de innovación es aplicable en cualquier
ámbito (económico, científico, político etc.).
En este sentido, la sociedad del conocimiento es el contexto
estructural en el que se pueden dar los mecanismos y los procesos
necesarios para innovar de forma rápida y efectiva. Su cultura reúne
y comparte información puntera, utiliza las últimas novedades,
el pilar básico son las personas y la capacidad que tienen para
comunicarse, para reducir distancias compitiendo, imitándose,
incorporando lo nuevo y haciéndolo mejor. La sociedad del cono­
cimiento es una mentalidad de trabajo y convivencia en la cual
se engloban los procesos procedentes de la revolución tecnológica
y comunicacional, incluyendo las dinámicas de trabajo y
organización asociadas a la nueva gestión pública, la inteligencia
emocional, la gobernanza o la participación en el capital social.
M. Castells, por ejemplo, resume el cambio de prioridades
cuando dice que se constata, desde las empresas, que conforme
se globaliza el mercado y se diversifica la demanda, es esencial
el diseño cultural, psicológico y social de productos y procesos.
La identificación de la demanda variable, en un contexto
diversificado globalmente, crea un enorme mercado para el
trabajo y la investigación del conocimiento social aplicado. Son los
científicos sociales y no los ingenieros los que pueden observar e
interpretar las pautas culturales emergentes que, además de crear
mercados, tienen sentido para la gente, de forma que el sistema de
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
Recorridos por la innovación 55

producción se adapte no sólo a la demanda, sino al deseo individual


o colectivo.
Con otros intereses y metodología, historiadores de grandes
ciclos advierten que lo que explica la riqueza de las naciones no
son sólo las ventajas materiales sino los valores inmateriales –la
cultura– y las instituciones, sin que esto sea óbice para olvidar que
el agente primario de la transformación es la aceleración del cambio
tecnológico. El resultado es que los caminos por los que transitan
la innovación son diversos; algunos suponen modificaciones
profundas en lo que se puede realizar y en las formas en que se hace,
otros innovan a una escala de menor alcance. El no participar del
club de los primeros no impide participar del club de los segundos,
el problema es estar fuera de ambos.
Esto implica que la innovación, desde el punto de vista
analítico y empírico, tiene ámbitos de actuación, es decir, no sólo
tiene incidencia en la organización económica de las empresas o
en los sistemas de producción, sino en otro ámbitos, como por
ejemplo, en la organización de la educación – ¿quién discute hoy, ­
por ejemplo, la asociación entre el éxito en los procesos de
modernización, la transición hacia la sociedad del conocimiento
y el éxito escolar? No es baladí la apreciación que se hace de que
los países y las sociedades que mejor lo han resuelto –véase, por
ejemplo, la categorización que crea el Informe PISA sobre el estado
de la educación entre los países de la OCDE– las tensiones que
provoca el proceso educativo son aquellas que han sabido innovar
y han creado marcos para la creatividad de la educación infantil,
con aquellas que mejor han resuelto los problemas del crecimiento.
Hay también una asociación alta entre la inversión en I+D+i
y el éxito en la innovación, de igual manera que los países que
redistribuyen bien los impuestos gestionan mejor la riqueza de la
sociedad, tal y como lo refleja el coeficiente Gini, o qué decir cuando
unimos la relación entre el índice de transparencia democrática,
el coeficiente Gini y el éxito en los procesos de modernización
económica y social; o por qué no referirnos al funcionamiento
de las instituciones como una de las explicaciones más factibles
cuando citamos el valor del éxito alcanzado por muchas sociedades
en los procesos de modernización. En eso está explícito un tema;
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
56 Recorridos por la innovación

no se necesita ocupar los primeros lugares en la producción de PIB


o en la jerarquía de la renta per cápita para hacer las cosas bien;
lo que requieren son sociedades bien gobernadas, con capacidad
de redistribución de la renta, bajos índices de corrupción, buenos
sistemas sanitarios y una extendida enseñanza pública obligatoria,
además de una progresiva inversión en I+D+I.
El hecho que resalto es que la innovación se expresa en
ámbitos distintos, en dimensiones diferentes, se funda en procesos
concretos y utiliza unos u otros mecanismos sociales. Vamos a
desarrollar esto con algo más de detalle.
1. Ámbitos. Con esto indico que los ámbitos de la innovación
son importantes; no sólo se innova en los procesos productivos
o con las técnicas de la tecnología aplicada, sino que hay otros
ámbitos –macro, meso y micro– donde la innovación tiene un
papel relevante, véase, a modo de ejemplo, el mundo de la escuela
y de la educación en general, las administraciones públicas,
las organizaciones privadas, el universo de las organizaciones
del Tercer Sector, el mundo de la cultura, las organizaciones
vecinales, el mundo asociativo de la sociedad civil, el universo de
la política, en especial con el «invento» de la participación política
–sea con la constitución de foros, con la administración directa
de presupuestos –sobre todo– en los municipios, con la masiva
introducción de las nuevas tecnologías de la información en los
procesos de participación, los foros ciudadanos y así un largo
etcétera; en la venta de productos, sobre todo, en el marketing de
las instituciones dedicadas al ocio y consumo.
2. Dimensiones. Pero además de ámbitos la innovación tiene
diversas dimensiones –macro, meso y micro–. Este es un hecho
a tener en cuenta ya que en muchos momentos se confunden las
dimensiones llegándose a conclusiones donde sólo lo que se innova
a gran escala tiene sentido. No debemos olvidar que, en ocasiones,
las pequeñas transformaciones en ámbitos micro tienen relevancia
porque las transformaciones macro suelen ser improbables sin
innovaciones a menor escala y, sobre todo, sin la interiorización
por parte de los individuos de que la innovación es un bien
público. No olvidemos que las innovaciones novedosas juegan con
los procesos de transformación y con la relevancia concedida al
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
Recorridos por la innovación 57

papel de los sujetos, individuos concretos captados y convencidos


de que son emprendedores y que su participación en esos procesos
importa mucho. Llevando el argumento hasta el extremo lógico
sería situarnos ante la cuestión que se pregunta; ¿es posible la
democracia sin demócratas?, de igual manera, ¿es posible innovar
sin individuos innovadores?
3. Procesos. Es relevante, en tercer lugar, analizar con detalle
los procesos que sostienen los procesos de innovación. Hay pro­
cesos macro, micro y meso, pero se sabe que unos y otros están
encadenados, aprovechan las sinergias y la interconexión e inter­
dependencia que rigen las «leyes de la innovación» ¿Por qué digo
esto? Pues porque no se conoce proceso alguno con éxito donde estos
ingredientes no se hayan dado con mayor o menor contundencia.
Lo que quiero indicar es que no se pueden obtener resultados en
ámbitos concretos si éstos no desatan y extienden sus posibilidades
a otros ámbitos y a otra escala y si unos y otros no aprenden de las
sinergias, se interconectan y se hacen inter­dependientes.
4. Mecanismos. De igual manera, los mecanismos concretos
que los procesos de innovación incorporan responden a la
cuestión; ¿cómo se construye la innovación? Seguir al detalle los
mecanismos que se emplean es una enseñanza fundamental en
el conocimiento de los procesos de innovación, es dicho de otra
manera, construir mapas etnográficos de estos procesos.
Su análisis desata cuatro ejes claves y tres dimensiones
significativas. En la primera de ellas está el ámbito donde ésta
se produce; en el segundo el tamaño; en el tercero los procesos
y en cuarto lugar, los mecanismos concretos que emplean. El
modelo analítico tiene presente que las dimensiones, –micro,
meso y macro– marcan la constitución de formas y fórmulas de
innovación que hay que seguir y comprender porque ellas señalan
la dinámica real sobre qué es exactamente la innovación social.
Por lo tanto, la idea es que una economía basada en el co­no­
cimiento soporta el desarrollo y la legitimación desde la inno­
vación, en ella deben implicarse la capacidad para participar en
actividades que demandan conocimiento, es decir, actividades en
las que ésta se crea, aplica y comparte. Algunas de las actividades
tienen que ver, i) con el conocimiento explícito; ii) investigación
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
58 Recorridos por la innovación

y desarrollo, formal o informal; iii) capacitación, también formal


o informal; iv) búsqueda de información relevante para el área de
actividad que se trate; v) otras, en cambio, apuntan a facilitar la
expresión y emergencia de lo mucho que sabemos sin saber decirlo;
el conocimiento tácito. Tal y como he expresado, los ámbitos en los
que ambos tipos de conocimientos se integran son aquellos en los
que individuos con saberes pertinentes y diversos interactúan en
la búsqueda de soluciones a los problemas, es decir, en los espacios
donde la gente innova.
Los tipos de innovación cuentan con agentes que los promue-
ven, pero también con barreras y resistencias significativas. Es
preciso identificar los factores y agentes que promueven las diversas
moda­lidades de innovación, pero también los factores y agentes
que las dificultan. Una de las formas más eficaces de promover
la cultura de la innovación consiste en eliminar las barreras y
resistencias que impiden que ésta se desarrolle.
En resumen; no sólo innovan los científicos, tecnólogos y
empresarios (modelo CTE). El modelo lineal, simbolizado en las
siglas I+D+i resulta insuficiente para analizar los diversos procesos
de innovación que se desarrollan en las sociedades complejas, y en
particular en las sociedades de la información y el conocimiento.
La gobernanza de los sistemas de innovación presta atención a las
fuentes y agentes de innovación, y ello conforme a los tipos antes
señalados. Asimismo, se han de considerar las buenas prácticas que
se desarrollan en otros sistemas de innovación. La transferencia e
intercambio de conocimiento y de buenas prácticas son las fuentes
básicas de innovación. Éstos son abiertos y son la condición
indispensable para la difusión de las innovaciones. No sólo
innovan los fabricantes y productores, también los distribuidores,
suministradores y usuarios de bienes y servicios, y ello en los
sectores de producción y servicios, incluido el sector público.
Independientemente del sector, hay que detectar las iniciativas
innovadoras en las redes de producción, distribución y utilización,
así como en la prestación de servicios. Los vínculos y flujos de
conocimiento entre los agentes han de ser estudiados con detalle,
así como la emergencia de líderes de cada subsistema. También hay
productores, distribuidores, suministradores y usuarios que son
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
Recorridos por la innovación 59

reticentes a la innovación, si no reacios. Identificar esas barreras y


resistencias en los ámbitos sociales resulta clave.

3. Consecuencias de los procesos de innovación


Vamos a ver algunas consecuencias de los procesos de innovación
cuando se aplican a la organización económica y humana en
las sociedades del presente. El aprendizaje –tal y como señalé
cuando propuse el concepto de innovación–, tiene raíces sociales
y territoriales e implica que la competitividad se construye
gracias a interacciones con arraigo en el ámbito local, aunque
sea para conseguir proyección global. Sabemos que los espacios
locales generan formas diversas de conocimiento y que esto traza
diferencias con la capacidad de innovación de los agentes sociales,
empresas y territorios y por supuesto, con la ventaja competitiva
del entorno particular.
Se sabe que los procesos de innovación social tienden a concen­
trarse en territorios urbano-metropolitano (aglomeraciones) ¿Por
qué ocurre esto? Porque se dan las condiciones que propician el
surgimiento de innovaciones, por ejemplo, la acumulación del
soporte técnico (recursos humanos cualificados, infraestructuras
tecnológicas, universidades, centros de apoyo, capital de riesgo,
etcétera), además de las ventajas de la proximidad espacial y la
concentración de recursos y agentes. Las preguntas son, ¿cómo se
generan los efectos de innovación y el aprendizaje que favorecen
la productividad y la competitividad de empresas y entornos
sociales? ¿Es suficiente reunir en el espacio los agentes, los recursos
y las infraestructuras? Los procesos de innovación superan la
interpretación tecnológica y/o económica, de tal forma que
capturan la complejidad de los procesos que acontecen en espacios,
en ámbitos y en escalas no directamente económicos –tales como el
medioambiente, los ámbitos socioculturales (artístico, educativo o
de servicios sociales) o el contexto institucional–. Las situaciones de
aprendizaje que innova son consecuencia de la cultura compartida,
a través de ésta favorecen las redes de confianza.
Una de las consecuencias de lo apuntado es que innovar
implica crear sistemas de tolerancia para aceptar aspectos
básicos que sustituyen a los existentes, se trate de bienes tangibles
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
60 Recorridos por la innovación

–procesos, productos, tecnología, mercadotecnia–, o intangibles


–valores, ideas e instituciones–, de forma que cuando los procesos
tienen éxito los aspectos transformados se convierten en aspectos
transformadores y adquieren nuevos sentidos. Los usos y las
posibilidades abiertas aparecen como motores de innovación.
1 D. Edgerton. En este sentido, D. Edgerton1 por ejemplo, propone un enfo­
Innovación y Tradición. que histórico de la innovación que traslada la atención «de lo
Crítica. Barcelona. 2005
nuevo a lo viejo, de lo grande a lo pequeño, de lo espectacular
a lo mundano, de lo masculino a lo femenino, de lo rico a lo po­
bre». Aunque su trabajo se centra en la historia de la tecnología,
advierte, de forma inteligente, sobre la imposibilidad de separar la
innovación tecnológica del contexto económico, político, social y
cultural y de otras innovaciones que acontecen en los contextos en
los que se desenvuelve. En el análisis de las dinámicas innovadoras
debería considerarse que éstas se producen en la confluencia de
múltiples factores procedentes del ámbito tecnológico, económico,
institucional, social y cultural.
La perspectiva observa que las sociedades innovadoras son las
que consiguen amalgamar el capital humano, el sistema educativo
de calidad, extensivo a la gran mayoría de ciudadanos, el sistema de
políticas públicas, entornos institucionales que apoyan la asunción
de riesgos, premia las nuevas ideas y pone a disposición de las
empresas incentivos y crea mecanismos concretos que construyen
estructuras de oportunidades desde donde reforzar la relación entre
los sistemas de I+D+i y el sistema universitario. El resultado es que
genera bienestar y calidad de vida entre los ciudadanos. Innovar
no significa seguir la dirección predeterminada por instituciones
políticas o empresariales, sino que las dinámicas adquieren rasgos
peculiares allá donde se expanden. Ciertamente, no todas las
sociedades innovan por igual y bajo los mismos criterios, sino
que las bases institucionales adoptan trayectorias diferentes. El
problema surge cuando se observa que algunas sociedades carecen
de dinámicas de innovación, éstas coinciden con sociedades y
países que no son capaces de encontrar caminos ni respuestas para
2 El texto de T. Friedman es
mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
La Tierra es plana. Para explicar el hecho tengo que tener en cuenta algunas cosas.
Martinez Roca. Madrid. 2007. Thomas Friedman2 señala que el problema al que se enfrenta el
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
Recorridos por la innovación 61

país que quiera tener un papel en el mundo reside en creer que con
las reformas al por mayor está todo hecho. Hace falta un proceso
profundo de reforma, un proceso al que llama reforma al por
menor ¿qué es? Es algo más que abrir el país al comercio exterior,
a la inversión extranjera o realizar unos cuantos cambios desde
arriba con políticas macroeconómicas. Eso es la reforma al por
mayor. La reforma al por menor pasa por haber hecho reformas al
por mayor. Hay que fijarse en cuatro aspectos clave de la sociedad:
infraestructuras, organismos reguladores, enseñanza y cultura.
La idea de la reforma al por menor consiste en capacitar al mayor
número posible de los ciudadanos a disponer del mejor marco legal
e institucional en el que innovar, montar empresas y convertirse
en socios atractivos para los que deseen colaborar con ellos desde
cualquier lugar del mundo. La pregunta es, ¿por qué unos países
superan ese escollo de la reforma al por menor, con unos dirigentes
capaces de movilizar a la burocracia y a la ciudadanía en apoyo de
estas micro-reformas más dolorosas y que exigen más de todos, y
otros países tropiezan y se dan de bruces?
La respuesta que ofrece el autor abre varias posibilidades. La
línea argumental es interesante para explicar por qué unos países
se «enganchan» a la red de innovación y otros no. Hay dos aspectos
relevantes. Uno, el grado de extroversión de la cultura: ¿hasta qué
punto está abierta a influencias e ideas extranjeras? ¿Qué tal se da
globalizar? El otro, más intangible, es el grado de introspección.
Con esto apuntan a un hecho, ¿hasta qué punto hay un sentido
de solidaridad nacional y un interés en el desarrollo? ¿Hasta que
punto hay confianza en la sociedad para que los extraños colaboren
entre sí? y ¿hasta que punto las elites del país se preocupan por las
personas y están dispuestas a invertir en casa, o son indiferentes
a los pobres de dentro de sus propias fronteras y les interesa más
invertir fuera? La respuesta más fiable, como apunta Friedman,
estriba en que cuanto más se globalice de forma natural una
cultura, mayores será la ventajan que tenga el país.
No obstante, los datos de los recursos que un país requiere para
modernizarse, innovarse y lograr tasas de desarrollo económico y
bienestar no son factores que se dibujen sobre páginas de papel
en blanco, sino opciones que diseñan el presente y el futuro de las
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
62 Recorridos por la innovación

3 Los textos más interesantes sociedades. D. Rodrik 3 señala que los países que han logrado un
de Dani Rodrik son crecimiento económico a largo plazo combinan las oportunidades
Has globalization gone too far?
que ofrecen los mercados mundiales con las estrategias de
Institute for International Econo-
crecimiento que movilizan las capacidades de las instituciones
mics. Washington. 1997.
The global governance of trade as domésticas y los inversionistas. El diseño de la estrategia de
i f development really mattered., crecimiento es más difícil cuanto más fácil es la implementación de
en www.undp.org/bdp. políticas de integración típicas. Es más difícil porque las limitaciones
Free trade optimism. Foreign del crecimiento son específicas del país y no responden a recetas
Affairs. Mayo-junio. 2003
estándar. Pero es más fácil porque una vez que esas limitaciones
se han tornado en cuenta, cambios políticos simples pueden dar
buenos resultados económicos y comenzar un ciclo de crecimiento
y reformas adicionales. Ninguna de las medidas, a la postre deter­
minantes para sostener, por ejemplo, el incipiente proceso de
desarrollo económico de los países emergentes, está sostenida por
la ortodoxia de las agencias económicas internacionales. Hay otro
dato a tener en cuenta; pocos de los experimentos funcionan bien
cuando se les transplanta a otros contextos, los procesos subrayan
la importancia decisiva de las condiciones locales. Como señala
Rodrik, simplemente no hay alternativa para un plan de negocios
hecho en casa.
La innovación necesita la aportación de dimensiones presentes
a lo largo y a lo ancho del planeta. Así, tiene relación con variables
como el conocimiento, el aprendizaje, la habilidad, la experiencia,
la creatividad, la investigación o la información, pero también
con la transferencia, difusión, transmisión e implementación de
todo ello entre personas, sociedades y generaciones. A través de
las interrelaciones entre los diferentes aspectos, la concentración
geográfica y la difusión en la sociedad, encuentra las herramientas
y los recursos de funcionamiento. Por tanto, los campos de
acción donde florece son diferentes y no están reducidos a un
ámbito concreto, sea técnico o empresarial. En consecuencia,
en los procesos de innovación y aprendizaje participan agentes,
agencias y estructuras –instituciones públicas, empresas, centros
tecnológicos, universidades, usuarios, investigadores, educadores,
técnicos– que interactúan en el espacio geográfico e institucional
gracias a los recursos y mecanismos socio-culturales que en­
cuentra en el contexto inmediato. Los agentes interaccionan en
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
Recorridos por la innovación 63

agencias que utilizan mecanismos institucionales compartidos 4 Entre los más intereresan-
y convenciones sociales reconocidas por todos, específicas para tes están los siguientes;
Hamalainen, T.J. (2007):
cada entorno cultural e institucional. Los nutrientes de los que se
Social Innovations, Institu­
alimenta el aprendizaje colectivo que innova están inscritos en el
tional Change and Economic-
espacio geográfico a modo de código cultural y humano en el que Performance: Making Sense
todos se encuentran y reconocen. of Structrual Adjustment
Resumiendo lo apuntado quisiera destacar que, 1) hay que Processes in Industrial Sectors,
diferenciar tipos de innovación; 2) ésta pasa por fases; inicio, Regions and Societies.
Finland: SITRA.
maduración y estancamiento; 3) existen metodologías para
Hancke B., Rhodes, R. &
canalizarla según el campo de acción del que se trate; 4) es fruto Thatcher, M. Beyond
de la confluencia de diversos recursos o fuentes –capital, humano, (2008): Varieties of Capi-
intelectual, económico social y cultural– y de mecanismos que talism. Oxford: Oxford
provocan la interacción entre ellos; y 5) completa recorridos University Press.
Hértier A (ed) (2002):
específicos en cada uno de los espacios geográficos en los que se
Common Goods- Reinventing
expande.
European and International
Governance. Ronoman and
4. Contextos estructurales y espacios de innovación Litterfield Publishers Inc.
La sociedad del conocimiento se erige como referente socio- Heynen, N.; Kaika, M.;
económico, una vez que la organización socio-económica de la Swyngedouw, E. (2006): In
The Nature of Cities. Urban
sociedad industrial se desconfigura. Diversos estudios y experien­
Political Ecology and the
cias4 señalan que los contextos de innovación están condicionados Politics of Urban Metabolism.
por un conjunto de variables como las siguientes; altos niveles London: Routledge.
de cooperación entre actores a nivel local, regional y nacional en Hildreth, Paul M. &
instituciones públicas y privadas, en instituciones educativas, en Kimbel, C. (2004): Know-
ledge Networks: Innovation
centros de investigación, en el asociacionismo denso de una rica
Through Communities of
sociedad civil, articulada y con capacidad para crear consenso social
Practice. IGI Global.
en los grupos que promueven el cambio y la adopción de buenas Hilpert, U. (2003): Regiona-
prácticas buscando el equilibrio entre la apertura a innovaciones lization of Globalized Innova-
en los ámbitos social, económico y cultural; con buenos sistemas tion: Locations for Advanced
de gobernanza locales para crear políticas sociales efectivas con industrial development and
disparities in participation.
implicación y participación ciudadana; cualificación profesional
London: Routdlege.
de la población del entorno geográfico; el nivel educativo de los Hilson, M. (2008):
ciudadanos, bajos niveles de exclusión social, concentración y The Nordic Model:
tasas de empleo en el sector TIC –empresas e industrias del cono­ Scandinavia since 1995.
cimiento– el sistema de transporte con conexiones eficaces internas Chicago: Reaktion Books.

que unen diferentes puntos del territorio, instituciones culturales


de calidad; un sistema educativo de excelencia, producción de
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
64 Recorridos por la innovación

nuevos conocimientos en la investigación científica, número de


patentes, artículos científicos, concentración de centros de in­
vestigación; tasas demográficas con cohortes de edad jóvenes;
buena logística e interconexión internacionales; descentralización
y autonomía local de los municipios y barrios en los procesos de
tomas de decisiones y planificación y diseño urbano en las ciudades
que acogen industrias y laboratorios del conocimiento.
Las variables actúan de manera interdependiente, no es
necesario que todas se encuentren en la misma proporción y en los
países donde suceden las situaciones que producen los espacios de
innovación, pero sí que aparezcan algunas de ellas. Teniendo esto
en cuenta hay tres modelos preferentes, diferenciados entre sí, según
la forma en la que organizan la relación entre i) las regulaciones y
funciones que se atribuye el Estado; ii) el papel del mercado; iii) la
regulación y la inversión financiera; iv) el sistema institucional del
que se dotan; v) las instituciones e infraestructuras construidas
para favorecer la transferencia de conocimiento y vi) la cultura de
la innovación.
La caracterización de los patrones permite identificar las
formas de los territorios inteligentes, que con ciertas variaciones
se reproducen sobre sus ámbitos geográficos de influencia. Voy a
describir los tres más significativos;
A) Ha hecho posible la aparición de la experiencia de Silicon
Valley en la zona sur de la Bahía de San Francisco en los Estados
Unidos de América. No hay duda de que se trata del caso más
representativo de los territorios inteligentes que se han reproducido
bajo esquemas similares en otras zonas de EE.UU. –véase, por
ejemplo, la Ruta 128 en Massachusetts–. Este modelo constituye la
vanguardia histórica en la época de la transición hacia la sociedad
del conocimiento y aunque se imita en otros países, en ninguno ha
alcanzado la relevancia del original. El modelo se caracteriza por
que en él se minimizan las regulaciones estatales en la economía
para dar margen de maniobra al mercado y ofrecer el contexto
donde operar. El sistema se orienta a la igualdad de oportunidades
desde una perspectiva individual, con recompensas a los que
tienen éxito. Otra de las características es la existencia de cinco
universidades que circundan la región y propician la concentración,
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
Recorridos por la innovación 65

cooperación y competencia entre gentes bien formadas en


conocimiento tecnológico e innovación social, además de abastecer
cada año las necesidades de masa crítica a las empresas instaladas
en la zona. Por otra parte, es importante el papel del capital riesgo,
auténtico motor de la financiación en la innovación creativa del
entramado norteamericano. En resumen; son la conjunción de la
desregulación, la opción por el éxito individual, la financiación
mediante operaciones de capital riesgo, la existencia del entramado
universitario con universidades investigadoras de excelencia y
la permeabilidad del sistema institucional, las que facilitan la
transferencia de conocimiento y explican el éxito del sistema de
Silicon Valley.
B) Otro modelo se encuentra en los países nórdicos. Se
contrapone respecto al modelo citado, por la combinación entre
crecimiento económico, desarrollo del Estado de Bienestar y
creación de escenarios estratégicos de desarrollo de espacios de
I+D+i. Aunque cabe hablar de diferencias entre los países, puede
decirse que hay un patrón nórdico que es influyente en otros
países de la Unión Europea. Por su singularidad, entre todos los
países el caso específico de Finlandia puede tomarse como el más
representativo, aquí se cumplen las características del modelo
nórdico. Entre ellas destaca, sin duda, la concepción del Estado
y del mercado que estos países tienen, con una clara orientación
social que no se entiende en clave de limitación sino de apertura de
posibilidades. El bienestar social se sitúa en el centro del sistema y
las funciones adquiridas por el Estado son el ejemplo de ello, como
en el caso del sistema de enseñanza o en el sistema sanitario. En
el caso de Finlandia, las actuaciones gubernamentales están volca­
das en diseñar escenarios estratégicos de acción donde el objetivo
básico en conducir al país hacia la sociedad del conocimiento y del
desarrollo tecnológico, con un papel protagonista de las agencias
gubernamentales: el Consejo de Política Científica y Tecnológica,
la Agencia Nacional de Tecnología (TEKES) y el Fondo para
la Investigación y el Desarrollo (SITRA). Entre ellas favorecen
la cadena de buenas prácticas con resultados sorprendentes en
términos de desarrollo económico e innovación social. En este
caso, los elementos relevantes son; el papel del Estado, la capa­
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
66 Recorridos por la innovación

cidad de éste para diseñar el sistema institucional adecuado a


los requerimientos de la sociedad del conocimiento, un sistema
de enseñanza que forma y educa en la ideación de futuros, la
financiación a cargo de la administración pública y las empresas
privadas, en especial las orientadas a la fabricación de productos
propios de la sociedad del conocimiento –no puede entenderse este
sistema, por ejemplo, sin el relevante papel de la empresa Nokia,
que es el símbolo del desarrollo económico y el tractor y motor del
desarrollo tecnológico finlandés–. El resultado es la simbiosis entre
Estado, sistema institucional, escenarios educativos, financiación
a las buenas prácticas y desarrollo empresarial, todo ello sin aban­
donar la lógica impresa en el Estado del bienestar.
C) El tercero es el que con variedades regionales se extiende
por el Este y el Pacífico de Asia, donde se encuentran enclavados
países como Taiwán, Singapur, Corea del Sur y Hong Kong – los
llamados Tigres Asiáticos, que siguen la estela marcada por Japón y
ahora se abren paso por las regiones costeras de China. Por tanto, el
modelo asiático se enraíza en países con dimensiones relativamente
pequeñas, a excepción de China. Los polos de crecimiento se
sitúan en regiones con particularidades especiales. Este es un dato
importante a la hora de entender el papel que el Estado desempeña
en estas experiencias, organizando y regulando por completo la
vida económica, social y cultural, además de la política. Las élites
políticas y corporativas están interrelacionadas en el sistema
de clanes familiares, hasta el punto que resulta complicado
representar la separación. En este contexto, las prácticas de las
instituciones gubernamentales y el diseño de las políticas públicas
están dirigidas por esas élites y orientadas, como el caso de
Singapur, a actividades intensivas en tecnología, petroquímica,
servicios financieros, y a las exportaciones, exigiendo inversiones
significativas en el sistema educativo. Esto provoca que estos
países sean ejemplos de economías de rápido crecimiento, consti­
tuyendo uno de los ejemplos más paradigmáticos de la salida
del subdesarrollo que rompe con el binomio modernización
económica–Occidente.
¿Qué elementos son los más destacados en las tres experiencias
citadas? Las resumo en cinco factores, 1) la capacidad del sistema
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
Recorridos por la innovación 67

de innovación del país. Ésta no se da de forma aislada en empresas


o sectores específicos, se originan en medios de innovación,
territorialmente articulados y conectados a través de redes
informáticas y de transporte con otros medios y modelos que se
movilizan en otros espacios o en el interior de las redes globales.
Los contextos de innovación se alían e interconectan a través
de redes globales, de tal manera que la interdependencia y la
interconexión son signos distintivos de esos espacios. Conocer
quienes son los aliados, quienes los vecinos y con quién se quiere
estar son las preguntas que deben encontrar respuestas en los
países que transitan por los espacios de innovación en la sociedad
del conocimiento.
2) La calidad de las universidades y la efectividad de los
mecanismos de articulación del sistema educativo con las
empresas. Las universidades son importantes para la producción y
difusión de conocimientos, la formación de los recursos humanos
necesarios y el procesamiento y aplicación de la información con
base en dichos conocimientos. Cuando el sistema universitario
es débil e insuficiente caben dos reacciones. La primera es hacer
un esfuerzo público para crear y/o mantener universidades de
investigación de calidad, adaptadas a las características del entorno
y a las exigencias que la sociedad hace de sí misma. Acertar con el
modelo y construir la excelencia es la condición para obtener el
éxito en el desarrollo de la sociedad. El segundo se encuentra en
la articulación entre el descubrimiento y la investigación; entre
universidad, empresa y administración. Si no existe o es débil
hay que fomentar la relación. Esto no supone anular algunas de
las partes, al contrario, hay que conducir el sistema buscando la
autonomía de las partes, pero utilizar el conocimiento aprendido
parece la vía fundamental para mantener fluida la articulación y,
sobre todo, para saber que la relación se construye a lo largo de los
años.
3) Es significativa la situación de los recursos humanos en la
economía de la innovación y el conocimiento. Los hechos a tener
en cuenta son la importancia de la educación y las condiciones de
vida de los trabajadores. En este caso, las referencias varían ¿Por
qué digo esto? porque mientras que en Finlandia, el estado del
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
68 Recorridos por la innovación

bienestar es el factor decisivo en proporcionar trabajo estable y de


calidad, en EEUU, en cambio, con una educación pública deficitaria
y un desarrollo bajo del estado del bienestar, la inmigración es la
forma esencial para obtener los recursos humanos necesarios. En
el sudeste asiático, la importancia del estado y la capacidad para
plasmar estrategias de crecimiento y desarrollo resultan en cambio
claves.
4) Se cita la necesidad de tener una cultura emprendedora
basada en los valores de la innovación. El hecho es relevante,
siempre que no se mitifique ni transforme simplemente en retórica
pública. En los ejemplos expuestos, por ejemplo, en Silicon Valley,
los innovadores fueron allá, no nacieron allí. Fueron en búsqueda
de las oportunidades que creaba el espacio de innovación
constituido alrededor de las universidades de la región y de las
facilidades otorgadas a la creatividad y el riesgo. Crearon empresas,
que en sus comienzos eran pequeñas, muchas luego se hicieron
grandes. En Finlandia, en cambio, fueron las grandes empresas
desde donde nacieron los emprendedores. Lo que las experiencias
empíricas demuestran –el caso del sudeste asiático es llamativo
a este respecto– es que la innovación y la cultura emprendedora
son hijas de la necesidad. Se emprende en innovación cuando no
queda otra alternativa más que arriesgarse. Por otra parte, no
siempre se innova en el circuito productivo. Hay innovadores e
innovaciones que no nacen del ciclo productivo, sino jugando con
la dimensión cultural. La cultura innovadora se funda en el placer
de crear y compartir con los que forman parte de la comunidad
del conocimiento, sean mediante la cultura hacker o mediante
actividades que no buscan en el ciclo productivo el destino usual
de sus productos. A veces, más que el ciclo productivo tiene
importancia el nivel de conocimiento tecnológico alcanzado por
la sociedad. La cultura y el sistema universitario vivo, de calidad
y flexible parecen condiciones sine qua non del surgimiento y la
reproducción del espíritu emprendedor.
5) Los recursos financieros invertidos en el desarrollo del
sistema. En todos los sistemas de innovación existen sistemas
basados en el capital riesgo y en las ayudas públicas a las
mejores iniciativas en I+D+i. En la mayoría de casos exitosos de
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
Recorridos por la innovación 69

política regional centrada en la innovación, la financiación del


emprendimiento se ha revelado como un mecanismo esencial.
La conclusión es que el contexto tiene sus especificidades que
habrá que tener en cuenta, entre otras cosas porque ni la estructura
industrial de los países es la misma, ni las oportunidades de
negocios o la estructura social siguen los mismos derroteros ni la
tradición cultural responde a los mismos parámetros. Los cinco
factores citados se encuentran en todas las experiencias, es decir,
el nivel educativo, la libertad de innovar, la creatividad cultural,
la flexibilidad institucional y la financiación de la creación,
son condiciones necesarias para crear y consolidar espacios de
innovación. Dicho de otra manera; sin políticas de innovación,
sin un buen sistema universitario y educativo, sin una estructura
social adecuada a las necesidades del entorno, sin una cultura
que active y proteja la creatividad, la construcción de espacios de
innovación resulta problemático. Lo que quiero indicar es que si
la sociedad construye su proyecto productivo a partir de su poso
cultural y educativo puede prosperar en la era de la globalización,
aunando calidad de vida, crecimiento económico y capacidad de
creación.
Las dinámicas sociales que ponen en marcha las innovaciones
son procesos con un alto componente socio-cultural. La
identificación, la confianza, el reconocimiento, la confidencia,
la seguridad, la colaboración e incluso la competencia juegan un
papel en los momentos innovadores. El intercambio y la interacción
bajo normas de reciprocidad y asociación proporcionan la base
fundamental desde donde se nutre la cultura de la innovación y, en
definitiva, desde donde se impulsa el desarrollo socio-económico.
Al respecto, por ejemplo, Richard Florida5 sugiere que las ciudades 5 Ver los libros de este autor.
creativas y dinámicas crean entornos abiertos a la creatividad y Los tres más sugerentes son;
Florida, R. Cities and the
diversidad. Las sinergias que resultan de las combinaciones de la
Creative Class. Hardcoverr
creatividad cultural o artística con la capacidad emprendedora y
2005;
de innovación tecnológica son la clave de la prosperidad en la era The Rise of the Creative Clase.
del conocimiento. Las sinergias se dan en entornos localizados Paperback. 2003; y
donde las personas con talento eligen no solo trabajar sino vivir– Who´s Your City?
el caso de Silicon Valley es sugestivo al respecto–. La ventaja Hardcover. 2005

competitiva de las ciudades está en la capacidad para crear, atraer


una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
70 Recorridos por la innovación

y retener la fuerza de trabajo que juega el papel significativo en


la producción del conocimiento y la innovación. El talento es
retenido en ciudades-región, pero no en cualquier ciudad-región.
En la economía globalizada una parte de la creación de valor se
basa en activos intangibles, los factores decisivos tienen que ver
con características de los lugares que los hacen atractivos para la
clase creativa depositaria del «talento». Esta fuerza de trabajo es
atraída hacia lugares que tienen una masa crítica de personas y
actividades creativas. Es decir, las personas se ven atraídas hacia las
comunidades y poblaciones donde se concentran otras personas
creativas que aunque son similares en términos ocupacionales,
tienen identidades diversas.
Frente al capital humano, entendido como bien individual,
la creatividad emerge como bien colectivo relacional, es la
parte visible de los usos comunitarios que requieren trabajo en
equipo y vínculos sociales comunes. El elemento decisivo en el
comportamiento económico y la competitividad de las ciudades
es el carácter social de las mismas; es decir, los lugares que ofrecen
mayor calidad de vida y que mejor acomodan la diversidad son los
que tienen más capacidad para atraer y retener el talento y los más
eficaces en la generación de actividades intensivas en tecnología.
De esta manera, se pone el énfasis en los ecosistemas creativos y en
las condiciones necesarias para su creación, el papel de la tolerancia
destaca como la variable social de la creatividad.
Según el análisis empírico de las regiones más activas en
I+D+i, la tolerancia es la dimensión social que mejor discrimina
a la hora de crear el ecosistema para atraer y/o retener talento,
así como para favorecer situaciones de innovación. Los espacios
territoriales mutan en espacios sociales y desarrollan una cultura
tolerante son denominados «ecosistemas creativos»¿Qué quiere
decir? que desde el punto de vista social están abiertos a nuevas
personas que pueden relacionarse e interactuar sin barreras ni
prejuicios para producir ideas nuevas (inmigrantes, bohemios,
minorías activas). Por tanto, el tipo de entorno social abierto a la
innovación en cualquier plano (artístico, sexual…) encaja con el
estilo de vida de la comunidad del conocimiento que equivalen a la
etiqueta tradicional de trabajadores del conocimiento (científicos,
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
Recorridos por la innovación 71

ingenieros,.) más los profesionales creativos (arquitectos, diseña­


dores, artistas). Estos grupos tienen en común verse atraídos por
ecosistemas abiertos, sin prejuicios y tolerantes. De esta forma,
la tolerancia y el talento se refuerzan. En concreto, hay una
relación positiva entre el capital social del que se impregnan, el
desarrollo socio-económico y la cultura de la innovación. Esta
última se convierte en el caldo de cultivo de la sociedad abierta en
la que predominan las relaciones sociales basadas en lazos débiles
consistentes y en la confianza generalizada. En este sentido, las
economías del conocimiento no son la base de la cohesión social,
más bien sucede que determinadas formas de cohesión social son
la base de las economías del conocimiento. El mantenimiento de la
cohesión e integración social más que una carga para los Estados
son un mecanismo decisivo para el desarrollo socio-económico.
La cultura específica de los diferentes espacios son los recursos
de la identidad individual y colectiva y de la integración social,
facilitan la producción de bienes públicos y de diversos elementos
que sitúan a la ciudad-región en el nicho específico de los mercados
internacionales. La disolución de los factores intangibles de la
región corre el riesgo de provocar problemas de fragmentación
social y de rupturas en la cadena de innovaciones. En estos casos, la
consecuencia es la construcción de un círculo vicioso que frena la
formación de capital social y los bienes públicos para el desarrollo
regional.

5. Las trayectorias de la innovación


La racionalidad y el control de las buenas ideas son los componentes
básicos de la innovación social pero es problemático argumentar
que éste es el mecanismo principal de desarrollo. El modelo de
ensayo y error utilizado, por ejemplo, por la Young Foundation
para explicar la dinámica de la innovación contiene un sesgo, a
mi parecer significativo, al plantear el triunfo de la racionalidad
y de lo adecuado en los procesos de innovación, donde cada
error se solventa con una solución. No comparto esta perspectiva
porque, al contrario, hay que detenerse y comprender aspectos
como son, por ejemplo; el peso de las inercias, las consecuencias
no deseadas de la innovación y los errores fatídicos sin solución.
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
72 Recorridos por la innovación

Contrariamente a esta perspectiva, la innovación no sigue un


camino lineal y continuo en el tiempo, como si éste pudiese
mantenerse estable y sin variaciones sino que si analizamos los
dilemas del cambio social con perspectiva histórica descubrimos
que no encaramos el despliegue de leyes inmutables que dan como
resultado comportamientos y consecuencias seguras y fiables sino
comportamientos dinámicos e inestables, lo que quiere decir que los
sucesos implican cambios cuando las perturbaciones aumentan en
intensidad o en frecuencia y que la reconstrucción de algo parecido
a un orden puede ser azarosa y requerir el aporte de elementos
novedosos en la arquitectura de lo social. En este contexto, innovar
significa aceptar la necesidad de la transformación y convertir la
transferencia de conocimiento en el medio e instrumento de este
objetivo.
Es problemático asociar la innovación a la conquista de
objetivos concretos y perceptibles de forma diáfana, en especial
cuando se trata de diferentes tipos de innovación social y cultural.
La innovación, como he explicitado en el primer apartado del texto,
sobre todo si se observa desde la perspectiva temporal de larga
duración, dominada por la complejidad y el azar, no nace siempre
de una idea tipificada o de fines prefijados. Pensar en una línea
continua entre idea y práctica innovadora, aunque se contemplen
en ella el éxito y el fracaso, deja de lado las innovaciones no
predichas, no pensadas o no proyectadas así como los resultados
imprevistos que pueden ser válidos para nuevos usos ¿Acaso las
pequeñas transformaciones que pasan inadvertidas a corto plazo
en instituciones como la familia y la vida cotidiana no pueden
considerarse parte sustanciales de la innovación social y cultural?
¿Acaso no existe innovación en los ámbitos cotidiano o artístico
sin que existan objetivos instrumentales? Con el tiempo los
objetivos se diluyen y modifican, de tal forma que son el uso, la
práctica y la utilidad de lo existente lo que provoca el surgimiento
de nuevas ideas y objetivos. No siempre existe innovación «para
conseguir algo», sino que ocurre que se innova por improvisación
o «porque sale así».
Teniendo esto en cuenta, hay que detenerse a reflexionar sobre
las dificultades y complicaciones que encuentran en su devenir la
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
Recorridos por la innovación 73

innovación.. El movimiento entre fases diferentes provoca que la


difusión se parezca más a la trayectoria en forma de «S», que a una
trayectoria lineal, tal y como plantea el clásico trabajo de E. Rogers6. 6 Rogers, E. M. (1995),
A la vez, es posible gracias a la transferencia de conocimiento Diffusion of Innovation,
Free Press, New York.
acumulado por innovaciones anteriores. El proceso no tiene por
Nutley, S.; Davies, H.; Wal-
qué responder al cambio progresivo y de mejora constante pero
ter I. (2002), Learning From
da como resultado el incremento de la complejidad. Suele ocurrir the Difussion of Innovation.
que una vez que se llega a la fase de consolidación, emerge cierta
fatiga que afecta al proceso de reproducción y provoca cuellos de
botella que abocan a estas dinámicas al estancamiento e incluso
puede terminar llevando a la sociedad al colapso. Posteriores
cambios pueden refrescarla, incorporando nuevas prácticas,
dinámicas novedosas y estructuras adecuadas para encarar las
transformaciones pertinentes, creando principios que encaucen
la fatiga de los procesos, pero en todos los casos incrementando
la complejidad. Con la gestión de los procesos citados crece la
complejidad, de forma que queda atrapada en la vorágine de las
preguntas sin respuestas y en la eterna lucha contra la contingencia,
el azar y los problemas imprevistos o no deseados.
En este sentido, la innovación no puede comprenderse como
la solución basada en la racionalidad formal capaz de solventar
problemas económicos, empresariales, sociales, ambientales
y culturales, sino como el conjunto de recetas aprendidas que
provocan episodios que cuestionan soluciones diseñadas e intentos
de resolución. De la innovación no siempre se recogen beneficios
sino que, como de forma ilustrativa analizó J. Diamond7 puede 7 Ver el texto de J. Diamond.
desembocar en la prosperidad y el desarrollo de las sociedades o Colapso. Debate. Barcelona.
2006.
en el colapso y el fracaso de las mismas debido a la mala gestión
de los recursos del entorno. De la misma forma, la innovación
no es beneficiosa de forma universal sino que puede provocar
la perpetuación del desarrollo geográfico desigual. El aspecto
esencial se encuentra en la forma de difusión y expansión, sin
las cuales cualesquiera de sus dimensiones queda anulada. Para
8 Lester, R; Piore, M.
que prospere es fundamental que la reinterpretación de los viejos
(2004), Innovation –The
problemas o las soluciones que proceden del grupo innovador, Missing Dimension,
calen en la sociedad o en una parte representativa de la misma8. La Harvard University Press.
innovación individual existe pero es efímera si no consigue que las Cambridge Mass.
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
74 Recorridos por la innovación

9 Sirva como ejemplo un prácticas sean seguidas por otras personas y se institucionalicen
extracto del citado texto, don- en estructuras concretas. La innovación necesita contextos
de se explica el surgimiento
adecuados y terreno donde cultivarse. De forma similar, recientes
de la Revolución Industrial:
estudios sobre las dinámicas de la innovación destacan el valor
«en realidad, el elemento
crucial que determinó el curso de las interacciones que promueve y la conectividad que segrega
de los acontecimientos fue la antes que, por ejemplo, los stocks de conocimiento que se puedan
globali­zación; y principal- encontrar en espacios geográficos concretos. Una de las conclu­
mente por dos motivos. En siones que se pueden extraer del trabajo de historiadores –como
primer lugar, la globalización
R. Robertson, D. S. Landes, D. Christian, MacNeill, Osborne– es que
es un resultado de las acciones
de los seres humanos. Conecta
la construcción del tiempo global es el impulsor de excepcionales
entre sí pueblos y comunidades innovaciones a gran escala capaces de transformar las estructuras
de forma novedosa. Pero las socio-económicas de buena parte del planeta. Tanto la revolución
interrelaciones no generan neolítica, la revolución científica, la revolución industrial y la
necesariamente igualdad. En
transiciones actuales hacia las sociedades del conocimiento, son
segundo lugar, simplemente la
fruto de la interacción humana, de la creación de grandes redes que
velocidad de la difusión a lo
largo del siglo XIX hizo impo- conectan pueblos, ciudades y personas, transfiriendo información
sible que las transformaciones y conocimiento por las articulaciones creadas gestando estructuras
ocurrieran de modo indepen- de interdependencia, la resultante es la interconexión de diferentes
diente. La transformación del partes del mundo9.
Neolítico tuvo lugar de forma
gradual a lo largo de varios
6. Los sedimentos sociales y la cultura de la innovación
miles de años en al menos siete
lugares diferentes bastante in- La corriente historiográfica citada comparte una perspectiva que,
dependientes unos de otros. Las aplicada a la comprensión de los acontecimientos históricos en
poblaciones humanas eran en- escalas temporales amplias, pone el énfasis en las redes humanas,
tonces muy pequeñas y estaban
huyen de perspectivas basadas en la excepcionalidad para explicar
menos interconectadas. Pero
el cambio y las dinámicas de la innovación, tanto en sentido
incluso bajo esas condiciones
tan distintas la agricultura tecnológico como social, cultural, político y económico. Las redes
se extendió igualmente a casi humanas que permiten interconectar el mundo y globalizarlo son
todas las partes del globo por ante todo redes de transferencia de conocimiento e información
medio de la difusión. Diez mil que tienen, en todos los casos, capacidad para sostener procesos
años mas tarde en un mundo
interactivos de aprendizaje e innovación. Una vez que se comparten
ya globalizado y altamente in-
terrelacionado, no podía haber
de forma masiva, la consecuencia es la aceleración de las dinámicas
espacio para transformaciones innovadoras en los espacios conectados.
independientes, por mucho que La cultura de la innovación es la base desde la que nuevas
algunos países se hallasen pró- tendencias de cambio consiguen expandirse en la sociedad, con­s­
ximos al cambio o por mucho
truyendo el clima favorable al cambio y a nuevas expectativas. En
que pueda aventurarse que
definitiva, es causa, consecuencia, parte sustancial y motriz de la
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
Recorridos por la innovación 75

instauración pausada de un nuevo modelo de sociedad que arti­ cien o doscientos años después
cula la economía, la sociedad, la ciencia y la tecnología, sobre la se hallarían cercanos a el.
En esta ocasión la difusión fue
cultura que trata de resolver los problemas y los conflictos que
demasiado veloz como para
genera el desarrollo de los sistemas complejos. Las redes humanas
permitir transformaciones de
y la cultura de la innovación no nacen de la nada, ni se alimentan modo independiente.
del vacío, sino que se construyen sobre soportes y anclajes pre­ Y fue veloz debido a la prime-
existentes que las hacen funcionar y permiten su reproducción. ra oleada de globalización.
El despliegue lleva tiempo y presenta rasgos diferentes en diversos La revolución industrial fue
su criatura. (Robertson, op.
espacios geográficos. En consecuencia, no es la cultura la que puede
cit. 2005: 147). Ver los textos
incorporarse de forma directa y fulminante, a través de medidas de R. Robertson; Las Tres
institucionales, ni la que se refiere a nuevos valores sociales ante Olas de la Globalización.
la ciencia y la tecnología, sino que es la cultura construida con Alianza. Madrid. 2004.
paciencia, que especifica los límites y las posibilidades de las De D. S. Landes. La Pobreza
y la Riqueza de las Naciones.
dinámicas de innovación. La cultura permite la expresión de la
Crítica. Barcelona. 2002, de
articulación temporal entre agentes, agencias y recursos inter­
D. Christian. Los Mapas del
actuando en espacios y situaciones de innovación para hacer frente Tiempo. Crítica. Barcelona.
a las fricciones y barreras que encuentra en los contextos histórico, 2006
político y social. De hecho, no consigue calar con fuerza a menos J/F. MacNeill. Las Redes
que los soportes produzcan las sinergias productoras del cambio. Humanas. Critica. Barcelona.
2007.
La existencia de las condiciones que acabo de citar no pre­
R. Osborne. Civilización.
supone la creación inmediata, necesita tiempo de maduración Crítica. Barcelona. 2008,
donde las sinergias puedan crear códigos compartidos de intereses son una muestra valiosa de
y confianza., en definitiva son el fruto del carácter interactivo entre cómo cambia la perspectiva
agentes, agencias y recursos que construyen redes de transferencia cuando se mira la construc-
ción de la era global con una
del conocimiento y espacios sociales de innovación y aprendizaje.
gran perspectiva histórica.
No hay duda que esas dinámicas tienen un componente socio-
cultural. La identificación, la confianza, el reconocimiento, la
confidencia, la seguridad, la colaboración e incluso la competencia
juegan el papel esencial en esos momentos, más allá incluso de la
necesidad de que existan diferentes ámbitos y unidades que he
citado como partes de la dinámica. El intercambio de ideas bajo
relaciones de reciprocidad, articulación y asociación proporcionan
la base social desde donde se nutre la cultura de la innovación y
se impulsa el desarrollo socio-económico. Pero, ¿cuáles son los
soportes fundamentales de las redes sociales que posibilitan la
interacción, la comunicación y el aprendizaje colectivo? Esta pre­
gunta conduce a considerar las dimensiones sociales y culturales
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
76 Recorridos por la innovación

que posibilitan que en algunos espacios geográficos florezca las


relaciones de asociación y confianza.
Diversas corrientes intentan responder a esta cuestión. La
más conocida es la que pone el énfasis en la idea de capital social.
El concepto se fija en los factores que posibilitan la creación de
códigos compartidos, cosidos socio-culturales y relaciones
duraderas. Uno de los textos para comprender el juego social que
10 Putnam, R. propone la teoría del capital social es el de R. Putnam10 «Solo en
Solo en la Bolera. Galaxia la Bolera». En él describe empíricamente el «colapso y posible
Gutenberg. Madrid. 2002.
resurgimiento de la comunidad». El autor dice lo siguiente, «el
pág. 545.
reflujo de la vida comunitaria durante las últimas décadas ha sido
silencioso y engañoso. Advertimos –dice Putnam– sus efectos en
los intersticios de nuestras vidas privadas sometidas a tensión y en
la degradación de nuestra vida pública, pero las consecuencias más
serias nos recuerdan a la antigua adivinanza de salón ¿Qué le falta
a este cuadro? El debilitamiento del capital social se manifiesta en
cosas que se han desvanecido casi sin darnos cuenta: las fiestas de
barrio y las reuniones con amigos, la amabilidad espontánea de los
desconocidos, la búsqueda compartida del bien común en vez de
una persecución solitaria de los bienes privados».
La revisión empírica de la soledad en la bolera que emprende
Putnam no decreta la pérdida de la confianza en los otros sino, «en
hacer que sean más conscientes de la importancia colectiva de los
miles y miles de decisiones minúsculas que tomamos a diario para
invertir en el capital social –o retirar esa inversión–; y en segundo
lugar, en provocar la imaginación cívica de nuestros conciudadanos
para descubrir e inventar nuevos modos de vinculación social
adecuados a los cambios producidos en nuestras vidas». Éste
hecho se aplica al mundo de la empresa y al redescubrimiento
de la importancia del valor de los intangibles –valores sociales,
emociones, intereses, etc–. Los desafíos tienen que ver con lo que
11 Ver el libro de R. Sennett11 denomina déficits sociales. El autor los concreta en
R. Sennett, La Cultura tres; 1) baja lealtad institucional, 2) la disminución de la confianza
del Nuevo Capitalismo.
informal y 3) la debilidad del conocimiento institucional. Estos
Anagrama. Barcelona. 2007.
se enfrentan a ellos redescubriendo el valor del capital social y de
págs. 58-74.
los intangibles, es decir y expresado de otra manera, el análisis
se vuelve hacia adentro de la organización y prescribe que ésta
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
Recorridos por la innovación 77

tiene problemas para enfrentarse a algunos de los problemas que 12 R. Putnam lo recordaba
prescribe. en su obra Bowling Alone.
The Collapse and Revival of
Sin querer ser exhaustivo con la idea, la escuela del capital so­
American Community. (hay
cial tiene un largo recorrido12. R. Putnam encuentra los orígenes
traducción española, Solo en
intelectuales lejanos en Alexis de Toqueville y el origen inmediato la Bolera. Galaxia Gutenberg.
en un pedagogo como Hanifan, quién en 1916 decía que el capi­tal Barcelona. 2002)
social se refería a «esos elementos tangibles que cuentan sumamente
en la vida diaria de las personas, a saber, la buena voluntad, la 13 El tema del capital social
camaradería, la comprensión y el trato social entre individuos y está presente ya en la agenda
de los grandes organismos
familias, características constitutivas de la unidad social. Abandonado
internacionales, como en los
a sí mismo, el individuo es socialmente un ser indefenso. Pero si entra
programas del Banco Mun-
en contacto con sus vecinos, y éstos con nuevos vecinos, se producirá dial, la OECD o los Institutos
una acumulación de capital social que podrá satisfacer de inmediato nacionales de Estadística
sus necesidades sociales y generar unas posibilidades sociales sufi­ de Australia, Reino Unido y
cientes para mejorar de forma sustancial las condiciones de vida de Canadá.

toda la comunidad. La comunidad en conjunto se beneficiará de la


cooperación de todas sus partes, mientras que el individuo encontrará 14 Ver P. Trust: The Social
al asociase las ventajas de la ayuda, la comprensión y la camaradería Virtues and the creation of
Prosperity. Free Press. New
de sus vecinos».
York. 1995. Del mismo autor,
El capital social13 es analizado por diferentes autores como
Social capital and Civil So-
el factor clave para el desarrollo económico14, la democracia, la ciety. Conference on Second
identificación con la comunidad15, el rendimiento escolar16, o las Generation Reforms y Social
formas de capital17. Como señala R. Putnam18, «tiene una faceta capital and development,
indi­vidual y otra colectiva, un rostro privado y un rostro público». The Coming Agenda. SAIS
Review. Vol XXII. Nº 1. 2002
Siguiendo esta vía sugiere White19 que lo importante en estos casos
son las redes, la familia, la educación y el trabajo. En todos los casos,
las fórmulas tienen que ver con el grado de aceptación del capital 15 R. Putnam. Making
social por parte de los individuos, es decir, por la consideración Democracy Work, Civic
Tradition in Modern Italy.
que le merece el grado de compromiso con las organizaciones
Princeton University Press.
por las que transita. El mayor o el menor éxito en la empresa
1993. Es muy interesante el
está en relación directa con la cantidad de lealtad que es capaz de ya citado Solo en la Bolera.
producir y con el grado de participación que se deduce de ellas. Op.cit y el texto que coordi-
De tal suerte, ningún plan empresarial, por lógico e interesante na R. Putnam y donde varios
que sea, puede por sí mismo conseguir la lealtad de aquellos investigadores analizan el
«declive» del capital social en
a quienes se impone, simplemente porque no han participado
países como Gran Bretaña,
de su gestación. El resultado, en estos casos, es la generación de Suecia, Australia, Japón,
confianza. Ciertamente ésta tiene efectos individuales y colectivos Francia, Alemania, España y
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
78 Recorridos por la innovación

Estados Unidos. El titulo al reducir los costes de transacción, incrementando la cooperación


es «El Declive del Capital y haciendo que la interacción sea previsible y fluida. F. Fukuyama20
social». Galaxia Gutenberg.
argumenta que cuando hay confianza, los costes de transacción
Barcelona. 2003
disminuyen y esto tiene efectos, por ejemplo, en el crecimiento
16 Ver el texto de económico.
J. Coleman. Social Capital Desde esta perspectiva, la confianza es el factor clave en las
in the Creation of Human
transacciones, sean créditos, contratos de trabajo, inversiones, etc.
Capital. American Journal of
Si existe confianza, se requieren menos recursos para protegerse de
Sociology. Vol. 94. 1988.
potenciales daños, las relaciones formales son menos necesarias y los
17 El autor más interesante litigios menos frecuentes. El estudio de opinión pública realizado
es P. Bourdieu, en parte por la Fundación BBVA sobre capital social en 13 países21 constata
de su obra “toca” el tema
empíricamente la importancia que los individuos conceden a la
del capital social. Quizá
confianza a la hora de configurar la relación con los demás. La
debiéramos destacar el libro
de La Distinción. Taurus. confianza se genera de dos maneras: una formal y otra informal.
Madrid. 1983. Confianza formal significa que una de las partes firma un contrato
con la creencia de que la otra hará honor a los términos del mismo.
18 Ver el texto ya citado de La confianza informal, como detectó R. Sennett22, «es una cuestión
R. Putnam. Solo en la Bolera. de saber con quién se puede contar, en especial cuando un grupo está
Op.cit. págs.16-25
bajo presión, esto es, quién se hundirá y quién estará a la altura de las
19 Harrison C. White. circunstancias». La confianza requiere tiempo, porque en grupo o
Markets from Network: en red se acumulan indicios sobre el comportamiento y el carácter
Socioeconomic Models of Pro-
de los integrantes. Lo normal es que la escasez de confianza
duction. Princeton University
informal sea un déficit organizativo, más que un problema relativo
Press. 2002
al carácter de los sujetos. Lo es porque es difícil captar confianza,
20 F. Fukuyama. Op.cit. sea formal o informal, si la empresa no la inspira. Así, por ejemplo,
en empresas temporales con contratos de bajo valor económico,
21 Unidad de Estudios de la confianza es escasa y la inversión afectiva que los individuos
Opinión Pública. Capital están dispuestos a hacer es habitualmente baja. Saben que cuando
Social: confianza, redes y
termine el contrato la empresa dejará de preocuparse por ellos y
asociacionismo. Fundación
ellos de la empresa. La perdurabilidad temporal de la empresa,
BBVA. 2006
al igual que la sostenibilidad de los contratos aparecen como dos
22 R. Sennett. La Cultura elementos necesarios para construir confianza. Sin ellos las redes
del nuevo capitalismo. no existen o son débiles y la confianza entre los trabajadores y la
Op. cit. pág. 61.
organización es baja.
Otra cuestión es la opinión que los empleados tienen de
la empresa o los usuarios de la organización burocrática y de la
administración. Los defectos de la empresa fordista –la clásica en la
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
Recorridos por la innovación 79

sociedad industrial– se decía que eran la rigidez o la inmovilidad.


En ese tipo de empresa, las virtudes de la organización vertical
estriban en la acumulación de conocimiento sobre cómo lograr
que el sistema funcione, qué se puede esperar de él y cómo hacer
viables las expectativas que genera la pertenencia a la organización.
Esto provoca que todos sepan cómo deben comportarse, por qué
deben obrar de una forma u otra y para qué deben hacerlo. Hay
un conocimiento acumulado que forja tradiciones y culturas
específicas. Cuando la tecnología ocupa el lugar que en otros
momentos fue el del oficio23, las empresas pierden la tradición, 23 Ver el magnífico texto
sin que esto suponga que tengan sustitutos funcionales adecuados de R. Sennett. El Artesano.
Anagrama. Barcelona. 2009
para «olvidarse» de ella o de las culturas específicas sobre las que
se anclaba la tradición de la misma.
Los procesos de aprendizaje y la resocialización de los emple­
ados no están programados sobre tablas rasas son, por el contrario,
procesos de sustitución de culturas maestras y marcos cognitivos.
Por eso, la recreación de la comunidad se dificulta cuando no
trabaja sobre instituciones con un conocimiento forjado en el
tiempo de la acción productiva, sino sobre organizaciones que, en
muchos casos, deben adoptar el lema «nada a largo plazo», deben
ser flexibles y llamar a la identificación con los objetivos, aunque el
trabajador no sepa muy bien lo que quiere decir eso o no lo perciba
con la precisión que requiere la organización de la producción.
Sin embargo, el capital social es analizado desde perspectivas
que no se ciñen exclusivamente a lo individual, sino al carácter
relacional de los individuos. En este sentido, otros autores hacen
referencia a los recursos que poseen las personas para el contacto
24 Entre las varias obras
interpersonal, a la vez que se recogen en las diferentes estructuras
donde P. Bourdieu se ocupa
existentes para que el contacto y las redes sociales sean posibles.
de este tema caben destacar;
El capital social de cada uno es el fruto del resto de los ciudadanos Sociedad y Cultura. Grijalbo.
presentes en las redes y en los procesos de retroalimentación Máxico 1984.
positiva. Concretamente para P. Bourdieu24 el capital social com­- La Distinción. Taurus. Ma-
prende el conjunto de recursos existentes o potenciales relacionados drid. 1988.
El Sentido Práctico. Taurus.
con la posesión de una red estable de relaciones más o menos
Madrid. 1991.
institucionalizadas de familiaridad y reconocimiento. Como po­ Razones Prácticas: sobre la te-
demos observar, la cuestión del capital social se desliza también oría de la acción. Anagrama.
hacia otros asuntos alejados de las pretensiones de este texto. Puede, Barcelona. 1997
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
80 Recorridos por la innovación

de hecho, analizarse desde múltiples vertientes, desde las cuales


se pueden aportar elementos interesantes para el estudio de las
relaciones sociales. Sin embargo, lo que me interesa es el papel que
tiene como soporte de la cultura de la innovación y del desarrollo
25 El último texto de socio-económico. A este respecto, Richard Florida 25, sugiere que
R. Florida es muy instruc­tivo las ciudades más dinámicas, son las que crean entornos abiertos
para esta perspectiva,
a la creatividad y a la diversidad. Las sinergias que resultan de las
se titula Who´s your city. Ba-
combinaciones de la creatividad cultural y artística con capacidad
sic Books. Nueva York, 2008
(hay traducción en emprendedora e innovación tecnológica son las claves de la
castellano, Ciudades prosperidad en la era basada en el conocimiento. Las sinergias se
Creativas. Paidós. Barcelona. dan en entornos localizados donde las personas con talento eligen
2009) no solo trabajar sino vivir. La ventaja competitiva de las ciudades
está precisamente en la capacidad para producir, atraer y retener
la fuerza de trabajo que juega el papel clave en la producción del
conocimiento y en la innovación; es decir, la que aporta las ideas, el
saber hacer, la creatividad y la imaginación que son fundamentales
para el éxito económico en la era del conocimiento.
Sin embargo, el talento es atraído y retenido en ciudades-
región, pero no por cualquier ciudad-región. En la economía
globalizada una parte de la creación de valor se basa en activos
intangibles, por lo que los factores decisivos tienen que ver con
atributos y características de los lugares que los hacen atractivos
para la clase creativa depositaria de «talento». Frente al capital
humano entendido como bien individual, la creatividad emerge
como el bien colectivo y relacional, parte de un proceso y es el
resultado de los usos comunitarios que requieren trabajo en
equipo y vínculos de interdependencia. Por tanto, lo que Florida
plantea es que los espacios creativos e innovadores son aquellos
capaces de aunar lo que denomina como las «3T’s»: tecnología-
trabajo, talento y tolerancia. Así, el elemento decisivo es el carácter
social, los lugares que ofrecen más calidad de vida y acomodan
mejor la diversidad son los que tienen más capacidad para atraer y
retener el talento y son más eficaces en la generación de actividades
intensivas en tecnología. De esta manera, si se pone el énfasis en
los ecosistemas creativos y en las condiciones necesarias para su
creación, Florida destaca el papel de la tolerancia como la variable
social determinante de la creatividad.
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
Recorridos por la innovación 81

Según el análisis empírico de las regiones del mundo más desarro­


lladas26, la tolerancia es una de las dimensiones discriminantes 26 Ver el texto citado de R.
a la hora de crear el ecosistema adecuado para atraer y retener Florida, op. cit. especial-
mente las páginas 131-151
el talento, así como para favorecer situaciones de inno­vación.
Estos grupos tienen en común el verse atraídos por ecosistemas
abiertos, sin prejuicios, tolerantes. El dato cierto es que por su
forma de entender el mundo y disfrutar de la vida, los innovadores
tecnológicos se sienten atraídos por los innovadores sociales, de­
bido a que para ambos grupos la clave para el desarrollo personal es
el ejercicio de la autonomía individual, al margen de las jerarquías
laborales o sociales. Así, la tolerancia y el talento se refuerzan
mutuamente. En concreto, si hay una relación abierta y positiva
entre el capital social, el desarrollo socio-económico y su cultura,
la innovación tiene lugar en ámbitos y dimensiones concretas. Ésta
se convierte en el caldo de cultivo de una sociedad abierta, en la
que predominan las relaciones sociales basadas en lazos débiles no
fuertes pero consistentes y en la confianza generalizada.
Sin embargo, los análisis de este tipo tienen el inconveniente
de no explicar los casos de algunas sociedades europeas, concreta­
mente las nórdicas que, efectivamente son sociedades creativas
a pesar de no ser culturalmente diversas. Lo que ocurre en estos
casos es, siguiendo las conclusiones de M. Castells y P. Himamen27, 27 Ver el texto de
que tras analizar el modelo finlandés de transición hacia la socie­ M. Castells/P. Himanen,
en La Sociedad red. Alianza.
dad del conocimiento, concluyen con que uno de los hechos
Madrid. 2005.
fundamentales de su economía se encuentra en la dimensión
El Estado del Bienestar y la
social sostenible apoyada por el Estado del Bienestar, capaz de Sociedad de la Información.
ofrecer cohesión y sentido de identidad compartida. El hecho es Alianza. Madrid. 2002
que algunas infraestructuras políticas, económicas y culturales
propician la emergencia de ciudadanos creativos bien formados y
con apoyos y anclajes importantes, provenientes tanto del Estado
como de la sociedad civil, que les permiten desarrollar a pleno
rendimiento sus inquietudes. Lo que estos países demuestran es
que la cultura específica de los diferentes espacios es un recurso
de identidad e integración social, facilita la producción de bienes
públicos y es el elemento que sitúa a la ciudad-región en un nicho
específico en los mercados internacionales. Con la disolución de
los factores intangibles de la región se corre el riesgo de provocar
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
82 Recorridos por la innovación

problemas de fragmentación social. En estos casos, la consecuencia


es la construcción de un círculo vicioso de freno a la formación
de capital social y de bienes públicos imprescindibles para el
desarrollo regional

7. Conclusiones
1) El éxito del discurso de la innovación está asociado a las
transformaciones estructurales que atraviesan el final de la década
de los noventa y el recién inaugurado siglo XXI. El final de siglo
visualizó transformaciones sociales y económicas profundas y
la aparición de paradigmas que intentaban entender el mundo
en contraposición al orden social de posguerra. La globalización
interpreta el mundo, fusiona ideas desde las categorías de
incertidumbre, riesgo, inseguridad, flexibilidad, precaución,
competitividad, productividad e innovación. Los hechos obser­
van que las sociedades innovadoras no son la consecuencia
directa (relación causa-efecto) de la aplicación de medidas insti­
tucionales o el resultado de la inversión y la financiación de
alguna de sus expresiones. Innovar no significa seguir la dirección
predeterminada por institución alguna, sino que las dinámicas
sobre las que se asienta adquieren rasgos y tránsitos diversos allá
donde se expanden. No todas las sociedades innovan por igual y
bajo los mismos criterios, sino que las bases institucionales que se
emplean, los recorridos que siguen y las metodologías que utiliza
pueden seguir trayectos diferentes. Para que la innovación prospere
es fundamental que la reinterpretación de viejos problemas o de
nuevas soluciones consigan calar en la sociedad o en una parte
representativa de la misma. La innovación individual existe pero
es efímera, como el propio individuo, si no consigue que las
prácticas sean seguidas por otras personas y se institucionalicen
en estructuras concretas.
2) La innovación necesita contextos adecuados y terrenos
donde cultivarse. La idea fundamental es que una economía
basada en el conocimiento soporta el desarrollo y la legitimación
desde la innovación, en ella deben implicarse la capacidad para
participar en actividades que demandan conocimiento, es decir,
actividades en las que ésta se crea, aplica y comparte. Algunas de
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
Recorridos por la innovación 83

las actividades tienen que ver, i) con el conocimiento explícito; ii)


investigación y desarrollo, formal o informal; iii) capacitación,
también formal o informal; iv) búsqueda de información relevante
para el área de actividad que se trate; v) otras, en cambio, apuntan
a facilitar la expresión y emergencia de lo mucho que sabemos sin
saber decirlo; el conocimiento tácito. Tal y como he expresado, los
ámbitos en los que ambos tipos de conocimientos se integran son
aquellos en los que individuos con saberes pertinentes y diversos
interactúan en la búsqueda de soluciones a los problemas, es decir,
en los espacios donde la gente innova.
Los espacios donde ocurre esto son «espacios interactivos de
aprendizaje». Estos se constituyen en muchas partes; sin duda
en las empresas, en la interacción entre éstas y los equipos de
investigación, en el espacio público, en las acciones de intercambio
entre agentes sociales y grupos académicos. En estos espacios
pueden identificarse algunos factores como el apoyo a incentivos
grupales a la innovación; libertad de pensamiento y acción
para determinadas personas; actitudes experimentales hacia la
realidad; incluso la apertura en relación con las propias creencias;
estimulación interdisciplinaria y de experiencias múltiples; el
acceso al conocimiento y dato disponible; recursos dispersos,
manejo tolerante de los fracasos. Entendidos de esta manera su
construcción depende de que haya gente capacitada para identificar
conocimiento relevante respecto de un determinado problema y se
organice para obtenerlo. Sin embargo, esto no es suficiente. Para
que ocurran procesos de aprendizaje es también necesario tener
oportunidades para enfrentar problemas colectivamente.
3) Las redes humanas y la cultura de la innovación no nacen
de la nada, ni se alimentan de vacíos sino que se construyen sobre
soportes, unidades y basamentos que las hacen funcionar y permi­
ten su reproducción. Su despliegue lleva tiempo y presenta rasgos
diferentes en espacios geográficos distintos. En consecuencia, no
es una cultura que pueda incorporarse de forma directa y rápida
a través de medidas institucionales, ni se refiere a nuevos valores
sociales ante la ciencia y la tecnología. Por el contrario, es la cultura
construida con paciencia que especifica cuáles son los límites y las
posibilidades de sus dinámicas.
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
84 Recorridos por la innovación

4) Las sinergias que resultan de las combinaciones de creativi­-


dad cultural o artística con la capacidad emprendedora y la
innovación tecnológica son las claves de la prosperidad en la
era basada en el conocimiento. Las sinergias se dan en entornos
localizados donde las personas con talento eligen trabajar y
vivir–el caso de Silicon Valley o el polo de I+D+i de Helsinki
son sugerentes–. La ventaja competitiva de esas ciudades está
precisamente en la capacidad para producir, atraer y retener la
fuerza de trabajo que produce conocimiento e innovación social;
es decir, que aporta las ideas, el saber hacer, la creatividad y la
imaginación, recursos fundamentales para el éxito económico y
el bienestar social.
5) Las pregunta son, ¿cómo se generan los efectos de innovación
y aprendizaje que favorecen la productividad y la competitividad
de las empresas y los entornos sociales? ¿Es suficiente con reunir en
un mismo espacio los agentes, los recursos y las infraestructuras
que participan en tales efectos? Mi hipótesis es que los procesos
de innovación superan la estrechez de miras que les otorga la
interpretación tecnológica y/o económica, de tal forma que
capturan la complejidad de los procesos que acontecen en espacios,
ámbitos y escalas no directamente económicos –tales como el
medioambiente, los ámbitos socioculturales (artístico, educativo o
de servicios sociales) o el contexto institucional y que en conjunto
interactúen de forma constante siguiendo un proceso complejo
y múltiple. Por tanto, ha de prestarse atención a la pluralidad de
fuentes de innovación y a los ámbitos en los que la innovación
es posible (sean la economía, la empresa, los espacios sociales,
culturales o artísticos). No perdamos de vista que innovar supone
crear el sistema cultural basado en la tolerancia con objeto de
aceptar la modificación de aspectos básicos existentes, ya se trate de
bienes tangibles –procesos, productos, tecnología, mercadotecnia,
o intangibles –valores, ideas, emociones e instituciones– de forma
que cuando los procesos tienen éxito los aspectos transformados
puedan adquirir nuevos usos y sentidos. En esta situación, los usos
y las posibilidades abiertas aparecen como motores de innovación,
tratando de escapar de la interpretación exclusiva que otorga a la
tecnología y a los ciclos económicos la responsabilidad sobre ella.
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
Recorridos por la innovación 85

6) La perspectiva que propongo afirma que las sociedades


innovadoras amalgaman en el interior de los espacios de innovación
un capital humano bien formado, un sistema educativo de alta
calidad, extensivo a la gran mayoría de ciudadanos, un sistema
de políticas públicas muy desarrolladas y que se ocupan del
bienestar de las personas, entornos institucionales que apoyan la
asunción de riesgos, premia las nuevas ideas y pone a disposición
de las empresas incentivos diversos, por ejemplo, mecanismos que
construyen estructuras de oportunidades desde donde reforzar la
relación entre los sistemas de I+D+i y el sistema universitario y da,
como resultado, bienestar y calidad de vida.
7) Las dinámicas sociales que ponen en marcha las inno­
vaciones son procesos con un componente socio-cultural alto.
La identificación, la confianza, el reconocimiento, la confidencia,
la seguridad, la colaboración e incluso la competencia juegan un
papel en los momentos innovadores. El intercambio y la interacción
bajo normas de reciprocidad y asociación, proporcionan la base
fundamental desde donde se nutre la cultura de la innovación y, en
definitiva, desde donde se impulsa el desarrollo socio-económico.
Al respecto, por ejemplo, las ciudades dinámicas saben crear
entornos abiertos a la creatividad y diversidad. Las sinergias que
resultan de las combinaciones de la creatividad cultural o artística
con la capacidad emprendedora y de innovación tecnológica, son la
clave de la prosperidad en la era del conocimiento. Las sinergias se
dan en entornos localizados donde las personas con talento eligen
no solo trabajar sino también vivir. La ventaja competitiva de las
ciudades está en la capacidad para crear, atraer y retener la fuerza
de trabajo que juega el papel más significativo en la producción del
conocimiento y la innovación. En la economía globalizada, una
parte de la creación de valor en muchos sectores se basa en activos
intangibles, por lo que los factores decisivos tienen que ver con
atributos y características de los lugares que los hacen especialmente
atractivos para la clase creativa depositaria del «talento». La fuerza
de trabajo creativa es atraída hacia lugares que tienen una masa
crítica de personas y actividades creativas.
8) Frente al capital humano, entendido como un bien indi­
vidual, la creatividad emerge como un bien colectivo y relacional,
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
86 Recorridos por la innovación

es la parte visible del proceso y el resultado de los usos comunitarios


que requiere el trabajo en equipo y algunos vínculos sociales.
El elemento decisivo en el comportamiento económico y en la
competitividad de las ciudades es el carácter social de las mismas;
es decir, los lugares que ofrecen la mayor calidad de vida y que
mejor acomodan la diversidad son los que tienen capacidad para
atraer y retener el talento y los más eficaces en la generación de
actividades intensivas en tecnología. De esta manera, al poner el
énfasis en los ecosistemas creativos y en las condiciones necesarias
para su creación, el papel de la tolerancia destaca como la variable
social determinante de la creatividad.
9) En las sociedades del conocimiento más dinámicas sucede
que determinadas formas de cohesión social son la base de las
economías. El mantenimiento de la cohesión e integración social
más que una carga para los Estados son el mecanismo decisivo de
impulso para el desarrollo socio-económico. La cultura específica
de los diferentes espacios es el recurso de identidad e integración
social, facilita la producción de bienes públicos y los elementos que
sitúan a la ciudad-región en el nicho específico de los mercados
internacionales. Por el contrario, la disolución de los factores
intangibles de la región corre el riesgo de provocar problemas
de fragmentación social. En estos casos, la consecuencia es la
construcción de un círculo vicioso de freno a la formación de
capital social y de bienes públicos imprescindibles para el desarrollo
regional.

Bibliografía:
Albuty, D. and Mulgan, G. (2003), Innovation in the Public Sector,
London, Strategy Unit.
Baumol, W. J. Litan, E. R. & Schramm, C. (2007): Good Capitalismo,
Bad Capitalism and the Economic of Growth. Yale: Yale University Press
Beck, U. (1988) La Sociedad del Riesgo. Paidós.
�������������������
Barcelona.
Beinhocker, D. (2007): Origin of Wealth. Harvard. Harvard Business Press
Berger, Peter L.; Huntington, Samuel P. Many (2002) Globalizations.
Oxford University Press.
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
Recorridos por la innovación 87

Berkun, S (2007): The myths of innovation. O’reilly Media Inc.


Boekema, F. & Rutten, R. (2007): The Learning Regions Foundations.
London: Edward Elgar Publishing
Boekema, F. (2003): Economic Geography of Higher Education: Knowledge,
Infraestructura and Learning Regions. London: Routdlege
Boutellier, R. Gassmann, O. & Zedtwitz, von, M. (2008):
Managing Global Innovation: Uncovering the Secrets of Future
Competitiveness��. New York: Springer
Bowler, Peter; Rhys Morus, Iwan. (2005) Making Modern Science.
A Historical Survey. The University Chicago Press.
Bozeman, B. (2000), «Technology transfer and public policy:
a review of research and theory». Research Policy, 29, pp 627-655.
Brandon, P. S. & Lu, L. (2008): Clients Driving Innovation��.
Oxford: Wiley Blackwell
Brenner, N. & Theodore, N. (2003): Spaces of Neoliberalism.
Oxford: Wiley Blackwell
Breschi, S. & Malerba, F. (2007): Clusters, Networks and Innovation�.
Oxford: Oxford University Press
C. Allégre, Claude (2006). La Sociedad Vulnerable. Paidós. Barcelona.
Caloghirou, Y. (2004): Knowledge Flows in European Industry.
London: Routdlege
Capra, Fritjof. (2001). Conexiones Ocultas. Anagrama. Barcelona.
Carabaño Sánchez, C., Encinar del Pozo, M. & Muñoz Pérez, F. (2008):
Economía del Conocimiento y la innovación. Nuevas aproximaciones a
una relación compleja. Madrid: Pirámide.
Castells, M. (ed) (2006) La Sociedad Red. Alianza. Madrid..
Castells, M. et alia (2007), La transición a la sociedad red, Barcelona, Ariel.
Castells, M. La Ciudad Informacional. (1994) Alianza. Madrid..
Castells, M. La Era de la Información. (�3 Vol.). (1997) Alianza. Madrid.
Cheong, L., Juma, C. & Sachs, J.D. (2005): Innovation: Applying Knowledge
in Development (UN Millennium Project). Earthscan Publications
Cloutier, Julie (2003), Qu’est-ce que l’innovation sociale ?,
Quebec, Cahiers de Crise.
Conseil de la Science et de la Technologie. Innovation sociale et innovation
technologique (2000), Quebec
Cooke, P. (2004): Regional Innovation Systems: The Role of Governances in a
Globalized World��. London: London University College Press
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
88 Recorridos por la innovación

Corona Treviño, L. (2008): México: El reto de crear ambientes regionales


de innovación. Madrid:
�����������
FCE
Dahlam, J. C. & Pekka, Y. A. (eds) (2007): Finland as a Knowledge Economy:
Elements of Succsess and Lessons Learned. World Bank Publications
Deroïan, F. (2002), «Formation of social networks and diffusion of
innovations», Research Policy 31 (5), 835-846.
Diamond, J. Colapso.(2006) Debate. Barcelona.
Dicken, P. (2003): The Global Shift: Reshaping the Global Economic Map
in the 21 st century. Guilford: The Guilford Press
Dosi, G. et alia (1988), Technical Change and Economic Theory,
London, Pinter Publishers.
Douglas, Mary & Wildavsky, A., (1982) Risk and Culture.
Berkeley. University of California Press.
Douglass C. North (2005): Understanding the process of economic change.
Princeton: Princeton University Press
Drucker, P. (1994): «Knowledge Work and Knowledge Society», JFK School
of Government, Harvard University.
Dutrénit,G/Jasso, J/Villavicencio,D. (2007) Globalización, acumulación de
capacidades e innovación. FCE. México.
Echeverría, J. (2003), La revolución tecnocientífica,
Madrid, Fondo de Cultura Económica.
Echeverría, J. (2006), «Modelo pluralista de innovación: el ejemplo de las
Humanidades», en A. Ibarra, J. Castro y L. Rocca (eds.), Las ciencias
sociales y las humanidades en los sistemas de innovación,
Estudios de Ciencia, Tecnología e Innovación, 2, 135-155, UPV/EHU,
Cátedra Sánchez-Mazas.
Edquist, C. & Hommen, L. (2008): Small Country Innovation Systems:
Globalization, Change and Policy in Asia and Europe.
London: Edgar Elgar Publishing
Etzkowitz, H. and Leydesdorff, L. (2001), «The dynamics of innovation:
From National Systems and «Mode 2» to a Triple Helix of University‑
Industry‑Government relations», Research Policy 29(2) pp. 109-123.
-European Commission (2004), The methodology for mapping the scientific
competences in SSH. Position Paper 5. SSHERA PROJECT.
http://ec.europa.eu/research/social-sciences/society/article_3273_en.htm 
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
Recorridos por la innovación 89

European Commission (2006), Social-Economic Sciences and Humanities


in the 7th FP Some guidelines for a qualitative leap. Position Paper 13.
SSHERA PROJECT.
http://ec.europa.eu/research/social-sciences/society/article_3273_en.htm
Evans, E. and Saxton, J. (2004), Innovation rules! A roadmap to creativity
and innovation for non-profit organizations, London, NFP Sinergy.
Faberbeg, J., Mowery, D.C. and Nelson, R.R. (eds.) (2005),
Oxford Handbook of innovation,
Florida, (2005) R. Cities and The Clase Creative. Hardcoverr.
Florida, R. (2003) The Rise of the Creative Clase. Paperback.
Florida, R. (2005) Who´s Your City? Hardcover.
Freeman, C. (1987), Technology policy and economic performance:
lessons from Japan. London. Pinter
Freeman, Dyson (1997) Imagined Worlds. Ed. Harvard University Press.
Friedman, T. (2006) La Tierra es Plana. Martinez
�����������������������
Roca. Madrid.
Fujita, M. & Thisse, F. J. (2002): Economics of agglomeration:
Cities, Industrial Location and Economical Growth.
Cambridge: Cambridge University Press
Fujita, M., Krugman, P. Venables, J. A. (2001): The spatial economy:
Cities Regions and International Trade. Cambridge: MIT Press
Gerhuny, J. (1983), Social Innovation and the Division of Labour, OUP.
Gibbons, M., C. Limoges, H. Nowotny, S. Schwartzman, P. Scott & M. Trow
(1994), The new production of knowledge. The dynamics of science and
reseach in contemporary societies, Sage Publications.
Godard, O. (ed.) (1997) Le principe de précaution dans la conduite desafiares
humaines. Editions de la MSH. Paris.
Gray, John. (2008): Tecnología, progreso y el impacto humano sobre la tierra.
Madrid: Katz Editores
Gurrutxaga, A. (2008) Occidente y las Otras Modernidades. Abada. Madrid.
Gurrutxaga, A. (2007) Historia de la Innovación.
Revista de Historia Contemporánea..nº 27
Gurutxaga, A. (2007) Retratos del Presente. Universidad
������������������������������
País Vasco. Leioa
Hamalainen, T.J. (2007): Social Innovations, Institutional Change and
Economic Performance: Making Sense of Structrual Adjustment
Processes in Industrial Sectors, Regions and Societies. Finland: SITRA.
Hancke B., Rhodes, R. & Thatcher, M. Beyond (2008):
Varieties of Capitalism. Oxford: Oxford University Press
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
90 Recorridos por la innovación

Hértier A (ed) (2002): Common Goods- Reinventing European and


International Governance. Ronoman and Litterfield Publishers Inc.
Heynen, N.; Kaika, M.; Swyngedouw, E. (2006): In The Nature of Cities.
Urban Political Ecology and the Politics of Urban Metabolism.
London: Routledge.
Hildreth, Paul M. & Kimbel, C.(2004): Knowledge Networks:
Innovation Through Communities of Practice. IGI Global
Hilpert, U. (2003): Regionalization of Globalized Innovation: Locations for
Advanced industrial development and disparities in participation.
London: Routdlege
Hilson, M. (2008): The Nordic Model: Scandinavia since 1995.
Chicago: Reaktion Books
Johnson, S. (2008) Sistemas Emergentes. Turner. Madrid.
Jonas, H. (1995) El principio de responsabilidad. Herder.
�����������������
Barcelona
Kaika, Maria (2004): City of Flows. Modernity, Nature and the City.
London: Routledge.
Kao, J. (2007): Innovation Nation: How America Is Losing Its Innovation
Edge, Why It Matters, and What We Can Do to Get It Back��.�
Massachussets: Free Press
Kenney, Martin (2000): The Anatomy of an Entrepreunerial Region,
Stanford: Business Books.
Kenney, Martin; Florida, Richard (2003): Locating Global Advantage.
Industry Dynamics in the International Economy. Stanford Business Books.
Klein, J.L. and Harrison, D. (eds.) �(2006), L’innovation sociale,
Quebec, Presses de l’Université de Quebec.
Lash, S. (2005) Crítica de la Información. Amorrortu. Buenos Aires
Lash,S/Urry, J. (2000) Economía de Signos y Espacios.
Amorrortu. Buenos Aires
Latouche, S. (2008) La Apuesta por el decrecimiento. Icaria.
�������������������
Barcelona.
Leadbeater, C. (2006), The user innovation revolution,
National Consumer Council.
Leo v. d. Berg, Jan v. d. Meer, Alexander Otgaar, Carolien Speller
(2008): Empowering metropolitan regions through new forms of
cooperation, Euricur Publications.
Lester, R. and Piore, M. (2004), Innovation – The Missing Dimension,
Cambridge, Mass., Harvard Univ. Press.
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
Recorridos por la innovación 91

Liebowitz, J. (2007). Social Networking: The Essence of Innovation.


Lanham: The Scarecrow Press
Lorez, H. Lundvall, B. A. (2001): How Europe’s Economies Learn.
Oxford: Oxford University Press
Lunduvall B-A & Borras, M. (1999): The Globalisation Learning Economy:
Implications for Innovation Policy, Office for Oficial Publications
of the European Communities.
Lundvall, B. (2006): Asia’s innovation Systems in transition.
London: Edward Elgar Publishing
Lundvall, B.A. (1992) National systems of Innovation: Towards a theory of
interactive learning. London. Pinter
Lundvall, B.A. (1998) Innovations as an Interactive Process: From user-producer
Interaction to the National System of Innovation,
in G. Dosi, C. Freeman, R. Nelson, G. -Silverberg and L. Soete (Eds)
Technical Change and Economy Theory.
London. Pinter Publisher, pp. 349-369
Malerba, F. & Bursoni, S. (2007): Perspectives on Innovation.
Cambridge: Cambridge University Press
Mothe, J. (2006): Innovation Strategies in Interdependent States: Essays on
Smaller Nations, Regions And Cities in a Globalized World (New Horizons
in the Economics of Innovation)�. London: Edgard Elgar Publishing
Moulaert, F, Martinelli, G, González, S. amd Swyngedouw, E. (2007),
Social innovation and Governance in European Cities, London, SAGE.
Mulgan, G. et alia (2007), In and out of sync: the challenge of growing social
innovations, London, NESTA Report.
Nelson, R. R. (1993), National Systems of Innovation,
Oxford, Oxford Univ. Press.
Nonaka, I. and Takeuchi, H. (1995), The Knowledge-Creating Company,
Oxford University Press.
Nowotny, H.; Scott, P. and Gibbons M. (2001), Rethinking science:
knowledge in an age of uncertainty. Cambridge.
OCDE (2003): Helsinki, Finland. OECD Territorial Reviews
OECD (1997), National Innovation Systems, Paris, OECD.
OECD (2002), Oslo Manual, Paris, OECD.
OECD/European Communities (2005), Oslo Manual: Guideliness for
Collecting and Interpreting Innovation Data, 3d. ed., Paris, OECD/EC.
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
92 Recorridos por la innovación

Osborne, S. (1998), Voluntary Organisations and Innovation in Public


Services, London, Routledge.
Osterloh, M. and Rota, S. (2007), «Open source development –
Just another case of collective invention?, Research Policy 36 (2), 157-171.
Polenske, K.R. (2007): The Economic Geography of Innovation��. Cambridge:
Cambridge University Press
Porter, M. (1985), Competitive Strategy, New York, Free Press.
Putnam, R.D. (2002) Solo en la bolera. Galaxia Gutenberg. Barcelona
Putnam, R.D. (2003) El Declive del Capital Social.
�����������������������������
Galaxia Gutenberg. Barcelona.
Rodrik, Dani (2007): One Economics, Many Recipes. Globalization,
Institutions and Economic Growth. Princeton:
Princeton University Press.
Rogers, M.E. (2003): Diffusion of Innovations, Massachussets: Free Press
Room, G (2005): The European Challenge: Innovation, Policy Learning
And Social Cohesion in the New Knowledge Economy�. Bristol: Policy Press
Rosenau. J. N. & Durfee, M. (1999): Thinking Theory Throroughly. Jackson:
Westview Press
Saarinen, J. (2005):Innovations & Industrial Performance in Finland,
1945-1998. Almqvist & Wiksell International
Santos, María, J. & Díaz, R. (2008): Innovación Tecnológica y procesos
culturales: nuevas perspectivas teóricas. Madrid: FCE
Sassen, S. (2006): Territory, Authority, Rights: From Medieval to Global
Assemblages. Princeton: Princeton University Press
Sassen, S. (2007): Deciphering the Global. Its Spaces, Scales and Subjects.
London: Routdlege
Saxenian, AnnaLee (2007). The New Argonauts. Regional Advantage in a ç
Global Economy, Harvard University Press.
Schmoch, U., Rammer, C. & Legler, H (2006): National Systems of
Innovation in Comparison: Structure and Performance Indicators for
Knowledge Societies. New York: Springer
Secretaria de Desarrollo Social (2005): Innovación y Responsabilidad
en la Política Social. Madrid: FCE
Sennett, R. (2006) La Nueva Cultura del capitalismo. Anagrama. Barcelona.
�����������
Shackley, S; Wynne, B; Waterton, C. Imagine Complexity: The past,
present and future potential and complex thinking, Futures nº 28, nº 3,
págs. 201-225.
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
Recorridos por la innovación 93

Stiglitz, J.E. (2005) Cómo hacer que funcione la globalización.


Taurus. Madrid.
Sunstein, C. R. (2006) Riesgo y Razón. Katz. Buenos Aires.
Sunstein, Cass R. (2008): Infotopia. How Many Minds Produce Knowledge.
Oxford University Press.
Taleb, N. N. (2007): The Black Swan: The Impact of the Highly Improbable.
London: Random House
Terradas, Jaume. (2006) Biografía del Mundo. Ed. Destino. �����������
Barcelona.
Thrift, Nigel (2005): Knowing Capitalism,
Thousand Oaks: Sage Publications.
Urry, John (2007): Mobilities, London: Polity Press.
Von Hippel, E. (1988), The sources of innovation,
New York, Oxford Univ. Press.
Von Hippel, E. (2005), Democratizing Innovation,
Cambridge, MA: MIT Press
Von Hippel, E. and Von Krogh, G. (2003), «Open source software and the
«private-collective» innovation modle: issues for organization science»,
Organization Science 14 (2), 209-223.
Walker R.M., Jeanes, E. and Rowlands, R.O (2002), «Measuring
innovation – applying the literature-based innovation output indicator to
public services», Public Administration 80: 10, 201-214.
Warsh, D. (2007): Knowledge and the wealth of nations. W. W. Norton
Westwood, A. & Max, N. (2002): Manchester: Ideopolis? Developing a
Knowledge Capital. London: The work Foundation
William Chesbrough, H. (2005): Open Innovation:
The New Imperative for Creating and Profiting from Technology. Harvard:
Harvard Business School.
Wolfe, R.A (1994), «Organizational innovation: review, critique and suggested
research directions», Journal of Management Studies 31 (3), 405-431.
Wynne, B.. May the Sheep Safely Graze? A Reflexive View of the Expert-lay
Knowledge Divide, en S. Lash; B. Szerszinski; B. Wynne (eds.), (1996)
Risk, Environment and Modernity. Sage. Londres.
Young Foundation (2006) Social Innovation: what is it, why it matters,
how it can be accelerated, London, Basingstoke Press.
una sociedad
innovadora?
¿Cómo es
94 Autores

Daniel Innerarity
Filosofia Politiko eta Sozialeko katedraduna da Zaragozako Unibert-
sitatean eta irakasle gonbidatua Sorbonako Unibertsitatean (Paris 1).
Bere azken liburuen artean aipatzekoak dira «La transformación de
la política» (III Miguel de Unamuno Saiakera Saria, eta Literaturako
Sari Nazionala Saiakera atalean 2003an), «La sociedad invisible» (Es-
pasa Saiakera Saria 2004), «El nuevo espacio público eta «El futuro y
sus enemigos.» Eusko Ikaskuntza-Euskadiko Kutxak Humanitate, Arte,
Kultura eta Gizarte Zientzietako Saria eman zion 2008an.

Ander Gurrutxaga Abad


Soziologiako katedraduna da Euskal Herri­ko Unibertsitatean. Uni-
bertsitate eta Ikerketako sailburuorde izana, baita Unibertsitateko er-
rektore-orde ere. Arlo hauetan lan egin, ikertu eta argitaratu izan du:
Gizarte Egitura eta Aldaketa, Soziologia Politikoa eta Berrikuntzaren
Soziologian.

S-ar putea să vă placă și