Cómo integrar las TIC

en las áreas de Lengua

CHRISTIAN INARAJA

La competencia digital debe impregnar todo el currículo de forma casi invisible. Para lograrlo en el área de Lengua,
el autor sugiere unos criterios de uso que van desde promover un aprendizaje significativo en relación con la experiencia
cotidiana hasta velar por la no discriminación de ningún alumno o comprometer a todas las instancias del centro
escolar. Y, a modo de ejemplificación, analiza las posibilidades de un recurso tan simple como útil, el navegador.

EDUARDO-MARTÍN LAREQUI GARCÍA
Catedrático de Enseñanza Secundaria por la especialidad de Lengua
Castellana y Literatura, y asesor docente de la Sección de Tecnologías de
la Información y la Comunicación del Departamento de Educación del
Gobierno de Navarra.
Correo-e: elarequi@gmail.com
Dentro del actual marco curricular, las Tecnologías de la Infor-
mación y la Comunicación (en adelante, TIC) ofrecen una doble
perspectiva. Por un lado, pueden concebirse como un recurso
instrumental encaminado al logro de las competencias básicas,
y en especial de las dos que nos interesan en este trabajo, la
competencia en comunicación lingüística y el tratamiento de la

72 CUADERNOS DE PEDAGOGÍA. Nº 401 MAYO 2010 } Nº IDENTIFICADOR: 401.020


información y competencia digital. Por otro lado, las TIC forman
parte del currículo de diferentes áreas y materias, pues en la for-
mulación de sus objetivos, contenidos y criterios de evaluación
aparecen ciertos aspectos (por ejemplo, el uso de procesadores
de texto, la comunicación a través del correo electrónico o las
tareas de búsqueda de información en internet), indiscutible-
mente relacionados con el ámbito de las Tecnologías de la In-
formación y la Comunicación.
El uso educativo de las TIC en los centros escolares ha de en-
tenderse, pues, en relación con este nuevo enfoque curricular.
Es necesario lograr lo que se ha denominado “la impregnación
de las TIC en el currículo”, es decir, una situación en la que “las
TIC se hacen invisibles, están permanentemente a disposición
de alumnos y profesores, como instrumento de trabajo intelec-
tual y de construcción compartida y creativa de conocimiento”
(Vivancos, 2008, p. 47).
Criterios de uso
Aunque la bibliografía sobre uso educativo de las TIC es amplí-
sima, existen pocos trabajos que contemplen una organización sis-
temática de los recursos y actividades TIC en cada una de las áreas
y materias curriculares. El decálogo de criterios que figura a conti-
nuación está basado en una propuesta publicada recientemente
para el área de Lengua Castellana y Literatura (Larequi, 2009).
1. Los recursos TIC no son por sí mismos una garantía de efi-
cacia didáctica, que sólo se logrará si estos recursos responden
a objetivos y planteamientos educativos, forman parte de una
metodología efectiva, contrastada y asumida por los docentes
y facilitan aprendizajes significativos.
tema del mes
2. Para lograr promover aprendizajes realmente significativos
es necesario que las actividades en que intervienen las TIC que
tengan relación directa con la experiencia cotidiana de los estu-
diantes, respecto a los ámbitos escolar y académico, con la ac-
tualidad, con las relaciones de carácter personal, social e institu-
cional, etc.
3. Las actividades en las que se haga uso de las TIC siempre
deben concebirse y llevarse a cabo teniendo en cuenta su rela-
ción con los objetivos, contenidos y criterios de evaluación for-
mulados en el currículo y en el proyecto educativo del centro.
4. Las actividades que implican el uso de las TIC requieren un
marco de actuación que debe ser objeto de los correspondien-
tes acuerdos en los centros escolares. El aprendizaje de ciertas
técnicas (el uso de procesadores de texto, los procedimientos
de búsqueda en Internet, etc.) debe programarse a través de
contenidos y actividades adecuadamente secuenciados y de
acuerdo con normas de organización acordadas por los docen-
tes. Asimismo, conviene que las actividades didácticas en que
se utilizan recursos y materiales TIC se realicen teniendo en cuen-
ta el marco del tratamiento integrado de las lenguas.
5. Es una exigencia inexcusable para todas las áreas, pero
en especial para las lingüísticas, que todas las producciones
resultantes de la aplicación de las TIC respeten los criterios de
corrección idiomática (ortográfica, textual y pragmática).
6. El desarrollo de la Red hacia el escenario de la llamada web
2.0, que se caracteriza por la participación activa de las personas
en la creación del conocimiento, exige que los docentes conoz-
can recursos como los servicios online, los sistemas de marcado-
res y etiquetado social, las redes sociales, los blogs, wikis y otras
plataformas de gestión de contenidos que se pueden utilizar en
internet y en las redes de área local de los centros. El potencial
educativo de los recursos de la web 2.0 es tal que muchos auto-
res están proponiendo la necesidad de orientar el paradigma de
enseñanza-aprendizaje hacia el concepto de los entornos de apren-
dizaje personales (PLE, Personal Learning Environments). En di-
chos entornos, todos los alumnos y alumnas disponen de la ca-
pacidad de integrar distintas herramientas y servicios en un
espacio personal que les proporciona la propia aplicación, ade-
más de disponer de más contenidos y materiales para atender a
sus propios intereses y condiciones de aprendizaje.
7. Incluso las metodologías tradicionales se pueden renovar
gracias a las herramientas TIC. En este sentido, tanto la pizarra
digital (un ordenador conectado a un cañón de proyección), que
permite proyectar cualquier documento almacenado en el orde-
nador o disponible a través de la Red, como la “pizarra digital
interactiva” o PDI, que además hace posible la interactividad so-
bre la superficie de la pantalla de proyección, ofrecen un abanico
prácticamente ilimitado de recursos educativos.
8. El uso de las TIC debe comprometer a todas las instancias
del sistema educativo. Por ello resulta esencial que los docentes
se planteen qué competencias y contenidos del currículo pueden
desarrollar con su nivel de competencia digital, y cuáles sólo
podrían abordar si mediara la formación o el acompañamiento
necesarios. Los centros educativos, por su parte, habrán de apo-
yar las propuestas didácticas con nuevas formas de organización
y gestión. Finalmente, es obligación de las administraciones edu-
cativas hacer el esfuerzo necesario para dotar a los centros y sus
profesores de medios materiales y humanos, promover la crea-
ción de recursos digitales y organizar las acciones formativas
encaminadas a la capacitación del personal docente en el uso
de dichos recursos.
9. Las actividades TIC no pueden conllevar discriminación de
los alumnos y alumnas que presentan necesidades educativas
especiales, ni tampoco de aquéllos que por su situación social
se encuentran en riesgo de exclusión tecnológica. La organiza-
ción y puesta en práctica de las actividades TIC no debe dar por
supuesto que todos ellos cuentan con las mismas oportunidades
personales, familiares y sociales de acceso a recursos como los
ordenadores o la conexión a internet.
10. Conviene que, a la hora de seleccionar recursos y aplica-
ciones con los que llevar a la práctica las actividades TIC, se con-
sideren aspectos como los principios de neutralidad tecnológica
y respeto de los estándares, la conveniencia de utilizar software
no propietario y materiales curriculares publicados bajo licencias
abiertas que permiten su distribución y uso compartido, así como
la consideración del criterio del coste derivado de la adquisición,
explotación y renovación de los medios tecnológicos.
Propuesta a partir de un recurso básico:
el navegador
La brevedad de un artículo hace difícil presentar siquiera un
resumen de los recursos educativos disponibles para el profeso-
rado de las áreas lingüísticas a través de las Tecnologías de la
Información y la Comunicación. Las personas interesadas en co-
nocer sus posibilidades pueden consultar los trabajos de Lavid
(2005) y Larequi (2009).
Aquí expondremos un recurso TIC muy simple, pero de indis-
cutible utilidad para todas las áreas lingüísticas. Su puesta en
práctica respeta los criterios que acabamos de exponer, pues
74 CUADERNOS DE PEDAGOGÍA. Nº 401 }
implica la adquisición de varias competencias básicas, responde
a objetivos, contenidos y criterios de evaluación explícitos en el
currículo, no es especialmente difícil de organizar y utiliza recur-
sos de bajo coste de explotación. Presupone, a cambio, la dis-
ponibilidad de equipos informáticos para todos los docentes y
estudiantes implicados en su uso, así como una conexión a in-
ternet de suficiente ancho de banda, estable y fiable.
El navegador como centro de consultas lingüísticas
Varios de los navegadores actuales –en concreto, las versiones
más modernas de Mozilla Firefox, Internet Explorer y Google
Chrome, todos ellos compatibles con la tecnología OpenSearch–
no sólo permiten utilizar diversos motores de búsqueda, sino
que además tienen la capacidad de incorporar cualquier sitio
que incorpore dicha tecnología a sus herramientas de búsque-
da. Para hacerse una idea cabal de esta capacidad, puede ver-
se en la página web del Mycroft Project la lista de casi ochenta
diccionarios en español que pueden integrarse en los citados
navegadores: http://mycroft.mozdev.org/search-engines.
html?category=21&language=es
La transformación del navegador en un centro de consultas
lingüísticas constituye un procedimiento que no supone habili-
dades especiales y puede realizarse en apenas unos segundos
(Larequi, 2007). Además, esta técnica no sólo permite utilizar el
navegador como herramienta especializada para áreas lingüísti-
cas, sino que sirve igualmente para cualquier otro ámbito del
conocimiento. Y añadir un motor de búsqueda especializado a
un navegador es una acción que tiene una influencia positiva
para el trabajo interdisciplinar, pues cada recurso de búsqueda
añadido al navegador en el curso de una actividad didáctica se
puede utilizar inmediatamente por parte de cualquier otra per-
sona que utilice la misma aplicación.
para saber más
X Larequi, Eduardo (2007): “Búsquedas desde Firefox para el área
de Lengua I”, La Bitácora del Tigre, 28-8-2007, http://www.labita-
coradeltigre.com/2007/08/28/busquedas-desde-firefox-para-el-area-
de-lengua-1/
X Larequi, Eduardo (2009): “Propuestas para la integración curricu-
lar de las TIC en el área de Lengua Castellana y Literatura”, en Lara,
Tíscar, Zayas, Felipe, Alonso Arrukero, Néstor y Eduardo Larequi,
La competencia digital en el área de Lengua. Barcelona: Octaedro.
X Lavid, Julia (2005): Lenguaje y nuevas tecnologías. Nuevas pers-
pectivas, métodos y herramientas para el lingüista del siglo XX.
Madrid: Cátedra.
X Vivancos, Jordi (2008): Tratamiento de la información y compe-
tencia digital. Madrid: Alianza.