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Suelo y Territorio

Prof. Analía Romanello. Alumnos: Marcelo Bonnín, Alejandro Ronconi, Erika Solís
(Licenciatura en Geografía) Colaboración: Prof. Beatriz Pacchiotti. Facultad de
Humanidades, Artes y Ciencias. Sociales. Departamento de Geografía. – UADER –
Paraná.

Este trabajo pretende mostrar que el medio ambiente en que vivimos es una
manifestación de constante transformación de la naturaleza por la sociedad humana, y
que el hombre puede provocar profundas alteraciones en la estabilidad de los sistemas
naturales, lo que puede llevar al deterioro ambiental que afecta, en definitiva, la calidad
de vida de las personas.

La humanidad de este milenio es una humanidad urbana, “sacudida por múltiples


conflictos en los que confrontan culturas e intereses”. (George, P. 1989, pp. 9)

Es en el suelo, donde las relaciones de apropiación se hacen cada vez más complicadas
a partir de las diferentes intervenciones humanas y de los diferentes impactos en la
escala local. (George, P. 1989)

No existen recetas para organizar el futuro, pero un territorio incluye potencialidades,


problemáticas, riesgos ambientales e impactos sociales que deben ser contemplados
sobre la base de las posibilidades concretas de brindar soluciones integrales a la
población.

La organización del territorio y el medio

La organización del territorio es el resultado de múltiples interrelaciones que se


establecen entre las sociedades y el medio, donde las diferentes modalidades de
ocupación suele generar conflictos que se manifiestan en la pérdida en las condiciones
de habitabilidad, lo cual genera una cada vez mayor insostenibilidad de los ambientes
urbanos (Erikson, R. y Allardt, E.: 1996).

Es necesario entonces, un mejor uso del espacio urbano, a partir de una visión holística,
que contemple aspectos sociales, legales y técnicos en función de necesidades y
objetivos y que se apoye en un abordaje integral del uso y la apropiación del territorio
que permita ofrecer servicios ambientales, sociales y económicos básicos sin poner en
peligro la viabilidad de los entornos naturales, de los que depende el ofrecimiento de
estos servicios. (ONU/PNUD: 1996). “La política territorial tiene como uno de sus
objetivos teóricos hacer frente a los desequilibrios territoriales” (Sánchez, 1992. pp118).

Para este objetivo la obtención de información integrada sobre el territorio es primordial


para cualquier planificación, ya sea por sus potencialidades o por sus vulnerabilidades.
(Becker, B. y Egler, C.; 1997).

El suelo como componente del territorio

Recientemente se ha tomado conciencia de la importancia del suelo para las actividades


del hombre y de las diferentes funciones esenciales de éste en relación con el ambiente,
como regulador a partir de una multiplicidad de funciones dentro de los ecosistemas
terrestres.

El crecimiento de la población y con ello de las actividades humanas, están provocando


alteraciones, lo cual puede llevar a consecuencias irreversibles poniendo en riesgo la
integridad ambiental. (Morrás, H.: 2003).

Las ciudades reflejan los diferentes niveles de ocupación del suelo, los que en ocasiones
ven desbordados su capacidad de soporte. Las problemáticas que surgen de dicha
apropiación no nacen de un día para el otro, sino que son producto de una “construcción
histórica social y no una circunstancia natural particular”. (Fernandez, R. 2000, pp.
181).

A medida que la población crece, las demandas de ocupación del suelo se incrementan.
Ese crecimiento acelerado no es acompañado por el aumento de los servicios lo cual
provoca, -por una expansión territorial muchas veces desordenada, con asentamientos
espontáneos o no planificados, en áreas que generalmente se encuentran carentes de
servicios básicos, como agua o cloacas-, el agravamiento de las condiciones de
habitabilidad.

Áreas de protección ambiental: Reservas Naturales.

Al O-SO del departamento de Paraná se localiza una zona de anegadizos, declarada de


protección ambiental por decreto municipal, denominada Área Natural Protegida1
Municipal: Las Piedras (Parque Muttio)2

El área se ubica sobre la ribera del río Paraná desde el sur del paraje conocido como
Bajada Grande hasta el noroeste del Departamento Diamante.

La zona protegida abarca una superficie de 7 hectáreas sobre las márgenes del río
homónimo, y comprende una serie de bañados y aguadas de distintas formas y tamaños.

En esta zona, donde el paraje se conoce como anegadizos convergen dos formaciones
geomorfológicas de llanuras, una eólica y otra aluvial. (IRIONDO, M.: 2007)

1
Parque Muttio Reserva Natural - Entre Ríos
Categoría: Paisaje Protegido. Ley Provincial Nº 8.967 de la provincia de Entre Ríos. Artículo Nº 24 que dice: serán
considerados Paisajes Protegidos aquellas zonas naturales o modificadas, que presenten panoramas atractivos,
aprovechados por el hombre para esparcimiento y turismo (costas de ríos, de rutas, zonas periurbanas) o aquellos
paisajes que por ser el resultado de la interacción del hombre y de la naturaleza reflejan manifestaciones culturales
específicas (modalidad del uso de la tierra, costumbres, organización social, infraestructura o construcciones típicas).
Patrimonionatural.com.http://www.patrimonionatural.com/HTML/provincias/entrerios/muttio/descripcion.asp-
20/04/08

2
Fecha e instrumento legal de creación: Originariamente la Ordenanza Nº 7.027 del 2 de septiembre de 1987 creó
bajo el nombre de Área Natural Protegida Las Piedras el espacio similar al que ocupa hoy el área prospectada que fue
creada por la Ordenanza Municipal Nº 7.348 del Departamento de Paraná, la que derogó la legislación mencionada en
primer término.
Patrimonionatural.com.http://www.patrimonionatural.com/HTML/provincias/entrerios/muttio/descripcion.asp-
20/04/08.
Figura 1: Área de Reserva natural Parque Muttio
Fuente: elaboración propia en base a Fuente original: Landsat ETM. CONAE

Aquí el nivel del Río Paraná a partir de la relación cota-río, se ubica en la cota 10. Por
encima de ella se localiza la llanura eólica y la llanura aluvial se halla próxima a ese
nivel. Las lagunas rodeadas por albardones se conectan con el río en situaciones de
crecidas, donde también provocan inundaciones en las zonas bajas.

Las demandas de la ocupación y expansión urbana recientes, han generado un conflicto


de ocupación territorial.

Próximo al área de Anegadizos se encuentra emplazado el Volcadero municipal, donde


se arrojan todos los residuos de la ciudad de Paraná.
Figura 2: Localización del Volcadero municipal.

Fuente: elaboración propia en base a Fuente original: Dirección de Estadística de la


Provincia de Entre Ríos.

Muy cerca del reservorio, hay varios asentamientos urbanos. Además, desde mediados
de la década de 1990 el Instituto Autárquico Provincial de la Vivienda ha construido
planes de viviendas en la zona, en dos sectores próximos, a pocos metros del Volcadero.

La presencia de barrios y la ausencia de servicios determinó que por calle Don Segundo
Sombra, y próximo al Volcadero se localice el emplazamiento del caño principal de
descarga de residuos cloacales que atraviesa toda la formación de albardones hasta
llegar al río Paraná, en el cual se arrojan, en un sector muy próximo al área de
Anegadizos.

Si bien el suelo, tiene como característica regular los procesos de contaminación de las
aguas, “este rol en la dinámica del agua será función además del estado de conservación
del mismo, existiendo diferencias entre un suelo bien utilizado y un suelo degradado”.
(Morrás H. 2003, pp. 73)

La relación que se establece entre los posibles contaminantes urbanos a partir de la


estrecha ligación entre agua y suelo, hace que estos ambientes sean imperceptiblemente
riesgosos tanto para la salud del hombre en la ciudad, como para la fragilidad del
ecosistema mixto a partir del riesgo de contaminación, cuyas consecuencias quizás no
se vean hoy, pero seguramente las sufrirán las generaciones futuras.
Figura 3: Área de protección ambiental Anegadizos.

Fuente: Elaboración propia en base a Fuente original: Dirección de Aerofotografía y


Sensores remotos. Fuerza Aérea Argentina.

Relación Cota Río

En la figura se observa indicada la cota 13 considerada por el IGM tierra firme, a partir
de la cual se estableció la relación entre las cotas y la altura del río, la que se mide a
partir del nivel cero coincidente con el nivel del riachuelo en 0 msnm. En consecuencia,
el nivel normal estacionario del Río Paraná en el puerto de la ciudad homónima se
encuentra entre la cota 10 m. y 11 m. (estimado a partir de las cotas de interlínea de
1m.)

Dentro de las instalaciones portuarias, la Dirección Nacional de Vías Navegables tiene


fijado el nivel cero para medir las crecidas del río Paraná, considerando un nivel de 5.00
m., como estado de alerta3 y 5.5 m, como emergencia de evacuación. En un
acontecimiento como éste, el nivel del río supera la cota 15, desbordando el albardón
costero que está entre el cauce principal del río y los anegadizos, inundando la zona de
lagunas y bañados, y alcanzando la explanada posterior del Volcadero municipal.

Consideraciones finales

El estudio del soporte físico sobre el cual se asientan las sociedades debe estar presente
en el marco de cualquier planificación territorial, ya que si se supera su capacidad de
carga puede generar problemáticas en el entorno urbano que pueden llevar a riesgos
ambientales que afectan, en definitiva, la calidad de vida de las personas.

3
Prefectura Naval Argentina: Pronóstico Hidrológico sobre el río Paraná. Alerta Hidrológico. INA Estación Paraná.
En este aspecto, poner énfasis en la problemática ambiental, implica tener una
preocupación eficaz por el ambiente, donde la concreción de obras de infraestructura
ligadas a las propias condiciones de habitabilidad, involucra hoy a todos los sectores de
la sociedad civil.

La idea que tenemos de la complicada relación del hombre con la naturaleza tiene una
importancia decisiva para entender el deterioro ambiental y buscarle soluciones a las
situaciones ocasionadas por las actividades del hombre sobre el sustrato natural.

En este camino, la conformación de una relación satisfactoria entre la sociedad y la


naturaleza implica, necesariamente, un proceso de reconstrucción social a través de una
transformación ambiental del conocimiento y de la concepción del daño ambiental.

En este sentido la Educación Ambiental, incluye la concientización, el entrenamiento, y


provee el complemento indispensable de otros instrumentos de manejo ambiental,
abarcando no solo a la comunidad educativa sino a la sociedad en general. (Allende
Landa, J.: 2000)

La planificación y la previsión son indispensables para el manejo ambiental, (Buzai:


1998), y la información, puede contribuir a encarar acciones de intervención tendientes
al mantenimiento de la bio y la sociodiversidad, como patrimonios de lo local, y la
distinción y articulación simultáneas de las distintas dimensiones de la realidad que
integren producción con la preservación de los recursos, (Tricart, J.: 1977), y que se
traduzca en una mejora en la calidad de vida de las personas

Bibliografía

ALLENDE LANDA, J.: (2000) Medio Ambiente, ordenación del territorio y


sostenibilidad. Bilbao: Servicio editorial. Universidad del País Vasco.
BECKER, B. K. E EGLER, C. A. G. (1997) Detalhamento da Metodología para
execucão do Zoneamento Ecológico-Económico pelos Estados da Amazônia Legal.
Brasilia: SAE-MMA.
BUZAI, G. D. Y GRAY, N. (1998) “La gestión ambiental ante el panorama actual de
las técnicas geoinformáticas”. En MATTEUCCI, S. y BUZAI, G. D. (comp.), Sistemas
ambientales complejos: herramientas de análisis espacial. CEA, Centro de estudios
avanzados, UBA. Eudeba, Buenos Aires.
ERIKSON, R. & ALLARDT, E. (1996). La Calidad de Vida. Ciudad del México.
Fondo de Cultura Económica.
FERNÁNDEZ, R. (2000) La ciudad verde. Teoría de la gestión ambiental urbana.
Espacio editorial. Buenos Aires.
GEORGE, P. (1989): O HOMEN NA TERRA. Geografia em acçäo. Rio de Janeiro.
Edições 70.
IRIONDO, M. (2007): Introducción a la Geología. Editorial Brujas. Córdoba
INDEC Bases cartográficas. Dirección de Estadística de la Provincia de Entre Ríos
MORRÁS H. (2003) La ciencia del suelo en Argentina Evolución y perspectivas.
INTA Instituto de Suelos – Centro de Investigación de Recursos Naturales. Buenos
Aires. Ediciones INTA.
ONU/PNUD (1997) Relatório do Desenvolvimento Humano. Lisboa. Trinova Editora.
SANCHEZ J. E. (1992) Geografía Política. Editorial síntesis S. A. Madrid.
TRICART, J. (1977) Ecodinâmica. IBGE. Rio de Janeiro.

Geoperspectivas. http://geoperspectivas.blogspot.com

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