Sunteți pe pagina 1din 111

Teoría literaria y lingüística

1
Karl D. Uitti

Teoría literaria
y lingútstica

Q EDICIONES CÁTEDRA, S. A.
U Madrid

2
Título original de la obra: Lirzguistics as2d Literary Theory, publi-
cada por Prentice-Hall, Inc. Englewood Cliffs, New Jersey, U.S.A. Indice
Traducción de Ramón Sarmiento González

PRÓLOGO ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 11

CnríTULO L-LENGUAJE, PENSAMIENTO Y CULTURA ... ... 15

1.1. Los orígenes ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 15
1.2. Platón y la teoría literaria ... ... ... ... ... ... ... ... ... 19
1.3. Naturaleza e importancia de la concepción aristotéli
ca del lenguaje ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 26

1.4. La tradición literaria y la gramática ... ... ... ... ... 34

1.5. Dante y 1a teoría literaria ... ... ... ... ... ... ... ... ... 42
II.-EL RACIONALISMO: PENSAMIENTO, GRAMÁTICA Y
Cnx'íTULO
EXPRESION ... ... ... ... ... ... ...... ... ... ... 63
2.1. El Renacimiento como fevisión cualitativa de la
cultura ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 63

2.2. Descartes y la gramática de Port-Royal ... ... ... ... 66

2.3. La aportación del Brocense ... ... ... ... ... ... ... ... 68

2.4. DuMarsais y los enciclopedistas ... ... ... ... ... ... ... 70
111.-EL ESTUDIO DE LA LENGUA Y DE LA LI-
CnPíTUx.o
© 1969 by Trustees of Princeton University TERATURA ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 97
3.1. La lingüística histórica y comparada. Saussure ... ... 97
Ediciones Cátedra, S. A., 1977
Don Ramón de la Cruz, 67. Madrid-1 3.2. La escuela americana de Bloomfield ... ... ... ... ...

Depósito legal: M. 15.643 - 1977 101


ISBN: 84-376-0048-0
3.3. La estilística de Bally ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...
Printed in Spain Impreso en vELOGUaF CAPÍTULO IV.-LA CRfTICA LITERARIA Y LA CIENCIA DE
Tracia, 17. Madrid-17 Papel: Torras
Hostench, S. A. LA LITERATURA EN AMnRICA ... ... ... ... ... ... ... ...

133 4.1. El New Criticism ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 133 4.2.
La Teoría Literaria de R. Wellek y A. Warren ... ...
7
3
V.-EL CONGRESO DE BLOOMINGTON: EL ESTILO
CnríruLo
DEL LENGUAJE ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...

173 5.1. Las dicotomías de Voegelin y Sol Saporta ... ... ...

175
CnYíTULO VI.-CONCLUSIONES ... ... ... ... ... ... ... ... ... 207 6.1. Técnicas ...
... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 207 6.2.
211
Estructura ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ...

6.3. Cultura ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 216

6.4. Teoría literaria y lingüística ... ... ... ... ... ... ... ... 221

4
ciación de este tipo. Hemos decidido, por consiguiente, exa- tudiantes de lengua y literatura francesas en América. De-
minar ciertos rasgos básicos del concepto occidental del seamos al profesor Alfred Foulet (Princeton), profesor Henri
lenguaje en los tres primeros capítulos. El 4 y el 5 tratan de Peyre (Yale) y profesor Ira O. Wade (Princeton) una alegre y
lingüística y estudios literarios, tal como se practicaban en provechosa jubilación.
América (y en el extranjero) en los años recientes. En el ca-
pítulo 6 ofrecemos algunas indicaciones con el fin de acre- KARL D. UITTI
centar la colaboración entre las dos disciplinas.
A través de este estudio, los términos lingüística y litera-
tura serán definidos una y otra vez. Tras haberlo dudado
algo, nos hemos decidido por el título Teoría literaria y lin-
güística.
Deseamos evitar desde el comienzo la noción simplista
de que lingüística significa una técnica, un puro método,
mientras que literatura significa una clase de corprt.s
textual. De hecho, literatura implica también un método (o
un número posible de métodos) -de ahí nuestra preferencia
por teoría literaria, término de moda hoy- y lingüística -tér-
mino de uso tan frecuente en el siglo pasado- invita pre-
cisamente a evocar una «materia», un objeto de estudio.
Nuestro propósito, por tanto, no puede ser aplicar simple-
mente un método a materiales diferentes aunque relaciona-
dos. Esto sería demasiado fácil (y equivocado). Antes bien,
habremos de examinar la interacción de varios métodos v
materiales diversos, ocupación mucho más delicada. Vere-
mos cómo un notable grupo de estudiosos americanos con-
temporáneos han navegado por estas aguas traidoras con
una habilidad mucho mayor que la que muchos acreditan.
Debemos manifestar nuestro agradecimiento por este
orden. El tiempo que nos proporcionó la generosidad de la
Fundación John Simon Guggenheim en 1964 lo dedicamos
a la preparación de este estudio. Reiteramos nuestro agra-
decimiento a la Fundación por esta oportunidad. También
nos gustaría dar las gracias a un número de amigos cuya
atenta y cuidadosa lectura de algunas partes de este
trabajo fue valiosísima: al profesor de las Universidades de
Madrid y Princeton, Enrique Tierno Galván; al profesor
Claudio Guillén, de la Universidad de California (San Diego);
al profesor Frank Bowman, de la Universidad de
Pennsylvania, y al profesor Peter F. Dembowski, de la
Universidad de Chicago.
Finalmente, queremos dedicar las páginas siguientes a
tres colegas, estudiosos distinguidos y hombres de letras,
cuyas carreras docentes están llegando a su fin. Su labor y
12 5
5
CAPÍTULO PRIMERO LENGUAJE, PENSAMIENTO

Y CULTURA

1.1. Los orígenes

Desde la más remota antigüedad el hombre


occidental ha mostrado interés, sistemáticamente, por
una teoría general del lenguaje. En consecuencia, ha
establecido unas categorías de análisis «lingüístico»,
más o menos definidas, aunque relacionadas de acuerdo
con unos presupuestos religiosos, metafísicos y
culturales dados. Las teorías del lenguaje han implicado
necesariamente unas teorías del estudio del lenguaje (la
«gramática», la «lingüística»), y esta especulación
teórica ha registrado tanto las contingencias culturales
como las perspectivas filosóficas. La configuración o
estructura específica de una teoría está en relación con
las materias en tanto concepción general, persuasiva y
dominante o, como prueba de lo que decimos, en
relación con actividades más especializadas como la
dramática, oratoria, análisis gramatical o pensamiento
silogístico. Todos sabemos que las especulaciones
grecorromanas sobre el lenguaje desarrollaron unas
doctrinas de gramática, retórica, poética y dialéctica
extraordinariamente matizadas, aunque en constante
cambio e interrelacción. Platón y Aristóteles -por no
mencionar a los presocráticos, a numerosos filósofos
estoicos y a los sofistas- se entretuvieron en fales
especulaciones, y aunque se diferencian sustancialmente
el uno del otro en determinados aspectos, compartieron
una manera de exponer los problemas que ha gozado de
gran influencia en épocas posteriores. La difusión de las
antiguas indagaciones lingüísticas a través ' del mundo
mediterráneo y su reconciliación con la nueva
concepción que aportaba el Cristianismo ha sido objeto
de considerables investigaciones históricas. El legado de6
6
Agustín y los Santos Padres, y lo que se perdió -así como el ticas. En cierto sentido, Chrétien de Troyes «imita» o «re-
proceso de transmisión a la Europa medieval-, nos pro- produce» a Virgilio; en realidad, identifica su propia Francia
porciona datos significativos para comprender la estructura con la antigua Grecia y Roma'.
de la mentalidad occidental. Por tanto, sería conveniente El desarrollo de las teorías filosóficas medievales, sobre
hablar de esta mentalidad en términos de una «estructura todo en lo que atañe a la elaboración de teorías lógicas, nos
histórica», es decir, como una serie de posibilidades elabo- esclarece, además, otro tipo de reajuste. La cultura literaria
radas por pensadores y escritores a través del tiempo. que habíamos heredado de la antigüedad y que se desarro-
Consciente de su pasado cultural, la Edad Media entendió el lló en las escuelas de los siglos xi y xm, presentó numerosos
lenguaje -tal como lo manifestó en su literatura, especula- obstáculos a las formulaciones de carácter lógico-discursivo
ción filosófica o escritura- en relación con diversos sistemas que los filósofos escolásticos desearon realizar. En
teóricos de valores y procedimientos permanentes, trans- consecuencia, algunos filósofos acentuaron ciertos procedi-
mitidos de generación en generación en forma de tradición mientos estilísticos de la antigua tradición lingüística -o
de autoridades (traditio). Pero, para salvaguardar el gran «gramatical»- con la exclusión de otros muchos. En la Euro-
dinamismo de este pasado cultural, la Edad Media reconoció pa del siglo xiii, «Filosofía» se oponía a «Literatura» y, como
que estas tradiciones requerían interminables reajustes veremos más adelante, la tradición gramatical fue sometida
para responder satisfactoriamente a las exigencias de los a una profunda revisión.
nuevos conocimientos teóricos y aplicaciones prácticas. Estos hechos indican que la teoría literaria y lingüística
La historia literaria ejemplifica este proceso de asimila- pueden ser abordadas más concretamente desde la
ción. La concepción finita y estática que implicaba el pen- perspectiva de su «estructura histórica» subyacente. La
samiento pagano, mantuvo las formas retóricas o noción de teoría del lenguaje, así como muchas
estilísticas de una literatura, producto del despliegue concepciones de literatura y ciencia lingüística, deberían
jerárquico de esquemas expresivos. Así, el estilo noble o estar relacionadas pertinentemente con las posibilidades
grave fue legado para expresar convenientemente un tema que nos brinda la continuidad histórica que llamamos
que requiriese gravedad. La noción de jerarquía estilística la cultura occidental. Si es verdad que todo sistema o
concepción contiene una teoría del lenguaje, también es
fijó San Agustín (De doctrina christiana, IV), pero en
verdad que cada teoría del lenguaje implica un conjunto de
armonía con la visión cristiana de la dignidad de toda la
perspectivas filosóficas y, por consiguiente, resulta evidente
creación, el estilo elevado se llegó a identificar más
que un estudio de la teoría literaria y lingüística debe
exactamente con el efecto que el orador deseaba producir
proponerse dar cuenta sistemáticamente del tipo de
en su auditorio. El mismo tema tenía aparentemente menor
relación que se establece entre las posibles concepciones y
importancia que la previa disposición. Por citar algunos
las teorías del lenguaje.
ejemplos de San Agustín, el tema cristiano de la virginidad
Por definición, un estudio interpretativo es algo arbitra-
podía tratarse con un estilo sobrio y el tema de los
rio. Se elige una de las perspectivas con la esperanza de
cosméticos podía expresarse en un estilo elevado. Este
que sea productiva. Por estas razones, hemos decidido
cambio de énfasis contribuyó, durante la Edad Media, a la
creación de un estilo nuevo, el noble estilo vernáculo, estudiar la realidad de la «cultura occidental» como la
dimensión en la que estos tipos de relaciones se prestan
semejante y diferente a la vez del estilo grave de la Eneida
mejor al análisis.
1 Me refiero Aunque
aquí al tema de lano sea del
translatio todo
studü, cierto,
contenido la
en un
de Virgilio. Este estilo noble se formó históricamente a partir pasaje muy conocido de Cligés (25 y ss.), en los que Chrétien habla
de un sermo humilis cristiano, de poco prestigio intelectual del nacimiento de la chevalerie («cultura») en Grecia, su importa-
(cfr. Erich Auerbach *, Literatursprache und Publikum in der ción a Roma y su llegada final a Francia. Alcuino, Bernardo de
Chartres y otros antiguos se consideran a sí mismos «modernos». A
lateinischen Spütantike und im Mittelalter, Berna, 1958). Así, pesar de que, en su concepción, la cultura llega a oscurecerse en
la Edad Media salvaguardó Francia, sin embargo, fue por su conocimiento de los antiguos por lo
* Lenguaje literario y público la
en forma estática yde
la baja latinidad en la antigua
la Edad que los «modernos» aspiraron a saber más que aquéllos.
Media, Seix Barral, 1969, traducción de López Molina.
17
7
7
mostrar las implicaciones de su deuda en tanto nos permi-
tieron conocer la naturaleza y usos del lenguaje. La misma
continuidad cultural nos proporciona criterios de referencia 1.2. Platón y la teoría literaria
que nos llevan a distinguir entre las actitudes «modernas»
ante el fenómeno del lenguaje y las anteriores. Los lógicos El Cratilo de Platón se ocupa del viejo problema de si
medievales están próximos a los filósofos modernos de lin- los nombres son «naturales» o «convencionales», si
güística, no obstante ser dos mundos diferentes. La moder- «poseen una verdad o exactitud igual para los griegos y
na teoría poética tiende hacia una concepción del lenguaje para los bárbaros» (pág. 323) ' o si,de hecho, los
que recuerda mucho a Platón, pero las diferencias son quizá significados son sólo cuestión de «convención o acuerdo».
mucho más significativas. ¿Qué tienen de común Prisciano, Arguyendo que los nombres están determinados por el
el famoso gramático de la antigüedad, y la lingüística del uso, Hermógenes advierte que «los griegos se diferencian
siglo xx? ¿En qué puntos están en divergencia? ¿Qué es lo de los bárbaros en el uso de los nombres, lo mismo que las
que diferencia la «lingüística moderna» y la «crítica litera- diferentes tribus griegas se distinguen unas de otras»
ria» -suponiendo que existan tales entes- y qué contenidos (pág. 325). El problema del pluralismo lingüístico está, por
deberán unir en una causa común? Finalmente, y quizá consiguiente, expresado, aunque esbozado solamente.
fundamentalmente, algunos conocimientos de las posibili- Sócrates sostiene que «la función de un nombre... es
dades que explotaron nuestros predecesores y las que de- expresar la naturaleza» de la cosa, y Protágoras se
bieran surgir de este estudio, contribuirán, como es de es- equivoca, puesto que son los sofistas y retóricos quienes
perar, a reconocer estrictamente las complejidades que argumentan que «el hombre es la medida de todas las
acompañan el problema del lenguaje y la literatura, al disi- cosas, y las cosas son tal y como me parecen a mí y son
par ciertos tópicos y prejuicios corrientes. para ti tal y como te parecen a ti» (pág. 326). Sócrates in-
Discutiremos la concepción moderna del lenguaje y las siste en ello, delimitando lo verdadero de lo que es falso;
ramificaciones diferentes de la disciplina -literarias y lin- las cosas poseen una naturaleza inherentemente estable,
güísticas- en la segunda parte de este capítulo de intro- aunque estén en movimiento. Y puesto que el hablar es
ducción. Es fundamental un estudio previo de los orígenes una actividad, el arte de poner nombres a las cosas posee
de nuestra materia en la primera parte. su propia naturaleza y normas. Lo razona analógicamente:
Antes de pasar a examinar la tradición premoderna en el nombre es un instrumento, un medio, del que nos
general y, concretamente, los tipos de actividad en relación servimos para conocer y distinguir las cosas, exactamente
1 La discusión siguiente de Platón está basada en el Cratilo, puesto
con el estudio gramatical en la Antigüedad y en la Edad Me- que, entre sus obras, este diálogo trata del problema del lenguaje en la
dia, discutiremos ciertas obras de Platón y Aristóteles. Estos forma platónica más característica. Evidentemente, cl presente estudio
filósofos nos brindan un punto de partida conveniente y útil. no puede tratar exhaustivamente de la cuestión de «Platón y el
lenguaje». Intento solamente presentar ciertos aspectos fundamentales
No se ocuparon primordialmente del lenguaje ni de de aquella cuestión. El Cratilo ofrece, pues, un punto de partida
literatura en cuanto tales. A pesar de que ambos autores conveniente, nada más. Puesto que el punto de partida de Platón está
directamente unido con lo que establece y, por supuesto, esta
escribieron sobre el problema del lenguaje en diferentes «conexión» implica una teoría del lenguaje, un análisis del Cratilo,
contextos culturales y temporales, lo que sustentaron ad- sus argumentos, su estructura , y sus ironías proporcionan una
quiere una relevancia e importancia insospechadas. Platón ilustración casi gráfica de las concepciones platónicas. Las citas del
Cratilo se tomarán de la traducción de Ben¡amin Jowet, The
fue el primero y más importante teórico de lo que se puede Dialogues of Plato, I, 3.a ed., Oxford, 1892; las indicaciones de
llamar concepción simbólica del lenguaje. Aristóteles, en paginación están, pues, referidas a esta obra. La discusión de
cambio, fue el principal representante de la doctrina opues- Aristóteles se basa en el Organon, trad. de O. F. Owen, 1-II, Londres,
1889; La Retórica, trad. de J. H. Freese, Loeb Classics, Londres y
ta -aunque en algunos sentidos complementaria- al concebir Cambridge, Mass., 1926; La Metafísica, trad. de Richard Fíope, Ann
el lenguaje como un instrumento analítico. Estas dos Arbor, 1960; La Poética, trad. de S. H. Butcher, 4.a ed., Londres,
1922. Diálogos platónicos, ed. Hernando, traducción española de
teorías, como veremos, desarrollaron también un método Emeterio Mazorriaga.
de observación o estudio de los fenómenos lingüísticos. Su
influencia
8 fue -y continúa siendo- grande. 19
8
sonas que sepan cómo, y que sean capaces de carácter simbólico del lenguaje. Mientras,
imprimir sobre las sílabas del nombre la forma Cratilo declara su aprobación al argumento de
esencial de la cosa o acción que se intenta Sócrates, aunque insiste en que no existen
expresar. El juez de la adecuación semántica no palabras que puedan ser falsas o sólo vet-
es, pues, el legislador -el que impone los daderas en parte, a menos que sean no-
nombressino el filósofo, el dialektikós. El diálogo palabras. Las palabras imitan a las cosas, pero
toma un cariz etimológico. Sócrates examina el ¿cómo? Cratilo sostiene que si imitan o no a las
nombre de los héroes y los dioses para cosas, no hay ningún término medio entre
descubrir la conexión existente entre los nom- estos extremos.
bres y las esencias de los seres nombrados. A En. este punto, la dialéctica que envuelve a
diferencia de la etimología moderna, la Sócrates y Cratilo alcanza gran interés por sí
etimología platónica se centra sobre tales misma. En realidad, lo que Platón discute es lo
conexiones; el estudio de la forma por la forma que la dialéctica -o el diálogo
resulta irrelevante, puesto que los resultados presenta. Uno sospecha que el sentido del autor
de la investigación etimológica deben no puede ser identificado, convenientemente,
conducirnos hacia la realidad esencial de las ni con Sócrates ni con Cratilo, lo que cuenta es
cosas que expresa la palabra'. De hecho, las el modo de hilar sus argumentos'.
dos terceras partes del diálogo versan sobre Una palabra puede ser inexacta cuando
cuestiones etimológicas. Este único dato es alguien, norinalmente el mismo que la usa,
suficiente para demostrar cuál es la concepción asigna negligentemente un nombre cuyas
filosófica de Platón. Sin embargo, tenemos que características pertenecen a un objeto o
advertir que la etimología no prueba nada; aclara acción, a otro objeto o acción distintos. Un
simplemente. Platón propone estas aclaraciones nombre puede ser también inexacto cuando la
como una clase superior de «prueba» y como imitación es demasiado particular; el nombre
un emblema. Corno las lucubraciones perfecto sería una copia del objeto imitado. Así,
etimológicas de Sócrates no pasa.n de ser la imitación perfecta de Cratilo sería un rival
meras conjeturas, su interlocutor le interrumpe (verbal) del mismo Cratilo, un artefacto
-muy significativamente- para apuntar la pasión imposible. Por consiguiente, Sócrates no puede
inspirada con que habla. Por fin, el mismo ser tan exigente como Cratilo; necesita aceptar
Cratilo se ve obligado a reconocer que «un el hecho de que las palabras son, en la
poder más que humano puso a las cosas sus práctica, más o menos convenientes, más
primeros nombres» (pág. 386). Sócrates elude verdaderas o más falsas. Parece caer en las
esta advertencia. Sin embargo, .en los siglos doctrinas retóricas -o sofísticas- de su tiempo.
posteriores, su noción de «verdad» será La exactitud de los nombres es una función
interpretada como el resultado del poder divino determinable, en la práctica, por el uso y la co-
o será relacionada con otros principios rrespondencia: «¿Cómo puedes todavía
absolutos h. A estos razonamientos del principio imaginar, mi buen amigo, que encontrarás
sigue una especie de análisis crítico. Si una nombres parecidos a cada número individual,
cosa
3
-palabra o proposición- es verdadera, aunque permitas que lo que llamas convención
Según Sócrates, «el etimologista no va más allá del cambio de y acuerdo tenga autoridad para determinar la
todas las letras, porque su necesidad no se interfiere con el signi- corrección de los nombres?» (pág. 382). La
ficado» (Jowett, pág. 336). La Antigüedad y la Edad Media conser- burla que Sócrates hace de los sofistas no
varon y utilizaron esta concepción de la etimología.
4
puede
5
permitirnos
En consecuencia, tomarlo
si se en
hiciera una serio,
lista de los aargumentos
no ser ende
Para una discusión de tales hipótesis en relación con el uso Sócrates tal como aparecen e :i el Cratilo, habría a veces contradic-
evangélico de Verburn y su correspondencia en la filosofía estoica, ción. La forma de la obra es esencialmente dialogada: hay una
ver E. M. Sidebottom, The Christ of the Fourth Gospel, in the Light perfecta continuidad e interacción de estructura, lengua y pen-
samiento.
of First-Century Thought, Londres, 1961, especialmente cap. III,

9 21

9
mer hombre, al dar nombres a las cosas, no descubrió la socrático obra de acuerdo con las respuestas de su interlo-
verdad. Cratilo se-muestra partidario de la teoría que cutor en un acto lingüístico, situación discursiva, dotándolas
sostiene que los nombres poseen autoridad divina, ya que de sentido y relevancia respecto a la posición tomada. Así,
fueron fijados por los dioses. Sócrates, sin embargo, alega . la conciliación de Cratilo con la teoría heraclitiana del eterno
que los nombres difícilmente se confundirían unos con otros flujo de la realidad parece ser lo que le impide aceptar la
si los dioses los hubieran fijado realmente. El verdadero posición idealista de Sócrates y su técnica metodológica. La
criterio de exactitud de los-nombres no debe buscarse en verdad existe; no plantea problema alguno. El problema
los mismos nombres, sino en las cosas. Además, la reside en nuestra interpretación correcta de lo qué es
búsqueda de la verdad debe estar referida siempre a las verdad y las implicaciones de esta interpretación. Como
cosas, no a sus nombres. Por esto, Sócrates rechaza la señala Platón en su República: «las palabras son más
concepción heraclitiana de que todas las cosas se hallan en plásticas que la cera». Por otra parte, las palabras están
un estado de flujo y movimiento: «Ningún hombre capaz de informadas por los procesos simbólicos y las estructuras que
juicio deseará ponerse a sí mismo o la educación de su los conforman como representativas de las cosas (e ideas),
pensamiento en poder de los nombres; antes bien estará pero, por otro lado, informan sucesivamente nuestro
tan lejos de depositar su confianza en los nombres o en el discurso y pueden ser efectivas en la comunicación cuando
dador de los mismos como de estar seguro de conocimiento los filósofos las usan con propiedad. Las palabras son los
alguno que le condene a sí mismo y a otros entes a un indicadores y, si se quiere, la parte tangible de los procesos
insano estado de irrealidad; no creerá que todas las cosas mentales en acción.
rezuman como una olla, ni imaginará que el mundo es un El lector de hoy puede estar predispuesto a hallar un
hombre que anda sobre la nariz» (pág. 388). Sin embargo, Platón ambiguo o paradójico. Sin embargo, las contradic-
Cratilo expresa claramente lo que piensa al replicar: «la ciones del Cratilo se resuelven de hecho cuando uno se
suma de la gran cantidad de inconvenientes y preocupa de devolverles sus contextos explícitos. Aunque
consideraciones me inclinan por Heráclito». El diálogo las ambigüedades no pueden esclarecerse fácilmente desde
finaliza sin concluir, como tienden a hacerlo generalmente afuera, conducen a una interpretación consecuente. La li-
los diálogos platónicos. La afirmación de Sócrates se mitación esencial del punto de vista de Platón no impide
encuentra y cruza con la duda de Cratilo. que sea extenso ni, por esto mismo, notablemente analítico.
La posición de Platón es absolutista, pero su absolutismo Sin ser «ideal», el lenguaje se ajusta al esquema del idea-
lo traduce en forma de diálogo, lo cuabdificulta su com- lismo platónico; sus abstracciones están revestidas de la
prensión analítica. La realidad fundamental -definible en sí carne de las situaciones reales. Platón no habla del «len-
como lo que es permanente- existe fuera de los nombres, guaje» ni de la «literatura» del discurso verdadero ni del
que son, por supuesto, imitaciones de las cosas. El ideal es ficticio, ni de las estructuras lingüísticas -reales o supues-
monolítico. Pero lo que fundamenta la obra de Platón es la tas-, en contraste con la invención lingüística. Lo cierto es
comprensión práctica de que nuestra captación de la que Platón arremete en otro pasaje contra los poetas que
verdad del ideal monolítico depende de las formas con las cometen la temeridad de poner en competencia sus obras
que operamos en nuestras operaciones discursivas. con la realidad última del ideal. Aquellos que aceptan que
Sócrates es el intérprete del contenido, ya que traduce la sus composiciones son la copia de las cosas, como la imita-
investigación básica al contexto en que se desarrolla el diá- ción socrática de Cratilo, hipotéticamente «perfecta», y que
logo. Se mofa del relativismo de Hermógenes en nombre de desde entonces las creen como tontos, deben ser
una verdad rigurosa, pero ataca la intransigencia de Cratilo desterrados de la República. En cierto sentido, los poetas
en virtud del procedimiento. Sócrates pregunta: «pero, toman el simbolismo lingüístico demasiado seriamente y,
¿cómo esperas tú (usted o yo o aquel) conocerlas (es decir, por tanto, están corrompidos políticamente. Por la misma
las cosas sin los nombres)?». En resumen, al ser consciente razón, Sócrates rechaza a los sofistas que conceden crédito
de las limitaciones históricas y formales del lenguaje, se a las palabras, y en cambio, como el diálogo de Cratilo
10 señala, no apoyan el fundamento de su creencia en una 23
10
tinúa siendo falso y es la peor forma de corrupción, ya que, estadios intermedios. La naturaleza del mismo lenguaje -no
aunque la verdad no sea lenguaje, debe intentarse la solamente la del discurso- es simbólica. Con el tiempo, la
búsqueda de la verdad por medio del lenguaje. mente humana «se mejora» a sí misma; es decir, lega un
Platón es el primero y mayor representante de la con- registro de sus logros simbolizados -encarnadosen el
cepción monolítico-absolutista del lenguaje. Esta concepción discurso que ha sido salvaguardado. De acuerdo con esto,
postula una cualidad inefable o principio regulador que los poetas son verdaderamente significativos, sus obras
pueden alcanzar en la práctica los hombres conocedores de constituyen una filosofía. Esta creatividad poética es esen-
ello y quienes estén deseosos de buscar las correlaciones cialmente cualitativa; sin embargo, como Sócrates advierte
fenomenológicas, constitutivas de la evidencia de su poder. a Cratilo cuando éste objeta que si los nombres no son
La dialéctica platónica reproduce lo que puede llamarse un verdaderos, no se puede decir que existan: «Yo creo que lo
proceso esencialmente simbólico. Este proceso tiene lugar que tú dices puede ser verdad acerca de los números, que
gracias a que el sistema de conocimiento platónico ignora deben ser justamente lo que ellos son, o no son... pero
realmente su trascendencia. Es tautológico. éstos no se aplican a lo que es cualitativo [es decir, zotóc ]
La concepción monolítico-absolutista del lenguaje con- o a algo que se representa bajo la forma de imagen» (pá-
duce a lo que podemos llamar principio de creatividad. En gina 378).
otras palabras, lo que corrientemente llamamos «crea- En Platón se encuentra ya la concepción unitaria según
tividad» revierte hoy en favor de la teoría platónica. Lo que la cual todo lo que respecta al lenguaje está indisoluble-
le separa, sin embargo, de sus colegas modernos es el mente unido a una estructura más amplia del pensamiento,
contexto metafísico que penetra y circunda de hecho su una cosmovisión que, en el caso de Platón, es idealmente
teoría lingüística. La metafísica platónica subraya todos los absoluta y esencialmente metafísica. Las modalidades del
aspectos de su pensamiento y experiencia, mientras que los discurso -prosa o poesía u otras distinciones genéricasno
elementos metafísicos de un Wilhelm von Humboldt, por son válidas en la medida en que tienden a poner de relieve
ejemplo, están mejor concebidos como subordinados a una sus peculiaridades y no el común denominador de la pura
metodología. Como veremos en su debido lugar, la filosofía. Lo mismo que el rey para Platón debe ser un
diferencia fundamental y cualitativa que separa el pensa- filósofo, exactamente lo mismo debe ser su poeta. El
miento moderno del premoderno en lo que al lenguaje res- análisis -por ejemplo, el de las etimologías socráticassirve
pecta, se cifra en la importancia que la ciencia moderna de ejemplo más que de disociación; los hechos del lenguaje
concede a la influencia que media entre las disciplinas es- a través de la historia se han utilizado para esclarecer las
pecializadas: la «ciencia del lenguaje» se desenvuelve entre relaciones que, de otro modo, hubieran permanecido
el hombre v la expresión. El germen del principio moderno oscuras o abstractas. La intervención de Sócrates
de creatividad está, no obstante, plenamente presente en el subrayando tales relaciones le lleva a corregir las posicio-
Cratilo, puesto que, al argumentar sobre el lenguaie, los nes de Cratilo y Hermógenes (el lector comprueba que
protagonistas de Platón no argumentan sobre nada. Lo que debe aceptar la filosofía heraclitiana si desea tolerar el
dicen, al contradecir el uno al otro, crea el objeto material. atisbo de absolutismo de Cratilo). Pero quizá lo más impor-
La metafísica tautológica de Platón es la causa de que el tante de todo sea -y esto es un punto de vista que los
lenguaje sea enteramente histórico, es decir, real. Por eso, especialistas no siempre han captado -que el mismo diá-
Sócrates está comprensiblemente proscrito. Busca el medio logo encarna lo que dice. El ejemplo de Cratilo demuestra
mejor para corregir lo que su interlocutor sienta; pero sus que le estructura del discurso, el lenguaje de su protago-
propias «correcciones» continúan siendo en y por sí mismas nista y su enunciación sustantiva se funden dentro de un
-así como dentro del contexto del diálogo- un cuerpo de todo más grande que la suma de estos tres elementos y
expresiones que ejemplifican lo que es el lenguaje. La que es esta forma o punto de vista, en cuanto representado
entidad ontológica del lenguaje depende, por consiguiente, por el todo, lo que da sentido y relevancia a cada una de
de la intencionalidad de las expresiones; los significados se las demás partes. El Cratilo funciona poéticamente; es, si
ordenan desde lo falso hasta lo verdadero, e incluyen
11 25
11
por así decirlo, lo que se quiere significar. Este aspecto de la análisis. Para perfeccionarlo se debe elaborar de antemano
obra es semejante e inseparable de su contenido. un lenguaje analítico suficientemente poderoso, es decir,
El uso que Platón hace de la equivalencia de formas y una sintaxis metodológica. A pesar de todo, la influencia
contenidos en la exposición teórica, al describir la relación universal de Platón sigue vigente, aunque de una forma
entre la forma lingüística y la realidad, en tanto esta forma diferente.
está destinada a representarla, la adaptarán algunos poetas Si en el Cratilo platónico los límites entre «forma dis-
a otros géneros. La «poeticalidad» del diálogo platónico se cursiva» y «filosofía» son, en el mejor de los casos, oscuros,
reproduce formal y funcionalmente en obras notoriamente en el Organon de Aristóteles los indicadores que separan
poéticas. Mallarmé, concretamente, justificó su poesía el lenguaje de la lógica son igualmente confusos. La forma
mediante la relevancia y conexión entre su naturaleza discursiva es tan fundamental para el pensamiento aristo-
cognoscitiva y creadora. El poeta es un rival de Dios. Forma télico como para el platónico, y más si de hecho se considera
y contenido son una misma cosa; el conocimiento del poeta, el problema técnico tal como lo trata Aristóteles. Fue el
primero en analizar las partes del discurso y en ajustarlas al
encarnado así en su aeuvre, es (o debería ser) la verdad.
esquema del silogismo lógico o de persuasión del entimema
Incluso para los teóricos románticos del. lenguaje, la esencia
retórico. Aristóteles parte de la definición del significado de
del lenguaje mismo reside concretamente en el proceso
las palabras (es decir, expresando su «núcleo» o valor
creador del que debe participar todo discurso y que, por lo
denominativo), luego prosigue haciendo distinciones que
mismo, lo ejemplifica. La metafísica platónica puede ser
implican categorías de la realidad, y, por último, formula
seriamente modificada o rechazada todavía por sus
hipótesis axiomáticas. Igual que Platón, Aristóteles cree en
seguidores modernos, pero, juntamente con su doctrina
una verdad metafísica: las palabras representan objetos
monolítica del lenguaje, han pervivido y florecido su método
inteligibles, acciones o ideas que se pueden conocer. Las
creador y sus implicaciones.
definiciones se aplican no sólo a los nombres, sino también a
1.3. Naturaleza e importancia de la concepción aristotélica del las cosas, y le llevan a establecer categorías universales que
lenguaje dan lugar a análisis sucesivos cuando se unen
sintácticamente (Categorías, i-ü). Solas, las categorías se
Aristóteles ofrece otra perspectiva. Platón y Aristóteles refieren a cosas incomplejas (sustancia, cualidad, cantidad,
hablan del logos, pero éste se refiere principalmente a la relación, etc.). «Un hombre corre» es compleja; «hombre» y
lógica y disciplinas afines. A diferencia de Platón, Aristóteles «corre» son incomplejas.
concibió el pensamiento corno el objeto de una ciencia En el capítulo segundo de las Categorías, Aristóteles trata
especial. No hay ningún reflejo evidente de la forma de de la división lógica de las cosas y de sus características en
razonar platónica, simplemente porque la forma, como el discurso; esto es lo esencial. Todas las cosas se dividen en
vimos, es situacional, una parte integral del proceso del dos clases, sustantivas y atributivas: sustancias universales
diálogo; no es algo sobre lo que se pueda argumentar ple- y singulares y circunstancias universales y sin, gulares.
namente. Sin embargo, para Aristóteles, el lenguaje (y sus Algunas cosas pueden predicarse de un sujeto sin estar en un
«expresiones» discursivas, como, por ejemplo, la tragedia, sujeto (los universales son predicables de sujetos
la prosa, etc.) se puede considerar provisionalmente como individuales): hombre» se predica de un sujeto, es decir, de
cierto «hombre». Otras existe en un sujeto, como «cierta
un objeto autónomo, poseedor de unas características de-
blancura», pero no se predica de ningún sujeto específico;
terminables y conformante de unas relaciones descriptibles; todos los predicados deben ser por definición generales, no
el lenguaje es un instrumento de la lógica y del discurso. En particulares. Por consiguiente, «cierta blancura» debe existir
otras palabras, Aristóteles conserva la noción platónica de en un cuerpo, ya que como color no puede existir
sistema; pero distingue en la práctica el sistema (o independientemente de él, pero el sujeto no se predíea en
funciones) del objeto estudiado y el sistema de medios este caso. Otras cosas se predican a la vez de y en un sujeto;
usados para su estudio. Por esto, el lenguaje mismo -o dis- estos son atributos universales: «ciencia» existe en un sujeto
curso dado- se convierte en un sistema apto para el («alguna gramática») porque es un univer
12 27
12
sal. Finalmente, algunas cosas -sustancias individualesno se persuadir en la oratoria o, por lo que hace a eso, los arti-
predican ni en ni de un sujeto; por ejemplo, «este hombre», ficios (como la metáfora) de los escritores de las tragedias-
«ese caballo». Además, cuando se atribuye a un sujeto, son posibles y útiles en contextos no metafísicos. En cierto
entonces lo que se afirma del predicado debe afirmarse modo, la dialéctica aristolélica abarca varios «aspectos»
también del sujeto: «hombre» se atribuye a «cierto formales, que pueden consistir en atacar o defender una
hombre», y «animal» se atribuye a «hombre»; en conse- proposición específica o tesis. Así, los «temas» o «tópicos»
cuencia, «animal» debe atribuirse a algún «hombre», aristotélicos constituyen un repertorio formal de principios
puesto que algún «hombre» es «hombre» y «animal» a la probables, y componen la dialéctica de una «lógica aplica-
vez. da», donde la discusión reemplaza al diálogo.
E1 lenguaje (esto es, discurso o logos), las cosas y el La justificación aristotélica del tratado Tópicos es su-
mamente reveladora (Tópicos, I, ü). El tratado es útil, dice,
pensamiento están íntimamente entrelazados, puesto que
para el ejercicio, conversación y ciencia filosófica: 1) por-
lo que permite las relaciones aludidas anteriormente es la que una vez que nosotros poseemos un método, podemos
actividad mental canalizada o modelada mediante la es- argumentar más efectivamente sobre el tema en cuestión;
tructura lógico-gramatical. Este es uno de los temas más 2) porque si hacemos un inventario de las opiniones co-
espinosos de la historia de la filosofía y uno de los que han munes de los demás, podemos encontrar seguidores en su
originado muchas discusiones, como la de si Aristóteles propio campo, que no tienen por qué fiarse de argumentos
confundió la estructura gramatical del griego con la sintaxis singulares; 3) porque mediante la ciencia filosófica es-
lógica; es decir, si su ontología continúa estando con- tamos mejor situados, tras apreciar los dos lados del pro-
dicionada de hecho por la estructura del griego. En nuestros blema, para discernir lo verdadero de, lo falso en cada
planes, estas cuestiones deben considerarse juntamente, ejemplo. El ejercicio de la dialéctica «aplicada» hace que
puesto que las implicaciones generales de las interrelacio- uno piense mejor, permite un pensamiento más
nes del discurso, los realia, y el pensamiento son cuestiones persuasivo, y lo protege del error. Permítasenos reproducir
aquí la «ventaja» de esta clase de dialéctica, pues nos
de las que también nos ocuparemos aquí. concierne directamente: la dialéctica es aplicable «a los
El razonamiento de Aristóteles no requiere, como el del primeros principios de cada ciencia (Aristóteles lo ha
Cratilo platónico, la previa solución de un problema de demostrado realmente al aplicarlo en la elaboración de la
diálogo. La verdad metafísica se identifica con lo que puede misma dialéctica), puesto que no podemos decir nada
aprehenderse mediante operaciones silogísticas o afines. En sobre los principios sentados de una ciencia dada, en tanto
esencia, la validez del proceso argumental recibe un trata- que son los primeros principios de todo, aunque debamos
miento teórico más completo que éste al que se ha de apli- necesariamente discutirlos a través de las probabilidades
car dicho proceso. Las palabras y las cosas que ellas desig- de los singulares. Sin embargo, esto es peculiar o
nan están subordinadas a unas relaciones arquetípicas que especialmente apto para la dialéctica, porque al ser de
se pueden hacer para ajustarlas; vimos la variedad de pro- naturaleza investigadora, controla el camino que lleva a los
posiciones en las.que «hombre» podía ponerse como principios de todos los métodos» (ibídem).
agente. Se ha alabado frecuentemente el sentido común de Mientras que el lenguaje formal para Platón -por ejem-
Aristóteles; toma las cosas como vienen, considerándolas plo, el discurso del diálogo- pudo ser revelador de la na-
tal como él es capaz de observarlas, y solamente después turaleza de la verdad, para Aristóteles el lenguaje es
de de observarlas las somete a un análisis, es decir, a inter- susceptible de una modificación de las formas que hacen
pretación. Así, en el libro Sobre la interpretación, Aristóteles de él un instrumento de la verdad. Aristóteles se cuida de
discute la proposición, la forma de la oración enunciativa, distinguir entre dialética y filosofía en el libro tercero de su
como reflejo de las «pasiones del alma», y cualquier Metafísica: ésta conduce directamente a la verdad, aquélla
«falsedad y verdad» que esté implicada en la sintaxis de la es puramente crítica. Sin embargo, no se llega a ser filó-
composición y de la división. En realidad, la forma del sofo sin comprender el funcionamiento del silogismo. Aris-
mismo razonamiento no posee un carácter verdaderamente tóteles no rechaza completamente las ideas de Platón,
absoluto en todos los ejemplos o situaciones. Las formas pero
lógicas son, por supuesto, absolutas, pero otros silogismos
13 29
13
consagra prácticamente su atención a los tipos de conoci- realidad sustancial de las cosas y sus propiedades inteli-
miento que engendra la aplicación del razonamiento silo- gibles subraya el procedimiento «científico» de Aristóteles.
gístico, ya que, por definición, la legítima filosofía perma- Su Metafísica pretende establecer y favorecer las disciplinas
nece inmune a la crítica dialéctica. El conocimiento así científicas fundadas en el ejercicio de la razón. Volvemos,
engendrado es, en efecto, la «inteligibilidad». Ésta es en pues, a nuestro punto de partida: la importancia y natura-
Aristóteles una función de la racionalidad, y la racionalidad, leza de la concepción aristotélica del lenguaje. Hemos in-
a su vez, opera sobre las «cosas» que necesitan ser tentado demostrar su preocupación por las formas sintác-
concebidas como un todo, no dividido en formas abstractas ticas y la relación entre las consideraciones de la sintaxis y
(«ideas») y materia. la estructura esencial de su pensamiento, mientras este
Subrayando el racionalismo aristotélico está, pues, el pensamiento engendra un conocimiento útil o intencional.
principio de que las cosas pueden concebirse prácticamente En Aristóteles, se entrevé la posibilidad de un tipo de
como dotadas de una naturaleza esencialmente mecánica. conocimiento que, en tanto es gobernado por un punto de
La razón, si se aplica adecuadamente, explica el vista metafísico, no depende, necesaria ni formalmente, de
mecanismo de la realidad, es decir, el «principio» y las este punto de vista en cada etapa. En la práctica, la materia
«causas»: «hay siempre un motor de las cosas que se del conocimiento puede existir -o por lo menos parece
mueven, y el primer motor es inamovible por sí mismo» existir- por su propia razón. Tal conocimiento
(Metafísica, lib. III, vi¡¡). Es decir, lo que se desprende para «independiente» se convierte en una actividad disciplinar,
el investigador es su aprehensión de una serie de que a su vez origina su propio momentum. Así, el conoci-
operaciones coherentes. En consecuencia, lo mismo que el miento se puede considerar como una suma sucesiva, es
diálogo platónico encarna, por así decirlo, su punto de vista decir, como algo a lo que se pueden añadir más datos y
filosófico, la aplicación aristotélica de la razón conforma dentro de la que tales datos pueden someterse a un pro-
-hace relevante- la realidad sobre la cual se ejercita. La ceso. Se deben tener en cuenta solamente los principios
razón se caracteriza por su naturaleza investigadora; lo que invariables de la verdadera filosofía y las necesidades que
ella conforma constituye el conocimiento efectivo. implican una disciplina específica.
Aristóteles descubre y da valor a la cualidad de esta Sin embargo, Aristóteles -más que Platón- no consideró
conformación en el libro Mi de la Metafísica, donde refuta a conveniente estudiar el lenguaje como una materia autóno-
los platónicos que niegan la «realidad efectiva» del objeto ma. Su tratamiento de la estructura lingüística continúa uni-
del pensamiento racional. Valora la investigación do enfática e irreductiblemente a sus principales intereses o
especulativa y admite la realidad del conocimiento, y así tendencias filosóficas que resumimos. Sus puntos de vista
sienta que el objeto de esta investigación no puede estar sobre el lenguaje son muy estimulantes y originales cuando
privado de un status «sustancialmente real», sin que la describe lo que para nosotros constituyen las justificaciones
investigación misma resulte inútil: «Si no creemos en entes lingüísticas que soportan la comprensión del proceso
primarios separados y como existentes en la forma en que racional y la apreciación del uso metafísico y social de ese
existen los entes particulares, deformamos los entes proceso. Aristóteles preparaba en cierto sentido el camino
primarios en la medida en que nosotros deseamos hablar de para el más reciente estudio del lenguaje, al dar forma
ellos» (las palabras en cursiva son nuestras). La ciencia científica o disciplinar a un número de actividades que im-
exige que nuestra visión de las cosas tenga cierta forma; plica el lenguaje y que, antes que él, habían sido ignoradas
valoramos el conocimeinto científico; la conclusión es e incluso despreciadas por pensadores sistemáticos. A1 ad-
ineludible. Aunque el poder del conocimiento es materia mitir que el lenguaje expresa una opinión( ~ó;a ), Aristóteles
general, el saber actual opera sobre los objetos singulares; dotó a la retórica y a la poética de un status disciplinar
de aquí que, gracias a la actividad intelectual, la materia se nuevo dentro de la estructura de su metodología orientada
transforme en cierto sentido o se haga universal, es decir, filosóficamente. Por esto, mientras que para Platón la poé-
se «interprete» en términos de clases de operaciones tica y la retórica representan actividades valiosas por las
14 31

14
filosófico-monolítico (y su moral subsiguiente)', Aristóteles una actividad que produce una obra distinta de su agente,
hizo posible con su método el examen y descripción de la un opus. Estas obras tienden a representar una verdad uni-
poética y retórica, así como la determinación de su relevan- versal por medio de la transformación creadora de un par-
cia dentro de su esquema metafísico de naturaleza uni- ticular, es decir, mediante la concretización de un universal
versal, aunque menos absolutista. dentro de una estructura orgánica cuyas partes están en
Es necesario añadir ahora unas cuantas palabras en re- relación especial y significativa unas con otras y con el
lación con las obras aristotélicas sobre retórica y poética. todo. Las obras de arte atraen a los hombres por el placer
Aunque el estudio que Aristóteles realiza de estas que producen; este placer es de la más alta especie, porque
disciplinas -lo mismo que su estudio sobre la dialéctica- constituye, de hecho, una fuente de verdad, al hacer a los
implica un riguroso examen de los fenómenos lingüísticos, hombres conocedores de la misma. Hemos de recordar que
los interpreta dentro de los límites de las necesidades de Aristóteles hizo hincapié no en el, artista, sino en la obra
las disciplinas examinadas. Como vimos, los problemas de objetiva y en el efecto que esta obra produce en el espec-
sintaxis los resuelve de acuerdo con los criterios más tador.. Uno se inclina a pensar que, dada la estructura no
amplios de la lógica (no los relaciona con la estructura de la dialógica del discurso aristotélico, necesita una teoría sobre
lengua griega), y, por extensión, los problemas técnicos del la actividad poética, mientras que para Platón no tendría
lenguaje -por ejemplo, el funcionamiento de las figuras- los sentido. Aristóteles presta atención a lo que él mismo no
integra dentro de los propósitos genéricos de la persuasión hace. Las estructuras genéricas de la poesía dependen de
retórica o forma poética. Aristóteles no encuentra dificultad la cualidad del placer buscado: así se distinguen la tragedia
filosófica alguna en afirmar la dignidad de la retórica. La y la comedia (por ejemplo, en la catharsis). Las reglas de
opinión puede deformar la verdad, de ahí que la actividad composición pueden derivarse del conocimiento claro de las
humana deba defenderla, de forma que «si los juicios no implicaciones de los rasgos distintivos que caracterizan los
están emitidos tal como deben estar, deben ser los mismos diferentes géneros.
hablantes los que se responsabilicen del engaño» (Retórica La relación de la retórica y la poética con la verdad y las
I, i). La retórica es el arte de defender competentemente la funciones que Aristóteles atribuye a estas actividades en los
verdad mediante el discurso, ya en el foro ya ante el estudios de sus propiedades subraya y caracteriza todas
tribunal de justicia; ésta consiste en hacer que una verdad sus observaciones técnicas. La metáfora es un ejemplo de
sea a todas luces importante para aquella gente que, esto. Aristóteles la ' describe en los capítulos XXI y XXII de
cualesquiera que sean sus méritos, se interesa más por los la Poética; lo hace analítica y funcionalmente, dentro de los
quehaceres cotidianos de la vida que por las lucubraciones límites de las características de la figura y sus usos
filosóficas. En Aristóteles se observa, pues, la creación de genéricos, es más, declara su preferencia por el estilo
especialidades disciplinares que incorpora dentro de la metafórico, que dice es propiedad de una «naturaleza rica»,
filosofía general como representantes de planos diferentes ya que el descubrimiento de las metáforas convenientes
de la actividad humana. A primera vista, la concepción presupone la capacidad del poeta para «percibir las re-
aristotélica parece más fragmentaria que la platónica, laciones». Las características formales, pues, y la función
aunque no sea realmente así. Sus enseñanzas, aunque dan como resultado la figura llamada metáfora; técnica-
menos comprometidas y absolutistas, siguen unidas a las mente, aquello que determina qué es una metáfora. Sin
actitudes antes referidas. embargo, en un nivel más alto de análisis, el funcionamien-
La poesía está también en íntima relación con la filosofía. to de la metáfora ilustra y ejemplifica el proceso intelectual
Ésta aspira a conocer y poseer la verdad; el tipo de del discurso. Así, a través del libro III de la Retórica, Aris-
conocimiento
1 Un extensocuyas modalidades
estudio examinamos,
de la «doctrina literaria» delleva a la
Platón puede tóteles alaba la metáfora, porque, usada con propiedad,
verse en la obra Platon, critique littéraire, París, 1960; la problemá-
tica del diálogo antiguo se examina en J. Andrieu, Le Dialogue proporciona una demostración no lineal mediante una con -
antique: structure et présentation, París, 1954. ccptualización rápida de las relaciones. Por la metáfora se
puc;den concebir y trasladar al discurso; con la más pe-
15 33
15
leza; lo concreto conserva su concreción e incluso funciona recoger e incorporar a su vez las innovaciones creadoras,
como imitando el universal.
utilizándolas para perpetuar su propio dinamismo. Dante
La forma de presentar la metáfora Aristóteles se hace en
se consideró a sí mismo como discípulo y colega de Virgi-
dos direcciones: 1) la descripción de las características
lio, a pesar de haber ido más allá de la expresión
puramente formales que, practicadas así por un sinnúmero
alcanzada por Virgilio. Del mismo modo, los «adelantos»
de compiladores de manuales, llevará a la visión del
escolásticos sobre la gramática de Prisciano se funden en
«estilo» como ornamentación estática, y 2) la más profunda
esa gramática -y en la tradición a través de la cual les
visión de la metáfora que, al describir su funcionamiento en
llegó- y en sus propias interpretaciones de Aristóteles.
algunos casos específicos, demuestra la verdadera
Aunque las líneas principales de la expansión cultural
instrumentalidad del discurso en su papel mediador entre el
occidental nos resulten familiares, haremos aquí una breve
ser y el conocimiento filosófico de la expresión. ¿Acaso la
recapitulación. La ciencia o arte literario griego (de cual
metáfora no traduce de hecho -actual y simbólicamente- el
(luier modo deseamos indicar que Chrétien de Troyes habló
modo natural de cómo el hombre concibe el «acto puro»,
de chevalerie) la asimiló y enfocó nuevamente Roma; de
que para Aristóteles quería decir identidad de pensamiento
ahí su gran extensión, gracias a la lengua latina, hasta el
y ma' eria? En estas últimas consideraciones, Aristóteles se
norte de África, Iberia, Galia, Bretaña, Italia y los Balcanes.
ui. e de algún modo a su maestro Platón y a las mejores
La evangelización del Imperio implicó la eventual de-
tradiciones del pensamiento helénico, ya que ha preferido
secularización de esta cultura literaria y su fusión con la
reconciliar las cuestiones técnicas con el interés filosófico.
cultura hebraica (desde San Agustín a San Isidoro de Sevilla
Pero el lector moderno no puede denigrar el impresionante
y Beda). La desintegración política del Imperio romano y el
acierto científico o puramente descriptivo aristotélico. Al
eclipse temporal de la actividad cultural centralizada en
valorar el conocimiento y hacer hincapié en los medios
Occidente permitió la aparición de las lenguas romances.
convenientes para adquirirlo mediante el domino del len-
Éstas estaban unidas accidentalmente a los nuevos cenl
guaje, Aristóteles marca la tónica de toda la investigación
r'os políticos europeos de gravedad, aunque una tradición
posterior. Por haber puesto de relieve la necesaria conexión
latina ampliamente transformada, basada en las modas de
entre el conocimiento posible y la concepción filosófica ge-
la antigüedad, continuaba acrecentando su importancia,
neral, los investigadores de moda proclamaron algunas
primeramente en los países marginados; después, en los
veces su anti-aristotelismo por sentar ingenuamente que
nuevos centros de poder. Ningún texto romance, por muy
tales conexiones bien podían ser espúreas. Una nueva lec-
temprano o humilde que fuera, podía decirse que estuviera
tura de Aristóteles resulta de interés para convencernos de
libre de la «influencia» conocida, es decir, de la del latín.
que la obra de todo lingüista y literato la gobierna un
Sin embargo, las obras escritas en latín fueron
soporte filosófico, sea sistemático, impresionista o prag-
disminuyendo en la medida en que diversas composiciones
mático. Conviene que todos nosotros conozcamos
literarias en las lenguas romances adquirían importancia. Al
plenamente cómo se fraguó nuestra concepción y sus
tiempo que el francés, provenzal, castellano e italiano se
1.4. La tradición literaria y la gramática
expandían, iban incorporando muchos de aquellos. valores
Durante los dos milenios que median entre Platón y lingüístico-culturales del latín que previamente habían sido
Aristóteles y el primer período del Renacimiento y la Europa salvaguardados. El estado cultural que había sido bilingüe
barroca, el hombre fue consciente de la finalidad dialéctica en la Roma antigua, donde todos los eruditos sabían griego
entre la continuidad cultural y el_ cambio histórico. Los y latín, llegó a serlo nuevamente con el latín en pugna con
principios platónicos y aristotélicos discutidos antes sufren tina o más lenguas romances. (Debido a la influencia ecle-
ahora importantes modificaciones situacionales. Una siástica, las áreas no romances, como Inglaterra y
tradición literaria emanada de esta dialéctica de continui- Alemania, wfrieron un proceso paralelo.) Sin embargo, el
dad y de cambio, adquirió una estabilidad fundamental al bilingüismo tic, la Europa medieval fue fundamentalmente
diferente del (Ir la antigüedad, ya que el griego tomó pocos
34 préstamos 35
16
lenguas oc, oil y si, Dante fue considerado frecuentemente
del latín y la latinización de las lenguas romances europeas c(?mo el precursor de la lingüística comparada del siglo xix.)
condujo a una total revisión de esta lengua. El latín se Sin embargo, Platón y Aristóteles subordinaron la lingüística
continuó usando en las cancillerías y en la Iglesia; continuó a otros intereses; ni siquiera fueron gramáticos. Por lo
también como vehículo cultural, pero como las nuevas mismo, los estoicos no fueron «gramáticos», si bien su
lenguas nacionales ampliaron su papel cultural, se espe- aportación del concepto de «analogía» (avaAoYía) y
cializó accidentalmente como el vehículo de la nueva filo- «anomalía» (avotla~,ía)y su distinción entre el «signif¡cante
sofía especulativa -así como el lenguaje reglamentado del »(TO 6~l-t«wov) y el «significado» (io 6riiaivóuevov)
pensamiento puro. ayudaron *a los teóricos a expresar los conceptos de las
Coincidiendo con su expansión como vehículo cultural, partes de la oración, del género, de la declinación y
varias lenguas romances europeas sufrieron serias modifi- conjugación y del tiempo y número. El énfasis de los
caciones. El español y el francés modernos difieren en la estoicos sobre la comprehensión de las funciones del
forma a partir del f ranciano del siglo x o el habla popular lenguaje indica que eran más inclinados a la gramática que
del norte de Castilla en el siglo xi. Además, cada uno se ha otros pensadores, aunque su deuda con el ideal platónico de
alejado de sus rivales literarios medievales, el provenzal y el la verdad y la doctrina aristotélica de la razón sea
gallego. Adquirieron niveles de uso y de aceptación social considerable. La disciplina que, siguiendo tr los antiguos,
nuevos y complejos, que se parecen a su vez al uso más llamamos «gramática» (Ppa~~amx~, gramática) tic fundó
extendido del latín en la época de Augusto: sin embargo, y se mantuvo sobre la base de una valoración cultural
dada la historia de las lenguas romances, sus diferen- antigua. El lenguaje burdo exigió refinamiento y perfección,
ciaciones estilísticas nunca pudieron ser mantenidas ya que sin ello el lenguaje sería inadecuado para CUbrir las
durante largos períodos de tiempo, porque les faltaba la necesidades o capacidades del hombre; de ahí que esta
consistencia de las distinciones observadas en la literatura disciplina se haya definido así: «la gramática es cl arte de
latina. hablar y escribir bien».
Quizá podamos captar un sentido del contexto cultural «La gramática» debe entenderse principalmente como la
de carácter moderno y su importancia para nuestra materia expresión nuclear -como un continuo de doctrinas relacio-
mediante la revisión de las tradiciones de la actividad nadas y flexibles- de las actitudes tradicionales en conexi( ín
disciplinar asociadas con la «gramática» a partir de la an- con el propósito del lenguaje en la sociedad humana. Fiare
tigüedad post-aristotélica hasta la baja edad moderna. Tal los antiguos no existió ningún «gramático puro»; hay
revisión proporciona una ilustración gráfica de la tradición comentaristas que se interesaron más o menos exclusiva-
cultural que acabamos de describir y, juntamente con lo que mente por el lenguaje y por sus modalidades técnicas. Úni-
se dijo con anterioridad relativo a Platón y a Aristóteles, camente el aspecto didáctico de su actividad -es decir--, la
completa nuestro cuadro de las bases históricas sobre las enseñanza práctica de sus discípulos conoció la especia-
que descansan la lingüística y los estudios literarios. lización. Aún más, la grandeza de un Quintiliano reside
La palabra gramática debe ser usada con gran cuidado. precisamente en la importancia que atribuye al estudio
El término ha significado muchas cosas en diferentes tiem- gramatical cuando elabora su ideal social de Roma, el peri-
pos y lugares. Los lingüistas y gramáticos modernos, al es- iiís dicendi. Sin embargo, con el paso del tiempo, esta acti-
cribir la historia de su disciplina, admiten generalmente la vidad gramatical de la tradición adquirió una especie de
distinción aristotélica entre nombre y verbo -aunque la formalización notable como estudio arraigado firmemente rn
distinción entre ~wopa («nombre») y pyua - («verbo») está cl suelo cultural. Así, Dionisio de Tracia, (siglos z y m untes
presente, en germen por lo menos, en Platón y, en los es- de C.) se ocupó de los sonidos y de las formas gramatiu;vlcs
toicos cuando formulan las nociones de «regla» y «excep- del griego, mientras que Apolonio Díscolo (siglo m drspués
ción»; es decir, han investigado en los escritores de la de C.) estudió la sintaxis. Ambos gramáticos fueron
antigüedad y han registrado las diversas variedades meto- analíticos y descriptivos en el sentido aristotélico, además
dológicas y terminológicas que, en una perspectiva evolu- (le ser muy imitados en Roma; sus estudios eran virtual-
tiva, 37
36 pueden ser vistas como constitutivas del patrimonio de
17
(griego) y hacerlo un instrumento literario de valor. Los Apolonio («Certisque rationis legibus emendasse»). La dis-
imitadores romanos de los estoicos y de los gramáticos ale- ciplina, leemos, ha conocido progresos con los años; Pris-
jandrinos usaron sus fuentes para hacer del latín lo que se ciano alaba esos autores más recientes que han mejorado a
había conseguido con el griego. El autor anómino de Ad los antiguos: «Actores quantó sunt iuniores tanto pers-
hferennium es un patriota romano. Para Varrón (siglo i antes picaciores.» Así pone de relieve la estabilidad gramatical, su
de C.), el objeto de la investigación gramatical es la defensa finalidad cultural y su adaptabilidad inherente.
de la latinitas, que define como «natura, analogia, Una mirada a lo que Prisciano ha trazado servirá para
consuetudo, auctoritas». ilustrar nuestra visión del status peculiar de la gramática
La gramática antigua, en la práctica, se identifica más tradicional, es decir, su función disciplinar y su naturale
íntimamente con la composición literaria: la literatura u za como una actividad del espíritu. Si los estudios literarios
oratoria. La tradición de la investigación gramatical trabaja, han decaído, puede ser porque el estudio de la gramática
por una parte, en íntima asociación con el canon ha sido realizado imperfectamente. Así, su «latín» no es el
establecido de las obras consideradas altamente literarias «latín» de nuestros libros de texto, es decir, un lenguaje
y, por otra, con la crítica de las nuevas obras. Esta tradición histórico, que posee una estructura grarriatical, un léxico y
literario-gramatical es el medio cultural para identificar ab- una fonología; es un «lenguaje», esto es, la encarnación de
solutamente, en el pensamiento clásico griego, la actividad unas posibilidades expresivas definibles, de naturaleza
intelectual y la «filosofía». Como actividad, pues, la inves- universal', elaboradas en composiciones literarias específi-
tigación gramatical es estable y esencialmente normativa, cas y objeto de un perfeccionamiento posterior. El «lengua-
aunque, por definición, participe de todas las vicisitudes del jc» es a la vez un corpus ideal y coñtinuo de datos; la «his-
proceso cultural. Mejor que resumir los «preceptos» gra- toria» del latín no puede ser otra que la gloria de su canon
maticales de los profesionales del arte y hacer inventario de de autores: para Prisciano, Homero y Virgilio son equiva-
los hallazgos, además de sus incongruencias, sería más útil lentes.
descubrir cualitativamente la obra de un gramático típico. Los dieciocho libros tratan de temas «Iingüísticos», de
Esta figura fue Prisciano, autor de las Institutiones (siglo vi acuerdo con la terminología de Prisciano y los más primiti-
d. C.), un compendio de la antigua teoría y práctica vos gramáticos traducidos del griego: el libro primero trata
gramaticales que ejerció influencia considerable en las (le los sonidos («De voce») y las letras («De litera»); los dos
escuelas medievales. A1 añadir a los dieciocho libros de las son distintos, pero inseparables. Los libros siguientes tratan
In.stitutiones (cfr. edición de Martín Hertz, en Heinrich Keil, de la sílaba, dicción, de la frase, de los nombres, adjetivos,
Grafnmatici latini, II-III, Leipzig, 1855-1859), se han atri- conjunciones, y, finalmente, de la «construcción y orden de
buido a Prisciano obras intituladas sintomáticamente como las partes del discurso» (sintaxis). Su estudio merece un
De Figuris nzrfnerorum, De metris Terentü y De praeexerci- examen más profundo. Así, característicamente, Prisciano
tamentis rhetori.cis, entre otras. habla en el libro V (56-67) de las «figuras»; el resto de este
En las Institutiones, Prisciano resume y recopila la ciencia libro trata del género (1-45), del número (46-55) y del caso
gramatical de sus predecesores. Pero, y esto es signifi- (68-81). Prisciano entiende por figuras -idiosincráticamente-
cativo, la suya no es ninguna recopilación servil o puramen- algo parecido a nuestra «formación de palabras» o
te académica. Sus intenciones eran, explícitamente, «composición». Magnus es «simple»; magnanimus es
provocar un renacimiento de los estudios literarios en
«compuesto». Magnanimitas no es un compuesto como
decadencia por las traducciones (transferre) al latín de las
mejores obras griegas (cfr. su introducción, titulada mag' nanimus
La primeraporque,
frase delaunque
libro I, i, uno
«De puede magna, nodefi-
decir«Philosophi
voce», dice: se
«Iuli.ano Consuli ac Patricio»). Además, adopta una visión niunt, vocem esse aerem tenuissimum ictum vel suum sensibile
crítica en lo que atañe a los primeros estudios gramaticales; aurium, id est quod proprie auribus accidit». Este manifiesto es tan
universalista corno ciertas bases de nuestros textos científicos mo-
los escritores latinos anteriores, llevados por su amor a las dernos de fonética y, en esencia, de carácter tan universal como el
fuentes griegas, copiaron no solamente la claridad de sus pensamiento aristotélico más característico de la Edad Media.
juicios, sino también sus errores. Prisciano propone
18 39

18
puesto» (de composita), porque está formado sobre entre otros muchos, los autores siguientes que había en su
magnus y animus y, por consiguiente, formó el modelo biblioteca:
sobre la forma sustantiva en -itas. Esta parte, sin embargo,
Quod Maro Virgilius, Statius, Lucanus et Auctor:
es interesante por su procedimiento. Contiene un repertorio Artis grammáticae vel quid scripsere magistri; Quid
exhaustivo de formas que se ajustan a la tipología de Pris- Probus atque Focas, Donatus, Priscianusve Servius,
ciano, así como también un número de casos marginales; Eutieius, Pompeius, Comminianus, Invenies alios
esto es, contiene un repertorio del buen uso. Aunque cita a perplures, lector, ibidem Egregios studüs... (11.
Cicerón, Catón y otros, este uso está confirmado por una 1553-58).
apelación directa al proceso mental. El primer párrafo de la En los textos medievales pueden encontrarse un sinnú-
segunda parte explica y clasifica estas «figuras» dentro de rnero de referencias a obras de la antigüedad (como es
los términos de cómo las «actualizamos» en nuestro co- natural también de las obras de los grandes doctores de la
nocimiento. Así, parricida es un compuesto de parens y Iglesia, San Jerónimo, San Agustín y San Ambrosio, cuya
caedere; ambos elementos son integrales «et intellectum
existencia persiste como un testimonio de reconciliación
habent plenun». La idea verbal, o componente semántico entre la cultura pagana y cristiana). Donato -en romance «
de cada elemento se atribuye formalmente a los dos Donat» o «Donet»- era, de hecho, sinónimo de «cartilla
elementos en cuestión. La etimología es «correcta» y para niños». Éstos u otros intermediarios como Alcuino, San
«errónea» a la vez : parens no tiene relación alguna con Isidoro de Sevilla y Beda el Venerable hicieron congeniar,
parricida, aunque es obvio que los dos términos están
en la Edad Media europea, las antiguas teorías del lenguaje
genética y semánticamente en relación. y la tradición gramatical. Chrétien de Troyes consideró que
La forma en que Prisciano la presenta implica una defi- el siglo xm francés era el heredero de la humarritas de
nición formal, una conexión con el proceso mental y una Roma y Grecia: «Par les livres que nos avons / Les fez des
apelación al uso; razón, conocimimiento y tradición están ancien savons / Et del siegle qui fu jadis.» La «Chevalerie»
combinadas, pues, en su descripción del latín como «len- tuvo origen en Grecia y de allí vino a Roma: «or rst en
guaje». Su gramática es, por tanto, más integral que exclu- France venue / Dex doint qu'ele i soit maintenue». (('ligés,
yénte. Sin embargo, la tradición literaria continúa siendo el 11, 25 y ss.). `
enfoque que prevalece sobre la descripción lingüística e La asimilación medieval de la gramática antigua y de la
incluso sobre el proceso mental. Por esto, los teóricos más ti-adición literaria -especialmente en las nuevas lenguas
recientes de la materia criticaron a Prisciano, puesto que romances- la han estudiado distintamente numerosos eru-
sus categorías descriptivas son demasiado «arbitrarias» v ditos, principalmente Ernst Robert Curtius y Erich Auerhach.
su «latín» adolece de rigor lógico. Prisciano no es doctri- En consecuencia, se ha demostrado que Bernardo de
nalmente puro. El problema platónico de las cosas y las t'hartres -tan recordado por el discípulo de Abelardo, Juan
palabras que lo representan, lo resuelve, en esencia, de for- (le Salisbury (1110-1180)- enseñaba la doctrina antigua se-
ma platónica: las palabras y lo que significan están indi- gún la cual se debía imitar a los antiguos para que llegaran
solublemente unidas, incluso en el plano del análisis. El a ser modelo para la posteridad.
valor se atribuye a un tipo particuar de convención, pero se En su Les arts poétipues du XII` et dzr XIIIQ siécles
realiza en términos bastante racionales que recuerdan el (Pa rís, 1924) Edmond Faral ha escrito sobre la asimilación
aristotélico. Las Institutiones de Prisciano son un com- por parte del uso poético romance de figuras literarias
pendio del saber gramatical que, en el nivel práctico de la especí
tradición vivida y salvaguardada por la antigüedad, puede ficas.Hunc
La annominatio es un Roman
ejemplosubit;
de esta especie. Una
sibi Roma vocat; omnia Romae
ser comparada meritoriamente con el Organon aristotélico
en el nivel del pensamiento puro. basada en un principio claro de variación fonético-sintác-
En su «De pontificibus et sanctis ecclesiae Eboracensis» tica, genera la correspondiente en francés antiguo:
(Migne, P. L., CI, pág. 843), Alcuino el poeta de la escuela
19 41

19
Qui amis a, mout en vaut plus; romance era idéntica a la facultad lingüística que Dios co-
Pur amis vient om al dessus. En locó en el hombre '°. Sin embargo, Dante es plenamente
bon ami a bon tresor;
consciente del pluralismo lingüístico de su época (I, m,
Bons amis vaut sen pesant d'or.
Eracle, 11. 4100-
passim). Después de la destrucción de Babel, la primera
13 lengua humana originó otras que, a su vez, se dividieron en
La famosa imagen del presente como un enano encarama- otras. Así, cl español, el provenzal, el francés y el italiano,
do sobre las elevadas espaldas de los antiguos es, hablando deben haber derivado de una lengua única, ya que tienen
con propiedad, una invención de la Edad Media. en común muchas palabras (Deum, celurn, afnorem, etc.),
pero el uso actual del signo de afirmación si, oc y oil ilustra
su separación. Nuestro «idioma» se ha fragmentado en tres
1.5. Dante y la teoría literaria tipos de habla, e incluso estos últimos pueden dividirse en
El tratado medieval de literatura más importante es la dialectos, tal como lo indica Dante respecto al italiano (I, l).
obra de Dante, De vulgar¡ eloquentia 8. Debemos intentar Éste propone crear una lengua vulgar, es decir, explotar
describir ahora cómo se elaboró dentro de la tradición gra- plenamente las fuentes de la lengua noble -la facultad na-
matical que la Edad Media heredó de la antigüedad. tural humana del habla, que Dios nos ha dado- con reglas y
Como su título indica, Dante trata de la elocuencia en ejemplos. Así, el uso de lo que él señala como tradición
lengua romance, una materia -dice la introducción- que gramatical es un uso creador en el más alto sentido; el área
nadie ha tratado anteriormente. Por «elocuencia» entiende, en que opera es en la que literatura y habla se fusionan v en
de acuerdo con Prisciano (Keil, II, pág. 194), las reglas gra- la que se demuestra que esta fusión corresponde a la
cias a las cuales se consigue la elocuencia en el discurso. naturaleza interior del espíritu humano. La concepción de
Con «lengua romance» (vernácula) se refiere, Dante sobre el lenguaje, como la de Platón, reconcilia lo
naturalmente, al italiano coloquial: lo que el niño aprende ideal y lo real en términos de las posibilidades y
cuando imita a su nodriza. Dante opone la gramática' al necesidades específicas humanas (I, ü-üi). Como Aristóteles,
romance, entendiendo por gramática la lengua de la élite, elabora su doctrina racionalmente, con método, aunque a
en tanto lengua aprendida tras muchos años de estudio; es diferencia de sus predecesores y contemporáneos, los
decir, la lengua que usaban griegos y latinos. En realidad, la escolásticos, subordina la «razón» a los fines literarios que
se persiguen en el mismo texto. Sin embargo, Dante se
gramática, en su forma más característica, es el latín que en
diferencia de Platón y Aristóteles en que concibe la historia
la época de Dante se había convertido en la lengua
en un sentido bíblico.
aprendida para la especulación filosófica. Dante no ha
Las obras recientes -las de Dragonetti y Pézard, con-
sentado explícitamente que el italiano derive del latín. Más
cretamente- han puesto de relieve el carácter poético de la
bien los concibe como si hubieran existido siempre uno al
teoría lingüística de Dante. El concepto de una lengua
lado del otro. La lengua «vulgar» o «romance» es
romance culta debe mucho a la meditación de Dante sobre
inherentemente más noble que la latina. El erudito francés
el Génesis. La actividad poética puede restituir la pureza
André Pézard ha explicado esta nobleza al sentar que, para
8
En 1_a
la discusión que nobleza
sigue sobre prístina que las lenguas humanas perdieron tras la Caída. La
Dante, verdadera del De vulgar¡ eloquentia me re-
feriré a la edición de Arístide Marigo (Florencia, 1938). Debo refe- lengua original deriva de la primera respuesta de Adán a
rirme también aquí al valioso ensayo de Roger Dragonetti «La Dios; dicha lengua estaba dotada de «cierta forma» («dici-
conception du langage poétique dans le De vulgar¡ elaquentia de
Dante», en su obra Aux f rontiéres du tangage poétique, Romanica mus certam formam locutionis a Deo cum anima prima con-
Gandensia, IX, 1961; ver mi artículo en Romance Philolagy, XVIII, creatam fuisse»
'o Ver la [I, vi,
obra «La 4], que
langue la penetraba
italienne enteramente
dans la pensée v
de Dante»,
páginas 117-124. Ver Obras completas, BAC, 1956, versión de Nico- Cahiers du Sud, XXXIV (1951); también de Dante, Oeuvres complétes,
lás González. ed. por André Pézard, Bibliothéque de la Pléiade, París, 1965, página
y Esta es la escritura de Dante; la variante grammatica es más 553; y del mismo autor, Dante sous la pluie de f eu, París, 1950, en
zorriente. especial I, iv-v, y II, i-ü.

20 43

20
signo y el sentido» (Dragonetti, pág. 19) y entre el hablante
Dante debe a la tradición gramatical tal como fue heredada
y el oyente. Cada expresión -hablada y oída- implica una
de la antigüedad y reforma:da por los primeros pensadores
total reconciliación dialógica de amor. (La doctrina cristiana
y literatos medievales para sus propósitos.
de Dante le permite considerar el discurso como ejemplar
Subyacente a toda la teoría gramatical medieval tanto
más que como funcional; se reconoce, pues, la huella
«literaria» como «filosófica», está la doctrina presente en
platónica de su actitud). La gramática, que ha sido purificada Prisciano de que el principio gramatical es universal: las
formalmente antes y, según la cual, se hicieron las lenguas palabras, el proceso intelectual y la autoridad del uso (poé-
romances, continúa estando, en esencia, carente de la tico).se combinan para producir la corrección. Esto se dice,
autenticidad de la experiencia lingüística adánica, pre- cuando se afirma que refleja un principio lingüístico uni-
cisamente porque es aprendida; in posse, la lengua romance versal. Sin embargo, Prisciano se interesó solamente por el
ofrece la única posibilidad de recuperar, mediante la acti- latín literario (y, por extensión, por el griego). No se ocupó
vidad poética, el habla perdida de la Gracia. nada de la variedad lingüística -genérica o nacional- re-
Esta visión histórica de Dante es cualitativa más que presentada por los cultivadores medievales. Además, las ca-
cronológica. Así, la lengua romance es anterior y más uni- tegorías gramaticales de Prisciano son filosóficamente ar-
versal que la gramática, a pesar de los diversos estadios de bitrarias; su coherencia se la proporciona el proceso cultural
corrupción en el transcurso del tiempo. Se entiende que el que constituye su contexto. Sin embargo, los gramáticos
tipo de perfección que Dante atribuye al romance es, gené- medievales adoptaron sus premisas a pesar de que muchos
ricamente, diferente de la que ha sido concedida al latín, y de los más inclinados filosóficamente criticaron la falta de
al hacer la distinción, no solamente no separa lo que hoy rigor de Prisciano. La gramática es universal; las lenguas se
llamaríamos lenguaje «literario» y «filosófico», sino que diferencian unas de las otras sólo accidentalmente ". Dante
también es el primero en señalar críticamente las limita- explicó las diferencias lingüísticas como debidas a la co-
ciones del último. En la época de Dante, el latín medieval rrupción originada por el tiempo, la distancia y la frivolidad
había sido identificado, virtualmente, con la especulación de la voluntad humana. Por tanto, debe dispensarse el
escolástica, mientras que el romance se había usado para mismo cuidado intenso al romance que el que dispensaron
crear muchas obras literarias importantes. La división lin- los gramáticos al latín. A través del ejercicio de la razón
güística, en líneas cualitativas, tenía que hacerse teórica v documentada, el gramático debe volver a los grandes prin-
sistemáticamente a fin de justificar el divorcio de la práctica, cipios olvidados del lenguaje y, después, usar estos princi-
así como hacer un inventario de las posibilidades reales v pios para reparar la deformación originada por la corrupción.
esenciales del romance en detrimento de la base de la Así, la teoría medieval se adhiere a la visión tradicional de
situación del pluralismo lingüístico medieval. La preferencia que el lenguaje es redescubierto, mejor que «creado» ab ovo.
de Dante por el romance no implica en modo alguno que Sin embargo, Dante, a diferencia de los teóricos es-
estuviera decidido a sacrificar el principio de la unidad que colásticos, no niega la tradición en cuanto tal. Para él, la
tan celosamente guardó en otros dominios no lingüísticos. gramática salvaguarda el pasado intacto. Por medio de la
Advirtió que la «unidad» preservada por el latín escolástico gramática se ha conservado la cultura, y también, por medio
era de otro orden, quizá falso, mientras que la unidad ver- de la gramática y la literatura, se puede formar una comu-
dadera o esencial podía encontrarse en el romance. nidad «Et
de sic
hombres. Dante y la Escolástica están muy identi
tota grammatica que est in uno ydiomate similis est illi
Pero -empleando su propia terminología- Dante se vio 11

que est in altero, et una in specie cum illa, diversificata solum


obligado a «gramaticalizar» el romance por motivos litera- xecundum diversas figurationes vocum, que sunt accidentales gra-
rios y por las razones acabadas de indicar; no intenta some- inatice» (extracto de Charles Thurot, «Histoire des doctrines gram-
ter al romance a una gramaticalización escolástico-especu- maticales au Moyen ñge», en Notices et extraits des divers munus-
(Tits latins de la Bibliothéque Imperiale et autres bibliothéques,
lativa. La gramaticalización en la que se compromete está
I)ágina 125, citado por Dragonetti, pág. 41). Los gramáticos medie-
destinada a rescatar poéticamente las potencialidades sim- vales fueron plenamente conscientes de los problemas que concer-
bólicas del romance. Sus esfuerzos los dicta, pues, su inte- nían al pluralismo lingüístico, y trataron la cuestión levemente.
44 45
21
ficados; sin embargo, a pesar de este punto de contacto, se fexplícita, significa una vuelta a una moda aristotélica puri-
diferencian mucho en la práctica. icada o mecánicamente racional.
Se comprende, pues, que Dante haya conservado la El lenguaje de la filosofía escolástica era propio de es-
vieja noción unitaria del lenguaje y que él y sus pecialistas. Como vehículo refinado del pensamiento, el la-
contemporáneos usaran profusamente de la antigua tín escolástico estaba destinado a reflejarse como una ratio
tradición gramatical en sus propias enseñanzas. Además, se instrumental y -todavía podemos verlo hoy- como parte de
advierte la espiritualización necesaria del saber y su una tradición filosófica: es decir, un diálogo de filosofías. En
aplicación a la situación lingüística de la Edad Media. El reconocimiento de los límites de la razón, la filosofía
romance culto de Dante está llamado a completar una escolástica le atribuyó fines muy concretos. Como el mismo
intención poética, juntamente con su conocimiento de una San Anselmo ha indicado con gran claridad, la Palabra mis-
comunidad cristiana o (supra-)nacional; rehúsa fundar su ma (verbum, o logos) es el objeto del pensamiento eterno;
romance culto en un sola dialecto italiano, prefiriendo es decir, es Dios concebido por Él mismo, y el Espíritu
utilizar elementos de varios. (En la práctica, sin embargo, Santo es el amor de Dios por la Palabra. La importancia de
Dante escribió en un florentino culto.) Dedica mucha la Palabra continúa en las palabras. Sin embargo, ninguna
atención tanto a los problemas de forma poética como a la palabra humana (locutio) puede transmitir lo que Dios es:
misma doctrina poética y duplica, en cierto sentido, el las frases teológicas son figuras del habla (ver
interés de Prisciano por la autoridad poética, mostrando lo Monologiutn), aunque necesarias. Lo que Gilson ha
que cree que es el significado de la tradición. El sentido de denominado una creencia en el «carácter universal de la
cultura unitaria de Dante está plenamente representado en verdad racional», justifica el uso que los escolásticos
De vulgar¡ eloquentia, así como su sentido cristiano de la hicieron del latín transmitido desde la antigüedad. Dentro,
unidad política está manifestado en De monarchia; el pues, de la contextura filosófica del carácter esencial de la
romance culto es para la conversación común lo que el teología medieval, la ratio tenía asignado el papel de
Imperio para Florencia. En cada caso, el último debe ser generar -dentro de unas limitaciones mayores o menores
asumido dentro del primero para que pueda prevalecer la impuestas por el contexto teológico- ciertas clases de
autenticidad y la justicia. conocimiento. Las evidencias que avalaban la razón
1.6. La Escolástica
discursiva eran las que habían elaborado, de hecho, los
grandes doctores, gracias y dentro del cuerpo del discurso
Examinemos las bases teóricas de la especulación lin-
de su obra.
güística medieval, tal. como las expusieron algunos
La escolástica medieval emprende un diálogo con la tra-
filósofos escolásticos. Estos escritores latinos, imbuidos en
dición lógica iniciada ya por Aristóteles, pero transmitida a
la tradición gramatical contra la que muchos de ellos
través de una variedad de intervenciones (neoplatónicas, de
reaccionaron (de formas muy sintomáticas), aportan un
Boecio y, más tarde, también de las escuelas arábigas y
nuevo contexto científico para la discusión del problema del
hebreas), además de una tradición gramatical en la antigüe-
lenguaje. Teniendo en cuenta que su propio medio de
dad (Prisciano, Casiodoro, San Isidoro y Beda el Venerable).
expresión, el latín escolástico, era la encarnación de la
En un principio, los escolásticos participaron plenamente en
gramática, se puede decir que su doctrina gramatical
el proceso cultural premoderno'2. No es mi intención
continuaba estando dentro de la tradición que hemos
investigar la historia de esta participación, sino a modo de
12 He citado el pasaje de Chrétien de Troyes que se ocupa de esta
descrito y de la cual deriva. Estaban obligados a competir
participación. Étienne Gilson menciona expresiones análogas en la
con esta tradición, así como con la nueva situación de Chronicle of Saint Gatt, en el Speculum de Vicente de Beauvais, y
pluralismo lingüístico predominante en la Europa medieval. en las Grandes Chroniques de Prance; ver su Medieval Umver-
En consecuencia, mientras que la visión «platónica» o +ulism and its Present Value, Nueva York y Londres, 1937, págs.
8 y siguientes.
«poética» de Dante interpretaba nuevamente el proceso de '3 En el siguiente análisis he dado cuenta extensamente de la ex-
la gramaticalización en términos específicamente literarios, celente edición y estudio de D. P. Henry, The «De grammatico»
los escolásticos adoptaron una visión contraria: su negación
22 47

22
El diálogo de San Anselmo se abre con la pregunta al conservar su noción de la universalidad de la ratio, su
sobre si grarnmaticus -explicado por Prisciano como un lengua latina «contenía» in posse la lógica. Henry nos re-
nombre común que significa una sustancia (Keil, II, ü, 58)- cuerda que «el latín de (la época de) Boeeio no tenía ningún
es en realidad una sustancia o, como la tradición lógica parónimo que correspondiera a virtus, puesto que dice que
quería considerar, un parónimo, «palabra de la misma clase un hombre poseedor de la virtus se denominaba "sapiens"
que "blanco", que... Aristóteles dijo significaba una cualidad (sabio) o "probus" (honesto); la "virtus" no se pudo
y nada más que una cualidad» (Henry, pág. 89). San considerar, por consiguiente, en conexión con los
Anselmo rechaza la visión de los gramáticos de que todos parónimos. Sin embargo, en el latín escolástico medieval
los nombres significan sustancias; pero lo que San Anselmo existe el parónimo -correspondiente ("virtuosus") y se usaba
está haciendo en realidad es dotar de una base lógica el libremente» (páginas 81 y ss.). La proliferación de
discurso (significatio per se) «que se opone al usus derivados, siguiendo las «formas» de Prisciano en -itas-, de
loquendi», el ideal descriptivo del gramático (ibíd., pág. 90). las que se burlarían más tarde Rabelais y Locke, demuestra
San Anselmo rechaza la autoridad poético-cultural que que la Escolástica creyó que se debían «hacer adiciones
Prisciano ordenó arbitrariamente y puso de relieve. Como artificiales en el lenguaje a fin de asegurar que reflejara»
Henry indica, el diálogo de San Anselmo cubre el problema los problemas lógicos. En un grado importante, el drama del
del estudiante en la medida en que establece «varios discurso escolástico reside precisamente en esta acuñación
significados del "significado"...: hay un segundo sentido (per lingüística y en el esfuerzo de estos filósofos por actualizar,
aliud) del "significado" que implica, en tanto éste es posible, en su uso, el estado lingüístico que ellos conocieron
la generalización a partir de expresiones concretas, usus racionalmente como el «verdadero».
loquendi; esto contrasta con el sentido primario (per se) del Las lumbreras del «Renacimiento» del siglo xir -se
significado que encarna los requisitos del funcionamiento piensa especialmente en Juan de Salisbury- obtuvieron éxito
satisfactorio de las palabras en el lenguaje al reconciliar sus concepciones filosóficas (y las im-
(verdaderamente lógico). Éste cae dentro del interés de los plicaciones filosóficas de estas cuestiones) con su amor a la
lógicos, y tiene por finalidad describir las que aquél tipifica tradición gramatical y su carácter literario. Pero ya en el
como actividades de los gramáticos» (pág. 94). San siglo xir se puede detectar, con el florecimiento de la lógica,
Anselmo sigue a Boecio y declara que el dialéctico no se un tipo de especialización que conduciría con el tiempo a
interesa por el signatum o res sino por los «significados» una seria revisión de la tradición gramatical. En su
contenidos en las palabras per se, en cuanto palabras. Y al Geschichte der Philosophie (I, 4 3 ed., Berlín, 1871),
contestar la pregunta: «Quid est grammaticus?», responde:
Friedrich Ueberweg describe el surgimiento del
«Vox significans qualitatem.» E1 quale o habens
gratnmaticam tiene prioridad sobre la demostración nominalismo como una doctrina en consciente oposición
secundaria, el quid. La función sintáctica -es decir, «la con el realismo; los nominalistas atribuyeron a Aristóteles la
esencialidad»- se separa, por consiguiente, del significado doctrina de que la lógica se ocupa del uso adecuado de las
puramente referencial a pesar de que la función sintáctica palabras, de que los géneros y las especies consisten en
se discuta, curiosamente, en términos puramente léxicos, colecciones meramente subjetivas de varios individuales
en el nivel de la palabra. determinados por cl mismo nombre y de que los universales
El espíritu unitario de la Edad Media proporciona el no tienen existencia real alguna (Ueberweg, trad. Morris,
contexto de una oposición genérica, que este espíritu con- pág. 371). Como observamos, el antinominalismo de San
tiene, y que profesa en efecto a partir del momento de la Anselmo le llevó a ocuparse de forma problemática de la
fragmentación lingüística del latín en lenguas romances. dialéctica. La posición de Abelardo en la disputa no es fácil
Resulta más fácil documentar la transformación del latín de averiguar. Según Juan de Salisbury, Abelardo coloca el
medieval llevada a cabo por los escolásticos que creían que,
universal, no en las palabras (voces) en cuanto tales, sino
of St. Anselrn: The theory of Parorzyrny, Notre Dame, 1964. Las en las palabras empleadas en las oraciones o juicios
páginas de referencia se darán por esta obra. Ver también el artículo de
Aldo Scaglione, Romance Philology, XIX, núm. 3, págs. 483-486. (sermones) (ibíd., página 392). El suyo fue quizá un intento
Proslogion, Aguilar, 1961, traducción de Manuel Fuentes, Benot. de reconciliación. i:n cualquier caso, la dialéctica de

23 49
23
te y después -éste es el tema- «semánticamente», y tal respectivas disciplinas. Sin embargo, la contextura elegida
aplica ~ión depende del propio conocimiento de las pe- corta efectivamente el puro descriptivismo de sus análisis
culiaridades del objeto que las palabras representan. La lingüísticos. La concepción de Abelardo explica por qué los
convención verbal tiene sus bases en los objetos que escolásticos, al someter la lógica a revisión, se vieron obli-
expresa y que ellos controlan. Los sermones constituyen un gados a revisar también el latín y, análogamente, la teoría
nivel más alto de la expresión que las palabras, a pesar de lingüística.
estar ellos mismos construidos con palabras, puesto que las Abelardo aporta nuevos y agudos exámenes del signifi-
palabras son realmente en la oración predicables de objetos cado de palabras como quidam, et, de, omnis, totum.
en la medida que contienen la universalidad. Esto lo definen Advierte que no se puede conseguir ningún conocimiento
palabras equivalentes: «la palabra explicada con respecto a seguro sin una previa discusión crítica del lenguaje. Abe-
su significado (no con respecto a su esencia -nihil est lardo, como San Anselmo en el De grammatico, investiga
definitum, nisi declaratum secundum' significationem voca- -al menos preliminarmente- los significados de las formas
bulum)» (ibíd., pág. 393). La lógica y una especie de «acti- gramaticales y sintácticas en cuanto tales, esto es, su
vidad sintáctica» o valoración van de la mano durante el naturaleza de relación y funcional. En las obras, pues, de
primer período de la filosofía escolástica. Vistos desde un San Anselmo y Abelardo se descubre un sentido de estruc-
punto de vista lingüístico, el conocimiento es profundo, aun- tura lingüística que, aunque aplicada de hecho al latín y
que no continuado. Abelardó reconoce, completamente su- destinada a estar subordinada a fines diferentes que los lin-
gestionado, la importancia y la distinción del sermo; pero güísticos, sin embargo es extraordinariamente moderno en
subordina esta consideración sintáctica a lo que, para él, la concepción. Este sentido de estructura lingüística -de
sigue siendo fundamental: la palabra. Así, el sermo de Abe- relevancia sintáctica- continúa estando latente en su pensa-
lardo constituye lo que Rémusat ha denominado «la expre- miento; esto es, no engendra una ciencia lingüística autó-
sión de la palabra»; esta expresión es activa, «revela» y noma, pero se realiza; sin ella, la lógica escolástica a duras
«afirma» las categorías universales. El pensamiento de Abe- penas se hubiera desarrollado como lo hizo.
lardo, sin embargo, concibe los universales como «existen- Como Philotheus Boehner y Walter J. Ong han indicado
tes», aunque no de una forma independiente, como emana- 15
, el interés que manifiestan los escolásticos por las pro-
ciones de la mente divina. Este punto de vista algo piedades de los términos o «modelos de palabras» consti
platónico no convierte en contradictoria sino más bien en tuye una adición determinada a la lógica aristotélica, a
complementaria la doctrina que acabamos de reseñar. El pesar de la humorada de Kant -quizá citado inexactamente-
interés teológico domina consistentemente el mejor de que nada se ha añadido a Aristóteles «durante el curso
pensamiento escolástico, y debería considerarse como un de los siglos». El padre Ong considera que Pedro Hispano (c.
punto de partida -así como de referencia- de este 1210-1277) ha sido «el más importante (y típico) de todos
pensamiento en su integridad. Abelardo cita curiosamente a los escolásticos», precisamente porque sistematizó, en tér-
Prisciano (XVII, 1-4) porque las formas generales y minos lógicos, el tipo de consideraciones gramaticales alu-
específicas están concebidas en la mente divina antes de (¡¡das aquí. Aunque la sistematización realizada por Pedro
asumir forma corpórea". Hispano no fue gramatical, produjo, sin embargo, cierta
El contexto de Prisciano es «literario» y «lingüístico», el aportación a la teoría «lingüístico-gramatical» y a la práctica
de Abelardo es primariamente filosófico, aunque, acciden- denominada grammatica speculativa.
talmente, también «lingüístico». Ambos autores emplean Conviene que hagamos un breve resumen de las partes
una noción neoplatónica para bosquejar un tipo de de las Summulae logicales de Pedro Hispano, siguiendo al
contextura dualista que le permita a cada uno organizar su ¡ladre Ong (págs.
'" Philotheus 65 yMedieval
Boehner, ss., especialmente). Se yadvierten
Logic, Manchester in-
Chicago, 1052,
y, especialmente, Walter J. Ong, S. J., Ramus: Methode and fhr Decay of
'4 tibelardo, Introductio ad theologiam, en Opera, II, ed. de Víctor Dialogue. From the Art of Discourse to the Art of krason, Cambridge,
Cousin, París, 1859, pág. 109. Mass., 1958.

24 51
24
como el término grammaticus de San Anselmo, es una cua- una economía terminológica o una relación sintáctico-gra-
lidad, puesto que «lo que el adjetivo "blanco" designa no tnatical que funciona, sin embargo, en un nivel léxico, y que
existe en una forma substantiva; solamente existen cosas •cíetermina en su mayor parte la extensión o rango de los
blancas». «Blancura», sin embargo, es una «reproducción» predicados con referencia (significativa) a los individuales»
formal; «se compone de un substantivo o término cuasi- ( Buehner, citado por Ong, pág. 67). Por consiguiente, la di-
sustancia, un nombre», de ahí que sea «conceptualizado Icrencia entre la significación substantiva y la substantividad
como "existente per se" (cfr. San Anselmo)... se puede hablar (y lo que implica cada cual -cosas, palabras y clases tic
directamente de él... es decir, como sujeto de aserciones» (por palabras-) se establece para proporcionar un instrumento
ejemplo, de oraciones). Los términos, pues, se pueden tratar más apto de investigación -o un lenguaje lógico- que u su vez
lógicamente corno si fueran sustancias. El lingüista habla permita hacer mayor número de proposiciones wbre las
hoy de «hechos gramaticales», por analogía, aunque éstos realidades circundantes.
estén claramente en un nivel más bajo de abstracción. El padre Ong demuestra que los «lógicos nominalistas
(Ningún lingüista se puede permitir ignorar una realidad
factual en el sentido en que algún lógico escolástico de la intentaron desarrollar una lógica formal y cuantificada que
tardía escuela parisina intentó, cuando, en sus disputas sobre mantuviera al mismo tiempo una conciencia de la estruc
sintaxis, declaró que v ego amat era tan «gramatical» como tura elaborada en la que una substancia subsistiera (sub-sta-
ego amo [Ong, pág. 75]. El lingüista toma nota de la r<•) a las modificaciones o accidentes. Esta manera de des-
redundancia; el lógico se lamenta de ello. Sin embargo, tanto cribir los entes unitarios sin analizarlos, como si existieran...
el lingüista como el filósofo necesitan el concepto de forma parte del intento de desarrollar una lógica formal
«gramaticalidad».) relativamente relacionada con el lenguaje ordinario (es decir,
La distinción lógica entre significación sustantiva («esen- sin símbolos especiales, aunque con palabras especialtncnte
cial») y substantividad se corresponde con la diferencia entre definidas)» (pág. 69). Señala que a los últimos adverxcrrios de
las formas de ser de las palabras y de las cosas significadas. esta clase de lógica (por ejemplo, Ramus) los inspiró
Los términos 'ógicos en Pedro Hispano tienden a «hacerse por concretamente la objeción de que el tipo de discurso que en
analogía con la substancia..., esto es, entes unitarios no realidad crearon estos lógicos 16 se apartó demasiado ilcl
inherentes a ningún otro» (ibíd., pág. 68); están considerados, habla ordinaria como para resultar convincente. En manos de
pues, ya como sujetos de oraciones, ya -siguiendo la indicación los escolásticos, pues, el latín se convirtió en una wpccie de
aristotélica- como predicados. Así, los términos, una vez lenguaje «seminatural», una prolongación espe i:rlizada, por
t

universalizados, «se consideran..: como predicados, que, por supuesto, del lenguaje cultural tradicional. pero también llegó
varias derivaciones lingüísticas o lógicas, tienen una relación a ser sorprendentemente el precursor
determinada con el sujeto o sujetos de los que son predicados»
(Boehner, pág. 28, citado por Ong, pág. 67). Se empieza a '" Un problema que no he tratado aquí, pero que sigue siendo rnuy
comprender la constante tendencia sintáctico-gramatical de los importante para un conocimiento de la génesis de la lógica rvColástica,
escolásticos. Pedro Hispano se muestra muy cuidadoso en así como de su originalidad, se refiere a la confusa Ivtrrpretación dada
distinguir significación (la palabra o signo que significa una por los escolásticos a los conceptos cuidadosainvite delimitados de la
lógica y la dialéctica. Los escolásticos no vli,tinguían entre las certezas
cosa) y suposición (el término substantivo que -de por sí ya descritas por la lógica y las probaMlliclades, que son el dominio de la
significativose acepta en lugar de alguna cosa). La dialéctica aristotélica. A pesar tic rechazar la tradición retórica en
«significación pertenece a la palabra (vox), mientras que la cuanto tal, los escolásticos inwrporan sus bases teóricas dentro de su
contextura lógica. El t+a(lrc Ong examina el problema con considerable
suposición pertenece a los términos (termini)». La amplitud, páyhuas 59-65, concluyendo: «En el siglo xrrr (Petrus
«significación», pues, es esencialmente una materia léxica de Hispanus), cuando la deidad de la razón hace su aparición definitiva en
equivalencias («Platón» equivale a Platón, en tanto que la la filosofía e*colástica en los más distintivos e influyentes manuales
suposición implica un tipo de sintaxis léxica, como si existiera. escolásticu^ no se construyó sobre los pilares de la ciencia, sino sobre
los Irmas o argumentos de la dialéctica o retórica, simplemente pro-
«Un hombre corre», se entiende como «Sócrates, Platón y el 1„,hle» (pág. 65). El humanismo reciente intentará, sin embargo,
resto de los hombres» (ibíd., pág. 66). Aquí hay una especie de tr,t:rurar la retórica en su forma prístina, aunque su mentalidad wllrjaría
economía, el rasgo de esta confusión escolástica, que, en su tiempo, huhí:t llegado
a ser una tradición.

S3
25
25
más próximo del lenguaje simbólico de la lógica de hoy. La des pensadores escolásticos como Roger Bacon, después de
tradición humanista pretendió «restaurar» la calidad retóri- 12301'- constituye, para el historiador de la lingüística, la
co-literaria de la expresión de la Antigüedad en su uso del repercusión lingüística más importante de la nueva lógica.
latín y, al hacerlo, dilucidar los puntos oscuros de la tra- Los cultivadores de la grammatica speculativa -conocidos a
yectoria que va desde el pensamiento escoláltico al veces como los Modistae- criticaron a Prisciano. A pesar de
moderno. Pero está claro que ciertas actitudes ante el haber invocado las «leyes de la razón», Prisciano no fue lo
lenguaje, por parte de la filosofía escolástica, así como una suficientemente razonable: se advirtió que lo que enseñó
gran cantidad de importantes implicaciones de tales era incompleto porque solamente aquellos que pro-
actitudes, habrán llegado quizá hasta la Edad Moderna. porcionan las causas de los fenómenos que describen pue-
Como se ha indicado, la tendencia estructuralista de la den llamarse legítimamente maestros". No obstante haber
lógica medieval -heredada de Aristóteles, aunque ampliada quedado Prisciano y Donato como parte del curriculum, en
con formas características- produjo cultivadores de esta el siglo xm se les unieron las gramáticas especulativas la-
lógica poniendo de manifiesto lo que he denominado afini- tinas de Alejandro de Villedieu (ca. 1170-1250) y Everardo
dades sintácticas con otros rasgos del lenguaje (por de Béthune: el Doctrinale y el Graecismus. Sigério de Cour-
ejemplo, * ego amat = ego amo, redundancia menos trai y Tomás de Erfurt (cuya obra de mediados del siglo
indeseable). Una vez terminadas las disputas, San Anselmo xm, .Summa de modis signi f icandi, ha sido frecuentemente
rechaza la autoridad de Prisciano; lo hace sobre las mismas atribuida a Duns Scoto), se puede decir que representan el
bases que el mismo Prisciano invocó en contra de alguno de límite de la marca de esta nueva tradición. El renacimiento
sus predecesores. No obstante, como hemos sugerido, la de la grammatica speculativa tuvo lugar en una atmósfera
sintaxis escolástica se ideó en virtud de sus repercusiones intelectual de gran tensión entre los seguidores de la tradi-
fundamentalmente léxicas: las palabras, en cuanto ción gramatical estética (que floreció en el sigla xu) y 1a
conexiones verbales, aunque solamente en el sentido en nueva concepción del lenguaje de orientación filosófica.
que estas relaciones les permitían conocer el mundo Ésta sostenía que el logro de los proyectos filosóficos girara,
material, concretamente, el mundo de la materia ante todo, sobre una operación clasificadora de la base para
substancial. El padre Ong ha interpretado la cuestión muy eliminar «lo que no es filosofía». París «luchó» contra
elocuentemente: «una lógica eficiente... se ocupa Orleáns, más conservadora; la «lógica», contra los
desesperadamente de la cantidad y, por consiguiente, de la «autores», en una batalla de libros recogida,
materia. La lógica es un estudio del reflejo de este mundo sintomáticamente, en La
1 7 Ver Étienne Gilson, un Philosophie
poema en auromance
Moyen-Age,de
3.amediados
ed., París,
material... en las estructuras de la mente» (página 74). Aquí 1947, pág. 401, y el capítulo titulado «L'exil des belles-lettres»,
radica la raison d'étre de la tendencia anticultural tan página 400 y ss.
ie «Unde constructiones multas dicit, quarum tamen causas non
dramáticamente expresada por la lógica del siglo xm y por nssignat.» Ver L. J. Paetow, The Arts Counse at Medieval Uni.versilies,
la lucha contra la tradición literaria y gramatical. En University de Illinois Studies, III, Campaign-Urbana, III, 1900, página
35, trabajo calificado por Gilson como «fundamental». El pasaje es
contraste, el tipo de relaciones lingüísticas -dialógicas o citado por Gilson, ibíd., pág. 404. Esta objeción a Prisciano recuerda
poéticas e históricas- que Dante delimita en De una de las críticas que los gramáticos filosóficos del s i g l o X V I I I -por
vulgar¡ eloquentia son de un orden completamente ejemplo Thomas- dirigieron a la teoría del bon n.sage de Vaugelas;
ver Ferdinand Brunot, Histoire de la langue /ranpaise des origines á
1.7. La gramática especulativa 1900, VI, núm. 2, por A. Francois, París, 1932, especialmente el
capítulo titulado «La grammaire et les grammairiens». Paetow se
Las consideraciones lógicas del tipo que hemos aludido apresura a indicar que la «nueva gramática» de Alexander de
llevaron a la creación de la grarnmatica speculativa en la Villedieu, en verso, da unas reglas generales de *intaxis mejor
adaptadas para los niños que aprenden el latín como una lengua
Europa del siglo xm. La grammatica speculcativa -un cuerpo extranjera, en lugar de las obras de Donato v Prisciano (tue «han
de doctrinas gramaticales cuya creación debe entenderse sido escritas para estudiantes cuya lengua nativa era el latín», pág.
33. Ver también D. Reichling, Das Doctrinale des Alexandcr de Villa
en el contexto de lo que Gilson llamó el «exilio de la esté- Dei, Berlín, 1893, págs. vi¡-xv.
tica», que tuvo lugar, a pesar del recelo de algunos gran
26 S5
26
quien simpatizaba con los tradicionalistas, y se titulaba La .jamás poético en el sentido antes descrito. Nosotros -somos
bataille des sept arts. Gilson describe (así) este poema: «On y como un lejano clamor de Platón quien reconoció eviden-
voit les Classiques en déroute, des étudiants és arts... ne temente que la poesía podía ser a veces filosofía o ponerse al
s'intéressent plus qu'á la philosophie» (pág. 412). El ab- servicio de objetivos filosóficos. La gramática especulativa
solutismo de ambas escuelas atestigua elocuentemente la considera las partes del discurso concebidas sintácticamente
polarización latente de la literatura y del pensamiento puro como puros modos de significación, es decir, en cuanto
durante la Edad Media, pero este absolutismo también pro- expresan analíticamente los distintos aspectos del ser y del
porciona aún más significativamente pruebas sobre la natu- pensamiento. Como Gilson ha indicado, la gramática es el
raleza complementaria de estas dos corrientes dentro del estudio de los modi signi f icandi y, como tal, se acopla a un
espíritu unitario medieval. Ambas «escuelas» reflejan el sen- programa que incluye y conduce a la lógica (rrzodi
tido de la unidad de la época, aunque cada una aclara la intelligendi) e incluso la metafísica (modi essendi). La
diferente atención prestada a un factor o conjunto de factores gramática escolástica, pues, forja una teoría del lenguaje,
de la tradición. coherente, aunque limitada, una Sprachphilosoplzie, como no
¿Qué se propuso hacer la gramn2atica speculativá? En había sido vista antes, ni siquiera en Aristóteles. La gramática
teoría, al menos, los poetas y los filósofos no estaban tan escolástica tiene una cualidad disciplinar concreta; se funda
separados. Dante hubiera suscrito posiblemente el manifiesto en el principio de las categorías universales y en las
de Bacon de que «grammatica una et eadem est secundum posibilidades expresivas descubiertas por el lenguaje
substantiam in omnibus linguis» (Gilson, pág. 405; cfr. Pae- .,erninatural» y reelaborado en que se había convertido, en un
tow, págs. 26, 41 y, en especial, 44 y ss.). Pero, a pesar de que sentido considerable, el latín medieval. El «lenguaje» es-
Bacon defendió la importancia cultural de los estudios colástico -su langage, en el sentido saussureano- constituye un
literarios, como filósofo y lógico, se vio obligado, en su teoría intento de reducir al mínimo las «inconsistencias» (le]
gramatical, a prestar atención precisamente a lo que Dante, el lenguaje a través de la historia de la tradición gramatical más
poeta justamente universal, no le daría importancia. El compacta. Así, el modista Sigerio de Courtrai (1300) distingue
descubrimiento de la gramática por parte de los poetas difiere entre los modi sieni f icandi, gracias a lo cual las palabras
en cierto modo del de los filósofos, a pesar de que éstos (voces) tienen una función como partes del discurso, y los
alegan: «Non ergo grammaticus sed philosophus... modi signandi, el nivel de la palabra como clesignador de las
grammaticam invenit.» A1 aplicar a su latín muy es- cosas (valor léxico); ambos «modos» están relacionados con
pecializado su método aristotélico revisado, los gramáticos los modos del conocimiento, esto es, las estructuras de la
especulativos intentaron utilizar la idea que había expuesto mente ". Como Saussure, -Sigerio de (•ourtrai apela a la
Bacon con el fin de fundar una ciencia gramatical -un con- formación estructural para dotar de coherencia las
junto coherente de reglas- conforme a la cual se pudiera dotar expresiones concernientes al lenguaje: la lógica -o la
más eficientemente de un cauce de expresión altamente instrumentalidad- es la piedra de toque para el escolástico, la
formalizado al pensamiento puro. Ellos pretendieron enseñar psicología para Saussure.
a los jóvenes el latín que necesitaban conocer para formarlos En cuanto disciplina, la grammatica spectalativa se ca-
adecuadamente como estudiantes de los cursos de arte. racteriza por principios metodológicos y pedagógicos con-
Hicieron una breve confesión de la diversidad lingüística cretos, dentro de un campo intelectual que incluye la meta-
(omnibus linguis de Bacon) y explicaron las variaciones por física y la lógica, pero que, por la misma razón, siente la
«accidentes» («licet accidentaliter varietur»). La gramática necesidad de eliminar la poesía e incluso la elocuencia. El
especulativa resulta ser el arma pedagógica de una filosofía establecimiento de una disciplina altamente estructurada,
lógica que se sentía impulsada a consumar su victoria sobre la conocida como gramática especulativa, exige de ambas un
tradición literaria, al definir el uso del habla aprendida (usus nivel creciente de independencia disciplinar para los estu
loquendi) en términos de sus propias preocupaciones técnicas
especializadas.
El universalismo que subyace a la grammatica speculativa, '.1
a diferencia del de Dante, es puramente intelectual,
' Cfr.
G. Wallerand, Les oeuvres de Siger de Courtrai, Lovaina,
1913, págs. 34 y ss., y el texto de la Sumrna rnodorum significandi,
páginas 93 y ss.
27 57
27
La realización teórica de la visión poética o simbólica está
dios «puramente» gramaticales y un más intenso grado de
expuesta en términos altamente analíticos. De vulgar¡ elo-
integración de esta disciplina dentro de los intereses del
yne•ntia, de Dante, sería inconcebible sin Aristóteles e in-
pensamiento escolástico. Muchas de las diferencias
cluso sin la grammatica speculativa escolástica. Que haya
substanciales y cualitativas entre la «gramática», la
escrito esta obra en latín tampoco es accidental. En estos
«metafísica» y la «lógica» se resuelven, por lo menos
nic~mentos, como observamos, las metas trascendentales
provisionalmente, en la práctica por referencia disciplinar a
los distintos planos de actividad que, tomados como un que informan la filosofía escolástica están concebidas, si no
todo, se advirtió que constituyen una empresa intelectual expresadas, en términos que se remontan a Platón. La «ra-
coherente, bien organizada y dirigida. La «violencia» que r.e5n» tal como la define Santo Tomás de Aquino, es real-
los gramáticos especulativos practicaron con el latín se trrente muy limitada: pone límites al conocimiento (así,
comprendía quq se justificara plenamente dados sus Virgilio no puede acompañar al poeta hasta el cielo). Uno
objetivos filosóficos (y pedagógicos) más amplios; eran piensa en el silencio inevitable de la contemplación mística,
capaces y estaban dispuestos a sacrificar el usus loquendi en las advertencias de San Anselmo concernientes a la
(por ejemplo, «ego amat») cuando, como ellos lo entendían, naturaleza «figurada» o simbólica del lenguaje humano
la «corrección» del uso estaba en conflicto con lo que, para auando se enfrentó en disputas para representar con pa-
ellos, era corrección superior. La gramática especulativa labras el significado del Verbo a través del simple discurso (
persigue un grado más elevado de estricta coherencia a Mor7ologiurn, págs. x, xxix y ss.) 2°. Recordamos sus palabras
costa de parecer -cuando se la comparaba con Aristóteles o sobre la unidad de la esencia de Dios: «Unum est quid(luid
incluso Prisciano- psicológicamente sencilla. essentialiter de summa substantia dicitur.»
El contraste de las doctrinas platónica y aristotélica, así
como la adaptación de las mismas dentro del proceso cul-
tural y vital, justificó teóricamente que el nuevo papel me-
r Las ramas platónica y aristotélica, pues, se funden con el
pensamiento y expresión medievales, aunque como tra-
dieval de la diversidad dentro de la unidad representara y tliciones vitales cada una se identifica con las tradiciones
utilizara la situación lingüística a la que aquélla estaba genéricas y específicas dentro de ese pensamiento y expre-
sometida. Resultaría, sin embargo, completamente inexacto %icin. Como hemos observado en relación con Dante y los
afirmar que la moda absolutista de Platón originara, en el rKrolásticos, la noción de gramática mantiene su sentido
discurso escrito, la poesía de Dante, ni por lo mismo puede cultural básico a través de la Edad Media: a Prisciano no Ir
a f ortiori identificarse pura y simplemente la moda meca- ahandonan, sino que le reemplazan por el gran poeta del
nicista de Aristóteles con la filosofía analítica de los esco- romance y sus predecesores lógicos y contemporáneos. El
lásticos. Una explicación de esta clase difícilmente daría rincipio del «universalismo gramatical» no se ataca nunca;
cuenta de las complejidades implicadas. Pero la concate- que se quiere significar con tal unidad se hace más ex-
nación de las circunstancias encarnadas en el conocimiento plícito.
medieval de la tradición cultural a que pertenecía y a la que El conocimiento intuitivo que Dante tuvo de la berdad
interpretaba a la luz de sus necesidades culturales, originó pwtencial del romance le lleva a «gramaticalizarlo», es
posiblemente una ruptura entre el discurso poético y el decir, p «restablecer» la pureza del habla mediante un acto
filosófico. A1 postular la «verdad» existencial del habla -el acto— de la creación poética (ver, en relación con esto,
materna, el poeta ponía de relieve lo que se puede deno- la carta de Dante a Can Grande). La idea de comunicación
minar visión sintética o simbólica del lenguaje que hallamos (dkalógica) de Dante es increíblemente rica en implicacio-
expuesta e ilustrada en el Cratilo. El lógico, por el contrario, nes de todo tipo; éstas emanan del conocimiento total que
pone su énfasis en la visión analítica o disciplinar de " El Monologium de San Anselmo es recomendable en la
Aristóteles. La una sé opone a la otra de una forma más traducción inglesa de S. N. Deane, en Proslogium; Monotogium;
An Appendix, In Behalf of the Foot, by Gaunilon; and Cur Deus Homo,
relevante en las Institutíones de Prisciano, donde la cultura cd., Chicago, 1910.
literaria continuaba estando en primer lugar. Pero una
28 59
28
antigüedad, de sus cultivadores provenzales y del dolr;e stil punto de vista moderno para hallar en el fermento intelec-
nuovo. La tendencia epistemológica y el arte técnico están tual y lingüístico medieval una serie de eslabones entre la
actualizados, por así decirlo, y se les da una importancia antigüedad y nuestra propia época. Las semejanzas entre la
trascendental en el texto poético de la Commedia. La visión platónica del lenguaje y la filosofía y la noción de
ejemplificación de la calidad mayor sienta precedente en la Dante de lengua romance, con sus implicaciones poéticas,
disociación analítica. La «gramática» representa el cultivo revela la presencia de una continuidad que afectará la ver-
activo del discurso poético, y el discurso poético es lo que dadera naturaleza de la creación literaria, en contraste y
sintetiza nuestro conocimiento del drama humano: la conjunción a la vez con la filosofía occidental. Por la misma
verdad. La «poesía» de Dante tiene mucho en común con la cuestión, la feliz adaptación de la tradición cultural al
«filosofía» platónica. contexto medieval será la causa del movimiento constante
La gramática tal como es concebida por la lógica esco- entre la innovación y la tradición que caracteriza la actividad
lástica, en el más amplio sentido de la grammatica specu- intelectual moderna, aunque, por supuesto, de forma
lativa práctica, no en el más estricto, aunque relacionado, radicalmente nueva. Sin embargo, la ruptura lingüística me-
corresponde a un concepto más fragmentario del conoci- dieval -entre el latín y el romance-, aunque en ningún
miento. En el contexto de la investigación lógica, la noción sentido completa, constituye un factor real que, juntamente
de universalismo gramatical proporcionó las bases teóricas con la dicotomía antigua o moderna que los escritores
para cierta clase de experimentación lingüística, que exigió, medievales advirtieron, ayudó a polarizar y a dar nueva re-
en efecto, una reforma del latín para adaptarlo a levancia a las doctrinas lingüísticas de Platón y Aristóteles.
necesidades disciplinares y pedagógicas concretas. Una vez A1 tratar del lenguaje, el pensamiento platónico se centró en
que la tradición gramatical recibida alcanzó la misma forma el acto lingüístico -diálogo- y las relaciones ejemplares entre
de progreso que la nueva lógica, se desechó. Es decir, lo este acto y verdad en cuanto simbolizada en la naturaleza
que se decía, debía reforzarse con lo que se debía o podía esencial de las palabras. Pero, durante la Edad Media, la
decir en términos lógicos. En nombre de principios uni- noción aristotélica del lenguaje como instrumento, en
versales -es decir, lógicos- se especializó todavía más un conjunción con la vieja tradición gramatical, llevó a la I
lenguaje de por sí especializado y aprendido. La parte me- ragmentación disciplinar que, a su vez, proporcionó a la
canicista y cuantitativa del «método» aristotélico -el ca- nueva «ciencia» gramatical, al menos potencialmente, más
rácter instrumental que se atribuyó a su discurso- lo pu- independencia que la que gramática alguna había disfrutado
sieron de relieve los lógicos medievales, quienes vieron en antes. Ya en Prisciano, pero especialmente después de San
el lenguaje un medio para combatir la falsedad y hacer Anselmo, los comentarios gramaticales adquieren un carác-
triunfar sistemáticamente la verdad con tales recursos ter de disciplina que recuerdan, sobre todo, a la escolástica;
cuantitativos. son de tipo económico y estructural y los asociamos con la
Dada la naturaleza del estudio de las artes medievales lingüística moderna (por ejemplo, el concepto del significa(lo
-la teología estaba en realidad aislada en su propia facultad per se). Finalmente, el punto de vista disciplinar, ya
(ver Paetow y Ong)-, la disciplina que hemos denominado establecido firmemente en tiempo de Dante, es lo que go-
lógica adquirió un carácter paulatinamente independiente. I)ierna, formalmente, su De vulgar¡ eloquentia. Las ideas ex-
La grammatica speculativa, pues, pudo llegar a ser una í)licadas y definidas en esta obra están organizadas, por así
disciplina preparatoria con respecto a la lógica sobre la que decirlo, en una contextura analítica plenamente consistente
se basaba, una gramática «antigramatical» cuya coherencia con el tractatus de uso en la Edad Media. Lo que Dante dice
dependía mucho menos de la tradición cultural que del y el modo de decirlo, proporciona a la vez el primer ejemplo
«programa» filosófico del que era una parte. La naturaleza grande y coherente de lo que ahora denominamos «teoría
fragmentaria del programa contribuyó, pues, a la creación literaria» o «crítica». Así, en un grado muy considerable, la
de actividades intelectuales igualmente fragmentarias. La Edad Media ayudó a formular el tema del que nos
idea de tales actividades o «disciplinas» es una invención ocuparemos en el presente estudio. Tal como se aplicó en el
29 período medieval, la vieja tradición gramatical se «incor- 61
29
plinas cualitativas distintas. Consideradas, sin embargo, desde otra perspectiva, las «actividades» que llamamos poesía y
especulación lógica -ambas íntimamente interesadas por el lenguaje- engendraron dos accesos disciplinares al problema del
lenguaje que hay que distinguir: la poética o teoría literaria y la filosofía lingüística.

C A P Í T U L O II
EL RACIONALISMO: PENSAMIENTO,
GRAMÁTICA Y EXPRESIÓN

2.1. El Renacimiento como revisión cualitativa de


la cultura
El Renacimiento fue considerado como un «renacer» de las letras. Desde el punto de vista del presente estudio, re sulta más
útil concebir los siglos xv y xvr como el período en el que la estabilidad de la cultura occidental, tal como la hemos descrito
anteriormente, se destruye, y se buscan nuevos principios unificadores con distinto grado de suerte. La filología crítica del
Renacimiento ayudó ciertamente al «renacimiento» de la cultura de la Antigüedad, pero, al mismo tiempo, este espíritu critico
interrumpía esa especie de continuidad histórica entre la antiáüedad pagana-cristiana y la Edad Media europea.
El Renacimiento conoció también la victoria definitiva de varias lenguas romances y, en consecuencia, el desarrollo de nuevos
tipos de estudios lingüísticos, así como su rápida expansión. En.1492 se presentaba a la reina Isabel la Gramática Castellana de
Nebrija; en el Diálogo de 1a lengua (1535), Juan de Valdés alaba la idiosincrasia de la lengua española. En Italia, la Prose della
volgar lingua (1525) de Pietro Bembo demuestra que la questione della lingua interesa a todo hombre culto. Proliferaron las
gramáticas tic¡ francés', como lo hicieron también las de otras len

1
Nebrija y Juan de Valdés ofrecen una perspectiva
antiescolústica en sus respectivos estudios del castellano. Sin
embargo, dentro de la contextura literaria o cultural en que
operaron, cada adopta una actitud característica. La de
u i t u

Nebrija es analítica, & fue la de Prisciano. Juan de


o m o l o

Valdés es más platónico; deswbre la esencia del castellano -su


«uso»- en el lenguaje de los rc•franes españoles. Una estrecha
comparación de los dos proporciona una importante
l u z

dentro de las modas de los gramáticos durante el primer


Renacimiento. Para la actividad gramatical fran
30 63
30
guas -algunas incluso exóticas-. El contenido de la actitud y obras épicas neoclásicas, así como teoría literaria esque-
unificadora premoderna hacia la lengua fue debilitándose mfítica (o «metodológica») y cuantitativa pertinentes (por
progresivamente. rjrrnplo, las «tres unidades»). El análisis lingüístico del ¡~r
La genuina y característisca expansión cultural de la r(odo se caracteriza también por una ambigua reconciliación
Europa renacentista entrañó importantes revisiones cuali- entre la cantidad y la cualidad. El modelo gramatical latino
tativas de lo que, en realidad, se venía interpretando como se usó, por así decir, «simbólicamente» como butic analítica
cultura. Una obra como la de Joaquín DuBellay, De f f ence para describir la amplia gama de lenguas ruropeas y
et illzcstration de la langue f ranqoyse (1549), ilustra esta
exóticas. Pero como este modelo resultaba impurticable,
revisión. Se rechazan las «episseries» medievales; se alaban, prevalecieron otros intereses: 1) la concepción •tr;+dicional»,
que se ocupaba de las complejas relaciones genc+ticas entre
por el contrario, los modelos clásicos e italianos; se progra- las lenguas, se empeñaba en demostrar que derivaban del
man nuevas formas y valores, y se justifican, en un grado hebreo, 0 2) una visión más filosófica basada en «principios
considerable, por su novedad. El nacionalismo cultural tiende gramaticales generales» lógicamente cul+crentes y calcados,
a reemplazar el cosmopolitismo casi espontáneo que privaba normalmente, del uso del latín. En cucla caso, la cantidad
en la Europa medieval. Las literaturas de Italia, España, forma parte de la problemática que se describe. Incluso se
Inglaterra y Francia comparten solamente cierto sentir común hicieron algunos intentos de resolver los problemas que
de su propia afinidad con la literatura de la antigüedad y surgen al apelar a una afirmación ti priori cualitativa. La
otras literaturas europeas. Las formas en que estas afinidades naturaleza sistemática de estos eslurrros hizo que se
se llevan a cabo en la práctica son considerablemente progresara -aquí radica su modernidad-, aunque también
particulares. Se deben interpretar dentro de los límites de cooperó su arbitrariedad casi gramt~+. Nosotros tendemos a
cada tradición nacional específica. Calderón (1600-1681), concebir las realidades linKttlxticas en tanto en cuanto las
Corneille (1606-1684) y Milton (1608-1674) son hallamos útiles, pero nurstras técnicas intentan por
contemporáneos. Sus diferencias resultan casi tan importantes definición ajustarse más ade+ u;+damente con lo que
como sus semejanzas, a pesar de que cada uno -estaba pudieran ser las implicaciones de nuestra concepción.
bastante familiarizado, en su forma característica, con la El pensamiento de los siglos xvm y xvim en lo que al
herencia cultural común. (rr+t;uaje respecta se puede interpretar, en general, como un
El problema del uso lingüístico es importante. Durante el intento o series de intentos por describir convincentemente
Renacimiento las estructuras del pensamiento parecen estar las ambigüedades del tipo que acabamos de referir. Un otras
relacionadas de una forma mucho más evidente que antes con palabras, se puede considerar como un esfuerzo por superar
unos fines dados. Lo que es es más una función de lo que se la fragmentación que siguió a la destrucción de la unidad
desea hacer. Aunque el Renacimiento mostró un gran interés cultural de la Edad Media. La visión moderno del lenguaje
por las cualidades de las cosas -sus propiedades cualitativas o descansa sobre una especie de dinámica qr+r contiene o
coseidad-, la época cultivó una forma cuantitativa de utiliza la crisis (característica) del conocimiroto moderno de
describir conceptual o analíticamente las cosas. El discurso y la realidad. La solución medieval den¡¡() de la tradición de
análisis literario renacentistas reflejan lo que el padre W. J. continuidad cultural y transformación hlwírica, que permitió
Ong ha denominado «cuantificación del pensamiento»'. Los que la diversidad-dentro-de-la-unidad a• tellejara en las
intentos de imitación de los antiguos puramente cuantitativos teorías gramaticales de Dante y los escoIkoicos, nos
nos proporcionan -especialmente en Italia y en Francia- proporciona un gran número de posibles soluciones casi ad
innumerables tragedias hoc.

cesa -en gran parte completada por los ingleses-, hay que referirse a
la relación ofrecida por Mildred K. Pope, en su From Latin to Modern
French, Manchester, 1934, págs. xxv y ss. Pope da cuatro títulos
anteriores a 1500 y ocho del siglo xzii; todos ellos se ocupan
específicamente del francés.
2
Ver su obra previamente citada: Ramus: Method and the Decay
of Dialogue..., Cambridge, Mass., 1958, en especial el libro II y el III,
capítulo xi.

31 6S
31
cía cartesiana de que un lenguaje que representara la ge-
neración del auténtico pensamiento serviría, por definición,
2.2. Descartes y la gramática de Port-Royal pura juzgar la verdad de las cosas. Dicho de otro modo, tal
lenguaje produciría un discurso consciente y necesaria-
La tradición que separa a René Descartes (1596-1650) de mente simbólico del proceso mental, y así se erigiría en el
Jean Jacques Rousseau (1712-1778) aporta dentro .de la
instrumento de tal proceso. Finalmente, aunque la filosofía
contextura de cada país unos conocimientos profundos para
la formulación de la moderna aproximación al lenguaje y proporcione el criterio para (establecer) «la lengua uni-
ejemplifica la influencia que tal formulación ejerció sobre los versal», se requiere que una ciencia especial complemente
últimos desarrollos de la lingüística y la literatura'. (a idea.
El espacio no nos permite aquí un análisis detallado de Estas nociones están cargadas de importantes implica-
este período. Las discusiones que irán a continuación sobre ciones. En primer lugar, se considera que el lenguaje opera
Condillac y Coleridge nos mostrarán plenamente los en dos niveles: el de la forma absoluta -esto es, las cate-
problemas suscitados. Sin embargo, los temas básicos se gorías lingüísticas identificadas con la producción del pen-
deberían definir previamente aunque de un modo general. iaumiento- y el del uso ordinario, las formas contingentes u
En una carta breve al padre Mersenne, con fecha del 20 «imperfectas» que la tradición conservó y que, una vez
de noviembre de 1629, Descartes le da cuenta de la pro- %ititcmatizadas llamamos respectivamente inglés, francés
puesta que se le había hecho tocante a la posibilidad de o latín. Por último, el objeto, aunque tenga «connotaciones
crear un lenguaje nuevo y universal'. Aunque rechaza dicha ionfusas», no se negaría completamente, ya que las
propuesta, afirma que es posible un lenguaje verdadera- lenguas Iri,tóricas constituyen el depósito de la civilización.
mente universal, siempre que se encuentre «la science de Como admite lamentablemente Descartes, su idealismo
qui elle dépend». Esta «ciencia del lenguaje» se ocuparía de lingüístico rti apto para un «payt des romans». En segundo
la cuestión de hacer a los hombres conocedores del «len- lugar, a prsar de que el enfoque dualista cartesiano le
guaje universal» que todos hablan. Su función se funda en permite mantrrrer una visión del lenguaje de carácter
la indicación de la correlación entre el proceso mental universal, así como reconocer el evidente pluralismo
-piedra filosofal de la doctrina cartesiana- y las formas lingüístico, por esto misrru> se ve obligado a elaborar un
lingüísticas que usan los hombres. Había necesidad de re- método para poder demostrar realmente que su
presentar simbólica y exactamente en las palabras y en la interpretación dualista es eficiente; una ciencia lingüística
gramática el proceso mental a fin de que el lenguaje está llamada (en efecto) a mediar directamente entre el
pudiera convertirse en algo verdaderamente útil, y los hombre y el lenguaje. Esta ciencia regula, como si
aldeanos estuvieran mejor preparados para «juger de la realmente fuera tal ciencia, la dinámica existente entre el
vérité des choses, que ne font maintenant les philosophes» hombre y su expresión. El carácIrr universal del lenguaje
(pág. 93). -el orden lingüístico- viene dado por la revelación del «ordre
La alusión a los aldeanos sugiere que Descartes se está entre toiites les pensées qui pruvent entrer dans 1'esprit
refiriendo
3
aquí a un lenguaje natural. El «simbolismo» e humain». En resumen, lo que [~uede estar implícito en el
El estudio publicado recientemente, y muy interesante, de Noam
Chomsky, Cartesian Linguistics: A chapter in the history of rationalist análisis escolástico del usus 1tiyuendi y los modi significandi,
tought, Nueva York, 1966, y la versión española de Enrique Wulff: se torna explícito en la visión cartesiana. Por extensión, el
Lingüística Cartesiana: Un capítulo de la historia del pensamiento
racionalista, publicado por Gredos en 1971, viene a poner de relieve la carácter semidisciplinur dispensado a la grammatica
importancia de la teoría lingüística del pensamiento racionalista e speculativa dentro de los programas de las viejas artes
ilustrado en relación con el lenguaje. Ver también Roland Donzé: La
grammaire générale et risonnée de Port-Royal, Berna, 1967. adquiere aquí una gran autonornía metodológica.
4
Correspondance, ed. Charles Adam y Gérard Milhaud, I, París, La grammaire générale et raisonnée de Port-Royal, de
1936, págs. 89-93. Iancelot
` Edicióny usada:
Arnauld (1660)
Antoine admite
Arnauld, el reto
Oeuvres, cartesiano'.
XLI, Estos1-
París, 1780, páaas
84.

32 67
32
tclligo; est enim disciplina scientia acquisita in discente». !.u
corte real. Intentan «universalizar» el discurso francés me- disciplina de Sánchez de las Brozas corresponde a la .ciencia»
diante la sistematización del libre uso conforme a un principio de Descartes. El estudio de .1_a gramática latina r%
racional. La gramática de Port-Royal eleva a la categoría de «metódico», es decir, basado en principios de análisis
universal su objeto material tal como Descartes había sugerido: Ifrrt;üístico general. A1 comienzo, en el mismo capítulo, el
el proceso racional universal, de naturaleza esencialmente lir'ucense ha dicho: «Grammatici enim... sermonis latini
creadora, es elaborado dentro de los límites del procedimiento mstodes sunt, non auctores». Esta oposición recuerda uno de
lingüístico característico del francés, y nuestro conocimiento de los primeros manifiestos escolásticos en el sentido de que los
éste lo proporcionaría el proceso racional, gracias a las «gramáticos» (es decir, la tradición literario-gramattcal) no
formulaciones lógicas. Pongamos por ejemplo: al defender la son los guardianes del lenguaje porque los verdaderos
celebrada regla de Vaugel.as de que una cláusula relativa no guardianes deben ser los «filósofos». De forma seme/unte, los
puede seguir a un nombre que no esté determinado por un gramáticos del Brocense se oponen a los «autores» ( ia
artículo, los autores de Port-Royal examinaron nueve tradición literaria). El «método», pues, se compara y >>refiere
«excepciones» a la regla (pág. 42 y ss.). Defienden, por ejemplo, a la licencia de la tradición cultural. Sus «gramáIlcos» son
que la oración francesa je suis homme qui parle f ranchement realmente filósofos interesados por el lenguaje, •rspecialistas»
es perfectamente correcta, puesto que lógicamente homme es autónomos, en el sentido moderno de la palabra. En ninguna
un atributo determinado por je (cfr. je suis homme qui .AI vu parte es posible encontrar la calidad uwdiadora del estudio de
la gramática «universal» más clar.rrnente delimitada que aquí.
bien des choses). La «excepción» no es original. Otras Además, lo mismo que el Nr'ocense había estudiado la
excepciones así denominadas son simplemente «restos del viejo «lengua» latina en latín, así los gramáticos de Port-Royal
estilo, en el cual todos los artículos se omitían casi siempre». investigaron el francés en francés. El Brocense y sus discípulos
Tales «bizarreries de 1'usage» se olvidan; sin embargo, no se de Port-Royal consiguen una especie de contaminación mutua
debe permitir que obstaculicen el sistema más profundo de las entre sus print i>>ios de carácter universal y el lenguaje
reglas. histórico que c+t udian. Aquél se centró sobre el latín
abstractamente coni rhido; éstos se ocuparon del «buen uso»
del francés del rnonrrnto, virtualmente perfecto y
esencialmente estable. El leitín y el francés, por así decir, les
2.3. La aportación del Brocense permiten este análisis nietódico universal, y este mismo análisis
les ayuda a caructerizar lo que realmente es el latín o el
Si los gramáticos de Port-Royal encontraron su justificación francés.
filosófica en el sistema cartesiano -y si, como vimos, Descartes La «gramática general» constituye un éxito temporalnrrnte
no proporciona tal justificación para una ciencia gramatical satisfactorio para hacer frente a los peligros de la
que mediara y poseyera una gran autonomía disciplinar- sus fragmentación inherente a la experiencia moderna del len-
técnicas de análisis y su conocimiento de la tradición lingüística guaje. Las técnicas analíticas usadas, así como sus contexIos
debe mucho a formulaciones como las del discípulo español de filosóficos más amplios, están claros. Sin embargo, persisten
Ramus, Francisco Sánchez de las Brozas (Sanctius). La ciertas ambigüedades. La gramática de Port-Royal contribuyó
Minerva: seu de causis linguae latinae del Brocense, a reconciliar el pensamiento cartesiano, la nueva concia
primeramente publicado en Salamanca en 1587, fue reimpresa gramatical de carácter universal, con la realidad ti<-¡ uso
frecuentemente en Francia, Holanda y Alemania durante los francés dentro de un contexto que tiende a ver el liroceso
siglos xvri y xvrir s. Esta obra se ocupa del estudio del latín. El cultural o histórico como algo fundamentalmente o%table.
Brocense define la gramática de un modo muy tradicional, Esta reconciliación no será la última, porque durante el siglo
como «ars recte loquendi» (I, ü), pero, inmediatamente, pone xvzri la crisis moderna proporciona medios más amplios que
un tono nuevo, al añadir: «cum artem dico, disciplinam in los destinados a frenarla.
La «,gramática filosófica» del siglo xvriz continúa la tra-
fi Edición usada: Franc. Sanctü (Brocensís), Minerva seta de cacd- dición de Port-Royal. El «sublime genius» de la Grammaire
sis linguae latinae commentarius, ed. de Gaspar Scioppius y Sacobus
Perizonius, editada por C. L. Bauerus, Leipzig, 1793. [Hay tra ducción
esp., Madrid, Cátedra, 1977. N. del T.]

69
33
33
générale et raisonnée fue admirado porque, tal como el trucciones usuales». (Esto nos recuerda nuevamente la
gramático Thomas indicó, «les écrivains de Port-Royal... langage, parole y langue de Saussure.) Las «construcciones
eurent toute la logique que pouvaient avoir les bons esprits usuales» igualan la «maniére ordinaire de parler des
de ce temps-lá»'. Esta expresión, sin embargo, difícilmente honnétes gens de la nation dont on parle la langue», es
atribuye a Lancelot y Arnauld la última palabra; el progreso decir, la langue de nuestro «hablante nativo medio». Las
se ha conseguido a partir de su obra. Los sucesores de Port- «construcciones usuales», esto es, el uso común francés
Royal intentan describir la relación entre la naturaleza del -se componen, en parte, de las «construcciones naturales»
lenguaje y el uso francés más sistemáticamente que lo ha- y, en parte, de las «construcciones figuradas».
bían hecho sus predecesores; afinan sus instrumentos de DuMarsais nos da cuenta de una manera imparcial y
análisis. altamente compleja del acto del habla. El habla tiene lugar
gracias a un mecanismo que exige que el hablante
2.4. DuMarsais y los enciclopedistas «analice»
su pensamiento -es decir, experimente un proceso formal
El filósofo y gramático más celebrado de la Ilustración de enunciación- y que el oyente haga lo mismo: un proceso
fue César Chesneau DuMarsais (1676-1756), colaborador de mental rige este «análisis». El ciframiento y desciframiento
la Encyclopédie y autor del tratado de tanta influencia, Trai- de los mensajes refleja el proceso mental, abordado formal
té des Tropes (1730)e. Según DuMarsais, la gramática exa- y analíticamente.
mina la relación «que 1'esprit congoit entre les mots, selon Sin embargo, como la mayoría de los gramáticos filo-
le sens particulier qu'on veut exprimer». Este problema lo sóficos, DuMarsais presta atención principalmente al uso
complementa el análisis formal de las convenciones lingüís- con el fin de dirigirlo. Su predilección por las «construc
ticas en las lenguas dadas, así como el conocimiento de ciones naturales» -lógicas- es evidente. Por esto, las bases
cómo el hombre produce el discurso. En su artículo de la analíticas de los gramáticos constituyen un ideal norma-
Encyclopédie intitulado «Construction», DuMarsais aísla las tivo, y la mediación gramatical llega a ser verdaderamente
«construcciones naturales» -las que corresponden al «état eficiente. Uno es libre de adaptar el «habla» propia al ideal
des choses»- y las «construcciones figuradas». Aquéllas son «natural».
uniformes en todas las lenguas, mientras que éstas se dan Desafortunadamente, la situación lingüística del siglo
en obras determinadas. Los tropos -las figurasdeben xviri francés fue menos monolítica que la de 1660. Aunque
tratarse, pues, dentro de una teoría de lingüística general: el gusto personal de DuMarsais le facilitaba el
derivan de la actividad mental que subyace a la actividad asociar el uso del francés correcto con el lenguaje de la
lingüística del individuo. Las «construcciones naturales» no literatura y de la filosofía de su día, se descubre en su
existen en la realidad: constituyen un coeficiente formal del concepción gramatical una visión del lenguaje que pone de
principio lingüístico de base -son universales del lenguaje, relieve su instrumentalidad. DuMarsais parece apoyar a los
comunes al francés, español y latín-. Las «construcciones neologistas de la época, que quisieron reformar el uso del
figuradas» se dan en una forma más original; comprenden francés para hacer del lenguaje un instrumento más
lo que es particular al discurso real. De esta manera, las adecuado a la investigación científica y filosófica. La po-
dos «construcciones» son en realidad categorías de análisis sición neologista fue violentamente atacada por los que,
gramatical. coma Voltaire, sacrificaron la «razón» en aras de su deseo
DuMarsais aborda estas dos categorías cuando las de conservar exactamente el uso del francés como el de los
compara
' Brunot,con las otras y apela a una tercera que llama
Histoire de la langue franpaise, VI, pág. 900. días de Racine. En su artículo «Langues» en el Dictionnaire
philosophique (1769), Vóltaire expresa su temor de que,
'Edición usada, C. C. DuMarsais, Oeuvres, III, París, 1797, páginas una vez introducidos los cambios, nadie comprenda «les
üi-xü, 13-262. Ver también el estudio exhaustivo de Gunvor Sahlin,
César Chesneau duMarsais et son róle dans 1'évolution de la bons ícrivains du grand siécle». Esta actitud de carácter
grammaire générale, París, 1928. «tradicional» rechaza una mediación gramatical eficiente.
34 71

34
cuando publicó sus Vrais Principes de langue franpaise Como cabría esperar, Rousseau es todavía más radical. La
(1747, orientados tipológicamente. «esteticización» es completa. Rechaza toda pretensión de
Pero la crisis moderna está plenamente superada cuan yue la verdad posea alguna naturaleza objetiva diferente
do, a medida que el siglo avanza, la mediación de la gra (lc las convicciones del individuo '°. Rousseau, pues, sigue
mática filosófica se niega a otros dominios' más serios la lingüística cartesiana hasta sus conclusiones lógicas de
Descartes, recordemos, había «utilizado» o resuelto la cri carácter expresivo -menos su naturaleza mediadora, que
sis, al identificar el proceso mental del principio individua, rechaza evidentemente-. El lenguaje es completamente
con el universal, y sus sucesores los gramáticos habían ela una itiateria de identidad personal que niega la tradición y
borado dentro de esta identificación el conocimiento de que, luir tanto, la considera perniciosa. Por la misma
procedimiento y uso lingüístico tanto francés como géne razón, prohíbe que tmile aprenda lenguas extranjeras. Así,
ral. Así, en el análisis cartesiano, la actividad lingüística en la (Icfensa del Discours á 1'Académie de Dijon (1750),
podría considerarse como un símbolo del proceso mental e Rous%rau declara: «Yo he querido, sobre todo, dar cuenta
instrumento del mismo. exacta de mi idea; yo sé ciertamente que la primera regla
La crisis se insinúa en la Lettre sur les sourds et muet~ de todos nuestros escritores es escribir correctamente y,
(1751), de Diderot. Éste afirma que la sintaxis francesa es como cIlos dicen, hablar francés: pues tienen pretensiones
más apta para la filosofía, en tanto que el inglés, griegc y e inIrntan pasar por poseer corrección y elegancia. Para
latín son «les langues de la fable et du mensonge». Er
mí, mi lirimera regla, ya que no cuido de lo que pensarán
consecuencia, la innovación se puede permitir en francés
siempre que estas innovaciones sean «armoniosas» y «aná de mi ro ilo, es hacerme entender: siempre que con ayuda
logas» a la «naturaleza» del francés. Pero, en realidad, Di- de diez wlccismos me pudiese expresar mejor o más
derot está dando libre rienda a su propio verbo creador Si claramente, nt.mca dudaría en usarlos. Con tal de que los
es él quien adapta su estilo al genio del francés o si es el filósofos me comprendan, dejo de buen grado correr a los
francés el que modela su propio uso, es un punto muy puristas deIras de las palabras»".
discutible. En cualquier caso, un factor estético parece de- Rousseau interpreta mitológicamente el lenguaje. Usa lu
terminar la relación entre lo que escribe y el lenguaje que jerga filosófica de su tiempo -superficialmente, la «innova»
usa o de que se «sirve». El problema revierte sobre el mis- muy poco, tanto el
léxica como sintácticamente-, pero
Ico. Reemplaza proceso racional de Descartes poru_ sa
algo
mo Diderot. La autenticidad de lo que escribe depende de
la fidelidad a sí mismo y cuando -es el caso a veces- tal ue se puede llamar la estructura de su sensibilidad, y
construye sobre bases muy personales sus actitudes «ge-
fidelidad entra en conflicto con la tradición de carácter
racional recibida, entonces ésta se sacrifica. Para Diderot, Mc•rales». El lenguaje está llamado a ser expresivo de la
como para Descartes, el discurso traduce el acto del cono- vrrdad de su conocimiento. A1 dar importancia a la nece-
cimiento de los escritores, y es así simbólico e instrumental %i(iad que tiene el escritor de resistir y olvidar su propia
a la vez. Sin embargo, en Diderot su autenticidad simbólica frtcírica, Rousseau lleva la noción cartesiana de creativi
d lingüística hasta un punto extremo, y, por supuesto,
debe ser censurada o sufrirá su instrumentalidad. Por tanto,
Diderot da importancia a un tipo de retórica que garantice nuncia un tipo de expresionismo que domina la creación
Iteraria moderna. Al cambiar el análisis de su propósi
tal autenticidad. El lazo necesario entre la razón universal y
el proceso mental del individuo se viene abajo. La
'° Las frases finales de Las confesiones, de Rousseau (1788),
«filosofía» que tan perfectamente le conviene al francés se ilusn su sistemática repulsa de la verdad «objetiva» o «factual»:
transpone así dentro de una clave esencialmente literaria. +!'ai dit la vérité. Si quelqu'un sait des choses contraires á ce
' Otro factor, también significativo, de la crisis del siglo xviir fu c quo je viens d'exposer, fussent-elles mille fois prouvées, il sait des
quizá la incapacidad de DuMarsais para escribir una gramática ~rnsonpes et des impostures, et s'il refuse de les approfondir, et de
«completa» del francés. Sus observaciones, aunque interesantes, 1~~ éclaircir avec moi, tandis que je suis en vie, il n'aime ni la
están esparcidas en sus numerosas publicaciones y artículos. Dada la atice ni la vérité.»
orientación de su pensamiento, ¿pudo en realidad haber compuesto " El texto es citado por Ferdinand Gohin, Les transformations la
un tratado de gramática general? langue frangaise pendant la deuxiéme moitié du XVIIIe siécle,
r(s, 1902, pág. 44.

35 73
35
to- trascendental y sintético, elimina numerosas contradic-
ciones que habían plagado la Ilustración, pero también
aniquila mucho de lo que la Ilustración había aportado. A
r •e (1700), en Essai sur l'origine des connaissances humai-
partir de Rousseau, tiene sentido hablar de los escritores en r#e.s (1746), Condillac relata la «historia del
términos de «lenguajes» muy personales e iguales a la conocimiento». Rechaza las ideas innatas de Descartes,
suma de sus obras. Todos los lenguajes han sido consi- prefiriendo operar .olamente con lo que se puede
derados, normalmente, como materia de críticas literarias, observar. El «conocimiento» cxiste en las funciones que se
no como materia de un «verdadero» estudio lingüístico. le atribuyen: juicio, afirmac icín, razón, análisis. Pero,
En lo que resta de este cap. II discutiremos dos moder- ¿cómo pasa el hombre del simple ejercicio de sus
nos intentos -uno filosófico, el otro literario- de proporcionar facultades elementales a la verdadera reflexión, es decir,
una visión coherente de los fenómenos lingüísticos. Estos cómo dota su actividad mental de coherencia objetiva? O,
intentos se ocupan de formas características de la crisis que ¿cómo se puede hacer esto sin apelar a un principio
hemos descrito. Ambos aceptan y utilizan los postulados metafísico rechazable? Como contestación, t"crndillac
fundamentales de carácter moderno. Los resultados declara abiertamente que el hombre -humanidad e
parecen ser diferentes, pero no irreconciliables. individuo- logra dominar la realidad circundante por medio
de los significados lingüísticos. «Lier nos idées», por
2.5. El método analítico de Condillac ejemplo, nuestras sensaciones transformadas, es la fun-
ción de la razón, y razonar es utilizar los signos. La facul-
Condillac (1715-1780), un lúcido y prolífico escritor, gran tad semiótica funciona con tres clases de signos: 1) signos
pedagogo y pensador original, incorporó con éxito impor- accidentales: aquellos con los que se asocian ciertos obje-
tantes principios tomados de la tradición empírica inglesa a I o s en circunstancias particulares; 2) los signos naturales,
la contextura racional del siglo de las luces francés. Su rr los gritos que la naturaleza ha establecido para el senti-
Traité des sensations (1754) es muy conocido, pero sus teo-
rías lingüísticas y sus implicaciones han sido menos estudia- trricnto de gozo, miedo, pena, etc., y 3) signos
das a fondo. Varios de sus tratados más importantes se institucionales (signes d'institutions) que nosotros mismos
ocupan explícitamente del lenguaje en un contexto episte- hemos elegido y que existen arbitrariamente en relación
mológico y psicológico que compendia lo mejor que el con nuestras ideas (Essai, I, m, iv). La reflexión, que tiene
período había de ofrecer. Su De la grammaire y el Traité de lugar gracias al tercer tipo de signos, es nuestra libertad,
1'art d'écrire (ambas obras publicadas eventualmente en
1775), así como su Logique (1780) y La langue des calculs nuesIru modo de «composer et décomposer» nuestras ideas
(1798) desarrollan una filosofía gramatical de conclusiones rira compararlas «sous toutes sortes de rapports, et en ire
lógicas, así como su máxima fundamental: «Toute langue tous les jours de nouvelles combinaisons» (I, ü, vi¡). El
est une méthode analytique et toute méthode analytique análisis y construcción de las «ideas generales» sirve para
est une langue... 1'art de parler et... 1'art de raisonner... poner «de 1'ordre dans notre esprit».
(sont) un seul et méme art» l a . E1 Essay de Locke (III, ü) indica que el lenguaje ofrece a
Siguiendo el Essay Concerning Human Understanding
los hombres unos significados para dominar las ideas, ~x
(1689), de Locke, que leyó en la traducción de Pierre Cos
v o Condillac desarrolla esta noción radicalmente. La cua-
liclad de la propia reflexión está íntimamente relacionada
1 ¿ L a l a n g u e d e s c a l c u l s (impreso póstumamente, en 1798), I, i C 0 r r la cualidad de los signos que uno usa. Así, en su
(Las citas de Condillac están tomadas de la edición de sus obras en Traité de systémes (1749, 1771), Condillac se burla de los
tres volúmenes de Georges Le Roy (París, 1947-1951). La noción de
Condillac de lenguaje como «método» proviene de su rechazo de la juegos de palabras que caracterizan tantas especulaciones
doctrina cartesiana de las ideas innatas. Si la estructura del pen metafísicas: «Voulez-vous apprendre les sciences avec
samiento no puede depender de las estructuras mentales, es decü de
la mente, no tiene sentido relacionar las estructuras del pensa miento facilité? t'crmmencez par apprendre votre langue» (xvüi
con las del lenguaje. a). La posición antimetafísica de Condillac representa el
reverso de la doctrina de Port-Royal, que, como vimos,
74 define el «penUrniento» más apriorísticamente. 75 La
36
tifican el uno con el otro, pero éste se produce de conformidad (le tal multiplicidad, al dotar cada factor aislado de un
con las posibilidades ofrecidas a aquél. (He aquí subrayada la objetivo y valor concretos. El historiador no distingue entre
ambigüedad de la «libertad» lingüística de DuMarsais.) ideas y palabras; describe cómo, gracias a las palabras, los
Condillac cree en la verdad; no es ningún relativista. Sin Iiombres han producido de hecho las ideas y cómo lo con-
embargo, su «verdad» es, ante todo, lo que no es falso, y tinúan haciendo así.
después el conocimiento, cuyo valor justificable reside, sobre Según la tradición gramatical cartesiana, «mejorar» el
todo, en su utilidad. La utilidad es un principio que identifica lenguaje propio significa «purificarlo», adaptarlo a un ideal
con un conocimiento activo y más profundo. En este sentido, preconcebido. Esta doctrina permitió a Diderot -y espe
la física de Newton es «verdadera». En consecuencia, cialmente a-Rivarol- proclamar que el francés era la lenFr,ua
DuMarsais y Condillac están de acuerdo en que las lenguas más filosófica, puesta que su sintaxis se parece más
son sistemas de pensamiento, pero sus teorías lingüísticas exactamente a la «sintaxis natural». Condillac advierte el
difieren radicalmente. La gramática de DuMarsais examina peligro de tales afirmaciones; las critica: «Estamos orgullosos
las lenguas para establecer cómo la mente «concoit entre les de que el francés aventaje a las lenguas antiguas en ordenar
mots». Condillac elimina enteramente este tipo de dualismo las palabras en la frase, de la misma forma que I.ts ideas se
para centrarse sobre el mismo proceso racional. La teoría ordenan en el espíritu... Sin embargo, hemos visto que en el
lingüística de Condillac es el centro de un amplio sistema de origen de las lenguas, la construcción más natural exigía un
pensamiento; es evidentemente más histórica que la de orden completamente diferente... » (Esk(¡¡, II, r, xü}. No niega
DuMarsais. la posibilidad de mejorar el lenguaje propio, pero tal mejora
Descartes estudió su propia «historia», por supuesto, para debe realizarse en términos de objetivos concretos. Se pueden
detectar en la masa de fenómenos circundantes lo que era comparar dos lenguas como el francés y el latín, afirma,
«verdadero». Hay algo trágico en el concepto cartesiano del porque las ventajas de cada una son muy diferentes; cada
yo, puesto que, para Descartes, el yo sólo existe lengua tiene su propio genio, yue deriva precisamente de su
auténticamente en la medida en que el individual logra un historia (loc. cit.). Por lo inismo, rechaza el esteticismo
conocimiento del yo como representante de ciertas cualidades naciente de Diderot y canaliza, dentro de los modos de
universales que, en cierto sentido, lo reemplazan. Descartes carácter instrumental, el individualismo que Rousseau
cuenta su «historia», pero al contarla relata el drama de su invocaría para defender la revalorización estética de la
propia conciencia al compararse con algo superior a su yo, posición lingüística cartesiana. CondiIlac, lo mismo que
que, en última instancia, tiene que identificar también con su Rousseau, está de acuerdo en que cada lio~mbre tenga su
yo. Su historia ignora la cronología. Del mismo modo, propio lenguaje, puesto que este lenguaje constituye su propia
DuMarsais puede ver en la convención lingüística -uso- identidad, y porque el propio lenguaje está determinado por
solamente las reglas superiores del lenguaje que la gobiernan. las pasiones del hablante (II, i, xv). sin embargo, la naturaleza
Siempre que la convención no sea deficiente,.el gramático de los signos lingüísticos es así porque fueron arbitrarios en el
debe recurrir a la «construcción natural», de ahí sus esfuerzos primer momento en que se titilizaron, pero las combinaciones
por aunar lo que llama uso. sancionadas por un largo uso determinan finalmente el genio
Condillac atribuye una función muy diferente a la historia. de una lengua -su tradición-, tanto si el lenguaje es el del
Al escribir la historia del conocimiento, debe demostrar cómo, individuo como si es vi de un pueblo entero. El historicismo
con el tiempo, el hombre aprendió a hacer lo que sabe hacer. de Condillac, pues, impide que siga a Rousseau en el uso
Su visión es acumuladora. La temporalidad de Condillac es simbólico personaliiado. El uso tradicional puede, en
doble: se es lo que se fue. Cada hombre es la historia de su consecuencia, rechazarse, pero no simplemente para «se faire
especie. Por eso consagra la segunda parte de su Essai a une lo¡ d'attacher toujcrurs aux termes des idées toutes
resumir la historia de los que denomina «le langage et la différentes de celles qu'ils .ignifient normalement». Eso sería
méthode». Esta segunda sección de su obra incorpora la una afectación pueril y #idícula. La mejora del propio
multiplicidad de la situación lingüística moderna -la realidad lenguaje exige darle claridad v precisión; es necesario
de muchas lenguas- dentro de una visión panorámica que «reprendre les matériaux [de nos cunnoisances], et d'en faire
elimina las descripciones anteriores de nouvelles combinaisons,

37 77
37
sans égard pour celles qui ont été faites» (II, m, la gramática filosófica es innegable ". El
xxvi). La creación o producción, por el mismo lenguaje bien elaborado lo aborda a través de
motivo, carece de significado; uno crea para sus características formales, analizables.
algo. La primera regla, una vez más. implica Después de estudiar el paso del hombre pri-
desembarazarse de prejuicios inútiles: «Les mitivo desde el «lenguaje de acción» -lenguaje
philosophes, honteux d'avoir médité de gestos ximbólicos- al «lenguaje de sonidos
articulados» mediante la descripción de los
inutilement, sont toujours partisans entétés des rasgos formales que lo caracterizan, hace
prétendus fruits de leurs veilles.» La cuestión hincapié en la sintaxis, porque, el orden de
no es siempre fácil. palabras, por ejemplo, proporciona una prueba
Condillac es el más aristotélico de las de la lenta transforrttación del espíritu humano
figuras de la Ilustración. Para él, la lengua es en la utilización de los signos. Explica el uso y
más un instrumento; es decir. el único medio su función lingüística. El lenguaje de acción
seguro de que disponemos para alcanzar la expresa la simultaneidad del pensamiento: los
verdad. El lenguaje es también expresión, pero pensaraientos complejos se traducen con un
Condillac, asumiendo esta doctrina, la pasa por grito o un gesto iiidividual. Durante el período
alto, al contrario que Rousseau, aunque en de transición entre el lenguaje (te acción y el
del sonido articulado, tuvo lugar una especie de
otros niveles no puede por menos que admitir bilingüismo, resultante de la preservación de
la legitimidad literaria de tal expresión. los usos irás cercanos al gesto, incluso cuando
El ejercicio personal en el propio uso de los el sonido articulado Iiabía ya prevalecido sobre
signos desarrolla la propia capacidad todos los intentos y propósitos. Ilr ahí que una
intelectual y, a la vez, tal ejercicio proporciona lengua verdaderamente adecuada -la lengua de
buenos modelos para el uso de los demás. Esta la filosofía- deba hacerse depender de
idea antigua y medieval fue elaborada procedimientos analíticos convenientes y
completamente por Condillac. Dado que el arte suficientemente poderosos para reemplazar la
simultaneidad del lenguaje de acción por la
de la razón está identificado, en la historia, con cualidad del lenguaje articulado, genuinamente
el lenguaje bien formado, el primer paso en el lineal. !?I discurso, pues, consiste en una
establecimiento de una ciencia dada consiste compenetración apropiada entre la forma
en construir un lenguaje capaz de fomentar su lingüística «convencional» o «histórica» y el
desarrollo. Esta tesis de Condillac fue prestada proceso mental. La organización -liaisorr- de
por Lavoisier y Guyton de Morveau cuando se las ideas en las oraciones constituye la «razón»
propusieron proporcionar sistemáticamente una transformada rn «forma eficiente». En
nomenclatura especializada para hacer progre- consecuencia, para Condillac, la forma del
sar la ciencia de la química (Méthode de lenguaje existe en dos niveles distintos, aunque
interrelacionalos: 1) En el del sistema formal
nomenclature chimique, 1787). El mismo que se desAwrolla con el tiempo y que puede
Condillac compuso su tratado sobre economía identificarse
" En los párrafosen las dedifemntes
iniciales su obra De la lenguas (latín,
grammaire, CondiIluc
política, La Commerce et le Gouverne metzt alaba a los gramáticos de Port-Royal, por haber «les premiers ~>,rrlé
(1776), puesto que el lenguaje de los la lumiére» al estudio gramatical elemental; DuMarsais está
orrsiderado como el que ha «recherché en philosophe les principes Mi
economistas «continuaba siendo estimado» langage» y alabado al exponer «ses vues avec autant de simpli~ nc
(cfr. su introducción). El carácter moderno de que de clarté». Condillac se lamenta de que DuMarsais no nava
Condillac es evidente. A diferencia de los escrito una «Gramática». Añade: «D'autres ont travaillé en ce twnrc
avec succés... Cependant j'avoue que je trouve point, dans 1,wrs
teóricos medievales que pretendían que sus ouvrages, cette simplicité qui fait le principal mérite des livres I,-
estudiantes imitaran a los antiguos para rncntaires.» Se puede pensar que la predilección de Condillac por
1nMarsais refleja la voluntad de éste por igualar la expresión con .v
convertirse a sí mismos en modelos de la sensibilidad humana (ver Traité des tropes, I, iv, v, vü).
posteridad, Condillac habla de las «ciencias»,
es decir, de los sistemas coherentes del
7 7
8 9 38
la historia y de la psicología; en consecuencia, es antime- es diferente. Así, como se ha indicado, Condillac se ve obli-
gado a consagrarse con más atención que sus
tafísico. En su Traité des systémes cita a los metafísicos
predecesores :a la naturaleza de la «extensión». El estudio
solamente para refutarlos. Por eso, la «filosofía» de Con-
de la gramática se convierte, pues, en el estudio de los
dillac le lleva, muy curiosamente, a ponderar a los hombres
métodos que los homi)res han seguido para analizar el
de letras. Respeta a los poetas y a los oradores porque han
descubierto, mucho antes que los filósofos, el método apro- pensamiento. La primera parte de De la grammaire se ocupa
piado para componer sus obras: «ils ont eu 1'avantage del «análisis del discurso» (1, págs. 428-460), es decir, de
d'essayer leurs productions sur tout un peuple». Condillac los signos que las lenguas nos ofrecen para facilitarnos el
reconoce la existencia de géneros diferentes; aísla tres cla- análisis mental; y, en la trgunda parte, más extensa (págs.
ses: el didáctico, el narrativo y el descriptivo. Sin embargo, 461-513), trata de los «elemcxttos dél discurso», esto es, de
nada impide que un texto «poético» sea «didáctico», ni las «reglas que nuestro lenguaje prescribe a fin de dotar el
siquiera que un texto «científico» sea una descripción. análisis de nuestro 1wnsamiento de una claridad y precisión
Distinguió también entre «poesía» y «ciencia», solamente mayores». El «francés» de Condillac es una categoría mucho
en los términos de los objetivos que le son asignados. Re- más tangible que rl francés muy esbozado que encontramos
conoce el papel fundamental de la cultura, porque la cultura en la Gramntaire tic Port-Royal; la materia se examina con
simboliza mejor la complejidad humana, punto de partida mayor detalle ¡)o¡-que se ha convertido en un «objeto
irreductibe de Condillac. Las últimas líneas de su Essai sur material» 1` mucho más definido.
La teoría de la historia de Condillac, que él mismo am¡)¡¡a
1'origine des connoissances humaines muestran su moderna
considerablemente, debe mucho a la identificación car-
apreciación del problema de la cultura y su tratamiento
tc•siana del proceso mental de un hombre con el de la
analítico del«Jemismo:
finis par proposer ce probléme au lecteur. L'ouvrage
d'un homme étant donné, déterminer le caractére et 1'étendue Imtnanidad en general. En Condillac, el «individualismo» y el
de son esprit, et dire en conséquence non seulement quels sont «interpersonalismo» se asumen dentro de las categorías
les talents dont il donne des preuves, mais encore quels sont sistemas de ideas y lenguaje histórico- discutidas antes. Sin
ceux qu'i1 peut acquérir: prendre par exemple, la premiére embargo, conservan cierta clase de independencia con-
piéce de Corneille, et démontrer que, quand ce poéte la
composoit, il avoit déjá, ou du moins auroit bientót tout le ceptual. El individual está identificado en cuanto tal. No
génie qui tui a mérité de si grands succés. Il n'y a que mhstante, de una forma moderna y adecuada, el individual r,
1'analyse de 1'ouvrage qui puisse faire connoitre quelles la clave del universal. El siguiente pasaje de De 1'Art
opérations y ont contribué, et jusqu'á quel degré elles ont Xc•crire (I, i) aclara la cuestión, pues indica el uso que Con-
eu de 1'exercice: et il n'y a que 1'analyse de ces opérations «Si reflexionamos sobre nosotros mismos, advertiremos
qui puisse faire distinguer les qualités qui sont compatibles que nuestras ideas se presentan en un ordén cambiante, si-
dans le méme homme, de celles qui ne le sont pas, et par-lá guiendo los sentimientos que nos afectan. En una ocasión
donner la solution du probléme. Je doute qu'il y ait beaucoup nos zarandea vivamente; en otra, apenas se deja notar. De
de problémes plus difficiles que celui-lá.» ahí nacen otras tantas maneras de concebir una misma
cosa, que experimentamos sucesivamente como especies
Puede advertirse una estrecha relación entre estos de pasiones. Comprended, pues, que, si conservamos este
orden en el discurso, comunicaremos nuestros sentimientos
tonos y el personalismo de Rousseau, no obstante ser en al conocer nuestras ideas.»
realidad diferentes.
En su tratado De la grammaire, Condillac da una defi- Pero si la filosofía consistiera en dar sentido a todo, la
nición de la gramática de carácter típicamente racional; es .verdad» del individual debe aprehenderse en términos
«un systéme de mots qui représente le systéme des idées «in
dans 1'esprit», y el arte de escribir «n'est que ce méme " La materia puede ser dispuesta de esta forma. La gramática Ir
Port-Royal establece la gramática como una disciplina; la dissplina
systéme, porté au point de perfection dont il est suscepti- gramatical de Condillac necesitaba que se intentara crear umbjeto
ble». E1 «sistema de ideas» es el mismo para los hombres material en cuanto tal.
en todas partes, pero la extensión lingüística de este
81
80
39
terpersonales». Rousseau, como vimos, trató el mismo pro- ratura»: El volumen analiza muchos ejemplos textuales; cada
blema en su retórica, al elevar a categoría estética su objeto uno ilustra un punto que se debe explicar y valorar
material. Condillac sigue siendo fiel al análisis; convierte en satisfactoriamente o que tiene que ser desechado con respecto
objetivo su objeto material, para interpretarlo analíticamente a la adecuación de su sistema de conexiones de ideas.
dentro de los límites de la historia. f Condillac insiste en que el poeta estudia su lenguaje, no los
Condillac conserva la noción cartesiana, según la cual la
ciencia -en este caso, la gramática- media entre el hombre y la modelos antiguos. Su intención llega a ser clara en la defensa
realidad. No obstante, en Condillac advertimos un cambio de final de la lo¡ de la liaison des idées. Esta ley, escribe, «no
énfasis. Su ciencia de la gramática pretende una visión del constituirá ningún obstáculo para el genio; este vicio se puede
lenguaje de carácter realista. El mismo lenguaje está atribuir solamente a las reglas que los retóricos y los
objetivado; existe. La cualidad histórica y real del lenguaje es gramá`ticos han reproducido de esta forma solamente porque
lo que permite a Condillac hablar en general, en términos las buscaron en otros lugares distintos que en el espíritu
interpersonales, de las «reglas» que el lenguaje -el francés en
su caso- nos prescribe. La postura antimetafísica de Condillac humano». Respetar esta ley significa perfeccionar los propios
le obliga a poner de relieve las funciones sobre las categorías poderes creadores -los mismos que se ofrecen para usar en la
abstractas a priori. Las pa labras y los objetos son, en esencia, generación del discurso-. La doctrina neoclásica de la
lo que los hombres, in dividual o colectivamente, hacen de imitación desaparece, pues, como principio creador,
ellas, en el tiempo y en el espacio. No pueden ser definidas o juntamente con el universo estable para el que fue ideada.
jerarquizadas para siempre, aunque un estudio riguroso ('ondillac declara que la dinámica reemplaza la vieja doctrina
pueda revelar el sen tido de sus operaciones. Lo que
permanece como constantE en todo este fluir es el acto del de la imitación. La idea es muy moderna. El eslabón que va
habla, esto es, la generaciór del pensamiento en el discurso y desde el «Estudia tu lengua», de Condillac, al «Crea tu
su comunicación. Con una: cuantas palabras, Condillac lengua» moderno, especialmente cuando estas frases se
justifica el fundamento de k moderna ciencia lingüística como insertan dentro de un contexto de análisis, resulta, en rea-
una rama de la filosofía En este contexto es donde su lidad, un eslabón muy corto.
manifiesto antes indicado ad quiere sentido más claro: La liaison des idées de Cqndillac está íntimamente re-
«Voulez-vous apprendre les scien cies avec facilité? lacionada con el organicismo trascendental romántico que se
Commencez par apprendre votre langue.> A menos que las halla expresado, por ejemplo, en Coleridge. Sin embargo,
operaciones asumidas o representadas poi el individual se su énfasis sigue siendo analítico y, por ende, difiere cuali.-
puedan explicar, esto es, analizar en térmi nos interpersonales, tutivamente del énfasis romántico de la síntesis. En tanto que
la filosofía seguirá siendo inútil, inclusc oscurantista. La De 1'art d'écrire describe explícitamente lo que los escritores
gramática de Condillac insiste, pues, sobrf lo que es individuales deben hacer, su doctrina se elabora *ti los
sistemático y, por consiguinete, apto para la des cripción y la términos interpersonales e históricos. Las estructuras
valoración. históricas de Condillac son fascinantes. Su teoría casi de-
En su tratado De 1'art d'écrire aplica a la literatura la! cimonónica de las «tres edades» -infancia, madurez y de-
doctrinas antes discutidas; escribir, por supuesto, cadencia (cfr. Augusto Comte)-- gobierna la valoración li-
implic¿ para Condillac la perfección cualitativa de las lrraria, y explica la relación del siglo xvirt con las obras
posibilidadel lingüísticas. Se interesa, una vez más, por la ~taestras admiradas del siglo xvir. Este siglo constituye la
expresión, er términos del análisis. El arte de escribir se ha asegunda edad», cuyas producciones encarnan una armonía
hecho parí secundar lo que denomina la plus grande liaison rnateria, propósito y significado; armonía que determina
des idées un principio formal de carácter universal. Condillac Ir naturel propre á chaque style». Además, el orden estruc-
desech< mucha broza heredada de la vieja poética y de la ral de las obras literarias se basa en los modelos de «las
tradiciór retórica. Su «arte de escribir» expresa posiblemente xociaciones de ideas» que varían con el tiempo, como los
un in tento normativo, pero está complementado por técnicas
ana líticas e históricas. Es virtualmente una «ciencia de la lite t arxpíritus de los grandes poetas». La poesía es una constan-
Ir; a pesar de ello, «las diferentes circunstancias han dado ~
vuestra poesía un carácter diferente del de la antigua».
40 83
40
¡
en la filosofía; la poesía italiana es diferente de la francesa «Desde que conocemos el arte de dar a cada pensamiento
«porque comenzó en circunstancias distintas». su forma, poseemos un sistema que abarca todos los géneros
En De 1'art d'écrire abundan observaciones de este tipo. de estilo... Desde que sabemos dar al discurso la mayor
claridad y precisión, sabemos el arte de razonar...
El relativismo cultural del xvlii se combina con el optimismo
de corte muy moderno para ese siglo respecto de la
Cada disciplina comparte, pues, dos puntos principales
universalidad del hombre. (Ver, en particular, el brillante
c1c enfoque: el discurso es analizable en términos de: 1) es-
capítulo De 1'art d'écrire añadido en fecha reciente e inti- tilo y carácter, 2) claridad y precisión. La distinción sugiere
tulado «Observations sur le style poétique, et par occasion, una posición genérica superior entre las obras que reclaman
sur cequi détermine le caractére propre á chaque genre de sobre sí mismas la atención del lector y las que (¡¡rigen su
style».) Los poetas deben descubrirse a sí mismos «le atención hacia la materia que tratan. Todo discurso, ya
naturel propre á chaque genre», y lo hacen así al observar predominantemente «literario», ya «matemático», se presta
las circusntacias que han, coadyuvado para formar el estilo a este doble análisis. La física de Newton también posee
poético («Table»). «estilo», aunque funciona referencialmente. Las obras (le
El «arte de escribir», tal como lo concibe Condillac, pre- Corneille son importantes por su «estilo», pero también -ion
senta una -especie de correlación objetiva con la creación abordables en términos de la «razón» o materia que titilizan
literaria, considerada esencialmente como una actividad que o contienen.
resume lo que la propia cultura, en su totalidad, ha pro- El carácter esencialmente moderno de las técnicas de
ducido. Y, al interpretarla en relación con el «arte de escribir análisis de Condillac, en cuanto tales, reside, pues, en su
objetivo, las posibilidades que el pasado exploró, nos estructura de carácter dual. Estas técnicas, organizadas de
brindan un conocimiento de las posibilidades ofrecidas al
presente y al futuro. El arte de escribir se convierte también r esta forma, cuando se aplican al lenguaje mismo
en un instrumento. El análisis de las posibilidades, se su- proporcionan contexturas de carácter clasificador, así
pone, lleva a un conocimiento de las realidades genuinas -no como una justificación disciplinar sofisticada para la ciencia
valoradas-; de ahí su carácter más verdadero. formal de la literatura y del lenguaje, de orientación
Resumir la contribución de Condillac nos permite repetir histórica. Cada perspectiva técnica está relacionada con
su insistencia en que todo pensamiento, expresado por una visión amplia ytotal; toda característica formal posee,
medio del lenguaje, es necesariamente de carácter lineal. como si existiera, la corespondiente analítica. A partir de la
Esta idea domina su «Essai sur 1'origine des connoissance.s aportación de ('ondillac es posible afirmar que una
humaines», y se complementa analítica o científicamente con disciplina, la más rigurosamente organizada -esto es, la
las obras pedagógicas sobre gramática, el arte de escribir, la más perfecta en su -lenguaje»-, la menos semejante, está
lógica y la lengua del cálculo. Estas obras y L'Art de penser a punto de caer víctima de los peligros del esteticismo y de
son especializadas. Cada una ofrece un análisis disciplinar de la fragmentación. Es también verdad, sin embargo, que
un aspecto de la intuición total. Por un lado, pues, Condillac toda moderna aproximación subsiguiente a los problemas
distingue entre la «ciencia» especializada y la visión global del lenguaje y a la literatura como la de Condillac, tendrán
del conocimiento, es decir, las significaciones de expresión que cubrir relevantemente el riesgo igualmente grave de
ofrecidas a su «filosofía». Por otro, sin embargo, estas obras poner de relieve, ya lo impersonal, ya lo individual, uno
apuntan una distinción diferente: el discurso está con exclusión del otro. El último proporciona una
simbolizado como «literario» o «matemático». Las «artes» autenticidad necesariamente existencial, mientras que el
de Cóndillac nos recuerdan el viejo trivium y quadrivium. El 2.6. La síntesis y el simbolismo de Coleridge
estudio del discurso, en términos prácticos, se subdivide en 19 Los teóricos románticos del lenguaje operan con cateKorías
dos aproximaciones generales. Cada una se centra sobre los y principios íntimamente relacionados con las discusiones
aspectos formales y aislables del discurso que, a su vez, anteriores. Sin embargo, el énfasis aristotélico
debe relacionarse con categorías mentales determinadas. El
41 85

41
sobre la instrumentalidad desarrollado por Condillac está E esta obra revela ya su modernidad. «Verschiedenheit»
reemplazado, en gran parte, por un simbolismo concebido indica el interés de la obra por la variedad o pluralismo lin-
más platónicamente. La doctrina lingüística cartesiana, re- úístico, así como por una visión unitaria de esta diversidad.
cordamos, tiende a hacer un balance -si no a reconciliarde 1 ensayo es de orientación histórica: «el desarrollo 0
estas tendencias, pero, como advertimos, los progresos del evolución de la humanidad». Y la historia es una manifes-
pensamiento ilustrado perturbaron el equilibrio. Así, los tación «espiritual». El análisis de Condillac se coloca dentro
teóricos alemanes del lenguaje, a finales del siglo xvlrr y de un contexto organicista trascendental. Así, en el capítulo
comienzos del xrx, participaron del historicismo de Condi- I, Humboldt declara: «la lengua es el órgano del ser Interior;
llac. Sin embargo, a diferencia de Condillac, el historicismo este es el verdadero ser en el sentido en que consigue poco
de un Herder, un Schlegel o un Humboldt se basa en un a poco reconocer su misma interioridad y manifestarla
concepto genético concebido de manera trascendente: el exteriormente». Lo individual proporciona el punto de
«espíritu» (Geist), interpretado en un contexto nacional, partida para abordar lo universal, como en Descartes y
social o, incluso, ampliamente humano, se desarrolla a tra- Rousseau. Pero en vez de relacionar el individual con el
vés del tiempo y la cultura para informar, según modalida- proceso universal y racional o con urja estructura dada de
des varias, las lenguas concebidas como un organismo his- la sensibilidad, Humboldt lo relaciona con un •principio de
tórico en crecimiento. La «filología» romántica, es decir, la creatividad» ~esencialmente trascendental, que es la
lingüística histórica y la historia literaria, se consideran, fuerza que anima la historia. La mediación «analítica» o
normalmente, como el punto de partida de la lingüística disciplinar de Condillac queda superada en Humboldt. En el
moderna y de la investigación literaria. Pero, recientemente, capítulo III de su obra añade: «La producción del lenguaje
los eruditos positivistas, ofuscados por sus exigencias es una necesidad íntima de la naturaleza humana, no
científicas, han alabado a veces a los románticos por sus solamente un comercio social de comunicación, sino tam-
descubrimientos y orientaciones de carácter disciplinar. bién una entidad basada en su misma esencia y exigida por
Todo lingüista fue conocedor de la «ley de Grimm» y, más el desarrollo de las potencialidades espirituales del
tarde, de los días apacibles de la gramática comparada del hombre.» La distinción tan donocida de Humboldt entre
mundo europeo, de la misma forma que los estudiantes de e.rgon y energeia resulta mucho más interesante. Así, ergon
literatura admiran sumamente los «descubrimientos» corresponde al lenguaje considerado como el instrumento
románticos de la literatura y teoría poética medievales. pasivo tic la colectividad humana -interpersonalidad-,
Todos los fundamentos teóricos de la filología romántica mientras que energeia define el lenguaje como el acto
han sido menospreciados u olvidados completamente por creador del individuo (capítulo VIII). Humboldt declara que
las generaciones siguientes, para quienes la noción de lenguaje no rs esencialmente una acción o un producto
disciplina o «ciencia» técnicamente orientada y heredada de (Werk), sino una «potencialidad creadora», una actividad
la Ilustración, ha sentado precedente en la actitud filosófica
(TÜtigkeit), es decir, una «capacidad productora» fértil y
general.
organizada o •rc:guladora». En consecuencia, como
La teoría lingüística romántica está más clara y mucho
podemos imaginar, rl estudio del lenguaje -por ejemplo la
más convincentemente expuesta en la obra de Wilhelm von
lingüística comparada, como gramática filosófica que fue-
Humboldt (1767-1835), Ueber die Verschiedenheit des mens-
no está lejos de %rr una disciplina mediadora entre el
chlichen Sprachbaues und ihren Einfluss auf die geistige «hombre» y el «lenguaje». Se convirtió casi en una fuente
ls La atracción ejercida por esta obra en los pensadores de la
época subsiguiente puede colegirse cuando se citan los nombres de de información o conocimiento, aunque también en una
unos cuantos que declaran su deuda a Humboldt: Hugo Schuchardt, ilustración esencialmente simbólica de las intuiciones
el gran lingüista y romanista, Benedetto Croce, y ahora
recientemente, el profesor Chomsky (op. cit.). Podemos mencionar filosóficas que terminamos de establecer. Dentro de este
aquí el temprano Ueber das Entstehen der grammatischen Formen und contexto romántico, la mediación disciplinar se transfirió a
ihren Einfluss auf die Ideener,iwicklung (1822). otros dominios diferentes de la gramática o «lingüística
general». En la literatura, por ejemplo, la noción de
42 87
42
El espacio no nos permite hacer un análisis detallado realidades que transcienden el tiempo y el espacio, mientras
de este problema tan importante. Por razones propias del que el talento «yuxtapone» simplemente -a veces de forma
presente estudio, me propongo resumir muy brevemente nueva e ingeniosa- los elementos de la memoria.
las teorías literarias de Samuel T. Coleridge (1772-1834), La «fantasía» es la categoría que Coleridge usa para
sin duda, el crítico romántico que más influencia ha ejercido emprender el «análisis» de Condillac. Lo que en literatura tie
sobre la teoría literaria moderna anglo-americana. somete a análisis, es producto de la fantasía, de ahí que
La deuda de Coleridge al pensamiento romántico esté subordinado a la imaginación. Los teóricos literarios
alemán es muy grande. Generalmente se admite que ulcmanes del momento distinguieron entre estructura ex-
muchas de las «nuevas ideas» presentadas en la terna del arte y la «forma interior»; la estructura se puede
Biographia Literaria (1817) y en otras obras críticas fueron analizar dentro de los límites de sus partes elementales,
copiadas principalmente de Schlegels y Schelling, y a pero el genio imaginativo ha infundido dentro de estas
menudo con poco o ningún reconocimiento `. Sin embargo, partes un lodo mayor que la suma de las mismas.
su originalidad real consiste en haber sintetizado, dentro de La literatura o «poesía» está considerada como el reino
un bloque de doctrinas relativamente coherentes las por excelencia de la imaginación creadora, esto es, como el
corrientes de la teoría idealista juntamente con el tipo de dominio en que la creatividad humana se ejercita en su más
modernismo que representaron los filósofos empíricos alto y más noble grado. La noción es de origen platónico,
franco-británicos de los últimos años de la Ilustración. pero dado el expresionismo moderno de Coleridge -conI
La fina mano de la filosofía post-kantiana se advierte en la róntese Rousseau- la poesía participa de la «filosofía» de
distinción que Coleridge hace entre «imaginación» y Platón. La autenticidad y valor de la expresividad poética %t-
«fantasía». La imaginación es la facultad del genio. La fan- dan por supuestos, por así decir. De este modo, el ejemplo
tasía es la facultad del talento. La imaginación es el poder de de Coleridge y de la práctica romántica han unido la teoría
unidad -una tendencia única, monolítica _y creadora que literaria anglo-americana con una concepción del poeta
imparte vida y un más alto orden dentro de una realidad como un «metafísico creador», es decir, su obra como
confusa e incompleta. Gracias a la imaginación las obras del personificación de la verdad y de la belleza. Coleridge está
genio alcanzan la esfera de la idea transcendental y en- timy cerca de distinguir «entre procesos y capacidades físi-
carnan necesariamente una unidad orgánica y esencial. A cas» y el producto obtenido, la obra de arte que, en litera-
través de la imaginación -es decir, la capacidad de sim- tura, es una estructura de los signos lingüísticos» (Wellek,
bolizar-, lo individual se generaliza en el nivel más alto, a página 165). La visión estética de Coleridge no le permite
través de un proceso dialéctico, intensamente personal y apreciar la relación entre poesía en cuanto lenguaje y otros
completamente universal. La «fantasía», en algunos senti- tipos de discurso. Le induce, por el contrario, a ampliar, en
dos, es más difícil de definir. En resumen, implica una orde- la medida de lo posible, el horizonte entre el «lenguaje ar-
nación o combinación intelectual de asociaciones psicoló- ticulado» de la poesía y del lenguaje común. Por el contra-
gicas en obras específicas (cfr. «la lógica de las pasiones», rio, Condillac ha sostenido que la poesía, en circunstancias
de Condillac.). «La «fantasía» es, mutatis mutandis, la «ima- dadas, difiere de la prosa en el «estilo», en el «fin» y, prin,.
ginación» de la psicología empírica del siglo xvnt, esto es, i¡,almente, en el «grado de arte», y funda sus distinvwnes
una «imaginación» cuyo poder simbólico sigue siendo en la teoría del «fin» u «objeto» y la «función» 1' donde las
contingente a su instrumentalidad última en tanfo está consideraciones ético-filosóficas se combinan con las psico-
determinada por el análisis. Pero el romántico Coleridge va estéticas (belleza-bondad-verdad-placer). Condillac Intentó
más allá del análisis. Dentro de este binomio imaginación y establecer las bases analíticas de distinción entre el
fantasía, a la imaginación se la considera activa, verdade- lenguaje poético y el lenguaje de otros géneros, pero el
ramente creadora, mientras que a la fantasía se la concibe
1s Ver René Wellek, A History of Modern Criticism: 1750-1950, II,
U Edición usada: Biographia literaria, cap. XIV, Londres, 1876,

The Romantic Age, New Haven, 1955, págs. 151-187.


páginas 147 y ss.

43 89
43
física tradicional, así como por la relatividad de los valores.
lo que el hábito pudo sugerir; la dignidad poética lo soporta,
pero la poesía continúa siendo una parte integral del lenguaje Pero el «significado», como hemos venido entendiendo, no
general. Sin embargo, Coleridge, al dar importancia a la es simplemente preocupación de Condillac. No parece lla-
dignidad de la poesía, la aísla dentro de las categorías del marle la atención ni siquiera como a un lector superficial. Sin
discurso y la dota de proporciones más accesibles desde otros embargo, cuando Coleridge escribe en la Biographia l.iteraria
ángulos además del lingüístico. En la concepción de (capítulo xiv) que la «BUENA SENSACIÓN es el l'IJERPO del genio
Coleridge, la poesía adquiere una serie de cualidades y llega a poético, la FANTASÍA Su VESTIDO; el MoVIMIENTO Su VIDA y la
incorporar ciertos valores que tienen poco o nada que ver con IMAGINACIÓN el ALMA que está en todas partes•y en cada
las propiedades lingüísticas formales en cuanto tales 18. Por uno y que todo forma un conjunto todo gracioso e
esto, el «lenguaje» es un ingrediente de la poesía en el mismo inteligente», el importante adjetivo inteligente se destaca.
sentido en que la «pasión» lo es, en su caso, de la ¿Inteligente, por qué?, ¿significante, de qué? Se suscita el
«personalidad» y el «carácter»; el «lenguaje» es uno de los problema del significado. La imaginación (te Coleridge (en la
componentes no metafísicos que Coleridge coloca en su Biograpñia Literaria, capítulo xüi) és lo que es y hace lo que
sistema al servicio del ideal ». En cierto modo justifica a los hace para proporcionar la inteligencia de la belleza y de la
lingüistas modernos que distinguen entre elementos «lin- verdad -de una verdad que pertenece a un orden diferente y
güísticos» y «extralingüísticos» en las obras verbales de arte. superior al orden del que deriva la verdad absoluta `y
Para conectar ahora con el más alto nivel de la idea, ad- demostrable de la ciencia. El celebrado ensayo On Poesy or
vertimos que en el sistema de Coleridge las bases de trabajo Art (lectura XIII del curso 1818) resume la posición de
sientan la futura importancia de un rasgo o implicación del Coleridge.
lenguaje que recibió menos atención por parte de los El ensayo, algo incompleto y desorganizado, comienza
ción humana: «el hombre se comunica mediante la articu-
neogramáticos y científicos del siglo xlx: nos referimos, evi- lación de sonidos y, sobre todo, mediante la memoria audi-
dentemente, al «significado». La historia de esta palabra no tiva; la naturaleza, mediante la impresión de las partes y
está en modo alguno clara, pero se puede suponer fácilmente superficies de los ojos, y a través de los mismos, les da sig-
que para Condillac y la Ilustración el significado en cuanto tal nificación y propiedad. Del mismo modo acontece con las
presentaba pocos problemas teóricos importantes. Si algo se condiciones de la memoria o capacidad de recordarlas, pro-
relacionó con estas cualidades pragmáticas como claridad, nunciarlas y percibirlas, etc.». El arte no es ni más ni menos
precisión
18 y exactitud,
En «On no debemos
the Principles of Soundolvidar que Condillac
Criticism», se
Preliminary «que el poder de humanizar la naturaleza, de infundir los
Essay, escribe Coleridge: «Todas las bellas artes (la música, pensamientos y las pasiones del hombre dentro de cada
la pintura, etcétera) son diferentes especies de poesía.»
1
s Hegel, al representar el non plus ultra de la posición cosa que sea el objeto de su contemplación... sella (los
romántica alemana, lleva su punto de vista hasta elementos que combina) dentro de la forma de una idea
conclusiones extremas, «liberando» la poesía de la moral». Cortiunicación, hombre y naturaleza -los tres
dependencia del lenguaje; éste, como sonido, es simple
accidentellere Aeusserlichkeit de la «representación interior» términos de la posición moderna- se unen mediante el arte
que es el alma y la esencia de la poesía. Ver Hegel, Vorlesung en la forma trascendental de una «idea moral». Existe en
über die Aesthetik, 3, en Sümtliche Werke, XIV (1926), página
226. En un plano secundario, o analítico, Coleridge habla del esta conjunción que, como el término indica, el significado
lenguaje en una forma que recuerda a Condillac, pero sólo une. El arte es «la cualidad que media entre el pensamiento
brevemente, y retorna en seguida a sus principios propios, y una cosa... la reconciliación de lo que es naturaleza con lo
no lingüísticos: «La definición de la buena prosa es: palabras
propias en sus propios lugares; de buen verso: la palabra que es exclusivamente humano» (esto es, el conocimiento
más propia en su más propio lugar... Las palabras en prosa mediante el lenguaje). En arte no existe la cosa
deben expresar el significado intencional, y no más... Pero la representada, sino la «re-presentación» de una cosa que
gran cualidad de la poesía es, quocumque modo, ofrecer una
unidad de impresión del todo...» Table Talk, 3 de julio de 1833 nos interesa. Solamente la belleza de la naturaleza merece
(Londres, 1923), pág. 238. En «Allsop's Recollections» ser imitada. La belleza r,, «en lo abstracto, la unidad de lo
Coleridge piensa que «el proceso del pensamiento tiene que
desarrollarse independiente y fuera del lenguaje hablado o vario, la alianza de la diversidad; en lo concreto, la unión de
escrito (Londres, 1917), pág. 420. lo hermoso (formoxrrrn) con lo vital». La simple naturaleza, 91
44
44
no reviste valor alguno; el artista «debe» dominar la esen- De hecho, al abordar este problema, los críticos del siglo xx
cia, la «natura naturans»; su obra reconcilia «lo externo han aprendido a manifestar un interés más profundo por las
(con lo) interno». En el pasaje que sigue, Coleridge alcanza funciones de los signos -lingüísticos y otros- a pesar de que
el centro del «significado»: su gusto por la filosofía trascendental ha decrecido
considerablemente en los últimos años. La tendencia lin-
El artista debe imitar la interioridad de las cosas, lo que es güística de la crítica moderna en los Estados Unidos y en
activo a través de la forma y la figura, y traducirnos
mediante símbolos el Naturgeist o espíritu de la naturaleza, Gran Bretaña es claramente semántica. Mientras, muchos
dado que nosotros imitamos inconscientemente aquellas co- críticos modernos, distinguiéndose de los lingüistas profe-
sas que amamos; de forma que solamente pueda producir sionales y de ciertos investigadores académicos de la lite-
una obra verdaderamente natural en el objeto y humana en ratura, parecen haber heredado de Coleridge cierta descon-
el efecto. La idea que pone la forma no puede ser la misma
forma. Es algo superior a la forma (es decir, la estruc-
fianza de las técnicas analíticas centradas en las relaciones
tura); es su esencia, lo universal de lo individual o lo indi- puramente lingüísticas o gramaticales de las obras litera-
vidual mismo -el brillo y el exponente del poder inherente. rias; estos críticos transplantan a su crítica el recelo espe-
cíficamente «poético» de Coleridge hacia el conocimiento
Estas frases subrayan la naturaleza dinámicamente sim- demostrable, que es el verdadero tipo de conocimiento que
bólica o esencial de las obras de arte. Son dinámicas, por- los lingüistas profesionales tienden a conseguir. Esto ha
que las esencias se conciben en los términos de las relacio- contribuido también a la separación de las disciplinas lin-
nes (cosas-hombre), y son esenciales, porque los símbolos güísticas bien definidas y las ramas características del aná-
característicos de la obra indican o encarnan toda la Natur- lisis literario.
geist o idea. La crítica de la utilidad de la idea y, por impli- Cuando Coleridge aplicó a la literatura la visión genética
cación, del arte proclama la eficacia o ineficacia de la or- del romanticismo alemán, llegó a una especie de monumen-
ganización simbólica de la obra, es decir, si tiene éxito 0 talismo estético. Este es el resultado del trascendentalismo
fracasa (sinónimos, para Coleridge, de que es buena o mala) fundamental del pensamiento. La crítica literaria, en cuanto
en su intento de crear la belleza, «de reducir muchas cosas tal, llega a tratar de aislar en una obra literaria los coefi-
a una sola». Volviendo a la primera frase casi misteriosa de cientes formales del genio creador que los ha producido. A
On Poesy or Art debemos concluir, pues, que los dos pesar del intento anteriormente indicado de Wellek en el
símbolos constituyen la fusión efectiva de la comunicación sentido contrario, el interés de los críticos modernos ame-
humana y natural. La poesía es la más alta forma de cono- ricanos por la obra literaria como una «estructura de signos
cimiento. Sin embargo, el «significado» -término que usa- lingüísticos» deriva directa y lógicamente de la identifica-
mos hoy para designar esta fusión efectiva- es, en la visión ción de Coleridge de los «procesos físicos, capacidades y
de Coleridge, esencialmente extralingüístico. Aunque los productos obtenidos». El ergon está considerado, pues,
símbolos no son extralingüísticos en el sentido pragmático cómo un símbolo de la energeia: la «creatividad» y el
de Condilhac, para Coleridge parecen derivar en gran «genio» están presentes en el poema.
medida de la naturaleza de la comunicación humana, que, La estética de Coleridge no es una «disciplina» genuina
como él mismo ha escrito, reside básicamente en la «articu- wnno lo es la «gramática» o el «arte de escribir» de Con-
lación de los sonidos». Este proceso del significado parece dillac. Sin embargo, en un contexto trascendental, desem-
estar parcialmente descrito aquí y lo mismo la operación peña un papel análogo al que desempeñaban estas discipli-
lingüística (vista como «comunicación»). Sin embargo, como nas en la filosofía de Condillac. Da coherencia a una rea-
hemos sentado, sirve para fines diferentes. Coleridge no ha lidad de otro modo fragmentaria. Subrayando la estética de
resuelto el problema del significado poético; en realidad, ('oleridge, está una fuerza conceptual que postula una di-
simplemente toca la cuestión y esto sólo de manera implí- námica permanente y que gobierna la actividad lingüística
cita. Pero ha contribuido mucho al actual «criticism» anglo- liumana en toda su variedad; le da importancia al individual
americano con el dilema en que se ocupa todavía, es decir, dentro de los límites de un principio universal que Funciona
la relación entre lenguaje, significado poético y valor.
45 93
45
es, a la vez, una «historia» personificada y una manifesta- insostenible. Como hemos visto, las necesidades de especia

ción de lo ideal. Esta doctrina incorpora la crisis moderna lización puesta no se pueden confundir legítimamente con la su
puesta de la moderna actividad intelectual, es
dentro de una especie de dialéctica histórica, una dinámica pecialmente cuando la práctica se centra directamente sobre

que «exalta» la verdad del individual al mismo tiempo que el lenguaje' puesto que lo que cuenta' después de todo, es
asume esta «verdad» dentro de un más alto orden. El pen- la realidad de tal actividad, no sus «productos».
samiento de Coleridge enraiza con la teoría lingüística ro
mántica y su correspondiente filosófica, aunque, como
Platón, Coleridge concibe el lenguaje como funcionando .-
. . no-lenguaje: . contemplación.
conclusión, .-.- decirse . destrucción ..-..

.- . continuidad ... . sub

siguiente ,- . unidad . conducen . «filosofía» «poesía»,

distinción . recuerda mantenida ... -.

tre la visión del lenguaje instrumentalista de la escolástica . w w D. .o. » platónico y la «instrumentalidad» aristotélica parecen ser
constantes aislables .- conocimiento . w w po

sibilidades .- .. rse en torno a estos dos polos. Sin embargo, una vez descritos estos modernos intentos básicos w o. herentes teorías d

evidente guaje, es que las relaciones reales entre estos dos,

; polos . m . . m como las .

cias. Lo que hemos denominado de una manera algo libre . reemplazado «continuidad . m. .rmo-derna. dicotomía individual/ .- . fenómeno
histórico, y, de acuerdo con la propia perspectiva, se resolvió . históricos. o.. .d
, -

«disciplinar», linar», implica

siempre punto w histórico . w . . máticamente todas las posibilidades, aun cuando éstas sean .. _ consecuencia, . ...-
conoci

das como -. . «lingüística», tal como

desarrollaron .- siglo medio, . por defi

nición, o. Incluso actividad especializada como la «gramática histórica» se basa casi tanto .o. como .
46
,- . .- sar de ello, por muchas razones,
CAPiTULO I I I EL ESTUDIO DE LA LENGUA Y DE LA

LITERATURA

3.1. La lingüística histórica y comparada. Saussure

En el capítulo primero hemos estudiado muy


brevemente la historia del concepto de lenguaje en la
tradición occidental, y asimismo los primeros intentos de
definir y analizar
la expresión literaria y filosófica. La fuerza unificadora que
representa la noción de «cultura» en la Europa medieval y el
concepto más moderno de «historia» en sus diversas ra-
mificaciones han sido explicados en el contexto del simple
problema del lenguaje. Hemos observado la vitalidad de lo
que hemos llamado las corrientes platónica y aristotélica.
Ciertas constantes de pensamiento parecen barrer, como si
existiesen, las fronteras entre la «antigüedad» y los «tiem-
pos modernos». Finalmente, la idea de «disciplina», esto es,
de una ciencia coherente que sirva de enlace en el dominio
de la lengua, adquiere fuerza en los siglos xvm y xmri. Las
diversas disciplinas lingüísticas adquieren formas diferentes.
La forma depende enteramente del punto de vista del
especialista, del proceso histórico-cultural y de su forma de
atribuir a la «lengua» y a la «expresión» ciertos valores
como objetivos y preferencias. Rousseau tiene un concepto
de «lenguaje» un tanto diferente del de Condillac. El primero
está interesado por problemas retóricos y el último por una
clase de gramática.
Sin embargo, en el siglo xvm y a principios del xrx, la
«literatura» o la «crítica literaria» y la «lingüística», tal como
hoy en día solemos entender estos términos, llegaron
a ser en principio actividades independientes bastante bien
definidas. A pesar de los evidentes puntos de vista diferen-
tes, un estructuralista de la escuela de Praga de mediados
del siglo xx considera a Grimm e incluso a Jones como
47
47
de Praga. El crítico literario moderno se siente ligado de Humboldt. Esto es, cambiaron los ideales del análisis des-
manera análoga a Lessing, Diderot y Coleridge. El hecho de criptivo, propios de la ciencia de la Ilustración, por una
que tal especialización haya ocurrido es un resultado de los apreciación del dinamismo histórico orientada genéticamente.
diferentes puntos de vista a que hemos aludido en nuestra Los primeros éxitos cosechados en fonética histórica y
exposición de la actitud modernista hacia la «lengua». Ambas comparada y en gramática dotaron la «filología» y la lin-
actividades son productos de la Ilustración y el Romanticismo. güística de una autonomía tal que elevaron de categoría estas
Por definición, la especialización tiende a ser exclusivista. ciencias «metodológicas. Sería imposible minusvalorar la
El historiador de la lengua se describe como algo diferente del importancia de formulaciones como las leyes de Rask (1787-
historiador de la literatura, a menos que, como sucede a veces 1832) y las leyes de derivación fonética de Jakob Grimm
en la Europa del xzx, el historiador de la lengua, como (1785-1863 , que al ser publicadas en su obra Deutsche
Friedrich Diez (1794-1874), se considere principalmente como Grammatik ~1819, 1822, 1840) describió: 1) la relación fonética,
historiador de la cultura y, por tanto, complemente sus es decir, las diferencias y semejanzas, entre el germánico, el
investigaciones históricas con los estudios lingüísticos y sus latín, el griego y el sánscrito en términos de una progresión
conocimientos de los problemas literarios. Así pues, hablando cíclica o paso de consonantes sordas a aspiradas, a sonoras, y
en términos generales, es bastante acertado decir que en los otra ver a sordas, y 2) dentro de ciertos dialectos germánicos,
dos últimos siglos la actividad investigadora que se ha centrado el cambio de ciertas consonantes, resultante de la
en lo que se entiende por «lengua» se diferencia mucho de los diferenciación del alemán con el inglés y otros dialectos
estudios de «literatura». Observemos que no fue este el caso de germánicos. Formulaciones de este tipo dieron credibilidad a
Condillac, quien trató de ofrecer una visión matemática de la las doctrinas de que: 1) las lenguas pueden describirse
literatura y la lengua en mutua unión entre sí y con la historia útilmente como organismos matemáticos (sistemas orgánicos),
del pensamiento. especialmente en el campo de los sonidos; 2) que la evidencia
El exclusivismo, en los estudios lingüísticos, ha sido un fonética ofrece el conocimiento más seguro de la naturaleza
asunto tanto de hipótesis generales como de técnicas. Las interior de los mecanismos del lenguaje, y 3) que la
disciplinas lingüísticas se granjearon por sí mismas un pres- interpretación de tal evidencia, si es cuidadosamente
tigio que con el tiempo contribuyó mucho a caracterizar la utilizada, resulta apropiada para la solución de otros
«lengua» que estudiaban. No pretendo con este trabajo hacer problemas históricos, por ejemplo, de etnología, historia li-
un resumen de la historia de la lingüística' moderna, sino más teraria, religión comparada, etc. Los conceptos de la Ilus-
bien señalar la dirección general de las disciplinas que tración y de los románticos acerca de la lingüística general
llamaremos lingüísticas, su período de apogeo y, dentro del -como una ciencia del habla o «filosofía del lenguaje»no
mismo, la considerable variedad de enfoques gracias a los desaparecieron. Pero debido al influjo de la lingüística
cuales una gran cantidad de problemas literarios fueron de comparada y su éxito en el terreno práctico, la Sprachphilo-
hecho analizados por lingüistas eruditos. (El tema de la crítica sophie decayó considerablemente en importancia. Los eruditos
literaria será analizado más adelante.) defendieron, cada vez en mayor número, que el estudio
La mayor parte de los primeros lingüistas reconcilian, con empírico de las lenguas tiene que preceder a las generaliza-
más o menos rigor, el análisis empírico-racionalista de ciones de la misma. No obstante -y esto parece ser un hecho
Condillac con el amplio marco histórico de Wilhelm von incluso para aquellos lingüistas más inclinados a lo empírico-
siguieron haciéndose hipótesis generales. Se trató en lo posible
de hacer encajar estas generalizaciones con el conocimiento
1 Para una visión general de la lingüística moderna, consultar Carlo
del funcionamiento lingüístico y las exigencias del método de
Tagliavini, Panorama di storia della linguistica, Bolonia, 1963. Holgar los profesionales de la lingüística.
Pedersen, Linguistic Science in the Nineteenth Century, trad. de J. W. La doctrina de la lengua como sistema (un sistema que al
Spargo, Cambridge, Mass., 1931; también, Thomas A. Sebeok, ed., mismo tiempo que es suficiente por sí mismo, está a su vez
Portraits of Linguists: A Biographical Source Book for the History of
Western Linguistics, 174á1963, 2 vols., Bloomington, 1966. Ver unido con otras fuerzas) ha prevalecido de una u otra manera
también los diversos volúmenes en curso de publica ción, Current en la lingüística a lo largo de los últimos ciento cincuenta
Trends in Linguistics, La Haya, 1963, de los que T. A. Sebeok es el años. El romántico Volksgeist, las leyes biológicas
editor general.

48 99

48
darwinisitas de mediados del siglo pasado y la «estructura» ma, pueden tenerse en cuenta solamente en cuanto que los
«fenómenos básicos» que ofrecen pueden clasificarse en
del siglo xx han regulado épocas enteras en los estudios términos de elementos o denominadores comunes dados.
lingüísticos. Cada uno relaciona la posibilidad de un siste En la muy celebrada clasificación de Ferdinand de Saussure
ma lingüístico con un concepto imaginativo que tiende a (1857-1913), el concepto de «lengua», puesto ciertamente
predominar como trabajo de investigación durante una o de relieve en contra de langage (lenguaje como facultad, ta-
dos generaciones. Ciertas realidades de la lengua se sacrifi lento natural y generalización del habla) y de la parole (esto
can para hacer del sistema una inteligible función visual: es, manifestaciones concretas e individuales), compendia la
por ejemplo, las explicaciones en forma ramificada tan pre «interpersonalidad» y reclama, para hacerla útil, la inayor
dominantes en escritos de los neogramáticos fueron el re parte de la atención de Saussure como lingüista profesional.
sultado directo de las leyes de fonética mecánica diacrónica La Langue, insiste Saussure, puede clasificarse de un modo
que constituyen el centro de la concepción neogramática. positivista dentro del esquema de las actividades humanas,
Además, la misma idea de la lengua como sistema, como pero el langage es inclasificable, y como ha demostrado
bloque de realidades poseedoras de un orden inherente, ca Amado Alonso, la parole es por sí misma heterogénea (pá-
paces de ser analizadas total y metodológicamente, cual- gina 21). Aunque una lingüística de la parole sea factible, la
quiera que sea la corriente del momento y sus modalidades auténtica lingüística estructural -ortodoxa- se mueve en el
campo de la langue (ver Cours de linguistique générale,
de aplicación, conllevaron la noción subsiguiente de inter- «Introduction», cap. iv). Saussure pone de relieve la
personalidad. Finalmente, el lénguaje en cuanto objeto de la interpersonalidad de la langue: «El estudio del lenguaje (lan-
lingüística se ha constituido en algo con entidad propia, gage) comprende dos partes: la primera y más importante
relacionado con el más amplio y más fluido concepto de la trata de la langue, la cual es, en esencia, social e indepen-
lengua como un todo, aunque en cierto sentido separado de diente del individuo... La langue es, por tanto, algo que... es
ello'. En otras palabras, la lingüística ha dado forma al común a todos los individuos (aunque) colocada fuera del
material que ha seleccionado para someter a estudio, y lo ha alcance de la voluntad de los individuos en los que está de-
hecho de este modo con notable consistencia a lo largo de positada».
los últimos ciento cincuenta años'. «Interpersonalidad», tal
como entendemos este término aquí, sigue siendo un cri-
terio clave del punto de vista lingüístico del lenguaje.
En el sentido más amplio, «interpersonalidad» implica en
3.2. La escuela americana de Bloom f ield
primer lugar el lenguaje abstraído del contexto de los
hablantes individuales o «creadores»; estos últimos en los La escuela americana del siglo xx, tal como está repre-
que1 residen,
Estudios por
comosupuesto, los fenómenos
el de Willard Quine, Wordconcretos del(Nueva
and Object ¡dio sentada especialmente por la impronta de Leonard Bloom-
York y Cambridge, Mass., 1960), los ensayos especulativos de Ernst field (1887-1949), sus seguidores y sucesores, los
Cassirer y Susanne Langer, o las obras de críticos como R. P. Black-
mur e I. A. Richards, al ocuparse del lenguaje, demuestran que cada preconiza
aproximación tiende a ser monolítica en su resultado, aunque alta- dores del estructuralismo taxonómico de los Estados Uni-
mente particular en el enfoque. La idea del lenguaje -en tanto
interpretada por los lingüistas y no lingüistas indistintamente- ha dos, ha intentado impedir el debate que promovieron en
llegado a ser en nuestros días un concepto extremamente frag- Europa los neogramáticos, los partidarios de Saussure y los
mentado. idealistas (Vossler, Spitzer, Amado Alonso), ignorando de-
3
Amado Alonso advierte esta tendencia en Saussure: «Una de las
características de la mentalidad de Saussure es que cada distinción y liberadamente y negándose de un modo agnóstico a
cada delimitación de hechos está ya como encarnada en sus reconocer la legitimidad de la controversia. Sin embargo, en
exigencias metodológicas, de modo que sus doctrinas han nacido
más de las necesidades técnicas de la investigacón que de la parte por negligencia y en parte por tradición local', y sobre
contemplación filosófica del objeto», en «Prólogo a la edición espa- todo, por razones de preferencia, los lingüistas americanos
ñola del Curso de Lingüística General», Buenos Aires, 1945, pág. han tratado de forma exhaustiva las estructuras lingüísticas
10. La versión original francesa de la gran obra de Saussure,
recopilada por Charles Bally y Albert Sechehaye, fue publicada en interpersonales.
• Por ejemplo, laLa obra Language
necesiaad inmediata (1933), deenBloomfield,
que existía América de
París en 1916. hacer un corpus de las lenguas indígenas que amenazaban con su
rápida desaparición.

49
49
tituyó la Carta Magna de la investigación lingüística ame- científica de su disciplina, aunque, alabando a Humboldt,
ricana para toda una generación. Incluso el anterior rechazo declara que a fines del siglo xux el experto debía intentar
por parte de Bloomfield del «mentalismo» de Wundt y su «descubrir su origen, seguir las etapas sucesivas de desarro-
negativa a considerar cualquier clase de especulación espi- llo y deducir las leyes que gobiernan los cambios, cuyo re-
ritualista, basándose en que hay «demasiados mentalismos», conocimiento deberá tenerlo en cuenta al analizar tanto la
alivió a la generación posterior de estudiosos del peso de unidad como la variedad de las presentes fases manifesta-
describir los aspectos no-mecánicos más trascendentales del das; y con esto captar la naturaleza de la lengua como un
lenguaje: los que en la Europa post-enciclopedista y román- don humano, su relación con el pensamiento... y la historia
tica habían hecho correr tanta tinta en balde. El «mecanis- del conocimiento tal como se refleja en-él» (págs. 6 y ss.).
mo» de Bloomfield es, con mucho, menos justificable en lo En resumen, el punto de vista de Whitney, como el de
puramente especulativo que en lo estrictamente pragmático. Bloomfield, es« científico», pero a diferencia de Bloomfield
Cuando Bloomfield se enfrentó con ciertos interrogantes de que no adopta ninguna posición filosófica, la de Whitney es
un modo incluso más tajante que los saussureanos, respon- «mentalista». No olvidemos, sin embargo, que las confe-
dió simplemente que no eran asunto suyo'. Las considera- rencias de Whitney y su libro son, en gran parte, una apo-
ciones psicológicas, con la posible excepción de varias ramas logía de su obra y un llamamiento para lograr un status para
de experimentación conductista, desaparecieron virtualmen- su disciplina. Trata de convencer a los interlocutores de la
te de la lingüística tal como se practicó en los Estados Unidos América de mitad de siglo de la legitimidad y utilidad de la
durante el período 1930-1955. Ciertamente, salvo la an- lingüística en comparación con las otras ciencias, tales como
tropología, entre las disciplinas humanistas, solamente la la etnografía, psicología e historia. Esto explica su esfuerzo
filosofía, tal como la representaban ciertas lógicas positi- por incorporar «la ciencia lingüística» dentro del marco de
vistas hasta hace muy poco, ha logrado interesar a muchos las preocupaciones intelectuales y espirituales generales de
lingüistas americanos s. su tiempo. La considerable originalidad de Whitney como
Language de Bloomfield y varios artículos teóricos, cual- lingüista radica, lo ha señalado también Saussure, en: 1) su
quiera que sea su importancia metodológica en América, no reconocimiento de la naturaleza arbitraria de los signos y la
pasan de ser apenas documentos revolucionarios. Language estructura lingüística, y 2) su valoración del lenguaje como
es más una síntesis y un programa, una formulación concisa una institución convencional que posee análogas
de tendencias, aspiraciónes y gustos que prevalecieron en la características a las de otras instituciones humanas. Lo
lingüística americana durante muchos años. William D. mismo que Humboldt antes y Saussure después que él,
Whitney (1827-1894), profesor de indoeuropeo en Yale, Whitney admite «que en el plano teórico todo en la lengua
admirado por Saussure, ya había afirmado en la década de humana es un producto de la acción consciente de los seres
1860 que «la filología comparada era la precursora y la fun- humanos» (pág. 50), pero, al enfrentarse con las exigencias
dadora de la ciencia del habla humana» («la ciencia lin- de la disciplina, añade inmediatamente: «deberíamos estar
güística»)'. Whitney
b Consultar insiste repetidamente
los siguientes en la
artículos publicados ennaturaleza
la revista Lan- dejando fuera de consideración un asunto de consecuencias
guage: «Why a Linguistic Society?», I (1925), «Twenty-one Years of esenciales para la investigación lingüística (la cursiva es
the Linguistic Society», XXII (enero-marzo, 1946) (La lingüística ha nuestra) si fracasásemos al advertir que lo que el estudioso
llegado a asemejarse cada vez más, en su complexión social, al tipo
de las ramas de la ciencia mejor establecidas, sea la física, química de la lingüística busca en la lengua no es lo que los hombres
o biología), «Secondary and Tertiary Responses to Language», XX; pusieron voluntaria o intencionadamente en ella... Una len-
abril-junio, 1944, y la réplica de Leo Spitzer: «Answer to Mr. Bloom-
field», XX (octubre-diciembre, 1944), una polémica sobre el «meca- gua es verdaderamente un sistema sublime con una estruc-
nismo» o «mentalismo», típico de la época. tura muy simétrica y complicada; se le puede comparar muy
e Uno piensa, por ejemplo, en el último Uriel Weinreich; ver «On
bien con un cuerpo organizado» (pág. 50). Y además: «Hoy
the Semantic Structure of Language» en Universais of Langua ge, ed.
por J. H. Greenberg, Cambridge, Mass., 1963, págs. 114171. se advierte esta falta de reflexión e intento consciente que
' W. D. Whitney, Language and Study of Language, Nueva York, una serie de doce lecciones en Washington, D. C., y Boston en 1864
1867, pág. 3. Esta obra fue presentada originalmente como y 1865.
103
III 102

50
voluntaria. El estudioso de la lingüística advierte que no mente en América, es antigua, tal como se mide el tiempo
está describiendo las ingeniosas creaciones de los indivi- en la historia de la lingüística moderna. El problema de la
duos. En lo que respecta a los objetivos examinados y los interpersonalidad sigue siendo, pues, uno de los objetivos y
resultados derivados de los mismos son menos obra del métodos y, naturalmente, está vinculado estrechamente
hombre que lo que pudee ser la forma de su esqueleto... De con las formas como los lingüistas entienden su disciplina.
ahí, las estrechas analogías que pueden establecerse entre Debemos recordar en relación con esto el dicho memorable
el estudio del lenguaje y algunas de las ciencias físicas. Y de y generoso de Saussure de que, a diferencia de otras
ahí, la correspondencia fundamental y compenetrada entre ciencias cuyos puntos de vista están controlados por el
el método de una ciencia y las otras» (págs. 51 y ss.). material estudiado (química,.. anatomía), la lingüística es la
Whitney es admirablemente claro, aunque con ciertas re- ciencia en la que los puntos de vista conformarán y
servas. En el último análisis, el estudio de la lengua se di- determinarán el material que va a ser estudiado, tal como
ferencia de las otras ciencias por la naturaleza del «objeto es su propia naturaleza (Cours, «Introduction», cap. üi, pág.
material» examinado: la lingüística no necesita copiar de 22): es decir, se invierte el procedimiento «normal».
otra ciencia. La ciencia de la lingüística sigue siendo su¡ Las páginas que Whitney dedica a la escritura y a la li-
géneris, como una rama dél conocimiento humano tan res- teratura son más interesantes por sus omisiones altamente
petable como cualquier otra, siendo así que su objetivo -«el sintomáticas que por lo que tratan (ver págs. 447 y ss.).
progreso del conocimiento y el avance del hombre en la «Lenguaje» y «literatura» (habla y escritura) son dos enti-
comprensión de sí mismo y del universo»- es precisamente dades separadas. La escritura conlleva «intenciones» dife-
el objetivo de toda verdadera ciencia. Whitney presenta el rentes de aquellas que predominan en el habla, principal-
problema con un enfoque perfecto: «Por encima de todo mente, «el deseo de comunicarse a distancia» en el tiempo
problema se da esta coincidencia de método que ha origi- y en el espacio. Sin embargo, tanto la escritura como el
nado confusión en algu,nos de los fervientes partidarios de habla sirven a los objetivos de la «comunicación»; es decir,
la ciencia lingüística..., conduciéndoles a negar la interven- Whitney pone de relieve, una vez más, lo interpersonal
ción del hombre en la producción y cambio de la lengua, y a sobre lo individual y lo creativo. Tiene poco que decir acerca
considerarla como un crecimiento orgánico, gobernado por de la literatura como tal, y lo que dice es apenas original,
fuerzas orgánicas» (pág. 52 y ss.). Este punto de vista, que especialmente cuando recuerda su entusiasmo por
Whitney condena sobre la base de «los últimos hechos» de Humboldt. E1 lenguaje «es justamente lo que el pueblo, a
la realidad lingüística, lo acepta y recomienda en relación quien pertenece, ha hecho de él mediante su uso... Una
con el método que los lingüistas tienen que seguir en su literatura, pues, es una prueba sublime del valor de una
práctica real. La distinción es necesaria y posible para lengua» (págs. 470 y ss.). Este valor se resume en términos
Whitney, porque al escribir en los primeros días de la lin- de carácter impresionista: profundidad, nobleza, sutileza
güística americana, debía hacer el resumen del diálogo que (sic) y belleza -términos que recuerdan los clichés del gran
hemos estado discutiendo en estas últimas páginas. moralismo literario victoriano-. Whitney se aproxima más al
Sin embargo, Bloomfield da por supuesta la primacía del espíritu de su tiempo, al ver la unidad y la dualidad del
método. Esto le permite prescindir de concepciones fi- habla y la escritura dentro del marco de la historia y de la
losóficas que Whitney tuvo que reconocer como legítimas cultura. Repite, en esencia, el juicio de Condillac sobre esta
para justificar su propio método. Bloomfield apoya con todo materia, pero su formulación, debido a su exclusivismo,
entusiasmo, casi como si fuera un dogma, la tendencia me- aplicación
deja vacío en de
estaauténtico
ocasión particular
sentido (ibíd, pág. 44;
el juicio dela Condillac
letra en cursiva
sobrees
1 A1 hablar de la «escuela de filósofos modernos que intentan
materializar toda ciencia» y que describen exclusivamente «los efectos mía). El eco bloomfieldiano de esta doctrina es bien conocido. Típico de
materiales» y «las causas físicas», Whitney declara: «Con esto, el su concepción es el artículo de 1927, «A grammatical or lexical
lenguaje pasará, naturalmente..., por un producto físico, y su estudio por statement is at bottom an abstraction», Journal of English and Germanic
una ciencia física; y, sin embargo, aunque disentimos de su clasificación Philology, XXVI, pág. 445, declaración que, entre otras, muestra una
general, no debemos estar en desacuerdo con su solución operacional y metalingüística muy bloomfieldiana.

51 105
51
sumen, la relación entre el habla como objeto de análisis canza un elevado nivel al basar su estudio de las palabras,
lingüístico y la literatura no se concibe lingüísticamente en gran parte, en sus asociaciones con los objetos y las
(excepto cuando de paso Whitney opina que la escritura prácticas de la cultura (Wórter und Sachen).
«camina a grandes pasos hacia su perfección... cuando acep- Sin embargo, ni Gilliéron ni Schuchardt estaban dis-
ta una parte subordinada como concomitante y subsidiaria puestos a rechazar la objetividad del estudio lingüístico-
del habla» [pág. 449] ), pero sí históricamente. La interper- científico. Por el contrario, ambos argumentaron en favor de
sonalidad y su correspondiente, la generalización empírica, sus técnicas indicando la incongruencia científica de las
tuvieron éxito al ser transferidas a un plano de la historia hipótesis hechas por los neogramáticos. Si cada palabra
cultural concebido independientemente, mientras que la li- tiene, en realidad, su propia historia, como Gilliéron expone,
teratura se la considera lingüísticamente inoperante'. entonces una investigación etimológica de la misma -al
Sin embargo, durante el siglo xix no todos los intentos tratar de proporcionar al análisis toda la información posible
fueron fáciles para los discípulos de los famosos compara-
tivistas. Así como los neogramáticos intentaron reelaborar por pequeña que sea- revelará la manera más certera de la
con un rigor científico incluso mayor los descubrimientos de operación lingüística general. O, por decirlo de otro modo,
Rask, Grimm, Bopp y otros, poniendo de relieve el carácter la historia de una sola palabra -especialmente una palabra
no excepcional de las «leyes fonéticas» y la naturaleza opaca como (Fr.) trouver- tiene mejores posibilidades de
perfectamente sistemática de las «lenguas», del mismo demostrar un cuadro de historia lingüística más
modo sus críticos adujeron hipótesis en contra. Los genuinamente que ecuaciones del tipo (Lat.) -A- > (Fr.), -e-
investigadores dialectales -por ejemplo, Jules Gilliéron (1854- (MATRE-(M)-, PRATU-(M)- > mére, pré).
1926~- socavaron la mismísima noción de «lengua» como un A finales del siglo xrx, pues, se establece firmemente
monolito orgánico, progresando implacablemente en el algo que podemos llamar ciencia lingüística, es decir, una
tiempo y en el espacio. A1 subrayar 1_a importancia de los variedad de disciplinas afines que comparten la hipótesis
préstamos dialectales, regresiones y reajustes del sistema, e básica de que un conocimiento empírico de operaciones
ilustrar estos fenómenos con precisas referencias lingüísticas precede a la elaboración de las afirmaciones
cartográficas, los investigadores de geografía lingüística generales concernientes a las mismas. En la práctica, la
demuestran que el propio concepto de lengua es realmente investigación varía desde los intentos de amplia
el más problemático o, en el mejor de los casos, el más trascendencia de los «sistematizadores» hasta una especie
arbitrario. De hecho, es bastante legítimo hablar de una de puntillismo característico de los etimologistas. En el
profunda crise de conscience entre los lingüistas durante la contexto de esta investigación, el concepto de lenguaje
primera década, aproximadamente, de este siglo. La sufre considerable fragmentación, puesto que lo que
confianza se tambaleó, y la enseñanza de Saussure estaba constituye una «lengua» para el neogramático Meyer-Lübke
destinada en realidad a restaurar el aspecto de la es diferente sustancialmente de lo que el término significa
importancia disciplinar de muchos métodos entonces para Schuchardt. El hecho de que la ciencia lingüística
vigentes. conforme o determine la materia que estudia, llega a ser
Otros críticos operaron basándose en diferentes supuestos. evidente, y como advertimos, este hecho Saussure lo
El gran lingüista Hugo Schuchardt (1842-1927) rechazó el incorpora dentro de sus formulaciones de carácter
«dogma» de la «ley fonética». Con gran agudeza demostró estructural. De forma semejante, el mecanicismo de
que esta teoría no tiene ni justificación deductiva ni inductiva Bloomfield, aunque nos parezca ahora arbitrario, responde
que, de hecho, resulta mucho más provechoso considerar el al estado en que se encontraba la investigación lingüística
lenguaje como un producto social en continuo y dinámico de los años 1910. Bloomfield intentó eliminar la anarquía
fluir,9 como un «organismo natural». Schuchardt se remonta a indeseable al proponer lo que se pensó eran limitaciones
Esta misma tendencia antropológico-cultural está ampliamente coherentes y puramente metodológicas. Sin embargo, estas
desarrollada en los estudias lingüístico-literarios de Franz Boas y su
escuela; ver también las obras de Edward Sapir. limitaciones metodológicas -bastante más profundas incluso
que las que se encuentran en Saussure- fueron, a . juicio de
52 muchos, confundidas gratuitamente con la «ciencia».107 El

52
del «mentalismo» le lleva a la filosofía conductista en lugar guaje natural. Su tendencia mentalista es, al mismo tiempo
de la despreciada rama wundtiana. que antilógica, antiliteraria. Rechaza el «estudio del estilo»,
es decir, el estudio del estilo literario en su contexto esté-
tico, en pro de la «estilística», que, tal como él la expone,
3.3. La estilística de Bally describe principalmente la lengua hablada o los textos so-
lamente en cuanto ofrecen ejemplos de la lengua hablada.
Antes de examinar con mayor detalle el trabajo de los Su objetivo es «sacar conclusiones de la investigación de
últimos lingüistas americanos del- siglo xx en conexión con palabras o expresiones emotivas corrientes que manifiesten
las materias literarias, estaría bien resumir brevemente las las actitudes espirituales y mentales comunes a un grupo
aportaciones anteriores de ciertos especialistas (principal- lingüístico o presentes dentro del mismo». Desde el punto
mente europeos) y ciertas escuelas de pensamiento 1°. de vista del principio, esta doctrina parece asemejarse a las
Deberemos limitar la argumentación a investigadores que teorías intuitivas de la escuela idealista, pero, en realidad,
compartan los mismos supuestos básicos de la metodológicamente no es así. Bally se mueve dentro de los
investigación lingüística que éstos, a pesar de que por sectores cuidadosamente delimitados de sistemas
varias razones hallen las funciones del habla «afectivas» lingüísticos dados y de los factores «espirituales» implica-
o.«creadoras» y la literatura más a su gusto que sus colegas dos, contentándose con describirlos tal como funcionan.
de inclinación matemática e intenten tratar tales funciones Además, a diferencia de Vossler o de Spitzer, se muestra
en un marco menos metodológicamente circunscrito que el decididamente antihistórico: «La estilística es puramente
que se suele asociar a una investigación lingüística descriptiva. Lo que pertenece al pasado no le afecta, si este
profunda. Debemos centrarnos en la «estilística» de Charles pasado no ha dejado algunas huellas (descriptibles) en el
Bally (1865-1947), discípulo de Saussure, y en el idealismo presente.» Habiendo preferido la langue a la parole, Bally
alemán del Stil f orschung. decide describir la sincronía y no la diacronía. Además, su
Prueba de la dirección seguida por el grupo de Bloom- método es típicamente lingüístico, puesto que está basado
field -su virtual aislamiento- t es el hecho de que para todos en un contraste efectivo (oposiciones); usa el término com-
los efectos la obra de Bally ha sido ignorada en los Estados paración: «Un principio importante de nuestro método es el
Unidos. Incluso ahora, su influencia es escasa. Se reduce en establecimiento, por abstracción, de algunas formas de
gran parte a unos cuantos romanistas. Su punto de vista es, expresión ideales y normales; no existen en ninguna parte
por supuesto, saussureano, pero contiene muchas e en el estado puro del lenguaje, ni se convierten en
interesantes modificaciones que, a primera vista, pueden realidades tangibles, a partir de las que se observa: 1) las
parecer paradójicas. A1 igual que su maestro, Bally, suizo tendencias constantes del espíritu humano, y 2) las
también, prefirió trabajar dentro de los límites de la langue, condiciones generales de la comunicación del pensamiento»
y su orientación tradicional siguió siendo siempre ". Estos «modos característicos de expresión» están
totalmente psicológica (una característica francesa clara- agrupados en torno a dos polos: 1) el modo «intelectual» o
mente presente ya en Condillac). Tal como está presentado «lógico», que el lingüista emplea como una norma, que le
en Le langage et la vie (1913, 1926 y 1935), Bally se propone permite primero la comparación y después, la detectación
estudiar «el lenguaje en cuanto expresión de los sentimien- de las variantes semánticas y afectivas, y 2) «el lenguaje
tos1 y en cuanto instrumento de acción», es decir, la pre- común», norma que permite la descripción de las
° Unos cuantos eruditos europeos o sus discípulos emigraron en los
años 1930 a los EE.UU. Debe señalarse la enorme deuda de la «peculiaridades sociales» del uso lingüístico. Estos dos polos
Universidad americana a estos hombres y mujeres que, en muchos son evidentemente «interpersonales», pues son las medidas
casos, no llegaron a ser eruditos americanos ilustres, pero trajeron con
ellos la variada y preciosa herencia de sus países de origen, aportando lo lingüísticas que dan lugar a descripciones concretas de los
mejor de su pasado a las realidades y a las posibilidades de su presente realia que se apartan de dicha medida. El criterio de Bally es
americano. Su contribución a la vida intelectual de los Estados Unidos 11 Traité de stylistique f ranpaise, Heidelberg y París, 1909, I,
ha sido incalculable. páginas 28 y ss.

53 109

53
contra la confusión entre la observación estilística (la ver- vos realmente separados y no son simplemente dos catego-
dadera estilística) y la observación de los recursos del estilo rías que abarcan el mismo objeto material.
(el análisis literario), puesto que esta confusión puede in- Estos principios de trabajo establecen el fundamepto para
ducirnos a creer evidentemente que estamos estudiando la una ciencia paralela, aunque diferente, a la lingüística
naturaleza de los medios de expresión cuando, en realidad, estructural a la que nos hemos llegado a acostumbrar. Para-
estamos estudiando simplemente el uso que un autor hace dójicamente, es el intelectualismo de Bally el que estimula
de estos recursos. «Cuando examinamos -dice Bally- si una su concentración sobre lo afectivo. Su punto de partida, la
expresión (dada) se adapta al tono general de la obra... dinámica del habla de Saussure (circuit de la parole), impli-
practicamos estética literaria, crítica, pero no estilística.» ca que es el vehículo de la expresión de conceptos y que
Cada elemento estudiado, pues, debe ser «comparado» en éstos están emparejados, como si existieran, en un clima
términos de oposiciones estrictamente categorizables: por afectivo totalmente penetrante. Bally, sin embargo, no cae
ejemplo, sinónimo en oposición de antónimo. Estas compa- en el error lingüístico de estudiar, como un psicólogo, los
raciones pueden conducir a un cotejo con otra lengua que estados afectivos que acompañan a la expresión; orienta
implica relaciones no fonéticas entre dos sistemas lingüís- rigurosamente su análisis hacia la investigación de las mis-
ticos diferentes. Bally hace uso frecuentemente del alemán mas estructuras lingüísticas y de sus valores expresivos ge-
para señalar los recursos estilísticos del francés. nerales: «La labor de la estilística es extraer lo que es gene-
La curiosa distinción de Bally entre la lengua hablada y la ral en los caprichos de la expresión personal y establecer
lengua escrita es importante y merece ser explicada tendencias comunes; uno puede decir que la estilística in-
profusamente. La lengua escrita es siempre la manifesta- vestiga en el habla y en las obras escritas que no interesan a
ción de los estados de la mente, de las formas del pensa- un crítico e historiador de la literatura.» Así, por ejemplo -el
miento que normalmente no encuentran su expresión en el espacio no permite un resumen detallado de sus varios
lenguaje ordinario. El contexto de la lengua escrita se dife- resultados-, su tabla de «efectos provocadores», incluye una
rencia del de la situación hablada; la lengua escrita se halla clasificación de acuerdo con el tono, estratos temporales,
privada de entonación expresiva y de la mímica. Además, región, grupos de edad, clases sociales, grupos sociales,
en la conversación, la situación está casi siempre dada, etcétera. El énfasis es marcadamente psicológico, aunque la
mientras que el escritor debe crear la situación. Puede si- sintaxis (por ejemplo, la elipsis, los procedimientos indi-
tuarlo en el tiempo, y puede incluso pedir al lector que lo rectos) no se deja enteramente a un lado.
vuelva a leer. Por tanto, la verdadera norma de la auténtica La obra de Bally se centra mucho más en los recursos
investigación lingüística está contenida, para Bally, en la expresivos del francés que en las «sublimes deformaciones»
viveza, la creatividad del habla. Por implicación, el crítico practicadas por Racine, Moliére y Hugo. Sin embargo, los
debe hacer precisamente lo contrario. estudiosos del lenguaje literario, particularmente en Francia,
Contra el sentido del lenguaje hablado en general, Bally han aplicado directa o indirectamente las técnicas de Bally al
utiliza su concepto de «lenguaje común», clase desprovista estudio de la literatura; la precisión de sus formulaciones ha
de valor afectivo. Y una especie de grado cero lingüístico llamado la atención de numerosos eruditos literarios. (Ver
útil como herramienta para las comparaciones. Por ejemplo, las muy conocidas obras de Jacques Marouzeau y Marcel
la sintaxis de «Juan ama a María» es una función del Cressot, y B. Dupriez más recientemente, «Jalons pour une
lenguaje común, puesto que, en teoría, no permite elección stylistique littéraire», Le Franpais moderne, XXXII, núm. 1.)
alguna; también es una construcción frecuente y puede ser Han retenido principalmente la antigua dicotomía norma-
utilizada como una «norma». Sin embargo, Bally niega in- desviación, heredada de la retórica clásica, y han
teligentemente la existencia de fundamentos reales para la considerado el lenguaje de un determinado escritor como
comparación, en un sentido estructural, entre la sintaxis una forma apartada del francés o inglés estándar. Esta clase
lógica y la estilística afectiva, puesto que constituyen dos de tratamiento ha aumentado, sin duda, nuestra información
sistemas de expresión bastante diferentes. No obstante, sobre los diversos autores estudiados, pero no ha hecho

54
literaria. Estos «estilistas» de la literatura ni siquiera han mente en el campo de la lingüística románica. Por eso,
sido fieles a la real originalidad de su maestro. Bally, por constituye como un puente entre el numeroso cuerpo de
ejemplo, centró consistentemente su atención en los proce- lingüistas y ciertas escuelas, principalmente académicas, de
sos (el «instinto etimológico», «sinonimia», «figuras», etcé- la crítica literaria moderna. Los idealistas han tenido gran
tera). Las normas de Bally -su lenguaje lógico y «lenguaje éxito entre los críticos e historiadores literarios, a pesar de
común»- no son, en ningún sentido del término, absolutos. considerarse a sí mismos como lingüistas.
El «modo lógico» y el «lenguaje común» pueden ser mani-
festaciones de lo que hemos llamado interpersonalidad,
pero en el sistema de interpersonalidad de Bally es parte 3.4. El idealismo: Karl Vóssler y Leo Spitzer
esencial de un proceso dialéctico, un movimiento (que fun-
Debe decirse, en primer lugar, que los idealistas cons-
ciona en dos niveles) a través del cual el lingüista-estilista
tituyen un grupo menos estrechamente unido que, por
comparatista aprehende y registra las normas que
ejemplo, la escuela de Ginebra, el Círculo lingüístico de
gobiernan los medios de expresión propios de un sistema
Praga o la escuela de Bloomfield. Las afinidades entre los
lingüístico dado, y arroja luz afortunadamente sobre el
idealistas son bastante fuertes; comparten muchas actitudes
comportamiento del lenguaje en general. En cierto sentido,
básicas, pero sus métodos arrojan un elevado grado de
este movimiento o proceso es circular (o espiral): Bally
individualismo en cada miembro. Estos métodos se remon-
comienza por un hecho tangible de la expresión, lo sitúa
tan a las teorías de Humboldt y a ciertos seguidores de-
respecto a los dos «modos característicos» normales que,
clarados de aquel maestro. Recordemos, por ejemplo, a
debemos recordar, no «existen en ninguna parte en un
Heymann Steinthal (1823-1899), autor del trabajo etno-psi-
estado puro» (el primer nivel de interpersonalidad); y esta
comparación le permite extraer una descripción cualitativa cológico Ursprung der Sprache (tercera edición revisada de
preliminar, que a su vez le lleva a la formulación de los 1877), quien «liberó» el lenguaje de la dependencia de unas
procesos implicados (el segundo nivel,de categorías lógicas a priori en un sentido anteriormente
interpersonalidad). Bally no solamente respeta la desconocido: «En materia de lenguaje -escribió Stein-
concreción de los fenómenos observados, sino que sus thal-.no hay diferencia entre su creación original ( Urschñp f
mismas abstracciones se hallan imbuidas de un sentido de ung) y el acto creador que se repite diariamente.» Esta idea
lo real. En resumen, ha ideado un método que reconcilia, fue recogida por Benedetto Croce (1866-1952) en su Estetica
dentro de un sistema cerrado, la polaridad individual- comme scienza dell'espressione e linguistica generale (1900-
interpersonal, pero que, sin embargo, sigue siendo fiel en 1902) y le dio nueva coherencia filosófica. Para Crpce, todo
el plano del método al carácter interpersonal del uso del lenguaje es esencialmente expresivo y está, por
estructuralismo, tal como fue sistematizado por Saussure. tanto, gobernado por un sistema estético; la realidad del
Críticos como Amado Alonso han puesto de relieve con lenguaje reside, naturalmente, en su uso. Como categoría, el
frecuencia las semejanzas y las diferencias entre Bally y sus lenguaje constituye, por ~tanto, un orden de creación
contemporáneos, los lingüistas «idealistas» alemanes. En su personal (es decir, energeia). No es un arsenal. de armas
mayoría, estas semejanzas y diferencias se reducen a las prefabricadas ni un simple diccionario, ni un «cementerio de
siguientes: lo mismo que Bally, Karl Vossler, Leo Spitzer, cadáveres más o menos bien embalsamados». La unidad
Ulrich Leo y Helmut Hatzfeld son «mentalistas». También lingüística reside en la «inner form» de ciertas partes del
ponen de relieve los elementos afectivos de la expresión, discurso (la innere Sprachform de Humboldt). Esta forma
hablan incluso de «lenguaje» y «vida» en términos algo interior es con la que el lingüista-esteticista o crítico debe
metafísicos. La escuela idealista se diferencia de Bally, sin enfrentarse en sus investigaciones para aclarar las cosas,
embargo, en que rechaza el positivismo como método y la tanto en términos de estructura como de significado.
categoría de verdad científica y mensurable que pretende Este resumen demasiado breve apenas hace justicia a
enseñar. Además, al negar ---como lo ha hecho Croce- Humboldt, Steinthal y Croce. Deseamos, sin embargo, se-

55
precursores de la tradición idealista para establecer cate- sólo pueden ser la historia de las formas espirituales de la
gorías analíticas que permitieran el estudio de lo individual y expresión, es decir, la historia del arte en el más amplio
su aportación dinámica y significativa al establecer una sentido de la palabra».
alternativa para el positivismo como un método. Es altamente Para Vossler este punto de vista es apriorístico, pero
significativo que durante el apogeo de los neogramáticos qúizá sea menos que la pseudo-objetividad del positivismo
(primera década de nuestro siglo), las primeras obras teóricas empírico. El lingüista debe basarse en la aprehensión de las
importantes de Karl Vossler (1872-1949) hayan descrito estructuras de cualquier conjunto dado de hechos, pero los
precisamente el «positivismo» y el «idealismo» de la «ciencia resultados de su análisis, si los maneja debidamente, son en
del lenguaje» (Positivismus und Idealismus in der realidad tan «científicos» como los esquemas y los modelos
Sprachwissenschaft, 1904, un trabajo dedicado a Croce) y el expuestos en las gramáticas convencionales, descriptivas e
habla «como creación y evolución» (Sprache als Schópfung históricas. Su método consiste en «reproducir cons-
und Entwicklung, 1905). En la primera de estas obras, Vossler cientemente el proceso interior que ha hecho posible la "obra
tiene cuidado en definir el positivismo y el idealismo cómo de arte"» (cap. üi, parte 2), esto es, que da coherencia a los
métodos, no como dos sistemas filosóficos distintos (aunque sí hechos caóticos reunidos. Esta «reproducción consciente»
distingue el positivismo «metafísico» del «no metafísico»). El resume dos «momentos distintos» o etapas a través de las
punto de vista idealista trata de aplicar correctamente cuales todos los fenómenos lingüísticos, gramaticales o,
«nuestros poderes intuitivos al campo de la investigación incluso, métricos, deben pasar: «1) el momento de progreso
histórica objetiva»; la lingüística es una de las disciplinas absoluto, es decir, la etapa de libre creación individual, y 2 ) el
históricas -aquí Vossler no está en desacuerdo con el punto de momento de progreso relativo, es decir, la etapa del llamado
vista de los neogramáticosbasada, sin embargo, en la desarrollo regular, de creación colectiva, como si estuviera
«facultad intuitiva». Coloca el «principio de causalidad surgiendo un proceso de condicionamiento vital» (cap. vi¡). La
humana» en el dominio de la razón humana, es decir, el intención es, sin duda, diacrónica; el Stil f orschung del
espíritu (Geist). Por otra parte, al positivismo le satisface idealismo alemán, a diferencia de la estilística de Bally, es
describir minuciosamente los hechos de ciertos problemas casi invariablemente genética. Sin embargo, esta limitación
concretos, trata exclusivamente del «conocimiento del temporal está compensada por el amplio campo de acción
material», visto como un valor en sí mismo, y describe las dejado al análisis vossleriano. Los recursos lingüísticos
causas de las operaciones fenomenológicas o simplemente se individuales, un poema o una novela, y los sistemas completos
niega a tratarlas. La adopción del punto de vista «idealista» del lenguaje, son relevantes y están tratados todos en el mismo
conlleva un cambio completo de procedimientos. De acuerdo nivel. En la práctica, el método de Vossler tiene un carácter
con Vossler, los positivistas (por ejemplo Meyer-Lübke y sus jerárquico dual: el de la obra individual de arte y, en un plano
seguidores) han clasificado el material lingüístico tanto todavía más alto, el lenguaje como proceso cultural.
anatómica como jerárquicamente en términos de El «método» de Vossler llega lejos al definir el material
fonética/fonología, morfología, sintaxis y semántica (ésta sobre el cual está destinado a operar. La teoría de «dos mo-
virtualmente olvidada), y han sostenido que la estilística, que mentos» o fases se refiere a lo que en Positivismus und
trata de las elecciones determinadas por la motivación Idealismus in der Sprachwissenschaft resume su actitud hacia
estética, debería caer con propiedad dentro del campo del la polaridad de lo interpersonal frente a lo individual. Esta
historiador y crítico literario, y no dentro del campo del actitud es quizá incluso más paradójica que la de Bally. Esto
lingüista. Vossler, el idealista, adopta un procedimiento implica que: 1) ambos factores son coadyuvantes de la historia
opuesto. Da más importancia a la estilística, la única lingüística, pero siguen siendo, por así decirlo, distintos
disciplina capaz de proporcionar verdaderas explicaciones de temporalmente; lo individual correspondería, aparentemente,
los fenómenos descritos por la fonología y morfología al primer paso, mientras que lo personal correspondería al
(definidas como las «disciplinas más bajas», capítulo ü). El segundo; sin embargo, cada uno implica constantemente al
idealista acepta la clasificación estética general, puesto que otro; y 2) solamente la atención relacionada con lo individual,
iguala el lenguaje con la «expresión espiritual»: «la historia como parte de un proceso creador
del desarrollo y del cambio lingüístico

56
general, es capaz de arrojar luz sobre lo interpersonal. El vierten en la parte íntima y dominante, a la que las reglas de
primero engendra el último, y es precisamente la estructura sintaxis y el uso del vocabulario tienen que adaptarse» (Geist
genética la que reclama la principal atención del lingüista. En los und Kultur in der Sprache). Este papel, «interior y dominante»,
últimos años, Vossler -amplió considerablemente sus teorías del sonido en poesía es el que reclama claramente la principal
concernientes a los niveles de los modelos genéticos; llegó a atención de Vossler. En realidad, es la misma complejidad del
estar casi obsesionado por las implicaciones del proceso interno lenguaje literario la que le induce a estudiar con preferencia al
que gobierna la expresión en todos los estratos, particularmente «lenguaje común», obras de los principales escritores (Dante,
en el nacional, de ahí su doctrina de que las posibilidades Lope de Vega, Racine). No obstante, resulta curiosa comprobar
expresivas de cualquier lengua están gobernadas por el que es la generalización de la creación del lenguaje individual,
«espíritu» de los hablantes (ver la edición revisada Frankreichs en gran medida, a la que Vossler consagra su tiempo y hace
Kultur und Sprache, 1929). El estudio de estas posibilidades materia digna de su interés. ¡Cuántas creaciones desviadas
con respecto a su uso -no en abstracto- es el estudio del «estilo habrán caído fuera del mismo! 13.
nacional». En cierto sentido, después, Vossler resolvió la
paradoja elevándose sobre ella en su propia práctica; llegó a
tratar más lo interpersonal, pero, al hacerlo así, se apoyó en téc-
13 Una muestra de la aproximación de Vossler a los problemas
nicas normalmente asociadas con los estudios de _lo individual directamente lingüísticos podía hallarse en su «Neue
del lenguaje. Y sigue sin decir que ninguno de sus experimentos Denkforrnen ¡in Vulgarlatein», publicado como un capítulo de
o conclusiones pueden verificarse matemáticamente; sus últimos Geist und Kultur in der Sprache, Heidelberg, 1925. La tesis general
trabajos no están libres de misticismo '2. Así, cada lenguaje de este artículo, algo inspirado en Dilthey, es que el latín vulgar
-la lengua de la que deriva el romance- no es una simple
posee «una fuerza, un talento, un temperamento», en suma, una corrupción del latín clá sico, sino una modalidad lingüística
voluntad creadora por sí misma, análoga a la voluntad creadora presente en la más antigua latinidad -es una moda muy
del poeta; sigue siendo, por definición, interpersqnal, pero se diferente de la modalidad literaria clásica helenizante que no se
habló nunca de manera general. Vossler explica los rasgos
comporta individualmente. Sin intentar resolver, defender o fonéticos, morfológicos y sintácticos en términos de modalidad
atacar estas interesantes paradojas, podemos poner de relieve, (norma) estilística del latín vulgar, demostrando que los rasgos
lingüísticos esenciales del latín vulgar, en cuanto estilo, se
una vez más, la constante insistencia de Vossler sobre lo generalizaron en los nuevos paradigmas que lo convertirían
expresivo, es decir, el rasgo no comunicativo del lenguaje. eventualmente en romance cuando la Weltanschauung de los
¿Provienen las dificultades del lector del deseo de Vossler de hablantes del latín llegó a predominar finalmente sobre la
modalidad dominante en el estilo clásico. Tenemos la típica idea
estudiar varias lenguas como sistemas expresivos más que como vossleriana de que la estilística -la ciencia que estudia la libre
vehículos, principalmente, de comunicación? Posiblemente. elección de los fenómenos lingüísticos- es anterior a la sintaxis,
Bally, como vimos, se apoya fuertemente en el circuit de la que, a su vez, es meramente la ciencia de la elección lingüística
generalizada. Permítaseme parafresear unas cuantas líneas de
parale de Saussure (con el hablante y el interlocutor), mientras los pasajes que describen el futuro romance (págs. 67 y ss.): En
que Vossler raras veces tiene en cuenta este tipo de relación. No primer lugar advertimos que el futuro latino no poseía una
en vano está interesado principalmente por los tipos de lenguaje estructura concretamente determinada de los modelos
flexionales. A causa de la coincidencia histórica v lingüística del
menos contaminados por las consideraciones interpersonales; futuro y del presente de subjuntivo, el futuro osciló entre una
para testificarlo tenemos su comentario referente al sonido y a orientación modal y temporal: por un lado, amabo y delebo; por
la poesía: «En el lenguaje del habla de cada día, las formas otro, legam y audiam. Las terminaciones -so v -AM se equilibraban
la una a la otra y tendían a mezclarse. En la baja latinidad, se
naturales de expresión -sonidos, voces y ritmo- están reguladas observan todo tipo de confusiones: floriet por florebit, respondeam
por el uso, y constituyen las formas externas que tienen que por respondebo... Además, la semejanza fonética de amabit y
obedecer a nuestras intenciones y necesidades. En poesía, se arnavit, de amabunt y amabant llevó a confundir los significados, lo
mismo sucede con leges-leget y el subjuntivo de la primera
con conjugación: Ames, am-et, etc. Sin embargo, la tendencia formal
del lenguaje pudo proporcionar una solución por la vía del
cambio analógico, al crear un modelo fijo y homogéneo; para
que tal solución haya sido posible, se hizo necesaria la
posibilidad de conocer la tendencia del lenguaje. Sin embargo,
el concepto temporal del futuro presentó señales de debilidad y,
finalmente, sucumbió. Lo mismo que el profeta en su país, el
"También Spitzer calificó de «prematuro» el análisis concepto del tiempo futuro no disfruta normalmente de gran
extendido por Vossler del estilo nacional: Linguistics and Literary consideración en el habla de las masas. El esteta adopta
History, Princeton, 1948, pág. 11. Ed. esp., Madrid, Gredos. respecto a las cosas futuras una actitud puramente
contemplativa...

57
Debido a su emigración a los Estados Unidos poco antes de la tazo a este libro demuestra la adhesión de Spitzer a los
Segunda Guerra Mundial, su fuerte personalidad, el gran número principios básicos estudiados antes en Vossler. Spitzer rechaza
de escritos suyos que aparecieron en revistas también el «positivismo», especialmente la rama practicada por
americanas y su cátedra vitalicia en una posición influyente en la Meyer-Lübke y Beeker, sus profesores de lingüística románica y
Universidad Johns Hopkins, el trabajo de Leo Spitzer (1887- de literatura francesa, respectivamente, en Viena. Esta cruzada
1960) es mucho más conocido en América que el de Vossler. Es antipositivista responde, en parte, a un número de artículos muy
difícil valorar lo que Spitzer debe a Vossler; sus evoluciones fuertes que no dan relevancia a la reputación dé Sp'itzer entre
parecen ser más paralelas que derivadas, y Spitzer ha puesto de sus colegas americanos (véase su reseña The syntax o f
relieve constantemente su propia originalidad. Castilian prose, de Keniston, Chicago, 1937) en Language, XIV
Es suficiente decir que ambos eran romanistas perte- (págs. 218-230). Lo mismo que Vossler, se niega a admitir
necientes a la misma tendencia de Stil f orschung, y que, dentro cualquier distinción fundamental, con la salvedad,
de esta tradición, Vossler trata de cuestiones más generales y aparentemente, de la del énfasis entre el estudio de la literatura y
más amplias, en tanto que Spitzer, el etimólogo y estilista, el estudio del lenguaje per se. Pero mientras que para Vossler el
prefiere problemas específicos especialmente, el estudio de análisis de textos literarios estaba subordinado, en cuanto tal, a
ciertos grupos semánticos, de historia de palabras e la especulación lingüística general, Spitzer llegó a estudiar
investigaciones estilísticas individuales. De los dos, tenía quizá mucho más las obras puramente literarias en los términos de
Vossler una mente más profunda; pero Spitzer poseía ingenio estructura y significado, especialmente en los últimos años. Su
más brillante e inteligencia más clara. influencia en América como auténtico lingüista ha sido, en el
Por conveniencia, no trataremos de los primreos trabajos de mejor de los casos, mínima, y, a veces, quizá contraproducente
Spitzer, pues sus ideas continuaron siendo notablemente (en especial para la lingüística románica), pero su importancia
constantes a través de los años. Además, fueron los estudios como un tipo especial de crítica literaria ha sido considerable.
publicados en inglés, que llevan por título común Linguistics Spitzer no solamente combina el estudio lingüístico y la
and Literary History (Princeton, 1948), los que tuvieron investigación literaria, sino que «cruza», en realidad, «las
resonancias más amplias en los Estados Unidos 14. Un vis fronteras» que separan las dos disciplinas. Sin embargo, para
muchos no lingüistas de la erudición literaria americana, Spitzer
encarna la aplicación de la lingüística al estudio de la literatura.
Para evitar que la concepción temporal futurista sea desviada a Y así, en el ensayo titulado Linguistics and Literary History,
lo largo del sector modal del miedo y esperanza, deseo e Spitzer confiesa que los métodos y grados de certidumbre, tanto
inseguridad, se debe disponer de un alto grado de en la investigación literaria como en la lingüística, son
semiconsciencia y disciplina; es decir, se debe poseer una
mentalidad filosófica y una actitud interna. Si pudimos fundamentalmente idénticos, puesto que las conclusiones a que
englobar de una sola mirada el uso total de las expresiones ha llegado respecto del Neveu de Rameau de Diderot, y la
temporales al final de la antigüedad, y si pudimos comparar, Phédre de Racine, podían haberse alcanzado justamente lo
con respecto al uso, el habla familiar de las masas con el estilo mismo y con toda seguridad mediante un enfoque diferente, pero
prominente y cultivado literariamente del pueblo, deberíamos,
en mi opinión, poseer reflejado en las acuñaciones y efectos que, al haber sido adiestrado por Meyer-Lübke en lingüística
generales de lingüística-histórica, el abismo profundo que románica, prefiere una técnica que ha encontrado útil para la
separa la calma estoica de la gran superstición, de la febril y investigación etimológica. La crítica, añade, debería describir la
apasionada religión de las masas. La confusión fonética, pues,
y especialmente el hecho de que la intencionalidad del futuro, obra como tal (lo mismo que la etimología debería estudiar la
en latín, haya estado tan marcadamente contagiado por las palabra), no ofrecer un juicio o valoración apriorísticos de la
facetas sentimentales del deber, afecto, deseo, ansiedad, miedo, obra. Cada obra es un
etc., hizo que las formas flexionadas resultaran superfluas. Para
expresar la mentalidad nuevamente formada, el lenguaje
dispuso de otros muchos medios, más originales, fuertes y más
intensos: el subjuntivo, el imperativo, el indicativo, el puro
infinitivo, la circunlocución que implica velle (cfr. rumano),
posse, debere y lo mismo con habere. La construcción infinitivo atención: Jean Hytier, «La Méthode de M. Leo Spitzer»,
+ habere se convirtió en la base del futuro romance en la Romanic Review, XLI (1950), una crítica bien hecha del método
mayoría de los casos (excepto el rumano). (CANTABO: CANTARE de Spitzer, planteando su validez general, y, más recientemente,
HABEO): fr. chanterai, esp. cantaré, it. canteró.) los manifiestos de René Weliek, en Comparative Literature, XII,
1
' Las referencias a este volumen por otros eruditos 1960.
americanos y extranjeros han sido numerosas; dos reacciones

58
todo completo e indivisible; su unidad es una función de la los esfuerzos frustrados de estos seres del bajo mundo,
mente del creador (la «voluntad creadora» de Vossler). Todo empequeñecidos por las fuerzas sociales inexorables. Y aña-
depende del espíritu coherente del escritor: la estructura de de otro ejemplo: «(amaba) la voluptuosidad secreta (de
la argumentación, la imaginación, el lenguaje, el significado. Berta) cuando estrechaba fuertemente su cuerpo contra el
Haciendo suya una noción de etimología, Spitzer denomina suyo... le gustaba aquella cualidad que la distinguía de
a este espíritu coherente e interior «etimon espiritual» de la todas las mujeres que había conocido, porque era más
obra, la fuente de todo lo demás. Después de leerlo muchas delicada y porque era su propia mujer y porque había
veces, el crítico-analista capta el etimon espiritual, o es arrebatado su virginidad». Spitzer completa su explicación:
conducido a él por un «click» intuitivo, es decir, una «La motivación pseudo-objetiva manifestada en su estilo es
comprensión instantánea del principio interno ordenador de la clave de la cosmovisión de Philippe; como han observado
la obra. Sin este «click» no tiene lugar la comprensión. también otros críticos literarios, mira sin extrañeza, pero
Una vez que el crítico literario reestructura la obra en con profunda pena y con un espíritu cristiano de
relación a su significado total (principio de organización), contemplación, el mundo que funciona equivocadamente
puede y debería integrarse dentro de un dominio más am- con apariencias de rectitud y de lógica objetiva. Los
plio, por ejemplo, todas las obras completas del autor o el diferentes usos reunidos... conducen a un «etimon»
espíritu estético de la época y/o de la nación. psicológico, que está en la parte más profunda de la
El «click» de Spitzer lo provoca frecuentemente un inspiración tanto literaria como lingüística de Philippe»''.
rasgo estilístico o lingüístico de la obra, un algo que, al ser Este ejemplo típico basta, creemos, para demostrar la clase
distintivo, puede calificarse como una «desviación es- de estudio que Spitzer intentó llevar a cabo. Se ve hasta
tilística», que revela a cambio una peculiaridad literaria qué punto parte de las preocupaciones lingüísticas en uso y
típica de la mentalidad del escritor. (Por desgracia, no se ha cómo se realizó su conversión al análisis y al comentario
aclarado de ~ué norma o norma hipotética se supone que literarios. Aplicando a Spitzer nuestra medida de lo
«se desvía» este rasgo.) Así, advierte que en la novela del interpersonal e individual, podemos concluir que: 1) su
escritor francés Charles Louis Philippe, Bubu de Montparnasse atención se ocupó exclusivamente de la individualidad de
(1905), obra de los primeros años del siglo xx, existe un los fenómenos lingüísticos o literarios que investigaba (en
«uso aberrante» de á cause de (a causa de) que refleja el otras palabras, que sólo le interesaron los fenómenos
lenguaje hablado, es decir, el no literario. Además, indica en específicamente individuales), y 2) la interpersonalidad, que
varias ocasiones que la relación causal se manifiesta allí quiso decir eventualmente para él poco más que validez
«donde la persona corriente leería solamente la general del método, residía plenamente en el asentimiento
coincidencia», como en la oración: «el despertar al mediodía que sus conclusiones inspiraran a sus compañeros,
es pesado y mugriento... se tiene un sentimiento de profesores y lectores. Dicho de otro modo, la preocupación
decadencia a causa de un despertar anterior». A causa de de Spitzer por el estado de su disciplina y por las
está usado en vez de la expresión parecida en comparación humanidades en general constituyó el pretexto principal:
con. Spitzer insiste en descubrir la estructura completa de durante muchos años las humanidades han imitado a ciegas
relaciones causales establecidas en las novelas de Philippe; a las ciencias naturales positivistas; la erudición
esta estructura indicaría cuál es su concepción de la cau- humanística ha alcanzado un punto muerto; es necesario,
salidad. Después pasa del «estilo de Philippe al étimon psi- por tanto, intentar algo diferente. Este es el tema constante
cológico, a la raíz de su alma». Denomina al fenómeno en de los escritos de Spitzer, al menos en América. Entre tanto,
cuestión «motivación pseudo-objetiva». Philinpe, cuando su gusto personal, su confianza casi mística y el apoyo en la
presenta la causalidad como lazo de unión de sus intuición -la forma más personal de conocimiento-, su fe
1s Spitzer desarrolla estas conclusiones en un esfuerzo por de-
caracteres, parece reconocer una fuerza lógica bastante mostrar todavía más cómo la «mens Philippina es un reflejo de la
objetiva en sus razonamientos, torpes, perogrullescos y mens franco-gallica del siglo xx» (pág. 14).
semipoéticos; su actitud muestra una simpatía fatalista,
59

59
arte y que reafirman la independencia del homo f aber, su medievales por lo menos en las lenguas románicas, y donde,
libertad ante cualquier cosa que sea obligatoria o lógica en el finalmente, los estudios graduados de literatura se habían
lenguaje, es decir, impuesta de antemano. En cierto sentido, entregado, casi por completo, a la historia cultural y a la in-
Spitzer siempre trató de señalar los significados ocultos, tal vestigación de los orígenes. La aplicación de cualquier forma
de enfoque lingüístico a la literatura, excepto, por supuesto, en
como él los veía, de estas importantes desviaciones emanadas el establecimiento de los textos, no se llevaba a cabo.
de la libertad. Verdaderamente, el New Criticism había empezado a ejercer
La obra de Spitzer ha sido muy alabada y muy criticada. alguna influencia en unas cuantas universidades americanas,
Por el lado negativo, se ha puesto de relieve que su método no pero sus esfuerzos y técnicas, cuantas se desarrollaban con
es realmente tal; cuando fue imitado por mentes menos empuje, tenían todavía que ser divulgadas universalmente. La
capacitadas condujo a la complacencia e incluso a la más lingüística románica, en muchos aspectos quizá la más erudita
compleja incompetencia. Hay algo posiblemente caprichoso, de las grandes subdivisiones lingüísticas, estaba sufriendo un
incluso anárquico, en el «círculo filológico» de sus «clicks», eclipse general. Fue en este ambiente en el que destacó la
originalidad de Spitzer. Por cierto, en su conferencia de
personalizaciones intuitivas y énfasis psicológicos. Spitzer, que priceton de 1947 («Lingüística e historia literaria»), justifica
siempre expresó libremente su preocupación por el estado en muchos comentarios autobiográficos, sosteniendo algo
que se encontraba su disciplina, no dejó ningún fundamento maliciosamente, pero no sin cierta verdad, que la situación del
sólido sobre el que construirlo; ha legado a sus sucesores el estudiante americano de entonces no era diferente de su
ejemplo perturbante de su propia brillantez luminosa y menos propia situación en los días anteriores a la primera guerra
felizmente su frecuente terquedad. Sus conclusiones son a mundial, cuando estaba en Viena. Entonces fue más
veces asombrosamente contradictorias. Parece desagradable, importante la afirmación muy documentada de Spitzer de que
retornando a nuestro ejemplo anterior, que tan ferviente el análisis minucioso de ciertas características lingüísticas,
presentes en algunas obras literarias, podría llevar a un
partidario de la libertad como fue Spitzer viera en la mens entendimiento más profundo y enteramente legítimo de estas
Philippina un tipo de «reflejo preconcebido de la mens f obras. Las interpretaciones serían aceptables para los
ranco-gallica del siglo xx», y que ésta fuera la última palabra representantes más avanzados de la escuela tradicional, lo
de Spitzer sobre el asunto, su última frase. mismo que para los jóvenes partidarios del New Criticism. Tal
La interpersonalidad nunca jugó un papel indispensable como resultó, esta afirmación ofrecía una salida a lo que un
en ningún análisis lingüístico de Spitzer; en el mejor de los número creciente de maestros americanos, críticos y
casos, resumida en una teoría de «positivismo seco», actúa estudiantes habían llegado a considerar como un punto
como una especie de duende técnico en el marco de su muerto metodológico. Además, estaba en perfecta consonancia
con la preocupación por el «significado», tan típica -incluso
«método». Spitzer ni siquiera consiguió superar la tensión entonces- de la crítica literaria moderna anglo-americana. Los
que, en una medida considerable, logró Vossler; Spitzer defectos de Spitzer se pasaron por alto, y en su mayoría
consigue mejores resultados cuando interpreta datos con- acertadamente, en vista de las nuevas y maravillosas
cretos. Por consiguiente, debemos preguntarnos cuáles han posibilidades que su agudeza crítica, su gran aprendizaje y su
sido los efectos positivos del «ejemplo» de Spitzer. talento lingüístico parecían descubrir. Sus conclusiones
En un nivel más general, Spitzer representa la posición podrían ser rebatidas e incluso rechazadas completamente,
antipositivista. Ha contribuido de modo significativo a man- pero sus ensayos nunca resultaban aburridos; parecían
suscitar la emulación. De la misma manera que cualquier otro
tener la alternancia individualista dentro de una estructura escritor magistral, Spitzer contribuyó a la salida del punto
académica en gran manera destinada a la investigación muerto que estamos experimentando en el momento presente,
positivista, pero, más concretamente, tenemos que hablar de y a la parcial reconciliación de la lingüística y los estudios
su presencia en los Estados Unidos, país, no nos olvidemos, en literarios. El hecho de que hiciera poco por promover las
el que en 1940 el nuevo descriptivismo lingüístico y directrices de la
estructural se había fusionado completamente, y la literatura
había sido borrada de la atención lingüística refinada, donde
la crítica de los textos (fijémonos en el importante equipo de
Armstrong, de Princeton) dominaba los estudios

60 123
60
investigación comenzadas durante su vida -hay ciertamente lingüísticos, empírica y objetivamente. Cuando están
insertos en un sistema clasificatorio, los «hechos»
razón para suponer que él no las entendía-, sigue siendo
lingüísticos adquieren cierta importancia lingüística. Y, así,
otra cuestión. No es la menor de sus muchas paradojas el la teoría de la escuela de Praga responde en su propio estilo
hecho trágico de que Spitzer, que había hecho tanto por a las necesidades disciplinares de la lingüística, lo mismo
despertar tantas vocaciones y que poseía una sensibilidad que al carácter fragmentario del lenguaje como tal. A1
tan fina de las realidades, fuese a la postre incapaz de clasificar y demostrar la interrelación que obtienen los
hacer otra cosa qué desacreditar los esfuerzos de sus más fenómenos lingüísticos, esa teoría y esa práctica
dotados colegas jóvenes. Spitzer no fue ningún innovador: sistematizan el lenguaje: el lenguaje se convierte en un
pertenece al final de una tradición frecuentemente esplén- sistema de medios de expresión. Se advierte, pues, el
dida. En ningún caso es más evidente esta verdad que en legado de Condillac.
su incapacidad para captar las nuevas tendencias de su Las tesis se suceden por oposición. Tras haber descrito
disciplina. las diversas funciones de la lengua (langue) en términos de
lo «interno» vs. «externo», lo «racional» vs. lo «afectivo», la
3.5. El Círculo lingüístico de Praga «comunicación» (referencial) vs. lo «poético» (autodirigido),
los autores continúan demostrando «el sistema de
En las últimas dos décadas más o menos, se ha llegado convenciones» asignado a cada uno de «los lenguajes fun-
a conocer y a apreciar altamente el trabajo de muchos lin- cionales»: «oral» vs. «escrito», «lenguaje alternativo» vs.
güistas y filólogos generalmente agrupados bajo el distin- «monólogo continuo», «grado de cohesión social existente
tivo del Círculo lingüístico de Praga. En última instancia, el entre los hablantes», «relaciones interdialectales», etc. Las
círculo de Praga deriva y reacciona en contra del estruc- observaciones sobre el «lenguaje literario» son muy instruc-
turalismo saussurQano y contra ciertas tradiciones de la tivas. Los factores externos -es decir, políticos y sociales,
Europa oriental que vuelven su mirada atrás, hacia las es- etcétera- no explican cómo el lenguaje literario se diferencia
cuelas rusas de Jan Baudouin de Courtenay (1845-1929) y del lenguaje común. El lingüista debe reconocer que «la
distinción de la lengua literaria se hace gracias al papel que
Serge Karcevski (1884-1955). Menos conocidos en América desempeña» y que este papel cultural posee unos coefi-
que la fonología de Trubetzkoy han sido los importantes cientes formales: 1) la intelectualización, 2) el control, 3) la
estudios literarios producidos bajo la égida de los miembros norma creadora. El lenguaje literario se caracteriza «por una
de la escuela de Praga. Muchos de éstos, por ejemplo, Ro- utilización funcional considerable de los elementos grama-
man Jakobson, habían estado anteriormente en estrecho ticales y léxicos» (cfr. Vossler), y por un lado tiende a ex-
contacto con el grupo formalista ruso; otros, como René pandirse, mientras que por otro tiende a ser monopolizado
Wellek y Jan Mukarovsky, eran checos nativos muy intere- por la clase social dominante.
sados por las materias literarias. La presencia de Jakobson y La historia de la lengua literaria es, por consiguiente, la
de Wellek en América y el extremo hasta donde llegó su descripción de estas tendencias en sus operaciones a lo largo
influencia justifican la reseña de la teoría lingüística del del tiempo. Esta historia es legítima, en realidad necesaria,
Círculo lingüístico de Praga. si se presta la debida atención a lo que hace que el inglés,
El primer volumen de los Travaux du Cercle linguistique de francés o alemán sean lo que son: importantes vehículos
Prague contiene el manifiesto del grupo, sus théses (páginas culturales. Así, en el mismo volumen de los Travaux, se
7-29). Estas «tesis» intentan reconciliar los estudios encuentra el estudio de Bohuslav Havránek «Influence de la
sincrónicos y diacrónicos de las estructuras lingüísticas lo fonction de la langue littéraire sur la structure phonologique
mismo que la lingüística comparada, evolucionista y dialec- et grammaticale du théque littéraire» (págs. 160-120).
tal. El enfoque es formalmente sistemático y funcional: «la Havránek señala también que la estructura gramatical del
lengua es un sistema de medios de expresión destinados a lenguaje está asimismo afectada por la función literaria y no
un fin» (pág. 7). Dicho de otro modo, se vuelve a idear la sólo por el léxico.
metodología del análisis lingüístico para proporcionar un La categoría del lenguaje literario o tradición cultural se
adecuado sistema clasificatorio y global, capaz de contrasta con el «lenguaje poético». Estas páginas (17-21)

61 125

61
son los más valioso del repertorio del Círculo lingüístico de tica poética tiene todavía que ser elaborada; por tanto; «el
Praga. Si la interpersonalidad se pone de relieve en el tipo sujeto mismo es una composición semántica y los proble-
de función asignada al lenguaje literario, el concepto de mas de la estructura del objeto no podrían ser excluidos del
lengua poética incorpora efectivamente el papel individual estudio de la lengua poética»; 3) la historia literaria -y
dentro del amplio edificio disciplinar. La lengua poética se recordamos la tendencia antilingüística de Coleridgeha
opone a la «lengua de la comunicación»: «la lengua poética tratado tradicionalmente de lo que las obras literarias han
tiene, desde el punto de vista sincrónico, la forma de la significado (signifié) más que de lo que constituye en
parole, es decir, de un acto creador individual, que adquiere realidad el discurso lingüístico, es decir, el énfasis del mismo
su valor, por una parte, del fondo de la tradición poética signo; es una pena, puesto que «il faut étudier la langue
actual (lengua poética) y, por otra, del fondo de la lengua poétique en elle méme».
comunicativa contemporánea». Las relaciones son muy Los miembros del círculo de Praga -especialmente Mu-
complejas. Nuestros autores chocan con la naturaleza karosky- se preocuparon de la poética en un número con-
simbólica del lenguaje poético al afirmar que «la lengua siderable de artículos y monografías. La influencia perdu
poética tiende a poner de relieve el valor autónomo del rable de estas doctrinas puede medirse por las publicacio-
signo, y todos los planos de un sistema lingüístico que no nes, como el volumen Poétics/poetyka (Varsovia y La Haya,
tienen en el lenguaje de comunicación más que un papel de 1961), los artículos coleccionados de la Primera Conferencia
servicio, adquieren, en la lengua poética, unos valores Internacional de Trabajo dedicados a los Problemas de Poé-
autónomos más o menos considerables». En otras palabras, tica (Varsovia, 1960). Sin embargo, para nuestros objetivos,
las operaciones lingüísticas efectivas de un texto poético es suficiente recordar que la teoría de la escuela lingüística
resultan interesantes por sí mismas y pueden equipararse, de Praga sigue siendo fiel a los supuestos de la investiga-
de hecho, con lo que es la poesía, al menos formalmente. ción científico-lingüística, al postularnos técnicas de inves-
Mientras tanto, las complejidades de estas operaciones, tigación que ordenan coherentemente el objeto material de
cuando se entienden con propiedad, aportan una preciosa la disciplina, pero que implican también las perspectivas y
luz sobre el funcionamiento de la misma lengua. La realidad los fenómenos del interés de los historiadores y críticos li-
de un discurso poéticamente efectivo obliga al que lo terarios. La teoría de la escuela de Praga es, en
analiza a relacionar sus diferentes elementos con toda la consecuencia, exclusivista en un sentido muy creador. A1
«estructura funcional» de la obra: «Unos elementos definir la tarea del lingüista con un rigor recomendable, esta
objetivamente idénticos (es decir, aislados) pueden revestir, teoría proyecta luz sobre otras disciplinas y materias de
con estructuras diversas, unas funciones absolutamnete preocupación general e intelectual. Además, el tipo de
diferentes.» análisis practicado -el procedimiento de posiciones
En seguida se reconoce el organicismo de carácter mo- analíticas o antinomiasse ofrece como un modelo para otros
derno construido sobre estas doctrinas. Pero el esteticismo campos distintos que la lingüística 16. El «estructuralismo»,
crítico, en cuanto tal, es minimizado en favor de la obser- tan en boga hoy en día, especialmente en Europa, entre los
vación y clasificación científica, es decir, «lingüística». El antropólogos (Claude Lévi-Strauss), críticos literarios
investigador está especialmente advertido en contra de las (Roland Barthes) e incluso ciertos filósofos -Jacques Lacan y
siguientes inclinaciones de su propio gusto. He aquí unas Michel Foucault- puede ser estudiado siguiendo el
cuantas recomendaciones concretas: 1) el ritmo, metro y paradigma disciplinario del círculo de Praga.
rima deben estudiarse en relación con la estructura fo- Todavía resulta sorprendente hoy la idea de que el len-
nológica del lenguaje para estar seguros, pero estos rasgos ls Así, la teoría de la escuela de Praga integra lo que he
denominado la polaridad individual-interpersonal
poéticos suelen llevar también consigo niveles (planos) gra- dentro de su metodología; Saussure había ido más
maticales, léxicos o sintácticos; por tanto, a) si el- orden de lejos, al distinguir entre langue y parole. Para Saussure la
palabras no tiene sentido gramaticalmente, hay posibilida- distinción era equivalente al dar libertad de control a
los que deseaban describir exclusivamente la langue; el
des de que sean en la práctica muy pertinentes, y b) la rima círculo de Praga utilizó a ambos polos en su relación.
62 127

62
cultura como una función formal de las tradiciones histó- música. Era una persona muy culta; escribió poemas y
compuso varios estudios analíticos, incluyendo el «Valor
xicas en sus relaciones expresivas. La abstracción resulta
heurístico de la rima» (Queen's quarterly, XXVII [1920], pá-
muy útil y merece la más completa aceptación entre los ginas 309-312) y «Los orígenes musicales del verso»
eruditos literarios y lingüistas, sobre todo porque la erudi- (Journal of English and Germanic philology, XX, págs. 213-
ción americana pudo beneficiarse directamente de la nueva 228). El último capítulo de Language se titula «Lenguaje y
relación que disfruta la antropología cultural de Boas, Sapir literatura».
y Conklin. Es preciso elaborar técnicas de análisis ex- El Language de Sapir aporta virtualmente ideas suges-
tendidas, en parte, por las configuraciones puramente rela- tivas; hay materia de pensamiento suficiente como para
cionales, muy familiares de los teóricos de la escuela de mantener a muchos investigadores ocupados. En Sapir, sos-
Praga. Los problemas genéticos deberían elaborarse pechamos que el principal problema se centra en la cualidad
descriptiva y pertinentemente con respecto a la verdadera de la actividad mental que asocia con la lingüística -la
dinámica del funcionamiento literario y cultural. En rélación capacidad de enfrentarse y utilizar las complejidades para
con el «lenguaje poético», el énfasis de la escuela de Praga seguir los enfoques, esto es, experimentar, pensar y
sobre la creatividad es realmente acertado. Una visión más relacionar-. No es extraño, entonces, que se encuentren en
amplia quizá pudiera preferir considerar tal creatividad Language afirmaciones sobre los temas básicos presentes en
como algo especializado y la creatividad, en general, como la moderna problemática del lenguaje: lenguaje y pen-
un factor necesario para toda producción lingüística. Sin em- samiento, cultura y forma lingüística, la naturaleza de la
bargo, al describir los coeficientes formales -es decir, for- estructura gramatical, creatividad y expresión, unidad y di-
malizados- del lenguaje poético, la teoría de la escuela de versidad de la forma lingüística -de todo esto habla Sapir-.
Praga no solamente evita el «esteticismo egocéntrico», sino Demuestra el más claro y profundo conocimiento de la
que reconcilia, al menos como intento, el legítimo interés dinámica lingüística, tanto si escribe del cambio histórico
del crítico literario por las obras literarias, concebidas or- como de la relación de los procesos y «conceptos» gra-
gánicamente como «monumentales», y la necesidad del lin- maticales.
güista de comprender, de alguna manera general, las ope- En «Lenguaje y literatura», Sapir trata de lo que el círculo
raciones del lenguaje en la medida en que tales obras las de Praga llamó «lenguaje literario» y lenguaje poético». A
rechazan y utilizan. continuación, los relaciona con la colectividad cultural y con
3.6. Edward Sapir la situación de lo individual dentro de la misma. Su
presentación tiene un sabor dialéctico: «El lenguaje es en sí
La presente exposición de los supuestos y las técnicas de mismo el arte colectivo de expresión, un conjunto de miles y
la lingüística y sus ramificaciones literarias deberían, al miles de intuiciones individuales. El individuo se pierde en la
menos, mencionar la figura muy compleja de Edward Sapir creación colectiva, pero su expresión individual ha dejado
(1884-1939), erudito que durante su corta vida corporizó alguna huella. El lenguaje está listo o puede prepararse
todas las posibilidades y contradicciones de la investigación rápidamente para definir la individualidad del artista. Si no
lingüística de la América del siglo xx. Especializado aparece ningún artista literario, no es esencialmente porque
primeramente en alemán e indoeuropeo en la Universidad el lenguaje es un instrumento demasiado débil, es debido a
de Columbia, Sapir estudió las lenguas indias americanas que la cultura de la gente no es favorable al desarrollo de tal
bajo el magisterio de Franz Boas (1858-1942). Tras pasar los personalidad cuando busca una expresión verdaderamente
años que van de 1910 a 1925 en la Sección de Antropología individual» (págs. 246 y ss.).
del Museo Nacional Canadiense (Ottawa), se fue a la de Subrayando la doctrina de Sapir, está la misma creencia
Yale. Profesionalmente, Sapir fue un antropólogo y un moderna de que «las lenguas son para nosotros más que
lingüista. Aparte cuantiosos artículos y monografías, escribió sistemas de transferencia de pensamiento» (pág. 236). La
un libro titulado Language (Nueva York, 1921). Durante su literatura, tal como lo expone, «se mueve dentro del lengua-
estancia en Canadá, demostró un profundo interés por la je como un medio de expresión, pero ese medio abarca dos
63 129

63
lección intuitiva de expresiones- y la conformación par- modo para relacionar estos «contornos» con las formas lin-
ticular de un determinado lenguaje -el modo concreto de güísticas.
nuestra colección de la experiencia». Es prevalente en el Sin embargo, el sentido de la cultura de Sapir universaliza el
pensamiento de Sapir la noción de que la función simbólica lenguaje como lo hizo la «historia» de Condillac y Flumboldt. Su
del lenguaje es más fundamental que su instrumentalidad, identificación certera de las operaciones lingüísticas con la más
y, sobre todo, que la última está implicada en la primera. amplia clase de las funciones semióticas o generalizadas de los
Así, «el simbolismo verdaderamente profundo» de las obras signos proporciona una base metodológica para el estudio
literarias muy relevantes, aunque «lingüísticas», «no «lingüístico» del arte verbal. Su análisis de la creación poética
depende de las asociaciones verbales de un lenguaje como el empleo creador de las posibilidades que Implican los
particular, sino que se ayopa con seguridad en una base dos «campos» de la forma interna o las restricciones exteriores
intuitiva que subraya toda la expresión lingüística». Esta al sistema lingüístico concreto (es decir, inglés, alemán), sigue
«base intuitiva» es identificada por Sapir -quien sigue a siendo fiel a los dualismos más provechosos que el pensamiento
Croce aquí- con un «lenguaje del arte lingüístico moderno ha producido. Más que cualquier otro maestro ame-
generalizado» (pág. 239). Los buenos artistas consiguen ricano de este siglo, Sapir muestra el camino para los aut¿nticos
reconciliar «los dos campos»: «su personal intuición temas del estudio lingüístico y literario. Su «lingüística» apunta
aparece como una síntesis completa del arte absoluto de la hacia una completa filosofía del lenguaje.
intuición y del arte innato, especializado, del medio
lingüístico», mientras otros no lo consiguen. Tal esfuerzo es
evidente en Whitman; con Heine «uno está bajo la ilusión
de que todo el mundo habla alemán».
Muchos de los comentarios de Sapir coinciden con la tesis
de la escuela de Praga. Y así, Sapir airea sus dudas sobre si
«la sonoridad innata de un sistema fonético (fonémico)
cuenta tanto como las relaciones entre los sonidos, y la
gama total de sus semejanzas y contrastes» (pág. 241). Los
estilos literarios dependen de la estructura sintáctica del
lenguaje, pero Sapir pone de relieve el papel abierto del
poeta quien utiliza precisamente las constricciones de la len-
gua. Referente al verso, Sapir recomienda un estudio cui-
dadoso del «sistema fonético... sobre todas sus caracterís-
ticas dinámicas, y se puede decir qué tipo de verso se ha
desarrollado, o si la historia ha hecho trucos a la psicología,
qué tipo de verso debería haberse desarrollado y cuál se
desarrollará algún día» (pág. 246). Esto es precisamente lo
que Roman Jakobson hizo con respecto al verso checo, y de
ahí que revolucionara la teoría métrica del mismo. Sin em-
bargo, a diferencia de las tesis de Praga, los comentarios de
Sapir sobre literatura no son programáticos. Consagró más
atención al análisis de las «construcciones culturales» con-
cebidas más ampliamente, es decir, qué «hace y piensa una
sociedad» y cómo lo expresa mediante formas lingüísticas y
semióticas (pág. 233). Se preocupó por la problemática de la
historia -lo que llama el «devenir de la cultura»- y, en
particular,
64 de la posibilidad de demostrar la «serie de

64
CAPÍTULO I V

LA CRÍTICA LITERARIA Y LA CIENCIA DE


LA LITERATURA EN AMERICA

4.1. El New Criticism

Con la aparición de las primeras obras críticas que


marcaron la pauta y las obras imaginativas de T. E.
Hulme, T. S. Eliot (la función del poeta es «dislocar el
lenguaje dentro del significado») y Ezra Pound, y las
revistas como Poetry y The Dial en la segunda y
tercera décadas de este siglo, una nueva atmósfera
literaria -la del modernismo consciente- llegó a
impregnar la escritura y pensamiento crítico anglo-
americaho. Pero mientras que la reforma de la
lingüística tuvo lugar necesariamente en la
Universidad, la iniciativa de esta transformación del
espíritu literario vino de otros ángulos diferentes a
los académicos, aunque, como los lingüistas, los
nuevos hombres de letras intentaron ir más lejos que
el historicismo filosófico del siglo xrx. Hay pocos
contactos entre los reformadores literarios y lin-
güísticos, una situación bastante diferente de la que
prevalecía en el grupo formalista ruso contemporáneo
y, más tarde, en el Círculo lingüístico de Praga. Pound
y Eliot habían recibido una sólida formación, aunque
especializada, en literatura románica, principalmente,
francesa. Pound se centró en el estudio de la antigua
poesía románica en la Universidad de Pennsylvania;
Eliot estudió bajo la dirección de Irving Babbitt en
Harvard. El modernismo francés, es decir, el arte por
el arte, el simbolismo y las «escuelas» que le
siguieron llegaron al punto de partida en su búsqueda
en pos de una nueva poética y un orden literario. Des-
de 1910 hasta cerca de 1925, estos poetas y críticos
literarios estaban menos interesados, sin embargo, en
establecer un código crítico concreto que en
establecer unos cánones mu~ , generales de la teoría 65

65
la obra Principles of Literary Criticism (Londres, 1924), de I. retóricos (por ejemplo, Kenneth Burke). La identidad y la
A. Richards, se coloca entre las primeras piezas históricas de función de la poesía, un viejo debate, ha sido buscada tanto
tendencia hacia una sistematización limitada y característica intrínseca como extrínsecamente. Lo que la ciencia o la
del New Criticism 1 de los años 30 y 40. De modo sig- religión no podrían hacer, la poesía, dicen algunos, lo puede
nificativo, en el nivel puramente teórico, estos trabajos aprobar o desaprobar. Otros explican: leyendo muchos
tratan con más precisión de los dos problemas citados más poemas hemos aprendido que los buenos poemas o los
frecuentemente por Hulme, Pound y Eliot: los debates cen- poemas de «éxito» parecen tener las siguientes característi-
trados en el estado de cosas y en el valor de la literatura (su cas; es preciso enumerarlas y, además, tratar de ver cómo
independencia inherente, lo mismo que su relación definitiva funcionan los poemas. En cualquier caso, muchos criterios
con la filosofía -principalmente con la estética- v otras artes; típicos de escuela y la teoría del siglo x1x se han abando-
«su significado») y la cuestión del lenguaje literario y la nado. «Raza, ambiente, momento», «arte por el arte», «la
estructura (can los problemas subsidiarios del ritmo, la voz del pueblo», tipologías inspiradas biológicamente y se-
imagen y el estilo). mejantes, ya no interesan a nuestros críticos.
Una afirmación fundamental que comparten tanto. el New Algunos de los principios generales del New Criticism
Criticism como los poetas es la siguiente: que la literatura deberían revisarse antes de pasar a la cuestión específica
-esto es, el trabajo literario o, como lo llaman con de la identificación de la poesía con el lenguaje. En ninguna
frecuencia, el poema o la poesía- posee cierta clase de parte está más claro el esfuerzo de la crítica reciente -por lo
identidad determinada. No se debe confundir con la «his- menos en sus etapas iniciales- que en los escritos influ-
toria», como hizo Vossler, con el típico abandono «idealista». yentes de I. A. Richards, por algún tiempo teórico literario,
Ni debería confundirse con la ciencia, lo que sería peor. La especulador filosófico y psicológico y ahora poeta en la Uni-
creación poética tampoco debería ser «científica». A partir versidad de Harvard.
de estas hipótesis, se sigue que la relación de la poesía con En muchos aspectos, el Richards de los primeros tiempos
el lenguaje (siendo éste, naturalmente, lo que diferencia la es un heredero directo de la Ilustración; su racionalismo, su
poesía de las otras artes) puede ser estudiada de dos modos interés por la psicología mecánica', su afición por la
fundamentales, aunque no necesariamente sin relación experimentación decididamente empírica y su gusto por los
mutua: 1) desde el punto de vista del lenguaje poético, es esquemas «objetivos» de clasificación, le hacen, mutati.s
decir, como un lenguaje que obedece a unas condiciones rnutandis, un valioso sucesor de los filósofos. El mismo uni-
generales y específicas de expresión poética (enfocando la versalismo de Richards, su interés por diversos «avances» y
poesía como tal e ilustrando y explicando el objeto), y 2) resúmenes bien hechos (como el Inglés Básico), así como
considerando el lenguaje como «comportamiento poético», también su intensa curiosidad intelectual y su singular li-
esto es, el lenguaje, aquella entidad «abstracta» que se usa bertad de prejuicios, son cualidades que descubrimos en
de una manera particular y que consideramos «poético» (en Condillac. Richards encuentra en el hombre la causa v la
el centro de la atención sigue estando el lenguaje, aunque justificación de sus diversas teorías literarias -teorías que, a
en su única -o múltiple- función poética). La mayor parte de propósito, constituyen solamente una parte de la visión
los críticos han escogido la primera alternativa, aunque unos total del hombre, orientada psicológicamente. Así, aunque
cuantos, forzando sus análisis hasta el éxtremo, han el arte no puede proporcionar la verdad matemáticamente,
continuado examinando las ramificaciones de la segunda la ciencia lo hace, lo «organiza» y, por así decirlo, «registra»
alternativa, un terreno que suele considerarse de dominio a Este interés es evidente en muchas de sus obras, pero en nin-
1
New Criticism es un nombre equivocado en el sentido en el que guna -por lo menos para nosotros- tanto como en la de C o T e r i d g e ,
el término difundido por John Crowe Ransom en su The New on Imagrnation, Londres, 1934, nueva interpretación descriptiva de
Criticism (Norfalk, Conn., 1941), dice mucho y poco: resume dema- la dicotomía «imaginación-fantasía» (especialmente cap. IV)
siados puntos de vista individuales, y su «novedad» hay que llevada a cabo en términos del reciente organicismo Gestalt y
ponerla en tela de juicio. La ventaja del término es su obvia asociacionismo empírico. Richards intenta «mecanizar» a
cohesión y gran difusión. Coleridge, hacer su sistema sintético a base de un instrumento
analítico.
66 135

66
seres que piensan y sienten. (Los primeros escritos de Ri rrecto», se sigue, de acuerdo con esta definición, que el
chards, repudiados en parte posteriormente, ponen de poema tiene que poseer una estructura coherente, un
relieve las diferencias entre el carácter puramente diseño funcional que impregne todos los niveles. Sin
discurso científico y la naturaleza emotiva y «mítica» de la embargo, estos impulsos están «organizados» en dos
poesía'.) Los artistas más grandes poseen, por naturaleza, tiempos: 1) durante el proceso creador, cuando el poeta
los más «ricos» impulsos. La experiencia es anterior a la pelea con su material, y 2) durante la lectura, cuando el
«creación», es decir, la experiencia, en poesía, se traduce poema es experimentado por el lector. Las dos
mediante palabras, de forma que provoquen en el lector organizaciones están, por supuesto, relacionadas, pero
experiencia igualmente «rica»; asimismo, la expresión ver- solamente porque el poema, como objeto, está allí, y
bal de la experiencia, la experiencia verbalizada, es igual- porque, hasta cierto punto, la experiencia puede ser
mente expresión y comunicación. La expresión se debe compartida; todavía no tienen influencia recíproca definible.
juzgar en términos del valor de la experiencia, en cuanto El sentimiento que experimenta el lector cuando lee el
experien cia, mientras que el poema, como arte verbal, poema, es necesariamente diferente del experimentado por
debe ser juzgado de otro modo, «técnicamente» tal como el autor. La estructura existe, pues, en principio; es in-
Richards indica. Un poema puede triunfar verbalmente y, dispensable, pero -y esto es por lo que Richards no puede
sin embargo, fracasar como experiencia (es decir, ser encontrar la verdad «objetiva» en la poesía- en ningún caso
insignificante). Esta distinción tiene importancia histórica los dos niveles o etapas de la estructura confluyen en un
en cuanto que ha servido para proporcionar la posibilidad, todo homogéneo y objetivo. Richards se muestra clara-
dentro de la tradición crítica anglo-americana, de tratar mente reacio a admitir que la poesía sea una tontería sin
temas altamente «técnicos». El pretendido paliativos -de ahí el hecho de que la asigne un «significado»
«descriptivismo» de Richards, por lo menos en sus escritos diferente del tipo de significado inherente al discurso
de los años 20 y 30, reforzó e ilustró esta posibilidad. Su científico, donde una estructura abstracta y racional -una
revalorización de la «fantasía» e «imaginación» de norma fijada de antemano- está destinada a unir al lector y
Coleridge en términos de función descriptible es un punto al autor en un plano establecido del conocimiento, que
que hay que tratar. A partir de Richards y, quizá, Croce, Richards denomina convencionalmente «la verdad» (es de-
muchos críticos han aprendido a diferenciar entre tales cir, se puede medir, verificar y repetir indefinidamente). El
mecanismos como símiles puramente incidentales (la forma significado de la poesía es esencialmerite un producto de
ornata de Croce, la transformación de la «fantasía» de las dos estructuras o «contextos» proporcionados por el
Richards) y la metáfora verdaderamente funcional (la poeta y el lector. Sin duda, este significado está encubierto
«expresión» de Croce, la «imaginación» de Coleridge y dentro de un tipo de lenguaje diferente del denotativo o
Richards en la obra). La formulación de Richards, libre en su científico; Richards denomina a este lenguaje «mítico» o
origen de cualquier juicio de valor, ha promovido «emotivo», y el lector lo puede aceptar solamente en tanto
indirectamente muchos estudios recientes sobre la es consciente de que participa de 1o que otros críticos han
metáfora, tanto en Gran Bretaña como en los Estados Uni- denominado frecuentemente una experiencia de naturaleza
dos. Por consiguiente, no es extraño que la obra de «ficticia». Richards desarrolla su teoría del lenguaie «emo-
Richards haya cooperado también a centrar e interesar al tivo» de acuerdo con las líneas de antemano establecidas
crítico por el problema de la identidad de la poesía. en su psicología: el valor del lenguaje emotivo está en razón
Hemos advertido de paso que Richards se negó a conceder directa con su adecuación, como un «impulso organizador».
a la poesía la misma categoría cognoscitiva que atribuye al La complejidad, incluso la pura dificultad, puede llegar a ser
discurso científico; la poesía debe asimilarse con el mito. en sí misma un valor, dado que al mayor número de
¿Por qué y qué quiere decir este aristotelismo reprobado? impulsos organizados le corresponde la más «rica»
3
Me refiero principalmente al Principles of Literary «experiencia» y, en consecuencia, al mejor poema. Esta
Criticism de Richards, Londres, 1924-1925.
complejidad se puede estudiar «críticamente» -desde el
67 punto de vista de la validez de la experiencia-137 o

67
volumen complementario, Practical Criticism (1929}-, Ri- poema está resumida en la famosa observación de Archibald
chards parece definir la poesía tomando como punto de MacLeish, de que un poema es «igual a: no verdadero» («Ars
referencia su lengua, e identifica la lengua poética al infor- poetica»).
marnos de que es un tipo de lengua propia de la poesía. Los seguidores del New Criticism americano raras veces
(Coleridge, recordamos, definió el buen verso como «el han abandonado la poesía como «lenguaje usado expresiva-
mayor número de palabras convenientes en su lugar con- mente», como lo han hecho los seguidores de Croce y los
veniente»). La poesía es un tipo de discurso que obra idealistas alemanes. Su punto de partida es completamente
poéticamente, es decir, míticamente. El argumento es algo diferente. El poema se considera ante todo como un objeto
tautológico, pero se comprende lo que Richards persigue. susceptible de estudio en sí mismo, relacionado, pero dife-
Además, nos ofrece unas hipótesis de trabajo que más tarde rente de otros tipos de actividad espiritual o discursiva. El
admitieron, transformaron y usaron canónicamente otros poema se considera como una cosa en sí misma monu-
críticos. Para nuestros propósitos presentes.lo que importa mental, como un «organismo», único pero muy ordenado y
estructurado según ciertos principios, portadores de valor v
es que Richards identificó la poesía; no solamente estableció
necesitados de interpretación y valoración. Se reconoce
su autonomía, sino que lo hizo relacionándola con un tipo de
fácilmente la herencia de Coleridge en estos principios de
discurso, más concretamente, con una función lingüística.
trabajo.
Richards también apeló a las viejas dicotomías racional-
El problema del valor es particularmente importante, ya
emotivas y simbólico-instrumentales. Refleja un dualismo que dentro del «valor» reside la justificación última de la
que es muy similar a los discutidos en el capítulo precedente autonomía orgánica de un poema. El valor es lo que efec-
y que, aunque antiguo, ha sido nuevamente replanteado. El tivamente funde los lados «técnicos» y «experimentales» de
contraste entre ciencia y poesía como lenguaje se ha Richards (tradicionalmente: forma y contenido) con la
convertido, pues, en un rasgo de la moderna crítica esencia del poema. El sentido también está muy relacionado
especulativa. Los esfuerzos pioneros de Richards han con- con el significado. El significado de un poema depende de la
ducido a la noción, sostenida ampliamente entre los críticos interpretación que hace el crítico; su valor es una función del
literarios, de que el discurso científico dirige la atención de juicio crítico destinado a apoyarse en el significado tal como
los lectores hacia algún elemento exterior a la realidad, se interprete. La aportación práctica del New Criticism
mientras que la poesía como un imán rehúsa abandonar la difícilmente se puede infravalorar. Como regla, los «Nuevos
atención que ha polarizado hacia ella. La poesía es, por críticos» están más interesados por la poesía como poema
tanto, el mismo lenguaje autoenfocado. Las actitudes funda- que por el poema como poesía o lenguaje considerado
mentales de Richards parecen aquellas que hallamos en las abstractamente; de ahí su frecuente antihistoricismo:
teorías de Edward Sapir y el círculo de Praga. Donne, Milton y Shelley aparecen tratados, por así decirlo,
Sin embargo. ciertos críticos -por ejemplo, Cleanth como contemporáneos. El sistema de Richards, pues, abo-
Brooks-, al despreciar el psicologismo de carácter «positi- garía por un descriptivismo más puro en el análisis literario
vista» de Richards v su consiguiente negativa de conciliar el que las perspectivas de sus numerosos seguidores o, por lo
valor referencial de la poesía, continúan separando ciencia y que hace a esto, que las de Hulme, Pound y Eliot. La des-
poesía; incluso fundamentan la teoría de la identidad poética cripción de sus propias razones raras veces la practican los
sobre esta distinción. En cierto sentido, estos críticos limitan «Nuevos críticos», porque, para ellos, los estudios mi-
la visión de los principios generales de Richards y enfocan nuciosos de un rasgo poético (figuras, ritmo) se deben in-
sus investigaciones más concretamente sobre la literatura sertar, para ser válidos, en las interpretaciones específicas y
en cuanto tal. Así, para ellos, la poesía adquiere una deben conducir a valorar los juicios concernientes a las
naturaleza mucho más objetiva que para Richards, quien, obras analizadas. La discusión de aspectos ideológico-in-
como vimos, se centraba menos, aparentemente, sobre el dividuales o formales de una sola obra o de un conjunto de
poema como objeto estructurado que sobre las dos es- obras, sin referirse a los todos completos, puede ser infor-
tructuras o «contextos» del poema en tanto elaborado y en mativa y útil, e incluso ser digna de elogio, pero no se debe
68 139
68
que nos dispensaron Brooks, Tate, Empson, Blackmur y sus metáfora, que depende directamente por parte del lector de
semejantes, es fragmentario, es decir, subordinado al con- la aprensión o la percepción dé un contenido indetermi-
texto de análisis más generales o se convierte en producto nado, aunque «canalizado», ha venido a encarnar la natu-
fracamente secundario y esencialmente no crítico, de fas- raleza problemática de la expresión moderna. Así, de acuer-
cinación universal por la literatura. En este aspecto, los do con cualquier teoría literaria verdaderamente moderna,
«Nuevos críticos» se diferencian de sus colegas los forma- la metáfora puede ser estudiada idealmente desde dos
listas rusos, quienes ponen especial énfasis en la literatura ángulos básicos, a saber: 1) como figura ornamental, es
como obra de arte más que como conjunto de modelos es- decir, como una simple función del discurso, y 2) como un
pecíficos y combinan la sensibilidad literaria con un consi- reflejo del mundo expresado en el discurso, el modo en que
derable y desinteresado refinamiento lingüístico. Por esta una obra -dada o el arte literario, en general, refleja la rea-
razón, es casi imposible hablar de una «filosofía» del New lidad. La mayoría de los críticos combinaron estos dos pro-
Criticism sobre el lenguaje -con excepción, quizá, del «crí- cedimientos, acentuando uno más que otro. El primer en-
tico ontológico» John Crowe Ransom (cfr. The New Criti- foque tiende a ocuparse estrictamente de métodos
cysm)-. Pues, según ellos, cualquier discusión debe limitarse analíticos, mientras que el segundo comporta
a problemas concretos, interpretados dentro de los límites frecuentemente una crítica orgánica más pura, y entraña
de las tendencias temáticas e ideológicas. eventualmente discusiones de significado.
Entre las disciplinas lingüísticas tradicionales, los «Nue- En su Traité de stylistique f ranqaise (vol. I, págs. 194 y
vos críticos», cuando han tratado empíricamente materias siguientes) Bally clasificó analíticamente las metáforas irna-
como la prosodia y el ritmo, han trabajado algo más exten- ginativas en «concretas», «efectivas» y «muertas o fosiliza-
samente la semántica y las distintas implicaciones literarias das» -las dos primeras son comprendidas por la imagina-
del significado estructurado. Esta preocupación era ya cen- ción o por una «operación intelectual», mientras que la
tral en Richards y, por supuesto, en los poetas post-simbo- última, como «ropaje de algo» es uña imagen metafórica
listas como Pound, Eliot, Yeats y sus epígonos. Para cubrir solamente nominal, ya que no funciona como tal. Esta cla-
estas materias sucintamente quizá convenga precederlos de sificación pertenece al estudio general de Bally sobre la
una exhaustiva recapitulación, que revise, por lo menos, un expresividad del francés. Se ocupa de la langue, y no se
problema específicamente literario, aunque con ramifica- puede aplicar a una obra literaria particular, ni, por lo
ciones evidentemente lingüísticas, de forma que veamos rnismo, a una expresión de un intento estético cualquiera
qué ha hecho el New Criticism al asumirlo en su teoría. Para que éste sea: utiliza estos temas, no por sí mismos, sino
ello, será oportuno hablar del problema espinoso de la me- para convertirlos en muestras de langue. En Bally tenemos
táfora, cuestión íntimamente relacionada con el tema más un ejemplo casi perfecto del erudito que transcribe la me-
amplio del significado. táfora como una figura ornamental, dado que, para él, el
La metáfora desempeña un papel fundamental -en discurso es algo mucho más abstracto que lo que podría ser
todas las teorías modernas del lenguaje y de la retórica. De para el New Cristicism. Sin embargo, algunos poetas anglo-
todas las flguras antiguas, la metáfora -juntamente con la americanos y los «Nuevos críticos» han examinado la metá-
metonimia- ha alcanzado un lugar destacado en las fora como una función del discurso poético, o más caracte-
«gramáticas» de poesía, que se ocupan de la posición rísticamente todavía, con referencia a unos ejemplos dados
funcional, clave entre la imagen (materia prima) y el mito del discurso poético. Así, muchas observaciones de Ezra
(fin último), en la jerarquía de recursos «iconográficos» de Pound y T. E. Hulme sobre la imagen y la metáfora reflejan
base que proporciona el lenguaje poético. Esto se debe al sus propios gustos como fundadores del «imaginismo» poé-
hecho de que, entre las viejas figuras retóricas, la metáfora tico y, por extensión, su crítica de las tendencias afines del
ha demostrado ser la más provechosa para su inclusión pasado y del presente. Hulme, por ejemplo, hace hincapié
dentro de la nueva visión dinámica del lenguaje, propia de en la necesidad de la «agudeza», de nuevas metáforas de
la poesía moderna. Con la desaparición de la relación «fantasía» para transformar «el habla corriente» inexacta y
estática
69 entre palabra y objeto, y con el establecimiento

69
el uso de la metáfora, ya que estas metáforas traducen ver- por la que se consiguen ciertos efectos cuando se dice una
balmente su visión personal, su «experiencia característica» cosa y, de hecho, se da a entender otra. Es, como Empson
(Richards). ha detallado, ampliamente' la fuente de «las
Allen Tate ha hallado en la metáfora un rasgo distintivo ambigüedades» gracias a las que el poema llega a ser un
del discurso poético y ha fundado en gran medida su teoría objeto de estudio valorable por sí mismo y diferente de
de la «tensión» en la naturaleza de la figura metafórica tal otros objetos de estudio no poéticos. La ambigüedad
como se usa en poesía. Tate contrasta la «expresión literal» enriquece el significado del poema, al crear ambivalencias
y su «significación figurada»' (he aquí una reconciliación de deliberadas en todos los niveles importantes de la
la dicotomía ciencia-literatura), al exigir que la una no .estructura, caracterización y expresión. Así, el Charlus de
excluya a la otra, sino más bien que funcione con ella, dia- Proust y el Karamazov de Dostoievsky son caracteres
lécticamente, gracias a los medios con que la metáfora ope- ambivalentes; son complejos y, a pesar de no estar
ra. Las metáforas evolucionan, y sus significados parecen reducidos a una expresión parcialmente «clara», son
desenvolverse dentro del marco de referencia proporcionado todavía más «verdaderos» y profundos que los caracteres
por varios niveles entrecruzados. Este despliegue referen- oscuros, fácilmente reconocibles. La expresión «ambigua»-
cial, un proceso de moción, constituye la característica prin- o «ambivalente», no debe, sin embargo, ser conFundida;
cipal de un tipo de discurso en íntima armonía, como si solamente los más grandes artistas pueden evitar la
existiera, con su longitud de onda. Este discurso es el típi- simplicidad en demasía y las desviaciones anárquicas. A
camente poético. Al desarrollarse, como dice Tate, «la com- pesar de todo, sus obras prueban que, dentro del organismo
plicación de la metáfora», el lector se dispone a sí mismo de la obra, una ambi,valencia dirigida reconcilia lo que Co-
como receptor de la complejidad de los significados inhe- leridge llamó «elémentos discordantes», de ahí el creciente
rentes en la muestra del discurso poético que está experi- alcance y la relevante profundidad de la obra. En un nivel
mentando y se somete a su juego de tensiones. Esta teoría lingüístico -y dejando aparte por el momento todas las
es, en parte, una reelaboración de la doctrina fundamental cuestiones de tipo puramente epistemológico- la metáfora
de Richards de la «metáfora funcional» (un producto de la es particularmente apta para la intención altamente irónica,
«imaginación», en oposición al símil ornamental de la «fan- puesto que, como un recurso funcional, opera por sustitu-
tasía»), pero, a diferencia de la noción de Richards, se ocupa ciones aparentes. Por poner un ejemplo, un objeto es de-
específica y determinadamente de la identidad y del valor signado y, por consiguiente, recalificado con un nombre
de la poesía. Tate está, en efecto, diciendo que, al analizar diferente del que se emplea normalmente para denotarlo. El
las metáforas, el lector puede identificar a la vez el texto, es nuevo nombre, introducido dentro de un contexto, desplaza
decir, descubrir su finalidad discursiva y comprender el objeto designado y sugiere frecuentemente el nombre
finalmente su riqueza total, la gama completa de reverbe- usual originando por ello una corespondencia, residual-
raciones significativas de las cuales es síntesis y principio mente una función significante de la tensión verbal que,
ordenador. Sin embargo, mientras se ocupa del significado, convirtiéndose en un proceso esencialmente dialéctico, se
no pone aquí de relieve la relación entre poema y realidad, a añade al significado del pasaje, al suplir la posibilidad de
pesar de que esta relación esté implicada. El problema ambigüedad. Estas operaciones metafóricas son dinámicas,
continúa siendo básicamente un problema de desviación. Dependen por completo de una serie de relaciones operan-
El énfasis, que muchos «Nuevos críticos» y sus tes entre elementos lexicológicamente separables y que
mentores -Eliot, Richards, William Empson, Cleanth Broóks, funcionan ya como una unidad o ya, por así decirlo, como
Tatepusieron en la ironía, en su caracterización de la lengua una fuerza subyacente. Además, estas operaciones cubren
poética, está también en íntima relación con su una considerable clase de tipos -incluyendo, por ejemplo,
preocupación
4 por la metáfora. La ironía, debemos recordar, complejidades de atributos característicos, puramente
5 Consultar especialmente su Severr Types of Antbiguity, Lon clres,
Consultar su obra On the Zimits of Poetry, Nueva York, 1948, 1930.
páginas 83 y ss.

70 143

70
mejor conocido}, o las asociaciones todavía de mayor al- to de este recurso, sino que quizá ofrezca valiosas y nuevas
cance y muy comunes, que unen en contraste irónico perspectivas para el estudio de los problemas teóricos más
versos separados o elementos diferentes de los párrafos amplios de la ironía y el significado. Así, en las considera-
plenamente desarrollados. ciones del New Criticism, la aproximación sintética ha pre-
Los Nuevos críticos» -los «analistas» y los puramente dominado sobre la analítica, por lo menos en principio, pero
«organicistas»- no son conocidos por sus estudios siste- la síntesis ha proporcionado un número de categorías analí-
máticos de estos tipos de procesos como desviaciones (ni ticas valiosas que habrían de desarrollarse ampliamente,
siquiera Tate)', pero su énfasis sobre la ambigüedad y la como la teorías de la tensión de Tate. Esto no es solamente
ironía, rasgos distintivos del discurso poético ha significado propio de la metáfora, sino que también, creemos, puede
un progreso en tales estudios. Los críticos americanos han decirse asimismo de la poesía, ritmo y otras materias. El
pretendido hacer hincapié en lo que John Crowe Ransom ha New Criticism ha sido instrumental desde el momento en
denominado la «ontología» de la poesía, su identidad y que impuso un punto de vista moderno en América; ha cla-
función -su separación como un tipo de discurso- y su rificado el aire y abierto el camino para una variedad de
relación con la realidad. La discusión de la figura lingüística fértiles aproximaciones a los estudios literarios'.
y poética de la metáfora, aunque a veces descriptiva, ha El tema de la metáfora no está agotado; sólo hemos tra-
sido sumergida en un debate extralingüístico concerniente a tado parcialmente de los «Nuevos críticos», aunque éste es
lo que es poesía. La breve comparación expuesta demuestra el momento de ocuparnos brevemente de las «aproximacio
un abismo de diferencia entre Bally y estos críticos. Sin nes a la realidad literaria» abiertas y exploradas por el New
embargo, después de haber leído a estos estudiosos de la Criticism y otras tendencias en los Estados Unidos. E1 ím-
expresión literaria, uno se inclina a sugerir que los ragos im- petu inicial de dicha corriente crítica, ya lo señalamos, no
portantes del problema general de la ironía se podían elu- fue académico, sino que se detuvo en un punto de vista
cidar mejor, por lo menos desde un punto de vista técnico si creador y crítico, destinado a construir, implantar y defen-
se incrementara y se prestara más atención a las funciones der el nuevo post-simbolismo moderno de la ciencia literaria
de la metáfora -no exclusivamente desde el punto de vista anglo-americana después de la Primera Guerra Mundial. Su
psicológico. Es un problema de enfoque. El interés evidente función apologética no se puede infravalorar. Sin embargo,
del New Criticism por la metáfora, aparte las con- por varias razones, el New Criticism y algunos 1)oetas
sideraciones puramente empíricas, está al mismo tiempo representativos comienzan a aceptar cátedras en varios
ligado, como una consecuencia, a las preocupaciones de colegios y universidades. En las «pequeñas revistas» en las
esta «escuela» por la ironía (interpretada psicológicamente que escribieron, se lamentan en varios casos significativos y
por el Richards de los primeros tiempos o, filosóficamente, en un tono semiacadémico, de los libros que comenzaron a
por Brooks). Y la ironía, tal como ha sido descrita, es una aparecer en las colecciones publicadas por las uni-
función del problema más amplio de la ontología poética. El versidades y de que sus discípulos combinaran ciertos
interés por la metáfora ha llegado a ser, por tanto, un emperios estrictamente académicos con los objetivos
eslabón secundario, aunque no indispensable, en esta cade- originales y estratégicos de los «Nuevos críticos». Después
na. Un cambio de enfoque, pues, concentrándose en el de la Segunda Guerra Mundial la crítica literaria moderna
«eslabón secundario» de la metáfora y sus operaciones, en más original
' Para (le más
un análisis América (opuesta
amplio del a lase crítica
New Criticism, textual
pueden consultar
" Ver, por ejemplo, Philip Wheelwright, Metaphor and Reality, los siguientes estudios: S. E. Hyman, The Armed Vision, Nueva York,
1948; Philip Wheelwright, The Burning Fountain, 131oomington,
Bl.oomington, 1962. La metáfora y otros tropos han sido estudiado> por 1954; Murray Krieger, el excepcionalmente útil The New Apologists
lingüistas y filósofos desde el punto de vista formal y psicoleí, gico con for Poetry, Minneapolis, 1956; W. K. Wimsatt, The l'erbal Icon,
mayor rigor que el que es normalmente el caso entre lo , eruditos Lexington, Ky., 1954. Finalmente, un artículo esquemálico de la
lingüística y crítica literaria, aunque no uniforme, en luurnal of
literarios. Ver Roman Jakobson, The fundamentals of laru guage, La Aesthetics and Art Criticisnz, XVIII (marzo, 1960), págiiias 319-328.
Haya, 1956, págs. 76-82 (Edición española en la ed. Ciencia Nueva), y
Max Black, en Procedings de la Sociedad Aristotélica, LV (1954), págs.
273-294.

71 145
io
71
rar todos sus intentos y miras dentro del sistema lismo ruso y la estilística hispánica (Dámaso Alonso, Amado
académico, donde primeramente rivalizó, después se abrió Alonso, Alfonso Reyes) pudieron reforzar y modificar la
experiencia americana. No sólo la Universidad ha propor-
y, finalmente, se ha unido con las diversas corrientes cionado una genuina y casera justificación para la impor-
filológicas y críticas existentes previamente allí. Las tación de ideas y métodos extranjeros a los Estados
técnicas que aportó el New Criticism han transformado los Unidos, sino que también sus contactos internacionales
métodos y concepciones académicas, por lo menos en la ayudaron a difundir en el extranjero la obra de los críticos
medida en que unos influyeron en los otros. Esta americanos, cuya influencia sobre los escritores, Yves
Bonnefoy y JeanPierre Richard, en Francia, por ejemplo, ha
contaminación ha llegado a crear la moderna erudición sido considerable.
americana o «ciencia» en su aspecto más avanzado, al unir
los valores de la exactitud y el «desinterés» del
compromiso típico del New Criticism con el valor y estética
generales. 4.2. La Teoría Literaria de R. Wellek y A. Warren
En la Universidad, el espíritu del New Criticism se en-
frentó con la situación inmediata de un amplio horizonte de Entre los diversos tratados académicos que se ocupan
perspectivas. La forma de introducirse los críticos. corrientemente de la teoría y análisis literarios, el más com-
fue normalmente los departamentos de inglés -en algunos ffieto hasta la fecha y seguramente el más influyente, ha
casos más raros, los departamentos de literatura comparada sido la Theory of Literature (Teoría Literaria) (Nueva York,
o de creación-, pero la Universidad encontró pronto colegas 1949) de René Wellek y Austin Warren, una obra
en los departamentos de lenguas y literaturas extranjeras, de frecuentemente reimpresa y accesible a los no especialistas,
historia y filosofía, de arte y música, ciencias físicas y pero que ha ejercido, sin duda, un gran impacto sobre los
lectores académicos. Examinaremos con algún detalle
sociales (por ejemplo, I. A. Richards y B. F. Skinner). Los algunos rasgos de esta obra, considerándolos como un com-
coloquios -como los seminarios de Christian Gauss sobre pendio de las actitudes recientes ante su sujeto y como un
crítica en Princeton, las reuniones anuales de la Modern programa para el futuro. Por propósitos de conveniencia nos
Language Association- formaron pronto grupos de colegas de centraremos en los cuatro siguientes ángulos: 1) punto de
varias disciplinas y promovieron mucho el intercambio de vista general; 2} la concepción erudita; 3) el estado de la
ideas y puntos de vista. El cosmopolitismo oficial de la literatura y los estudios literarios; 4) el papel atribuido a la
lengua y su análisis. Las cuestiones de lenguaje, tal como
actitud moderna anglo-americana (ver la influencia del Axel's destacan, las abordaremos desde el punto de vista literario
Castle [1931] de Edmund Wilson), efectiva principalmente en siguiendo a Wellek y Warren.
lo que atañe a la literatura francesa de finales del siglo xrx y Wellek y Warren resumen sus puntos de vista al principio
unos cuantos grandes escritores aislados (Dante, Pascal; los de su libro', y vuelven constantemente sobre ellos a través
Essays de Eliot), no pudieron borrar completamente un del volumen. Declararon inmediatamente que se debe hacer
provincianismo lamentable que un número de críticos una distinción «entre literatura y estudios literarios», porque
americanos sufrió. Por otra parte, este mismo éstos, «si no son concretamente una ciencia» son una
cosmopolitismo favoreció los extensos contactos in- especie de conocimiento o de aprendizaje (pág. 3). «La crí-
telectuales que la Universidad hizo posibles. La historia li- tica literaria» y «la historia literaria» tienen importantes
teraria, por ejemplo, llegó a ser un problema real, discutido tareas que realizar, pero éstas «pueden cumplirse
en el contexto de la Universidad. La relación entre las artes solamente c n términos universales sobre la base de una
obtuvo una importancia creciente en un nivel puramente teoría literaria». Por tanto, «la teoría literaria», es decir, un
práctico y en el plano de la teoría estética general. Las uni- conjunto de métodos, es la gran necesidad de la erudición
versidades revelaron a los críticos nuevos métodos y formas literaria actual (pág. 7). Wellek y Warren intentan
de tratar los problemas del lenguaje. El New Criticism fue sistematizar
8 los de página en paréntesis estarán referidos
Los números
conocido por la lingüística descriptiva americana y europea, al Harvest Book Paperback de 1956, versión acertada del
«la forma simbólica» de Ernst Cassirer, el Stil f orschung ale- original.
72 147
72
puntos de vista insertados en los manifiestos más bien ambiguos
de los «Nuevos críticos». Su abra está organizada de esta forma lógica conclusión dentro de un sistema puramente literario y, a
diferencia de muchos de sus inmediatos predecesores, no s&
para diseñar una teoría general de la literatura. Se divide en entretuvieron mucho en justificaciones específicas y filosóficas
cuatro secciones principales (cap. 19), tituladas, de su posición. El clima de opinión vigente cambió entre 1930 y
respectivamente, «Definiciones y Distinciones» (trata de la 1950, 'nuestros autores pueden proceder empíricamente con
natu'raleza y funciones de la literatura, de teoría y estudios relación a esto.
literarios y de varias aproximaciones disciplinares al A través de un proceso casi tipológico de eliminación y
problema); «Operaciones preliminares» (disposición y esta- definición, Wellek y Warren régulan su concepción de la li-
blecimiento del manifiesto, bibliografía, crítica textual, in- teratura; extienden y acortan su campo. A1 principio lo re-
vestigación, etc.); «El acceso extrínseco al estudio de la ducen: si, al tratar de la literatura y sociedad o literatura o
Literatura» (la literatura y su relación con la biografía, la biografía, admiten el principio de relaciones, como acabamos
psicología, la sociedad, las ideas y otras artes -sendas que de ver, sin embargo se dan prisa en subrayar los abusos
pisaran frecuentemente los comentarios del presente y el críticos, hechos en nombre de estas relaciones. En cada caso
pasado-); finalmente, el núcleo del libro, «El estudio intrínseco intentan establecer condiciones por las que los aditamentos
de la Literatura» (el «modo de ser» de las obras de arte biográficos, sociales o filosóficos puedan contribuir a la
comprensión y valoración de la literatura en cuanto tal. Se ven
literario, problemas de prosodia, estilo, imágenes, géneros, frecuentemente obligados a invertir las relaciones tradicionales
valores e historia literaria). de causa y efecto, o simplemente suprimirlas: «está claro que
La visión de Wellek y Warren es una cuestión de conjunto, un estudio causal no puede nunca disponer de los problemas de
basada a la vez en las definiciones y delimitaciones de la descripción, análisis y valoración de un objeto como obra de
materia. Ha excluido mucha materia inservible; en realidad, la arte literario» (página 61). Sin embargo, esta limitación tiene
mitad del volumen está dedicada a este problema, espe- realmente importancia para una clarificación y una renovación
cialmente los capítulos «Definiciones y Distinciones» y «El concreta de la confianza en los objetos estrictamente poéticos
acceso extrínseco al estudio de la literatura». En el capítulo del arte literario. Sin embargo, nues'tros autores no
«Literatura y sociedad», por ejemplo, Wellek concede que «la reemplazan los códigos de la práctica anterior por cánones
literatura es una institución social, dado que usa como medio de nuevos. Raras veces se pierden en procedimientos de algún
expresión el lenguaje, una creación social» (página 82) y que detalle concreto. Se contentan con sentar un número de
posee, lógicamente, una «función social». Sin embargo, llega a condiciones básicas que: 1) apoyen y cualifiquen su concepción
criticar las investigaciones «estrictas» y «externas», practicadas de creación literaria; 2) establezcan una relación esencialmente
frecuentemente en relación con la literatura y la sociedad problemática de igualdad y modos de proceder recíprocos
(Hegel, Taine y Marx y sus discípulos menores), métodos que entre la literatura como proceso y como producto, y los varios
«han usado la literatura como un documento social» (pág. 91) elementos «extrínsecos» originados. Esto constituye en sí
en detrimento de su cualidad real y literaria: «solamente si la mismo un rasgo importante de «apertura». Si la literatura no
posee una dignidad inherente, si el estudio de la literatura en
determinación social de las formas se pudiera demostrar conexión con uno o más de estos elementos necesarios, aunque
definitivamente», alega, «podría tocarse el problema de si las extrínsecos, debe realizarse en términos literarios para que
actitudes sociales pueden llegar a ser "constitutivas" y entrar valga como «estudio de literatura» (y no como disciplina
dentro de una obra de arte como partes efectivas de su valor híbrida), se sigue que esta nueva coherencia atribuida a la res
artístico» (página 98). Tiene ocasión de reafirmar su credo litteraria completa y aumenta su talla, como objeto de estudio y
básico una vez más: la literatura «tiene su propia justificación y como una parcela de esfuerzo espiritual.
objetivo». Los capítulos introductorios y la segunda parte completa de
Esta declaración fundamental importa un poco más que la Teoría Literaria, exponen una visión algo más programática,
incorporación en el contexto presente de la afirmación básica ordenándola desde lo más general a lo más con
del New Criticism concerniente a la dignidad, independencia y
valor inherente de la literatura. Sin embargo, Wellek y
Warren llevan estos principios más allá de su

73
149
73
creto. La literatura, tal como es considerada por Wellek y perfección de la «prueba» y su deseo de ir más allá de los
Warren, como objeto de análisis, comprenderá la «literatura «hechos». No obstante, encontramos una bibliografía muy
imaginativa» (Obra de arte) y poco más. El lenguaje literario, abundante, numerosas referencias y notas, un breve índice
a su vez -puesto que «el lenguaje es el material de la bien elaborado: es el aparato indispensable de referencia
literatura» (pág. 10)- puede introducirse por lo menos dentro bibliográfica destinada, evidentemente, a proporcionar más
de un criterio parcial a fin de identificar propiamente la que una simple recopilación de datos. Cuando hablan de su
literatura. Así, nuestros autores vuelven a las primeras colaboración, declaran que participa de la creencia de que "la
distinciones del New Criticism entre lenguaje científico y erudición" y "la crítica", (son) compatibles» (pág. VI), un
literario, a pesar de que lo demuestran algo más extensa- punto de vista que no requiere incidentalmente mayor defensa
mente que sus predecesores al unirlo con los problemas del que la erudición americana del momento presente. Sin
lenguaje y los géneros. Sin embargo, la literatura se ca- embargo, estos son simples detalles de artesanía. Como
racteriza por su naturaleza «ficticia»; al menos, los géneros sugerimos anteriormente, la mayor originalidad de este libro
principales (épica, lírica, dramática), se describen así; las reside en su implícita asimilación de la teoría crítica moderna
formas de expresarlo «no son literalmente verdaderas» dentro del campo de los fines eruditos o académicos. Es
(página 14), aunque «verdad» y «falsedad» parecen ser fac- importante destacar que Wellek y Warren no se limitan de
tores inevitables de impacto e influencia literaria. Esta r's ningún modo a la teoría americana reciente, sino que imponen
otra repetición de los típicos debates del New Criticism sobre a su materia una amplia variedad de visiones contemporáneas
la literatura y la realidad. Finalmente, la insistencia de los (y más avanzadas) concernientes a la «erudición» y al
áutores sobre la obra literaria, como «una organización «análisis crítico» tal como se aplicaban a la literatura. Su
altamente compleja de un carácter estratificado y con múl- actitud erudita no es sólo aparente en la claridad y la
tiples significados y relaciones» (pág. 6) conduce una vez más organización material de la obra, sino que reside también en
a un ángulo parcialmente explorado por la crítica moderna la amplitud y confrontación de perspectivas, que son, en parte,
anglo-americana anterior, es decir, a los significados y la semejantes y, en parte, diferentes de la experiencia normal en
estructura. En lo que toca a la «función», Wellek y Warren América. Por consiguiente, en un sentido real -y dentro del
llegan a un grado mayor de esclarecimiento. Al rechazar, contexto de su situación americana- no sólo atraen las
como absolutas, las diferentes explicaciones didácticas y investigaciones y modas de movimientos, como el New
psicológicas de la función, concluyen, quizá pro- Critism, hacia la Universidad, sino que atraen la Universidad
visionalmente, que «la poesía tiene muchas funciones hacia la moderna crítica americana. Y hacen esto de dos
posibles», pero «su función primaria y principal es la fide- formas: 1) describen, comparan y utilizan las teorías
lidad a su propia naturaleza» (pág. 26). Nuestros autores extranjeras y las técnicas que describen la literatura, y 2)
retornan consistentemente a los temas de las recientes dis- aportan otras disciplinas no literarias (o «paraliterarias»)
cusiones, las resumen, rechazan varias particularidades crí- para impulsar el estudio de los fenómenos literarios. El tipo de
ticas, tanto de las concepciones modernas como de las muy simbiosis entre el análisis literario moderno y la investigación
tradicionales, y aceptan solamente lo que subraya la inde- académica americana -y hasta ahora típico de ella- fue
pendencia de la literatura y lo que permite la constitución superado abundantemente por la publicación de Teoría
teórica de estructuras analíticas. Su deuda al canon de la Literaria.
moderna crítica es muy grande, pero esto no les impide ¿En qué medida la simbiosis conseguida en Teoría
superar a sus representantes, tomándoles la medida o incluso Literaria refleja una orientación metodológica característica?
yendo más lejos que ellos. ¿Produce una clase especial de espíritu crítico aca
La concepción erudita de Teoría Literaria deja una huella démico u otro distinto? Ciertos rasgos parecen ser evidentes
para que Wellek y Warren contemplen un cambio y avancen por sí mismos: no hay ningún matiz de defensa por parte de
más allá de sus predecesores. Es, en realidad, una Wellek y Warren, no pertenecen a una «escuela» dada de
extensión de sus visiones generales. Ante todo, se muestran literatura imaginativa, ni siquiera, aparte de fomentar el
algo tímidos en lo que respecta a la presentación «erudita» e estudio de la literatura contemporánea en las escuelas de
inmediata de su volumen: la bibliografía «selecta», la im graduados, muestran interés por obra alguna ni

74
74
del pasado ni del presente. Por otro lado, son ninguna crítica completa sin un juicio de valor.
reconocidamente antipositivistas, al menos en A pesar de que a veces se acepta su premisa
la medida en que su estudio de la literatura básica de que el conocimiento de los elementos
implica una «valoración» consciente de las estrictamente literarios de la obra en su
obras examinadas y en tanto que evitan los organicidad total sigue siendo el objetivo fun-
intereses tradicionales, exclusivamente damental del análisis crítico y de que tal
«extrínsecos», del estudio literario positivista. «conocimiento» no puede divorciarse de la
Wellek y Warren son objetivos al estilo de la valoración, parece que su «orientación
«correlación objetiva» de Eliot;. no pueden disciplinar» es, en efecto, predominantemente
aceptar las valoraciones anárquicas de los académica, que está gobernada por un interés,
críticos que reflejan un subjetivismo puramente por una verdad humanísticamente «científica»,
impresionista, ni siquiera renuncian a la formulada, para ser más concreta, con
responsabilidad intelectual. Sin embargo, se expresiones «metaliterarias». Recordamos las
sospecha, las valoraciones no deberían estar distinciones iniciales que declaran que los
estudios literarios son «si no concretamente
reservadas para el párrafo final del estudio una ciencia..., una especie de conocimiento»
como la forma de disertación académica que deben ser organizados «racionalmente», si
tradicional parece indicar; el juicio y valoración, se les quiere dar «coherencia» (pág. 3).
como ambos escritores subrayan, están Mientras la crítica literaria moderna defiende la
implicados ya en los pasos preliminares, como independencia de la literatura como una rama
la elección del material lay poesía»
«El comprender su definición, y
implica integral de la actividad humana -la legitima en
«valorarla», sólo valorarla en detalle y su forma como una ciencia-, Wellek y Warren,
mientras se analiza, en vez de hacer del participando de este punto de vista, van más
valor un pronunciamiento en el párrafo lejos y dentro de la escala de propósitos
final. La novedad de los ensayos de Eliot académicos proclaman la independencia
estuvo concretamente en no dejar el juicio disciplinar de los estudios de la literatura. La
para un resumen final o juicio individual, sino experiencia de Wellek con sus colegas del
en valorar metodológicamente a través círculo de I'raga le resulta útil (ver págs. 25 y
del ensayo: mediante comparaciones ss.). Así, la «concepción rrudita» de ellos gira
específicas, yuxtaposiciones de dos poetas como si estuviera alrededor de la idea
En con respecto
realidad, a alguna
Wellek cualidad,
y Warren así como
no favorecen particular que tuvieron de la disciplina, así
ningún tipo particular sobre otro. Los «Nuevos como de la praxis que representaron sus
críticos» se ocupan principalmente de la poesía procedimientos v métodos. El estado de los
(intentando normalmente que su comentario se estudios literarios (algo diferente, después de
aplique a la «literatura» en general), pero la todo, del de la crítica literaria, aunque
Teoría Literaria, aunque incompleta en este íntimamente relacionada con ella), resulta ser
aspecto, hace un decidido esfuerzo por describir el principal interés de nuestros autores e
lo característico de la poesía, la «función incluso más importante que la naturaleza de la
narrativa» y los géneros como un todo: «Las misma literatura. Evidentemente, hemos de
clases literarias no son unos simples nombres reconocer que Wellek y Warren se beneficiaron
que, mediante la convención estética de la que plenamente de la viIcase acquise que aportó la
especulación anterior y la experiencia crítica.
una obra participa, modelen su carácter» (pág. Falta decir que la naturaleza (independiente
215). Esta admisión permite todavía una de la literatura, aunque muy problemática en la
discusión más independiente de los recursos li- función actual) determina de acuerdo con la
terarios supergenéricos y de conceptos como estructura de las disciplinas
«imagen» y el «modo de existencia de una obra de hoy el estado integral de los estudios
de arte literaria». literarios. Pocíríarnos decir más cosas e
Estos aspectos de Teoría Literaria hacen idealmente las deberíamos decir, pero las
75 15
3 75
racionalmente coherentes y concebidas como tales, en lo cuestión con un ejemplo concreto, se limitan a suscitarla y
que atañe a las convenciones que hemos descrito como ver- a declararla como fundamental.
dad humanísticamente científica y que nuestros autores cla- «En los efectos de los estudios literarios» -como los que
sificaron como «clases de conocimiento». Así pues, los estu- acabamos de mencionar- es donde se comprende más
dios literarios, una vez establecidos, deben ocuparse de la ularamente la naturaleza problemática del análisis literario.
naturaleza de la misma literatura como un problema (Por esto, no queremos dar a entender la debilidad de tal
legítimo; esto es lo que hacen Wellek y Warren. Ahora, por valoración de los estudios literarios; por el contrario, el re-
consiguiente, cabe preguntar en qué medida los resultados conocimiento de su naturaleza problemática puede indicar
de los estudios literarios contribuyen a una definición de la una fuente eventual de fuerza). El hecho continúa siendo
disciplina. En una palabra, estos «resultados» confirman yue los métodos en moda o planes de procedimiento resul-
normalmente lo que ya hemos indicado. La literatura, .;con- tan imposibles en el tipo de análisis literario propuesto por
cebida monolíticamente, exige unos métodos de estudio Wcllek y Warren; ni siquiera regularizan las improntas que
adaptados a su naturaleza. En consecuencia, estos métodos parecen deseables en el terreno literario. Cada caso,
entrañan en primer lugar una fragmentación o ruptura con determinado por un punto de vista elegido racionalmente
los objetivos o técnicas de investigación pre-establecidos, con la esperanza de que resulte provechoso, requiere más
siempre que estos últimos se apliquen al análisis literario. de una rosa y menos de otra. Los énfasis cambian
Así, la historia intelectual, el pensamiento común, muy cul- constantemente, u pesar de que algunas -rutinas generales
tivado en los Estados Unidos como una disciplina en sí parecían indicadas en casos dados: el análisis de la poesía
misma o como un capítulo de la historia general, puede co- exige, presumiblemente, una apreciación más fina del
locarse correctamente al servicio de los estudios literarios simbolismo fónico que la mayor parte de las novelas. Sin
siempre que se subordine al objeto de los mismos. A partir embargo, Wellek y Warren muestran que ningún esquema
de lo que Wellek ha denominado «una confusión de las analítico proporciona a priori, en y por sí mismo, ninguna
funciones de la filosofía y del arte..., un mal entendimiento aproximación definitiva ir los textos o a su clasificación.
del modo en que las ideas forman parte actualmente de la Algunos pueden ser más satisfactorios que otros, pero
literatura» (pág. 104) se han viciado muchos comentarios éstos serán también invalidados un día por un cambio del
referentes a las «ideas», su importancia y sus fuentes. Los punto de vista. Incluso los principios básicos e inamovibles
textos literarios se pueden usar documentalmente para la de nuestros autores conducen a amplias y variadas
elaboración de la historia de las ideas, pero solamente a aplicaciones. La Teoría Liferaria, al hacer hincapié en el
costa de anular su «poeticalidad»; e incluso nos maravilla- carácter provisional de la expresión «metaliteraria» trata
mos de cuán propensos a la tergiversación estarán bajo este dinamismo y lo deriva de la naturaleza esencial de la
estas condiciones. Por otro lado, parece que no sería posible realidad literaria. A veces, los autores sugieren que otras
ninguna historia completa del romanticismo alemán sin ramas de conocimiento del tipo liumanístico podrían
Veferencias a Kant; pero los métodos destinados a participar también de un dinamismo semejante. Si es así,
incorporar el estudio de Kant dentro de un auténtico análisis sus cultivadores harían bien en operar acordemente; de ahí
literario tendrían que ser investigados de forma que fueran la larga admiración de Wellek por la lingüística spitzeriana.
métodos que no violentaran ni el pensamiento de Kant ni la En cualquier caso, Wellek y Warren se muestran más firmes
poesía de Schiller. El mismo tratamiento se dispensaría a la en sus rechazos de las prácticas específicas no «literarias»
biografía, sicología, sociología y, también, a la estética. El que en sus recomendaciones sobre los caminos concretos
problema básico sigue siendo el siguiente: ¿Cómo funcionan de acción.
en un contexto literario los elementos psicológicos o socio- La fluidez del análisis crítico y «práctico», fluidez que
lógicos (es decir, elementos que, considerados aisladamen- refleja y se deriva de la dinámica básica de la orientación
te, son normalmente los objetos de sus propias disciplinas) disciplinar expresada en Teoría Literaria, parece contrastar
y cómo podemos aislar estos elementos sin deformar e in- paradójicamente con el carácter decididamente objetivo de
76 la visión erudita de nuestros autores. La singularidad de la
155
76
la escuela "behaviorista" de la lingüística americana ha hecho
da. Sus significados son más «referenciales» que los de la conscientemente » (pág. 167). Por otro lado, no parece
música, sus modelos temporales difieren de los de la pintura, dispuesto én nada a indicar o comprender las actitudes ante la
sus estructuras lógicas parecen caprichosas cuando se literatura de esta escuela ni siquiera se menciona en su volumen
yuxtaponen con la forma silogística de un discurso filosófico, su a Bloomfield, ni, mucho más grave, a Sapir. Se advierte que
lenguaje es altamente personal si se compara con el lenguaje de más que examinar sus posibilidades reales, condena el
la prosa regulada de la ciencia y, así, por el estilo. Sin embargo, movimiento entero sobre la base de sus posiciones extremas.
la literatura comparte rasgos con cada una de éstas, e, incluso, Otros puntos de vista pasan desapercibidos. Uno de los más
otros tipos de discurso. Wellek y Warren tienen el mérito de antiguos colaboradores de Language, G. M. Bolling, en su
admitir abiertamente este carácter aparentemente híbrido del «Linguistics and Philology» (1929) buscó una «nueva filología»
arte literario, no solamente en la teoría, sino también en la basada «en la más amplia perspectiva del ¡)ropósito de nuestros
práctica actual. A1 mismo tiempo, no pierden la perspectiva de estudios» (pág. 32). Por regla general, Language ha acogido una
la especial cohesión de la literatura, su singularidad e amplia variedad de opiniones: 5pitzer, Messing, Leopold,
independencia. Lo que hemos denominado «fluidez» de la Bonfante. La segunda expresión de Malone es exactamente
práctica representa actualmente una especie de flexibilidad que como la primera. Wellek y Warren, respectivamente, pusieron
permite a su vez una unidad real en sus fines últimos, en tanto de relieve el factor lingüístico de la literatura en los diferentes'
se basa en la realdiad muy variada de la literatura. En niveles. El hecho de que la literatura sea una arte lingüístico es
consecuencia, la paradoja se resuelve en el sentido en que su principal rasgo distintivo; el lenguaje opera como materia
Wellek v Warren desarrollan y amplían la noción tradicional de prima y funciona en todos los niveles de la significación litera-
objetividad erudita para incluir también la naturaleza ria desde el soporte fonético hasta las complejas relaciones
provisional del análisis y valor de la literatura. Su cualidad contextuales. Un admirador de la Teoría Literaria difícilmente
problemática se convierte también en una constante. estaría obligado a aislar cada área de la realidad lingüística en
La subdivisión mayor y más significativa del fracaso crítico donde una mayor información no beiicficiaría en nada al
presentado aquí es el papel atribuido al lenguaje y su análisis en erudito literario ni al lingüista. Sin embargo, nuestros autores
Teoría literaria. Aquí, por supuesto, como en Coleridge y el New invocan frecuentemente un am1)lio número de teóricos y
Criticism, el énfasis es sistemáticamente literario. expertos profesionales de la lingüística europea (como
En una reseña de Theory Literature, publicada en Lann_uage Saussure, Bally, Spitzer, Vossler, Dárnaso y Amado Alonso,
(1950), el lingüista Kemp Malone observa que «Wellek llega a
Grammont, Jakobson), cuando tratan de materias lingüísticas
poner aquí de relieve el estudio del lenguaje y condena al específicas y cuando se hallan en la necesidad de analogía. Así,
"lingüista profesional" al mismo tiempo». Añade, advirtiendo el en su principal capítulo, «E1 modo de la existencia de una obra
desacuerdo de Wellek y Warren con los «behavipristas», que su literaria de arte», WeIlek hace uso de la dicotomía langue-
obra, sin embargo, «demuestra un conocimiento de la materia parole para aclarar su revisión de los dos últimos extractos de
lingüística excepcional entre los actuales especialistas normas literarias de Roman Ingarden (Das Literarische
americanos en literatura» (pág. 312). Ambas afirmaciones son, Kunstwerk (Halle, 1931): la distinción parole-langue
en esencia, verdaderas: Wellek y Warren muestran poca «corresponde a la experiencia individual del poema y al poema
simpatía o interés por el tipo de interpersonalismo a ultranza, en cuanto tal» (página 140). La ilustración es difícilmente
característico de la «clásica» escuela descriptivista americana. casual, porque Wellek la emplea para describir y manejar en
No solamente no se han equivocado en ver su relación con los un contexto puramente literario lo que hemos descrito
estudios literarios, sino que dieron a entender ocasionalmente anteriormente como la oposición «interpersonal-individual» en
que sus métodos podían causar, con el tiempo, daño a la ciencia la teoría lingüística de la mitad del siglo pasado. Las obras de
del lenguaje: «Aproximadamente cada expresión lingüística literatura, como las de lenguaje, se pueden estudiar dentro de
puede ser estudiada desde el punto de vista de su valor los límites de una verdadera y absoluta identidad, aunque des-
expresivo», escriben, y «parece imposible ignorar este problema conocidos últimamente (la langue, «estructura de determina
como

157
77
77
ción» de Wellek), y pueden ser abordadas también en tér- curso usual (cuantitativo); está orientado con un predominio
minos de la experiencia individual. El análisis de las obras estético (pragmático) y su expresión subraya la verdad fic-
literarias debe, lo mismo que el estudio de la realidad lin- ticia de la convención referencial) (págs. 12-14). El lenguaje
güística, incluir ambas perspectivas. En resumen, Wellek usado de esta forma se convierte en lengua literaria. Las
traza aquí un paralelo ontológico entre literatura y lenguaje, distinciones se corresponden casi exactamente con las cíe las
y ha ido todavía más lejos como para reconocer -hasta cierto tesis de la escuela de Praga.
punto- una semejanza metodológica sólida entre una especie Wellek y Warren hablan también de la lengua (literaria),
de ciencia lingüística y los estudios literarios. El paralelismo como desvío en término$ de lo que se podía denominar
lo desarrolla más -aunque no muy claramente- cuando desvíos generales por un lado, y estilísticos o «específicos»,
compara las «unidades de significado y su organización por otro. Por desvíos «generales», queremos dar a entender
dentro de las estructuras significativas de fonemas y aquellos usos determinados por la lengua en que la obra está
morfenas 9. escrita o los aspectos generales de los desvíos que poseen
La lengua considerada como «herencia cultural» y «co- también un lado personal y estilístico (la metáfora, por
mo expresión» ofrece campos parciales para una definición ejemplo, se puede considerar como un desvío general y
de literatura. Wellek asume la dicotomía de la «Nueva Crí- estilístico). Con desvíos «estilísticos» nos referimos a los
tica» (y de «Aristóteles») de la lengua científica vs. literaria, ejemplos particulares y a sus funciones en unas obras de-
pero añade un tercer modo, «la cotidiana». La «lengua terminadas. La Teoría, Literaria contiene tres capítulos con-
científica» pretende ser «un sistema de signos como los de sagrados a esta cuestión: «Eufonía, ritmo y metro» (cap 13),
las matemáticas o la lógica simbólica» (pág. 11); resulta ser «Estilo y estilística» (cap. 14) y la «Imagen, la metáfora y el
un modo de expresión altamente especializado. Los criterios símbolo y el mito» (cap. 15). Estos elementos constituyen el
«cuantitativos», «pragmáticos» y «referenciales» deben núcleo de la cuarta parte, «El estudio intrínseco de la li-
usarse para distinguir entre la lengua «cotidiana» y la «li- teratura». Estos capítulos reafirman la creencia de los autores
teraria»: la lengua literaria utiliza «los recursos del lenguaje en que «una fundamentación extensa en la lingüística
9 «realizo...
mucho una lectura;
más deliberada pero la presentación
y sistemáticamente» que elnumérica
dis o general» es un requisito previo y necesario para la estilística
reconocimiento de una norma, no es lo mismo que el número
o las normas. La pronunciación de un sonido h no es el (pág. 166); sin tal base, el que practica la estilística corre el
fonema h» (pág. 142). La adaptación que Wellek hace del riesgo de caer en el simple «impresionismo». La función de la
principio fonológico refleja su intención: la asociación en lingüística parece ser asegurar el contexto objetivo de la
1930 con un grupo de lingüistas teóricos y literatos, que he
mencionado solamente de paso, el llamado círculo de Praga. referencia para la discusión de estos rasgos, tal como surgen
Su extenso ensayo «The theory of literary history», publicado en las composiciones literarias: «Uno de los intereses
en los Travaux du Cercle Linguistique de Prague, VI, 1936, páginas
173-191, prefigura el que iba a ser el bestselier de más tarde (y centrales (estilísticos) es el contraste del sistema lingüístico
el de Warren). («Los sonidos leídos de estas letras... son de la obra de arte literaria con el uso general del momento.»
"realizaciones" distintas, pero no son obras de arte en sí Wellek pone de relieve, pues, el paralelismo metodológico
mismos. Son "actuaciones" como las de una pieza de
música» [pág. 178].) Lo mismo que sus colegas de la escuela («sistema») que se debería seguir en cl estudio de la lengua
de Praga, Wellek se muestra muy cuidadoso en aislar los literaria a imitación de la lingüística. Un simple comentario en
conceptos de lengua literaria y el discurso poético. Así, relación con esto nos parece insuficiente. (Observamos que la
adopta en 1936 la noción de la escuela de Praga de
«estructura» (frente al formalismo ruso y la «forma» lingüística, tal como la cultivó Wellek, significa un tipo de
alemana), al definirla «como un concepto que incluye la metodología general, una ciencia casi abstracta del lenguaje,
forma y el contenido tal como están organizados para los
fines estéticos» y la obra literaria de arte «como un sistema como la que practicaron las escuelas de Ginebra, Praga y los
dinámico completo de signos o estructura de signos al idealistas; su concepción tiene algunas desventajas
servicio de un objetivo estético específico». De esta forma, evidentes, compensadas, sin embargo, por el cuadro general
favorece la colaboración de la lingüística, puesto que «el
desarrollo de la misma en la dirección de una concepción de la ciencia lingüística que aporta un saludable espíritu
funcional hace posible esta colaboración, por el momento» universal).
(pág. 177). Sin embargo, el énfasis de las «valoraciones» de
Warren deja entrever su última inclusión del juicio de valor «El nivel fónico de las obras literarias -el nivel par
78 159

78
podemos considerar ambos, puesto que, colocados al ser- fuente de documentación, especialmente en los estudios
vicio del principio de integridad artística, uno tiene poco diacrónicos; 2) el análisis lingüístico-comparativo es
sentido sin el otro y una discusión de niveles fónicos debe indispensable para una teoría general del. metro o ritmo
integrarse eventualmente dentro de los límites de «una con- que transcienda al sistema de una lengua dada; 3) la
cepción general del significado o, por lo menos, dentro de su naturaleza experimental de la investigación lingüística ha
tono emocional», interpretación que requiere necesa- ayudado a romper las restricciones que la tradición clásica
riamente afirmaciones que trasciendan la pura descripción, había puesto sobre los estudios métricos, y su objetividad
ya que es lo que enlaza con la valoración crítica. Los pro- ha proporcionado una mayor libertad de prejuicios en la
blemas del nivel fónico se dividen en dos tipos (y algunas valoración de algunos experimentos fonéticos pasados y
subdivisiones, cómo las mostradas en el título del capítulo de presentes de literatura (por ejemplo, el verso cuantitativo
Wellek): afirmaciones generales de naturaleza teórica, como en inglés). Sin, embargo, lamentamos que la Teoría Literaria
las de Wellek en este ejemplo, y los comentarios aplicables a no indique las afinidades disciplinares más estrechas y
textos concretos; en la actualidad, estas dos clases deben concretas de la lingüística general y los estudios literarios
examinarse juntamente con otras. Así, la teoría formalista en conexión con el soporte fónico. Uno se queda con la
rusa, citada por Wellek y según la cual los pies rítmicos no impresión de que se ha establecido un clima de relación
tienen existencia alguna independiente del verso entero, del necesaria e influencia recíproca -una gran base, por
cual forman parte, constituye una teoría general del supuesto, y sintomática de las nuevas corrientes de la
mecanismo rítmico conocido como metro, pero, para que sea erudición literaria americana sobre un terreno claro, basado
útil, debe aplicarse al análisis de obras específicas. En estas en las necesidades y asistencias mutuas.
materias, la teoría debe actuar como un principio que guíe a En Style and Stylistics, Wellek vuelve sobre el problema
la práctica. Cuando el análisis se pone al servicio de la teoría, desde otro ángulo. Intenta demostrar que el estudio lin-
cuando la afirma y la cualifica, debemos hablar de la güístico puede llegar a ser literario («solamente cuando se-
importancia del mecanismo general, lo cual es un interés cunde el estudio de la literatura, cuando aspire a investigar
legítimo de la poética y la teoría literaria. Por lo mismo, el los efectos estéticos de la lengua, en resumen, cuando se
énfasis puede ponerse en una obra individual, ya en relación convierta en estilística» [pág. 166])1°; por efectos estilísticos
con los modelos o con los ejemplos (ya con ambos a la vez), presumimos que quiere decir la lengua utilizada con finali-
y la clasificación teórica puede desempeñar un papel dad literaria (considerada general o estilísticamente). La ex-
explicativo y valorativo. En teoría literaria y en la crítica presividad, criterio casi psicológico de Bally, no es suficien-
práctica, el punto de vista ocupa una posición aná. loga a la te. Muchos comentarios estilísticos, declara Weller, se han
que ocupa en lingüística; sin un punto de vista, la hecho a la ventura con sólo basarse en las categorías
investigación no se puede orientar. Pero, en los estudios lingüísticas aportadas por la antigua retórica. Dos métodos
literarios el punto de vista es algo menos gratuito que lo que parecen válidos: «El primero es proceder por un análisis
parece ser en lingüística, ya que aun en la crítica más sistemático del sistema lingüístico
1
° En su agudo ensayo sobre «Verbal(de la obra)
Style» en Thee interpretar
Verbal Icon
«científica» debe conducir eventualmente a la posibilidad de (páginas 201-17), W. K. Wimsatt nos ofrece un punto de vista similar a
valoración. las interesantes modalidades prácticas: «un estudio del estilo verbal
Sin embargo, este capítulo no contiene información con- debe unir un monismo platónico o crociano, en donde el significado,
inspirado ya como dialéctica, ya como expresión-intuición, es simple. y
creta alguna sobre la relación de la lingüística con la inves- estrictamente un significado, con las formas diversas de la retórica
tigación «del nivel fónico». Evidentemente, la lingüística afectiva y práctica, aristotélicas o modernas, donde el significado
estilístico da lugar mediante el significado sustancial a una ¡elación
desempeña su más importante papel en un plano teórico. entre el cómo y el qué o entre los medios y el fin. El término estilo
Aparte el paralelismo metodológico previamente advertido, verbal, sin ningún uso claro, debe suponerse referido a alguna cualidad
el análisis fónico y el lingüístico parecen encontrarse en va- verbal que esté algo unida estructuralmente con o fundida con el qué se
está diciendo con palabras, aunque sea algo para ser distinguido del qué
rias áreas: 1) la ciencia lingüística proporciona las fuentes se ha estado diciendo...» (págs. 201-202).
más seguras de información sobre el sistema fónico (fone-
79

79
nificado total"... (y) el segundo es estudiar la suma de datos tratar los problemas del significado; la semántica ha sido la
individuales por los que este sistema difiere de otros sierva pobre de la investigación lingüística. Uno se pregunta
sistemas comparables» (pág. 169). En el primer caso, la re- si la brecha puede ser soldada al menos temporalmente y,
referencia buscada sería el «significado total», exigiendo por por así decirlo, experimentalmente, y si cl interpersonalismo
lo mismo un movimiento circular desde el rasgo y el recurso lingüístico y la rama de la crítica literaria, dedicada
al efecto total y al revés, delicada maniobra que recuerda el especialmente al estudio del lenguaje como recurso
«círculo filológico» de Spitzer, con su mérito positivo y sus expresivo (general o estilístico), fueron asumidos
riesgos. En el segundo caso, el referente debe ser la norma parcialmente dentro de la -categoría más alta de la teoría
más bien nebulosa del sistema «comparablé» (uno se del signo. Se ha hecho algún esfuerzo en esta línea, en par-
pregunta qué es «comparable»). Wellek parece reconocer ticular por la escuela teórica de Praga (Mukarovsky y Jakob-
las dificultades al juzgar «preferible»... el intento de son) y por los filósofos neopositivistas (Carnap, Morris y
describir un estilo completa -y sistematicamente según los otros), y ahí permanecen los impresionantes comienzos del
principios lingüísticos, citando los intentos hechos por Viktor teórico-semiótico Charles Peirce. Entre los lingüistas con-
Vinogradov y Amado Alonso, pero sin entrar en, más detalle temporáneos, podemos citar los ensayos semánticos de Uriel
acerca de ellos. Este capítulo es poco satisfactorio, puesto Weinreich, centrados en el hallazgo de categorías analíticas
que, al poner de relieve una vez más sus tendencias en embrión, aunque desafortunadamente estos ensayos des-
literarias, Wellek crea un falso problema y parece haber pliegan unas intenciones decididamente antiliterarias, y la
alcanzado un callejón metodológicamente sin salida. La lin- nueva semántica de Katz y Fodor. Un punto de partida útil lo
güistica no puede alterar la crítica literaria; dado este cami- puede representar la lexicología, campo estimulante de los
no, el problema puede declinar en una sutilidad paradójica. nuevos intereses de hoy día 11, en especial, tras la reco-
El crítico literario puede utilizar bien -como un diccionario- mendación de Wellek de que el estudiante de literatura
los hallazgos e incluso ciertos métodos del lingüista. Pero «necesitará de la lingüística, especialmente de la lexicología,
sigue observando si puede resolverse mejor y en qué ,y del estudio del significado y sus cambios» (pág. 165). De
medida, una parte importante de la cuestión crítica, al usar cualquier forma, actualmente parece más claro que el
y respetar puramente las técnicas lingüísticas. Ésta parece lenguaje, tal como se usa en la literatura, no puede ser
ser una de las direcciones tomadas por Wellek. abordado exclusivamente ni desde un punto de vista de
El sentido común indica que la insistencia de Wellek orientación puramente literaria ni estética ni, lo que es lo
sobre el «significado» -énfasis que recuerda a los idealistas rnismo, desde un ángulo estrictamente interpersonal del es-
alemanes más que la información reunida de los lingüistas tructuralismo descriptivo. Ambas actitudes continúan siendo
americanos- debería interpretarse, sin embarga, como una perfectamente legítimas dentro de los límites de sus propios
barrera irremontable entre la ciencia lingüística y la nueva objetivos, pero como hemos visto, el interés exclusivo de la
ciencia literaria. La Teoría literaria, a través de su espíritu una o de la otra deja cuestiones demasiado evidentes sin
objetivo y su generoso reconocimiento del valor de la contestar. Ningún lenguaje cultural se puede describir hasta
lingüística, camina más de la mitad de la distancia para que el lingüista aprenda a estudiar de forma lingüís-
encontrar la posición del lingüista. (Y, felizmente, algunos ticamente relevante su literatura, ni siquiera se podrá ana-
lingüistas americanos de hoy se muestran menos recalci- lizar adecuadamente una obra de arte verbal hasta que la
trantes con la literatura que en el pasado.) Pero la dirección estructura de los signos se estudie pertinentemente. Un po-
estética de Wellek y Warren, cuando se compara con el in- sible punto de partida sería dividir, para fines solamente de
terpersonalismo descriptivista de la teoría lingüística con- análisis, el «lenguaje» literario en dos funciones: una función
'1 Ver Fred W. Householder y Sol Saporta, eds., Probl em s i n
temporánea, crea evidentemente una sima innegable entre Le .ricography, Centro de Investigación Antropológico, Folklórico y
Lingüístico de la Universidad de Indiana, Publicación 21 (M A L,
la lingüística y la crítica literaria. Por un lado, la Teoríu 1962, especialmente las colaboraciones de Malkiel, Weinreich,
literaria ha intentado reconciliar los estudios literarios y Conklin y (aeason).
lingüísticos, y por otro, parece cristalizar sus diferencias. Sin
80 163

80
al estudioso abordar el texto en términos de recursos espe- trará en los fines estéticos de cada mecanismo lingüístico,
cíficamente estéticos (como ha sido resumido por Wellek y la forma cómo sirve a la totalidad, y se guardará del ato-
Warren) y otra, una función lingüística general (semiótica) mismo y del aislamiento en que han caído muchos análisis
que permita incorporar el texto con toda su compleyidad lingüísticos» 12. Sin embargo, venimos sugiriendo completar
dentro de un corpus de material, técnicas y métodos que lo que la lingüística y los estudios literarios nos dicen acerca
conduzcan á un profundo conocimiento de los mecanismos del lenguaje, así como lo que una puede hacer por la otra,
del signo. Un recurso dado como la metáfora o el símbolo, respetando su propia integridad disciplinar. Estamos
los analizaría general y específicamente («estilísticamente») especulando sobre la posibilidad- de un nuevo trivium
dentro de los límites del significado y valor estético, así moderno. Permítasenos añadir que de ninguna manera la
como dentro de los límites del lenguaje y el signo. Los temas corriente atractiva de la erudición literaria americana del
.y las técnicas implicarían un dualismo en la forma de momento muestra aparentemente buena voluntad para
abordar la «literaturidad» así como la lingüística propia del escuchar tales sugerencias. Muchos de los méritos de esta
texto o textos. A la larga, tal dualismo ayudaría a nueva receptividad de las ideas emanadas de los colegas de
proporcionar los referentes necesarios para el análisis de los lingüística y f'ilosofía se deben a la estructura misma de la
dos aspectos. Esto no proscribiría, por supuesto, el tipo de Universidad en los Estados Unidos. La conciencia lingüística
análisis lingüístico que, actualmente, usa materiales pro- de los seguidores del New Criticism desempeñó también un
porcionados por las obras literarias, mientras que ignora papel importante, pero el significado, a este respecto, de la
deliberadamente las cuestiones de valor literario (por ejem- summa teórica, pionera de Wellek y Warren, difícilmente se
plo, la fonética histórica y la morfología histórica). >rsta es puede infravalorar. Sería una lástima no encontrar nuevas
la causa de que la experimentación inicial con material le- soluciones a los muchos problemas que surgen con tal
xicológico pudiera ser más adecuado, puesto que el léxico evidencia.
4.3. Las técnicas lingüísticas y el estudio
es claramente menos que atribuible a la tradición interper- de la literatura
sonal. En este sentido, las corrientes modernas, polarizadas
en Condilíac y Coleridge, se sintetizarían, en la medida en Pocos estudiosos se han ocupado principalmente de la
que tal síntesis fuera posible -por lo menos en los campos relación entre los estudios lingüísticos y literarios en los
importantes y afines donde la síntesis parece factible y de- Estados Unidos. Durante los últimos veinte años, los lin
seable. Como hemos observado oportunamente, no
pudieron ser propiamente «homogeneizados». Una teoría f üistas que se han ocupado de cuestiones literarias -aparte
unificada del lenguaje debe ser más que una piadosa a crítica textual o filología, cuyas obras han mantenido un
esperanza, pero si el progreso se hace con tales objetivos, ritmo continuado durante este período- han tendido a es-
debería intentarse en campos favorables. pecializarse en áreas algo periféricas en relación con las ac-
Pero nuestra posición como estudiosos del lenguaje y de tividades representadas por el compacto grupo nuclear de
la literatura debería presentarse desde el punto de partida. la «lingüística americana». Sin embargo, durante los años
Tal teoría moderna del lenguaje, aunque prueba a la larga 60, la crisis que sufrió la investigación lingüística en
ser más fundamentalmente iluminadora de las funciones de América -su metodología, sus hipótesis filosóficas, sus
los signos literarios que de los estudios «estilísticos», como objetivos y sus técnicas- han favorecido la creciente
se han practicado hasta la fecha, debe constituir un fin por especulación de los dominios considerados antes como
sí misma. El lenguaje de la literatura, como lo definieron fuera del interés o de la pertinencia de la lingüística.
Wellek y Warren, sigue siendo distinto del lenguaje de la Tomada en su conjunto, la lingüística americana ha
lingüística, aunque, en relación y en resumen, está como de- retrocedido
'z Ver Renédesde
Wellek,la «Closing
posición extremafrom
Statement y monolítica que
the Viewpoint of
bería estar. En manifestaciones recientes, Wellek ha reite- l.iterary Criticism», en Styte in Zanguage, Nueva York, ed. T. A. Se-
bcok, 1960, págs. 417 y ss.; ed. española, Estilo del lenguaje, cap. V,
rado esta posición con acentos tan enérgicos como los de Madrid, Cátedra, 1974.
Bloomfield, al defender la autonomía de la lingüística treinta
81 165
81
cipulos, hasta una nueva «finalidad» que recuerda a ciente comparar a Bloomfield con Sapir o Saussure para
Edward Sapir. observar la diferencia. A1 estar menos interesado por las
Este no es lugar para describir la excitante efervescen- realidades sintagmáticas inmediatas, el estructuralismo lin-
cia de la investigación lingüística contemporánea en Améri- güístico europeo ha experimentado más inteligente y
ca. Pero antes de revisar la obra realizada por algunos lin- adecuadamente con estos rasgos; analizándolos vertical o
güistas americanos en torno a los problemas literarios -tra- paradigmáticamente, mientras que el «mentalismo»
bajo mejor descrito como actividad antes que como pro- indicado los aplicó indistintamente. En consecuencia, los
ducto de un acercamiento o «escuelas»- debemos hacer investigadores americanos familiarizados, con las obras de
alguna mención de las publicaciones lingüísticas predomi- sus colegas europeos -especialmente eslavistas, romanistas
nantes en las dos décadas pasadas y su trascendencia para y germanistas- estaban más inclinados a estudiar los
nuestro tema. problemas literarios, que, para ellos, eran formas
Hemos descrito ya la importancia de la interpersonalidad auténticamente «lingüísticas», que los que no siguieron esta
(la «lengua»» del «hablante nativo medio») en la lingüística tendencia.
estructural americana, así como cierto énfasis formal y En la década y media pasada, ciertas aproximaciones a la
sutilezas disciplinares, por ejemplo, 1a naturaleza muy gramática y sintaxis específicamente americanas, que
limitada de la «lengua» en la lingüística taxonómica siguieron a Bloomfield, aunque reaccionaron contra algunos
bloomfieldiana. Si la crítica y erudición literarias han in- puntos y se interesaron por estructuras lingüísticas de mayor
tentado distinguir los componentes propiamente literarios o extensión, se han centrado en unidades que están
poéticos de la composición verbal y, por extensión, del compuestas por varias oraciones. Pensamos en el «análisis
análisis crítico, la lingüística taxonómica no ha sido menos del discurso» de Zellig Harris, con sus énfasis sobre las
cuidadosa en arrancar de raíz los rasgos «no lingüísticos» o estructuras formales, asemánticas, unificadoras (Language,
«extralingüísticos», presentes en la expresión y en la comu- 1952) y, más recientemente, en la adaptación específica de
nicación, pues estos lingüistas eluden tratar generalmente estos principios por R. Levin en su estimulante Linguistic
de «respuestas psicológicas», a no ser que se puedan rela- Structatres in Poetry, La Haya, 1972 (ed. esp., Madrid, Cáte-
cionar behaviorísticamente con «estímulos lingüísticos con- dra, 1974). La investigación más reciente sobre el significado
cretos». Sin embargo, el tipo de gramática clasificatoria que y estructura distribucionales (ver Zellig Harris, Word, 1954)
la lingüística taxonómica luchaba por construir, califica mu- intentó ir más lejos que la «oración» de Bloomfield y ha
chas de las expresiones sobre las que la literatura descansa, contribuido, a su vez, a la gramática transformacional de
en cuanto tal, como «extragramaticales». Además, la visión Chomsky y, asimismo, a teorías, en muchos aspectos, opues-
gramatical de Bloomfield las utiliza solamente en el «nivel tas a la lingüística taxonómica.
oracional» (Language, págs. 170 y ss.). Los segmentos Las polémicas que suscita la publicación de las teorías de
mayores de la oración que el estudio literario debe Chomsky sobre gramática generativa (Syntactic Structures,
investigar por fuerza, están organizados por otros medios La Haya, 1957 [ed. esp., Siglo XXI]; Aspects of Theory
diferentes que los reconocidos como «gramaticales» -y, por o f Syntax, Cambridge, Mass., 1965 [trad. esp. de C. P.
tanto, lingüísticos- en la teoría de Bloomfield. Finalmente, a Otero, Madrid, Aguilar, 1969]) y la obra sobre teoría
diferencia del estructuralismo de Praga o Ginebra, que, semántica de Jerrold J. Katz y Jerry Fodor * sirvieron, no
como vimos, aplicó sus técnicas al análisis literario, la solamente para señalar el valor intrínseco de las teorías
práctica bloomfieldiana ha estado tradicionalmente menos presentadas, sino también para manifestar el descontento
interesada por los paradigmas desplegados verticalmente latente que muchos estudiosos sentían con respecto a las
que por los sistemas horizontales. La «estructura» europea limitaciones voluntarias de Bloomfield y sus discípulos. En
está concebida más globalmente que su correspondiente los últimos años de la década de los 50, cuando la gramática
americana y se la presenta en términos de una corriente generativa se, llegó a conocer, numerosos lingüistas
* Edición española, ed. Martínez Roca, 1971.
psicológica mucho menos desarrollada. Este debate
«mentalistamecanicista» es un fenómeno americano tardío y 167
82
82
cuela de Praga y, por consiguiente, estaban preparados Linguistics -the United States in the Fifties», Trends in
para aceptar una teoría del lenguaje más ampliamente European and American Linguistics, 1930-1960, pág. 162).
fundamentada que la aproximación americana, puramente La «Literature as sentences» de Ohmann caracteriza la
taxonómica. Esto no quiere decir que la investigación oración como «la unidad primaria de comprensión» (Essays,
lingüística en América haya renunciado a sus primeros página 231). La «estructura superficial» de la oración impli-
objetivos y haya seguido a los transformacionalistas del ca una estructura profunda; sin embargo, ésta explica la
MIT (Massachusetts Institut of Technology). Por el estructura superficial. A1 analizar una frase de «Araby», de
contrario, como hemos sugerido previamente, la situación Joyce, Ohmann demuestra cómo el lector debe captar «las
ha llegado a ser aún más fluida. La experimentación se ha relaciones indicadas en la estructura profunda» y cómo «la
sucedido sin cesar. oración... pone en marcha una variedad de procesos semán-
La nueva gramática generativa ha hecho solamente ticos y modos de comprensión, en un circuito breve y en
algunas tentativas de aplicación al estudio de la literatura. una forma superficial que cambia radicalmente el conteni-
Como adición a Linguistic Structures in Poetry, de S. R. do» (pág. 233). Las desviaciones y desplazamientos tienen
Levin, se pueden citar «Poetry and Grammaticalness» del lugar, pero como Ohmann indica, éstos tienden a señalar
mismo autor (Proceedings of the Ninth International «plenamente la estructura de la obra». En esencia, Ohmann
Congress of Linguists, editado por Seymour Chatman y S. R. describe, de una manera simbólica, el acto de la lectura, es
Levin, Boston, 1967), también «Generative Grammars and decir, lo que persiste en la mente del lector mientras desci-
the Concept of Literary Style», Word, diciembre, 1964. fra el discurso anterior al suyo y, en consecuencia, hace
«Literature as Sentences» (College English, enero, 1966, posible la reconciliación de la forma y el. contenido como
editado en Essays on the Language o f Literature) de «distinción entre las estructuras superficiales y las estruc-
Richard Ohmann y «Linguistics and the Study of Poetic turas profundas de la oración» (pág. 238). La obra literaria,
Language» de Sol Saporta (discutida más adelante). A1 como tal, es plenamente respetada, pero dada la
elaborar las reglas generativas de la producción lingüística orientación de la gramática generativa según 0hmann, el
que gobiernan la relación entre la estructura «profunda» y análisis de sus operaciones contribuye no solamente a
«superficial» -y la «transformáción» de la primera en las nuestra comprensión del estilo, de la retórica y la estructura
convenciones de la segunda-, la teoría transformacional literaria, sino también -como es de suponer- a nuestra
establece en realidad una dicotomía entré norma sintáctica comprensión de las operaciones lingüísticas. La metodología
y desvío. Esta dicotomía, cuando se aplica coherentemente, en cuestión permite y anima realmente el uso de amplias
puede ofrecer caracterizaciones objetivas de la «lengua variedades del discurso. Todo lenguaje es una molienda
poética», como «uso distinto» del «normal» e, idealmente, para su molino.
una estructura métodológica para la reconciliación, dentro En contraste, . una noción bastante más bloomfieldiana
de una teoría del lenguaje única y omnicomprensiva de de equivalencia gramatical se alza tras la reciente «Poetic
dicha polaridad. Puesto que opera principalmente con la Syntax» de Mac Hammond, ensayo presentado en la Con-
producción de oraciones y adscribe a éstas una realidad ferencia Internacional de Work-in-Progress Devoted to Pro-
sicológica a fin de relacionar su estructura gramatical con blems of Poetics (Varsovia, 1960, págs. 18-27) e impreso en
conjuntos semánticos («estructuras de contenido» que Poetics/Poetyka (La Haya, 1961). Hammond utiliza la equi-
corresponden, presumiblemente, a las «categorías valencia gramatical corno un mecanismo formal para identi-
mentales» universales), la gramática generativa intenta ficar la poesía; presenta una oposición más que un conjunto
ofrecer los medios de hallar salida a ciertas insuficiencias de de procedimientos o transformaciones. Por eso, afirma: «La
la concepción taxonómica de la oración. (Recordamos los sintaxis es poética cuando los constituyentes gramatical-
sermones de Abelardo y la concepción cartesiana de las mente equivalentes del habla en conexión están
formas del lenguaje y su proceso mental.) Como Eric P. yuxtapuestos por coordinación o parataxis, acumulados de
Hamp indicó experimentalmente: «En esta forma de análisis, forma distintiva» (pág. 482). Prosigue hasta limitar el
83 169
83
ticas} que sus propiedades lingüísticas sugieren». Aunque clarifica experimentalmente las razones de la información
sus técnicas son radicalmente diferentes, las conclusiones en términos matemáticos en relación con las expectativas
de Hammond ofrecen una muestra del tipo de descripción (y actitudes críticas). Sugiere la posibilidad de aislar, «por
dinámica, centrada en la identificación del lenguaje medio de formulaciones precisas», ciertos fenómenos del
poético, que se pudo esperar eventualmente de los lenguaje y expresión poéticos (pág. 569).
seguidores de la gramática generativa. Esta comprensión
del significado gramatical, aunque diferente del de los
transformacionalistas, le permite formular la relación entre
«forma y contenido», de una manera tan problemática
como la de Ohmann. Todo lo que falta es la noción
transformacional de «grados» y el sentido de proceso.
Charles C. Fries ha sugerido en la obra ya mencionada,
Trends, que «el hincapié que Bloomfield hace sobre la
naturaleza de las frases descriptivas y científicas...
convirtió la lingüística americana en una manera de
exponer más que en un conjunto de exposiciones» (The
Blaomfield School, página 211). Este modo característico
de exposición, paténte en Bloomfield, Harris, Chomsky, así
como en Ohmann y Hammond, implica a la vez un
problema terminológico y, por supuesto, el establecimiento
de un objeto material claro. Este ha sido, en cierto modo,
ideado para ajustar el tipo de expresiones metalingüísticas
que los lingüistas americanos, cualquiera que sea su credo
ideológico, desean hacer. Por eso, a1 comparar el nuevo
interés americano «por las relaciones entre la lingüística
formal y los estudios literarios», Hamp (op. cit., pág. 173 y
ss.) ha declarado que «el interés del momento, diferente
del que tuvo hace algunas décadas el grupo de Praga, ha
tendido a centrarse sobre un análisis de los indicadores
lingüísticos del estilo y sobre el problema de fundamentar
los estudios literarios, con datos textuales, expresados
dentro de los límites de análisis fónicos lingüísticos». Todo
gira, por supuesto, sobre lo que quiere dar a entender por
«análisis fónicos lingüísticos», pero hasta ahora no se ha
realizado ninguna teoría lingüística en América que se
ocupe sistemáticamente del lenguaje literario. La
«poeticalidad» sigue siendo un concepto análogo al de
gramaticalidad. Un ejemplo extremo puede hallarse sin
sorpresa en la información teórica de Robert Abernathy
«Mathematical Linguistics and Poetics» (Poetics/Poetyka,
páginas 563 y ss.). Al declarar que la lingüística sostiene la
misma relación con la poética que la química orgánica con
la zoología -la primera estudia la materia prima de la vida;
84

84
Ca,PtruLO V

EL CONGRESO DE BLOOMINGTON: EL ESTILO DEL


LENGUAJE

La carencia de una verdadera teoría que englobe todos


los problemas del lenguaje o lingüística, en la que los es-
tudios literarios y lingüísticos tengan bien definidas las fun-
ciones, no ha disminuido, sin embargo, la experimentación.
Por el contrario, lo que hemos llamado la crisis de la in-
vestigación lingüística ha estimulado esta experimentación,
obteniendo a menudo resultados interesantes. Debemos te-
ner presente un hecho: la relación de la lingüística con el
estudio de la literatura es primariamente un problema de
actividad, no de esfuerzo sistemático. La colaboración in-
terdisciplinar ha aumentado y ha ocupado a literatos y lin-
güistas, pero ha venido siendo esencialmente circunstancial
y fragmentaria. El presente estudio ha intentado demostrar
por qué ha sido así. Antes de proseguir ofreciendo alterna-
tivas sería mejor examinar, con algún detalle, ejemplos con-
cretos de tal actividad interdisciplinar. Con el propósito de
discutirlo, nos centraremos, aunque no exclusivamente, so-
bre El estilo del lenguaje (Style in language, Nueva York,
1960, libro-compendio de estudios que presentaron críticos,
lingüistas, antropólogos, psicólogos y filósofos durante un
simposio organizado por el Social Science Research Council,
en la Universidad de Indiana, en la primavera de 1958'.
A1 ocuparnos del comentario arriba mencionado de
Hamp y como su título da a entender, El estilo del lenguaje
intenta aclarar el problema que muchos lingüistas y críticos
literarios han entendido que constituía el área más fértil de
colaboración, es decir, el estilo. Wellek y Warren ya han
1
Esta la
definido discusión describirá
lingüística las partes
al servicio de mi
de los artículoliterarios
estudios publicado en
Romance Philology, XV (1962); he hallado útiles los estudios de Michael
Riffaterre en Word, XVII (1961), y Yakov Malkiel en Ir2ternational
Journal of American Linguistics, XXVIII (1962).

85

85
como «estilística»; Bally ha hablado antes que ellos de «aná- Es más interesante para nosotros desde este punto de
lisis estilístico» (opuesto a estilística) como una disciplina vista el hecho de que entre los mismos lingüistas el término
literaria. En su An Introduction to Línguistic Structures: From estilo experimente numerosas y muy diferentes
Sound to Sentence in English, Nueva York, 1958, A. A. Hill se aplicaciones. La posición de los lingüistas puede parecer
separa de los argumentos de Bloomfield, y define el estilo y monolítica solamente cuando se compara con alguna de las
su estudio como lo que implican «todas aquellas relaciones otras disciplinas representadas. Incluso después, un
entre las entidades lingüísticas más amplias que las que lingüista como Jakobson continúa mucho más íntimamente
entran dentro de los límites de la oración» (pág. 406). Sin ligado a ciertos métodos importantes de t;ríticos de la
embargo, el estilo es un término de imprecisión mayor. Una literatura como Richards o Wellek que a los de algunos
simple mirada al Estilo del lenguaje ofrece una evidencia lingüistas consagrados. Nos limitaremos a hacer el
amplia y suficiente de esta imprecisión, puesto que lleva al inventario de estos matices antes de resumir el punto de
lector desde el empírico «Oral Styles of American Folk vista lingüístico general. Estas diferencias y semejanzas no
Narrators» y el estudio de orientación estadística de D. H. siempre son cuestiones de mero énfasis o incluso método. A
Hymes «Phonological Aspects of Style: Some Englisl3 son- veces corresponden a orientaciones completamente
nets» hasta los manifiestos teóricos, concernientes a la re- diferentes.
lación entre la lingüística y el material literario de varios 5.1. Las dicotomías de Voegelin y Sol Saporta
niveles de complejidad (Saporta, R.ichards, Jakobson). Para
Una corriente importante representada en Estilo del
algunos colaboradores, el estilo consiste esencialmente en
lenguaje es la que divide sistemáticamente el lenguaje en
un desvío de la norma, aunque Hymes, por ejemplo, cita al dos subtipos principales (como los famosos lógicos, y
antropólogo A. L. Kroeber en el sentido de qué «el estilo no afectivos de Bally) y que coloca la literatura, no siempre,
puede ser desvío de la norma sino realización de la misma» aunque frecuentemente, bajo uno de estos dos títulos. Esta
(página 109). Las concepciones expresadas por algunos psi- posición es, en cierto sentido, modernamente clásica, al
cólogos (Osgood) y lingüistas (Saporta) dan lugar a una confirmar la distinción previamente indicada entre el len-
crítica mordaz por parte de los críticos literarios (Wellek y guaje de la literatura y el de la lingüística. Para la mayor
Hollander). Gran parte de esta diversidad se debe a la va- parte de los estudiosos que trabajan con tal dicotomía, el
riedad de las disciplinas académicas representadas y a la estilo es exclusivamente una función de la literatura. Esta
aparente polaridad entre lingüistas «interpersonales» y crí- corriente es quizá más pujante en «Casual and Noncasual
ticos literarios «individualistas». Algunos críticos parecen Utterances within Unified Structure» ( págs. 65-83) * de C.
dar importancia a lo que la disciplina de otros colegas pudo F. Voegelin. Éste distingue dentro de la lengua las expre-
aportar a la suya propia y otros parecen señalar los métodos siones de tipo casual y no casual; la gramática normativa ha
sido escrita tradicionalmente sobre la base de expresiones
con que su disciplina pudo ayudar a las otras. Existe una
no casuales, mientras que la gramática descriptiva de la
gran tendencia al partidismo disciplinar y, curiosamente, los lingüística moderna tiende a basarse exclusivamente en
lingüistas parecen advertir que el estilo compendia lo que es expresiones casuales. El habla no casual más pura sería el
literario en la expresión lingüística, mientras que los ana- lenguaje especializado de las matemáticas, aunque la litera-
listas literarios definen el estilo metodológicamente como lo tura de amplio contenido sea un depósito de tales expre-
que es específicamente lingüístico de la literatura. Para siones. El habla casual es más o menos lo que Wellek ha
aumentar la confusión diremos que muchas e importantes mostrado en Teoría literaria como «cotidiano», mientras que
corrientes del análisis estilístico moderno están inexplica- las expresiones no casuales corresponderían a la
blemente ausentes de los trabajos de esta Conferencia (en
concreto, la Stil f orschung, que ha estado bien representada drid, (gredos), y el estudio (en colaboración con Yves LeHir) Essai de
bibliographie critique de stylistique frangaise et romane, París,
en losVerEstados
11 critical
UnidosApor
en este sentido, Leobibliography of the New
Spitzer, Helmut Stylis-y
Hatzfeld 1962. * Las páginas de El estilo del lenguaje seguidas por él hacen
tics. , 1900-1952, de Helmut Hatzfeld, Chapel Hill, 1953 (ed, esp., Ma referencia a la edición española de la obra. [rI, del T.]

86 175

86
lengua «científica» y «literaria». (Voegelin insiste, sin em- del lenguaje, las gramáticas continuarán resquebrajándose,
bargo, en que literatura no es siempre equivalente a no es decir, seguirán incompletas o, de cualquier forma, im-
casual.) A diferencia de algunos de sus predecesores, no perfectas; éste parece ser el punto principal de Voegelin.
hace esfuerzo alguno por determinar la relación entre los Manifiesta el malestar que sienten muchos lingüistas de
dos tipos de habla: tampoco está interesado en mantener la nuestro tiempo.
distinción más allá de cierto nivel. Sin embargo, parece Hemos sugerido en la primera parte de esta obra la
alabar a los lingüistas «que... muestran ahora una tendencia estructuralista que domina el interpersonalismo
incipiente inclinación por investigar la poesía a la vez que lingüístico (yuxtapuesto contra el posible énfasis del indi-
otras expresiones de una lengua dada» (pág. 65 e). vidualismo de muchos comentarios lingüísticos) que dio
Asimismo, muestra un interés específico por las lugar a la mentalidad que gobierna la distinción binaria
posibilidades de una nueva teoría de la estructura utilizada y redefinida por Voegelin en su ensayo tan inte-
lingüística o por «las nuevas hipótesis concernientes a la resante y sintomático. Voegelin intenta reunir una ciencia
interdependencia de las diversas estructuras dentro de una lingüística que en el pasado reciente se fragmentó en dos
lengua». Su dualismo -una visión de la realidad tendencias analíticas opuestas, y al ir su iniciativa en contra
esencialmente binaria- está, pues, colocado al servicio de del lado «lingüístico» de la polaridad, su técnica consiste
una visión analítica del lenguaje, a pesar de ser monolítica. esencialmente en aglutinar, juntándolas de nuevo, las dos
El ángulo de estudio, sin embargo, es típicamente piezas. Y al hacerlo así, opera con las mismas hipótesis que
«lingüístico» en lo que su método implica de clasifícación y gobernaban la división original; lo más que puede hacer es
registro del uso que «se desvía» de los modelos casuales; y soldar las dos mitades, ya que cada una conserva sustan-
el casual parece guardar estrecha relación con el cialmente la misma identidad que tenía cuando se efectuó la
«interpersonal». Voegelin reconoce que la estructura «ex- ruptura (la división original). Considerando, pues, en tér-
traída del discurso común de la lengua» puede ser perfec- ininos de Voegelin, que una gramática que no se «resque-
tamente una ficción, aunque declara tal concepción «meto- hraja» es equivalente a la unidad perdida y restaurada, de-
dológicamente útil», dado el caso de que «ninguna defini- hemos preguntarnos qué éxito puede tener este procedi-
ción lingüística sirve adecuadamente para distinguir las miento.
expresiones casuales de las no casuales en las lenguas» La objeción principal puede ponerse contra el mantenimiento
(página 70 e). Estas distinciones resultan a la larga valiosas de la polaridad casual/no casual. Esta distinción parece válida,
y están confirmadas por «el reconocimiento cultural», es en el mejor de los casos, como un recurso analítico destinado a
decir, por reacciones parcialmente extralingüísticas contra ser utilizado con propósitos de restricción, ya en un sentido, ya
el papel que desempeña «la persona en la cultura» (pág. 70 en otro. También podía ser útil como medio de presentar el
e y ss.), tal como Voegelin subrayó al estudiar los usos problema dentro del contexto de la investigación lingüística de
predominantes entre los indios Hopi. orientación taxonómica. Sin embargo, es difícil ver cómo las
El sistema de Voegelin no está destinado específicamen expresiones no casuales se pueden estructurar dentro de los
te a permitir el análisis de los rasgos estilísticos literariw, o límites de sus propios recursos, o, si al hacerlo así, por qué se
expresivos; se ofrece más como un paliativo de las gra- basan en la oposición. En el nivel teórico surgen varias
máticas que, citando unas palabras de Sapir, «se resque contradicciones: casual y no casual son, en esencia, términos
brajen»: su función es reparadora. Una descripción com significativos, desafortunadamente, para describir menos las
pleta debe cubrir el laberinto entero de categorías que fil normas reales que sus funciones; éstas tienen poco o nada que
tran muchos niveles de uso. El «tipo de gramática masiva hacer con este tipo de norma. Las palabras y las construcciones
mente resistente», objetivo e ideal de la investigación lin rarasiÍ veces
nuevosealpueden hacerde
diccionario corresponder en todas
«irregularidades» delas f
Bloomfield
güística bloomfieldiana (pág. 81 e), puede aislar el núcleo desde el instante en que las irregularidades fueran dé dos
del lenguaje, pero no puede representar el todo; perfila un tipos. Además, en ninguna parte hemos aprendido el inter
callejón sin salida que la lexicología ha alcanzado con uii
176
12
87
funcionamiento del casual y no casual: éste es el tema real de la literatura. Este punto de vista continúa siendo ente-
(un problema de importancia capital para el análisis lite- ramente legítimo, aunque transforma en parte los temas
rario, por ejemplo). Las observaciones de Voegelin sobre la que inspiraron la dicotomía de Voegelin. Quizá el no casual
divergencia entre las normas casual/no casual de la estruc- pudiera resultar útil en el sentido en que Voegelin ha uti-
tura oracional turca, lo mismo que otros ejemplos, vienen a lizado este concepto, es decir, como una categoría
ajustar su esquema, pero ¿qué dice acerca de muchos re- abstracta que agrupa los usos lingüísticos aptos para la
franes españoles que presentan restos de habla arcaica o clasificación estructural o genérica, pero tomando como
en desuso, cuando se usan fuera de contexto? Sin embargo, punto de partida las condiciones normalmente operativas
como refranes gozan de una incidencia de probabilidades en el discurso casual, acentuándolos unas veces y
relativamente alta en numerosos y divergentes contextos. minusvalorándolos otras, siempre consistentemente (cfr. el
La oposición casual/no casual es un punto crítico para estudio de Hammond, antes citado). En la lengua literaria,
poner de relieve negativamente la inadecuación de la los usos no casuales contienen principalmente algunas
«gramática del uso basada en expresiones casuales», convenciones y procesos que parecen gozar de una cuasi-
aunque inspira graves dudas como la de si el tipo de existencia propia y que pueden ser aislados
dualismo sobre el cual se funda, es capaz de cubrir los provechosamente para el estudio. Son: la rima, esquemas
amplios usos de las «estructuras unificadas» y su métricos, imágenes recursivas (por ejemplo, la «rosa» en la
descripción. lírica renacentista, y otras semejanzas). Así interpretado, el
Voegelin no identifica la literatura con el discurso no no casual puede ser un eslabón en el largo camino que
casual; tampoco describe la literatura en cuanto tal, aunque conduce a la integración eventual de la lengua literaria
cierto número de sus ejemplos parecen estar tomados de dentro de la teoría general del signo verbal antes discutida,
expresiones que otros colegas podían considerar como y puede identificarse con lo que hemos llamado estudio de
literarias. Si estuviéramos dispuestos a adoptar sus esque- las funciones lingüísticas generales, funciones específicas
mas e intentar aplicarlos (de ambas formas) a la lengua del discurso literario. Como una categoría abstracta, apta
usada en literatura y a la lengua literaria, hallaríamos que especialmente para la descripción dé las condiciones está-
en virtud de su alto grado de intencionalidad la lengua de la ticas, el no casual continúa siendo incapaz de generar
literatura no se agruparía tan frecuentemente alrededor del expresiones definitivas concernientes a todos los aspectos
polo no casual, al menos considerado como una especie de de estas funciones lingüísticas. Tampoco puede resultar útil
lenguaje. (Jakobson rechaza por completo tal clasificación, y con respecto a la calidad literaria, porque ésta es objeto de
advierte sabiamente que toda lengua, aparentemente ca- un juicio de valor. En cuanto abstracción, participa de las
sual o no, está llena de «intencionalidad» [Estilo del Len- limitaciones de las formulaciones abstractas, pero puede
guaje, pág. 127 e], aunque estemos asociando ayudar mucho al acopio de información valiosa, relativa a
simplemente el propósito con una forma especial de intenta las operaciones literarias de importancia intermedia, si no
estético tal como lo definió la moderna crítica literaria.) La fundamental. Además, ofrece posibilidades de investigación
literatura, sin embargo, usa también el discurso casual, más análogas a las de ciertos críticos que a las del puro
defendiendo celosamente, a veces, su naturaleza casual en «criticism» que representa la Teoría literaria.
el más no casual de los contextos. En su aportación a Estilo A lo sumo, pues, debemos concluir que el dualismo ex-
del Lenguaje, Michael Riffaterre sugiere que el uso literario clusivista del tipo casual-no-casual de Voegelin puede ser de
de los discursos casual y no casual debería ser considerado utilidad limitada en la aplicación de las técnicas lingüís
en «la representación del uso "espontáneo", y en la del uso ticas a la literatura. Aplicado en su totalidad, como lo hizo A.
"reflexivo"» (página 332). La concepción de Riffaterre A. 3Hill en su ambicioso «Program for the Definition of
añade otra dimensión al panorama, puesto que la Studies in3,English,
Literature» puede XXXVIII,
resultardeperjudicial.
la Universidad Hill
de Texas (1958),
intenta
nas páginas9546-52, Publicados en Style in language como extracto,esta-
«representación» implica que la lengua literaria es, por pági.94-
definición, algo distinto del lenguaje no literario, sometido a
condiciones diferentes de las que regulan generalmente el
88 179

88
siderado lo suficientemente importantes como para preser- del lenguaje de los lingüistas, se han de describir dentro de los
límites de una escala jerárquica de «gramaticalidad» o
varlas para la posteridad». En este corpus el estudioso debe «agramaticalidad». En resumen, las hipótesis básicas de
extraer «las características formales que se pueden usar Saporta se fundan en una polaridad semejante a la de Voe-
como diagnóstico para su definición». Sin embargo, el pro- gelin, a pesar de que intente construir criterios capaces de
ceso exige eliminar del corpus «aquellas expresiones que no describir la trama de relaciones que enlazan los dos polos de
difieren de las casuales». Según esta aproximación, las su sistema; éste es, al menos, potencialmente-dinámico.
características verbales de un alto nivel de permanencia se- Fundamentalmente, es abstracto y exclusivista (no permite
rían equivalentes a literatura (o por lo menos proporciona- ningún juicio de valor, a menos que camine hacia una no-
rían las bases para uná definición de la misma). Ningún ciencia). La intuición parece muy prometedora. Sin embargo,
nosotros estamos más que sorprendidos de aprender que el
crítico literario admitiría que tal procedimiento haría avan- propósito de todo esto es que el lingüista simplemente
zar nuestro conocimiento de la disciplina, y mucho menos «identifique la poesía»; la poesía está hecha, respecto al dis-
acertamos a ver cómo podría secundar nuestro conocimiento curso altamente gramatical, para representar una posición
de las estructuras lingüísticas. Hill atribuye demasiada análoga a la de los «préstamos lingüísticos no asimilados o
importancia a los principios estilísticos para que puedan re- errores de lengua» (pág. 46e). La literaturá, pues, como tal, no
sultar útiles; por el contrario, parece negar todavía la exis- reviste interés para Saporta; está intentando simplemente
tencia de las estructuras puramente literarias en el plano acelerar una nota particular del análisis «lingüístico».
estético, curiosamente de acuérdo con ciertas posiciones de El estilo -y la literatura o poesía que, tal como Saporta usa
Croce, quien, al negar la posibilidad de los poemas extensos, los términos, parecen ser un discurso altamente estilizado-
define la Divina Comedia como una serie de poemas hermo- consiste, esencialmente, en desviaciones de las normas. Aquí,
sos, interpolados dentro de la larga extensión de un discurso norma es equivalente a gramaticalidad, esto es, aquellas
pasado de moda, prosaico y didáctico. oraciones generadas sin dificultad. Hay dos tipos principales
Otro sistema binario típico lo proporcionaron algunos de desvío (págs. 57 e y ss.), a saber: 1) la presencia de
lingüistas colaboradores de Estilo del lenguaje. Esta direc- «secuencias agramaticales» en el mensaje (esto es, rasgos «que
ción, que intentaba evidéntemente adaptar la literatura no aparecen en todas las condiciones»), y 2) la presencia de
dentro de un esquema lingüístico general, está resumida en restricciones, como el metro, no exigidas por <=una gramática
«The Application of Linguistics to the Study of Poetic general» extraliteraria. Saporta pone más énfasis en las
Language» (págs. 39-63 e) de Sol Saporta. Saporta describe «expresiones sintácticas» que en las semánticas, porque la
este problema del estilo más armónicamente, con los pro- sintaxis es un problema de distribución, esto es, una función
pósitos indicados del volumen, que la forma de hacerlo Hill y esencialmente mecánica. Las cuestiones de significado poético,
Voegelin. Habla del lenguaje de la poesía como opuesto al que la crítica literaria considera como fundamentales, no
lenguaje de la prosa («lenguaje coloquial o lenguaje casual», representan papel real alguno en el sistema de Saporta. Todo
pág. 42 e). Hace también contrastar el «lenguaje» (lo que está lo que el crítico literario puede esperar cosechar de este
«dentro del propio dominio de la lingüística», es decir, lo que sistema es «que una tipología basada sobre estos desvíos
hemos denominado el «lenguaje» de la lingüística») con el (generará) originará agrupaciones que correspondan (o
«arte» (la música, la pintura), y considera que la poesía modifiquen quizá significativamente) a tales nociones, como
comparte características con ambos dominios. Sin embargo, los sonetos, poemas épicos, etc.» (pág. 59 e). En el nivel
como lingüista autoconsciente, Saporta continúa siendo fiel a práctico vemos, pues, que la polaridad original de Saporta no
la tradición descriptivista, alegando que debe abordar la sólo no se mantiene, sino que permite una oposición
poesía como lenguaje y sabiendo en todo momento que es confirmada. Finalmente, se interesa menos por las funciones
distinta del «lenguaje» en ciertos aspectos («no todo lenguaje afines, que intentó examinar en primer lugar, que por cómo
es poesía», pág. 43 e). Es evidente que Saporta es plenamente llegar a confirmar las diferencias básicas entre los das polos.
consciente de la contradicción. Espera resolverla mediante la Curiosa
noción chomskiana de grados de «gramaticalidad»; la poesía
se describirá como lenguaje, pe ro los rasgos lingüísticos que
la diferencian tan clarament(

89
89
mente, su sistema es aparentemente mucho menos «con- todo de análisis literario corra dos graves riesgos: 1) que
trastivo» en esencia que lo que parece ser la distinción desvíe la atención del texto hacia el propio estado subjetivo
casual/no casual de Voegelin. Sin embargo, aunque admite del lector, y 2} que degenere en impresionismo metodoló-
que «la poesía (pueda ser definida) como una subclase de gico. Riffaterre introduce su punto de vista para minimizar
la lengua» (pág. 44e), mantiene insistentemente el punto los efectos de la intuición gratuita. El lector atento o lin-
de vista tradicional de los lingüistas de «que una güista debe permitir- conscientemente ser dirigido por las
descripción gramatical no necesita acomodarse a los realidades del texto; su tarea exige que describa las carac-
mensajes poéticos». Mientras Voegelin proporciona terísticas formales de cada segmento del discurso que haya
avances en los delicados problemas de lingüística y crítica provocado una reacción (normalmente un juicio de valor) en
literaria, Saporta cierra las líneas hasta las antiguas el lector'. Si, en algún punto concreto, el lingüista descubre
demarcaciones y termina por defender el statu quo. una particularidad estructural, debe concluir que la reacción
del lector estuvo «motivada» por un rasgo estructural
5.2. La estilística de Rif faterre aislado. Si, por otra parte, no descubre ningún rasgo
estructural característico, el lingüista concluye que que la
Otro intento que utiliza la dicotomía norma/desvío, aun- motivación fue provocada por otras causas diferentes que
que no está representado en Estilo del lenguaje, merece las lingüísticas. Los ragos «estructurales» constituyen el
mención aquí, ya que ofrece un punto de partida provechoso objeto del análisis estructural, tal como se aplica en
para una reconciliación más convincente entre la lingüística literatura; podemos identificarlos como muchas «claves»
y el análisis literario dentro de una teoría general y es- que intercaló dentro del texto el autor, quien, en
pecífica del estilo (la estilística). Nos referimos al debate so- consecuencia, «controla» el desciframiento de su texto y,
bre el estilo de Michael Riffaterre, tal como lo expresó en va- de ahí, que solicite la «colaboración» del lector.
rios artículos teóricos y en un importante estudio que publicó El contexto estilístico, desde el punto de vista de Riffa-
en forma de libro'. El estilo, según Riffaterre, es una función terre, varía según los textos. Rechaza la dicotomía tradicio-
de un texto dado, o contexto, que se va a someter a nal norma/desvío, porque considera la «lengua» del escri-
examen. También es una función del lector. Riffaterre se tor, tomada más que como un todo abstracto, como una
sirve de un principio clave de la crítica moderna cuando hace desviación de él, como una «lengua general» aún más abs-
depender su sistema de la colaboración recreadora del tracta (es la simple aplicación de la oposición de 5aussure
«autor» y el «lector» (cifrar y descrifar un texto), quienes langue/parole). Cada texto constituye su propia norma esti-
conjuntamente hacen el texto (mensaje). Esto nos recuerda lística: «El contexto estilístico es un modelo lingüístico,
no sólo el dinamismo de los transformalistas, sino también la roto súbitamente por un elemento que no se pudo
doctrina de las lecturas «correctas» o «incorrectas» (aunque predecir, y el contraste resultante de esta interferencia es
posiblemente variantes) de I. A. Richards (Estilo del el estímulo lingüístico» («Critexia for Style Analysis») que
lenguaje, págs. 24-52), puesto que Riffaterre defiende que sugiere el juicio de valor antes mencionado. El giro que
el principio (flexible) de lecturas «correctas» está determina- Riffaterre da al par norma/desvío es muy- significativo, y
do por el texto tal y como opera sobre el lector. Pero, ¿qué creo que indica la dirección general que toma la
son lecturas realizadas «correctamente»? Riffaterre halla investigación reciente -la escuela post-praguense- en el
que la crítica literaria se basa en la pura intuición; intuición análisis literario y lingüístico, a saber, una especie de
que puede fácilmente cambiar de un momento a otro, según «funcionalismo». «Norma» y «desviación» para Riffaterre,
la disposición
4
de ánimo del lector, y que estando sujeta a corresponden a categorías funcionales, no a priori
Aparte de su artículo de Style in language, indicaremos Le Styte
des «Pleiades» de Gobineau; Essai d'application d' une méthode sty- abstractas.
5
La «norma» funciona como tal, solamente
listIque, Ginebra-París, 1957, «Stylistic context», Word. XVI (1960), y Ver de Riffaterre, «Vers la Définition lingu'istique du style», re-
varios artículos más, aparecidos en Romanic Review, Romance Phi- sena de Style in language, en Word, XVII, en especial págs. 320 y ss.
tology y word. Traduzco o parafraseo aquí unas cuantas expresiones del mismo.

182 183

90
se-, ninguno es estilísticamente operativo. Sin embargo, de expresión. A pesar de que la inclinación de Riffaterre por
«norma» y «desviación» funcionan dialécticamente una la literatura -terreno de posiciones notablemente cambian-
respecto de la otra; ambas están determinadas por el tes- no le pudo permitir la generalización última que Baliy
contexto y pertenecen al «significado» del texto. Por intentó conseguir en sus resultados, sigue siendo fiel a la
poner un ejemplo, el uso meridional de un verbo en interpersonalidad. Ésta se manifiesta en su deseo de «obje-
imperfecto de subjuntivo en un texto coloquial francés tivar» en lo posible la descripción de los dominios sobre los
puede constituir una «desviación» dentro de los límites de que descansa el edificio entero de los efectos estilísticos.
la norma coloquial y contextual, pero cuando su efecto Para él, la interpersonalidad sería una función de la colec-
-ironía, humor, ridiculez- se entiende en relación con las tividad de lectores. En cierto sentido, opera en cada caso
tensiones del contexto; deja de ser «desviación». En el con «un mensaje idealmente cifrado» -«interpretación co-
nivel del significado se reincorpora dentro del significado rrecta» en Richards- y debe suponer que, a pesar de las
o sistema de valores que representa el texto. El principio «lecturas variantes», sus descubrimientos apuntan hacia el
norma/desvío no es más que un recurso analítico; en mensaje ideal, o se aproximan íntimamente a él.
modo alguno constituye un punto definitivo de llegada. Si podemos clasificar a Riffaterre -al menos provisio-
Con el riesgo de alguna simplificación excesiva, se pue- nalmente- como el reverso de Bally, la razón deberíamos
de decir que la originalidad de Riffaterre, con respecto a las buscarla en su inequívoca intención de colocar el análisis
otras teorías más ampliamente consideradas, consiste en la lingüístico al servicio de la literatura. Aquí tocamos de paso
manera en cómo reconcilia el análisis lingüístico y literario, el segundo nivel de su procedimiento analítico o, más exac-
al apelar a un sistema puramente subdividido en dos tamente, el proceso sintetizador en que la «desviación», ya
niveles. El primero, el nivel de impresión y descripción ana- descrita, se reintegra dentro de la «norma» en el nivel del
lítica, dependiente del par norma/ desviación e inventado significado. Citando su artículo, la declaración de Wellek de
para describir específicamente las complejidades textuales. que «una obra de literatura es, por su naturaleza, una
Este nivel es el más propiamente lingüístico, porque, aun- totalidad de valores que no se adhieren meramente a la es-
que el proceso está realzado por un juicio crítico de valor, tructura, sino que constituyen su propia naturaleza» (Estilo
se caracteriza por la mayor objetividad posible y se inte- del lenguaje, pág. 419), Riffaterre exige, con considerable
resa por el lenguaje que opera como recurso. Recordamos a justificación, que su método satisfaga estas condiciones: el
Bally, quien describió la estilística literaria como la «ob- efecto estilístico no lo juzga prescindiendo del valor estruc-
servación de las significaciones del estilo», y quien, en su tural de la obra; por el contrario, parte de una valoración
estilística general de la expresividad lingüística, original y la reincorpora dentro de una valoración artística
fundamentó invariablemente su estudio en la comparación general concerniente a la obra. Lo que hemos llamado los
de la «lengua ordinaria» (es decir, discurso ideal, o neutro, dos niveles del estilo y de la significación, él los llama res-
inexpresivo) con el discurso cargado de expresividad. La pectivamente análisis estilístico y crítica metaestilística. La
«lengua ordinaria» de Riffaterre es, por supuesto, su norma «estilística literaria» de Wellek (que opone a la «estilística
contextual, y ambas funcionan de la misma manera. (En general» de Bally), al centrarse en «los usos estéticos de
realidad, no existe gran diferencia entre el punto de partida cada recurso lingüístico» (pág. 418), corresponde en esen-
«afectivo» de Bally y el «efecto estilístico» inicial de cia a lo que Riffaterre realiza, a pesar de que pone algún
Riffaterre; Bally, pionero en su campo, pone más énfasis en reparo a la naturaleza arbitrariamente fragmentaria, seña-
el lado psicológico del problema, en tanto que Riffaterre lo lada por Wellek. La distinción de Wellek es todavía válida
da por supuesto). Sin embargo, el criterio de uso en Bally, en tanto que sirve para distinguir entre objetivos muy di-
como opuesto a la regla abstracta gramatical, señala ya el ferentes, los intentados por Bally y los estilistas literarios.
camino hacia el realismo textual de Riffaterre. Este es un La inclinación literaria de Riffaterre es evidente, en la
sistema complementario del original de Bally, dado que medida en que lo es el carácter lingüístico de su método.
aplica sus doctrinas más fundamentales a la literatura y Lo que sigue siendo difícil de captar es su intención
91 185

91
del análisis lingüístico al servicio de los estudios literarios o entre el estructuralismo lingüístico de Praga y Ginebra y la
moderna crítica literaria, tal como está representada en los
espera que la misma lingüística -la ciencia del lenguajese Estados Unidos por Wellek y Warren y los antecedentes del
beneficie también de su experiencia? Surgen un número de New Criticism.
posibilidades. Primero, la tan traída discusión de la adap- Desafortunadamente, el espacio no nos permite una
tación de la dicotomía norma/desviación de Riffaterre de- más amplia discusión de los escritos teóricos contenidos en
muestra que ha rechazado el concepto de «lenguaje litera- Estilo del lenguaje que versan sobre el problema general
rio», al menos tal como lo han venido usando los lingüistas e del
historiadores literarios, indistintamente. Esto implica: 1) que lenguaje y literatura desdeel punto de vista de dualismos
el estilo es una función del intento estético en el dominio de como los que hemos observado en Voegelin, Hill, Saporta y,
la obra de arte; 2} que el lenguaje como un tono -no una también, en Riffaterre (quien, recordamos, no está repre-
subdivisión del mismo- es responsable del empleo estilístico. sentado en el volumen). De todas formas, hemos subrayado
Además, puesto que el estilo lo define como la configuración la notable vitalidad de los diversos intentos dualistas de
formal de la literatura, accesible al lingüista, se sigue que, análisis lingüístico-literario contemporáneo, así como las
en literatura, se pueden hallar usos a los que se aplica el principales direcciones que estos intentos han tomado. De
lenguaje, que no se hallan en cualquier parte o que no se los cuatro puntos de vista considerados, el de Voegelin v
encuentran en el mismo grado, ya cualitativo, ya Riffaterre -aunque en forma diversa- tienen la suerte de
cuantitativo. Según nuestros conocimientos, Riffaterre no preparar el camino de los avances significativos en el cam-
elabora este punto con detalle alguno significativo. Parece po. Ambos ofrecen esquemas para trabajar en ellos. Se de-
darlo también por supuesto. Pero la resuelta incorporación searía, por ejemplo, que su inclinación exclusivamente sin-
de la literatura dentro del campo de la lingüística general crónica pudiera ser modificada para acomodarla también a
ensancha la esfera de la actividad corrientemente la diacrónica. Lo más importante es que Voegelin y Riffa-
considerada como pertinente a la lingüística, y se constituye terre tienden a hacer crecer el campo de la lingüística como
a sí misma como inmediata beneficiada. No obstante, quizá una disciplina, y, por esto, deberíamos estarles agradecidos.
es todavía más significativo el posible resultado práctico, 5.3. La nueva visión de la métrica
para la lingüística, de un estudio estilístico adecuado. Tal
como lo ha definido Riffaterre, el estilo puede ser con- Otros colaboradores de Estilo del lenguaje sirven de tes-
siderado como un punto focal indicador de la conversión de timonio de actividad de ciertas ramas de la investigación
algún rasgo lingüístico específico -fonético, morfológico, lingüístico-literaria en América. La parte que versa sobre
sintáctico, lexicológico- en un efecto dado, también sig- métrica lo pone particularmente de manifiesto. El portavoz
nificativo. Por esto, mientras muchos análisis lingüísticos lingüístico de las conferencias, Fred W. Householder, declaró
descriptivos tienden inevitablemente hacia la comparti- que un convenio general entre los lingüistas y los críticos
mentación- incluso el análisis de un nivel morfológico im- literarios «en todos los puntos esenciales» (pág. 346) lo
plica una mínima especialización cuando se compara con la mostraron los trabajos de John Lotz («Metric Typology»),
totalidad de las posibilidades lingüísticas- el estudio del Seymour Chatman («Comparing Metrical Styles»), John Hol-
estilo, dirigido y organizado según unos fines estéticos, lander («The Metrical Emblem»), W. K. Wimsatt y Monroe C.
ofrece un microcosmos que despliega un amplio haz de ras- Beardsley («The Concept of Meter: An Exercise in Abs-
gos puramente lingüísticos. Un solo soneto puede y debe traction»). «On Free Rhythms in Modern Poetry», de Ben-
entrañar en la práctica un comentario de gran alcance lin- jamín Hrushovski, se consideró como una excepción.
güístico, basado sobre la complejidad y variedad de los La aportación de Lotz (págs. 135-148) es modélica en
recursos usados. En cierto sentido, el análisis lingüístico varios aspectos: es abiertamente «lingüística» en la forma
puede funcionar idealmente como una especie de laborato- de tratar el problema -Householder la considera «como una
rio de prueba para la práctica y teoría lingüísticas diversi- de las mejores y más claras introducciones a la métrica ge-
ficadas. Sin embargo, se puede probar su utilidad, al sub- neral que se haya visto nunca» (pág. 346)- y se empeña en
92 187

92
levantar una tipología; las clasificaciones tipológicas cons- nológicos, la silabificación, que es universal, es claramente
tituyen una de las principales ocupaciones de la lingüística el más importante; el tono, intensidad y duración son sig-
contemporánea americana. Además, Lotz, un americano con nificativos en algunos sistemas. Sin embargo, la métrica,
una amplia educación europea, personifica los matices pre- recordamos, nunca utiliza «todos los rasgos fonológicos
viamente notados de las dos modernas tendencias estruc- útiles para el verso» (pág. 139); normalmente, hay una co-
turalistas en el campo de la métrica. Los contactos entre la rrelación entre los «rasgos métricamente relevantes» y los
investigación americana y europea se han multiplicado, a «rasgos fonológicamente distintivos», aunque la «distinción
partir de la Segunda Guerra Mundial y, por ahora, han se- subfonológica» entre alófonos silábicos y no-silábicos sea
llado indeleblemente ambos campos. también métricamente relevante. Sintácticamente, frase,
Lotz no se interesa por el estilo, ni siquiera su trabajo palabra y período parecen ser consistentemente
implica una valoración crítica inmediata; es tan resuelta- relevantes. Otros elementos fonológicos y sintácticos
mente descriptivo como las escuelas fonológicas, cuyos mé- (asonancia, rima, verso, etc.) sirven para poner de relieve la
todos utiliza en el contexto de la métrica. El metro lo define estructura métrica, pero no son de importancia primaria,
como «el uso del lenguaje más deliberadamente 'formulado pues también funcionan en prosa: Lotz aplica estos criterios
y experimentalmente variado» (pág. 135); está «numérica- a las estructuras métricas existentes y concluye que
mente regulado» (de ahí su idoneidad para un análisis cuan- «tenemos básicamente dos tipos puros de métrica» (pág.
titativo). Lotz depende en gran parte de la teoría de la es- 140): e1 metro silábico puro (completamente basado en el
cuela de Praga: por tanto, verso y prosa se consideran «número de sílabas dentro de los contextos sintácticos»;
como «polos opuestos», como un par «marcado/no verso mordviniano) y el metro silábica-prosódico, que
marcado» (página 137). Dado que el «verso es una noción desglosa en tres subclases: de duración (el del griego y
puramente formal» referida al «signo lingüístico sin latín clásicos), el dinámico (el contraste silábico que cuenta
referencia a la función»', concluye que la métrica entra una sílaba larga y otra breve, como el del inglés y el del
plenamente dentro de la competencia de la lingüística» alemán) y el tonal (oposiciones distintivas de grado de tono;
-conclusión justificada solamente si se considera la métrica, el del chino clásico). Hay también un número de «tipos
por lo menos temporalmente, como una ciencia descriptiva, intermedios» (francés, griego-bizantino). Lotz pone de
semi-independientes. Lotz hace concretamente esto, ya que relieve lo que parece ser un rasgo universal de la métrica:
su posición exige subrayar aquellos aspectos del lenguaje que «los elementos fonológicos están agrupados dentro de
que son relevantes en el metro; lo hace muy brillantemente, dos clases de base, nunca más» (página 140); demuestra
formulando el «principio de relevancia métrica por analogía que en inglés hay evidentemente más de dos niveles
con el principio de relevancia de los análisis gramatical y importantes, lo mismo que en el chino clásico había «nueve
fonológico» (páginas 137-138). Su tipología entera se funda (o seis) tonos fonológicos», aunque la oposición sigue
en este principio (ignorando deliberadamente la manera en siendo binaria en ambos casos (en inglés, largas o breves;
que «la lengua material usada en el verso pudo diferir del en el chino clásico, tonos iguales o desiguales).
uso "normal" de la lengua»). Divide el estudio lingüístico del Lotz presenta un esquema gráfico-tipológico extremada-
metro en dos partes: «A) el estudio de los constituyentes mente elegante (pág. 142) sobre la base de estas
lingüísticos y B) el estudio de la superestructura métrica». El características esenciales con un considerable gran riesgo.
primero está subdividido, aunque no sorprendentemente, en Siguen unos breves análisis-muestra de cada tipo. En la
ti La «función» fonológico
constituyente está mejor descrita
y aquí como una Entre
sintáctico. «función los
to- parte que versa sobre «el tipo dinámico», hemos hallado
tal», puesto que el mismo Lotz subraya otro tipo de función (página
146): «el número en aumento de dos sílabas breves contiguas que, entre los constituyentes lingüísticos, las clases
simboliza claramente la creciente tensión y el temor del niño en silábicas base son fonológicamente largas o breves. Este
Erlkonig de Goethe». Este es un ejemplo evidente de la función métrica
con relación a las exigencias específicamente semánticas del poema en sistema permite gran libertad a diferentes clases base (pág.
cuestión. 145). Las palabras, los cola y las oraciones sintácticamente
son posibles. En lo que toca a la estructura métrica, raras
188 veces se permiten más de dos bases breves o largas189 en

93
tipos de versos según la distribución posicional de largas o fonológico de «relevancia métrica» proporciona la piedra
breves: isosilábicos e isodinámicos. «Los versos del mismo angular para su sistema completo. Este principio elegante y
poema muestran frecuentemente una diferencia en el número efectivamente genuino parece aplicable también a otros
contextos, por ejemplo, a la delicada materia del simbolismo
de sílabas breves añadidas al final del verso, corrientemente fónico o a la sinestesia. Además, Lotz no se ocupa en este
de cero a uno (catalexis). » Finalmente, una breve descripción artículo de un problema clasificado tradicionalmente como
métrica nos la proporcionan algunos versos de «The Ancient puramente lingüístico. Utiliza medios lingüísticos para
Mariner»; está realizado mediante la elección y enumeración delimitar frecuentemente un conocimiento más claro de los
del número de «breves contiguas» en cada verso y la rasgos relevantes del verso y del lenguaje que muchos
indicación de su presencia o ausencia al comienzo y final de lingüistas (pág. 137, n. 5), dando a entender su mayor interés
línea. Así (pág. 146): profesional por estas cuestiones. La métrica es mucho menos
un rasgo inherente del lenguaje que un uso convencional al
que el lenguaje se somete. Por esta misma razón, el metro en
It is an ancien Mariner 11r zo poesía es más una convención que un rasgo inherente. El éxito
o fracaso de las obras poéticas no depende de la ausencia o la
Aunque incompleto, este resumen de la «Metrical Typo- presencia del metro; consiste plenamente en la manera en que
logy» de Lotz pone de manifiesto el tipo de regularidad que el el metro está usado en el poema de que se trata. En resumen,
la métrica representa para la lingüística general lo que ésta
estudio tipológico puede realizar, una regularidad valo para la crítica y teoría literaria, un lazo evidente y existente
rable por su propio fin, pero también de más amplio interés, entre las dos. Esto, en parte, explica el innegable éxito de Lotz
ya que tiende a resumir la teoría antecedente y esclarecer el desde los puntos de vista de la lingüística y de los estudios
terreno de la futura especulación. Una tipología palpable, que literarios, y puede alentar solamente experimentos similares
da a conocer un esquema objetivo y altamente organizado de (tipológicos u otros) en áreas análogamente ambivalentes '.
investigación en un campo, puede influir decisivamente en la Numerosos lingüistas y literatos americanos contempo-
práctica subsiguiente, incluso en áreas algo tangenciales a las ráneos han encontrado varias técnicas y procedimientos lin-
tratadas por la tipología. Así, por ejemplo, comentando la güísticos, tan indispensables como aptos, para los estudios
contribución de Lotz, Riffaterre llega a indicar que la literarios. A pesar de que han explorado quizá estas técnicas
definición que Lotz hace de la regularidad de los diferentes no tan completa ni sistemáticamente como Lotz (quien se
metros, «implica una tipología de los contrastes posibles con limitó al metro), han ido frecuentemente más allá de los
respecto a cada uno» (cfr. el artículo de Riffaterre), lo que límites recomendados por la Teoría literaria de Wellek. En
sería, por supuesto, significativo de su estilo. Hemos indicado, cierto sentido, el lingüista representa un papel, con respecto a
además, que la concepción de Lotz de la función puramente estos críticos, semejante al de una doctrina como el freu-
lingüística de esquemas métricos (citando las rimas y dianismó con respecto a estudios de cierta crítica psicológica,
ejemplos de códigos legales versificados, niega que el verso esto es, un instrumento analítico extremadamente importante.
sirva exclusivamente para la función estética; ver el El objetivo continúa siendo, sin embargo, la explicación
comentario de Jakobson, pág. 359). Esta noción defunción formal y semántica y la clasificación de la literatura, no
difícilmente es compatible con la mayoría de los puntos de primariamente el estudio del lenguaje. Entre los
vista tratados por los críticos literarios, quienes estaban más
dispuestos a poner de relieve la función en términos de
valores simbólicos (por ejemplo, Lotz cita a pie de página el
Erlkónig de Goethe). El término función necesita
evidentemente revisión si los dos puntos de vista quieren
juntarse, como debiera hacerse, dado que ninguna diferencia ' No quiere decir que implique que una aproximación lingüística a
real los separa en este problema. la métrica debe entrañar una actitud no cualificada por parte de la
La aplicación, por parte de Lotz, de los principios fono- crítica literaria. En su ensayo y en sus notas, ambos en Style in
Zanguage (págs. 194 y ss., 200 y ss.), W. K. Wimsatt y Monroe
lógicos a la teoría métrica ofrece un auténtico ejemplo de la Beardsley critican las teorías en controversia, adelantadas por G. L.
transferencia de un tipo básico de metodología lingüísti Trager v H. L. Smith en Outline of English Structure, Washington, 1957.
Así sucede que las técnicas de Lotz son «relevantes».
ca a un campo diferente que el asignado. Su principio

94
94
colaboradores de Estilo del lenguaje, D. H. Hymes («Phono- éstos sonetos» (pág. 111 e y ss.). Householder rechaza el
logical Aspects of Style: Some English Sonnets», páginas método; Wellek parece aceptarlo cautamente sobre la base
de sus resultados.
109-131) representa esta tendencia. Hace uso y aplica
Josephine Miles, una erudita (y poetisa), no incluida en
estas técnicas previamente elaboradas, especialmente por
Estilo del lenguaje, ha usado técnicas paralingüísticas y es-
J. J. Lynch («The Tonality of Lyric Poetry: An Experiment in
tadísticas en numerosos estudios literarios (por ejemplo
MetlZOd», Word, 1953, págs. 211-224) y, en un grado me-
Eras And Modes in English Poetry (Berkeley, 1957) -ver-
nor, por Pierre Guiraud (Langage et versification d'aprés
también PMLA, LXX, 1955- y Renaissance, Eighteenth-
1'oeuvre de Paul Valéry [París, 1953]). También aplica mé-
Century, and Modern Language in English poetry: A
todos de rigurosa descripción fonética y de análisis esta-
Tabular View, Berkeley, 1960). Éstos tratan principalmente
dístico cuando estudia el problema del simbolismo fónico de
de la dicción poética, pero Miles ha realizado recientemente
veinte sonetos de Wordsworth y Keats. Lynch ha intentado
estudios del género épico orientados gramaticalmente, ha-
usar los datos que proporciona la ciencia lingüística para
ciendo diferencias entre las diversas formas (por ejemplo,
«proponer un método de análisis lingüístico que... no
Tasso, la Canción de Roland), por medio del análisis
solamente contribuya al conocimiento de poemas específi-
cuidadoso y objetivo de los modelos distribucionales:
cos, sino que también sugiera otros medios para construir
número de verbos en relación con el de nombres y los ad-
un puente de unión entre la lingüística y los estudios lite-
jetivos, etc. Su trabajo no parece reflejar una filosofía lin-
rarios». Analiza datos poéticos con miras a descubrir\el
güística sistemática; procede empíricamente, pero forma
«efecto total de la eufonía de un poema, tonalidad o mu$lli-
parte de la corriente literario-lingüística general que hemos
calidad» («la orquestación» de Wellek). Por ello, tiene ~n
estado discutiendo. Ella relaciona los rasgos gramaticales
cuenta el valor métrico, la «importancia» de la «prosa» o
predominantes en las obras de épocas dadas con
ale la expresión «mental» y la «distinción debida a
cuestiones más amplias de la «historia poética». En «Parts
expresiones reiterativas»; los relaciona con la «estructura
of speech in periods of poetry» (PMLA, LXXIII, 1958), el
metafórica del soneto, y a continuación con su forma
lingüista antropólogo A. L. Kroeber intentó «llevar más lejos
prosaica». Hymes va mucho más lejos qué Lynch, porque,
y afinar quizá su acercamiento» al problema de las épocas
como él mismo observa, «la organización total puede
estilísticas correlativas y los rasgos verbales
operar en niveles superiores e inferiores a los del fonema»
cuantitativamente descriptibles, presentes en las
(pág. 130). Citando a Wimsatt y Hatzfeld en el sentido de
composiciones literarias. Igual que Lynch y Hymes, Miles se
que la «complejidad» y la «unidad» son dos criterios
ocupa algo incidentalmente «del estilo» en cuanto tal y
esenciales de valor poético, Hymes alega que su método
asume las materias estilísticas dentro de los esquemas
puede indicar convenientemente las maneras de cómo el
históricos o culturales. Su obra más reciente, sin embargo,
poema individual es «complejo» y «unificado». Sin
presenta una orientación más estilística (Style and
embargo, no pretende que los resultados de esta
aproximación constituyan ellos mismos criterios de valor.
En sus respectivas declaraciones finales, Householder y 5.4. La poética de Roman Jakobson
Wellek parecen estar en desacuerdo con el valor de la téc-
nica de Hymes. Householder concluye que, en su forma Una vez más, las limitaciones de tiempo y espacio no nos
presente, «es una pérdida de tiempo» porque la relación permiten entrar en más detalles en relación con esta
estadística de las frecuencias fonológicas fue artificialmente tendencia típica e importante de la erudición lingüística y
calculada, teniendo en cuenta las conclusiones que literaria. Hemos intentado dar razón de la variedad de los
pudieron haber sido alcanzadas por medios más simples puntos de vista ampliamente discutidos, pero es necesario
(pág. 343 y siguientes). Wellek, por otra parte, habla de que ahora preguntar a Estilo del lenguaje qué sistematizaciones
Hymes «ha vuelto a examinar el problema (del sonido provisionales se vislumbran como posibles. Permítasenos un
simbólico) sensitivamente», y aunque en desacuerdo con breve resumen en este sentido. Cada uno de los sis

95 193
13
95
temas implícitos en las teorías de Voegelin, Saporta y Riffa- Strauss, el «protoformalismo» de A. A. Potebnja y su propio
terre, así como la aplicación sistemática de la especulación pensamiento lingüístico, tal como fueron expresados en
ontológica a las necesidades de la descripción métrica en la obras y artículos como Fundamentals o f Language (1956,
tipología de Lotz, se caracterizan por la parcialidad de sus con Morris Halle; cfr. en especial, el cap. V, «The Metaphoric
objetivos. Saporta desea determinar «las cualidades litera- and Metonymic Poles»). Sus comentarios se fundan en unos
rias mediante razonamientos muy concretos; Riffaterre in- cuantos principios y descripciones. «La poética se ocupa
tenta establecer una ciencia independiente del estilo (cfr. la principalmente del problema siguiente: ¿qué hace que un
«estilística literaria» de Wellek) y Lotz, por supuesto, se mensaje sea una obra .de arte?» (Estilo del lenguaje, página
limita solamente al metro. Voegelin es quien presenta unas 125 e). La poética se ocupa también de los problemas de
perspectivas más amplias, pero su punto de vista sigue an- estructura verbal; forma parte de «la teoría total de signos,
clado en la teoría descriptiva de tradición americana, y no es decir, de la semiótica general» (pág. 1261). La crítica y
se ocupa especialmente del estilo y la literatura. Por otro estudio de la literatura no deben ser confundidos: «La eti-
lado, Roman Jakobson proporciona, sin duda, el mejor án- queta "crítico literario" aplicada a un investigador de litera-
gulo desde el que resumir y completar la presente parte del tura es tan errónea como lo sería aplicar "crítico gramatical
estudio con el trabajo bastante largo «Concluding State- o (lexical) a un lingüista» (pág. 128 e). La preocupación de
ment: Linguistics and Poetics» (en el capítulo de Estilo del Jakobson es, por tanto, «científica» y «académica», pero al
lenguaje titulado «From the viewpoint of linguistics», pági- contrario que Wellek y Warren, su meta no se limita a la
nas 125-173 e). Jakobson asume el papel de un científico literatura en cuanto tal, sino que se ocupa de los signos ver-
lingüista, al menos desde sus primeros días del formalismo bales y de señalar sus funciones. «El análisis lingüístico de
ruso y la escuela estructuralista de Praga, demostrando- un la poesía no puede limitarse a la función poética» (pág. 130
largo y firme interés por las materias literarias. Sin embar- e). Él, sin embargo, reconoce, como también veremos, el ca-
go, teniendo que vivir en los Estados Unidos durante mu- rácter particular de la literatura. Sigue siendo lingüista, aun-
chos años, participó plenamente con sus enseñanzas y es- que rehúsa conceder que su posición de lingüista se limite a
critos en las investigaciones lingüísticas, hasta el punto de las materias no-literarias: «linguista sum, linguistici nihil a
llegar a ser considerado como un erudito americano. Tras
me alienum puto» (pág. 172 e). Esta capacidad para elevarse
viajar por Europa, emigró a América, donde continúa em-
sobre el sectarismo «poético» y «lingüístico» parece ser un
papado de las tradiciones modernas de la poética y de los
rasgo muy característico del pensamiento europeo central y
estudios lingüísticos, tal como se desarrollaron en el este,
oriental -por ejemplo,
$ Jakobson entrerasgos
comparte otros el grupo de Praga
de tipo y lasde
modernista obras de
Vossler,
en el centro y en el oeste de Europa; por esto, simboliza el como se pone de manifiesto en las frases siguientes: «La poeticáli-
cosmopolitismo intenso que ha caracterizado la vida dad no es una suplementación del discurso por adornos retóricos (la
intelectual americana, especialmente a partir de la Segunda forma ornata de Croce), sino una total revaluación del discurso y de
todos sus componentes» (pág. 337). Sus técnicas de análisis de-
Guerra Mundial. E1 ejemplo de Jakobson prueba que la muestran la orientación de la escuela de Praga a la que, por su-
erudición nacional no puede ser apreciada adecuadamente puesto, también contribuyó en gran medida. Así, en «Sur la langue
poétique», que es una sección de la tesis en Travaux du Cercle Lin-
sin una referencia directa a su contexto internacional. Estos guistique de Prague, I (1929), encontramos la «función poética» de
hechos, más el interés extraordinario e intrínseco de Jakobson: «Resulta de la teoría que sostiene que el lenguaje poético
«Linguistics and poetics» de Jakobson hace de esta tiende a poner de relieve el valor autónomo del signo, que todos los
planos de un sistema lingüístico, que no tienen en el lenguaje de
contribución programática una base casi ideal para este comunicación ("el habla interpersonal") más que una función de
resumen. servicio, toman, en el lenguaje poético, unas valores autónomos
más o menos considerables» (pág. 18). La Literaturwissenschaf t
Jakobson aporta su experiencia total y amplia prepara- (como opuesta a la pura «crítica») y la poética lingüística
ción para implantar su análisis, que Yakov Malkiel alaba constituyeron los dos focos disciplinares utilizados por los
abiertamente como una «joya» (op. cit., pág. 281); utiliza la cultivadores de la escuela de Praga de Mukarovsky («La phonologie
et la poétique», en Travaux, IV (1931), págs. 278-288, esta
Sprachtheorie de Karl Bühler, la aproximación estruc- proyectado en este sentido). Por un lado, la teoría fonológica es
turalista en el análisis de los cuentos de V. I. Propp, los «esencial para el análisis del lado
96 195

96
fidelidad a una categoría superior de interpersonalidad e blante respecto de lo que se dice; la conativa está enfocada
individualismo: para Vossler, «la ciencia lingüística general» hacia el oyente (es vocativa, imperativa); la fática se ocupa
considerada desde el nivel de la expresión; para Jakobson, del contacto (comprueba si el medio de comunicación esta-
blecido entre el hablante y el oyente funciona); la función
«una teoría general del signo verbal». E1 lenguaje es un metalingüística examina el código empleado en la comuni-
todo unificado de elementos aparentemente dispares -el cación:
punto de partida de Jakobson es, por consiguiente, el ideal
de llegada de Voegelin- y la poética debe ser considerada
Recordemos lo§ dos modelos básicos que se utilizan en
una parte de este todo. una conducta verbal, la selección y la combinación. Si el
Jakobson estudia los problemas del lenguaje y la poética tema del mensaje fuera «niño», el hablante seleccionaría uno
desde el ángulo de las funciones, no desde las categorías entre los nombres existentes más o menos similares y, hasta
estilísticas. Adopta el siguiente esquema de los factores in- cierto punto, equivalentes: niño, chico, jovencito, párvulo.
Después, al comentar el tema, puede seleccionar uno entre
volucrados en la comunicación verbal: los verbos emparentados desde el punto de vista semántico,
CONTEXTO tales corno duerme, cabecea, dormita, sestea. Ambos
términos elegidos se combinan dentro de la cadena de la
lengua. La selección tiene lugar sobre la base de la
HABLANTE MENSAJE OYENTE CONTACTO equivalencia, similitud, desigualdad, sinonimia y antonimia,
mientras que la combinación, el entramado de la secuencia,
se basa en la proximidad. La función poética proyecta el
CÓDIGO principio de la equivalencia del eje de la selección sobre el
eje de la combinación (pág. 138 e).
Cada uno de los factores entraña una función corres-
pondiente y/o un ajuste de funciones: En consecuencia, la poética surge en cierto sentido
«como aquella parte de la lingüística que trata de la función
REFERENCIAL poética y la relación que tiene con las demás funciones del
lengua
EMOTIVA POÉTICA CONATIVA FÁTICA je». Pero en «un sentido más amplio de la palabra», la poé-
tica «trata de la función poética no solamente en poesía,
donde esta función se superpone a las demás funciones del
METALINGfrÍSTICA lenguaje, sino también fuera de la poesía, donde otras fun-
ciones se anteponen a la función poética» (pág. 359). Como
Esta descripción de los factores y de las funciones, que
categoría, la «poesía» posee, para Jakobson, un tipo de
señala las subcategorías y su importancia, permite una pre-
status arbitrario, derivado de su propia naturaleza; su
sentación combinada analítica y sintética de los elementos
última «definición» de poesía no resulta clara. Sin embargo,
de la comunicación y de su interacción. Los factores y fun-
a través de la «poética», la poesía existe en dos planos
ciones corresponden, en cierto sentido, a la vieja dicotomía
analíticos e independientes, es decir, como literatura y
forma-contenido, pero en vez de poner de relieve la oposi-
como una parte integral del lenguaje general. El problema
ción entre ambas, Jakobson es capaz de resaltar su unidad
de la semiótica aparecerá nuevamente más tarde, cuando
esencial. La función emotiva se ocupa de la actitud del ha
Jakobson ilustre las operaciones del signo con un ejemplo
fónico de la obra literaria de arte» (y las obras literarias en general);
por otro lado, el avance que representa este estudio lo puede realizar tomado de la poesía popular rusa. Tomando el verso que,
también la lingüística: «una lengua funcional (poesía) que tiene por traducido, significa: «Un impetuoso caballo se aproxima a
meta 1a desatomatización de los medios de expresión, una lengua o galope hacia el patio», analiza una «conexión semántica»
los elementos lingüísticos, incluso los que habitualmente se notan Esto sugiere una comparación entre el novio que se
menos, puede tener un valor de procedimiento netamente acerca y el caballo que galopa; pero al mismo tiempo, la
teleológíco, y debe proporcionar materiales inapreciables a todo aná- parada de éste en el patio anticipa, de hecho, la aproxima-
lisis fenomenológico del lenguaje» (pág. 288). ción del héroe a la casa. De esta forma, antes de presentar

97 197
97
al jinete, y a la casa de su prometida, la canción evoca nerales y estudiadas por medio de la teoría de los signos. La
imágenes contiguas y metonímicas del caballo y del relación entre la poesía y la realidad -un tema constante de
patio; la posesión en lugar del poseedor, el aire libre en vez la crítica moderna- es un problema que concierne «no
del interior... «el impetuoso caballo», que aparece en el solamente al arte verbal, sino a todos los tipos actuales de
verso precedente en una posición sintáctica ,y métrica
similar a la del «valeroso compañero» en otro verso citado discurso», y últimamente el problema debe «salirse de los
anteriormente: «un valeroso compañero caminaba hacia el límites de la poética y la lingüística general». Jakobson
porche», figura a la vez como un símil y como una parece rechazar la creencia común del New Criticism de que
representación de la posesión de este hombre... (pág. 158 la poesía disfruta de una relación especial con la realidad;
e). por supuesto, no opera con la polaridad ciencia-poesía
Estas estructuras metonímicas subrayan una equivalen- como el New Criticism hizo, sino que, en cierto sentido, él y
cia esencialmente poética («el eje de combinación»). La ma- ellos no hablan exactamente de las mismas cosas. En lo que
nera dualista de Jakobson (función/factor) de describir su respecta a la «valoración», punto central para la «ciencia
hipótesis pone de manifiesto su capacidad ,y disposición literaria» de Wellek y Warren, Jakobson hace contrastar la
para determinar la complejidad formal de la exprésión crítica de valoración normativa con la ciencia literaria (la
lingüística, pero los resultados, así descritos, están claros y poética), rechazando, para su propósito, la aplicación de
hablan por sí solos. Siguen otros ejemplos: Jakobson discute modos de valoración a la ciencia literaria, justamente
valores puramente fonológicos: «En una secuencia, donde la porque no acepta la imposición de la gramática normativa
similitud se antepone a la contigüidad, dos secuencias fo- sobre teoría y descripción puramente lingüísticas. Este
nológicas similares, próximas una a la otra, son propensas ' a punto parece bien asumido en el sentido de que, al sustituir
asumir una función paronomástica» (pág. 159 e). Jakdbson «el conocer más» por «el conocer absolutamente»,
continúa ilustrando este axioma con un brillante análisis de Jakobson hace posible el descubrimiento de nuevos caminos
unos cuantos versos de El Cuervo (The Raven) de Allan Poe de abordamiento de los estudios, de muchos asuntos
(los versos comienzan así: «And the Raven, never flitting, still nuevos y fascinantes, hasta ahora recalcitrantes al análisis
is sitting, sti11 is sitting», etc.). Su traducción es: «Y el crítico y sistemático. Jakobson, sin embargo, hace hincapié
cuervo, nunca fugaz, aún está posado, todavía está posado.» en el carácter transitorio de las formas literarias y modas
Con esto, Jakobson demuestra que «la importancia del nexo críticas, sin llegar a negar su necesidad. No obstante,
significado-sonido es un simple corolario de la superposición parece que una reconciliación de los estudios literarios y
del nivel de la similitud sobre el de la contigüidad» (página lingüísticos que resultan de la incorporación de aquellos
160 e). «Significado» y «sonido» -distinguidos normalmente dentro de la lingüística (a pesar de fundamentar
como dos niveles separados y estudiados, ya in- ampliamente el baldón que la lingüística puede ser) debe
dependientes, ya como entidades completas en relación la conllevar la supresión del interés por el valor. (Ya hemos
una con la otra- están aquí asumidas dentro de una cate- visto que el tipo de lingüística aceptable para Wellek y
goría más alta, aunque común, de signos. Dentro de esta es- Warren es muy reducido.) Finalmente, Jakobson se rebela
tructura-signo del poema, su reciprocidad semiótica puede contra las restricciones «ilícitas» a las que han sometido el
verse claramente (de ahí la insistencia de Jakobson, en este campo de la lingüística los «lingüistas fanáticos» y los
ejemplo, sobre los términos extrafonéticos y partidistas teóricos. Procura ser realista en su propia
extrasemánticos contigüidad y similitud). aproximación, demostrando que «el sistema de códigos»
Las palabras que siguen tienen relación con la orienta- está hecho actualmente de un «sistema de subsistemas
ción disciplinar dada a estas teorías. Jakobson, al comienzo interrelacionados entre sí» (pág. 129 e), queriendo decir
de su ensayo, contesta a quienes no querían incluir la poé- que la exclusividad mal dirigida no tiene exigencia alguna
tica «como una parte integral de la lingüística». La trans- en lingüística en el momento de dictar la última palabra
posición de las obras poéticas dentro de otro medio sobre cualquier asunto. (El rechazo de los «factores
artístico (cine, ballet) prueba que la poesía, como discurso secundarios» emotivos del habla, por Martín Joos, «es un
verbal, puede ser asumida dentro de las operaciones
98 199
98
Estas observaciones, en particular las que versan sobre los del contexto lingüístico de Jakobson. Además, los críticos
factores y funciones lingüísticas, demuestran que, en realidad, literarios pueden profundizar y completar sus propios có-
Jakobson está abogando por una innovación tanto de la nocimientos. Por esto, Jakobson repite sus observaciones
lingüística como de las perspectivas literarias. Desde el punto previamente publicadas concernientes a la metáfora y a la
de vista de muchos lingüistas que participaron en 1958 en el metonimia. La metáfora -tal como lo demostró temprana-
Congreso de Bloomington, Jakobson es probablemente «tan mente en la sección que versa sobre el New Criticism- ha
radical» como parecen ser muchos críticos literarios. Muchos atraído en consecuencia a los estudiosos de las figuras lite-
de sus comentarios constituyen una crítica solapada -y a veces rarias; su inclinación pár el estudio de la metáfora está en
directa- nivelada por ciertas corrientes,, algunas de ellas función de su interés por el verso y la poesía, y esto ha
fosilizadas, del tradicionalismo descriptivo americano. Sin implicado un descuido de la «literatura realista», íntima-
embargo, sus innovaciones son bastante menos que las que mente unido con el principio metonírnico, (que) todavía de-
parecen; resume lo que ha hecho él y otros muchos, y -quizá safía la interpretación. Jakobson alega que «la misma me-
esta sea su mayor originalidad- se contenta simplemente con todología lingüística, la que usa la poética cuando analiza el
subrayar la importancia disciplinar de esta obra pasada, las estilo metafórico de la poesía romántica, es completamente
posibilidades que encubre. Su larga y brillante discusión aplicable a la literatura metonímica dé la prosa realista»
especulativa sobre Gerard Manley Hopkins dentro de las (página 167 e). La objetividad lingüística parecería compen-
estructuras de la poesía («la ciencia del lenguaje poético», pág. sarse, en parte, por la tendencia algo deformadora del ins-
139 e) y su entusiástica aceptación de ciertas afirmaciones que pirado gusto crítico.
hicieran críticos como John Crowe Ransom y William En efecto, «La lingüística y la poética» de Jakobson cam-
Empson, parecían destinadas —a poner de relieve lo que los bia de arriba abajo las advertencias y recomendaciones de
modernos lingüistas y los comentaristas literarios poseen en una disciplina para la otra. Por esto, parece estar dirigiéndose
común. La teoría de Hopkins del paralelismo poético lleva a a los lingüistas, en particular, cuando insiste en que en poesía
Jakobson a declarar: «La equivalencia del sonido, proyectada «la forma interna de un nombre, es decir, el peso semántico
dentro de 1a secuencia como su principio constitutivo, implica de sus constituyentes, recobra su pertinencia» (pág. 170 e).
inevitablemente una equivalencia semántica, y, en cierto nivel Poetas y literatos t9ndrían prisa por explotar (y ciertos
lingüístico, cualquier constituyente de esta secuencia sugiere lingüistas la tendrían por despacharlo) el hecho de que la
una de las dos experiencias correlativas que Hopkins define palabra cocktails recobre su primitivo parentesco con «con
claramente «como fundamento de similitud» y «motivo de plumaje» en estos versos de Mac Hammon: «The ghost of a
comparación de una disimilitud» (pág. 156 e y ss.). Jakobson Bronx pink lady/With orange blossoms afloat in her hair» y
adopta esta formulación y la aplica al análisis de distintos en «O, Bloody Mary,/The coktails have crowed not the cocks!
rasgos de canciones de boda (cfr. pág. 156 e). Su análisis es ». Jakobsón concluye que un lingüista ciego a los problemas
puramente lingüístico, probando la identidad esencial de de la función poética del lenguaje y un estudioso de la
espíritu entre su aproximación y la de Hopkins. Más tarde, literatura indiferente a los problemas lingüísticos son
admite la noción fundamental del New Criticism: la igualmente anacronismos flagrantes (pág. 173 e).
ambigüedad -«las maquinaciones de ambigüedad se Las proposiciones de Jakobson concernientes a la lin-
encuentran en las mismas raíces de la poesía» de Empson güística y a la literatura son, pues, de más alcance en sus
(Seven Types of Ambiguity)-, y declara que es «un carácter efectos que los examinados extensamente en este capítulo. En
intrínseco e inalienable de cualquier mensaje que fija la cierto sentido, incluyen las otras proposiciones siempre que
atención en sí mismo, es decir, un corolario de rasgos de la éstas hayan tendido a ampliar las perspectivas de la
poesía» (pág. 160 e y ss.). Esto se halla explicado en términos lingüística, tal como es practicada hoy (los de Voegelin y Lotz,
de su esquema de funciones como sigue: «la supremacía de por ejemplo) y siempre que favorezcan la reconciliación de los
función poética sobre la función referencial no anula la estudios literarios y lingüísticos. Por otro lado, rechazan
referencia, sino que la hace ambigua». Los ejemplos ilustran proposiciones -como las de Saporta- que restringen
este principio, que incorpora satisfactoriamente la teoría de arbitrariamente los campos de la lingüística y de la
Empson dentro

99 2l)1
99
literatura. Los comentarios de Rifaterre son interesantes en consideradas en sí mismas como «objetos de investigación»
este contexto «profesional». En su artículo está sustancial- intedependientes. En este momento, pues, representa una
mente de acuerdo con las teorías de Jakobson, prefiriendo, conclusión lógica de la concepción general moderna.
sin embargo, el estilo o estilística a la Poética de Jakobson. Hemos visto que, desde Condillac, uno de los principales
Argumenta que si la función poética está orientada hacia el dogmas de la lingüística moderna es que cualquier
mensaje como signo y si su proyecto es dirigir las ope- elemento lingüístico puede ser literario, esto es, puede ser
raciones de ciframiento del mensaje, propondría utilizar su asumido para el uso literario. La antigua jerarquía de los
propio término función estilística, puesto que función poé- estilos no tiene validez funcional mayor, que la establecida
tica es difícil usarla sin «prematuros juicios de valor» (pági- distintivamente dentro de los géneros literarios. Nosotros
na 239). Tiene razón hasta donde llega, es decir, en la me- hemos observado que a la tradicional polaridad
dida que sigue estando dentro de los límites de su método, interpersonal-individual, que aplicaron de diferentes modos
pero uno sospecha que va demasiado y poco lejos a la vez. muchos eruditos para distinguir entre el lenguaje de la
El sistema entero de Riffaterre es un sistema estilístico, re- lingüística y el de la literatura, nunca le ha sido concedido
concilia el estudio lingüístico y literario por medio de la reconocimiento por los más grandes lingüistas del pasado,
creación de una nueva disciplina, ideada para cumplir cier- ya que, en realidad, es una cuestión de énfasis. E, incluso,
tos propósitos concretos. Su estilística, en cuanto sistema, la reciente erudición literaria, la que representa Wellek y
es monolítica, no presta la debida atencióp a cómo deter- Warren, ha rehusado mantener absolutamente la polaridad.
minarla precisamente, es también' un objeto en sí misma, Muchos eruditos contemporáneos parecen eliminar
difiere por fuerza de la poética «integradora» de Jakobson, completamente el problema, al operar con categorías que
una parte del todo más grande. Recíprocamente, la no son ni estáticas ni absolutas, sino que están más bien
estilística de Riffaterre es un asunto muy limitado, encaminadas hacia la solución de problemas de tipo
mientras que la poética de Jakobson, al ser una parte específico. Para Riffaterre la literatura, vista como texto y
integral de una teoría más amplia, refleja necesariamente estilo, y determinada inicialmente por juicios de valor,
este todo. No obstante las similitudes aparentes, que resulta ser un uso al que se aplica el lenguaje, y, como tal,
Riffaterre claramente señala, la estilística suya y la poética puede ser descrito lingüísticamente. Para Jakobson, el arte
de Jakobson son dos cosas muy diferentes; la discusión no verbal continúa siendo verbal (está de acuerdo con Ransom
carece de significado. Cualitativamente, los dos estudiosos en que «la poesía es un tipo de lengua», página 377, y es
hablan un lenguaje semejan,te, cuantitativamente distan indicio de que pocas veces se refiere a la literatura como
millas uno del otro. una categoría, prefiriendo los términos función poética o
La lingüística de Jakobson es una empresa global. Pare- poesía); de ahí que se dedique al análisis de cierto tipo de
ce agrupar el mayor número de teorías examinadas como discurso verbal que no depende más de afirmaciones
muy distantes -Saussure, Bally, Vossler, Bloomfield- y, en críticas de valor que las descripciones lingüísticas.
'un grado significativo, las supera a todas. La justificación Esta discusión no ha agotado en modo alguno «los pun-
nace de su penetrante dinamismo. La dinámica lingüística tos de vista lingüísticos» de las actividades escolares consa-
ha tenido una parte importante y característica en todas gradas a la solución de los problemas del lenguaje y de la
las teorías modernas, pero, en Jakobson, el punto de vista literatura. Apenas hemos mencionado algo de las implica-
dinámico (podría decirse fenomenológico) domina cada ciones literarias de la gramática tranformaciunal; tampoco
parte y con menos riesgo de disolución (menos, en hemos examinado las largas series de disertaciones estilís-
actualidad, que la teoría y práctica monolíticas de Vossler). ticas preparadas en la Universidad Católica de América bajo
Sus «temas» -tanto de imaginaria poética, teoría la dirección de Hatzfeld; hemos desechado traer a colación
fonológica,
y Para unacomo interpretación-
exposición fascinante deson, en última
sus ideas instancia,
en relación con la su «On Linguistic Aspects of Translation», en el importante libro On
traducción --tema importante para este trabajo, puesto que según Translation, ed. Reuben Brower, Cambridge, Mass., 1959, páginas
Jakobson la traducción es un proceso semiótico fundamental- ver 232-239.

100 203

100
mas específicos y algunos de relevancia general -como los América. Al mismo tiempo, las indicaciones de los especia-
problemas más amplios de lingüística, psicología y antro- listas en otros campos -el de la literatura, filosofía- parecen
pología, que han adquirido gran auge en los Estados Unidos ser bien acogidas e, incluso, tenidas en consideración, dentro
(lo testifica la obra de Boas, Sapir y Kroeber), o el problema de unos límites. Para bien de la ciencia lingüística y de la
de los campos específicos (el románico, germánico, eslavo, ciencia literaria, es de esperar que estos contactos se
etc.) y sus características contribuciones. Hemos sido continuarán con una intensidad mayor en el futuro.
incapaces de delimitar el punto de vista unificado americano
concerniente a lingüística y el estudio de la literatura; la
verdad es que no existe ninguno- al menos ninguno tan
extendido como el idealismo alemán de la preguerra. Sin
embargo, hemos intentado demostrar que la erudición lin-
güística americana está siendo testigo de un renacimiento del
interés por la literatura y por las obras literarias. El hecho de
que haya tenido que inventariar una diversidad más amplia
de opiniones es, por sí mismo, revelador; la diversidad, la
oposición de ideas y la experimentación son los límites de una
disciplina', esplendorosa. La demasiada uniformidad tiende a
enranciar la convencionalidad. A1 permitir a unos pocos
eruditos representativos hablar de ellos mismos, hemos
observado que numerosas corrientes -algunas de ellas
altamente originales y, pensamos, significativas- han ganado
fuerza y, en algún caso, han comenzado a producir fruto.
Hemos intentado mostrar su génesis y su dirección general.
¿Cuál es, pues, la conclusión de todo esto? Primero, que
teoría y práctica lingüística -a pesar de ciertos obstáculos e
ideas recibidos- han hecho un esfuerzo, no solamente para
conocer el material literario, sino también para renovar su
aproximación al mismo. Algunas veces tímidamente, otras
audazmente, se ha hecho un intento voluntario por empezar
de nuevo un diálogo interrumpido hace años. (Aquí radica el
considerable interés del formalismo de los simposios como el
de Style in language, colecciones como la de Essays on the
Language o f Literature.) La lingüística ha demostrado ser
todavía capaz de revisar los procedimientos esenciales para
fortalecer su posición en este diálogo. Nadie puede acusar a
Voegelin, Lotz, Riffaterre o Jakobson de traicionar los
valores lingüísticos de los informes que se han reseñado aquí.
Es importante que hayamos visto que un contacto claro con el
complejo mundo del lenguaje que la literatura representa, ha
conducido en varios ejemplos, a una provechosa especulación
en torno a una teoría unificadora del lenguaje. Estos hechos
subrayan la vitalidad de la lingüística tal como se practica en
los Estados Unidos, una vitalidad tan grande como la de los
días heroicos de la fundación de la Sociedad Lingüística de

101 20S
101
CAPÍTULO V I

CONCLUSIONES

6.1. Técnicas

Es el momento de recopilar las implicaciones de todo


lo que hasta ahora hemos observado y de fundamentar
constructivamente las tendencias que hemos
examinado. De acuerdo con la serie Ford-Princeton
Humanities, limitamos nuestro comentario a las
relaciones entre los estudios lingüísticos y literarios en
América. ¿Qué sugerencias concretas se pueden ofrecer?
¿Cuál parece ser el futuro de la colaboración entre estas
disciplinas? Mejor que «contestar» exhaustivamente
estas preguntas, esbozaremos meramente algunas
posibilidades.
El estudio precedente ha demostrado que, en los Esta-
dos Unidos, la lingüística y la erudición literaria tienen la
misma categoría en cuanto materias universitarias, pero
ni una ni otra se han manifestado definitivamente
respecto a su propósito, extensión o método. Es muy
posible que tal descripción resulte fútil e incluso
contraproducente. Así, el carácter fundamental de cada
disciplina parece haber sido determinado con cierta
consistencia, pero el problema de la relación esencial
sigue estando sin solucionar. Cualquiera que sea su
orientación concreta, la erudición literaria y la ciencia
lingüística implican siempre un método y un objeto
material; lo que tienen en común ha requerido
constantemente la cooperación interdisciplinar. Por
ejemplo, numerosos estudiosos parecen favorecer ahora
el establecimiento de una «ciencia literaria» basada en la
lingüística descriptiva revisada y en un análisis literario
de carácter estructural. Esta «ciencia» se divorciaría del
interés exclusivo por la gramática pura y evitaría los
102
102
renovar provechosamente ciertos aspectos del estudio del lista -aunque proliteraria y estética- del New Criticism y la
lenguaje, ahora en peligro de estancamiento. erudición académica aliada. Del mismo modo, en Europa, la
Los eruditos que han intentado sugerir la colaboración dicotomía positivista-idealista (Saussure y Bally contra
sistemática entre la lingüística y la crítica literaria, normal- Vossler y Spitzer) indicaba que el principio parecía también
mente caen dentro de dos grupos -los que creen en la «cen- vencer allí la realidad, aunque, como sabiamente ha
tralización» y los que presentan una aproximación «desceri- señalado Malkiel en su artículo de Estilo del Lenguaje, «la
tralizada». Los primeros favorecen la posibilidad de unir la diferencia crítica entre estos dominios es simplemente una
lingüística tradicional y la crítica moderna dentro de una distancia temporal principalmente peculiar de una fase de
extensión más amplia que la de una sola tendencia; este evolución » (pág. 286). Sin embargo, el divorcio nunca fue
grupo, del que Jakobson es portavoz, busca una teoría ge- tan completo en América como en Europa y, desde la Se-
neral del funcionamiento del signo que refleje las po°si- gunda Guerra Mundial, el trabajo ejemplar de Stephen Ull-
bilidades técnicas y el uso. El estudio de los «lenguajes» de mann (Style in the French Novel, Cambridge, 1957) y de
la lingüística y de la literatura se reconoce más como com- otros muchos jóvenes eruditos (Zumthor, Bousoño, Barthes,
plementario que como opuesto. La segunda corriente -la Fónagy) demuestra que la actividad para acabar con la «la-
descentralizadora- pone de manifiesto las reconciliaciones guna» no ha disminuido en el viejo continente. Mientras
parciales en ciertos niveles. Algunos eruditos se oponen a la tanto, en los Estados Unidos ciertos «Nuevos críticos» sin-
naturaleza monolítica de muchas investigaciones lingüís- tieron desde el principio la necesidad de describir «cuestio-
ticas y literarias, declarando, por ejemplo, que las técnicas nes lingüísticas»; antes de la Segunda Guerra Mundial han
rigurosamente estructuralistás, aptas, digamos, para el aná- aparecido numerosos estudios destacables sobre la
lisis poético formal o morfofonológico, no se aplican del prosodia, la metáfora y el estilo. Esta tendencia la
mismo modo a la etimología, a la estilística, a la semántica fortalecieron y la sistematizaron los nuevos eruditos
y que, sin embargo, éstos siguen siendo campos legítimos literarios académicos y le dieron vida muchos especialistas
de investigación. Sobre este nivel descentralizado más o recién llegados de Europa. Coincidiendo con esto, los
menos ad hoc, la cooperación entre la lingüística y el lingüistas, que trabajaron en campos «marginados» o un
análisis literario ha resultado ser más fructífera. Sin poco fuera de moda, se vieron obligados a atenuar o
embargo, descentralización y centralización no constituyen modificar algunos usos prácticos de «pura» descripción
en realidad tendencias irreconciliablemente opuestas: lingüística. Las necesidades de los eruditos románticos son
ofrecen dos modos de enfocar el mismo problema básico. tales que no pueden ignorar por mucho tiempo el dialecto
Superficialmente, pues, las relaciones de los estudios literario, del mismo modo que sí pueden y deben hacerlo
lingüísticos y la crítica literaria parecen ser anárquicas. Las sus colegas interesados por las lenguas indígenas
razones de esta aparente «anarquía» están claras; reflejan americanas. En consecuencia, por e1 momento, la antigua
la historia de las dos disciplinas dentro de la evolución am- cuestión de la unidad disciplinar la tenemos de nuevo
pliamente revisada de la doctrina lingüística moderna. Por delante de nosotros. Característicamente, los lingüístas
esto, intentamos describir las dos teorías modernas de ex- interesados por la «antropología cultural» y, sobre todo, por
presión-comunicación, la una inclinada sintética y estética- el inglés, idioma de «prestigio», están más avanzados que
mente, tal como la sugirió Coleridge, y la otra, inclinada los americanos nativos, quienes se han interesado más por
analítica y lingüísticamente, tal como la representó la descripción de la literatura.
Condillac. Con el paso del tiempo, el modo de enfoque llegó La fragmentación disciplinar a mediados del siglo pa-
a tener prioridad sobre la unidad inicial. Las frecuentes sado, sentida especialmente en los años 30 y 40, ha sido re-
distinciones metodológicas entre sultado del enfoque y objetivos metodológicos. Pero la ines-
interpersonalidad/individualidad provocaron las rupturas tabilidad y el relativismo característicos del pensamiento
temporales de disciplinas que al mismo tiempo amenazaron moderno, en general, constituyen el fondo de esta fragmen-
el principio de las concepciones unificadoras. La ruptura fue tación. Los términos lenguaje y literatura están en crisis:
209
208
14 103
siquiera un discípulo de Wellek reconocería como entera- bería intentar la lingüística preservar su naturaleza cientí-
mente legítima la «historia literaria» de Taine. Esta crisis fica, dado que cierra serenamente sus ojos a áreas enteras
terminológica probablemente continuará, puesto que, en el de la realidad del lenguaje. Los contactos entre los dos abor-
contexto contemporáneo, el valor que reciben los términos damientos del problema deben cultivarse con vistas a trans-
depende casi totalmente de su función dentro del enfoque formar ambas disciplinas, sobre la base de unos niveles más
de la disciplina. Por lo cual, aquí hemos hablado principal- altos que los que cada una, en forma esencial, está
mente del tipo de «crítica literaria», al que nos referimos acostumbrada a operar.
frecuentemente como «poética», término común en el este La «anarquía» prevaléciente en la investigación lingüís-
de Europa, aunque Wellék en «The Main Trends of Twen- tica y literaria contemporáneas es, sin embargo, más
tieth-Century Criticism» (Yale Review, 1961, págs. 102-18), aparente que real. A pesar de las divergencias de
delimita numerosas aproximaciones críticas, esencialmente, perspectiva, el
no lingüísticas (psicoanalíticas, marxistas, organicistas, for- espíritu de unidad reside en el mismo corazón de nuestras
malistas, etc.). Pocaq palabras, como hemos visto, han sido teorías modernas del lenguaje y la expresión. Debiéramos
sometidas a una interpretación tan múltiple como el término darnos cuenta ahora de que la «lingüística» y la «crítica
estilo; los abismos disciplinares fueron evidentes en el Con- literaria» se definen mejor como «modos de abordamiento».
greso de Bloomington. \ Este hecho caracteriza todos los tipos de investigación y ha
Una tendencia muy peligrosa de hoy -encontrada en los llegado a tener más importancia que lo que estos «modos
diversos tipos de «crítica literaria» y «lingüística descripti- de abordamiento» intentaban implicar. Las realidades del
va»- consiste en anexionar una porción, y no más, de la lenguaje pueden ser consideradas, "desde luego, a través
disciplina rival. Wellek elogia la voluntad reconocida de de los prismas disciplinares, pero nadie considera
Spitzer por subordinar los fines lingüísticos a los de verda- seriamente los resultados de tal examen como una
dera elucidación literaria (explicación de textos). Si se ex- expresión absoluta de la realidad. Lo que cuenta es la
tendiera, tal acercamiento podría conducir a hacer de ese intencionalidad y relevancia de la visión. Numerosos
tipo de investigación lingüística (Stil f orschung) una eruditos han llevado a cabo este punto importante. Su obra
especie de «lingüística literaria». A1 revés, los -y hemos intentado señalar ejemplos específicos de la
representantes de la tradición bloomfieldiana se han erudición reciente- demuestran que la cantidad y la calidad
mostrado dipuestos a describir los textos literarios y sus de tal experimentación en los Estados Unidos han sido
muchas ramificaciones, solamente después de eliminar impresionantes desde la Segunda Guerra Mundial. Ahora,
mucho de lo que, en realidad, haría «literario» un discurso quisiéramos preguntar -y contestar experimentalmente-
dado. La generación contextual de significados, a menos esta cuestión: ¿Hasta cuándo y por qué medios las
que se correspondan específicamente con rasgos relaciones entre los estudios literarios y lingüísticos se
gramaticales o, quizá, gramático-sintácticos, se considera un pueden sistematizar ampliamente para reflejar más
proceso «extralingüístico» y, por lo mismo, ignorado. La 6.2. Estructura
doble analogía de Abernathy entre la lingüística y la química
orgánica, por un lado, y la poética y la zoología, por otro, Durante el siglo xx, las formulaciones estructuralistas co-
ilustra esta actitud. En resumen, «la integración» disciplinar munes a los estudios literarios y al análisis lingüístico han
sigue siendo ideal, mientras que la realidad que, en el caso proporcionado las bases sobre las que tuvo lugar el encuen-
del uso poético, cruza tales fronteras, se pierde a menudo tro de los cultivadores de estas actividades sin perder su
en el desorden. (Aún más triste, desde luego, es la actitud identidad disciplinar peculiar. Los conceptos interdisciplina-
oscurantista de los estetas que protegen valores epirituales res como el del «estilo» han reunido también a los eruditos.
mediante el cultivo de sus impresiones, y rehusando, en Cuando se toma en el sentido esencialmente sincrónico de
principio, cualquier formulación científica organizada.) La la escuela de Praga, con connotaciones a la vez psicológicas
poética o la crítica literaria no deberían abrir sus puertas a v «objetivamente» gráficas, la noción de «estructura» ha

104
dado vida a las representaciones que comunican efectiva- Durante el siglo xx, recordamos, los estudiosos de la
mente uno de los conocimientos de las operaciones lingüís- lengua y de la literatura describieron esencialmente
ticas y literarias. La «estructura» también proporciona las conceptos históricos. La historia fue interpretada
categorías que en ciertos niveles incluyen relaciones entre corrientemente como una cadena de causas y efectos, y
tales operaciones. Como hemos visto (cfr. pág. 24 d, línea frecuentemente, bajo la influencia de las ciencias
9), han sido «cerrados» en cuanto estructuralismos y biológicas, de una forma determinista. El estructuralismo
«finalmente abiertos». Sin embargo, las configuraciones del siglo xx constituye una reacción contra el historicismo y
estructurales siguen siendo gratuitas. En realidad, no son los «abusos» que se hacen en su nombre. (La refutación de
inherentes ni a las novelas ni a las lenguas. Traducen la Claude Lévi-Strauss a LévyBruhl es un ejemplo clásico de
«interpretación» que el erudito hace del «lenguaje» o de la tal reacción.) Los más tempranos propulsores de lo que,
«novela» y, en cierto sentido, están destinadas a pintar por fin, llegaría a ser el estructutralisrno, se esforzaron, sin
gráficamente la relevancia de la interpretación. Sin embargo, por reconciliar su nueva orientación
embargo, el pensamiento estructuralista está «psicológica» con el mejor de los historicismos más
invariablemente unido a presuposiciones ideológicas más tempranos. Así, Sapir, en este país, interpretó nuevamente
amplias. los fenómenos del lenguaje en términos de estructuras -su
Los efectos del estructuralismo han sido muy beneficio- «sistema fonético» es casi un inventario fonológico de la
sos. Las doctrinas de `la escuela de Praga sobre la lengua generación última. Pero Sapir también hizo un inventario
«poética» y «literaria», ~'por ejemplo, apenas las han de las «tendencias», es decir, de las estructuras «que
agotado los eruditos interesados \por los problemas de la evolucionan» con el tiempo, que no se «reajustan»
forma y expresión literaria. El estrúcturalismo ofreció la repentinamente. Retuvieron la dimensión temporal «del lle-
primera base comprensiva y pertinente para expresar gar a ser». Además, como vimos, Sapir empleaba la noción
objetivamente -con «modelos»- la actividad humana que se de «cultura» a fin de reconciliar el creador individual y la
ocupa de los «signos» en sí mismos. Era -y sigue siendo- la sociedad en que vivía, su lenguaje y el uso que hacía del
rama activa de la semiótica. mismo. «La cultura», en el sentido de Sapir, ofrece medios
Sin embargo, basta con contrastar el «estructuralismo» de relacionar dialécticamente la creatividad poética y la
de un Wellek con el de un Jakobson, para señalar la vulne- forma lingüística en la historia, ya diacrónica, ya sincróni-
rabilidad de sus abordamientos del probema. Wellek admite camente.
que las «obras literarias» son estructuras de signos lingüís- Los estructuralistas posteriores desdeñaron la historia, es
ticos -como lo hace Jakobson-, pero no quiere negar, por decir, redujeron los conceptos históricos al estado de ca-
supuesto, ni siquiera temporalmente, su formalismo tegorías puramente analíticas. No hay nada verdaderamente
estético. La «obra literaria» de Wellek está concebida histórico en la fonología diacrónica de la escuela de Praga,
monumentalmente, como una cosa en sí, de una forma a por ejemplo, a menos de que se acepte el hecho de que los
priori formalística. Su estructuralismo está colocado al sistemas lingüísticos existen en un «llegar a ser» muy abs-
servicio de una «literatura» abstraída del tiempo y del tracto. Los cambios profundos tienen lugar y los «maneja» el
espacio. El concepto de «literatura» se mantiene, pero su sistema, que los ajusta «inmediatamente» en conformidad.
presentación es arbitraria. Jakobson se ocupa menos, por La historia se convierte en una metáfora sin vida. Se ha
supuesto, de la noción de literatura en cuanto tal, pero aceptado, como un hecho, que los fenómenos «históricos»
coma Wellek señala en Estilo del lenguaje, su punto de se describen totalmente en términos de categorías
vista lingüístico amenaza con descomponer la literatura en analíticas, no dependientes de un punto de vista
una teoría más amplia, pero igualmente abstracta de genuinamente histórico, sino más bien de actitudes propias
signos. Lo que sí es verdaderamente «literario» lo desechan de la disciplina misma. Por analogía, el New Criticism
los lingüistas que operan, como lingüistas, con el discurso repudió también la «historia». Dante, Donne, Pascal y Milton
literario. Además, las frases gramaticales con las que el son «contemporáneos» auténticos. La cultura se abstrae de
estructuralismo trabaja normalmente son de tipo muy 213
105
105
nuevo concepto de los propósitos de la investigación. Lo que tradice el principio innato, como se ha dicho, conduce sólo a
cuenta es la actividad empleada en un trabajo erudito y su la formulación de un «principio innato» mejor. Lo que
«relevancia». Las formulaciones estructuralistas valoran más importa aquí, entonces, es la actividad que Katz asocia con la
la interpretación, interpretación que transforma la naturaleza «filosofía». Rechazando un tipo de estructuralismo, aporta
de la «realidad» estudiada. Debemos juzgar si la una forma de seguir siendo fiel al espíritu que animaba la
transformación es útil o no. La actividad se valora por sí investigación estructuralista anterior, es decir, a la relevancia
misma y por su capacidad de generar un entusiasmo colectivo y a la opinión mejor informada.
y una actividad similar en otras personas. La actitud erudita Ahora, en conexión' con lo que hemos dicho sobre la es-
latente de lo que hemos denominado estructuralismo refleja tética de Wellek y que recuerda la valoración del lenguaje y la
una libertad concebida literalmente; se ha confiado más en la literatura mucho más fundamentada de Sapir, nos pre-
opinión liberal que en un sistema a priori. Esto es modernismo guntamos si la «dignidad» de la literatura no podría ser me-
puro, si se quiere: la conclusión lógica de una forma de pensar jor y estar servida más acordemente mediante el reemplazo
cuyas raíces se remontan al Renacimiento. Por esto, parece de la identificación arbitraria de la literatura con la estética,
que la eficacia genuina de una teoría general del lenguaje en el por un concepto de cultura más estrictamente definida. La
sentido platónico, aristotélico 0 incluso cartesiano, no depende «liberación de la poesía» de la dependencia del lenguaje -es
de esto. Sin embargo, los elementos de ló~que quizá se decir, la vieja retórica- ya no es aplipable hoy en día, como ha
denominarían tradiciones platónicas, aristotéh as o admitido Wellek al criticar a Coleridge. La distinción de
cartesianas reaparecen constantemente en las actitudes Hegel entre «la exterioridad accidental» (accidentellere
"\coherentes -no en los sistemas- que resumen el pensamiento Aeusserlichkeit) del lenguaje y «la representación interior»
moderno sobre el lenguaje. que es el alma de la poesía, cualquiera que sea su validez, va
Permítasenos ilustrar este punto. Jerrold J. Katz en su en contra totalmente de los medios que poseemos de
obra * The Philosopley of Language (Nueva York, 1966) re- aproximarnos a la poesía -medios que, por sí mismos, deben
chaza la visión de la adquisición del lenguaje puramente em implicar el lenguaje. No tenemos la intención de sugerir que
rírica y behaviorista y el estructuralismo taxonómico (bloom- el estructuralismo técnico de Jakobson -su semióticaes
fieldiano) que lo acompaña. Katz defiende la gramática ge- suficientemente amplia como para incluir adecuadamente la
nerativa de Chomsky, un nuevo «estructuralismo» basado, literatura; su uso, como él mismo se dio cuenta, es pri-
recordemos, en la teoría racionalista de la conceptualización mariamente científico o provisional. Opone técnicas nota-
-las ideas innatas. Declara que «la dotación genética de un ser blemente útiles de análisis, además de recoger y clasificar
humano, en cuanto ser humano, es el único rasgo invariable -dentro de los límites del círculo de Praga- la información
de los contextos de la adquisición del lenguaje que pueden dar concerniente a la lengua «política» y «literaria». Pero mucho
razón casualmente de la adquisición, por parte de niños en el de lo que es la literatura se escapa al análisis, como dice con
período de hablar, de una interiorización de lenguas que mucha razón Wellek. La «cultura», sin embargo, en el sentido
tienen las propiedades descritas en la teoría del lenguaje» de Sapir, es un concepto más dinámico y es, creemos,
(pág. 273). La doctrina cartesiana «funciona»: ¿Qué hay esencialmente más relevante para la literatura que para la
acerca del problema del conocimiento a priori? Discutiendo «semiótica» o «estética». Permite la reincorporación de la
esta cuestión, Katz acierta con la esencia de la libertad historia auténtica dentro de la problemática de la literatura.
estructuralista: su «objetividad» -y la naturaleza de la Este, por supuesto, es el sentido de la tradición literaria de la
«opinión informada» sobre la cual se basan sus informaciones: civilización del mundo occidental. Tomando dos ejemplos
«Que cualquiera de los principios de la teoría del lenguaje es a extremos, Dante y Rousseau, participan en sus obras de un
priori, pues, una consecuencia del éxito empírico de la contexto que es más adecuadamente descrito como cultural
explicación de la adquisición del lenguaje que lo emplea y, por que como filosófico y, formalmente, sus obras son
ello, le confiere el status de principio innato» (pág. 282, la esencialmente literarias. Sin embargo, está justificado hablar
cursiva es nuestra). La evidencia que con de Rousseau en términos estéticos, mientras que en el caso de
Dante, no.
* Existe traducción española que publicó E. Martínez Roca, 1971.
(N. del T.)

106 215
106
cuentran condiciones para solucionar los problemas filo-
sóficos. De ahí, que si existen las bases teóricas de una
teoría del lenguaje que encuentre las condiciones para so-
6.3. Cultura lucionar algunos problemas filosóficos, y si el soporte em-
pírico en términos de evidencia lingüística es bastante fuerte,
estas bases deben ser, pues, una solución aceptable para los
En el primero y segundo capítulos de este estudio habla- problemas filosóficos (pág. x y ss.).
mos con alguna extensión de Dante y Rousseau, en particular,
sobre su énfasis en las funciones simbólicas del lenguaje: el Reconocemos en estas palabras ciertos problemas fun-
uno, dentro de las antiguas tradiciones medievales de Europa; damentales, que hemos esbozado repetidamente en nuestra
el otro, dentro del contexto «histórico» de la Ilustración. Cada discusión previa. Katz está comprometido con la «verdad
uno escribió sobre el lenguaje y cada uno vio claramente la objetiva» -por ejemplo, las «soluciones» de las dificultades
importancia de articular un punto de vista coherente sobre el filosóficas-, pero su compromiso compite con el reco-
lenguaje dentro de los límites de las posibilidades que se le nocimiento de que su actividad -y la de otros- es primaria en
ofrecían. Los dos ilustran la tendencia occidental de asociar tales materias. La consecución de soluciones es simbólica de
una teoría del lenguaje con amplias concepciones intelectuales su actividad, y debe valorarse dentro de los límites de su
-una cosmovisión, una «filosofía», un sentido coherente de la relevancia disciplinar, esto es, de sus resultados con respecto
realidad. Sin embargo, nuestra revisión -en los capítulos a la actividad «filosófica» de los otros. No obstante, la obra
siguientes- de las actividades disciplinares que surgieron del titulada La filosofía del lenguaje, de Katz, es pionera y, ante
pensamiento moderno y que describen el lenguaje ,y la todo, una «filosofía de la filosofía». En consecuencia, el énfasis
literatura, mostró la exigencia de una tendencias,a considerar que pone sobre el lenguaje y la lingüística es doblemente
la teoría lingüística como la piedra angular sobre la cual se significativo. En primer lugar, la «producción» lingüística está
basa la activa participación de la realidad que\,parece exigir unida con la creatividad humana y, en segundo lugar, el
la moderna actividad intelectual en todos los dominios estudio del lenguaje proporciona el paradigma para toda
intelectuales humanísticos. La teoría lingüística proporciona investigación formal dentro de la naturaleza y propósito de
corolarios objetivos para tal creatividad, dado que se puede tal creatividad. El «análisis» aristotélico es, así, asumido y
construir, en efecto, como constituyente de la teoría de la regulado por el «simbolismo» platónico, pero éste es
«controlado», a pesar de todo, por aquél, ya que, repetimos, la
misma. En el siguiente pasaje de La filosofía del lenguaje, J. J. disciplina de Katz es la «filosofía». Como vimos, Katz
Katz ejemplifica esta tendencia (Se han podido usar otros propone una «estructura» de la adquisición del lenguaje que,
textos, pero éste es tan claro como cualquier otro): a su modo de ver, da cuenta más adecuadamente que otras
propuestas, de la naturaleza de ese fenómeno. Su estructura
La teoría del lenguaje es una declaración de universales afirma la existencia de las ideas innatas -o describe el
lingüísticos, es decir, de los rasgos que todos los idiomas mecanismo basado en tales ideas- y, como señalamos, esta
naturales tienen en común. Formula los principios que estructura conduce al éxito empírico al ocuparse de
determinan la forma necesaria v el contenido de las lenguas numerosas cuestiones -de ahí su validez.
naturales y define la noción de «lengua natural». Desde el No es ninguna exageración decir que la proliferación de las
punto de vista de la lingüística, las bases teóricas de una
teoría del lenguaje están destinadas a proporcionar el modernas «aproximaciones» a la realidad ha generado en
aparato formal de representación de los rasgos que son nuestros días una cultura de nuevo signo. La «relevancia
invariable de una lengua natural a otra. Por otro lado, desde disciplinar» de Katz tiene importantes ramificaciones cul-
el punto de vista de nuestro acercamiento a la filosofía del turales. Cualquiera que sea la perspectiva implicada y la
lenguaje, estas bases teóricas proporcionan el medio para naturaleza de la actividad, los intentos intelectuales con-
construir soluciones adecuadas a los problemas filosóficos.
Según esto, a diferencia del lingüista que pregunta temporáneos se centran sobre los signos y su ordenación. En
solamente si estas bases son adecuadas para servir a la lugar de la eficaz tradición gramatical heredada de la Edad
función científica para la que fueron destinadas, el filósofo Media, nuestro ambiente cultural exige, sin embargo,
del lenguaje debe preguntarse también si se en activamente, gramáticos creadores, esto es, principios de

107 217
107
orden análogo, para los propósitos del análisis empírico, constituyen factores importantes de sus obras, porque
esos que nosotros «descubrimos» en el lenguaje. Estos estos escritores las elaboraron dentro de la fábrica de su
«gramáticos» varían desde las nomenclaturas arte. Recíprocamente, las convicciones religiosas de
especializadas y la sintaxis de varias ciencias hasta las Aristóteles son una cuestión de poco interés para el lógico,
retóricas particulares de los poetas y algunos filósofos. El a quien no interesa la obra de Aristóteles como literatura.
tipo de verdad útil para un filósofo como Katz difiere de esa La Divina Comedia eleva a la categoría poética la
utilidad de un poeta, como Wallace Steven, solamente experiencia de Dante y la lengua de su tiempo. Lo que
dentro del análisis y síntesis apropiada para el discurso de ordena nuestra intención es precisamente el procéso
cada obra. A1 comprender sus «gramáticas» respectivas, poético: cómo se lleva a cabo la gramaticalización, cómo
aprehendemos la identidad -o la carencia de identidad- de funciona, qué relevancia se le atribuye.
sus intuiciones. Las diferencias profundas conciernen a las De la misma manera que no es posible ninguna descrip-
hipótesis fundadas, ya en una creencia, ya en la historia. El ción «completa» de ninguna lengua, así, de forma similar,
hecho de que la gramática subyace a todo discurso, lo no es posible ninguna «crítica total» de Dante. Pero espe
conocemos, pero nuestras técnicas de descripción de la ramos descripciones Importantes del proceso lingüístico, v,
actuación -el cómo v el porqué- de estos principios del uso
siguen siendo rudimentarios. por analogía, un análisis literario pertinente. La lengua de la
Dante identificó los principios que fundamentan su poe- crítica literaria debe ser lo suficientemente poderosa como
sía en la lengua vulgar. Nos sentimos tentados a revisar la para formular categorías de análisis que conduzcan adecua-
teoría estructural y concluir que, a pesar de que todos los damente a las relaciones gramaticales simbolizadas en los
sistemas de signos poseen cierto grado de «literatura», es textos y a la creatividad del poeta, es decir, su «uso» de la
conveniente, desde el punto de vista del análisis, asociar «la lengua. Es en el uso de la lengua -en los textos concretosen
literatura» con el 'discurso que nos llame la atención sobre donde el proceso poético se desarrolla.
cómo funcionan las, posibilidades gramaticales generales al La literatura, tal como hemos sugerido, participa más
combinarse. A1 fin y 'al cabo, creemos, el criterio de directamente de la cultura occidental que cualquier otra
«naturaleza ficticia» de Wellek (Theary of Literature) es forma de discurso; esto ha sido tradicionalmente así y pen
menos satisfactorio que éste, ya que no resuelve el hecho samos que continuará siendo hoy. (Un experimento cientí-
incontrovertible de que las Confessions o los Discours sur fico o un silogismo pueden extrapolarse fuera del tiempo y
1'inégalité de Rousseau son, en este sentido, tan «ficticios» del espacio con menos deformación que un poema u obra
como su Nouvelle Héloise. Nuestro concepto, puede objetar de teatro o novela.) La razón reside en lo que constituye la
el puro lingüista, amplía excesivamente la noción de literatura, esto es, la llamada de la atención del lector sobre
«gramática». Esta objeción puede hacerse al citar una vez su propia organización. El discurso literario es, por natu-
más la naturaleza del acercamiento moderno a la literatura raleza, lingüísticamente simbólico. Cuando está hecho para
-que es común a todas las modernas aproximaciones a la someterse a un control analítico, basado en otras formas
misma y, por tanto, a la realidad-, es decir, que en el orden del discurso, es un mero instrumento de la «filosofía», la
gramatical del lenguaje descubrimos analogías que «ciencia» o «la historia». Hemos observado que Dante co-
permiten la descripción pertinente de la literatura. Ello no
dejará que confundamos los resultados. La literatura existe noció claramente la naturaleza simbólica de la poesía. En
«por» y «en» el lenguaje en un sentido más profundo que, consecuencia, la variedad de formas, de aspiraciones y de
por ejemplo, la escultura existe en la piedra. El estudioso de experiencias que constituyen la cultura se manifiestan en
la literatura debe ocuparse de las relaciones del signo que su forma más pura. Nuestros mitos básicos y las actitudes
no solamente se basan en la «materia prima» lingüística (el sociales más profundas y éticas, con todas sus contradiccio-
inglés, francés, latín), sino que también incluyen otros nes, constituyen el verdadero objeto de la literatura. Es por
componentes: estructuras genéticas, sociales y contextos esto por lo que, a despecho del autoenfoque del discurso
sicológicos, valores, etc. La vehemencia de las convicciones literario, asociamos buenamente lo literario con lo real.
de Rousseau y la profundidad de la fe religiosa de Dante Hasta el siglo xvm, la estrecha relación entre literatura y
cultura se dio por supuesta, pero con la llegada de los tiem-
pos modernos esta relación se hizo problemática.
Solamente,

218
219
108
hace poco, se ha hecho imperativo restablecer la relación. con una concepción estática del «francés», están coartadas.
En nuestra opinión, una nueva formulación general de la Sin embargo, dados los objetivos expresivos de los filósofos
dialéctica entre la expresión literaria y el valor cultural que de su tiempo, Rousseau resulta revolucionario. Su uso es
tenga por finalidad el análisis del significado debe basarse totalmente innovador; convierte en mito, dentro de los lí-
en las categorías lingüísticas. mites estéticos, las categorías analíticas del pensamiento y
En tal reformulación, el «lenguaje» se divide evidente- discurso de la Ilustración. Pero cuando describe- los proce-
mente en dos partes distintas. El uso lingüístico -el discurso- sos, las discusiones exhaustivas no ofrecen ninguna duda.
de las formas literarias entraña este proceso cultural; la Así, mientras teóricamente resulta posible hacer un recuen-
«forma» lingüística, es decir, el lenguaje, aprehendido por to de todos los neologismos introducidos dentro del uso
procedimientos de análisis formal, proporciona las francés del siglo xviii, es completamente imposible -y falto
categorías necesarias sobre las que se debe basar la de propósito- indicar todas las implicaciones culturales de
aproximación. El estudioso debe estar suficientemente ex- una obra literaria dada. (Así, ningún fonetista ha soñado con
perimentado en las técnicas de análisis formal, no simple- descubrir «todos» los matices «fonéticos» del fonema inglés
mente para aplicarlas, sino más bien para captar las posi- /i/, tal como se pronuncia actualmente.) Uno elige uno de los
bilidades que contienen. Ninguna «escuela» de corpus -el texto o textos, o el problema- y trabaja con ellos;
investigación lingüística es en sí misma ni por sí misma la actividad consiste en valorarlos de acuerdo con su grado
autosuficiente. Por otro lado, la experiencia moderna de de relevancia. Un examen estricto de la estructura temporal
investigación lingüística, en todas sus variedades de un poema medieval románico puede llevar a estudios
deslumbrantes, ofrece unos puntos de partida que profundicen nuestro conocimiento de las construcciones
verdaderamente importantes. A lo menos, entre las verbales, de las técnicas narrativas y el sentido de la
ventajas, está la de haber sido puesto de relieve por realidad que describe el poema en términos muy concretos
numerosos er~Zditos de cuya obra hemos dejado cons- (por ejemplo, Tiempo y formas temporales en el «Poema
tancia antes, el hecho de que la investigación o actividad del Cid», de Stephen Gilman, Madrid, 1961). De forma
lingüística es acumulativa. El principio del estudio colectivo similar, cuando origina medios coherentes para estudiar
se basa sobre sus técnicas. Sin embargo, la importancia del algunos textos, el análisis de una construcción mítica -como
uso, en cuanto tal, sigue siendo básico. Penetrar las cons- el amour-passion en la obra L'amour et 1'óccident (1939)
trucciones simbólicas que constituyen la esencia de la lite- de Denis de Rougemont- puede iluminar muy bien los
ratura no es suficiente como para describir elegantemente rasgos relevantes de los textos y de su lenguaje. La
las estructuras puramente formales ni materia alguna. Si complementacíón final de tales estudios estará determinada
todo discurso, como Jakobson nos recuerda, es intencional, por la luz que derramen sobre la naturaleza y cantidad de
está sobre todo ello el propósito simbólico del texto literario las posibilidades expresivas abiertas a la cultura -o culturas-
que exige la atención del estudioso, las operaciones di- que puedan estar implicadas.
námicas que regulan la función de los« componentes» pro- 6.4. Teoría literaria y lingüística
visionalmente aislables que, en un contexto dado, pueden
incluir materias variadas como la rima, el tema, personajes, En la mitad del capítulo IV de este libro sugeríamos que
situaciones, imágenes y otros similares. Las valoraciones quizá pueda justificarse, a la vista de las posibilidades de un
anteriores no son corrientes, ya que, a menos que uno sepa nuevo trivium, una nueva teoría del lenguaje, que incluya
de qué se trata, lo que puede parecer transparente en una una gramática, una retórica y una dialéctica aptas para
obra literaria dada, puede convertirse de pronto en un asun- nuestra época. La elaboración detallada de esta teoría está
to de gran complejidad. E inversamente, lo que parece a evidentemente más allá del alcance de este volumen. La
primera vista hermético, puede en realidad constituir un tesis de este estudio, sin embargo, ha sido que la historia de
medio de alcanzar luz. nuestras actitudes ante el lenguaje -la de nuestras hipótesis
Hemos insistido en la« cultura» como proceso porque lingüísticas más fundamentales -no tolera por mu
es completamente obvio que una visión estática de ella se 221
109
109
cho tiempo los conceptos fragmentarios que han relucido a numerosas y maravillosas implicaciones que se derivan na-
veces. Además, dado que se han hecho resúmenes de los turalmente de este estudio.
desarrollos recientes en teoría literaria, filosófica y lingüís- Quizá sea más difícil, aunque no tan desafiante, el espinoso
tica, en América, donde la especialización es normalmente problema de acoplar los resultados de las investigaciones
una materia de curso, se ha avanzado gracias a una identidad individuales dentro de logros históricos mayores
de valores, técnicas y aspiraciones. Hemos indicado la y más significativos. Los peligros de abstracción y de dis-
importancia fundamental de la investigación gramatical en torsión son grandes. No contamos con ningún refugio ni
todos los campos que tratan con signos lingüísticos; hemos defensa. La teoría de la «literatura» e «historia lingüística»
advertido una creciente voluntariedad por parte de los debe formularse, por lo mismo, como una obra realizada con
estudiosos en prestar una mayor atención al uso real, al éxito a lo largo de estas líneas o como algo hecho que da
lenguaje en toda su vitalidad; finalmente, hemos intentado cuenta explícitamente del tipo de cooperación que hemos
insinuar la necesaria y estrecha relación entre las hipótesis discutido. Por lo demás, los ensayos de la especialidad son
filosóficas y la ciencia lingüística y teoría literaria: una re- demasiados como para mentarlos a todos.
lación que los eruditos de tendencias intelectuales más di- Permítasenos concluir estas observaciones algo disemi-
vergentes están cada día más dispuestos a admitir. nadas siendo plenamente conscientes de la escasa cobertura
Si, como hemos dicho, el más amplio contexto para la que hemos dado a muchos temas tratados aquí. Aunque
discusión de las operaciones en conexión más íntima con una hemos intentado proporcionar un bosquejo histórico, lo hemos
visión unitaria del lenguaje es el contexto del proceso cultural, realizado así para subrayar ciertas ramificaciones teóricas de
se sigue que, puesto que la crítica literaria y la lingüística las tendencias y modas discutidas. Somos conscientes de que
están relacionadas, el área de cooperación más fértil, al menos muchos de nuestros colegas -lingüistas y estudiosos de la
literatura- no comparten nuestro optimismo, ni en algunos
inicialmente, debe ser la que ofrece la historia. El casos nuestro entusiasmo. Es posible que muchos se sientan
refortalé.cimiento de la lingüística y la historia literaria ha obligados a rechazar nuestras conclusiones y quizá las
llegado 'a ser un imperativo en nuestros días. El concepto de premisas -históricas u otras- sobre las que se basan. Es como
proceso cultural entraña la noción de historia. Nuestro interés tiene que ser. Solamente cuando hay discusión se puede
ha ido más allá de los problemas filológicos prácticos, que remediar el pensamiento deficiente y formular perspectivas
exigían legítimamente la mayor parte de la investigación del más adecuadas. En realidad, se puede estar agradecido de que
siglo xix, y es por este motivo por el que tenemos hoy nuestras el clima intelectual predominante ahora en los Estados Unidos
técnicas y métodos de observación de la realidad. Sin favorezca la libre discusión de las ideas concernientes al
embargo, posiblemente debamos afinar nuestros medios de lenguaje y a la literatura; hay voluntad de tomar tal discusión
trabajo y nuestra visión mediante la presentación a en serio.
consideración de la tarea concreta de interpretar
significativamente la dinámica y dialéctica real entre el uso
lingüístico, en su forma más interesante y pura, y las
posibilidades ofrecidas a ese uso. Lo cierto es que conti-
nuamos aprendiendo una cantidad considerable de cosas
sobre la «creatividad», al observarlas íntimamente y pro-
piamente en la «creación». Esto nos parece la verdad irre-
ductible de la posición del humanista. Las funciones de la
creatividad las podemos describir tan pertinentemente en la
constitución de «una palabra familiar» del español antiguo
como dentro de las complejidades de la lírica del Barroco; en
ambos casos, el lenguaje está directamente implicado y se
aplican los mismos principios analíticos. En relación con esto
esperamos no tener que detenernos en las
223
222
110
A pesar de que vivimos en una época de intensa espe-
cialización, no deberíamos perder de vista el hecho de que
muchos estudiosos de campos distintos se interesan por pro
blemas afines. La serie de trabajos, de la que forman parte el
volumen y estudio presentes, abarcará eventualmente el área
de la reciente investigación humanística en América.
«Humanismo» y «erudición» son aquí dos factores unifica-
dores; reclaman de manera muy particular la atención de
numerosos especialistas, estudiantes y lectores cultos que,
aunque representan posiciones intelectuales muy diferentes,
sin embargo dan importancia al saber humano.
Esta obra trata de «teoría literaria» y «lingüística», de por sí
ya un tema híbrido. Los problemas no se presentan desde el
punto de vista de un especialista. El estudio se dirige a
lectores informados e interesados en trabajar principalmente
en otras disciplinas, aunque se destine también a lectores
eventuales de «literatura» o «lingüística». Aunque nos
limitamos a la investigación americana contemporánea -sus
perspectivas, características, éxitos y fracasos-, sin embargo
serán provechosas unas palabras preliminares de explicación.
Hoy el hecho básico continúa siendo que lingüística y
estudios literarios gozan por separado de un status como dos
ramas independientes del saber. Esto no ha sido siempre así.
La literatura moderna, su estudio, y las ciencias lingüísticas
son actividades humanas que poseen profundas raíces en el
pasado, y que están muy difundidas. A menos que nosotros
tomemos conciencia de ciertas tradiciones culturales y
filosóficas, y consideremos los puntos de vista americanos en
conexión con las tendencias europeas legadas, caeremos en el
riesgo de falsificar las fuentes. Deberíamos, por ejemplo, estar
obligados a presentar la investigación lingüística y literaria
como dos disciplinas distintas -y aun opuestas- a pesar de que
las lecciones del pasado y las tendencias del presente vayan
en contra de una apre

111

S-ar putea să vă placă și