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Lamento haberme ausentado del foro en estos días tan interesantes, pero como dic

e el refrán, más vale tarde que nunca.


Estamos viviendo una semana sumamente agitada para la deuda de los PIIGS, en la
que hemos podido comprobar que las promesas europeas de la semana pasada apenas
han servido para contener los ataques más que un par de días.
La deuda griega se ha seguido moviendo de la estratosfera hacia arriba, y la por
tuguesa ha superado ampliamente los 350 pb de spread en el bono a 10 años, lo cu
al quiere decir que el país esta literalmente a semanas vista de la quiebra si n
o llama al FMI.
La deuda española, partiendo de un spread respecto al bund a 10 años de unos 100
pb el lunes, empezó a sufrir el mismo martes, terminando sobre los 120 pb, el m
iércoles sobre los 140 pb y hoy, el peor día, hemos llegado a rozar los 170 pb,
entrando claramente en la zona de alerta naranja del índice que he construido pa
ra avisar de la proximidad de la quiebra técnica de la economía española, es dec
ir, que hemos entrado en Defcon 2.
Estamos cada vez más cerca de esta imposibilidad de financiación de nuestra econ
omía y, a pesar de lo que muchos podáis leer en los periódicos o escuchar en otr
os medios, la situación es de una extrema gravedad, y es muy posible que nos enc
ontremos a menos de dos meses vista de estar en una situación similar a la de Gr
ecia. Todavía no podemos estar seguros, pero a día de hoy es lo más probable.
Y ahora surge la gran pregunta: ¿cómo nos va a afectar a nosotros, ciudadanos de
a pie, esta situación?
Veamos qué implica y porqué es tan importante lo que está pasando con la deuda p
ública. La economía española, para poder seguir funcionando, necesita recibir en
tradas de capital por valor de al menos 110.000 millones de euros cada año, cant
idades que se irán incrementando según vayan subiendo los intereses de la deuda
(lo que está pasando ahora) y los precios del petróleo. Pero el problema no acab
a aquí. Además de todo eso, tenemos que enfrentar vencimientos de deuda, pública
y privada, durante los próximos 3 años, de unos 600.000 millones de euros. Y el
problema es que si nadie quiere nuestra deuda pública, todo el riesgo-país se t
rasladará al sector privado y nuestras entidades financieras y empresas no podrá
n renovar sus vencimientos.
Las opciones entonces son, o renegociar la deuda (un "megacanje II") o el defaul
t. En cualquier caso dejarán de entrar esos 110.000 millones, y entonces la caíd
a de la economía española, privada del combustible que la mueve, será brutal y a
bsolutamente catastrófica. Si el gobierno, éste si no anticipan elecciones, o el
siguiente si las anticipan, se niega a reconocer la irrevesibilidad de la situa
ción y a abandonar por lo tanto el euro, el corralito, como defensa ante las mas
ivas fugas de capital, será inevitable. Y conociendo las limitaciones de carácte
r e intelectuales de ambos personajes, será así.
La destrucción de empleo será masiva, y volveremos a ver tasas como las del otoñ
o-invierno 2008-2009. El credit crunch será dramático, lo que unido a caídas bru
tales en el consumo, ocasionará que las empresas quiebren a decenas de miles. En
resumidas cuentas, estaremos en poco más de un año en una situación absolutamen
te dramática.
¿Qué ocurrirá entonces?
Pienso que finalmente será el pueblo, harto de tantos engaños, el que tendrá que
poner fin a la situación. Le recomiendo, al presidente de turno, que tenga un h
elicóptero con el depósito lleno y su correspondiente piloto en la trasera de la
Moncloa. Porque llegará el momento en que unos miles de ciudadanos, hartos de l
a situación, se organicen y vayan a buscarle. Y la policía les dejará pasar. Lo
que ocurra después no está escrito pero será extremadamente difícil, y depende d
e nosotros, y solamente de nosotros, el que finalmente podamos construir un país
auténticamente democrático en el que no se pueda volver a repetir algo así.

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