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VERTICAL
Frank Spear, DDS, MSD
Gregory Kinzer, DDS, MSD
Ya que puede haber varias dimensiones verticales adecuadas, es más lógico
escoger aquella que satisfaga tanto los objetivos estéticos del paciente como
los funcionales del clínico. De muchas maneras, éste es el método más
sencillo de determinar la dimensión vertical.
FILOSOFÍA Y TRASFONDO
En los más de veinte años que llevo dando clases de odontología, he tenido la
oportunidad de pasar miles de horas ayudando con planes de tratamiento
ajenos. Durante todo este tiempo, no ha habido un tipo de paciente que se me
haya presentado más frecuentemente que aquellos con desgaste dentario o
relaciones oclusales aberrantes.
Ya que la mayoría de los dentistas con los que he tratado son dentistas
restauradores, no es raro que el plan de tratamiento contra el desgaste dentario
más popular sea el de abrir la mordida para crear espacio y hacer al menos
una rehabilitación de arcada completa. Esta falta de comprensión del desgaste
dentario y la dimensión vertical ha sido lo que me ha empujado a escoger este
tema para el capítulo.
–Frank Spear
Dolor muscular
Al evaluar la literatura sobre alteraciones de la dimensión vertical, resulta
prudente examinar cómo se realizó el estudio. Varios artículos coinciden en
que la alteración de la dimensión vertical produce síntomas como dolores de
cabeza, dolores musculares y fatiga muscular.31-33 El problema de varios de
estos proyectos de investigación es que alteraban la dimensión vertical
rebasando sólo los dientes posteriores sin ningún contacto ni guía anterior. Al
final del estudio, varios de los pacientes presentaron síntomas musculares y se
llegó a la conclusión de que eran el resultado del cambio en la dimensión
vertical. De hecho, a los pacientes se les dejó con un esquema oclusal no
creado clínicamente. Si los artículos sobre el impacto de los cambios en la
dimensión vertical sobre los músculos se limitan a aquellos que crearon un
esquema oclusal ideal simplemente en distintas coordenadas, está claro que
alterar la dimensión vertical no produce dolores musculares. De hecho, menos
del 5% de los pacientes tuvieron molestia muscular a corto plazo, la cual
desapareció dos semanas después de la alteración vertical.34-39
La razón de que exista tanta confusión puede tener que ver con la
geometría de la articulación temporomandibular, el músculo masetero, el
músculo pterigoideo medial, y los dientes anteriores. La mayoría de las
alteraciones de la dimensión vertical se miden en los dientes anteriores, con
una alteración de 3 mm de la dimensión vertical anterior resultante en menos
de 1 mm de cambio en la longitud del músculo masetero. Además, si el cóndilo
se asienta en la fosa de la articulación temporomandibular durante el
tratamiento, por cada milímetro que el cóndilo se asienta verticalmente, la
longitud del masetero se reduce casi 1 mm. Es por tanto posible que si el
cóndilo se asienta al aumentar la dimensión vertical anterior, se produzca un
cambio mínimo, o ninguno, en la longitud del músculo masetero o pterigoideo
medial, sin expectativas de reincidencia (Figura 8-7). Sin embargo, si no
hubiera alteraciones en la posición vertical del cóndilo al aumentar la dimensión
vertical, ocurriría un cambio en la longitud muscular, que podría ser
responsable de cualquier reincidencia.
Efectos en el habla
El área final de preocupación al alterar la vertical tiene que ver con la fonética,
particularmente con los sonidos sibilantes o con “S.” Por norma, la mayoría de
pacientes tienen un alto nivel de adaptabilidad en cuanto al habla. Después de
un corto período de tiempo, normalmente de 1 a 4 semanas, la mayoría
aprenderá a reprogramar sus patrones de habla anta cualquier alteración
dental que se le haya realizado. Sin embargo, hay pacientes a los que no les
ocurre esta adaptación. Para entender cómo podría relacionarse esto con la
dimensión vertical es importante entender cómo realizan los sonidos sibilantes
los distintos pacientes. La mayor parte hace los sonidos con “S” adelantando la
mandíbula de manera que los bordes incisales de los incisivos mandibulares
queden de punta a punta con los bordes incisales de los incisivos maxilares
(Figura 8-9). Es la posición del borde incisal de los dientes la que puede crear
problemas fonéticos si se produjera un aumento significativo del reborde incisal
de los incisivos maxilares o mandibulares. Ahora los dientes podrían colisionar
durante los sonidos con “S”, generalmente a consecuencia de silbidos o malas
articulaciones de pronunciación cada vez que se realiza un sonido sibilante.
Esto puede evaluarse clínicamente simplemente haciendo que el paciente diga
“66” o “77” y observando si los anteriores se tocan durante el sonido sibilante.
Si lo hacen, y al paciente se le han dado de 2 a 4 semanas para adaptarse y no
lo ha hecho, será necesario acortar los incisivos superiores o los inferiores. Si
pueden acortarse los incisivos superiores, será posible corregir la fonética sin
alterar para nada los contactos oclusales céntricos. Sin embargo, aunque es
posible acortar los incisivos inferiores para corregir el habla, es necesario retirar
los contactos céntricos de la cara palatina de los incisivos maxilares. Si el
contacto céntrico se obtiene rebasando la cara palatina de los incisivos
maxilares, la dimensión vertical no se verá afectada. Sin embargo, si no es
posible rebasar por palatino, será necesario bien cerrar la dimensión vertical
para recuperar el contacto céntrico con una restauración, o dejar al paciente
con mordida anterior abierta, arriesgándonos a sufrir erupción secundaria e
inestabilidad (Figura 8-10).
Dispositivos de prueba
Principio
Ya que puede haber varias dimensiones verticales adecuadas, es más lógico
escoger aquella que satisfaga tanto los objetivos estéticos del paciente como
los funcionales del clínico. De muchas maneras, éste es el método más
sencillo de determinar la dimensión vertical.
CONCLUSIÓN
Existen múltiples dimensiones verticales con las que se puede tratar al
paciente, por lo que no es justificable esgrimir su alteración como único motivo
para la rehabilitación. Además, si los dientes posteriores ocluyen y no
presentan desgaste, en casi todos los casos se podrá mantener la dimensión
vertical si el paciente está dispuesto a considerar el movimiento ortodóntico de
sus anteriores, o el alargamiento coronario y la restauración. Al mismo tiempo,
si un paciente necesita una rehabilitación completa, el aumento de la dimensión
vertical es una manera perfectamente aceptable de alcanzar los objetivos
estéticos y funcionales deseados.
PRESENTACIÓN DEL CASO
Facultativos:
Greggory Kinzer, DDS, MSD
Periodoncista: Bobby Butler, DDS
Endodoncista: Ted Pilot, DDS, MSD
Introducción y trasfondo
El paciente, de 61 años, había recibido tratamiento dental rutinario y de
mantenimiento en la misma clínica durante 25 años. A mediados de los 80, se
le diagnosticó desgaste generalizado, que se le fue controlando desde
entonces. Se le fabricó una placa de descarga en 1985. A pesar de su uso, la
progresión del desgaste ha seguido sin tregua. Ahora el paciente informa de
que los bordes de sus dientes son “demasiado afilados” y que “no se le ven los
dientes al sonreír o hablar”. Sus objetivos son alargar los dientes para que
queden más estéticos y corregir y controlar el desgaste dental.
Historia médica
La medicación actual incluye atenolol (75 mg) para el tratamiento de la
hipertensión, analgésicos sin receta para la artritis, y vitaminas diarias.
Antecedentes de tabaquismo; el paciente dejó de fumar en 1986. Sin alergias
conocidas.
Diagnóstico
Examen extraoral y facial
Examen intraoral
Dental
• Piezas ausentes: 1, 16, 17 y 32
• Lesión cariosa bucal en 15
• Atrición generalizada de moderada a severa acompañada de muestras de
corrosión
• Longitud coronaria clínica corta generalizada
Periodontal
• Índice de placa aproximado: 25%
• Inflamación gingival localizada de leve a moderada secundaria a la
eliminación de placa
• La profundidad de sonda es generalmente de ≤ 4 mm con profundidades de 5
mm localizadas en las piezas nº 5, 14, 15, 18 y 21
• Defectos de furcación de Clase II, por vestibular en 15, y por
palatino/vestibular en 19, 30 y 31
• Defectos de furcación de Clase III en 18
• Movilidad de Grado III en 18
Diagnóstico y pronóstico
Estético
• Pérdida de longitud en el tercio facial inferior con los dientes en máxima
intercuspidación
• Falta de exposición dental anterior
• Pronóstico: bueno
Funcional
• Disfunción oclusal manifestada como atrición
• Pronóstico: de aceptable a bueno
Biomecánico
• Longitud coronaria clínica corta generalizada
• Posible reflujo gastroesofágico
• Lesión cariosa en 15
• Pronóstico: bueno
Periodontal
• Periodontitis adulta avanzada localizada en 18
• Gingivitis
• Pronóstico: reservado, nº 19; malo, nº 18; bueno, todos los demás
Resumen
1. ¿Cómo establecemos la dimensión vertical del paciente?
2. ¿Cómo podemos solucionar la longitud coronaria clínica corta/de
preparación?
3. ¿Debería mantenerse la relación anterior de punta a punta o debería
alterarse la relación de Clase III para proporcionar algo de sobremordida
y resalte?
4. ¿Resultará predecible a largo plazo un cambio en el esquema oclusal?
Comentario