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"El sistema de gobierno más perfecto es aquél que produce mayor suma de
felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad
política." Simón Bolívar
En Venezuela se está desarrollando una gran revolución, que no tiene nada que
ver con ideologías políticas, ni de izquierda ni de derecha, sino de la información, en
donde van cayendo una a una las mascaras de los falsos actores de la política y del
sector privado, que los muestran tal cual son en realidad: Descarados traidores de su
patria, y su pueblo, que han desarrollado una desmedida ambición por el
enriquecimiento que solo puede proporcionar el manejar la hacienda pública como si
fuera de su propiedad, por eso es que vemos a los Venezolanos, luego de 50 años de
mentiras y corrupción de la elite empresarial y política, enfurecidos porque han
perdido el control de la hacienda llamada Venezuela y no porque están realmente
preocupados por cumplir con sus promesas como políticos y empresarios del país,
para con su país y sus ciudadanos. Cada vez es más evidente, la hipócrita mascarada
que ponen en escena en cada proceso electoral, para animar a los replicantes a que
acudan a legitimar la falsa Democracia que nos han vendido desde 1958. Estos seudo
líderes son tan descarados, que en lugar de recorrer el país para dar a conocer sus
ideales políticos, se van a exterior en giras financiadas por dudosos filántropos, para
hablar mal del país, mientras hacen compromisos vergonzosos o asociaciones con
líderes y empresarios extranjeros, para seguramente contar con el financiamiento
para promocionarse a través de los medios, como el nuevo salvador de Venezuela,
porque no les importa convencer, sino vencer con trucos y publicidad al adversario
político.
En las elecciones primarias llevada a cabo hace pocos días, tanto por algunos
sectores de la oposición, como del partido de gobierno, ellos mismo se han encargado
de demostrar que ambos sectores son cada vez menos los que creen en ellos, porque
en su afán de descalificar los resultados del contrario y de inflar los propios,
muestran el temor que siente todo aquel sabe que ya no surte el mismo efecto, sus
acostumbradas mentiras para motivar a la gente a salir a votar por ellos. El Partido
de gobierno menciona que 2.5 millones de su militancia acudió a votar en todas la
circunscripciones electorales, cifra muy por debajo del Chavismo duro, del que
siempre se han jactado, mientras que la oposición concurre en sólo 15
circunscripciones y logra animar a 350.000 votantes en su primera experiencia en
unas elecciones primarias. Según los resultados, la oposición, ha nombrado al resto de
sus candidatos de la manera acostumbrada, a espaldas al pueblo, porque su militancia,
solo sirven para el día de las votaciones o para cuando lo necesitan para hacer bulto
en las manifestaciones y lo peor, es que a muchos de ellos les satisface esa posición.
Es inaceptable que al pueblo Venezolano, sólo se le ofrezca migajas que solo les
permite sobre vivir, como lo han hecho social-demócratas, social-cristianos y
socialistas desde 1958 hasta la fecha. Creo en la Democracia, en la Justicia, en las
Leyes que hayan sido redactadas por Demócratas, Creo en los Partidos políticos en
donde sus líderes sean producto de la expresión de sus bases. Creo que toda
diferencia política, debe ser decidida mediante el voto del pueblo, de la base de los
partidos y no por la elite política y empresarial, que llegan a creerse superiores,
iluminados por el fuego divino. Creo que Venezuela puede cambiar su rumbo, si el
pueblo toma conciencia del poder que tiene SU VOZ Y SU VOTO en las decisiones
más importante de su nación. Rechazo y denuncio a todos los secuestradores de la
nación Venezolana, que se comportan como agentes al servicios de otras naciones, al
defender sus intereses geopolíticos que evidentemente van en contra de la nación
Venezolana. En Venezuela ya es tiempo de comenzar aplicar la ley que provee y
sanciona los delitos de traición a la patria, no como una herramienta para perseguir
opositores, sino como una sanción a los traidores, sin importar su ideología, credo,
posición social. Esto no se aplica en la actualidad porque los mismos que están en
deber de hacerlo, puede ser reos del mismo delito. La primera sanción contra estos
delincuentes, secuestradores, es no votar por ellos en las próximas elecciones
parlamentarias.