0 evaluări0% au considerat acest document util (0 voturi)
33 vizualizări1 pagină
La violencia contra la mujer no se suscribe solo aquella violencia física, bélica e institucional, la mujer ha sido y continúa siendo víctima de múltiples y repetidas formas de violencia, visibles o no, al haber sido definida como diferente, inferior y por tanto vulnerable.
La violencia contra la mujer no se suscribe solo aquella violencia física, bélica e institucional, la mujer ha sido y continúa siendo víctima de múltiples y repetidas formas de violencia, visibles o no, al haber sido definida como diferente, inferior y por tanto vulnerable.
La violencia contra la mujer no se suscribe solo aquella violencia física, bélica e institucional, la mujer ha sido y continúa siendo víctima de múltiples y repetidas formas de violencia, visibles o no, al haber sido definida como diferente, inferior y por tanto vulnerable.
estherpinedag Sociloga Magister en Estudios de la Mujer
La violencia contra la mujer no se suscribe solo aquella violencia fsica, blica e
institucional, la mujer ha sido y contina siendo vctima de mltiples y repetidas formas de violencia, visibles o no, al haber sido definida como diferente, inferior y por tanto vulnerable. Esta infravaloracin de la mujer, aunada a su sistemtica cosificacin y objetuacin en los medios de comunicacin y difusin masiva, impulsan y promueven concepciones deformadas de la feminidad; donde de acuerdo a los criterios de una lgica patriarcal capitalista, la mujer al ser concebida como un objeto fsico y simblico, se transmite en el imaginario colectivo la idea de que el hombre no necesita su aprobacin para usar su cuerpo, pudiendo por tanto ser alquilada (mediante la prostitucin) o simplemente apropiada y adquirida de forma arbitraria (por medio del abuso sexual y la violacin). Pero en una sociedad donde los criterios sobre que es una transgresin a la norma y que no lo es, han sido sin duda definidos por la heteropatriarcalidad, y en la cual toda trasgresin de la norma por parte del patriarcalismo ha estado tradicionalmente amparado por un marco jurdico androcntrico permisivo y exculpatorio, los varones, y los medios de comunicacin y difusin que estos en su mayora dirigen, desestiman el carcter infractor de la cosificacin, objetuacin y abuso sexual contra la mujer transmitido en su programacin. Se justifica y evade la sancin apelando a la perversidad de la mujer, concebida y representada en los medios de comunicacin y difusin masiva no como vctima, por el contrario, como victimaria, incitadora al pecado, lujuriosa y de insaciable sexualidad, capaz de incitar al hombre al delito, excitando su libido a travs de ardides, seducciones y atuendos provocativos, haciendo impostergable la satisfaccin de su deseo. No obstante, el abuso no consentido de la corporeidad es, ha sido y contina siendo violencia, lo que se ha trasmutado en la lnea histrico social sern los mecanismos a travs de los cuales se incita, promueve, realiza e institucionaliza el abuso sexual contra la mujer, y donde los medios de comunicacin y difusin masiva tienen en la actualidad significativa influencia. Pese a ello, todo tipo de violencia contra la mujer constituye una violacin a sus derechos, razn por lo cual los Estados deben garantizar el derecho de la mujer a la libertad y seguridad de su persona, condenando y sancionando todo tipo de violencia contra la mujer, as como, facilitando los medios para su prevencin y erradicacin.